lunes, 20 de septiembre de 2021

                           Confederación Imperial Galáctica


Libro - 16

Ukur-Uruk


2








Fecha estelar - 5343

Brazo Inexplorado

Sistema Chin

Orbitando Chin

Superacorazado Colossus

 

El Almirante Tagard, el Vicealmirante Alkard y la Coronel Sigrid esperaban pacientemente a que llegase la Embajadora Lady Dalemar. Acababa de arribar en el Colossus procedente del planeta, donde había sido requerida por la propia Emperatriz dos días antes, tiempo que llevaba en la corte. Hacia dos semanas que el Crucero B-52 había regresado con la Embajadora Chin, Dama Mei Ling y tenían noticias de que las cosas en palacio desde entonces habían estado muy tensas. Tras su llegada Dama Mei Ling tuvo una reunión con ellos ya que por lo que parecía, su Alteza le facilitó unas fichas de datos codificados para que esta le entregase a su llegada al Almirante Tagard. Obviamente, ninguno tuvo dudas de que posiblemente Dama Mei Ling hiciese sus copias para tratar de averiguar de que se trataba. Una vez fueron desencriptadas, que, por cierto, el código usado era bastante antiguo, incluso podría llegarse a sospechar que fue hecho así apropósito para que los Chin fuesen capaces de leerlas antes o después, todos se llevaron una sorpresa. Los datos que portaban las fichas, no eran otra cosa que balances contables de costos de construcción de todo lo que le había sido entregado a los Chin… Ninguno, ni Tagard, Alkard, Sigrid o la misma Dama Dalemar, sabían el porque les había sido enviado aquello.


En un principio estuvieron preocupados porque la llamada fuese en relación con esas fichas de datos, que a esas alturas seguro que los Chin, dada la codificación usada, ya deberían de haber sido capaces de leer. Pero no, finalmente la llamada no fue por eso. Según parecía la Emperatriz y su gobierno estuvieron estudiando la posibilidad de contar con un embajador permanente en la Confederación Imperial, algo a lo que Dama Mei Ling se negó de plano, aconsejando ceñirse únicamente a la presencia de Lady Dalemar en Chin. Cuando la embajadora llego a la sala de reuniones, prácticamente se desplomo en su asiento, suspirando profundamente, cosa extraña en un Myrrsh.

-        Excelencia, ¿ocurre algo grave que debamos conocer? -preguntó el Almirante Tagard-.

-        Ocurre, Almirante… ocurre… y el responsable es su Alteza Imperial… el de siempre… -replicó sarcástica-.

-        ¿Los datos que envió?

-        No, ni siquiera los han mencionado… era por otra cosa… una de "esas" de su Alteza… -replicó sarcástica-.

-        Bueno, bueno… ¿y qué es lo que hizo su Alteza esta vez teniendo en cuenta que se supone que sigue en la Confederación? -preguntó divertido el Vicealmirante Alkard-.

-        Nada, únicamente ser su Alteza ante la delegación Chin, y créanme que les ha causado una fuerte impresión… Querían enviar una delegación permanente, y su Majestad Imperial me ha preguntado, como lo vería nuestro gobierno… si habría algún inconveniente, si no causaría problemas en las relaciones, etc… -dijo con tono amargo la Embajadora-.

-        Déjeme adivinarlo, usted le ha dicho a todo que muy bien, hasta que a alguien se le ha ocurrido preguntar con relación a su Alteza, ¿a que sí? -se rio Sigrid-.

-        Justamente, por lo visto Dama Mei fue muy dura con respecto a su Alteza y las "dotes" de los posibles candidatos que pretendían optar al puesto si de verdad tenían pensado en salirse con la suya en algo si estaba de por medio. Básicamente le dijo a la Emperatriz que, si pensaba mandar a alguno de "esos", créanme que más despectiva no pudo ser, y pretendían que tratase con su Alteza, también adjuntase una… no sé como la llaman, es una daga ritual que usan para suicidarse. Vamos, que sugirió a la Emperatriz y al Gobierno que incorporasen una bien afilada para que pudiesen rajarse el cuello después de que se relacionasen dos veces seguidas con su Alteza…

-        Pues sí, sí que causo impresión para que alguien como Dama Mei Ling dijese eso… -admitió Tagard, quien había coincidido con ella al principio cuando les enseñaba el protocolo Chin, y sabía que era tan buena en su trabajo con discreta en sus opiniones-.

-        Si, porque, de hecho, ella misma fue la primera que reconoció que después de conocerlo, si tiene que tratar con su Alteza, no tiene la menor confianza en sí misma… que, para un Chin, ya es humillarse mucho… -explicó Lady Dalemar-.

-        Bueno, pues si, entonces según parece cuando trató con ellos fue más su Alteza que nunca… -dijo Sigrid-.

-        Mas aun teniendo en cuenta que por lo visto, su Alteza únicamente tuvo la amabilidad de unirse a la delegación casi al final de su estancia. Aunque claro, que para saludarles, tuvo a bien usar el propio protocolo Chin, que nadie le había enseñado… Por cierto, que salvo por ciertos detalles un tanto anticuados, Dama Mei me confirmó que lo hizo perfecto, no cometió ni un solo error… -dijo la embajadora recalcando cada frase-.

-        Es una broma, ¿verdad?, a nosotros nos llevó casi dos malditos meses ser capaces de defendernos, y todo gracias a instructores Chin como Dama Mei. Vamos, pero si aun metemos la pata en ciertas ocasiones… -replicó el Vicealmirante Alkard con los ojos muy abiertos-.

-        No, no es ninguna broma. Según Dama Mei usó algunos elementos algo complejos que los Chin no nos han enseñado a nosotros, entre otras cosas porque se usan en situaciones extremadamente formales entre miembros de la realeza, por eso están seguros de que fue cosa en exclusiva de su Alteza. No creo que se hagan ustedes una idea de lo que ha supuesto eso para ellos… -dijo la embajadora-.

-        Si damos por sentado que su Alteza estaba en nuestra capital y que nunca ha interactuado con ningún Chin, sí, créame que sí que soy muy capaz de saber cómo se sienten. Mas o menos es lo mismo que cualquiera de nosotros cuando nos hace alguna de las suyas y no le hemos visto, ni venir, ni después marcharse hasta que nos hemos dado de morros… -replicó sonriendo sarcástico Tagard-.

-        Básicamente es así… -admitió la embajadora-.

-        ¿Pero para que la querían a usted en realidad?, porque para eso no hacían falta dos días… -preguntó el Vicealmirante-.

-        Según parece su Alteza admitió ante Dama Mei Ling, que me envió a mi como embajadora precisamente por ser una Myrrsh y complicarles la vida al no ser capaces de descifrar mi lenguaje corporal. Y por algunas cosas que dijo su Alteza y en las que Dama Mei ha estado pensando mucho de camino hacia aquí, llegó a la conclusión de que era incluso posible, que me mandase sin la mayor parte de la información, para complicarles aún más el ser capaces de identificar mi contextualización corporal al estar enormemente enfadada con él, lo que alteraría profundamente también mi "gestualidad"… -replicó Lady Dalemar recalcando la última palabra-. Digamos que querían asegurarse de que también esa parte era… posible…

-        Y usted ha terminado por estar de acuerdo con ella, ¿no? -dijo riéndose Sigrid-.

-        No solo eso. He tenido que reconocer para mí misma, que posiblemente, el enviarme como lo hizo, llevándome luego las sorpresas con que me encontré, realmente me han ayudado muchísimo con los Chin, dándome una notoria ventaja sobre ellos -admitió Lady Dalemar-. Obviamente no se lo reconocí, aunque se sobreentendió que era cierto, pero es otra cosa a sumarle a su Alteza… No puedo afirmarlo, pero creo que le tienen cierto temor… a la vez que un enorme respeto… Dama Mei opina que, si no se pueden comunicar al instante con la delegación, sería un error enviar a alguien, especialmente si tiene que tratar con su Alteza… Y por lo visto, su majestad y el gobierno, han terminado siendo de la misma opinión tras valorar toda la información…

-        De verdad, que algún día me encantaría saber cómo narices hace estas cosas, porque por mucho que piense en ello, soy incapaz… -replicó Sigrid-. Y lo cierto es que realmente sí que da un poco de miedo cuando lo piensas detenidamente… es imposible saber por dónde se va a descolgar con algo... Su Alteza es completamente imprevisible… cuando te habla no puedes evitar darle cien vueltas para ver si ha querido decir algo más de lo que ha dicho… es enervante…

-        Bienvenida al Club, al que, por cierto, creo que ha entrado unos cuantos nuevos miembros en forma de todos los Chin que fueron a la Confederación, incluidos sus militares por lo que entendí de Dama Mei -replicó sarcástica la Embajadora-.

-        ¿Y que se supone que les hizo a ellos para que también entren en el "club"? -preguntó riéndose el Vicealmirante-.

-        Por lo visto se empeñó en acompañar a la embajadora y su sequito a tomar pasaje en el Crucero B-52 en Mar-Shagan. Donde, por cierto, me ha comentado Dama Mei que dejaron el Represor para una revisión, y después se unieron al Almirante Yue Fei para escoltarles de camino a la Frontera. Por lo visto, su Alteza se ofreció a simular con ellos un combate y les paso por encima con únicamente 12 Naves de guerra, y no las más poderosas precisamente. Dama Mei no fue muy clara al respecto porque fue poco antes de que el Crucero B-52 partiese hacia aquí a máxima potencia. Por lo que me ha dicho, el Almirante Yue Fei le mando un informe antes de que su Crucero abandonase nuestras fronteras. Pero está claro que entre la Almirante Tanya y su Alteza los hicieron picadillo -dijo la Embajadora riéndose-.

-        Un momento… ¿el "Represor" entró al Astillero en Mar-Shagan y la Almirante Tanya no se quedó con la nave? -preguntó muy serio el Almirante Tagard mientras se miraba con el Vicealmirante Alkard y Sigrid-.

-        No, según parece si se iba a quedar, pero su Alteza quiso ponerse al frente del Grupo de escoltas del Represor, y la Almirante no se lo permitió, por lo que era ella quien lo dirigía. ¿Es que pasa algo con eso? -preguntó la embajadora al ver como se miraban entre si los tres-.

-        Algo trama… se las ha apañado para dejar la nave en Mar-Shagan y que Tanya no se quedé con ella… -dijo Tagard-.

-        Pero se queda el coronel Zorg, es el Capitán del Represor, y persona de la máxima confianza de Tanya… No es ningún estúpido y conoce de sobra a su Alteza, no podrán hacer nada que él no controle en el acto… -replicó Alkard-.

-        Además, esta la general Samantha, nunca permitiría que ocurriese nada "anómalo" a la nave de su Alteza sin ella saberlo primero -dijo Sigrid-.

-         Si los datos que recibimos no son erróneos, se está terminando de ultimar un segundo Crucero B-52, que es de importancia vital por la situación aquí. Si surgiese algún problema con esa nave no sería muy difícil distraer a Zorg, porque posiblemente la misma Samantha, que evidentemente sabe lo importante que es, le pida que lo supervise… -replicó Sigrid-.

-        Y Samantha con el trabajo que tendrá entre la Base y el resto de depósitos estará de todo menos atenta al Represor, "que solo va a someterse a una revisión", salvo que sea algo muy escandaloso. Además, opino como tú, Sigrid, si hay un problema con el nuevo B-52 le pediría ayuda a Zorg -añadió Tagard-.

-        Pero es solo una revisión de la nave, ¿no? -preguntó confundida Lady Dalemar-.

-        Debería… pero esto me huele a que su Alteza por algún motivo ha querido sacar a Tanya de Mar-Shagan, y allí no queda nadie de la Flota con mando suficiente fuera de Zorg, que pueda meter las narices en lo que estén haciéndole a su nave insignia. Sinceramente, dudo mucho que el Represor este en los Astilleros de Mar-Shagan simplemente para una revisión… Y me huele que al Crucero seguro que le surge algún problema del que se tendrá que encargar Zorg y de esa forma apartarle de lo que sea que de verdad piensen hacer con esa nave… Algo anda mal -replicó Tagard-.

-        Es decir, que, si lo juntamos todo, nos ponemos en lo peor, y no nos equivocamos, su Alteza nuevamente está tramando algo que no le va a gustar a nadie… -replicó Sigrid-.

-        Básicamente… si, y en el centro de lo que sea esta el "Represor", que es su nave insignia, de la que procura no separarse nunca… excepto en esta ocasión, en la que ni siquiera ha dejado a Tanya para "que se lo cuide…" -dijo Tagard-.

-        Bueno, supongo que en algún momento nos enteraremos, porque no creo que ninguno tengamos ni la más mínima idea de que pueda ser, ¿o me equivoco? -replicó Lady Dalemar-.

-        En absoluto, dudo que nadie sea capaz de saber que narices es lo que piensa o no su Alteza en un momento dado… -replico riéndose Sigrid-.

-        ¿Y enviar un mensaje codificado al Emperador mandando un misil de Frecuencia directamente al sistema Capital para advertirle de nuestras sospechas…? -preguntó Lady Dalemar, ronroneando ante la feliz posibilidad de causarle problemas a su Alteza-.

-        Inútil… lo que sea que pretendiese posiblemente ya lo han terminado, y dudo que no haya cubierto cualquier contingencia. Además, tenga en cuenta que hace bastante que pasó esto, súmele también lo que tardaría el misil de frecuencia en llegar… Para lo que sea que de verdad se haya hecho con el Represor posiblemente habría que despiezar la nave para descubrirlo -replicó Alkard-.

-        Eso no lo harían nunca, el Emperador ni se lo plantearía siquiera, sabe perfectamente que esa nave es la niña de los ojos de su Alteza. Es muy capaz de renunciar como heredero si tan solo lo insinuasen… y seguro que "él" ya cuenta con ello… -dijo Tagard-. Una vez "cerrado", el "Represor" es absolutamente intocable…

-        Supongo que en algún momento nos enteraremos de si sus sospechas son fundadas o no… Y por favor, no me miren así… sé que es ingenuo por mi parte pensar que no trama algo… -se rio Lady Dalemar, ya que los otros tres la miraban socarrones-.

Durante todo este tiempo, en Chin se habían hecho muchas cosas. Para empezar, se había establecido ya la estructura principal del cuerpo central de los dos astilleros, defendidos por plataformas defensivas fijas Golan I. En el planeta por otro lado ya estaba montado el sistema de comunicación Avanzado por Interespacio de ultimísima generación y listo para comenzar son sus pruebas, aunque algunas concretas de las de sincronía, por alguna razón que los ingenieros no entendían bien, deberían de esperar hasta que el Astillero estuviese operativo. Además, también al menos una veintena de plataformas defensivas orbitales de clase Golan II se habían situado en torno al planeta. Todo este entramado estaba protegido por la máxima expansión del escudo, el cual podría ser replegado dejando las plataformas Golan II fuera para que pudiesen atacar a las naves agresoras. Tagard estaba ansioso porque llegase por fin el Almirante Yue Fei con sus naves para el poder comenzar a moverse. Stratos, con las dos UNEX y las seis torpederas Acorazadas que le acompañaban, ya había destruido la segunda Base Comercial Uruk-Ukur.

Las UNEX siguieron las Bases Comerciales siguiendo la formula capturada por Sigrid, pero enseguida se vio que no todo era tan simple como había parecido en un principio. Esa fórmula solo servía para poder localizar una baliza, a la cual se emitía un mensaje en código y ella remitía otro, también cifrado, que se supuso desde el inicio, que serían las verdaderas coordenadas de la Base Comercial. A los sistemas e inteligencia, les fue imposible romper el cifrado de la baliza por escasez de datos. Al Vicealmirante Alkard y la Coronel Sigrid les había costado tres intentos obtener el código cifrado para la baliza. Para ello tuvieron que asaltar un total de tres naves que lo usaron. Finalmente, en el tercer intento lo consiguieron, lograron extraer una base de dato completa de la nave, las de las dos anteriores quedaron muy dañadas tras los ataques. Obviare decir que las tripulaciones fueron ejecutadas al descubrirse que eran piratas, y sus naves enviadas directamente al interior de la estrella del sistema.

En la primera base localizada, nuevamente Sigrid con sus comandos se volvieron a Infiltrar, extrayendo información muy importante sobre el funcionamiento interno, y de buena parte de sus medidas de seguridad. Consiguieron salir sin el menor inconveniente. Solo un par de días después, la Base fue destruida en un ataque de la UEP Estrella Oscura. Nuevamente, la presencia de las seis Torpederas Acorazadas fue vital para evitar que ninguna de las naves de guardia en la zona inferior de la Estación sobreviviese a la Explosión del misil de Antimateria. Todas estas operaciones demostraron dos cosas, que los Comandos de Sigrid eran vitales, y que desgraciadamente, eran insuficientes. El Almirante Stratos determino que para enfrentar la actual situación de modo optimo serían necesarios al menos el doble y una segunda nave Q de un porte diferente. En su opinión, en cuanto regresasen a Mar-Shagan, la coronel Sigrid y la General Samantha iban a tener muchísimo trabajo para solucionar esto.

En esos instantes, a falta del retorno del Almirante Stratos con su grupo y las dos UNEX, Tagard y los demás estaban tratando de averiguar cómo hacerse con las bases de datos de la otra estación que tenían localizada. Bueno, en realidad eso no era del todo correcto, el llegar hasta el centro de almacenamiento de datos de la estación no era ningún problema, el extraer toda la información que contenía tampoco, igual que el eliminar a todos sus guardias o el luego poder retirarse hasta la nave sin ser detectados. Sigrid también había diseñado un plan para crear confusión para facilitar su asalto y luego poder retirarse hasta la Q 13, calculaba que de ese modo tendría al menos un par de horas antes de que supiesen que había ocurrido exactamente. Lamentablemente, ese margen de tiempo no era suficiente como para permitirles salir de la estación, porque una vez que surgiese el problema con el centro de datos, los Ukur-Uruk de acuerdo a lo que habían averiguado sobre sus protocolos, cerrarían la estación a cal y canto. Cualquier nave que tratase de irse seria destruida por las defensas o las naves de patrulla, que muy probablemente también incrementarían en número. Y desde luego una vez averiguasen que su base de datos había sido "robada", conociendo ya el modo de actuar de los Ukur-Uruk, eran más que capaces de asesinar a todo el mundo presente en la Estación para asegurarse de que nadie escapase con ella.

El problema que estaban tratando de solucionar, era ese precisamente, como conseguir que la Q 13 escapase con esas bases de datos intactas, y luego destruir la Estación para que nadie supiese del robo… Pero para eso, lo único que todos tenían claro a esas alturas, es que si o si, necesitaban a la UEP Estrella Oscura para destruirla y las UNEX para controlar el flujo de movimientos del sistema… Pero de momento y hasta que Stratos decidiese regresar al sistema Chin, el Almirante Tagard decidió ocuparse el otro problema pospuesto debido a la protección del Mundo Chin. En su momento planificó un doble ataque sobre algunos de los mundos Xgor, ya que se determinó con un 89% de posibilidades que los datos recabados por los Ukur-Uruk sobre la flota procedieron de ellos, además de que aún les debían la emboscada que les tendieron. Según los últimos datos recibidos, en un par de días la flota del Almirante Yue Fei estaría aproximadamente a una semana del sistema estelar Chin, lo que le permitiría a Tagard poder moverse con libertad contra los Xgor. Se habían identificado doce sistemas estelares pertenecientes a los Xgor, la flota dividida en dos grupos se encargaría de cuatro de los sistemas, mientras que en otros seis más las Torpederas Acorazadas atacarían su tráfico comercial.

Solo dos días después partieron los diversos grupos. El Almirante Tagard y el Vicealmirante Alkard partieron cada uno con una flota compuestas por 3 Superacorazados, 15 Acorazados, 14 Cruceros de Batalla, 30 Cruceros Pesados, 20 Cruceros Ligeros, 70 Destructores, 4 Fragatas de Defensa y 4 Corbetas de Exploración. Por otro lado, también lo hicieron dos grupos de 4 Torpederas Acorazadas cada uno. Atrás quedaron la nave hospital, la Fragata de Asalto, la Q 13, el Portanaves P-14, la nave de apoyo Genius y el resto de las naves de la Flota como escoltas, encabezadas por el Superacorazado Kraken.

Una vez que llegasen a destino, la parte más vulnerable de la Flota eran las Corbetas de Exploración con sus poderosos sensores, que eran los ojos de la Flota, por lo que les fue asignada a cada una de ellas una Fragata de Defensa como escolta, quienes las cubrirían con sus poderosos emisores de escudo. La idea era realizar un ataque rápido y preciso sobre las principales instalaciones militares de los cuatro sistemas mientras las torpederas sembraban caos en otros seis sistemas para generarle problemas al mando Xgor. Todo estaba cronometrado en una operación muy similar a la que su Alteza ideo contra los Brimm, una vez cumplido el tiempo, todos debían de dirigirse a un punto preestablecido suspendiendo cualquier operación que en ese momento se estuviese realizando para saltar de inmediato al siguiente punto del plan.

Los ataques realizados por la flota fueron un completo éxito. En el primer ataque de los dos Grupos de Combate aproximadamente 70 naves de guerra Xgor fueron destruidas, otras 90 más cayeron en el segundo, las dañadas se contabilizaron en dos o tres decenas más, y a esto hubo que sumar varias bases militares severamente dañadas durante todo el proceso por el masivo bombardeo orbital de los Acorazados de la Flota. Los dos primeros sistemas no presentaron el menor problema, ya que la sorpresa fue absoluta, no se esperaban un ataque de semejantes proporciones. Además, la dispersión de fuerzas en esos sistemas al estar acantonadas en diversas bases también ayudo bastante a los ataques, ya que no les dieron tiempo de reorganizarse y preparar una defensa sólida.

Tagard y Alkard prácticamente dieron la mismas ordenes, mientras las naves Capitales acompañadas de los Cruceros Ligeros se encargaban de bombardear la principal base defensiva de sus respectivos sistemas destruyendo cuando material hubiese en ella, dieron completa libertad a los Cruceros Pesados y Destructores para poder dar caza a cuanta nave se moviese en el sistema o causar daños a las instalaciones comerciales existentes. Esto último fue algo parecido a lo que hicieron las Torpederas Acorazadas. Si bien durante el primer ataque no tuvieron mayores problemas que tener que ir cazando las naves de guerra prácticamente de una en una excepto las de la Base principal, en el segundo sistema se encontraron con una defensa más organizada puesto que ya les habían llegado noticas confusas del primer ataque. Lamentablemente para los Xgor, en este segundo sistema cometieron el mismo error contra ambas flotas, y que demostró que el enfrentarse en un combate abierto a un número equivalente de naves que eran muy superiores tecnológicamente, no era una buena idea.

Las Torpederas entraron en el sistema asignado con sus sistemas electrónicos de protección a máxima potencia, se desplegaron y una vez localizaron sus objetivos se lanzaron sobre ellos. Tan solo atacaron durante un periodo de unas pocas horas para después retirarse a toda velocidad hacia su siguiente objetivo. Mientras que las flotas se esmeraban en causar tanta destrucción como era posible sobre los elementos militares dispersos, las Torpederas Acorazadas atacaban todo lo que se encontraba a su alcance, aunque no resultase más que con daños medios. Su misión era simplemente causar caos y confusión entre las guarniciones Xgor, y a fe que lo consiguieron. Los sensores Xgor no era excesivamente buenos, para desengancharse de ellos tras cada ataque, lo único que las torpederas debían de hacer era interponer una masa entre medias y conectar sus sistemas de interferencia a máxima potencia. Luego de eso solo tenían que realizar un pequeño micro salto sobre otra posición y volver a comenzar de nuevo. Una vez terminado el último ataque, las Torpederas saltaron al sistema de reunión para esperar al resto de la flota y asegurar la zona.

Pese al éxito completo de la misión los daños no habían sido elevados. Prácticamente todos ellos se produjeron cuando los Xgor aprendieron que el único modo de hacer frente era concentrar el fuego sobre el mismo objetivo. Tras este tardío cambio en su táctica, dos Acorazados necesitarían al menos una semana de la Genius para reparaciones de cierta importancia en cuanto llegasen al sistema Chin. Otros 7 Cruceros de Batalla, 2 Cruceros pesados, 14 Cruceros Ligeros y 28 Destructores sufrieron daños menores que solo llevarían unas pocas horas de la Genius. Por su parte, la totalidad de las 8 Torpederas Acorazadas necesitarían de una completa revisión de sus sistemas tras sufrir todas ellas daños leves durante sus ataques a medios militares Xgor. Los Superacorazados por su parte, entre los seis, perdieron un total de 8 Cazas y 9 Bombarderos, cuyos pilotos pudieron ser recuperados de los restos…

Por su parte los Xgor perdieron más de 400 cazas de su defensa además de casi todas las naves de guerra presentes en ambos sistemas. La gran diferencia entre los Cazas y Bombarderos de la Confederación Imperial y los de los Xgor fueron los escudos de los primeros, que les permitían absorber varios impactos antes de que comenzasen a sufrir daños. Los restos de estos Cazas y Bombarderos perdidos fueron totalmente destruidos por disparos de los Cruceros de Batalla. Esos aparatos serían más adelante repuestos por el Portanaves P-14, que contaba con varias decenas de cada tipo de estas naves desmontadas en sus Almacenes. La parte negativa, pero que aun así fue un alivio dado su bajo número final, fue la treintena de bajas mortales y un centenar de heridos entre los tripulantes de la flota. Estas fueron principalmente de los dos Acorazados sobre los que finalmente los Xgor concentraron su fuego.

 

CONTINUARA


3 comentarios:

  1. Estupendo relato, como siempre. Gracias por continuar la serie.

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  2. Con todos los respetos, pero eres un cabroncete; con el tema de las "mejoras completamente novedosas” del Represor, nos sacas de la parrilla para echarnos directamente sobre las brasas. Seguro que nos tienes en ascuas sobre el tema, quemando nuestra ansiedad, durante un par de capítulos, hasta que lo sepamos. Solo espero que luego no te descuelgues con que solo es un cambio de la junta de la trócola, ponerle unos dados de peluche en el retrovisor para crear ambiente o colocarle un par de hermosas astas sobre el capó :-PPPP.
    Interesante lo de doblar los comandos y una segunda nave Q, veo que el brazo inexplorado aun dará mucho juego.

    Un saludo,
    VGG

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