domingo, 11 de julio de 2021

                                Confederación Imperial Galáctica


Libro - 14

Hermanos Perdidos


2









Fecha estelar - 5342

Brazo Inexplorado

Sistema Desconocido

Flota Expedicionaria

SuperAcorazado Colossus

 

Tras la captura de la nave de la Heredad, Tagard tuvo que enfrentase a un serio problema, según los ingenieros de la nave de Apoyo a la Flota, los daños causados en el asalto fueron lo suficientemente importantes como para comprometer la integridad estructural de la nave, por lo que esta debería de ser barrenada y sus restos arrojados a la estrella para no dejar rastro alguno. Tagard entonces les presento un nuevo problema, antes de poder hacer eso, debían de buscar soluciones para los 800 seres que estaban en estado de éxtasis y a los que no sabían aun como despertar. Lo cierto que es para su sorpresa, en tan solo un par de días dieron con una opción viable, trasladar esas 800 cámaras a una de las Fragatas de protección después de reconvertir los sistemas generadores expansores de escudo para que las alimentase y de ese modo seguir manteniendo a esos seres en éxtasis. Esto que podría parecer complicado, sería muy sencillo de realizar precisamente gracias a la presencia de la Genius, la nave de apoyo de la Flota. Sin embargo, los mismos ingenieros le advirtieron a Tagard que eso era únicamente una solución provisional pues esos sistemas no estaban diseñados para esa función, ni para un uso continuo tan prolongado como tendría que ser, y que, además, las instalaciones médicas disponibles no eran adecuadas para tratar de despertarlos con un mínimo de seguridad si surgían problemas.


Tagard sin dudarlo ni un solo momento, decidió mandar un amplio informe a su Alteza sobre el problema surgido junto con todos los datos extraídos de los bancos de la nave capturada. Jhored desde luego no le defraudo en lo más mínimo, tras recibir la transmisión, en apenas 96 horas el Almirante Tagard ya tenía un misil de frecuencia en el sistema con instrucciones precisas de que hacer… No pudo evitar reírse entre dientes al pensar en la que se le avecinaba al Vicealmirante Alkard… De inmediato pidió una comunicación con el Superacorazado del Vicealmirante, el Thalos…

-        Almirante… supongo que ese misil de Frecuencia traía ordenes…

-        Si, además de infórmanos de la llegada de refuerzos…

-        ¿Aún más naves? -se sorprendió el Vicealmirante-.

-        Si, su Alteza, en base a parte de los datos que le enviamos, cree que la Heredad tiene que tener como mínimo entre dos o tres naves más idénticas a la que capturamos.

-        Entiendo, y supongo que querrá que también nos hagamos con ellas, ¿no?

-        Eso mismo, opina que antes o después aparecerán por aquí para descargar en Tigenium, ya que logramos bloquear la señal que se envió con bastante eficacia. Sus órdenes son muy explicitas, debemos capturarlas también… y recuperar sanos a sus probables "pasajeros"… Según su alteza, reintegrarlos a su origen podrían ser un bonito gesto de buena voluntad hacia sus mundos…

-        Pues va a ser un problema, porque si traen a más sujetos en éxtasis no sé cómo nos las vamos a poder apañar… y seguir desmantelando nuestras fragatas no es ninguna opción, no pasa de ser un parche -replicó el Vicealmirante-.

-        Bueno, eso creo que lo ha solucionado bastante bien, ya que junto con la Fragata Blindada de Asalto A-05-FT, nos envía la Nave Hospital Pesada NH-02-A, más por supuesto, su escolta, tres Cruceros Pesados, dos ligeros y siete Destructores… La nave hospital tiene por misión ocuparse de esos hibernados, además de tratar de encontrar el modo de despertarlos con seguridad…

-        Bueno, eso soluciona bastante bien nuestros problemas, la Nave Hospital podrá hacerse cargo sin problema de esas cámaras de Éxtasis o de cualquier suceso medico relacionados con ellos, la Fragata de Asalto se podrá encargar sin problemas de tomar el control de cualquiera de esas naves en cuanto que aparezcan por aquí y nosotros recuperamos nuestras escoltas -afirmó el Vicealmirante-.

-        Si, pero de todos modos seguimos necesitando explorar todo este cuadrante apoyando a las UNEX y a la Nave Q de la coronel Sigrid, por lo que habrá que dividirse… -replicó sonriendo Tagard-.

-        Y supongo que quien va a tener el inmenso honor de quedarse aquí a esperar a nuestros futuros invitados seré yo, ¿no?… -replicó riéndose el Vicealmirante-.

-        Eso es, quedara usted al mando de las operaciones que se realicen aquí para capturar las naves que lleguen, sin olvidarse el problema de esos hibernados, debería de comunicarlo en caso de encontrar el modo de despertarlos. Pero de momento ocupémonos de lo primero, tan solo dígame que va a necesitar a parte del Thalos y las naves de refuerzo que vienen de camino para esta operación… -indagó Tagard-.

-        Bueno, creo que, con otro Superacorazado, tres cruceros pesados, tres ligeros, una docena de Destructores, dos de las Fragatas por si aparecen antes que los "refuerzos", tres Torpederas Acorazadas y la flotilla que viene de camino tendré más que suficiente para hacerme con esas naves sin grandes problemas -replicó pensativo el Vicealmirante-.

-        Bien, pero además incorpore también dos Cruceros de Batalla, no sea que le dé por aparecer a dos a la vez y se quede corto con lo que tiene… Entre los dos Superacorazados y los dos Cruceros de Batalla, aun en ese supuesto, podría inutilizarlas con bastante rapidez… o hacerle frente si es una nave de guerra de la Heredad…

-        Si, puede ser necesario, cualquiera de las dos opciones sería factible, así que más vale tomar precauciones… Aumente entonces un Crucero de Batalla y tres Cruceros Pesados más…

-        De acuerdo, entonces, dos Superacorazados, Tres Cruceros de Batalla, nueve Cruceros Pesados, cinco Cruceros Ligeros, diecisiete Destructores, dos fragatas de protección, tres Torpederas Acorazadas, la nave hospital y la Fragata de Asalto… Con eso podrá hacer frente a lo que se presente. Lo que no he entendido muy bien es lo de las Torpederas… -dijo curioso el Almirante Tagard-.

-        Bueno, las quiero por si acaso se da la poco probable situación de que una de las naves pudiese saltar del sistema a ciegas aun recibiendo bastante castigo. Únicamente hay tres sistemas donde podría hacer algo así con una seguridad del 100% sin correr un serio riesgo de saltar por los aires…

-        Entiendo, y piensa emboscar una Torpedera en cada uno de esos sistemas…

-        Eso mismo, su misión seria emboscarse en cada uno de ellos. En caso de que alguna se escape, sus órdenes serán la de destruir los motores de la nave nada más aparecer en el sistema, y esperar después hasta que la capturemos… Como dije antes, no dudo que seremos suficientes como para hacerlo sin problemas, pero solo por si acaso surge algún contratiempo "raro"…

Tras la llevada de los refuerzos y la marcha de la Flota del Almirante Tagard, el Vicealmirante Alkard desplegó su flota. Tenía la misma opinión que las ordenes de su Alteza dejaban vislumbrar sobre el sistema y del repaso de la operación de destrucción de Tigenium que le detallo Tagard con todo detalle. La mayor defensa de Tigenium siempre debía de haber sido su secretismo y ubicación, ni en mil años si no se sabía dónde buscar alguien hubiese podido dar con ella. Pero como todo, también tenía su punto débil, y por su situación, este era la necesidad de ser suministrada prácticamente de todo. Se podía asumir, que al mismo tiempo que descargaban sus pasajeros forzados para ser convertidos en acólitos fanáticos, también lo debían de hacer con todo lo que esa base necesitase además de llevarse a los nuevos "refuerzos". Pero esto implicaba que en ese mismo instante la base era vulnerable, la presencia de una nave descargando o cargando, llevaría indefectiblemente al descubrimiento de Tigenium.

La implicación era obvia, cualquier traspaso entre la base y una nave debía de realizarse lo más rápido posible y el único punto para ello era el asteroide. En esto se incluía el entrar y salir del sistema lo más rápidamente posible, por lo que cualquier nave tomaría indefectiblemente el camino más corto para ello. Eso dejaba a Alkard dos posibilidades muy claras, y una tercera poco probable, pero, aun así, posible. El Almirante dividió su flotilla en varios grupos. En los dos puntos más factibles desplego uno de los Superacorazados acompañado de un Crucero de Batalla y dos Cruceros Ligeros, en el tercer punto, desplego al último Crucero de Batalla acompañado de tres Cruceros Pesados. Entre los dos primeros grupos se situó la Fragata de Asalto junto con dos Cruceros Pesados…  Tras los tres grupos creo una pequeña agrupación compuesta de seis Destructores con órdenes de reforzar en caso necesario cualquier punto. Tal y como lo habló con Tagard, desplegó también las Tres torpederas acorazadas en los sistemas aledaños, por si algún blanco escapase con éxito. En la Zona interior del sistema, más cerca del sol incluso de lo que hubiese preferido, situó a la Nave Hospital acompañada del resto de naves de la Flotilla, los cuatro Cruceros Pesados, un Crucero Ligero, Dos Fragatas de Protección de la Flota y los restantes once Destructores.

El modo en que Tagard asaltó la nave de la Heredad le pareció un buen método para seguir siendo empleado, máxime con la incorporación a su grupo de la Fragata de Asalto, especialmente concebida para estos menesteres. La secuencia era muy simple, establecer comunicación procurando confundir a la tripulación del objetivo lo suficiente como para permitir que las dos naves pesadas de cada grupo la deshabilitasen, mientras que los cruceros Ligeros y los dos pesados que acompañaban a la Fragata se encargaban de silenciar el armamento de uno de los flancos del objetivo. Luego de esto la Fragata iniciaría su doble ataque, por un lado, descargaría los Marines sobre la nave objetivo con el fin de asaltar las escotillas, a la vez que se abarloaría extendiendo varios túneles de asalto entre ambas naves para penetrar por puntos claves… Aunque mientras le daba vueltas al asunto, recordó cierta maniobra creada por su Alteza durante la guerra, y que quizá fuese ideal para esta situación…

Finalmente, a los ocho días de espera entró al sistema una nave idéntica a la capturada, justo por el punto en que estaba situado el grupo del Thalos, el Superacorazado del Vicealmirante. Este decidió emplear la táctica creada por su Alteza durante la Guerra, y que tan buenos resultados le dio a la flota contra los Razors y los Corix. Su Alteza al poco de incorporarse a la Confederación tras ser reconocido por su tío como heredero comenzó a implementar una serie de cambios en todas las naves de la flota de nueva construcción, incluso modificando las que ya estaban casi para entregar, retrasando de ese modo el programa de rearme, lo que no le gusto a nadie. Por ese entonces aún era poco conocido, pero tan solo un año después de todo esto, durante uno de los por entonces habituales cursos de mejora de mandos, su Alteza demostró de forma más que eficaz a los principales y mejores mandos de la Confederación Imperial, el porqué de todos aquellos cambios que ordeno realizar en las naves. Además, lo hizo por la vía dura…

Alkard aun recordaba cuando como miembro en ese entonces del estado mayor del Almirante Reorsx, fue invitado a ese curso, y mientras con sus compañeros comentaban críticos los cambios implantados por su Alteza, el Almirante les hizo callar a todos ellos, en un tono que sonó muy molesto. Por aquel entonces, ya era un secreto a voces que el mejor táctico y estratega de toda la Confederación Imperial, era alguien a quien inteligencia había dado el nombre código de "Agujero Negro", al que nadie había logrado vencer aún. Lo que ninguno sabia, era que el tal sujeto, en realidad nunca perteneció al sistema militar de la Confederación Imperial e incluso que hasta poco tiempo antes realmente nadie lo conocía. Todos suponían por aquellas fechas que su identidad era secreta con el fin de no convertirlo en un objetivo de primer nivel para los enemigos.

De hecho, prácticamente todas sus tácticas y estrategias estaban siendo usadas con gran éxito por los mismos oficiales que habían mordido el polvo luchando contra el en las simulaciones. Recordó como el Almirante Reorsx les hizo callar además de sentirse profundamente avergonzados cuando les reprendió duramente. Aun recordaba la cara de idiotas que se les quedo a todas cuando les recrimino sus comentarios, indicándoles después que cuando alguno de ellos fuese capaz de derrotar a "Agujero Negro", entonces y solo entonces, estarían habilitados para poder hablar sobre cualquier cosa relacionada con su Alteza Imperial. Lo que entonces no sabía ninguno de ellos, era que su Almirante era de las pocas personas que en esos momentos conocían quien era realmente su Alteza y de lo que este era capaz de hacer, igual que lo peligroso que resultaba enfadarle con estupideces.

El curso impartido a los veinte mejores Almirantes de la Confederación Imperial junto con sus estados mayores fue una autentica carnicería de lo más vergonzosa para todos ellos. Cinco intentos tuvieron cada uno para enfrentarse al denominado por inteligencia como "Agujero Negro", y en las cinco ocasiones duraron menos de diez minutos en combate… Todas y cada una de las flotas fueron literalmente masacradas a placer. ¿lo peor?, que ninguno sabía que narices era lo que había ocurrido exactamente. Cuando en una simulación la nave en que estaba el Almirante con su estado mayor era destruida, todo el sistema del simulador quedaba automáticamente a oscuras, expulsándolos de la batalla al ser considerados muertos.

Esto en si no era problemático pues estaba contemplado por si ocurría, ya que siempre había un segundo grupo de apoyo que en estos casos se hacía con el control del mando tras la caída del principal, Pero en esta ocasión, en todos los casos, fue algo completamente ineficaz, además quedo terminantemente prohibido que intercambiasen opiniones o información antes de terminar con todos los combates bajo advertencia de durísimas sanciones, y ninguno sabía por qué… Cuando consultaron las razones, la explicación los dejo con la boca abierta. La respuesta fue simple, dado que los diferentes grupos, tanto el principal como los de apoyo sucumbieron en las batallas, se determinó la prohibición, porque "los muertos no sacan conclusiones", y ninguno de ellos sobrevivió a ninguna de las diferentes batallas…

Después de que se ejecutasen sus órdenes, Alkard no pudo por menos que sonreírse, la nave de la Heredad fue capturada sin que hiciese ni un solo disparo o de que sus tripulantes supiesen siquiera que era lo que estaba pasando antes de encontrarse ante las armas de los marines de la Flota. Nuevamente el audaz movimiento creado por su Alteza había resultado absolutamente letal, y lo más increíble, que era de una simpleza tal que tras aquella reunión, más de uno de los Almirantes se estuvo dando de cabezazos contra las paredes por no habérsele ocurrido a él cuando lo explicó.

Su alteza fue quien determinó que todos los puentes de mando de las naves, quedasen ubicados en lo más profundo del casco de cada nave, en lugar de en su habitual posición, en la parte frontal superior con grandes ventanales blindados por los que se podía ver el espacio… A nadie le gusto esto, ninguno estuvo de acuerdo con ello, y más el hecho de que pese a todo, los diseños exteriores no se modificasen, según su Alteza, con el fin de ahorrar costos. Esto fue tomado como una burla, ya que cualquier mando al acercarse a su nave, podía ver perfectamente el lugar donde debería de estar el puente, con su forma reconocible, y que, sin embargo, solo parecía algo realizado expresamente para reírse de ellos. El enojo con su Alteza entre los altos mandos de la Confederación Imperial en aquellos días alcanzo unos limites peligrosos…

En aquel curso, cuando por fin todos fueron reunidos para las explicaciones finales, y para que todos expusiesen su opinión, para su sorpresa allí estaba su Alteza Imperial en persona. Pero lo que sin duda dejo a todos con la boca abierta, fue su presentación por el mismismo jefe del estado mayor de la Flota como el mítico "Agujero Negro", el cual, su labor entrenándolos táctica y estratégicamente en simulaciones, había sido dado a conocer solo un año antes a los principales mandos de la Flota. Una por una mostró todas las batallas, y en todos los casos, los presentes tuvieron que apretar los dientes y tragar litros de bilis cuando su Alteza les dejo claro el motivo especifico de sus humillantes derrotas. Cuatro disparos habían sido suficientes para que en todos los casos sus flotas resultasen reducidas a cenizas al quedar sin mando operativo y desconocer el resto de sus naves este hecho, por lo que el segundo grupo no pudo hacerse con el mando a tiempo…

Por alguna razón, todas las razas conocidas con algunas excepciones mínimas, solían tener sus puentes de mando en las secciones frontales, bien centradas adelante, en la parte superior, en la inferior, o incluso lateral. De las pocas que no las tenían de ese modo, estaban las colmenas Karasan, cuyos puentes de mando estaban internos en las naves, siguiendo el mismo orden de sus nidos, donde las reinas estaban siempre en lo más profundo y protegido… Precisamente de estas fue de donde Jhored tomó la idea al estudiar su tácticas y métodos, fue en ellas donde vislumbro el enorme punto débil de todas y cada una de las naves de la Confederación Imperial, y por ende, de casi todos sus vecinos…

Evidentemente, los enormes ventanales de los puentes de mando tenían poderosos blindajes que se podían cerrar sobre ellos en Batalla. Pero lo cierto es que, por alguna razón de índole sin duda psicológica, era extremadamente raro el oficial al mando que cerraba el blindaje sin que el ventanal hubiese sido dañado previamente, o el escudo de la nave estuviese muy debilitado, y ocurría fuese de la raza que fuese. Esto era así especialmente en las naves más grandes, Acorazados y Cruceros de Batalla al tener mejores escudos defensivos. Era más probable que el capitán de un Destructor cerrase a que lo hiciese el de un Crucero Ligero, y contra más poderosos eran los escudos de una nave, menor probabilidad de que su Capitán ordenase el cierre, y el mando de una flota en cualquier especie conocida, el 99,9% de las veces estaba siempre en una de las naves más poderosas.

Cuando el orden de acción fue explicado por su alteza, todos pensaron que vete tú a saber cómo se le pudo siquiera ocurrir algo semejante. Su Alteza ideo un ataque de cuatro naves para matar al Almirante al mando de una flota sin que esta fuese consciente de lo que había ocurrido, al menos durante un buen rato. Primero el disparo de precisión de las baterías de un Acorazado sobre los ventanales con el fin de debilitar y hacer fluctuar durante dos microsegundos el escudo. Segundo, justo un microsegundo después el disparo de precisión de las baterías de un Acorazado o Crucero de Batalla aprovechando la debilidad extrema del escudo en ese punto, pero esta vez, apuntando justo contra el punto exacto donde se "escondía" la persiana Blindada de uno de los ventanales, aunque esto únicamente lo dañaría levemente, ya que era un punto extremadamente fuerte del casco al que nadie en su sano juicio trataría de dar por ser inviable el sacarle provechó, o eso pareció hasta esos instantes. Y por último, un microsegundo después del segundo disparo, las dos naves restantes, ya fuesen cruceros Pesados o Ligeros, debían de disparar contra el Ventanal objetivo del Crucero de Batalla justo cuando los escudos estaban comenzando a recuperarse eliminando gran parte de la fuerza de los disparos, cosa que todo el mundo sabía y habría considerado como una pérdida de tiempo… hasta entonces.

El primer disparo hacia fluctuar el escudo, el segundo penetraba este durante dicha fluctuación que lo debilitaba en un alto porcentaje con el fin de dañar levemente la capacidad de cierre del blindaje, y por último, los dos finales justo cuando comenzaba a recuperase, que al perder por ello buena parte de su poder, lo que hacían era destrozar únicamente los grandes ventanales blindados, provocando una explosión descompresiva en el puente de mando, matando a todos los presentes, pero sin dañar este. El segundo disparo, al golpear tanto sobre el blindaje propio de una de las zonas más fuertes de la nave, el del cierre del ventanal, no era suficiente como para causar daños importantes sobre dicho blindaje, pero si lo suficiente como para retrasar su cierre el segundo necesario para matar a todo el mundo en el puente, pero no dejar que ningún cuerpo escapase por el destrozado ventanal, pudiendo advertir de ese modo a la flota de la muerte del Almirante al mando. Según se demostró, cualquier flota de cualquier pueblo que sufriese dicha maniobra, excepto casualidad, tardaba un mínimo de entre diez a veinte minutos en descubrir que nadie estaba mandando sobre la flota, puesto que la nave, y gracias a los sistemas automáticos seguía combatiendo, evitando de ese modo averiguar que solo continuaban con la inercia de sus ultimas ordenes.

Evidentemente, tras descubrir lo que les ocurrió, todos los Almirantes quisieron saber, por qué en lugar de dos simples cruceros, no se habían empleado alguno de los Restantes Acorazados o Cruceros de Batalla para que sus impactos destruyesen por completo el puente de mando de la nave. La respuesta fue clara y concisa, el ataque consistía en eliminar al mando de la Flota adversaria sin que nadie se diese cuenta, algo inviable tras la destrucción material del puente por un impacto, o el que algún cadáver fuese lanzado al espacio por la descompresión al romper los ventanales. Se demostró, que, pese a que el Blindaje cerrase la brecha lo bastante rápido como para que ningún cuerpo fuese lanzado al espacio, la brutal descompresión instantánea que sufriría el puente mataría a cualquiera que estuviese en él excepto que los tripulantes llevasen trajes de vacío, algo que nadie hacía en un puente de mando por ser un obstáculo más que una ayuda. También se demostraría durante la guerra, que al igual que en las naves de la confederación, cuando después del ataque el blindaje cerraba la brecha, los ordenadores de las naves Razors o Corix, al estar el puente intacto, también estimaban la situación como segura y en estado operativo, por lo que no emitía alarma alguna por el impacto o la muerte de sus tripulantes.

Irónicamente, aunque finalmente los Razors y Corix medio supusieron lo que hacía la Confederación Imperial para destrozar a sus oficiales de mando en sus enfrentamientos y que tantos problemas les estaba causando, nunca fueron capaces de replicar el ataque. Por un lado, durante la guerra nunca descubrieron que en las nuevas naves, que era donde si situaban los Almirantes, los puentes de mando ya no estaban donde parecía, y porque aun si hubiesen seguido en el mismo sitio, habrían concentrado tal cantidad de fuego que tras haberlo arrasado, el ordenador central enseguida habría traspasado el mando siguiendo sus protocolos. Aun hoy en día, todas las naves externamente seguían diseñándose aun como si el puente estuviese en el sitio "normal", y en este, los paneles frontales presentaban imágenes tomadas desde la posición donde antaño hubiesen estado situados, dando así la falsa sensación de que todo seguía igual, pero estando realmente, infinitamente más seguros que antes. A fecha de hoy nadie en toda la Flota que estuviese en su sano juicio, abogaría por devolver los puentes de mando a sus situaciones anteriores visto lo que les podían hacer unos disparos bien colocados.

Esa fue una de las primeras veces en que los altos mandos de la Confederación se tuvieron que tragar sus opiniones previas sobre "las estupideces y caprichos" de su Alteza. Otra de las consecuencias de aquel curso en concreto, fue el hecho para todos de descubrir quién era en realidad el Mítico estratega y comenzar con ello a pensárselo dos veces antes de hablar en su contra de sus ideas, o al menos, de evitar hacerlo de forma abierta... No era igual hacerlo de su Alteza Imperial, por muy heredero que fuese, que de alguien al que nadie había logrado aun vencer en ningún combate y que muchas veces solía aplastar a sus adversarios por simple diversión. Todo ello sin obviar además el hecho de que la mayor parte de las tácticas en uso y que tan buen resultado les estaban dando a todos, habían salido de su privilegiada mente… El riesgo de hacer el ridículo frente a su Alteza en un momento dado era demasiado elevado.

Pues bien, eso mismo que he explicado le ocurrió a la nave de la heredad… Tras ser interpelada y dejar a su capitán completamente desconcertado, el Almirante Alkard dio orden de abrir fuego. Primero disparo el Superacorazado Thalos, un solo microsegundo después, le siguió el Crucero de Batalla "Arrogante", para solo un nuevo microsegundo después, hacer lo propio los Cruceros Ligeros "Dalal" y Tu-Anan". Tal y como supuso tras consultar detenidamente los planos de la nave capturada, fue un éxito. Los disparos del Thalos hicieron fluctuar el escudo, los del "Arrogante" dañaron lo suficiente el blindaje como para retrasarlo y permitir que los de los Cruceros Ligeros reventasen únicamente el ventanal central, provocando la descompresión que los mato a todos sin que nadie más lo supiese. La nave simplemente siguió el rumbo que llevaba fijado, siendo asaltada a placer por los marines de la Fragata A-05-FT sin que nadie hiciese uso del armamento defensivo. Para cuando alguien trato de reaccionar ya era muy tarde y todos los puntos clave de la nave estaban bajo el control de los Marines de Asalto de la Flota.

 

 

CONTINUARA


9 comentarios:

  1. Gracias por seguir publicando. hace años te leo.

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  2. preguntas:que paso con los cruxas y con las cadetes valkirias

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    1. Tiempo al tiempo, no puedo comentar nada por el momento, pero bueno, de forma tangencial aparecerán en este libro. Los comandos de la Coronel Sigrid son por los que preguntas. Los Cruxars son otro asunto para mas adelante...
      Es muy complicado manejar un universo cruzándose todos por todos lados y mezclándose de forma coherente... Cada vez que avanzo me asusto de lo que se me lia...

      Un saludo.

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    2. Gracias por responder y por la aclaración

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  3. Buenas noches, como siempre muchas gracias por estos textos tan magníficos. No nos abandones, un saludo.

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  4. Gracias por este nuevo libro, Sombra Manca espero y deseo que estes ya recuperado de tu lesión en el brazo un saludó

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  5. Excelente como siempre. Que gusto da leeresta serie y la de Ashur

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  6. Yo también te doy las gracias por tus libros.
    Me encanta cómo has ido puliendo tu estilo de escritor, pero lo que de verdad me fascina en la imaginación que en mi opinión, te ha distinguido desde el primero de tus relatos.
    Creo que lo primero que leí fue mi chica quince, va a hacer 10 años atrás y me da pena que no te puedas dedicar profesionalmente a ello porque comprendo que crear historias y escenarios como los que creas requiere mucha dedicación, esfuerzo y tiempo y si ese tiempo se saca del tiempo de ocio, la producción no puede ser tan rápida como a tus ávidos lectores nos gustaría.

    Seguiré esperando pacientemente la continuación de tus historias y te doy las gracias de corazón por seguir contándonoslas.

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  7. (*) ...lo que de verdad me fascina es la imaginación...

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