Confederación Imperial Galáctica
Fecha estelar - 5345
4º Cuadrante Militar del Imperio
Parque Natural Strela
Strela III
El Príncipe Jhored acababa de recibir en
el equipo portátil de comunicaciones un mensaje urgente procedente del Sector
Chin de parte del Almirante Alkard. Lo leyó detenidamente, mientras en su
rostro comenzaba a asomar esa siniestra sonrisilla que Selena tanto adoraba. La
presencia de los Ukur-Uruk era algo que esperaba que ocurriese antes o después
una vez que sus mundos comenzasen a recuperar su antigua fuerza. Si ya estaban
allí significaba que pronto comenzarían a ponerse las cosas interesantes para
todo el cuadrante. Confiaba en que los Ukur-Uruk hubiesen aprendido de su
derrota y las consecuencias de ello, pero por si acaso tenía algunos planes de
contingencia que confiaba no hiciesen falta, pero primero era necesario
terminar definitivamente con la Heredad de MUM ahora que posiblemente gracias a
la destrucción de Tegenium tuviesen que acelerar sus planes y cometer errores
por ello…
Apenas media hora después de eso se
reunió con el General Mao con cara preocupada, poniendo el comunicador de
inmediato en marcha para establecer contacto con Capital y el General Gzak a través
del Represor. De inmediato le informaron de la comunicación del Almirante
Alkard, haciéndole hincapié en la posible necesidad de enviar algunos refuerzos
para su Flota… Jhored simplemente se rio, causando la perplejidad en ambos
oficiales… Fue Selena quien intervino…
-
Hace media hora
que su Alteza recibió ese informe y su reacción fue sonreír, por lo que deduzco
que es algo que ya esperaba de antemano… -dijo Selena-.
-
Muy mal Selena,
si haces eso me quitas toda la diversión -se quejó Jhored-.
-
Alteza,
discúlpeme, pero tiene usted algunas costumbres un tanto deplorables cuando se
trata de sus consejeros directos y sus preocupaciones… -replico Selena en tono
zumbón-.
-
Si, creo que en
eso tienes razón… pero sigues quitándome la diversión… -sonrió, poniéndose
luego serio-. Tranquilícense los dos, está controlado, no es algo que no me
esperase que pasara… Antes de movernos debemos de ver que es lo que pretenden
hacer y donde… -sonrió-.
-
Alteza, podrían atacar
Chin, y sabemos cómo se comportan… sería necesario… -Jhored interrumpió-.
-
No, Chin o Nuevo
Chin tienen escudos planetarios, podrían resistir bastantes días de bombardeos
pesados sin que cedan lo más mínimo. Ninguno de ambos mundos corre un peligro
instantáneo… y cualquier movimiento erróneo por nuestra parte a estas alturas podría
causar un verdadero problema…
-
Pero fue en Chin
donde les derrotamos de forma muy vergonzosa para ellos… No creo que lo vayan a
olvidar tan fácilmente… Es posible tomen represalias más antes que después…
-replicó el general Gzak-.
-
En contra de lo
que ustedes piensan, los Ukur-Uruk son pragmáticos hasta la extenuación, es por
eso que lograron extenderse como lo hicieron. Créanme si les digo que no van a
dejar que su orgullo se anteponga a sus intereses, menos aún en estos instantes.
El sector Chin estaba situado en lo que era el difuso borde externo de su
“imperio”, pero no era propiamente dicho una parte de él, por lo que mientras
que no nos metamos en su camino no habrá problemas... o al menos por ahora, o a
medio plazo…
-
Pero si intentan acceder al sector de Chin…
-replicó el general Mao-.
-
En ese mismo
instante reevaluaremos la situación, pero ni siquiera se han asomado aun por el
sector adyacente al de Chin. En mi opinión, simplemente están tanteando el
terreno, de momento pienso que no harán nada que pueda suponerles un nuevo
conflicto con nosotros… Tienen problemas más acuciantes, como por ejemplo los
Xgord que siendo antiguos vasallos suyos se han intentado apoderar de grandes
extensiones de los antiguos dominios Ukur-Uruk… Para su forma de pensar, son
traidores…
-
Entiendo… piensa
que posiblemente en estos instantes les interesen más ellos que el sector Chin…
-dijo pensativo el General Gzak-.
-
Si no me equivoco
mucho, en estos instantes posiblemente Alkard o Yue Fei estén tratando de
planear algún tipo de ataque sobre los Xgord, una vez que se realice, nos
situara ante los ojos de los Ukur-Uruk como alguien a quien no conviene
molestar, ya que podemos ser el yunque final que necesite su martillo en contra
los Xgord…
-
No entiendo
porque iban a preparar ataques los Almirantes contra los Xgord, sus órdenes
eran claras, procurar no complicar la situación en el sector… -replico el
general Gzak-.
-
Pues muy simple
General, porque o mucho me tengo que equivocar, para que antes o después, algún
idiota no aproveche para tratar de ganar puntos atacando el sector Chin en
cuanto ambos Almirantes comiencen a aplicar mis órdenes para localizar a la
Heredad… -la sonrisita de Jhored fue muy reveladora-.
-
Alteza, no habrá
preparado la búsqueda de la Heredad de ese modo para provocar un ataque de los
Xgord, ¿verdad? -se alarmo el general Gzak-.
-
Oh, no, por
supuesto que no, esa búsqueda en ese modo es necesario para encontrar a la
Heredad, pero nada nos impide aprovechar la situación si podemos cazar dos
enemigos de un solo golpe, ¿no creen? -se rio Jhored de un modo un tanto
siniestro-.
-
Vamos,
traduciendo, que sí, que ha preparado una trampa para los Xgord… -suspiro
Selena-.
-
Bueno, es un modo
de verlo… Pero no del todo, simplemente he creado una aparente debilidad. Si
son tan imbéciles de creérselo es problema suyo… serán sus vidas las que
terminen en un bonito estallido de sus naves… Antes o después habría que haber
buscado algo para volver a golpearles y que los Ukur-Uruk lo vean. Es mejor que
proporcionen una excusa verdadera que no buscarnos alguna falsa que luego se
nos pueda volver en contra… ¿no creen? -pregunto Jhored sonriendo-.
-
Bueno Alteza, un
mensaje de Dama Mei y Lady Dalemar, ambas informan de un ataque sobre Nuevo
Chin por parte de naves Xgord que fue neutralizado por naves de nuestra flota
sin que se produjeran daños en el planeta… -suspiro el General Gzak, el cual
había desaparecido unos segundos de la imagen tridimensional-.
-
Bueno… pues ya
tenemos la oportunidad… Como ya presuponía, Alkard y Yue Fei deberían de estar
planeando tomar medidas… Estoy impaciente por ver que castigo imponen a los
Xgord… -sonrió Jhored-.
-
Alteza… algún día
se va a equivocar… y entonces veremos que dice al respecto… -replico un cansado
general Gzak con poco convencimiento en su voz-.
-
Bueno, supongo
que sí, algún día me equivocare… Ayer por ejemplo sin ir más lejos, me fui a
tomar un Rjard con el Sr. Dragos, y por error se lo pedí frio en vez de
caliente… estaba asqueroso… -dijo sonriente Jhored con tono socarrón-.
-
Alteza… con su
permiso… creo que me retirare a descansar, que aquí es ya de madrugada y usted,
siento decirlo, pero algunas veces me provoca dolor de cabeza… -pidió un
sufrido General Gzak.
Jhored era consciente de la preocupación
de sus ayudantes, y por eso mismo los mantenía cerca, aunque no se lo creyesen,
siempre tenía en cuenta todas sus opiniones. Ya había considerado antes de
planear nada todas las objeciones que tenían o pudiesen tener ambos generales,
pero había considerado necesario tender una pequeña trampa a los Xgord, a los
que desde luego no tenía ningún cariño, con el mero fin de mantener a raya
momentáneamente a los Ukur-Uruk. Jhored con estas acciones quería ver en
realidad hacia donde planificaban los dirigentes de Ukur, si hacia sus antiguas
posesiones, o hacia una mal disimulada venganza… En la primera se mantendría al
margen, en caso de ser la segunda, procuraría borrar cualquier rastro de los
Ukur-Uruk en el Brazo de la Galaxia… En realidad, era la primera opción la que
preferiría que ocurriese, porque mantenerse en el límite del Imperio Ukur-Uruk
sería muy beneficioso para los Chin, ya que mantendría su Sector estable por sí
mismo… Tras esto Jhored se centró nuevamente en su familia mientras su mente se
dirigía a los futuros encuentros diplomáticos que se le avecinaban en Strela.
En esos instantes, los Almirantes Alkard
y Yue Fei se encontraban junto con sus ayudantes estableciendo un plan de
ataques escalonados contra intereses Xgord, cuando en el Superacorazado Thalos
entró un comunicado de alta prioridad procedente de la Nave de Apoyo a la Flota
Genius, en Órbita de Chin. Se trataba de un mensaje codificado procedente de una
de las dos Naves Q que estaban haciendo labores de piratería. Aunque ninguna de
ambas sabía dónde se encontrarían los Almirantes en un momento determinado, sí
que ambas conocían con precisión la posición estable de la Genius en Órbita del
Planeta, por lo que envió un precioso misil Blanco al sistema Chin. El mensaje
informaba al Almirante Alkard de una extraña anomalía en el comportamiento de
los Xgord.
Según el informe que recibió el Almirante
Alkard, la Nave Q fue sorprendía durante uno de sus asaltos por un pequeño
grupo de veloces naves de guerra Xgord, lo que la obligo a retirarse a toda
velocidad hacia un sector presuntamente vacío en el borde del espacio Xgord. Cuando
la nave entró en el sistema se encontró por sorpresa con un convoy de naves
Xgord, concretamente 14 mercantes. No resultaba extraño a esas alturas que las
naves se reuniesen en un fútil intento de tratar de defenderse en conjunto,
tampoco que intentasen evitar las principales rutas desde que ambas naves Q
comenzaron su trabajo de corsarios. En cuanto aparecieron y detectaron al grupo
se lanzaron contra ellos de inmediato, también al instante los cargueros
emitieron señales de socorro. Hasta aquí todo era “normal”, estaba dentro de lo
esperado y lógico que ocurriese.
En un principio el comandante de la Nave
Q pensó que tenía muy mala suerte, pues apenas quince minutos después, del
punto de salto al que el grupo de cargueros se dirigía aparecieron un total de
21 naves de guerra Xgord, cuatro naves medias y dieciséis veloces naves
ligeras. Comenzó a parecerle raro al comandante cuando las cuatro naves medias
y dos de las Ligeras, en lugar de perseguir a la nave Q se dirigieron a
proteger al convoy, un comportamiento extraño en los Xgord. Pero lo que sería
calificado por el comandante como realmente anómalo, es que las naves Xgord
cesaron en su persecución apenas segundos antes de que la Nave Q completase su
salto para salir del sistema, algo impensable en el modus operandi de los
Xgord. Corriendo un riesgo calculado, en vez de cruzar el sistema a toda
velocidad para escapar de los Xgord, decidió realizar un microsalto en el
interior del sistema para acercarse al planetoide más cercano y protegerse tras
él a la posible llegada de sus perseguidores, lo cual, nunca se produjo.
Cuando el comandante de la Nave Q
considero que había pasado un tiempo prudencial entendió que los sistemas
debieron de registrar correctamente el cese de la persecución. Corriendo un
riesgo calculado, decidió regresar al sistema del que escapó. Gracias a la
dilación temporal del periodo que tarda la luz en llegar de un extremo a otro
de un sistema, aun fue capaz de observar como el grupo de combate Xgord al
completo había abandonado su persecución para centrarse en la escolta del
convoy de naves de Carga, saltando el grupo al completo por el punto de salto
hacia el que se dirigía el convoy, lo que se consideró como muy sospechoso. El
comandante considero que, dado que todos esos sistemas teóricamente deberían de
estar vacíos sin apenas más que esporádicos movimientos de naves, tal anomalía
merecía la pena el gasto de uno de sus preciosos misiles blancos de
comunicaciones. En el informe que transmitió al Almirante Alkard, el comandante
expresaba sus sospechas de que en ese sistema ocurría algo, y que ese grupo de
naves de combate posiblemente fuesen parte de una guarnición situada en dicho
sistema. También informo de que se retiraba de la zona, pues considero que, con
su actual aspecto, de ser detectados podrían causar más problemas que
beneficios…
Tanto el Almirante Alkard, como el
Almirante Yue Fei una vez leído todo el informe y estudiado las telemetrías de
la Nave Q, no pudieron evitar pensar como el Comandante, que con ese sistema al
que se dirigían esos transportes ocurría algo anómalo. El Almirante Alkard
decidió comisionar dos Torpederas Acorazadas de su grupo para que echasen un
vistazo, sus órdenes eran claras y concisas, únicamente observar procurando
pasar completamente desapercibidas, lo que implicaba evitar cualquier riesgo de
combate o detección. Su misión era expresamente de ver, registrar todos los
datos posibles y salir de allí sin ser detectados… Ciertamente, cuando unos
días más tarde a ambos Almirantes les llegaron las telemetrías e informes de
ambas Torpederas no pudieron evitar sorprenderse por lo que habían descubierto…
Orbitando el cuarto de los nueve planetas
del sistema en cuestión, los Xgord habían instalado varios entramados
interconectados entre sí para la construcción modular de naves de guerra. No es
que se pudiesen considerar como Astilleros típicos, pero por lo que parecía el
sistema les estaba funcionando excepcionalmente bien, según los registros de
ambas torpederas, en esos instantes allí se encontraban algo más de 60 naves en
distintos grados de construcción, como si fuese una cadena de montaje. Como la
Confederación Imperial aprendió en su momento durante la Guerra, este sistema
de montaje por módulos pese a su velocidad de construcción, tenía un problema
muy importante en las Naves de Guerra, las uniones de los módulos recibían muy
mal el daño de las Armas de Energía Multifase que solían emplearse en las
Baterías Principales de cualquier Nave Pesada, facilitando el que una nave
terminase fácilmente partida en dos por los impactos… Por ese motivo, aunque
fuese cuatro veces mas lento, los Astilleros en la Confederación Imperial
construían las Estructuras de las Naves de Categoría Militar en una sola pieza,
sin ensamblajes…
Concretamente, en la linea de construcción
se podían observar perfectamente como se estaban ensamblando 7 grandes
portacazas, 11 Naves Medias y 46 Naves Ligeras, que eran las más avanzadas, de
hecho, al menos media docena de estas estaban ya en las últimas fases… En el
sistema también según los registros de ambas torpederas se encontraba una
flotilla de naves de Guerra Xgord compuesta por 10 naves Medias y 23 Naves
Ligeras, a esto habría que suponer sobre el planeta o alguna de las dos lunas
del mismo la presencia de una o varias bases para cazas y bombarderos, pues se
podían observar al menos tres patrullas en grupos de tres de sus Cazas tipo
volando en las cercanías del entramado de construcción.
Este descubrimiento acababa de cambiar
por completo toda la planificación de ambos Almirantes, pues entendieron que
semejante centro de construcción de naves podría convertirse en un serio
problema. Dado el ataque que habían llevado los Xgord sobre Nueva Chin, no
necesitaban pedir permiso a ninguno de sus gobiernos para organizar una
respuesta contundente, que quizá en otras circunstancias les hubiesen negado.
Obviamente, ninguno de los dos Almirantes pensaba decir nada sobre sus
intenciones al respecto, más que vaguedades en el poco improbable caso de que
alguien preguntase. Comenzaron de inmediato a trazar planes de ataque sobre
dichas instalaciones.
Después del ataque fallido sobre Nueva
Chin, era obvio que los Xgord no serían tan ilusos como para no saber que los
Chin responderían, por lo que si querían tener éxito en el ataque sobre el
sistema no podían dejar de lado el realizar alguna de las operaciones de
castigo que habían previsto. Ambos pensaron lo mismo, aprovechar el Grupo de
Combate del Almirante Tagard para realizar alguno de dichos ataques de
represalia, de modo que los Xgord no sospechasen de la ausencia de la Flota del
Almirante Alkard en dichos ataques…
El Grupo del Almirante Tagard era ideal
para un ataque rápido de represalia. El Superacorazado “Colossus”, junto con
los seis Cruceros de Batalla de Clase Elemental, dos Cruceros Ligeros y Cinco
Destructores ofrecía una combinación de pura potencia de Fuego con una leve
escolta, una asociación perfecta para uno de los Blancos que habían
seleccionado. El sistema Jrhauadu que se encontraba cercano a los límites del
Sector Chin contaba con varias explotaciones mineras, algunas verdaderamente
grandes. Pero lo interesante eran concretamente dos de las más pequeñas, que se
dedicaban a la extracción de lo que se denominaba como materiales estratégicos
de primer orden. Ambas explotaciones se encontraban sobre la misma luna, por lo
que el ataque del Almirante Tagard podría ser prácticamente simultaneo sobre
ambas…
Según los datos de la inteligencia Chin,
ambas explotaciones seguían con las mismas defensas “erróneas” de antes de
llegar la Confederación Imperial a la zona, potentes contra Cazas y
Bombarderos, pero excesivamente débiles contra Naves Capitales… Los poderosos
cañones del Superacorazado y los seis Cruceros de Batalla serían más que
suficientes para despejar el terreno de defensas de punto para los Bombarderos
Sable y Cazas Escorpión del Colossus. A su vez, los dos Cruceros Ligeros y los
Cinco Destructores se encargarían de los escasos y anticuados aparatos de Caza
existentes en ambas instalaciones mientras protegían a sus hermanos mayores… Era
una misión de entrar, golpear y salir de allí a toda velocidad antes de que las
fuerzas del resto de explotaciones pudiesen llegar a reunirse para presentar un
frente conjunto. Un hecho que, aunque improbable, sí que podría ser un
auténtico problema de producirse…
Una vez consultado el Almirante Tagard,
no viendo este problema alguno dado que las UNEX y el Almirante Stratos aún
estaban buscando información sobre el paradero de la Heredad y no era necesario
en esos instantes, puso en movimiento su Grupo dejando tras de sí una sonda
receptora en la posición por si cualquiera de las UNEX notificaba un posible
objetivo. Mientras Tagard se dirigía a su objetivo, la Flota Chin se dividía en
tres grupos para lanzar un triple ataque simultaneo sobre objetivos Xgord. El
Almirante Alkard por su parte partía con la totalidad de su flota hacia el
sistema de los Astilleros, dividiéndose en dos un poco antes de alcanzar su
destino. Mientras que los Cruceros Pesados, una veintena de Destructores y una
de las Corbetas de Exploración con el Thalos a la cabeza se dirigía a un punto
de salto más alejado del entramado de construcción, el resto de fuerzas del
Grupo entrarían al Sistema desde un punto en la parte opuesta del sistema y
mucho más cercano a los Astilleros. El plan era muy simple, el Almirante Alkard
atraería las fuerzas de defensa del sistema, y cuando estuviesen lo bastante
cerca como para no poder impedir el combate se retiraría mientras que el
segundo grupo se lanzaría sobre las instalaciones de construcción y las naves
que estaban acabándose en las mismas…
El ataque de Tagard no tuvo misterio
ninguno, ambas explotaciones estaban en la zona exterior del sistema,
concretamente en una de las lunas del octavo de diez planetas del sistema. Los
cañones del Colossus y de los Seis Cruceros de Batalla reventaron cerca del 90%
de las defensas mientras que los Destructores y los Cruceros Ligeros eliminaban
gran parte de los escasos Cazas de protección para ambas instalaciones. Tras el
Grupo llegaron en perfecta formación los dos escuadrones de Bombarderos Sable
precedidos de los tres escuadrones de Cazas Escorpión del Colossus que
terminaron de arrasar con las pocas defensas que habían sobrevivido al paso de
las Naves Capitales y sus escoltas… El ataque de los bombarderos fue lo más
parecido a un entrenamiento que los pilotos pudiesen recordar, con apenas uno o
dos cañones ligeros en funcionamiento de las defensas cuando ellos llegaron, los
escudos de los Sable no tuvieron el menor problema en mantenerles intactos… La
destrucción de ambas explotaciones fue total y el ataque todo un éxito, de
hecho, el Grupo de Tagard ya se retiraba del sistema cuando en el resto de
explotaciones aún estaban preparando sus defensas por si también eran atacados…
Apenas unas pocas horas después del
Almirante Tagard, los tres grupos del Almirante Yue Fei atacaron
simultáneamente tres importantes nudos comerciales Xgord. Con los grupos
dispersos entraron en los sistemas desde diferentes posiciones atacando cuanta
nave se les ponía a tiro, evitando cuidadosamente enfrentarse a las defensas
Xgord en lo posible. El raid del Almirante Yue Fei apenas duro media hora desde
que entraron a los respectivos sistemas estelares y los abandonaron, dejando
tras de si un bonito rastro de instalaciones varias y mercantes destrozados.
Las fuerzas de defensa Xgord en dichos sistemas apenas fueron capaces de
cambiar unos pocos cañonazos con un par de los Cruceros de Batalla Chin, que no
sufrieron daños al ser absorbidos sin problema por los escudos. Nuevamente fue
una operación de entrar y salir a toda velocidad…
En el posterior análisis del ataque del
Almirante Yue Fei, resultaría obvio que las naves de protección de los tres
sistemas debían de conocer el ataque realizado por el Almirante Tagard, pues
estaban en alerta. Para su desgracia estaban todas agrupadas esperando un
posible ataque, pero al entrar los grupos dispersos desde diferentes puntos
tuvieron que decidir en qué dirección trataban de defender el sistema.
Erróneamente, en los tres casos, los Xgord eligieron a los Cruceros de Batalla
como adversarios, naves casi tan rápidas como un Crucero Pesado, con un blindaje
ligero para su tamaño, pero con la potencia de fuego y escudos de un Acorazado.
Mientras que los Acorazados, Cruceros Pesados y Ligeros acompañados de los
Destructores atacaban a placer, las defensas Xgord trataron de cazar a los
escurridizos Cruceros de Batalla con un infructuoso intercambio de inútiles
cañonazos… Los tres grupos se retiraron de los Sistemas tan velozmente como
aparecieron, sin sufrir más que leves quemaduras en su blindaje por algún
impacto afortunado que sobrepaso los escudos…
CONTINUARA
Que lujo, volver a leerte.
ResponderEliminarTan facil que es imaginarse el escenario que describes en tus relatos. casi puedo verlo claramente, muchas gracias , continua asi, saludos
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