jueves, 16 de mayo de 2024

                        Confederación Imperial Galáctica


Libro - 21

Las travesuras de Jhored


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Fecha estelar - 5346

1º Cuadrante Militar del Imperio

Sistema Murokhnanr

Planeta Murokhnanr

Capital Kunuar

 

Las ceremonias de boda de los Clanes eran ciertamente complejas, y contra más encumbrada la posición de los contrayentes, peor aún. Al número de invitados ilustres a los que tenían que dar coba y tratar adecuadamente, se unían una serie de normas rigurosamente llevadas al extremo, como por ejemplo los colores en el vestuario. El futuro esposo vestía de verde intenso, cualquier tono remotamente parecido de verde era visto de mal gusto y podría acarrear consecuencias, por lo que generalmente se evitaba el color en lo posible, o si se incluía, era algo muy pálido y procurando siempre que solo fuese una única pieza de ropa. Con la futura esposa era aún peor, el vestido solía ser azul cobalto, y directamente el color de la novia estaba terminantemente prohibido excepto en las joyas de las damas principales, las cuales obviamente, eran precisamente lo que solían portar, marcando así su posición relativa por ese medio.


Pero si había un tabú extremo para un color en esas ceremonias, este era el negro, si alguien quería llevar alguna pieza de dicho color, y solo una, el resto de colores de la indumentaria debían de ser tan escandalosos que hiciesen daño a la vista hasta el extremo de parecer ridículo, con el único fin de amortiguarlo. Obviamente, dada la idiosincrasia del pensamiento y forma de ser de los Clanes Murok, nadie hacia algo semejante pues terminaría pareciendo un imbécil arrastrando en ello a su propia familia dentro de su Clan, y no digamos en referencia al resto… Aunque existían también otras “especificaciones” problemáticas a la hora de las bodas de alto nivel, nada tan peligroso como los colores del vestuario…

Como en muchas otras culturas, las invitaciones al evento eran personales, y en algunos casos, se añadía el típico +1 por si se quería llevar un acompañante, especialmente si se trataba de los más jóvenes. En el caso de Nuari y Akrom cometieron el error de enviarles las invitaciones por separado y en ambos casos también con el fatídico +1 incluido en ambas. Lo cierto es que inicialmente estaba bien diseñada la idea de enviarlas así, ya que uno de los dos al menos debería de asistir, y evidentemente el otro no le querría dejar solo. Al enviar las dos en ese formato, ninguno querría quedarse fuera dejando a su pareja a los lobos, y el destruir una de las invitaciones no funcionaría porque con la otra podrían entrar ambos. Desgraciadamente para tan genial idea, su Alteza Imperial estaba en el planeta y cuando supo de esa característica especial del +1 se animó porque en una décima de segundo tuvo claro como poder estropearle la diversión a todo el mundo y de paso alegrarles el día al matrimonio, que serían los únicos que estarían “contentos” en la ceremonia…

Selena se temió que su Alteza tuviese la peregrina ocurrencia de asistir personalmente a la dichosa boda, pero para fortuna suya, en cuanto planteo semejante posibilidad, Jhored rápidamente lo negó, aduciendo que no era aún momento de hacer una aparición estelar… Por cierto, que al usar realmente el término “aparición estelar”, su Alteza provoco un escalofrió en sus colaboradores, temiendo estos lo que estuviese planeando realmente, que daban por sentado que no sería nada bueno para alguien…  Finalmente, su Alteza tuvo a bien explicar su plan, el matrimonio tendría como acompañantes dos Agentes del SISI con sus preciosos uniformes Negros y que además acorde con su reglamento interno, irían armados a la ceremonia. Cada esposo tendría un acompañante de su mismo sexo, una comandante y un capitán respectivamente, con el fin de no tener que separarse bajo ninguna circunstancia y evitar posibles comentarios maliciosos posteriores, aunque con el SISI de por medio seria de idiotas hacer algo semejante, pero siempre puede haber algún iluminado que sorprenda…

Cuando Jhored expuso su plan, Selena y el general Mao se llevaron las manos a la cara en gesto de “ya estamos otra vez”, mientras que Akrom y Nuari se quedaban con la boca abierta, para después estallar ambos es estruendosas carcajadas… Aunque Jhored no dijo nada, Selena fue más que consciente de que posiblemente sus dos compañeros tuviesen ordenes muy estrictas de su Alteza de que podían, o no hacer ante cualquier imprevisto, el problema es que conociendo a Jhored, este era más que capaz de autorizarlos a matar a cualquiera que fuese “extremadamente” ofensivo con cualquiera de los cuatro… El problema era lo que podría llegar a considerar Jhored como “extremadamente”, Selena se temía esas órdenes…

En realidad, Jhored tenía pensado desde el principio usar a alguno de los idiotas que poblaban los clanes, por supuesto que nadie especialmente relevante, para dar un escarmiento lo suficientemente sangriento como para lanzar una advertencia seria. Sin embargo y pese a esperarlo desde que acepto de Tanya que una de las naves de la escolta del Represor le desembarcase, la rápida y radical reacción de los patriarcas ante la presencia del Crucero de Batalla Innombrable en órbita, muy probablemente influenciados también por lo hacía escasos días ocurrido en Sharthart, había estropeado esa posibilidad aumentando la paranoia de los cabezas de los Clanes, por lo que ahora no lo consideraba “apropiado” para ese instante. Selena sin embargo, si presuponía que algo así trataría de hacer su Alteza, por lo que consideraba que pudiese intentar llevarlo a cabo aprovechando la boda… Lo cierto es que, si bien su primera intención se había frustrado, Jhored estimaba que quizá esta ceremonia le estaba ofreciendo algo mucho mejor, más discreto y a la vez mas intimidante para las cabezas de los Clanes, sabía que por su idiosincrasia no se tomarían a la ligera la presencia de dos oficiales uniformados del SISI acompañando a ambos esposos, y especialmente no lo harían con esos dos agentes concretos… Además, como ya dije, Jhored sabía desde el principio que un baño de sangre no era para nada la solución a ninguno de los problemas que había con el sistema, como mucho podría servir como un toque de advertencia, pero no más de eso, por lo que decidió aprovechar la boda para dar un susto de muerte a los clanes sin necesidad de derramar sangre, lo cual le vendría incluso mejor para lo que seguiría a esto en cuanto llegase Kilara haciendo su entrada estelar en Kunuar...

La ceremonia resulto bien, entretenida, especialmente porque ambos agentes del SISI vestían largos abrigos de color marfil que les llegaban hasta media caña de sus botas por lo que nadie pudo ver quiénes eran. La diversión comenzó cuando llego el momento de sentarse en la cena, justo en una mesa bien centrada, a la que todos los presentes podían ver perfectamente, justo ante la mesa central donde se encontraría la nueva pareja y sus familiares más directos. Resulto de lo más evidente que todo el mundo se había preparado para reírse y hacerle la vida imposible a los invitados allí sentados. En la mesa había ocho sitios reservados, pero cometieron un error con la forma que tenia de media luna, y es que, desde dos asientos concretos, justo en los extremos, uno frente al otro, se podía dominar toda la sala y sus comensales, que fue justo donde ambos miembros del SISI se fueron a sentar.

Cuando se sentaron tras quitarse ambos los abrigos, las sonrisitas se borraron de inmediato de la cara de todos los presentes. La repentina presencia en esa mesa de dos agentes uniformados del SISI, especialmente por el hecho de que fuesen los “acompañantes” de dos de las personas a las que pensaban “incordiar” ensombreció más de un rostro. La cara de ambos recién casados cuando ocuparon sus lugares y se dieron cuenta de que tendrían justo frente a ellos a los dos agentes, fue para enmarcar, y aun se puso peor para todos los presentes cuando alguien se dio cuenta de un pequeño detalle que había pasado desapercibido hasta el momento. Si el tener a dos Oficiales, un Comandante y un Capitán del SISI, armados y acompañando a sus “objetivos” ya era malo, la cosa empeoro miles de veces cuando alguien se dio cuenta de cierto emblema que ocupaba una parte del brazo derecho de cada uno de ellos. Al modo de las unidades de Marines destacadas en naves de la Flota, esos dos agentes a su uniforme, a su manga derecha, a la altura del hombro, también le habían añadido un parche no reglamentario en el que se podía ver la silueta de su nave y el nombre de esta…, “Represor”.

Quien más quien menos entre los principales miembros de los Clanes conocían esa costumbre no reglamentaria, ya que podían verlo entre los propios marines asignados a la Estación Central en el eje del sistema, o a las que hacían escala allí. Si en ese parche se hubiese visto la efigie de un Crucero de Batalla con el nombre “innombrable”, la cosa ya seria de por si mala dado la nave que era, pero el que fuese el propio Represor el que aparecía, lo convertía en una situación extrema, ya que nadie en su sano juicio usaría esa nave en un parche de no estar destinado en ella si es que quería seguir sano y salvo. Como cualquiera se podría supones, la cena fue muy “tranquila” para la mesa de ambos esposos, o por lo menos, lo fue especialmente después de que alguien tratase de tantear la situación haciendo un desafortunado comentario en voz alta que fue respondido de forma instantánea con un disparo que paso sobre la cabeza del “gracioso”. Tras el comentario y el disparo, todos los presentes apenas tardaron un par de segundos en darse cuenta de que el comandante tenía repentinamente su arma encima de la mesa, y unos minutos más en entender que la ocurrente falta de respeto del gracioso, le podría haber sido achacada en referencia a cualquier comensal de dicha mesa.

Dada la idiosincrasia de los Murok, también entendieron todos, que ese disparo simplemente había sido una advertencia “amistosa” y que posiblemente, ya no habría más… Los ocupantes de la mesa fueron debidamente ignorados en sus escasas conversaciones por el resto de “invitados”, más allá de las constantes y furtivas miradas de nerviosismo hacia ambos agentes. Y si, ciertamente la cena resulto de lo más incómoda para todo el mundo, donde una vez terminada, en contra de la costumbre habitual de alargar la velada y aprovechar para “hacer política”, todos los presentes parecieron tener mucha prisa por desaparecer de allí, empezando por ambos contrayentes y sus familias directas…

Según supieron al día siguiente por Nuari, su amiga Inaria les había dicho entre risas cuando habló con el matrimonio, que, tras la desastrosa boda, todos los patriarcas de los Clanes habían endurecido sus instrucciones y extendido la orden de “reclusión” a las segundas, terceras e incluso en algunos casos, cuartas familias… Si bien el matrimonio sí que sabía quién era realmente Jhored, por lo que ese parche hasta cierto punto no les extrañó, sorprendentemente, Inaria se pensó que todo había sido una estratagema para estropear la ceremonia por parte del “enviado” de la flota, gracias al amigo de la pareja, el profesor Jarkon… Claro que a ello ayudo el que Jhored en su anterior encuentro, le dejase creer a Inaria que probablemente fuese algo más que un enviado por contrataciones de la Flota. Jhored lo hizo de forma que fuese fácil entrever que su puesto muy probablemente debía de estar en el propio Estado Mayor Central en Capital. Desde luego, con esos parches, Jhored definitivamente había conseguido un pleno en su intención de dar un susto de muerte a los diferentes Clanes, a los cuales ahora casi, casi, se les podría catalogar en general, como totalmente “paranoicos” …

El Clan de Inaria, el Clan Nwari, ocupaba la cuarta posición en importancia, firmemente establecido en ella. El quinto Clan, el Clan Bonrtya, estaba bastante por detrás del Clan Nwari, por lo que era este el que en realidad servía de contrapeso entre los tres principales. Itredol Nwari, el abuelo de Inaria, era el que mantenía férreamente a su clan en tan difícil posición, pero debido a su protección a su nieta, estaba perdiendo lentamente poder dentro del Clan. Inaria como huérfana y sin otro familiar que su abuelo, en realidad no tenía una posición propia por sí misma dentro del Clan, y sus antecedentes pese a ser hija del hijo mayor del líder del Clan, al estar sola, no eran para nada buenos dado como funcionaban entre los Clanes. Su destino una vez desapareciese su abuelo, o incluso en el caso de que este se viese obligado en algún momento a dejar paso a su sucesor, será netamente malo pues posiblemente tratasen de casarla con quien fuese para quitársela de encima. Debido a esa falta de posición le sería imposible aspirar a un matrimonio con alguna familia principal de algún clan importante, como mucho y con suerte, seria entregada a una cuarta o quinta familia de un clan menor de entre los 30 electores, y eso si tenía suerte.

Jhored durante todo este tiempo anterior a desembarcar en el planeta, se había informado bien de la situación de Inaria y sus circunstancias, tanto por el profesor Jarkon, como por los servicios de inteligencia o en algunos detalles de la propia Kilara cuando hablaba de su amiga con él. Ya antes de llegar sabia por ejemplo que todas las primeras familias, e incluso alguna de las segundas de los principales clanes habían creado mal ambiente con ella, incluso en algún caso llegado a la enemistad clara, con el fin de poder evitar cualquier intento de enlace matrimonial con el “desecho” del Clan Nwari como en petit comité la denominaban. El corto periodo en que había tenido contacto con Inaria había podido verificar lo que le había ido contando Kilara tras sus conversaciones con ella, en las que siempre terminaba extremadamente cabreada y que más de una vez le había dicho si no podría encontrar algún modo de ayudarla. No era otra cosa, que salvo a su abuelo y un enormemente reducido grupo de amigos, los cuales se podrían contar con los dedos de las manos, el resto de miembros de los clanes, incluido el suyo propio, para ella eran tratables como poco menos que “enemigos” dado el atroz comportamiento que había recibido de ellos. Tras la boda, a Jhored le llegó el momento de dar el siguiente paso, el que convertiría a Inaria en una carga de antimateria bajo los pies del sistema de Clanes gracias exclusivamente a su amistad con Kilara…

Informo a su tío de la situación actual, a la espera de la certificación en capital del contrato, pero lo hizo en un momento muy particular, justo cuando este estaba jugando su habitual partida de Kristant con Kilara. Ni que decir tiene que Kilara tardo segundo y medio en montar en colera cuando se enteró dónde estaba Jhored y no se lo había dicho, sabiendo que era justo en la misma ciudad en la que vivía su queridísima amiga Inaria… Si tardo segundo y medio en reaccionar enfadándose, aun tardo menos en decidir y exigir ir al encuentro de Jhored, el cual hábilmente se quitó de en medio cortando la comunicación tras despedirse en cuanto su tío y su esposa comenzaron a discutir sobre la brillante idea de Kilara… Si por alguna casualidad Selena o el general Mao hubiesen llegado a pensar que esto había sido un error garrafal de Jhored, se les borro de inmediato de su mente en cuanto vieron que su expresión de apuro era modificada por una sonrisita socarrona tras cortar la comunicación…

Tras tratar de obtener información de Jhored, este únicamente les dijo que la llegada de Kilara a ver a su queridísima amiga Inaria sería algo realmente impactante para todos los clanes, lo definió como una “sorpresita” que tardarían muchísimo tiempo en poder olvidar, aún más que la boda… Después de esto concertó una reunión con Nuari y Akros, solicitando a ambos que, por favor, a la misma también asistiese Inaria pues tenía algo que comunicarle. Durante dicho encuentro, Jhored se sacó de la maga una peregrina historia de cómo había descubierto que Inaria era en realidad amiga de su esposa, Kyla y que esta, muy enfadada le había pedido reunirse con él para poder verla, lo cual había aceptado, explicándole a todos que ya estaba de camino, llegando en unos días. Esto, pasada la sorpresa inicial, se tradujo en una enorme alegría por parte de Inaria, provocando que Selena y el general Mao pusiesen cara de sufrimiento al ver como nuevamente su Alteza había colado una de sus historias en la cara de todos sin que ninguno realmente sospechase nada.

Después de esto, entró en un tema bastante más escabroso, especialmente para Inaria, pues le dejo claro que sabía perfectamente por Kyla, su esposa, cuál era su situación en su clan y lo que esto estaba perjudicando a su abuelo. Luego de esto y sin dejarle hablar, le explico que Kyla le había pedido que le ayudase si podía y había encontrado un modo de hacerlo. Pero antes debía de saber si estaba dispuesta a darle la vuelta a la situación y convertirse ella misma en la principal valedora y sostén de su abuelo en el Clan Nwari, advirtiéndole también que si accedía debía de seguir sus instrucciones al pie de la letra, y que una vez comenzase ya no tendría posibilidad de retorno… debería de seguir adelante sin mirar atrás…

Inaria, tal y como sabia su Alteza que haria, acepto de inmediato, siendo interrumpida por Jhored, el cual le recalco que si aceptaba, si bien la situación de su abuelo se convertiría en poco menos que inamovible, su futura situación personal no sería para nada sencilla, y ya no podría dar marcha atrás o abandonar, su única opción sería seguir adelante porque los Clanes no le permitirían no hacerlo. Jhored pese a sus protestas, le dio a Inaria tres días para pensárselo detenidamente, indicándole que solo entonces aceptaría su decisión al respecto, fuese cual fuese… Ya entonces para todos los presentes resulto demasiado obvio que Inaria no se echaría atrás, y que, si había un modo de poder proteger a su abuelo del resto del Clan, asumiría las consecuencias que fuesen necesarias para ello… Esto puso la mosca tras la oreja en sus colaboradores, entendiendo estos que si Jhored daba ese tiempo no era por magnanimidad…

En realidad, Jhored también era muy consciente de esto ya que lo hiciese o no su situación seria de todos modos mala, aunque por diferentes motivos, pero necesitaba esos tres días de demora para que su plan pudiese trazarse al milímetro. Las primeras peticiones que le haría a Inaria serian un tanto peculiares, y no quería dejar que esta pudiese tener tiempo libre para poder pensar detenidamente en ello, y ese sería el momento preciso en el que estuviese tan ocupada que le faltarían horas al día incluso para poder encontrar un hueco para poder dormir. En Diez días el Clan Nwari celebraría el sesenta aniversario de la elección del abuelo de Inaria como jefe del Clan, y esta como “supuesta” primera dama del Clan, posición ficticia que todo el mundo conocía, sería la encargada de que todo funcionase a la perfección y sin tropiezos. En tres días Inaria tendría tal cantidad de trabajo con la preparación del evento que si pudiese dormir dos o tres horas diarias sería un milagro ya que dada su situación nadie de su clan acudiría en su ayuda, y aunque Jhored era consciente de que Nuari, Akros y un par de sus otros amigos tratarían por todos los medios de echarle una mano, no sería suficiente ni de lejos para que pudiese tomarse un respiro…

La primera petición de Jhored fue simple, se escudó en que Kilara llegaría justo el mismo día de la fiesta de celebración del Abuelo de Inaria, por lo que le pidió poder asistir para que ambas pudiesen verse, ya que después Inaria se encontraría demasiado cansada como para poder estar mucho tiempo juntas y ellos no podría alargar su estancia en Kunuar mucho más. Aunque Inaria en un principio se mostró renuente, porque creía que algún idiota podría llegar a ponerles las cosas difíciles y ella no estar en ese momento a su lado, Nuari le recordó la boda, quienes, y de qué modo los acompañaron, provocando las carcajadas de esta al recordarlo. Aunque parecía algo lógico, Selena no la tenía todas consigo, sabía que Jhored debía de haber preparado algo especial para la entrada de Kilara en escena, y dudaba mucho que fuese simplemente sus compañeros de la escolta del SISI de Kilara usando abiertamente sus uniformes. No dudaba de que esto pasase, pero se barruntaba de que debía de haber algo más en la mente de su Alteza… eso sería excesivamente simple…

De hecho, Selena tenía razón, el motivo de que Jhored informase a su Tío justo en ese momento, no fue solo porque Kilara se enterase de donde estaba y automáticamente quisiese reunirse con él. En gran parte, ese momento fue elegido porque conocía a su Tío perfectamente, y sabía que no dejaría ir tan fácilmente a su Nuera a un lugar tan peligroso como podía ser Kunuar, la mismísima capital del sistema. Jhored era consciente de que esos dos terminarían discutiendo entre ellos, encabezonandose, y al final, llegando a algún tipo de acuerdo en el que Kilara tendría que ceder si deseaba de verdad llegar a tiempo de poder estar algo de tiempo con su amiga. Dada la mentalidad de su Tio, Jhored estaba seguro al 100% de la condición inamovible que este le impondría a Kilara para dejarla reunirse con él, algo que le estaba haciendo relamerse solo con pensar en el más que probable ataque de apoplejía que le iba a dar a más de un miembro de los Clanes en cuanto su queridísima esposa hiciese su entrada estelar en la fiesta… y lo que arrastraría tras esto…

Tanya, Selena y el general Mao estuvieron muy preocupados con su Alteza en el periodo desde que contacto con su tío, notificándole Kilara que se reuniría con él, hasta el mismo instante de partir en dirección a la fiesta del Abuelo de Inaria, en la casa ancestral del Clan Nwari en Kunuar. ¿El motivo?, el hecho de que su Alteza Imperial había estado todo este tiempo de lo más modosito, ajustándose escrupulosamente sin protestar ni una sola vez a todo lo que ellos organizaban para sus movimientos, y más sorprendente aun, sin hacer nada para darles esquinazo ni una sola vez. De repente, tanta repentina colaboración y buena voluntad por su parte, en un lugar en el que Jhored había estado tratando de meter sus narices durante tanto tiempo, les tenia a los tres muy nerviosos… El único motivo por el que Selena no ordeno que Sigrid que acudiese al planeta con todos sus comandos para acompañarlos a la fiesta, fue porque cuando transmitió las instrucciones para ello al Represor, Tanya le informo que por orden expresa de del Emperador serian parte de la escolta de Kilara, la cual ya había entrado al sistema a bordo del Superacorazado “Heros Parca” junto con su correspondiente escolta de Cruceros, Destructores, Fragatas y un par de Corbetas de Exploración… También aprovecho para explicarle a Selena, que en cuanto el grupo de Kilara se reuniese con el Represor y esta se trasládese al mismo, toda la flota se movería abiertamente a una órbita estacionaria directamente sobre la Capital, Kunuar.

Toda esta información le llego a Selena mientras terminaban de prepararse ellos mismos para asistir a la fiesta del Abueno de Inaria. Mas aun mosqueo a Selena el que Jhored, tras llegar a un acuerdo con ella sobre sus acompañantes, no pusiese pegas a su idea de que tanto ella misma, como los ocho miembros de la escolta habitual que los acompañarían luciesen abiertamente sus uniformes del SISI y el resto de sus compañeros se dispersase por la fiesta, todos ellos armados hasta los dientes. Por su parte el General Mao había sido comisionado para recibir y acompañar a Kilara, con instrucciones específicas de Jhored de no estropearle la sorpresa a nadie… Si al llegar su presencia causo sensación, especialmente cuando permanecieron pegados a Inaria y su abuelo con agentes uniformados del SISI formando un cordón a su alrededor, los cuarenta minutos en que tardo el General Mao en informar que estaban llegando… no fue nada con la entrada estelar de Kilara en la fiesta…

De hecho, Jhored le hizo la segunda petición a Inaria en ese instante. No fue otra cosa que el que pasase lo que pasase y viese lo que viese, se dirigiese sin vacilar, con paso firme a saludar y darle un abrazo a “kyla”… indicándole además que no se preocupase por nada porque “ella” podría acercarse sin problema porque estaba “autorizada”… Y aunque Inaria acepto sin dudar, el decirlo fue mucho más fácil que hacerlo… No fue el hecho de los marines con armadura de combate, en realidad eran los comandos de Sigrid, que entraron tomando posiciones en la sala son sus armas listas con sus selectores en potencia letal. Tampoco los miembros del SISI con su uniforme que la flanqueaban… no, lo que dejo a todo el mundo blanco fue la presencia de la Guardia Imperial rodeando y abriendo paso a Kilara en dirección a su amiga Inaria, que se había quedado petrificada… Por suerte un discreto empujoncito de Jhored recordándole lo que le pidió le puso en marcha, aunque su Alteza dudaba que fuese consciente de lo que realmente hacia debido al Shock… Si ya de por si los presentes estaban pálidos, primero el que la Guardia Imperial le abriese paso para entrar en su formación, y después el abrazo de Inaria a Kilara al saludarse, empeoro aún más la percepción de todos los presentes de los clanes. No había que ser muy inteligente para suponer correctamente quien era Kilara dado que la escoltaba la propia Guardia Imperial, y desde luego los patriarcas de los Clanes no llegaban a esa posición por ser estúpidos…

Peor se puso aun la cosa cuando lo primero que hizo Kilara tras presentarse y saludar al abuelo de Inaria usando su propio nombre, Kilara Volterra, fue dirigirse a Jhored como “su esposo” para echarle la bronca por no haberle dicho con tiempo que estaría “con su amiga Inaria”… aunque luego para empeorar las cosas, incluso para Selena y los demás, le diese las gracias por aceptar su petición de ayudarle con su amiga… Aunque Kilara realmente no se refiriese a “ayudar” a Inaria, sino a hacer posible que ella pudiese ir a verla a donde vivía, Jhored evidentemente se cuidó mucho de no “aclararlo” … Cualquiera con dos ojos, podía ver perfectamente como los miembros de los Clanes presentes, excepto Inaria y su abuelo tranquilizado por esta, como se suele decir, tenían sudores fríos con la situación… Tras esto tampoco había que ser un lince para dar por sentado que su Alteza Imperial finalmente había estado de incognito en el planeta un tiempo indeterminado, junto a Inaria, sin que nadie lo supiese, haciendo realidad las peores pesadillas de la junta y los cabezas de los clanes…

La tercera petición de Jhored para Inaria, de forma publica en la misma fiesta, no fue otra que solicitarla personalmente como un favor hacia él, que acompañase a Kilara en su regreso a Palacio en Capital, porque esta quería presentar a su amiga a sus hijos y pasar un tiempo juntas, la cual por supuesto acepto encantada de la vida, disfrutando por cierto de cómo se veían algunos de los presentes en la fiesta, pálidos y sudorosos.

 

 

EPILOGO

No creo que nadie se haga idea de lo que supuso esto para los diferentes Clanes, y lo que implicaría a la larga ese viaje a Palacio con su amiga “Kyla” para Inaria. Aunque Inaria le prometió a su abuelo que se comunicaría con el de forma frecuente, discretamente, Jhored le dio ciertas instrucciones concretas para que “él” también lo hiciese con su nieta en situaciones y momentos “muy específicos”, dándole para su uso personal una clave especial de acceso directo a las comunicaciones de Palacio. Durante los dos meses que Inaria estuvo con Kilara en palacio, si bien esta trato de contactar de modo que procurase que su abuelo estuviese solo para no causar ningún perjuicio… su abuelo siguiendo las instrucciones de Jhored no resulto ser tan discreto.

Una de las veces, por ejemplo, mientras comía en un restaurante en donde había también presentes miembros importantes de otros clanes, siguiendo las instrucciones de Jhored se comunicó con su nieta, sorprendiéndola en plena partida de Kristant con el Emperador, el cual aprovecho para saludarlo personalmente y felicitarle por su nieta… todo esto por imagen tridimensional, lo que permitió a todos los presentes ser testigos de con quien hablaba realmente… En otra de estas ocasiones “publicas”, Inaria fue sorprendida en un momento en que estaba con los Gemelos, explicándoles cosas de su vida en casa, estos, igual que antes el Emperador, también saludaron alegres y animados “al abuelo de su tía Inaria”. Y esto solo son dos ejemplos de los varios que ocurrieron

En realidad, aunque los gemelos de verdad le cogieron cariño a su “tía”, tal y como esperaba Jhored, estos inicialmente se acercaron corriendo a ella en cuanto vieron la posibilidad de que fuese capaz de influir en los castigos de su madre cuando preparaban alguna de las suyas… Inaria realmente cayo excepcionalmente tanto con el Emperador como con los dos niños, recibiendo de todos ellos una invitación a regresar de visita cuando quisiese y el tiempo que desease… Pero no fue solo su abuelo, también fue a Inaria a la que le ocurrió esto de llamar mientras que su abuelo estaba en un lugar con público, ya que otra de las instrucciones de Jhored fue que alterara su rutina habitual mientras esta estuviese en palacio, evidentemente sin comunicárselo a su Nieta. ¿Cómo podía saber Jhored que esto pasaría?... bueno, es su Alteza Imperial haciendo sus incomprensibles cosas habituales, creo que con eso está todo dicho y explicado…

Cuando Inaria regreso a casa se encontró con un importante cambio en su situación y la de su abuelo dentro del Clan Nwari. Si algo había quedado demostrado de forma fehaciente, es que Inaria era amiga personal de la princesa Kilara, lo que la situaba directamente en la órbita de su Alteza Imperial, el príncipe Jhored. Pero, además, esas comunicaciones “publicas” por imagen tridimensional con su abuelo también habían demostrado, primero que se trataba de “tu” con el propio Emperador, y que los hijos de los príncipes la trataban de “tía”. Eso implicaba una estrecha relación de Inaria con toda la familia Imperial al completo. Esto, en concepto de “influencia”, era el máximo posible al que se podría aspirar de acuerdo a la idiosincrasia de los clanes Murok.

Y ahí residía precisamente la carga de antimateria que Jhored les había metido a los clanes en la persona de Inaria. Con este nivel de influencia verificado, su sola presencia podría hacer vascular el nivel de poder de todo un clan. En esos instantes, el que Inaria pudiese abandonarles de algún modo, estaba completamente fuera de toda perspectiva para el Clan Nwari. Su problema actual, es que eran conscientes que tras todo lo ocurrido con ella lo único que podría retenerla firmemente de momento mientras trataban de mejorar sus relaciones a como diese lugar, era que su abuelo continuase siendo el patriarca del Clan. Esta situación en el resto de clanes era aún peor, pues las primeras y bastantes de las segundas familias del resto de los principales clanes, con el fin de ponerse fuera de un posible matrimonio con Inaria, se habían enemistado con ella cuando no vuelto abiertamente hostiles. Solamente las cuartas y alguna de las terceras familias habían mantenido una medio decente relación con ella, aunque tan solo porque no podían en su posición enemistarse abiertamente con Inaria, lo cual ahora les venía a todos ellos muy bien para sus intereses.

Ahora todo esto era un problema y de diversa índole. Inaria por sí misma, de casarse con la persona adecuada del Clan, podría desde hacer subir de nivel en uno o dos puestos según a quienes, o a fijar monolíticamente su posición en el caso de los tres primeros Clanes. Pero claro, esas personas que podrían conseguir esto ya se habían enemistado con ella, por lo que era un problema de difícil solución, pero aun así a todos los patriarcas de los clanes les interesaría llevársela con ellos mediante una boda concertada para aumentar su propio poder. Evidentemente, por otro lado, a ningún clan le interesaba que Inaria se fuese con un rival o con alguien directamente colocado en una posición en la que les pudiese ser posible ascender por encima de ellos… La situación política entre clanes se acababa de volver extremadamente complicada…

Pero eso mismo, ese interés de los patriarcas por atraer a Inaria a su propio Clan, aunque solo fuese por alejarla de los adversarios directos, llevaba directamente al siguiente problema creado por Jhored. Esta vez era a nivel interno, y es que, si la boda fuese con una segunda, tercera o incluso cuarta familia de un clan, según el caso concreto de su posible pareja, Inaria gracias a esta relación directa con la familia Imperial podría hacer vascular a favor de su esposo el poder dentro de dicho Clan, llegando incluso a ponerlo directamente en la lucha por el futuro patriarcado del Clan nombrándolo heredero legitimo para el mismo y haciendo ascender de nivel interno a su familia. Obviamente, a las primeras, e incluso segundas familias, esto no les interesaba, pues podría llegar a dar lugar en la pérdida de su estatus actual y una significativa rebaja en su influencia tanto interna como externa.

Inaria, tanto en la política entre clanes, como en la interna de cualquiera de ellos, era el caballo de Troya de Jhored debido al poder de influencia en ella que podría hacer saltar por los aires su estabilidad en cualquiera de ambos ámbitos. Y finalmente, también estaba la propia junta con sus propios problemas propios gracias a la relación cercana de Inaria con la familia Imperial. Por un lado, querría del mismo modo, evitar que Inaria con su influencia pudiese ser monopolizada por un único clan en su beneficio. Y por otro garantizar su seguridad a toda costa, en la Junta tenían mucha información de las actuaciones de un Jhored enfadado, por lo que no querían que este se tomara personalmente la molestia de apuntarles si le pasaba algo a Inaria.… Aunque en esto último todos los clanes tenían claro que, si a Inaria le ocurría algo “sospechoso”, y esto podría ser incluso que se tropezase ella misma por accidente, traería con total seguridad el regreso de su Alteza Imperial y esta vez lo haría ciertamente nada contento, lo cual era extremadamente peligroso para todos, por lo que por la cuenta que les traía procurarían que fuese feliz y que nada ni nadie la molestase mientras “se las arreglaban” entre ellos.

Inaria evidentemente, aunque tardó un tiempo, termino por darse cuenta de su situación y poder entre su gente, pero tal y como Jhored supuso que pasaría quería cambiar algunas cosas entre los suyos que no le gustaban lo más minino y por lo que ella había sufrido en su propia persona o la de sus amigos. Finalmente, de vez en cuando, Inaria aparte de hablar regularmente con Kilara o incluso visitarla en palacio alguna que otra vez, también se ponía en contacto directamente con Jhored para pedirle “consejo” sobre cuestiones que se le presentaban con los demás Clanes, e incluso con el suyo propio, dejándose guiar por su Alteza Imperial en sus “planes”, siendo este muchas veces quien la frenaba en sus intenciones. Como le dijo Jhored en una de sus primeras conversaciones sobre lo que Inaria pretendía, esto era una carrera de fondo y no podía precipitarse, era mejor conseguir algo poco a poco, por pequeño que pudiese parecer en ese momento, que fracasar totalmente por tener prisa.

Por otro lado, el asunto de la base se Sharthart se extendió como la pólvora por toda la CIG. Si bien de inicio fue el hazme reír en toda la flota y ejército del CIG, a su vez provoco un aumento de la seguridad en todas las bases y centros, temerosos de que ellos también pudiesen recibir alguna “broma” de ese estilo por parte de su Alteza Imperial. Los protocolos y medidas de seguridad fueron revisados con lupa en toda la CIG incluso por las naves de la flota. El famoso dicho que se extendió por la Flota como un mero reconocimiento a las capacidades de su Alteza, aunque nadie lo considerara realmente posible, este repentinamente lo había hecho realidad y a lo bestia, con todo su grupo de combate al completo. Ahora ya nadie se fiaba de que no le diese por volver a intentarlo en otro sitio, y nadie estaba dispuesto a pasar por ello especialmente visto el cachondeo que había a costa de la Base de Sharthart. Para diversión de Jhored, todas las bases, naves y campamentos de la Flota, del Ejercito e incluso de los cuerpos de las milicias de defensa planetarias por toda la CIG se habían puesto de inmediato, nada más conocerse la noticia, en alerta máxima por iniciativa propia mientras revisaban sus protocolos con lupa.

Desde luego y pese a lo que pudiese parecer desde fuera, esta “jugarreta” fue un severo toque de atención por parte de su Alteza a toda la estructura militar de la CIG en todos los niveles, y desde luego nadie con dos dedos de frente, pese al lógico cachondeo por ello, se permitió tomárselo a broma y no tomar medidas. A nivel político la “broma” de Jhored fue todo un espectáculo en trivisión para deleite del público en general. La reunión de urgencia de ambas cámaras para tratar el asunto fue realmente esperpéntica, con todo el mundo culpando a todo el mundo de lo ocurrido mientras se tiraban los trastos a la cabeza unos y otros. Pese a lo que cualquiera pudiese pensar, la popularidad y el beneplácito hacia su Alteza Imperial tras conocerse el hecho creció muchos enteros entre la población, que se partía de risa con todo este circo.

 

 

FIN


20 comentarios:

  1. Maravilloso una vez mas Miles de gracias por publicar

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  2. Apoteósico. Muy bien.
    Hemos sufrido esperando, pero ha merecido la pena.
    Esperamos la siguiente entrega.

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  3. Shadow te pasaste, qué exelente libro!.. valió la pena la espera abrazo grande desde la Patagonia

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  4. Gracias, maestro. Habiéndome divertido con el travieso príncipe muy doy cuenta que hace mucho que guardo interés por saber si Ashur se ha reencontrado con su madre y si ha dado con el insensato que quiere el el juguete que fabricó Salomón.

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    1. Yo también estoy interesado y esperando la continuación de la saga de Ashur

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  5. Gracias!! A sido un libro muy divertido. en hora buena. No deje de sonreír en toda la lectura.

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  6. Gracias, gracias, gracias... y muchas mas!! Ahora toca la larga penitencia hasta la siguiente!! Muchísimas gracias por el trabajo que hay detras, que no vemos pero si leemos y disfrutamos.
    Gracias!!

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  7. Genial, como siempre. Ahora a esperar con paciencia por el siguiente. Si es posible no tardes mucho y, sobre todo, no hagas como el George R. R. Martín, que el cabrito la va a palmar sin terminar la "Canción de hielo y fuego".

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  8. Muy bueno, muy divertido, ahora a esperar cual es el misterio en el sector chin. No será que Ashur anda por allí? Saludos desde Cuba

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  9. Estaria muy divertido. Un nuevo matrimonio en la CIG ,o al menos una propuesta .
    Que sea tan protocolaria y seria como para ser dirigida a un Planeta entero dirgida a cierta Sombra de su Alteza.

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  10. Hola Shadow, siempre es una satisfacción leerte y agradecerte tu generosidad por llevar con esta serie desde el 2012.

    En una serie tan larga como esta, que para mi parecer esta a medio camino entre una novela rio y una space opera. nos encontramos muchas veces en que nos salimos del curso principal y nos adentramos en pequeños brazos, que no dejan de ser divertidos y amenos, aunque no tanto como el curso principal.

    Pero como siempre, muchísimas gracias por escribir y compartir.

    Un saludo,

    desprendiz

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  11. seque no es lugar aqui, pero ya no vas a publicar en todo relatos que es de donde te sigo desde cronicas de vhalzord el tercer libro

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  12. Bueno, después de darte las gracias por este nuevo libro, solo queda esperar con paciencia al próximo. Muchas gracias.

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  13. Gracias, gracias mil veces gracias

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  14. Mi estimado shadow de los mejores o el mejor autor que leo, aunque me quedo con las ganas de leer ashur el maldito sigo con frecuencia tus obras espero puedas continuar con ashur un saludo desde Bolivia

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  15. Shadow ¿no pensaste en subir spin off de esta serie a YT como relatos añadidos tipo sci-fi ? si conseguis que te lo monetizen ,mas encima que quedan a traves del tiempo seria un fuente de ingresos continua ,asi sean monedas y al mismo tiempo manda a los que vean a leer tu blog

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  16. Aquí seguimos esperando, en el banco de la paciencia. Espero que no nos olvides. Pero gracias de todas formas.

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  17. Llevo sentado en el banco (de la paciencia, claro) 139 dias... es comodo, pero mis uñas ya no son mas que muñones...
    Gracias por esta magnifica saga!!!

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  18. Fumando espero, al hombre a quien yo quiero
    https://www.youtube.com/watch?v=Tk9KTR51m-I

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