domingo, 19 de septiembre de 2021

                            Confederación Imperial Galáctica


Libro - 16

Ukur-Uruk


1








Fecha estelar - 5343

4º Cuadrante Militar del Imperio

Sistema Ergwos

Planeta Ergwos IV

Continente Norte

 

Su Alteza Imperial el Príncipe Jhored se encontraba de vacaciones junto con su familia, y sin que hubiese sucedido ningún tipo de "problema", increíble pero cierto. Es más, desde que salieron de Capital en este viaje, Selena opinaba que todo había sido tranquilo, muy tranquilo, excesivamente tranquilo de hecho, todo según lo previsto, lo que era muy raro. Tenía la sensación de que algo no andaba bien, y ciertamente no era la única, lo mismo les sucedía a Kilara, la Almirante Tanya y el General Gzak, que era en esta ocasión quien los acompañaba. Este era el séptimo mundo que recorrían en este viaje de "aventura", que es como se lo vendió Jhored a sus hijos, los cuales estaban inmensamente felices. Bueno, excepto cuando tuvieron que abandonar el "Represor" para continuar viaje en el Superacorazado "Sol Negro". A los Gemelos les encantaba casi tanto viajar con su padre como hacerlo en el Represor, por lo que dejar la nave atrás no les gusto nada, y aunque comprendieron los motivos, estuvieron dos días con los morritos torcidos.


Inicialmente a todo el mundo le pareció raro cuando su Alteza se ofreció a trasladar a la Embajadora Chin junto con su sequito hasta Mar-Shagan con el fin de que pudiese embarcar en el Crucero Ligero B-52. Especialmente por el gran interés que se tomó en esquivarla todo lo posible, al extremo de que únicamente coincidió con ella en la última cena informal que organizo su tío, el Emperador. Aunque había que reconocer que la maniobra fue un éxito, pues la expectativa de los Chin sobre su Alteza en esos instantes era muy alta. Después, su Alteza una vez en Mar-Shagan, se descolgó con que el "Represor" adelantase su revisión programada para unos pocos meses después, y en especial aprovechar ya para que se sustituyesen por fin los módulos de interenlace de sus dos fuentes de energía. Obviamente tras lo sucedido en la "Estrella Oscura" con los suyos, los del "Represor" fueron especialmente vigilados, pero su vida útil estaba peligrosamente cerca ya de su final y un fallo critico en cualquiera de ambos podía hacer saltar la nave por los aires. Ese según su Alteza, fue uno de los motivos por los que decidió aprovechar esta visita a Mar-Shagan para que se realizasen allí los cambios junto con las labores establecidas de mantenimiento profundo de la nave. Todo ello dentro de una explicación lógica y coherente en cada punto.

Dado que en ese momento en Mar-Shagan se estaba construyendo el segundo Crucero Ligero de la clase B-52 y había cierta urgencia, se trasladó para ello una gran cantidad de los mejores técnicos especialistas de la flota allí, incluyendo al insigne profesor Jarkon, con el que su Alteza mantenía constantes comunicaciones a cuenta de sus constantes investigaciones. No en vano este era el mayor experto conocido sobre puertas de gusano y uno de los mejores científicos e ingenieros de la Confederación, por lo que parecía una opción bastante sensata adelantar esos trabajos aprovechando la coyuntura. Aunque la presencia del profesor llamó la atención, dada su curiosidad innata conocida perfectamente por los habituales colaboradores de su Alteza, y el que se tratase de un nuevo crucero de la clase B-52 tampoco les extraño tanto, máxime cuando casi se podía decir que era el niño mimado de su Alteza tras su éxito con las puertas. Hasta aquí todo fue normal, la cosa comenzó a torcerse cuando su Alteza pretendió que la Almirante Tanya se encargase de controlar en todo momento las operaciones sobre el "Represor", lo que no hubiese sido ningún problema ni le hubiese parecido mal a nadie, la propia Almirante o Selena incluidas. Pero claro, entonces, como de pasada, le comento a la Embajadora Chin que aprovecharía para hacer el viaje que prometió a sus hijos en el Superacorazado "Sol Negro", donde tomaría el mando de la Flotilla…

Fue en ese punto, cuando digamos que todo el mundo alrededor de su Alteza comenzó a levantar las orejas y prestar mucha más atención, evidentemente también a sospechar de sus motivos, que ciertamente, conociéndole posiblemente no serían nada buenos. Vamos a ser claros, su tío, el Emperador y el propio Gobierno, contaban con tres medidas básicas de control sobre su Alteza Imperial para que este no se desmandase más de lo habitual, que eran Selena, su eterna sombra, la Almirante Tanya al mando de su Nave Insignia junto con su Flotilla de Escolta y el General Gzak o Mao consejeros de Inteligencia de su Alteza, el que en ese momento concreto viájese junto a Jhored. Se esperaba que, entre los tres, compensasen sus ideas y evitasen que pudiese hacer de las suyas con total impunidad. Por eso precisamente este presunto viaje dejando atrás a la Almirante Tanya pretendiendo su Alteza hacerse cargo personalmente del mando de la Flotilla de escolta del Represor, no le hizo la menor gracia a nadie. 

El "Represor" era sobradamente conocido en toda la Confederación Imperial, pero, aun así, su Alteza se las apañaba de maravilla para pasar desapercibido ante los morros de cualquiera, y meterse en todo tipo de líos. En la Flota se decía incluso que era muy capaz de meterse con él en cualquier base y atracar en ella sin ser detectado, algo que por cierto nunca había ocurrido, era un simple dicho, pero no por ello que no le creyesen capaz de hacerlo si se lo proponía. Por todo esto ninguno quería pensar lo que podría hacer Jhored viajando en una nave que de verdad nadie reconocería como era el caso del Superacorazado "Sol Negro". Y por si esto fuese poco, pretendía dejar atrás a la Almirante Tanya y hacerse cargo del mando el mismo, con las posibles implicaciones que ello podría tener. Como ya debería ser evidente, los "no" le fueron cayendo encima en cascada, igual que la rotunda negativa por parte de su Tío a que la Almirante se quedase con el "Represor", incluyéndose en esto a la propia Tanya. Kilara tampoco estuvo de acuerdo con esto por el mismo motivo, no se fiaba del repentino interés de Jhored por dejar el Represor atrás junto con la Almirante Tanya y fue quien acudió directamente al Emperador para que lo impidiese. Los únicos que allí parecían encantados con la idea, una vez se les paso el enfado por tener que dejar el Represor, eran los Gemelos, les ilusionaba la idea de poder ver a su padre mandando directamente una flota... algo que tampoco tranquilizo mucho a Kilara, por cierto, porque esos dos cada vez se empezaban a parecer más de lo que le gustaría para su futura tranquilidad, a Jhored.

Finalmente, el "Represor" quedó en Mar-Shagan al mando de su Capitán, el Coronel Zorg, que era alguien muy competente y de máxima confianza, ya que fue elegido personalmente por la Almirante Tanya. Además, también se acudió al profesor Jarkon aprovechando su presencia, para que apoyase al Capitán en cualquier duda que este pudiese llegar a tener en un momento dado sobre la revisión, sustitución o modernización de elementos. La Almirante tomó el mando de la flota a la que agregó más naves con la aprobación de todo el mundo menos, evidentemente, su Alteza, que se opuso enérgicamente, aunque sin resultado. Dado que no estaba el "Represor" para llamar la atención, la Almirante Tanya decidió que en esta ocasión lo harían por el número de naves que los acompañaría en el viaje de "aventura". La Almirante decidió triplicar el número de efectivos de la Flotilla… En total la flota termino componiéndose de Tres Superacorazados, Doce Cruceros de Batalla, Dieciocho Cruceros Pesados, Doce Cruceros Ligeros, Dieciocho Destructores y las dos Corbetas de Exploración de siempre, que fueron las únicas unidades que la Almirante decidió no aumentar en número, aunque en su lugar, incorporo cuatro Fragatas de Defensa de la Flota. Dicha formación llamaba la atención si o si en cuanto sistema estelar apareciesen, con ello pretendían tratar de que su Alteza no se emocionase en demasía…

Entre la salida de Mar-Shagan de la flotilla, y la llegada al primer destino de su "aventura", su Alteza Imperial tuvo a bien atacar al Almirante Chin Yue Fei durante un ejercicio de simulación de combate. El grupo del "Sol Negro" acompaño buena parte del viaje a la recientemente formada Flota Chin, en un momento dado, su Alteza le ofreció al Almirante Chin la posibilidad de un combate simulado entre los dos grupos, con la particularidad, de que para compensar las diferencias tecnológicas Jhored indico que por su parte se comprometía a usar un máximo de doce naves, pero únicamente el Sol Negro de entre los Superacorazados y hasta un tope de cuatro Cruceros de Batalla… El Almirante Yue Fei aceptó, informando a sus tripulaciones de lo acordado, después de eso ambos grupos se separaron. Fue un auténtico desastre para los Chin, un Superacorazado, tres Cruceros de Batalla, dos Cruceros Pesados, dos Cruceros Ligeros y cuatro Destructores les pasaron literalmente por encima a sus 58 naves de guerra.

Su alteza atacó durante su tercer salto con rumbo a la Frontera del Brazo. Si bien la flota Chin se componía de naves preguerra, estas habían sido actualizadas al máximo posible de acuerdo con la tecnología que los Chin podían absorber por el momento, lo que las convertía en unos enemigos nada desdeñables. La Flota se componía de 4 Acorazados, 5 Cruceros de Batalla, 19 Cruceros Pesados, 10 Cruceros Ligeros y 20 Destructores. Tras la batalla, 32 naves chin habían resultado destruidas o severamente dañadas al extremo de no ser recuperables si la batalla hubiese sido real. Las naves destruidas fueron los cuatro Acorazados, Tres de los Cruceros de Batalla, doce de los Cruceros Pesados, 3 de los Cruceros Ligeros y 10 de los Destructores… mientras que 6 Destructores más sufrieron severos daños. el resto de la flota sufrió daños leves y tan solo uno de los Cruceros Ligeros salió completamente indemne. Por su parte, Jhored había sufrido daños moderados en los Cruceros ligeros y destructores, y aunque el Crucero de Batalla Invencible sufrió severos daños, el Sol Negro y el resto de la Flota solo recibieron daños mínimos. No perdió ninguna nave, quedando todas operativas con capacidad suficiente como para retirarse sin mayores problemas.

El Almirante Chin Yue Fei sufrió una durísima lección, al igual que sus capitanes y oficiales. Durante toda la simulación los miembros de la Tripulación perteneciente a la Confederación Imperial que seguían a bordo como instructores, en esta ocasión se limitaron a cumplir con las ordenes que recibieron de los mandos Chin, ellos no se extrañaron en lo más mínimo del resultado, ya que no era la primera vez que sufrían en sus carnes a su Alteza como enemigo en una práctica de combate. La primera orden del Almirante Yue Fei a su flota tras el estudio de lo que había ocurrido, fue que, en caso de combate o riesgo de ello, era de obligado cumplimiento hacer descender la totalidad de las pantallas de Blindaje de las naves. Su Alteza había usado el disparo sobre el puente de la nave de mando Chin para descabezar la flota, dejándola inerme ante sus naves. El Almirante Chin Yue Fei, por primera vez entendió en todo su significado, aquello que cada vez que sutilmente ponía en duda lo que le explicaban alguna cosa sobre su Alteza o de lo que este era capaz, le decían riéndose los mandos de la Flota que les entrenaron… "espere a conocer a su Alteza y después me cuenta". De esto aprendió dos cosas, que a su Alteza nunca había que tomárselo a broma con nada, y que las confianzas mataban…

Porque sí, Yue Fei debía de reconocerse para su propia vergüenza, que, pese a la diferencia tecnológica entre ambos grupos, el numero abrumador en su favor contra lo que usaría su Alteza, le había hecho confiarse, y si bien en ninguno momento había menospreciado a este, finalmente le quedó claro que, sin embargo, sí que lo había subestimado, pese a todo lo que le habían contado sobre él. Esperaba de su Alteza un combate duro, pero desde luego no que le pasase por encima. El Almirante condenso toda esta información, y se la transmitió a Dama Mei Ling a bordo del Crucero Ligero B-52 que en esos momentos se preparaba en la frontera para realizar el salto hacia Chin. El Almirante Yue Fei entendió que la Embajadora podía necesitar toda la posible información sobre su Alteza el Príncipe Jhored cuando llegase a casa y tuviese que dar cuenta de lo ocurrido hasta ese instante. El Almirante Yue Fei hasta el momento había pensado que todo podía ser evaluado, cuantificado y cualificado, justo hasta que se tropezó con su Alteza Imperial, el cual para él resultaba ser completamente inextricable… Yue Fei consideraba que el rasgo más notable y por ende el único evaluable sobre su Alteza, es que con él se hacía efectivo un dicho de su pueblo, el de que nunca se podía saber de dónde venía, que hacía o hacia donde iba…

Tras separarse ambas Flotas, su Alteza dio órdenes de comenzar con sus "vacaciones de aventura" para regocijo de los gemelos, que se lo habían pasado en grande junto a su padre mientras este dirigía la batalla desde el puente del Sol Oscuro. Jhored había dirigido la batalla tácticamente con los gemelos sentados a cada lado, mientras que a su vez respondía las preguntas de estos sobre cada una de sus decisiones, mientras que la Almirante Tanya se ocupaba de todo lo demás. Sobre esto ninguno de sus colaboradores estuvo de acuerdo, incluyendo a la propia Kilara, ya que consideraban que los gemelos eran muy pequeños para enfrentarlos a algo así, pero finalmente Jhored se impuso. Sin embargo, cuando todo termino y las flotas se separaron, Jhored sentó a sus hijos en la sala de reuniones del Sol Negro y les mostro la lista de las presuntas bajas que hubiesen tenido lugar durante la batalla, junto a cada nombre aprecia la imagen de cada uno de los tripulantes que deberían de haber muerto. Con esto Jhored dejó muy claro que sus hijos que, si bien la batalla había sido muy emocionante y habían ganado, una vez que todo pasaba, llegaba el momento de hacer lo peor que había en cada batalla, que era el recuento de las bajas, y el oficial al mando, debía de enviar a las familias los comunicados notificándoselo.

Esto fue duro para los gemelos, pero comprendieron con ello, que toda ventaja siempre tenía un inconveniente, y en este caso, la ventaja que otorgaba el mando también venia acompañado de tremendas responsabilidades. También hizo hincapié, en que, incluyendo en el comentario a los Gemelos junto con él, en ningún momento habían ordenado los disparos directamente, pero si el que otros lo hiciesen por ellos. Después de esto, los gemelos comenzaron a mirar a su padre, a la Almirante Tanya, a los Generales Gzak y Mao o a Selena con otros ojos, conscientes por primera vez de que su posición ya no era tan divertida y emocionante como siempre les había parecido. Obviamente, le quitaron mucho hierro al asunto entre todos, minimizándolo ante la situación actual de los gemelos, pero dejándoles presente, que ellos tenían una posición que algún día los llevaría a tomar importantes decisiones como su padre había tenido que hacer hacía unos minutos, y que debían de prepararse para ese momento. No obstante, también les dejaron claro que ahora estaban los dos en la etapa de divertirse y no preocuparse por nada de esto. Tras esto su Alteza ordenó a Tanya poner la flota en marcha para sus "vacaciones de Aventura", para ello su primer destino estaba situado prácticamente en el extremo opuesto de la Confederación Imperial, en una zona segura entre los distritos Militares séptimo y primero.

Ergwos IV, donde actualmente estaban, ya era la séptima parada del viaje, y en ella todo marchaba sobre ruedas. Nada se había torcido o desviado de su curso, lo que con su Alteza de por medio, aun estando presentes los Gemelos y por lo visto en las seis paradas anteriores, era muy extraño. Y eso era algo en lo que todos estaban de acuerdo, incluyendo la propia Kilara, que no dejaba de mirar a su sonriente marido con sospecha mientras este jugaba con sus hijos sin hacer caso a nadie más. Además, se daba otra curiosa particularidad, hasta el momento, incluyendo Ergwos IV, todos los planetas visitados eran de los considerados "menores". Es decir, planetas con poca población, poco movimiento y relativamente alejados de las principales rutas comerciales. En ellos la presencia de semejante flota era como encender una linterna en noche cerrada… igual de llamativo, algo que nuevamente para alguien tan alérgico a llamar la atención como su Alteza, era muy raro. Por regla general, en este viaje el incognito les venía durando entre tres días y una semana, lo que era lógico dadas las circunstancias. Lo que no lo era tanto, nuevamente, es que en cuanto les descubrían, en lugar de cambiar de sitio rápidamente como era la costumbre, su Alteza decidía hacer una pequeña gira publica de visita por el planeta…

En estos planetas era un acontecimiento, algo que ni en sus más remotos sueños pudieron siquiera imaginarse, la presencia entre ellos del Heredero al Trono Imperial. Con lo que Jhored adoraba la exposición pública, lo cual era algo que siempre había odiado nada cordialmente, el que fuese el mismo quien la propiciase, tenía a todos sus colaboradores casi de uñas temiéndose algún lio de su parte, especialmente por las especiales características de este último lugar con respecto a los seis anteriores… en los que desde luego, tal y como estaba configurada la Flota era del todo imposible pasar desapercibidos por mucho tiempo, algo de lo que hasta los dos niños se daban cuenta. Su Alteza hasta llegar a Ergwos IV, el tema pasar desapercibido lo había estado haciendo de pena… y evidentemente, sus colaboradores o Kilara, ni por un solo instante pensaron que fuese algo que Jhored no quisiese que ocurriese… ahora, el porque era otro asunto, porque no le veían ni pies ni cabeza a lo que fuese que pretendía con esto…

Cada vez que su presencia quedó expuesta a los pocos días, le siguió un pequeño recorrido de cuatro o cinco días por las principales ubicaciones del planeta, ciudades, lugares turísticos, paisajes especialmente llamativos, etc. Tampoco mostró el menor problema en recorrer a pie algún pueblecito perdido si tenía elementos que mereciese la pena visitar acompañado e incluso departiendo amablemente con los vecinos de la localidad si se terciaba… Desde luego todos sus colaboradores pensaban que, si la idea era mejorar su imagen, todo esto desde luego estaba lográndolo de una forma muy eficaz, pero no lo veían nada claro por la poca repercusión que estas visitas tendrían para ello por las escasas poblaciones planetarias...

Evidentemente, aparte era el hecho de que todo esto rápidamente terminaba en las emisiones de las principales cadenas de Trivisión, pero eran acciones que si bien entrañables, no significaban gran cosa en lo que se podría esperar normalmente cuando su Alteza Imperial obtenía tanta publicidad. Obviamente, a medida que las imágenes se extendían, cada vez era más complicado el pasar desapercibidos, principalmente por el tamaño de la flota, ya que hasta el sexto planeta visitado estos habían estado más o menos cerca unos de otros… La única ventaja, es que nadie sabía cuál era la agenda de su Alteza, ni parecía que este estuviese siguiendo ruta especifica alguna, por lo que su siguiente aparición había resultado completamente imprevisible para cualquiera.

De momento estaban pasando completamente desapercibidos, porque en esta ocasión su Alteza había decidido que la escusa fuesen unas maniobras de los escuadrones de caza y bombardeo del Superacorazado Sol Negro en los asteroides que rodeaban el planeta Ergwos II. No era la primera vez que algún Superacorazado de la Flota destinado al 4º Cuadrante entraba al sistema junto a sus escoltas para ello, pero sí que era la primera que las naves acudían a orbitar Ergwos IV para comenzar los ejercicios desde dicha posición o en este número tan elevado. Cualquiera podría pensar que esto sería sospechoso y en seguida apuntarían a una visita de su Alteza, salvo por el pequeño detalle, de que el anterior mundo donde fue detectado estaba situado en el límite del 7º cuadrante y Ergwos IV en el 4º cuadrante junto a los límites del 11º, dentro de la zona segura, pero  prácticamente en el extremo opuesto de la Confederación… De hecho, esta era la primera parada del viaje en que la situación tenía un aspecto de cierta normalidad de acuerdo a lo que sería el comportamiento habitual del Príncipe Jhored, la primera en que el motivo de la estancia de la flota, realmente podría decirse que cumplía el objetivo de "camuflar" la visita, pues los escuadrones del Sol Negro y los dos restantes Superacorazados, estaban haciendo aquello a lo que se suponía que habían venido, practicar y entrenarse. Algo que como todos supondréis, tenía inquieto a todo el mundo…

Se habían alojado en un lugar idílico para poder garantizar cómodamente la seguridad. Se alquiló una gran casa en un espacio apartado del planeta, a más de mil kilómetros de la ciudad importante más cercana. Era un sitio aislado, aunque equipado con todo lo que cualquiera pudiese pedir para unas tranquilas vacaciones. La propiedad estaba en el fondo de un valle, sobre una importante elevación en el centro del mismo, lo que hacía que incluso en caso de inundaciones fuese casi imposible verse afectados. Sin embargo, esta disposición beneficiaba enormemente la defensa del sitio, ya que a su alrededor había altas montañas donde se podía disponer de armamento pesado e incluso de quererse, esconder varias compañías de Marines de la Flota sin el mayor problema… De hecho, uno de los dos regimientos de Marines de servicio habitual en el Represor y que fue reasignada al Sol Negro para custodia de su Alteza, fue quien se encargó de la seguridad en la propiedad junto con diez Cazas Escorpión y seis Lanzaderas Blindadas de Asalto, amén de diverso otro equipo medio o pesado…

Selena y los demás seguían con la misma sensación de que algo andaba mal con su Alteza, pero este, literalmente, no hacia absolutamente nada de nada excepto disfrutar de sus hijos, lo que era aún más sospechoso si cabe. Lo único que atendía, o más bien, que indicó que se le podía molestar con ello, era con cualquier cosa que llegase de la Flota del Almirante Tagard, del Almirante Stratos, de los Chin o que implicase cualquier cosa con el "Represor", del resto dejo instrucciones muy precisas de que no quería saber nada de nada hasta que no terminase con sus vacaciones, cualquier cosa debía de serle remitida a su Tío, al miembro del gobierno correspondiente o al Estado Mayor Central. Los que más felices estaban eran los gemelos, que hasta el momento poco les faltaba ya por hacer con su padre, incluso habían realizado salto libre de altura… Algo que por cierto trajo una monumental bronca sobre el Príncipe por parte de su Esposa, ya que cuando los gemelos explicaron los planes con su padre, Kilara se opuso a ello frontalmente. Solo un día después, Jhored junto con los gemelos se "escaparon" en una Lanzadera, junto por supuesto con su escolta, para "pescar" en el rio que recorría el valle, pero terminaron finalmente realizando el salto de Altura, para cabreo generalizado cuando se enteraron de ello, aunque a Jhored y los gemelos les importo bien poco…

El cuarto día de estancia en el planeta, se presentó ante su Alteza la Almirante Tanya con cara de preocupación tras solicitar una visita de urgencia desde su despacho en el Sol Negro. Se reunió con Jhored en el salón de la casa que habían alquilado, con Selena situada como siempre a la espalda de su Alteza y Kilara sentada enfrente junto con el General Gzak. Tanya le tendió a Jhored una ficha de datos que este se apresuró a insertar en su unidad personal…

-        ¿Lo has leído? -preguntó Jhored mientras revisaba la información-.

-        Si Alteza, el "Represor" ha sufrido daños durante la prueba de los sistemas de energía… -replicó preocupada Tanya-.

-        Ya veo… finalmente el profesor Jarkon tenía razón, el sistema no era seguro… el interenlace del sistema B ha fallado estrepitosamente… -Aunque en la misma ficha, lo que le contaba el profesor llevaba otro mensaje implícito que Jhored no pensaba compartir con nadie-.

-        Alteza, ¿qué le ocurre a mi nave? -preguntó Tanya preocupada y algo mortificada por no estar allí -.

-        Hice que le profesor revisara los planos del sistema del Represor junto con los de la Estrella Oscura para que verificase como funcionaban sus sistemas conjuntos. Quería que él comprobase personalmente que eran idénticos -explicó Jhored, sonriendo para sí, pues eso no era del todo correcto-.

-        Y supongo que no lo eran… -replicó Tanya-.

-         Si, son idénticos, pero encontró una posible debilidad en el sistema B del Represor que no existe en la Estrella Oscura y que pone en riesgo la nave. En realidad, es difícil que ese tipo de fallo suceda, pero no imposible, de modo que le pedí que lo testease mientras estuviese en el Astillero de Mar-Shagan. Según parece el profesor tenía razón…

-        ¿Qué error? -preguntó Kilara, también preocupada con ese problema-.

-        Según me explicó el profesor en un lenguaje sencillo y sin entrar en detalles técnicos que no entendería, los dos sistemas son idénticos, pero no funcionan del mismo modo, o quizá fuese más correcto decir que son las naves las que los usan de forma diferente. La Estrella Oscura usa sus tres sistemas para el funcionamiento completo de toda la nave, que es lo que provoca sus problemas por una sobresaturación de los mismos y de resonancia entre los tres que posee, por ello no pueden usarse durante mucho tiempo. Pero para su uso se puede determinar un "gasto" cuantificable tanto en intensidad como en tiempo de margen. En el Represor no pasa eso porque por sus características la nave no los usa del mismo modo que la Estrella Oscura… -comenzó a explicar Jhored-.

-        Entiendo, creo que ya veo la diferencia… El Represor es una nave de guerra, los sistemas alimentan elementos tan "volubles e imprevisibles" como las armas o los escudos, lo que implica que en un combate con los dos sistemas funcionado el consumo de recursos no es "lineal", sino que fluctúa, y algunas veces de forma extrema. Justo lo contrario que ocurre en la Estrella Oscura -dijo pensativa Tanya, entendiendo enseguida donde venían las diferencias entra ambas naves-.

-        Básicamente el problema es la existencia de los dos sistemas en una nave de guerra que combate, si solo tuviese uno como cualquier otra no habría problema, da lo que da, llega hasta dónde llega y punto… además, no tienen interenlaces que son el verdadero punto débil. Según el profesor, cuando todos los sistemas están activos a la vez, la Estrella Oscura sufre sus problemas por sobrecarga, mientras que el Represor lo hace por los picos de intensidad derivándose de forma aislada en uno u otro sistema… y algunos de los cuales pueden superar los límites específicos de seguridad. En la inmensa mayoría de los casos no es un problema pues el otro interenlace absorbe el exceso que provocaría el pico -explicó Jhored-.

-        Entonces si no lo entiendo mal. el problema del "Represor" viene cuando combate con ambos sistemas a máximo rendimiento…  porque sube y baja de modo brusco -dijo Kilara-.

-        Eso es, la Estrella Oscura es difícil que sufra daños serios por fluctuaciones, pues la misión de estos es "ocultarla" y general una demanda de energía perfectamente cuantificable, pero a cambio le genera el problema de la resonancia entre los tres interenlaces cuando están sometidos a su máximo rendimiento. El Represor en cambio es una nave de Guerra cuya función es combatir y sus sistemas deben de darle la potencia necesaria para ello, pero la demanda no es constante, por eso se generan los picos extremos cuando el sistema sobresatura. Según el profesor el problema es el interenlace del sistema B, que recibe todo el peso conjunto al estar al final de la línea, y en ciertas condiciones extremas podría llegar a colapsar si los dos sistemas reciben el pico a la vez. Según estos datos, las pruebas lo verifican.

-        ¿Muchos daños? -preguntó Gzak-.

-        No, al ser realizado bajo un estricto control no ha existido riesgo real, la prueba los ha mantenido dentro de unos límites muy precisos, pero pese a todo el interenlace B ha sufrido severos daños y no es recuperable.

-        ¿Se ha encontrado una solución para ello? -preguntó una preocupada Selena adelantándose a la Almirante-.

-        Según me dice el profesor el sistema ya ha sido rediseñado y se incorporara un tercer interenlace de respaldo para evitar el colapso. Por fortuna se pidieron tres Interenlaces, dos para el Represor y otro para dejarlo en Mar-Shagan como repuesto, por lo que el sistema solo queda a falta de uno. Pese a que ya se ordenó la construcción de dos nuevas unidades y el que hace falta se enviara según se termine, se espera que tarde algo menos de un mes en estar disponible en Mar-Shagan… -replicó Jhored-.

Pero lo que Jhored no explicó, es que el rediseño del sistema dual de energía del Represor con la incorporación del tercer interenlace ya había sido programado para su modificación por otros motivos muy diferentes aun antes siquiera de que se detectase el problema del interenlace B. De hecho, si se descubrió fue por las pruebas a que el profesor Jarkon sometió virtualmente a los sistemas del Represor aun antes de que este llegase a Mar-Shagan debido a la futura incorporación a sus sistemas de algo completamente novedoso. Si Jhored decidió adelantar la revisión de la nave, fue precisamente para que se pudiesen llevar a cabo las modificaciones sin llamar la atención de nadie aprovechando la construcción del nuevo Crucero B-52. El descubrimiento del problema del sistema dual solo fue un plus para ayudar a encubrir lo que de verdad se estaba haciendo en el Represor y que, de conocerse, su tío lo hubiese prohibido en el acto. Aunque el problema del interenlace ya se conocía cuando aún estaban en Mar-Shagan, ordenó que se silenciase para evitar que Tanya quisiese quedarse con la nave por encima de cualquier otra consideración, pues con ella allí al profesor le hubiese sido imposible prepararlo todo sin que se diese cuenta. 

El que Jhored le pidiese a la Almirante Tanya quedarse con la nave no fue algo gratuito. Jhored era consciente de dos cosas, primera que ella misma seria quien se lo pidiese si no lo hacia él antes, y segunda, que Selena sospecharía de él en el acto con esta revisión si la obligaba a acompañarlos sabiendo lo que representaba el Represor para la Almirante. El sacarla de allí fue el principal motivo por el que Jhored "filtro" su intención de hacerse cargo personalmente del mando de la flotilla sabiendo de sobra que eso era algo que Tanya jamás le permitiría hacer, por eso no podía dejar que esta se enterase del problema descubierto con el interenlace, o su plan de que ella misma decidiese acompañarlo no funcionaría…

-        ¿Se corregirá el problema del todo? -inquirió Tanya-.

-        Si, es una especie de seguro, si el interenlace A o B fallan entraría en funcionamiento el de respaldo desconectándose automáticamente el dañado. A su vez el Ordenador central reajustara el sistema dentro de ciertos parámetros de seguridad que impedirán un nuevo fallo hasta que sea sustituido. Pero repito, es solo una precaución, ya que el fallo es improbable, se tendrían que dar una serie de circunstancias bastante extremas y confluir a la vez en ambas fuentes… Quizá sea un caso de uno por mil, o incluso de uno por millón… pero he preferido evitar riesgos innecesarios cuando hay una solución viable para ello… -explicó serio Jhored-.

-        Bueno, si en un mes la tienen lista no ha sido tan malo… -replicó Gzak-.

-        No lo creo, un mes para construirlo, recibirlo y colocarlo, pero luego tienen que hacer de nuevo las pruebas de funcionamiento, que son al menos cinco o seis días… Marchando todo bien de mes y medio a dos meses… -replicó Tanya-.

-        Dos meses, ya he dado instrucciones de que no quiero prisas innecesarias con el "Represor"… -replicó Jhored, pensando en que necesitaría ese margen mínimo para que las piezas de su plan fuesen cayendo lentamente-.

-        Quiero estar presente durante los últimos ajustes… -replicó Tanya-.

-        No te preocupes, estaremos aquí dos semanas más, después volveremos directamente a Mar-Shagan… Yo también prefiero que estés presente… -dijo Jhored, aunque se le olvido añadir, que nunca antes de que el profesor le indicase que todo estaba listo y no hubiese riesgo de que Tanya descubriese algo-.

-        Gracias Alteza… -después Tanya saludó y se retiró de nuevo al Sol Negro-.

-        Por eso adelantaste la revisión de la nave, te preocupaban esos interenlaces, ¿no? -preguntó Kilara-.

-        Evidentemente, aunque no exclusivamente, es cierto que los interenlaces estaban cerca del final su vida útil, pero pese a todo aún quedaba margen más que suficiente. Lo cierto es que el momento era muy oportuno por la construcción del nuevo Crucero B-52 en Mar-Shagan, y antes o después habría que hacerlo -replicó sonriendo-. En esas circunstancias no tenía mucho sentido demorarlo unos pocos meses más. Especialmente cuando todo parece estar tranquilo…

Esto pareció calmar las sospechas de todo el mundo, con excepción de Selena. Lo que acababan de saber sobre el Represor ponía en contexto lo ocurrido con este, y la batalla simulada con los Chin explicaba el interés de su Alteza por hacerse con el mando directo de la Flotilla. Finalmente fue la Almirante Tanya quien se encargó de todas las órdenes y el control del ataque, pero fue su Alteza quien dirigió todo tácticamente, más o menos como siempre solía suceder. Por otro lado, esa disposición le permitió a su Alteza estar también pendiente de las preguntas de sus hijos y darles las oportunas explicaciones. Pero el instinto de Selena continuaba indicándole que pese a ser todo de una lógica aplastante, y que cada pieza encajaba a la perfección, algo con su Alteza continuaba sin ir del todo bien, conociéndole era imposible que todo fuese tan meridianamente claro. Estaba convencida de que se les pasaba algo por alto.

 

CONTINUARA


5 comentarios:

  1. Muchas gracias por seguir entreteniéndonos con tus historias galácticas de forma desinteresada.

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  2. Sr. Sombra.

    Muchas gracias por publicar tan seguido. Sabemos que es un esfuerzo enorme y especialmente con el brazo como lo tiene... A propósito ¿ya está mejor de eso?

    Esperamos con ansias los próximos capítulos

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    1. El brazo sigue pegado al cuerpo por el hombro, lo que ya en si es una gran noticia... Espero que algún día por fin quieran operarme... Gracias por preguntar...

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  3. A ver qué pistas nos ha dejado el maestro Shadow :-PPP
    - El título del libro, Ukur-Uruk.
    - Una foto que se llama “Flota Ataque”.
    - Jhored “haciendo guantes” con los Chin y en las cercanías del 11º Cuadrante.
    - El Represor, a dos meses vista, realizando una puesta a punto que incluye mejoras “completamente novedosas”. Ummm… ahora lo ves, ahora no lo ves o le ponen pala y pico para hacer hoyos.
    Si es que ya lo decía Lou Reed; Babe, take a walk on the wild side and f*cks the Ukur-Uruk.
    Gracias por seguir con la saga, deseando leer con que más nos sorprendes.

    Un saludo,
    VGG

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  4. Gracias por esta nueva temporada, en esta cuarentena que tengo tus lecturas son siempre un oasis en esta tortura de no poder salir del cuarto. Que tu brazo mejore y que se dignen a operarte para que puedas estar al 100% de tus estandares!

    Saludos desde Venezuela!

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