Confederación Imperial Galáctica
Fecha estelar - 5345
Sector Xgord
Limite Externo del Sistema
Superacorazado Thalos
Al Almirante Alkard había dividido su
Flota en dos Grupos, uno con el Thalos, y el mayor con el Superacorazado Argos
como nave insignia, quienes serían los encargados de dar el golpe a los astilleros.
Estaba esperando pacientemente a que pasase un tiempo prudencial tras los
ataques de Tagard y Yue Fei a los diversos sistemas Xgord. Debian de dejar que
la noticia se extendiese entre la flota Xgord. Si conocían bien su
idiosincrasia, excepto que diesen con alguien al mando que se escapase de sus
cánones habituales, las fuerzas de defensa del sistema saldrían en tromba a
tratar de cazar el Grupo del Thalos en cuanto hiciesen su aparición, máxime en
cuanto detectasen su formación de Batalla dispersa en un amplio frente y que
era su Superacorazado el que estaba a la cabeza del grupo…
El Almirante Alkard presuponía que, salvo
que la inteligencia Xgord estuviese compuesta por ineptos, a estas alturas ya
debían de ser más que capaces de identificar su nave Insignia, por lo que dada
si forma habitual de proceder, tratarían de darle caza en cuanto fuese
detectado… Además, los ataques dispersos sufridos, y la presencia del grupo de
Tagard les despistaría sobre la falta del resto de naves de su Flota. Para
cuando los Xgord se diesen cuenta de la trampa sería demasiado tarde para sus
Astilleros y las naves que estaban construyendo. Dos Superacorazados con sus
Cazas y Bombarderos, once Acorazados, diecisiete Cruceros de Batalla, catorce Cruceros
ligeros, junto con treinta y ocho Destructores y doce Fragatas de protección de
la Flota acompañados de dos Corbetas de Exploración que con sus poderosos
sensores activos les servirían los blancos en bandeja, no es que fueran a dejar
mucho intacto a su paso por los astilleros y las bases de cazas que se
localizasen. Nueve Torpederas Acorazadas del Grupo de Alkard habían sido
comisionadas para dar caza a cuanta nave de carga pudiese parecer por el
exterior del sistema y tratase de escapar por alguno de los restantes punto de
salto hacia otros sistemas adyacentes para alertar a posibles Refuerzos Xgord,
la décima permanecía emboscada sobre un Asteroide en las cercanías del Cuarto
planeta para dar una salida precisa al grupo del Argos…
El Almirante Alkard finalmente no se
encontró con ninguna sorpresa al entrar al sistema. La Corbeta de Exploración que
acompañaba al grupo del Thalos detecto a los pocos minutos de la entrada al
sistema como las fuerzas de defensa Xgord se desplegaban en su dirección y de
inmediato procedió a emitir interferencias para confundir los lejanos sensores
Xgord. Mientras el Thalos lanzaba sus Cazas y Bombarderos, la Corbeta con sus
poderosos sensores lanzaba ondas de interferencias hacia el despliegue de la
casi totalidad de fuerzas Xgord en el sistema, el resto de la flota tambien
detectó lo que contabilizo como once escuadrones de Caza y al menos cuatro de
Bombarderos procedentes de una de las lunas… Las fuerzas Xgord eran más
importantes de lo esperado, posiblemente fueran reforzadas tras los ataques de
Tagard y Yue Fei. Se componían de un Gran Portanaves, veinte naves medias y
treinta y dos naves Ligeras a parte de los escuadrones de Cazas y Bombarderos
desplegados…. Eran fuerzas que superaban al grupo del Almirante Alkard,
principalmente en los escuadrones de Caza y Bombarderos… Pero para su
desgracia, el Almirante no estaba allí para hacerles frente, y desde luego no
pensaba correr riesgos estúpidos con sus naves…
Alkard ordeno que tanto los Cazas como
los Bombarderos se centrasen en tomar posiciones defensivas en torno al Thalos
y a la Corbeta de Exploración situada a su flanco, reteniéndoles de ese modo
junto a la formación. El Almirante al mando de las fuerzas Xgord cometió el
error de imitar al Almirante Alkard, manteniendo también sus grupos de Caza y
Bombarderos junto a su flota, centrados en el Portacazas, mientras avanzaban a
gran velocidad tratando de esclarecer las distorsiones que marcaban sus
sensores. De haber lanzado todos sus cazas y bombarderos contra las fuerzas de
Alkard habrían podido poner en problemas la retirada de estas, si ignorando a
los Cazas Escorpión que se verían obligados a salir a su encuentro, se hubiesen
centrado por completo en una sola nave o un par de ellas como máximo.
Pero no hicieron nada de eso, debido
probablemente a la situación confusa que les marcaban sus sensores, permanecieron
en un único grupo, dejando al grupo del Thalos en completa libertad de acción.
Para cuando los Xgord se dieron cuenta de su error al suprimir las
interferencias de la Corbeta de Exploración ya era demasiado tarde, el Thalos había
comenzado a recoger sus Cazas Escorpión y Bombarderos Sable mientras el grupo
al completo viraba dirigiéndose de nuevo a toda velocidad hacia el exterior de
sistema. Para cuando los Cazas y Bombarderos Xgord alcanzaron su máxima
velocidad de persecución dejando atrás su flota, el Thalos ya había recogido
sus naves y el grupo estaba listo para ejecutar el salto fuera del sistema solo
a falta de la orden del Almirante Alkard.
Primero salto fuera la Corbeta, seguida
por los Cruceros, finalmente, cuando por fin los Cazas Xgord estuvieron a tiro
del Thalos y los Destructores, el resto del grupo realizo el salto abandonado
el sistema. Para ese momento el grupo del Argos ya había hecho su aparición cerca
del cuarto planeta gracias a la precisión de las coordenadas marcadas por las
Torpederas, cayendo solo unos pocos minutos después sobre el prácticamente
desguarnecido grupo de Astilleros. Mientras que los Cazas Escorpión y
bombarderos Sable se ocupaban de las Bases de Caza localizadas sobre una de las
lunas, los Superacorazados, Acorazados y Cruceros de Batalla con sus poderosos
cañones se cebaban con los Astilleros y naves en construcción, cuyos
ensamblajes modulares facilitaron su completa destrucción. Por su parte, los
Cruceros Ligeros, Destructores y Fragatas de Protección organizados en Grupos
se encargaron de las escasas defensas que quedaban en la zona y rematar el
entramado de los Astilleros. Tras una pasada de ida y vuelta, el Grupo al
completo se retiró del sistema dejando tras de sí un cuadro de destrucción
sistemática sin que las fuerzas de defensa Xgord pudiesen hacer algo más que
mirar impotentes desde la lejanía…
Los datos de las telemetrías de las dos
corbetas de la Flota del Argos fueron sobrecogedores, los Astilleros quedaron
prácticamente convertidos en masas de chatarra y más del 80% de las naves en
construcción resultaron completamente destruidas, mientras que el resto de las
mismas sufrieron daños de diversa consideración, todo gracias al error endémico
de su sistema de ensambles modulares. Por su parte, en la Flota del Almirante
Alkard, concretamente el Grupo del Argos, apenas ocho Destructores y una de las
Fragatas sufrieron daños de escasa importancia que ni siquiera haría necesario
la intervención de la Genius para repararlos… Indudablemente el golpe a los
Xgord había sido muy duro, especialmente en su programa de rearme, y la perdida
completa de las dos minas de recursos estratégicos no les iba a ayudar mucho a
recuperar la anterior capacidad. Tras los ataques, la Flota del Almirante Yue
Fei se dirigió directamente hacia Chin, mientras que la del Almirante Alkard se
concentró en Nuevo Chin. Las Torpederas Acorazadas del Grupo de Alkard y
patrulleras Chin se dispersaron en las zonas de paso más probables en caso de
que los Xgord o sus aliados intentasen algún tipo de represalia…
Mientras los Almirantes Yue Fei y Alkard
esperaban pacientemente la posible reacción de los Xgord, distribuyeron varios
de sus Destructores en patrullas para controlar los cargueros que entraban en
el Sector Chin mientras mantenían el resto de su flota concentrada. Tanto por
este medio como mediante la inteligencia Chin, apenas quince días más tarde del
ataque sobre los Astilleros Xgord, tuvieron noticias de violentos combates
entre naves de estos con los Ukur-Uruk, y según los datos obtenidos, no les
había ido nada bien. Parecía que por fin los Ukur-Uruk comenzaban a estirar los
músculos tratando de recuperar sus antiguos “territorios”. Otra noticia, aunque
aún no confirmada por la inteligencia Chin, fue sobre la posible construcción
de los Ukur-Uruk de dos nuevas estaciones comerciales prácticamente idénticas a
las que fueron destruidas. La complicada situación actual de los Xgord y sus
aliados, entendían ambos Almirante que hacía altamente improbable el que
desviasen medios para atacar el sector Chin. La presente situación dejaba las
manos bastante libres a ambas flotas, por lo que decidieron aumentar el número
de patrullas para ayudar a localizar a la Heredad.
Por su parte, el Almirante Tagard y los
mandos de los Marines de sus naves habían estudiado detenidamente el asalto al
carguero de la Heredad, y las conclusiones a las que llegaron les resultaron
altamente desconcertantes. Por un lado, obtuvieron los datos suficientes como
para establecer que, si bien los tripulantes no eran los típicos Fanatizados de
MUM, sí que eran gente excepcionalmente comprometida con lo que fuese que
estuviese tramando la Heredad, lo que sabiendo como actuaba esta no era normal.
Determinaron también que su entrenamiento, tanto en manejo de la nave como en
combate, especialmente en el cuerpo a cuerpo, era del mismo modo muy elevado,
básicamente equiparable al militar, sino es que era exactamente eso. Sin
embargo, su comportamiento durante el asalto de la nave no encajaba con dichos
datos, tantos sus acciones al mando de la nave, como en su defensa, implicaban
que o bien eran todos ellos extremadamente bisoños, o unos redomados
incompetentes, y por las investigaciones realizadas, ni una ni otra opción
parecía realmente probable… La situación final de la evaluación de riesgos,
instrucción y comportamiento de esa tripulación era ilógica por definición
según los informes de como actuaba siempre la Heredad con quien no era de su
cuerda… Si los Almirantes Tagard o Stratos hubiesen sido preguntados por ello,
ambos dirían que algo muy raro estaba ocurriendo, y que difícilmente sería
bueno…
Finalmente, fue la UNEX Espectro la que envió
a la flota del Almirante Tagard una alerta sobre la presencia de un carguero de
diseño y con la firma de sus motores muy similar a los que buscaban. El grupo
se puso en marcha de inmediato con su habitual formación de diamante, con el
Colossus en el centro, y cada uno de los Cruceros de Batalla de clase Elemental
en los seis puntos del diamante con sus poderosos sensores entrelazados,
mientras los Cruceros y Destructores formaban en la cola del Elemental del
Tiempo que cerraba la formación Diamante. Gracias a sus poderosos sensores,
amplificados por su formación, los Cruceros de Batalla de la Clase Elemental no
tenían el menor problema en seguir los pulsos de una micronesima de segundo que
la UNEX Fantasma les enviaba cada cierto tiempo acordado. Mientras avanzaban al
encuentro de la UNEX, el Almirante fue organizando el futuro asalto sobre dicha
nave, que según la experiencia anterior no iba a ser nada fácil.
La anterior nave era un carguero ligero,
cuya tripulación habitual debería de haber sido entre dos o tres oficiales y
quince tripulantes como máximo, sin embargo, se encontraron con media docena de
oficiales y casi una cuarentena de tripulantes, lo que prácticamente triplicaba
los miembros habituales. En este caso, siguiendo el mismo patrón, si una nave
de tipo medio como esa por regla general debería de contar con media docena de
oficiales y al menos unos treinta a treinta y cinco tripulantes, tenían
enfrente un bonito problema a la hora de asaltarla…. No sería nada fácil dada
la ferocidad mostrada…
Existían tres procedimientos estándar en
la Flota para el asalto de naves, ya fuesen militares o civiles:
-
Primero: Uso de
Lanzaderas de Asalto, las cuales normalmente usarían los hangares tras la
voladura de las portas para desembarcar allí las Tropas de Marines, o adherirse
a cualquier esclusa, “romper” la puerta de la misma, fijar un puerto
autosellante y realizar el asalto.
-
Segundo: Fijarse
a la nave enemiga mediante haces tractores y garfios magnéticos de abordaje, y
lanzar plataformas de Asalto que se fijaban a esclusas o al mismo casco de la
nave, lo perforaban, situaban un puerto autosellante mediante una pasarela Blindada
estanca por donde accederían los Marines en sus trajes Blindados Ligeros.
-
Tercero: Mediante
el Asalto directo por grupos de Comandos de la Flota o por los miembros de los
Marines de Asalto que habitualmente solo las naves más grandes llevaban a bordo.
Los comandos de la flota solían estar encuadrados en las divisiones de Marines
de Asalto, y atacaban las naves mediante trajes Blindados Pesados de Vacio y
motores repulsores individuales, saltando directamente de Nave a Nave. Los
Marines de Asalto por su parte, fijaban garfios en el casco de la nave
contraria, los usaban para llegar allí, para después fijar cabestrantes
mediante los cuales el resto de ellos accedían de una nave a otra con sus
trajes Medios de Asalto. Para entrar en su blanco lo hacían mediante la
voladura de esclusas generando una fuerte descompresión en el interior de la
nave objetivo….
En esta ocasión, dado que los Cuatro
Cruceros de Batalla de Clase Elemental iniciales llevaban Batallones de Marines
de Asalto más un escuadrón de Comandos de la flota, sin contar con los
Regimientos de Marines, todos ellos procedentes de su anterior paso por Naves Q
y reclamados por el mismo Tagard cuando se hizo cargo de los Cruceros, ahora
iba a usar esa experiencia para reducir “riesgos”. Si bien existían esos “tres”
procedimientos, las Naves Q dada su función principal de atacar tráfico
mercante o cazadoras de piratas, tenían algún que otro truco en función de si
se necesitaba capturar la nave intacta, o simplemente eso no era necesariamente
importante. En este caso, lo necesario era únicamente acceder a las bitácoras y
extraer toda la información posible de sus sistemas de abordo para después
destruir completamente la nave. Una vez que el Grupo entro al sistema y
localizo el Carguero, el Almirante Tagard dio órdenes al Elementar del Fuego, y
al Elemental del Viento de realizar un asalto conjunto sobre el carguero,
especificando claramente los únicos requisitos indispensables que debían de
“protegerse” de su posible destrucción.
Una vez en el sistema, el Grupo de
Cruceros de Batalla emitió con sus sensores un poderoso grupo de Micropulsos
electromagnéticos con objeto de bloquear las comunicaciones en esa zona.
Mientras que el Colossus con sus Baterías Principales se encargaba de parar en
seco al carguero mediante la destrucción de sus motores, mientras los Cruceros
de Batalla Elemental del Fuego y Elemental del Viento se acercaban a toda
velocidad hacia cada uno de los costados del objetivo. Una vez abarloados al
carguero, ambos Cruceros de Batalla usando los garfios magnéticos de sujeción
apoyados por los haces tractores principales. Segundos después de fijar
adecuadamente el objetivo, ambas naves lanzaron cada una dos plataformas de
asalto contra el casco. Estas plataformas debían de perforar el casco del
blanco en un plazo de entre 45 y 75sg, más allá de ese tiempo el asalto se
consideraría como fracasado, ya que daría margen para que el objetivo
estableciese defensas suficientes.
Una vez que se perforaba el casco, se
situaba una puerta autosellante y en menos de diez segundos estaba desplegado
el túnel de Compuesto Metálico Blindado transparente por el que accederían los
Marines. Sin embargo, en esta ocasión, las cuatro plataformas de asalto
llevaban ya más de 90sg perforando el casco, por lo que deberían de haber sido
retiradas, sin embargo, aun continuaban con su trabajo. Para cualquiera que
viese eso resultaría del todo inexplicable, pero por la sonrisa del Almirante
Tagard, estaba claro que para él eso no era así. 115sg después del inicio del
proceso de corte, las cuatro plataformas fueron retiradas a la máxima velocidad
del dispositivo, mientras que se soltaban los garfios de amarre, quedando la
nave únicamente sujeta por los haces tractores.
Para sorpresa de más de un tripulante,
especialmente en el Colossus, en cuanto las plataformas y los garfios
estuvieron recogidos, ambos Cruceros de Batalla abrieron fuego con sus baterías
principales sobre la zona en donde estuvieron realizándose las labores de corte
sobre el casco. Solo segundos después del impacto, se vieron los resultados. Junto
con gran cantidad de trozos de estructura que salieron despedidos por los
impactos, también se podían observar numerosos cuerpos de tripulantes medio
despedazados por las explosiones… Tal y como habían supuesto, en cuanto las
plataformas comenzaron a tratar de perforar el casco del Carguero, muchos de
sus tripulantes acudieron a esas zonas para enfrentarse a los Marines cuando
desembarcaran, lo que fue una muy mala idea por su parte. Los cañonazos de los
Cruceros de Batalla casi a quemarropa destrozaron esas secciones abriéndolas al
espacio exterior, matando a todos los defensores que se habían reunido en
ellas… Este era uno de los trucos más sucios de las Naves Q. Cuando la captura
de la nave objetivo no era importante, no tenían el menor reparo de reventar su
estructura lo que hiciese falta a fin de reducir posibles bajas propias y
concentrar las contrarias.
Una vez se despejo la zona de restos al
chocar con los escudos de los Cruceros y ser impulsados fuera de la zona por
los haces tractores secundarios, los comandos de la Flota junto con los Marines
de Asalto tomaron las zonas dañadas de forma directa. Una vez aseguradas, los
Cruceros desplegaron las plataformas de Asalto para que los Marines ocupasen lo
que quedaba del Carguero… Aun así, los tripulantes que sobrevivieron
presentaron una dura batalla contra los Marines, y Marines de Asalto, ya que
los comandos se retiraron en cuanto la zona estuvo segura.
Durante los enfrentamientos los Marines
emplearon otra de las tácticas preferidas de las tropas de las Naves Q, las
llamadas granadas de vacío. Eran grandas estándar con una particularidad, un
dispositivo adaptable a las mismas que una vez accionado hacía que la granada
cuando se lanzaba tuviese tendencia a magnetizarse contra el mamparo más
cercano al exterior de la nave gracias a lo que llamaban detector de presión
inversa. Tres de esas granadas bien colocadas, eran capaces de abrir una
pequeña brecha en el casco generando una descompresión explosiva que resultaba
letal para cualquiera sin un traje Blindado de Asalto. En una nave de guerra
ese uso sería inútil, pues el Blindaje que estas llevaban era excesivamente
grueso y duro como para que funcionase, pero en un carguero o nave civil, el
truco resultaba de lo más útil. Aproximadamente casi una decena de tripulantes
sucumbieron a esa descompresión en los enfrentamientos. Pese a lo enconado de
la resistencia, los Marines no registraron bajas, aunque si varios heridos de
diversa consideración, incluidos cuatro de ellos bastante graves, todos ellos
por armas blancas con filos vibratorios de alta velocidad.
Una vez controlada la nave, y mientras
los técnicos desplazados desde los Cruceros de Batalla sacaban las bitácoras a
la par que cualquier información que tuviesen los sistemas de registro del
carguero, el Coronel Ho-kards, al mando del Asalto por parte del Elemental del
Fuego, se puso en contacto con el Almirante Tagard, y su cara mostraba bastante
preocupación…
-
Almirante… creo
que podríamos tener un serio problema…
-
¿Qué ha ocurrido?
-preguntó Tagard de inmediato, pues conocía perfectamente al coronel, y no era
de los que mostraban abiertamente su preocupación a un superior, así como así-.
-
Estos tipos no
actúan de un modo normal, pasa algo con ellos, no atienden a unas mínimas
condiciones lógicas de su propia seguridad… Solo se preocupan de luchar, y
además lo hacen de un modo estúpido pese a que parecen estar muy bien
entrenados para ello… es muy raro…
-
Explíquese…
-
Son raros… vera…
por ejemplo, empleamos las Granadas de Vacío contra un grupo de diez
tripulantes, uno de ellos parecía una especie de suboficial o algo similar a
los nuestros. Este último junto con otros dos, estaban disparándonos protegidos
por un muro, cuando se produjo la descompresión, ellos se salvaron al activarse
la puerta bloqueando la perdida de presión y aire…
-
Bien, pero eso es
lógico… -interrumpió el Almirante Tagard-.
-
Si señor, hasta
ahí sí, sin embargo, seguimos adelante y nos los volvimos a encontrar… lanzamos
de nuevo las Granadas de Vacío y las ignoraron por completo pese a que se
fijaron junto a ellos… Y le aseguro que la vez anterior vieron perfectamente lo
que ocurrió cuando detonaron… No es lógico con lo bueno que parece ser su
entrenamiento aun siendo “presuntos civiles”, es como si… -inspiro
profundamente-, como si fuesen auténticos suicidas solo preocupados por matar
al enemigo… No se comportan como el personal bien entrenado que parecen ser…
Almirante, le aseguro que hay algo raro en ellos…
-
Recojan los
cadáveres que estén en mejor estado, tantos como puedan, y trasládenlos de
inmediato al Elemental del Fuego, yo hablare con el General Bithorn de los
servicios médicos para que los estudien detenidamente… Y coronel… de esto ni
una palabra a nadie… -ordenó un Tagard muy serio-.
-
A sus órdenes
Almirante… corto… -cerró la comunicación-.
Tagard quedo profundamente preocupado,
pues en principio esos tripulantes aun con su comportamiento extraño no
encajaban con lo que serían las tropas fanatizadas de la Heredad y era cierto
también que parecían estar excesivamente bien entrenados para ser solo
tripulantes de cargueros “normales”. Lo que le preocupaba es que la Heredad
llevaba más de doscientos años usando fanáticos convertidos en Tigenium,
especialmente a modo de quinta columna o los grupos especiales de choque, equivalentes
fuerzas de comandos suicidas, y era también factible, que en este periodo de
tiempo hubiesen realizado estudios sobre ello, pues tras su destrucción y visto
su tamaño real, quedó claro que la capacidad de un único centro “fanatizador”
no sería suficiente, no al menos si seguían con su antiguo pensamiento de
controlar el espacio de la Confederación Imperial incluso Militarmente. Pero para
algo así iban a necesitar muchas tropas, seria demasiado incluso para formar
sus grupos especiales de choque si únicamente dispusiesen de Tigenium para ello.
Además, desaparecida Tigenium con sus
quinto columnistas, era más que posible que ahora estuviesen recurriendo a otros
métodos para tratar de seguir contando con “fanáticos. Pero era desconcertante,
porque todo esto de las naves “nuevas” no parecía haber sido planeado de un día
para otro, daba la impresión de ser algo a largo plazo, y eso si encajaba más
con la forma de actuar la Heredad… Tagard estaba muy preocupado, y cada vez que
pensaba en todo ello, mas, porque las piezas no terminaban de encajar entre si…
Si las observaciones del Coronel Ho-kards eran acertadas, entonces comenzaría a ser
evidente que tenían entre manos un problema muy, pero que muy importante… Se
puso de inmediato en contacto con los servicios médicos y de inteligencia del
Elemental del Fuego para impartir las instrucciones precisas de lo que quería y
esperaba que consiguiesen… Y si era para ayer, muchísimo mejor… Comenzaba a ver
por donde podría estar marchando su Alteza en lo que fuese que estuviese
sospechando sobre la Heredad. Si como determinó inteligencia tras los datos
recabados tras su destrucción, Tigenium no era suficiente por sí mismo como
para crear todo un ejército de fanáticos con el que poder “hacer algo” más allá
de infiltrar una quinta columna como hicieron en su día en la Confederación
Imperial o grupos pequeños de Choque cuya principal característica era alcanzar
su objetivo aun acosta de sus propias vidas. Estaba claro que en algún otro
lugar deberían de estar tratando de conseguir sus tropas.
Incluso inteligencia ya había determinado
que el número de esclavos que hubiesen podido comprar seria absolutamente
insuficientes para algo así, además de económicamente prohibitivo… Visto ahora
con perspectiva la inteligencia Chin sobre los anteriores “combates” de la Heredad
en el Brazo, y su más que pobre desempeño, daba la impresión de que aquello
fuesen simples pruebas. Sangrientas y con fuertes pérdidas, pero únicamente pruebas.
Estaba empezando a ser evidente que la Heredad posiblemente estuviese tramando
algo y experimentando con ello. Cada vez pintaba peor todo el asunto de la
Heredad, máxime si se le añadía a la ecuación a su Alteza y lo que fuese que
estuviese preparando…
Después de cañonear la nave y
destrozarla, usando para ello un modulador de frecuencia conectado a las
baterías secundarias de los Cruceros, de forma que pareciesen disparos Xgord,
la Flotilla salto al Interespacio en dirección a su sistema de espera acordado.
Tagard estaba preocupado, los dos cargueros que hasta el momento habían
interceptado, no llevaban una carga que explicase el incremento tan alto de
tripulación o su más que excelente entrenamiento de combate. De hecho, los
registros obtenidos de sus bitácoras y manifiestos de carga, a falta de un
minucioso estudio de los de esta última, parecían mostrar que esas dos naves en
ningún momento de los últimos dieciocho meses habían transportado nada
medianamente parecido a un elemento vital o de relativa importancia. Era una
incongruencia más con esas naves… nada parecía tener el menor sentido…
El número de bajas calculadas por parte
de los tripulantes del Carguero ascendía a unas 82 aproximadamente, entre las
muertas al inicio por las explosiones de los cañones al ser lanzados al vacío y
por los Marines durante el asalto. Desde luego no era normal un numero excesivamente
alto de tripulantes, con tan alto entrenamiento militar como para lo que esa
nave transportaba, y lo que según parecía había transportado anteriormente, barras
minerales comunes de calidad estándar… Nada encajaba con nada…
CONTINUARA
Ojala que el lugar de donde sacas todas estas ideas que plasmas en tus relatos sea igual de inmensa que el brazo de la Galaxia :) . seguimos muy pendientes de la continuacion. Gracias por escribir.
ResponderEliminarUna duda... ¿ese Argos es el mismo con el que se hizo desaparecer a las gemelas de la Estrella Oscura?
ResponderEliminarEn principio no, este es un Superacorazado y el anterior un Acorazado que se presupone que ya fue retirado. Las naves hay que modernizarlas... ;-)
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