Confederación Imperial Galáctica
Fecha estelar -
5346
1º Cuadrante
Militar del Imperio
Sistema
Murokhnanr
Planeta
Murokhnanr
Capital Kunuar
Las ceremonias de boda de los Clanes eran
ciertamente complejas, y contra más encumbrada la posición de los contrayentes,
peor aún. Al número de invitados ilustres a los que tenían que dar coba y
tratar adecuadamente, se unían una serie de normas rigurosamente llevadas al
extremo, como por ejemplo los colores en el vestuario. El futuro esposo vestía
de verde intenso, cualquier tono remotamente parecido de verde era visto de mal
gusto y podría acarrear consecuencias, por lo que generalmente se evitaba el
color en lo posible, o si se incluía, era algo muy pálido y procurando siempre
que solo fuese una única pieza de ropa. Con la futura esposa era aún peor, el
vestido solía ser azul cobalto, y directamente el color de la novia estaba
terminantemente prohibido excepto en las joyas de las damas principales, las
cuales obviamente, eran precisamente lo que solían portar, marcando así su posición
relativa por ese medio.
Pero si había un tabú extremo para un
color en esas ceremonias, este era el negro, si alguien quería llevar alguna
pieza de dicho color, y solo una, el resto de colores de la indumentaria debían
de ser tan escandalosos que hiciesen daño a la vista hasta el extremo de
parecer ridículo, con el único fin de amortiguarlo. Obviamente, dada la
idiosincrasia del pensamiento y forma de ser de los Clanes Murok, nadie hacia
algo semejante pues terminaría pareciendo un imbécil arrastrando en ello a su
propia familia dentro de su Clan, y no digamos en referencia al resto… Aunque
existían también otras “especificaciones” problemáticas a la hora de las bodas
de alto nivel, nada tan peligroso como los colores del vestuario…
Como en muchas otras culturas, las
invitaciones al evento eran personales, y en algunos casos, se añadía el típico
+1 por si se quería llevar un acompañante, especialmente si se trataba de los más
jóvenes. En el caso de Nuari y Akrom cometieron el error de enviarles las
invitaciones por separado y en ambos casos también con el fatídico +1 incluido
en ambas. Lo cierto es que inicialmente estaba bien diseñada la idea de
enviarlas así, ya que uno de los dos al menos debería de asistir, y
evidentemente el otro no le querría dejar solo. Al enviar las dos en ese
formato, ninguno querría quedarse fuera dejando a su pareja a los lobos, y el
destruir una de las invitaciones no funcionaría porque con la otra podrían
entrar ambos. Desgraciadamente para tan genial idea, su Alteza Imperial estaba
en el planeta y cuando supo de esa característica especial del +1 se animó
porque en una décima de segundo tuvo claro como poder estropearle la diversión
a todo el mundo y de paso alegrarles el día al matrimonio, que serían los únicos
que estarían “contentos” en la ceremonia…
Selena se temió que su Alteza tuviese la
peregrina ocurrencia de asistir personalmente a la dichosa boda, pero para
fortuna suya, en cuanto planteo semejante posibilidad, Jhored rápidamente lo
negó, aduciendo que no era aún momento de hacer una aparición estelar… Por
cierto, que al usar realmente el término “aparición estelar”, su Alteza provoco
un escalofrió en sus colaboradores, temiendo estos lo que estuviese planeando
realmente, que daban por sentado que no sería nada bueno para alguien… Finalmente, su Alteza tuvo a bien explicar su
plan, el matrimonio tendría como acompañantes dos Agentes del SISI con sus
preciosos uniformes Negros y que además acorde con su reglamento interno, irían
armados a la ceremonia. Cada esposo tendría un acompañante de su mismo sexo,
una comandante y un capitán respectivamente, con el fin de no tener que
separarse bajo ninguna circunstancia y evitar posibles comentarios maliciosos
posteriores, aunque con el SISI de por medio seria de idiotas hacer algo
semejante, pero siempre puede haber algún iluminado que sorprenda…
Cuando Jhored expuso su plan, Selena y el
general Mao se llevaron las manos a la cara en gesto de “ya estamos otra vez”,
mientras que Akrom y Nuari se quedaban con la boca abierta, para después
estallar ambos es estruendosas carcajadas… Aunque Jhored no dijo nada, Selena
fue más que consciente de que posiblemente sus dos compañeros tuviesen ordenes
muy estrictas de su Alteza de que podían, o no hacer ante cualquier imprevisto,
el problema es que conociendo a Jhored, este era más que capaz de autorizarlos
a matar a cualquiera que fuese “extremadamente” ofensivo con cualquiera de los
cuatro… El problema era lo que podría llegar a considerar Jhored como
“extremadamente”, Selena se temía esas órdenes…
En realidad, Jhored tenía pensado desde
el principio usar a alguno de los idiotas que poblaban los clanes, por supuesto
que nadie especialmente relevante, para dar un escarmiento lo suficientemente
sangriento como para lanzar una advertencia seria. Sin embargo y pese a
esperarlo desde que acepto de Tanya que una de las naves de la escolta del
Represor le desembarcase, la rápida y radical reacción de los patriarcas ante
la presencia del Crucero de Batalla Innombrable en órbita, muy probablemente
influenciados también por lo hacía escasos días ocurrido en Sharthart, había
estropeado esa posibilidad aumentando la paranoia de los cabezas de los Clanes,
por lo que ahora no lo consideraba “apropiado” para ese instante. Selena sin
embargo, si presuponía que algo así trataría de hacer su Alteza, por lo que
consideraba que pudiese intentar llevarlo a cabo aprovechando la boda… Lo
cierto es que, si bien su primera intención se había frustrado, Jhored estimaba
que quizá esta ceremonia le estaba ofreciendo algo mucho mejor, más discreto y
a la vez mas intimidante para las cabezas de los Clanes, sabía que por su
idiosincrasia no se tomarían a la ligera la presencia de dos oficiales
uniformados del SISI acompañando a ambos esposos, y especialmente no lo harían
con esos dos agentes concretos… Además, como ya dije, Jhored sabía desde el
principio que un baño de sangre no era para nada la solución a ninguno de los
problemas que había con el sistema, como mucho podría servir como un toque de
advertencia, pero no más de eso, por lo que decidió aprovechar la boda para dar
un susto de muerte a los clanes sin necesidad de derramar sangre, lo cual le vendría
incluso mejor para lo que seguiría a esto en cuanto llegase Kilara haciendo su
entrada estelar en Kunuar...
La ceremonia resulto bien, entretenida,
especialmente porque ambos agentes del SISI vestían largos abrigos de color
marfil que les llegaban hasta media caña de sus botas por lo que nadie pudo ver
quiénes eran. La diversión comenzó cuando llego el momento de sentarse en la
cena, justo en una mesa bien centrada, a la que todos los presentes podían ver
perfectamente, justo ante la mesa central donde se encontraría la nueva pareja
y sus familiares más directos. Resulto de lo más evidente que todo el mundo se
había preparado para reírse y hacerle la vida imposible a los invitados allí
sentados. En la mesa había ocho sitios reservados, pero cometieron un error con
la forma que tenia de media luna, y es que, desde dos asientos concretos, justo
en los extremos, uno frente al otro, se podía dominar toda la sala y sus
comensales, que fue justo donde ambos miembros del SISI se fueron a sentar.
Cuando se sentaron tras quitarse ambos
los abrigos, las sonrisitas se borraron de inmediato de la cara de todos los
presentes. La repentina presencia en esa mesa de dos agentes uniformados del
SISI, especialmente por el hecho de que fuesen los “acompañantes” de dos de las
personas a las que pensaban “incordiar” ensombreció más de un rostro. La cara
de ambos recién casados cuando ocuparon sus lugares y se dieron cuenta de que
tendrían justo frente a ellos a los dos agentes, fue para enmarcar, y aun se
puso peor para todos los presentes cuando alguien se dio cuenta de un pequeño
detalle que había pasado desapercibido hasta el momento. Si el tener a dos
Oficiales, un Comandante y un Capitán del SISI, armados y acompañando a sus
“objetivos” ya era malo, la cosa empeoro miles de veces cuando alguien se dio
cuenta de cierto emblema que ocupaba una parte del brazo derecho de cada uno de
ellos. Al modo de las unidades de Marines destacadas en naves de la Flota, esos
dos agentes a su uniforme, a su manga derecha, a la altura del hombro, también
le habían añadido un parche no reglamentario en el que se podía ver la silueta
de su nave y el nombre de esta…, “Represor”.
Quien más quien menos entre los
principales miembros de los Clanes conocían esa costumbre no reglamentaria, ya
que podían verlo entre los propios marines asignados a la Estación Central en
el eje del sistema, o a las que hacían escala allí. Si en ese parche se hubiese
visto la efigie de un Crucero de Batalla con el nombre “innombrable”, la cosa
ya seria de por si mala dado la nave que era, pero el que fuese el propio
Represor el que aparecía, lo convertía en una situación extrema, ya que nadie
en su sano juicio usaría esa nave en un parche de no estar destinado en ella si
es que quería seguir sano y salvo. Como cualquiera se podría supones, la cena
fue muy “tranquila” para la mesa de ambos esposos, o por lo menos, lo fue
especialmente después de que alguien tratase de tantear la situación haciendo
un desafortunado comentario en voz alta que fue respondido de forma instantánea
con un disparo que paso sobre la cabeza del “gracioso”. Tras el comentario y el
disparo, todos los presentes apenas tardaron un par de segundos en darse cuenta
de que el comandante tenía repentinamente su arma encima de la mesa, y unos
minutos más en entender que la ocurrente falta de respeto del gracioso, le
podría haber sido achacada en referencia a cualquier comensal de dicha mesa.
Dada la idiosincrasia de los Murok,
también entendieron todos, que ese disparo simplemente había sido una
advertencia “amistosa” y que posiblemente, ya no habría más… Los ocupantes de
la mesa fueron debidamente ignorados en sus escasas conversaciones por el resto
de “invitados”, más allá de las constantes y furtivas miradas de nerviosismo
hacia ambos agentes. Y si, ciertamente la cena resulto de lo más incómoda para
todo el mundo, donde una vez terminada, en contra de la costumbre habitual de
alargar la velada y aprovechar para “hacer política”, todos los presentes
parecieron tener mucha prisa por desaparecer de allí, empezando por ambos
contrayentes y sus familias directas…
Según supieron al día siguiente por
Nuari, su amiga Inaria les había dicho entre risas cuando habló con el
matrimonio, que, tras la desastrosa boda, todos los patriarcas de los Clanes
habían endurecido sus instrucciones y extendido la orden de “reclusión” a las
segundas, terceras e incluso en algunos casos, cuartas familias… Si bien el
matrimonio sí que sabía quién era realmente Jhored, por lo que ese parche hasta
cierto punto no les extrañó, sorprendentemente, Inaria se pensó que todo había
sido una estratagema para estropear la ceremonia por parte del “enviado” de la
flota, gracias al amigo de la pareja, el profesor Jarkon… Claro que a ello
ayudo el que Jhored en su anterior encuentro, le dejase creer a Inaria que
probablemente fuese algo más que un enviado por contrataciones de la Flota.
Jhored lo hizo de forma que fuese fácil entrever que su puesto muy
probablemente debía de estar en el propio Estado Mayor Central en Capital. Desde
luego, con esos parches, Jhored definitivamente había conseguido un pleno en su
intención de dar un susto de muerte a los diferentes Clanes, a los cuales ahora
casi, casi, se les podría catalogar en general, como totalmente “paranoicos” …
El Clan de Inaria, el Clan Nwari, ocupaba
la cuarta posición en importancia, firmemente establecido en ella. El quinto
Clan, el Clan Bonrtya, estaba bastante por detrás del Clan Nwari, por lo que
era este el que en realidad servía de contrapeso entre los tres principales.
Itredol Nwari, el abuelo de Inaria, era el que mantenía férreamente a su clan
en tan difícil posición, pero debido a su protección a su nieta, estaba
perdiendo lentamente poder dentro del Clan. Inaria como huérfana y sin otro
familiar que su abuelo, en realidad no tenía una posición propia por sí misma
dentro del Clan, y sus antecedentes pese a ser hija del hijo mayor del líder
del Clan, al estar sola, no eran para nada buenos dado como funcionaban entre
los Clanes. Su destino una vez desapareciese su abuelo, o incluso en el caso de
que este se viese obligado en algún momento a dejar paso a su sucesor, será
netamente malo pues posiblemente tratasen de casarla con quien fuese para quitársela
de encima. Debido a esa falta de posición le sería imposible aspirar a un
matrimonio con alguna familia principal de algún clan importante, como mucho y
con suerte, seria entregada a una cuarta o quinta familia de un clan menor de
entre los 30 electores, y eso si tenía suerte.
Jhored durante todo este tiempo anterior
a desembarcar en el planeta, se había informado bien de la situación de Inaria y
sus circunstancias, tanto por el profesor Jarkon, como por los servicios de
inteligencia o en algunos detalles de la propia Kilara cuando hablaba de su
amiga con él. Ya antes de llegar sabia por ejemplo que todas las primeras
familias, e incluso alguna de las segundas de los principales clanes habían
creado mal ambiente con ella, incluso en algún caso llegado a la enemistad
clara, con el fin de poder evitar cualquier intento de enlace matrimonial con
el “desecho” del Clan Nwari como en petit comité la denominaban. El corto
periodo en que había tenido contacto con Inaria había podido verificar lo que
le había ido contando Kilara tras sus conversaciones con ella, en las que
siempre terminaba extremadamente cabreada y que más de una vez le había dicho
si no podría encontrar algún modo de ayudarla. No era otra cosa, que salvo a su
abuelo y un enormemente reducido grupo de amigos, los cuales se podrían contar
con los dedos de las manos, el resto de miembros de los clanes, incluido el
suyo propio, para ella eran tratables como poco menos que “enemigos” dado el
atroz comportamiento que había recibido de ellos. Tras la boda, a Jhored le llegó
el momento de dar el siguiente paso, el que convertiría a Inaria en una carga
de antimateria bajo los pies del sistema de Clanes gracias exclusivamente a su
amistad con Kilara…
Informo a su tío de la situación actual,
a la espera de la certificación en capital del contrato, pero lo hizo en un
momento muy particular, justo cuando este estaba jugando su habitual partida de
Kristant con Kilara. Ni que decir tiene que Kilara tardo segundo y medio en
montar en colera cuando se enteró dónde estaba Jhored y no se lo había dicho,
sabiendo que era justo en la misma ciudad en la que vivía su queridísima amiga
Inaria… Si tardo segundo y medio en reaccionar enfadándose, aun tardo menos en
decidir y exigir ir al encuentro de Jhored, el cual hábilmente se quitó de en
medio cortando la comunicación tras despedirse en cuanto su tío y su esposa
comenzaron a discutir sobre la brillante idea de Kilara… Si por alguna
casualidad Selena o el general Mao hubiesen llegado a pensar que esto había
sido un error garrafal de Jhored, se les borro de inmediato de su mente en
cuanto vieron que su expresión de apuro era modificada por una sonrisita
socarrona tras cortar la comunicación…
Tras tratar de obtener información de
Jhored, este únicamente les dijo que la llegada de Kilara a ver a su
queridísima amiga Inaria sería algo realmente impactante para todos los clanes,
lo definió como una “sorpresita” que tardarían muchísimo tiempo en poder
olvidar, aún más que la boda… Después de esto concertó una reunión con Nuari y
Akros, solicitando a ambos que, por favor, a la misma también asistiese Inaria
pues tenía algo que comunicarle. Durante dicho encuentro, Jhored se sacó de la
maga una peregrina historia de cómo había descubierto que Inaria era en
realidad amiga de su esposa, Kyla y que esta, muy enfadada le había pedido
reunirse con él para poder verla, lo cual había aceptado, explicándole a todos
que ya estaba de camino, llegando en unos días. Esto, pasada la sorpresa inicial,
se tradujo en una enorme alegría por parte de Inaria, provocando que Selena y
el general Mao pusiesen cara de sufrimiento al ver como nuevamente su Alteza
había colado una de sus historias en la cara de todos sin que ninguno realmente
sospechase nada.
Después de esto, entró en un tema
bastante más escabroso, especialmente para Inaria, pues le dejo claro que sabía
perfectamente por Kyla, su esposa, cuál era su situación en su clan y lo que
esto estaba perjudicando a su abuelo. Luego de esto y sin dejarle hablar, le
explico que Kyla le había pedido que le ayudase si podía y había encontrado un
modo de hacerlo. Pero antes debía de saber si estaba dispuesta a darle la
vuelta a la situación y convertirse ella misma en la principal valedora y sostén
de su abuelo en el Clan Nwari, advirtiéndole también que si accedía debía de
seguir sus instrucciones al pie de la letra, y que una vez comenzase ya no
tendría posibilidad de retorno… debería de seguir adelante sin mirar atrás…
Inaria, tal y como sabia su Alteza que
haria, acepto de inmediato, siendo interrumpida por Jhored, el cual le recalco
que si aceptaba, si bien la situación de su abuelo se convertiría en poco menos
que inamovible, su futura situación personal no sería para nada sencilla, y ya
no podría dar marcha atrás o abandonar, su única opción sería seguir adelante
porque los Clanes no le permitirían no hacerlo. Jhored pese a sus protestas, le
dio a Inaria tres días para pensárselo detenidamente, indicándole que solo
entonces aceptaría su decisión al respecto, fuese cual fuese… Ya entonces para
todos los presentes resulto demasiado obvio que Inaria no se echaría atrás, y
que, si había un modo de poder proteger a su abuelo del resto del Clan,
asumiría las consecuencias que fuesen necesarias para ello… Esto puso la mosca
tras la oreja en sus colaboradores, entendiendo estos que si Jhored daba ese
tiempo no era por magnanimidad…
En realidad, Jhored también era muy
consciente de esto ya que lo hiciese o no su situación seria de todos modos
mala, aunque por diferentes motivos, pero necesitaba esos tres días de demora
para que su plan pudiese trazarse al milímetro. Las primeras peticiones que le
haría a Inaria serian un tanto peculiares, y no quería dejar que esta pudiese
tener tiempo libre para poder pensar detenidamente en ello, y ese sería el
momento preciso en el que estuviese tan ocupada que le faltarían horas al día
incluso para poder encontrar un hueco para poder dormir. En Diez días el Clan Nwari
celebraría el sesenta aniversario de la elección del abuelo de Inaria como jefe
del Clan, y esta como “supuesta” primera dama del Clan, posición ficticia que
todo el mundo conocía, sería la encargada de que todo funcionase a la perfección
y sin tropiezos. En tres días Inaria tendría tal cantidad de trabajo con la
preparación del evento que si pudiese dormir dos o tres horas diarias sería un
milagro ya que dada su situación nadie de su clan acudiría en su ayuda, y aunque
Jhored era consciente de que Nuari, Akros y un par de sus otros amigos
tratarían por todos los medios de echarle una mano, no sería suficiente ni de
lejos para que pudiese tomarse un respiro…
La primera petición de Jhored fue simple,
se escudó en que Kilara llegaría justo el mismo día de la fiesta de celebración
del Abuelo de Inaria, por lo que le pidió poder asistir para que ambas pudiesen
verse, ya que después Inaria se encontraría demasiado cansada como para poder
estar mucho tiempo juntas y ellos no podría alargar su estancia en Kunuar mucho
más. Aunque Inaria en un principio se mostró renuente, porque creía que algún
idiota podría llegar a ponerles las cosas difíciles y ella no estar en ese
momento a su lado, Nuari le recordó la boda, quienes, y de qué modo los acompañaron,
provocando las carcajadas de esta al recordarlo. Aunque parecía algo lógico,
Selena no la tenía todas consigo, sabía que Jhored debía de haber preparado
algo especial para la entrada de Kilara en escena, y dudaba mucho que fuese
simplemente sus compañeros de la escolta del SISI de Kilara usando abiertamente
sus uniformes. No dudaba de que esto pasase, pero se barruntaba de que debía de
haber algo más en la mente de su Alteza… eso sería excesivamente simple…
De hecho, Selena tenía razón, el motivo
de que Jhored informase a su Tío justo en ese momento, no fue solo porque
Kilara se enterase de donde estaba y automáticamente quisiese reunirse con él.
En gran parte, ese momento fue elegido porque conocía a su Tío perfectamente, y
sabía que no dejaría ir tan fácilmente a su Nuera a un lugar tan peligroso como
podía ser Kunuar, la mismísima capital del sistema. Jhored era consciente de
que esos dos terminarían discutiendo entre ellos, encabezonandose, y al final,
llegando a algún tipo de acuerdo en el que Kilara tendría que ceder si deseaba
de verdad llegar a tiempo de poder estar algo de tiempo con su amiga. Dada la
mentalidad de su Tio, Jhored estaba seguro al 100% de la condición inamovible
que este le impondría a Kilara para dejarla reunirse con él, algo que le estaba
haciendo relamerse solo con pensar en el más que probable ataque de apoplejía
que le iba a dar a más de un miembro de los Clanes en cuanto su queridísima
esposa hiciese su entrada estelar en la fiesta… y lo que arrastraría tras esto…
Tanya, Selena y el general Mao estuvieron
muy preocupados con su Alteza en el periodo desde que contacto con su tío,
notificándole Kilara que se reuniría con él, hasta el mismo instante de partir
en dirección a la fiesta del Abuelo de Inaria, en la casa ancestral del Clan
Nwari en Kunuar. ¿El motivo?, el hecho de que su Alteza Imperial había estado
todo este tiempo de lo más modosito, ajustándose escrupulosamente sin protestar
ni una sola vez a todo lo que ellos organizaban para sus movimientos, y más
sorprendente aun, sin hacer nada para darles esquinazo ni una sola vez. De
repente, tanta repentina colaboración y buena voluntad por su parte, en un
lugar en el que Jhored había estado tratando de meter sus narices durante tanto
tiempo, les tenia a los tres muy nerviosos… El único motivo por el que Selena
no ordeno que Sigrid que acudiese al planeta con todos sus comandos para acompañarlos
a la fiesta, fue porque cuando transmitió las instrucciones para ello al
Represor, Tanya le informo que por orden expresa de del Emperador serian parte
de la escolta de Kilara, la cual ya había entrado al sistema a bordo del
Superacorazado “Heros Parca” junto con su correspondiente escolta de Cruceros,
Destructores, Fragatas y un par de Corbetas de Exploración… También aprovecho
para explicarle a Selena, que en cuanto el grupo de Kilara se reuniese con el
Represor y esta se trasládese al mismo, toda la flota se movería abiertamente a
una órbita estacionaria directamente sobre la Capital, Kunuar.
Toda esta información le llego a Selena
mientras terminaban de prepararse ellos mismos para asistir a la fiesta del
Abueno de Inaria. Mas aun mosqueo a Selena el que Jhored, tras llegar a un
acuerdo con ella sobre sus acompañantes, no pusiese pegas a su idea de que
tanto ella misma, como los ocho miembros de la escolta habitual que los
acompañarían luciesen abiertamente sus uniformes del SISI y el resto de sus compañeros
se dispersase por la fiesta, todos ellos armados hasta los dientes. Por su
parte el General Mao había sido comisionado para recibir y acompañar a Kilara,
con instrucciones específicas de Jhored de no estropearle la sorpresa a nadie…
Si al llegar su presencia causo sensación, especialmente cuando permanecieron
pegados a Inaria y su abuelo con agentes uniformados del SISI formando un cordón
a su alrededor, los cuarenta minutos en que tardo el General Mao en informar
que estaban llegando… no fue nada con la entrada estelar de Kilara en la
fiesta…
De hecho, Jhored le hizo la segunda
petición a Inaria en ese instante. No fue otra cosa que el que pasase lo que
pasase y viese lo que viese, se dirigiese sin vacilar, con paso firme a saludar
y darle un abrazo a “kyla”… indicándole además que no se preocupase por nada
porque “ella” podría acercarse sin problema porque estaba “autorizada”… Y
aunque Inaria acepto sin dudar, el decirlo fue mucho más fácil que hacerlo… No
fue el hecho de los marines con armadura de combate, en realidad eran los
comandos de Sigrid, que entraron tomando posiciones en la sala son sus armas
listas con sus selectores en potencia letal. Tampoco los miembros del SISI con
su uniforme que la flanqueaban… no, lo que dejo a todo el mundo blanco fue la
presencia de la Guardia Imperial rodeando y abriendo paso a Kilara en dirección
a su amiga Inaria, que se había quedado petrificada… Por suerte un discreto
empujoncito de Jhored recordándole lo que le pidió le puso en marcha, aunque su
Alteza dudaba que fuese consciente de lo que realmente hacia debido al Shock…
Si ya de por si los presentes estaban pálidos, primero el que la Guardia
Imperial le abriese paso para entrar en su formación, y después el abrazo de
Inaria a Kilara al saludarse, empeoro aún más la percepción de todos los
presentes de los clanes. No había que ser muy inteligente para suponer
correctamente quien era Kilara dado que la escoltaba la propia Guardia
Imperial, y desde luego los patriarcas de los Clanes no llegaban a esa posición
por ser estúpidos…
Peor se puso aun la cosa cuando lo
primero que hizo Kilara tras presentarse y saludar al abuelo de Inaria usando
su propio nombre, Kilara Volterra, fue dirigirse a Jhored como “su esposo” para
echarle la bronca por no haberle dicho con tiempo que estaría “con su amiga
Inaria”… aunque luego para empeorar las cosas, incluso para Selena y los demás,
le diese las gracias por aceptar su petición de ayudarle con su amiga… Aunque
Kilara realmente no se refiriese a “ayudar” a Inaria, sino a hacer posible que
ella pudiese ir a verla a donde vivía, Jhored evidentemente se cuidó mucho de
no “aclararlo” … Cualquiera con dos ojos, podía ver perfectamente como los
miembros de los Clanes presentes, excepto Inaria y su abuelo tranquilizado por
esta, como se suele decir, tenían sudores fríos con la situación… Tras esto
tampoco había que ser un lince para dar por sentado que su Alteza Imperial
finalmente había estado de incognito en el planeta un tiempo indeterminado,
junto a Inaria, sin que nadie lo supiese, haciendo realidad las peores
pesadillas de la junta y los cabezas de los clanes…
La tercera petición de Jhored para
Inaria, de forma publica en la misma fiesta, no fue otra que solicitarla
personalmente como un favor hacia él, que acompañase a Kilara en su regreso a
Palacio en Capital, porque esta quería presentar a su amiga a sus hijos y pasar
un tiempo juntas, la cual por supuesto acepto encantada de la vida, disfrutando
por cierto de cómo se veían algunos de los presentes en la fiesta, pálidos y sudorosos.
EPILOGO
No creo que nadie se haga idea de lo que
supuso esto para los diferentes Clanes, y lo que implicaría a la larga ese
viaje a Palacio con su amiga “Kyla” para Inaria. Aunque Inaria le prometió a su
abuelo que se comunicaría con el de forma frecuente, discretamente, Jhored le
dio ciertas instrucciones concretas para que “él” también lo hiciese con su
nieta en situaciones y momentos “muy específicos”, dándole para su uso personal
una clave especial de acceso directo a las comunicaciones de Palacio. Durante
los dos meses que Inaria estuvo con Kilara en palacio, si bien esta trato de
contactar de modo que procurase que su abuelo estuviese solo para no causar
ningún perjuicio… su abuelo siguiendo las instrucciones de Jhored no resulto
ser tan discreto.
Una de las veces, por ejemplo, mientras
comía en un restaurante en donde había también presentes miembros importantes de
otros clanes, siguiendo las instrucciones de Jhored se comunicó con su nieta, sorprendiéndola
en plena partida de Kristant con el Emperador, el cual aprovecho para saludarlo
personalmente y felicitarle por su nieta… todo esto por imagen tridimensional,
lo que permitió a todos los presentes ser testigos de con quien hablaba realmente…
En otra de estas ocasiones “publicas”, Inaria fue sorprendida en un momento en
que estaba con los Gemelos, explicándoles cosas de su vida en casa, estos,
igual que antes el Emperador, también saludaron alegres y animados “al abuelo
de su tía Inaria”. Y esto solo son dos ejemplos de los varios que ocurrieron
En realidad, aunque los gemelos de verdad
le cogieron cariño a su “tía”, tal y como esperaba Jhored, estos inicialmente
se acercaron corriendo a ella en cuanto vieron la posibilidad de que fuese
capaz de influir en los castigos de su madre cuando preparaban alguna de las
suyas… Inaria realmente cayo excepcionalmente tanto con el Emperador como con los
dos niños, recibiendo de todos ellos una invitación a regresar de visita cuando
quisiese y el tiempo que desease… Pero no fue solo su abuelo, también fue a
Inaria a la que le ocurrió esto de llamar mientras que su abuelo estaba en un
lugar con público, ya que otra de las instrucciones de Jhored fue que alterara
su rutina habitual mientras esta estuviese en palacio, evidentemente sin
comunicárselo a su Nieta. ¿Cómo podía saber Jhored que esto pasaría?... bueno,
es su Alteza Imperial haciendo sus incomprensibles cosas habituales, creo que con
eso está todo dicho y explicado…
Cuando Inaria regreso a casa se encontró
con un importante cambio en su situación y la de su abuelo dentro del Clan
Nwari. Si algo había quedado demostrado de forma fehaciente, es que Inaria era
amiga personal de la princesa Kilara, lo que la situaba directamente en la órbita
de su Alteza Imperial, el príncipe Jhored. Pero, además, esas comunicaciones
“publicas” por imagen tridimensional con su abuelo también habían demostrado,
primero que se trataba de “tu” con el propio Emperador, y que los hijos de los
príncipes la trataban de “tía”. Eso implicaba una estrecha relación de Inaria
con toda la familia Imperial al completo. Esto, en concepto de “influencia”, era
el máximo posible al que se podría aspirar de acuerdo a la idiosincrasia de los
clanes Murok.
Y ahí residía precisamente la carga de
antimateria que Jhored les había metido a los clanes en la persona de Inaria.
Con este nivel de influencia verificado, su sola presencia podría hacer
vascular el nivel de poder de todo un clan. En esos instantes, el que Inaria
pudiese abandonarles de algún modo, estaba completamente fuera de toda
perspectiva para el Clan Nwari. Su problema actual, es que eran conscientes que
tras todo lo ocurrido con ella lo único que podría retenerla firmemente de
momento mientras trataban de mejorar sus relaciones a como diese lugar, era que
su abuelo continuase siendo el patriarca del Clan. Esta situación en el resto
de clanes era aún peor, pues las primeras y bastantes de las segundas familias
del resto de los principales clanes, con el fin de ponerse fuera de un posible
matrimonio con Inaria, se habían enemistado con ella cuando no vuelto
abiertamente hostiles. Solamente las cuartas y alguna de las terceras familias
habían mantenido una medio decente relación con ella, aunque tan solo porque no
podían en su posición enemistarse abiertamente con Inaria, lo cual ahora les venía
a todos ellos muy bien para sus intereses.
Ahora todo esto era un problema y de
diversa índole. Inaria por sí misma, de casarse con la persona adecuada del
Clan, podría desde hacer subir de nivel en uno o dos puestos según a quienes, o
a fijar monolíticamente su posición en el caso de los tres primeros Clanes.
Pero claro, esas personas que podrían conseguir esto ya se habían enemistado
con ella, por lo que era un problema de difícil solución, pero aun así a todos
los patriarcas de los clanes les interesaría llevársela con ellos mediante una
boda concertada para aumentar su propio poder. Evidentemente, por otro lado, a ningún
clan le interesaba que Inaria se fuese con un rival o con alguien directamente
colocado en una posición en la que les pudiese ser posible ascender por encima
de ellos… La situación política entre clanes se acababa de volver
extremadamente complicada…
Pero eso mismo, ese interés de los
patriarcas por atraer a Inaria a su propio Clan, aunque solo fuese por alejarla
de los adversarios directos, llevaba directamente al siguiente problema creado
por Jhored. Esta vez era a nivel interno, y es que, si la boda fuese con una
segunda, tercera o incluso cuarta familia de un clan, según el caso concreto de
su posible pareja, Inaria gracias a esta relación directa con la familia
Imperial podría hacer vascular a favor de su esposo el poder dentro de dicho
Clan, llegando incluso a ponerlo directamente en la lucha por el futuro
patriarcado del Clan nombrándolo heredero legitimo para el mismo y haciendo
ascender de nivel interno a su familia. Obviamente, a las primeras, e incluso
segundas familias, esto no les interesaba, pues podría llegar a dar lugar en la
pérdida de su estatus actual y una significativa rebaja en su influencia tanto
interna como externa.
Inaria, tanto en la política entre
clanes, como en la interna de cualquiera de ellos, era el caballo de Troya de
Jhored debido al poder de influencia en ella que podría hacer saltar por los
aires su estabilidad en cualquiera de ambos ámbitos. Y finalmente, también
estaba la propia junta con sus propios problemas propios gracias a la relación
cercana de Inaria con la familia Imperial. Por un lado, querría del mismo modo,
evitar que Inaria con su influencia pudiese ser monopolizada por un único clan
en su beneficio. Y por otro garantizar su seguridad a toda costa, en la Junta
tenían mucha información de las actuaciones de un Jhored enfadado, por lo que
no querían que este se tomara personalmente la molestia de apuntarles si le
pasaba algo a Inaria.… Aunque en esto último todos los clanes tenían claro que,
si a Inaria le ocurría algo “sospechoso”, y esto podría ser incluso que se
tropezase ella misma por accidente, traería con total seguridad el regreso de
su Alteza Imperial y esta vez lo haría ciertamente nada contento, lo cual era
extremadamente peligroso para todos, por lo que por la cuenta que les traía procurarían
que fuese feliz y que nada ni nadie la molestase mientras “se las arreglaban”
entre ellos.
Inaria evidentemente, aunque tardó un
tiempo, termino por darse cuenta de su situación y poder entre su gente, pero
tal y como Jhored supuso que pasaría quería cambiar algunas cosas entre los
suyos que no le gustaban lo más minino y por lo que ella había sufrido en su
propia persona o la de sus amigos. Finalmente, de vez en cuando, Inaria aparte
de hablar regularmente con Kilara o incluso visitarla en palacio alguna que
otra vez, también se ponía en contacto directamente con Jhored para pedirle
“consejo” sobre cuestiones que se le presentaban con los demás Clanes, e
incluso con el suyo propio, dejándose guiar por su Alteza Imperial en sus
“planes”, siendo este muchas veces quien la frenaba en sus intenciones. Como le
dijo Jhored en una de sus primeras conversaciones sobre lo que Inaria
pretendía, esto era una carrera de fondo y no podía precipitarse, era mejor
conseguir algo poco a poco, por pequeño que pudiese parecer en ese momento, que
fracasar totalmente por tener prisa.
Por otro lado, el asunto de la base se
Sharthart se extendió como la pólvora por toda la CIG. Si bien de inicio fue el
hazme reír en toda la flota y ejército del CIG, a su vez provoco un aumento de
la seguridad en todas las bases y centros, temerosos de que ellos también
pudiesen recibir alguna “broma” de ese estilo por parte de su Alteza Imperial.
Los protocolos y medidas de seguridad fueron revisados con lupa en toda la CIG
incluso por las naves de la flota. El famoso dicho que se extendió por la Flota
como un mero reconocimiento a las capacidades de su Alteza, aunque nadie lo
considerara realmente posible, este repentinamente lo había hecho realidad y a
lo bestia, con todo su grupo de combate al completo. Ahora ya nadie se fiaba de
que no le diese por volver a intentarlo en otro sitio, y nadie estaba dispuesto
a pasar por ello especialmente visto el cachondeo que había a costa de la Base
de Sharthart. Para diversión de Jhored, todas las bases, naves y campamentos de
la Flota, del Ejercito e incluso de los cuerpos de las milicias de defensa
planetarias por toda la CIG se habían puesto de inmediato, nada más conocerse
la noticia, en alerta máxima por iniciativa propia mientras revisaban sus
protocolos con lupa.
Desde luego y pese a lo que pudiese
parecer desde fuera, esta “jugarreta” fue un severo toque de atención por parte
de su Alteza a toda la estructura militar de la CIG en todos los niveles, y
desde luego nadie con dos dedos de frente, pese al lógico cachondeo por ello,
se permitió tomárselo a broma y no tomar medidas. A nivel político la “broma”
de Jhored fue todo un espectáculo en trivisión para deleite del público en
general. La reunión de urgencia de ambas cámaras para tratar el asunto fue
realmente esperpéntica, con todo el mundo culpando a todo el mundo de lo
ocurrido mientras se tiraban los trastos a la cabeza unos y otros. Pese a lo
que cualquiera pudiese pensar, la popularidad y el beneplácito hacia su Alteza
Imperial tras conocerse el hecho creció muchos enteros entre la población, que
se partía de risa con todo este circo.
FIN
Maravilloso una vez mas Miles de gracias por publicar
ResponderEliminarApoteósico. Muy bien.
ResponderEliminarHemos sufrido esperando, pero ha merecido la pena.
Esperamos la siguiente entrega.
Shadow te pasaste, qué exelente libro!.. valió la pena la espera abrazo grande desde la Patagonia
ResponderEliminarGracias, maestro. Habiéndome divertido con el travieso príncipe muy doy cuenta que hace mucho que guardo interés por saber si Ashur se ha reencontrado con su madre y si ha dado con el insensato que quiere el el juguete que fabricó Salomón.
ResponderEliminarYo también estoy interesado y esperando la continuación de la saga de Ashur
EliminarGracias!! A sido un libro muy divertido. en hora buena. No deje de sonreír en toda la lectura.
ResponderEliminarGracias, gracias, gracias... y muchas mas!! Ahora toca la larga penitencia hasta la siguiente!! Muchísimas gracias por el trabajo que hay detras, que no vemos pero si leemos y disfrutamos.
ResponderEliminarGracias!!
Genial, como siempre. Ahora a esperar con paciencia por el siguiente. Si es posible no tardes mucho y, sobre todo, no hagas como el George R. R. Martín, que el cabrito la va a palmar sin terminar la "Canción de hielo y fuego".
ResponderEliminarMuy bueno, muy divertido, ahora a esperar cual es el misterio en el sector chin. No será que Ashur anda por allí? Saludos desde Cuba
ResponderEliminarEstaria muy divertido. Un nuevo matrimonio en la CIG ,o al menos una propuesta .
ResponderEliminarQue sea tan protocolaria y seria como para ser dirigida a un Planeta entero dirgida a cierta Sombra de su Alteza.
Hola Shadow, siempre es una satisfacción leerte y agradecerte tu generosidad por llevar con esta serie desde el 2012.
ResponderEliminarEn una serie tan larga como esta, que para mi parecer esta a medio camino entre una novela rio y una space opera. nos encontramos muchas veces en que nos salimos del curso principal y nos adentramos en pequeños brazos, que no dejan de ser divertidos y amenos, aunque no tanto como el curso principal.
Pero como siempre, muchísimas gracias por escribir y compartir.
Un saludo,
desprendiz
seque no es lugar aqui, pero ya no vas a publicar en todo relatos que es de donde te sigo desde cronicas de vhalzord el tercer libro
ResponderEliminarBueno, después de darte las gracias por este nuevo libro, solo queda esperar con paciencia al próximo. Muchas gracias.
ResponderEliminarGracias, gracias mil veces gracias
ResponderEliminarMi estimado shadow de los mejores o el mejor autor que leo, aunque me quedo con las ganas de leer ashur el maldito sigo con frecuencia tus obras espero puedas continuar con ashur un saludo desde Bolivia
ResponderEliminarShadow ¿no pensaste en subir spin off de esta serie a YT como relatos añadidos tipo sci-fi ? si conseguis que te lo monetizen ,mas encima que quedan a traves del tiempo seria un fuente de ingresos continua ,asi sean monedas y al mismo tiempo manda a los que vean a leer tu blog
ResponderEliminarAquí seguimos esperando, en el banco de la paciencia. Espero que no nos olvides. Pero gracias de todas formas.
ResponderEliminarEn la dulce espera 😊
ResponderEliminarLlevo sentado en el banco (de la paciencia, claro) 139 dias... es comodo, pero mis uñas ya no son mas que muñones...
ResponderEliminarGracias por esta magnifica saga!!!
Fumando espero, al hombre a quien yo quiero
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=Tk9KTR51m-I