martes, 14 de mayo de 2024

                           Confederación Imperial Galáctica


Libro - 21

Las travesuras de Jhored


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Fecha estelar - 5346

1º Cuadrante Militar del Imperio

Sistema Murokhnanr

Planeta Murokhnanr

Capital Kunuar

 

La visita en la tarde de Jhored a Akros, el amigo del profesor, en sus oficinas para cerrar la firma del acuerdo, fue otra lucha contra Selena, quien quería ir con todos los escoltas. Obviamente, Jhored adujo que no se podría pretender que, para firmar un acuerdo, un simple enviado llevase medio batallón de escoltas tras su espalda… Al final logro que Selena tragase con el módico número de ocho escoltas más ella y el general Mao. Eso sí, el resto se encargarían de permanecer en el perímetro del edificio por si surgían problemas… Jhored sabia como estos se las gastaban con ese presunto tipo de “problema”, y no olvidaba tampoco que en conjunto llevaban suficientes granadas como para, literalmente hablando, demoler la mitad del edificio si fuese necesario y que si le creían en peligro no dudarían en usarlas de forma tan abundante o letal como considerasen necesario.


Además de lo anterior, de nuevo Jhored trato de que Selena alterase en algo su forma habitual de vestirse, maquillarse, peinarse, etc. Y como la vez anterior que lo propuso, esta se negó de plano aduciendo que no veía la necesidad… Si Selena en su cabreo por todo lo anterior no hubiese cometido el error de dar rápidamente la espalda a su alteza, habría visto en este aflorar una sonrisita socarrona que no auguraba nada bueno para ella, y muy posiblemente apuntase hacia alguna futura trastada… Algo que le contó en su día el profesor Jarkon mientras ensalzaba a Nuari, la esposa de Akros, puso en alerta a su Alteza, e hizo que este comenzase a planear como poder aprovecharlo para reírse un poco de su tiránica guardaespaldas… De hecho, Nuari, también le iba a venir bien a Jhored para poder demostrar algo que siempre le había preocupado y que sabía que por mucho que dijese a sus colaboradores estos desecharían de inmediato por ser “altamente improbable” como poco, y desgraciadamente para él, todas sus aventuras parecerían avalarlo así… hasta ahora.

La llegada a la reunión fue completamente normal, Akros, el amigo del profesor Jarkon fue quien les recibió en persona en la puerta del edificio en donde se encontraban las oficinas de la compañía. Tras los saludos protocolarios, guio al grupo a una muy adornada sala de juntas en la que había una mesa ovalada con numerosos y comodísimos impresionantes sillones adaptables, válidos para la mayoría de las razas de la Confederación Imperial. Obviamente, se notaba en todos los detalles que habían preparado con enorme esmero esta reunión. Jhored sabia por el profesor que este contrato era la última oportunidad de Akros y su esposa Nuari para poder salvar la empresa.

Con todos sentados, tras repartir Selena, ejerciendo las funciones de un ayudante, y cuando se disponían a comenzar con las conversaciones entro en la sala Nuari, la esposa de Akros. Al entrar hizo ademán de cerrar la puerta tras de sí, sin embargo, por unos segundos se quedó congelada mirando en dirección a Selena, quien estaba en pie justo detrás de Jhored, para después pasar sus ojos por todos los miembros del grupo de Jhored hasta detenerse en él por tan solo medio segundo. Entonces Nuari, hizo un gesto a todos los ayudantes de su empresa que se encontraban en la sala, indicándoles luego con voz potente que saliesen de la sala hasta que ella personalmente les invitase a entrar de nuevo. Al ver esto Jhored se limitó a suspirar poniendo en su cara un gesto de “allá vamos” … Una vez cerrada la puerta tras los que salieron, y antes de que Nuari pudiese hacer nada Jhored se puso en pie e intervino…

-        Está bien… ni se moleste en hacer una reverencia… ya veo que sabe quién soy… -sonrió Jhored-.

-        ¡Alteza Imperial! -atronó Nuari clavando su rodilla en tierra y cruzando sus brazos con los puños a la altura de los hombros según el saludo tradicional al máximo jerarca de un Clan, haciendo caso omiso de las instrucciones de Jhored, el cual volvió a suspirar-.

-        ¡Como! ¡El príncipe! -exclamó Akros, poniéndose en pie de un salto e imitando de inmediato a su esposa-.

-        Vaya… parece que esta vez a su Alteza no le ha ido tan bien tratando de pasar desapercibido… -replico Selena en tono zumbón-.

-        No te equivoques Selena, querida mía, no ha sido a mí a quien esta señora ha reconocido… -se dirigió a Selena con una sonrisa sarcástica-.

-        ¿Cómo qué no? -pregunto sorprendido el general Mao-.

-        Señora Nuari, por favor, ¿podría explicarle a mi sequito como ha llegado tan fácilmente a la conclusión de quien era yo…? -pregunto Jhored volviéndose a sentar y haciendo un gesto al resto para que hiciesen lo mismo-.

-        Obviamente le ha reconocido nada más entrar… se ha visto claramente en su expresión al verle… -replicó Selena-.

-        Lo siento, pero no he reconocido a su Alteza, ha sido a usted… -señalo Nuari a Selena-.

-        ¡Explíquese! -exclamo seca una sorprendida Selena con tono imperioso-.

-        Cuando Jarkon, el amigo de mi esposo nos dijo que posiblemente vendría su Alteza en persona, vimos todas las imágenes que pudimos encontrar para tratar de asegurarnos de reconocerlo, pero era imposible, siempre daba la impresión de que algo había cambiado… Era… frustrante, nos dimos cuenta que posiblemente nos sería imposible reconocerlo incluso si lo teníamos delante… como ahora…

-        ¿Entonces? -pregunto el general Mao-.

-        Bueno, me di cuenta, que en todas las imágenes de trivisión o bidimensionales en pantallas antiguas que vi, siempre, aunque solo fuese por unos segundos, aparecía la misma mujer… ella -señalo a Selena-.

-        Dicho de otro modo, la señora Nuari llego a la muy acertada conclusión que, si en vez de centrase en tratar de encontrarme a mí, le dedicaba su atención a tratar de reconocer a Selena, una vez la viese era obvio que yo no estaría muy lejos… ¿Me equivoco en la deducción? -sonrió Jhroed sarcástico, mirando a Selena-.

-        No Alteza, es correcto, esa es la conclusión a la que llegue tras ver innumerables horas de imágenes de usted en las que, de un modo u otro, antes o después, ella siempre terminaba por aparecer, aunque solo fuese una fracción de segundo… -sonrió también Nuari-.

-        ¿Ahora por fin tienes claro porque te insistía en que cambiases tu aspecto, aunque solo fuese mínimamente…? -le pregunto un divertido Jhored con tono zumbón, mirando como Selena se iba cabreando poco a poco-.

-        ¿Y no me lo podía haber dicho directamente…? -pregunto una ya hipercabreada Selena-.

-        ¿Decírtelo y perderme la cara de sorpresa que has puesto al darte cuenta de que has sido la culpable de esto? Tú estás de broma… -replico riéndose Jhored, mientras el General Mao dirigiéndose hacia Selena le hacia su gesto habitual de “ya nos la ha jugado otra vez”-.

-        Lo que no entiendo es como sabía que la Sra Nuari iba a reconocer a Selena, porque estoy completamente seguro que lo esperaba… -replico el general Mao mirando fijamente a Jhored-.

-        Creo que no habéis prestado atención a mis conversaciones con el profesor ni a lo que me contaba sobre sus amigos. En cuanto escucháis algo que no os interesa os desconectáis, y así es muy fácil liárosla… -se rio Jhored cabreando aún más a Selena-.

-        Alteza mire que le pego una patada en el culo y le mando de regreso a capital… no me toque más las narices… -replico sulfurada Selena, arrancando carcajadas de Jhored-.

-        Está bien… está bien… que genio… En resumen, el profesor Jarkon me hablo excepcionalmente bien de las dotes de observación, de la inteligencia y de la memoria fotográfica de la Sra Nuari. También se le escapo que les había dicho que era incluso posible que fuese en persona a ayudarles, porque me había visto muy interesado en visitar el sistema…

-        No termino de entender… -interrumpió el general Mao-.

-        Pues es obvio, si todo lo que dijo el profesor era verdad, y no tenía porque no serlo, esta señora -señalo a Nuari-, trataría de encontrar un método de poder reconocerme… Y el único punto débil en eso por mucho que yo haya intentado evitarlo, me temo que sois vosotros, o más concretamente, Selena, porque sois los únicos que estáis permanentemente a mi lado… -sonrió Jhored-.

-        Eso lo entiendo, mis compañeros de su escolta rotan, cambiando cada cierto tiempo, ¿Pero porque yo y no Mao, Gzak o incluso la misma Tanya? -pregunto Selena-.

-        Pues porque la que siempre, en algún momento aparece a mi lado, de un modo u otro, eres tú. Mao y Gzak se alternan entre ellos cuando nos movemos, incluso algunas veces quedan en el Represor, por lo que no son una cara fija continua. Tanya por su parte, no abandona el Represor excepto en contadas ocasiones y siempre que lo hace es con ciertas condiciones muy concretas… Por eso en Sharthark tan solo les hizo falta ver a Tanya junto a nosotros para saber que el Represor tenía sí o sí que estar amarrado en algún punto de la base…

-        Muy bien, mis disculpas Alteza. Desde hoy comenzare a tomarme más en serio mi aspecto… no volverá a ocurrir… -admitió Selena a regañadientes-.

-        Tu tranquila, ahora que lo sabes, yo mismo me ocupare de que esto no ocurra otra vez… En cuanto regresemos al Represor comenzara tu entrenamiento para ello -le sonrió Jhored con esa sonrisita adorablemente siniestra que solo él sabía poner, provocando en Selena un escalofrió-.

-        Un momento Nuari, antes de que hagas entrar a vuestros colaboradores tengo que hablar con ambos, contigo y con Akros sobre el contrato… -dijo Jhored a Nuari cuando esta estaba a punto de abrir la puerta para dejar entrar otra vez a todo el mundo-.

-        Díganos Alteza… por favor -replicó Akros en tono respetuoso-.

-        Primero, no quiero volver a escuchar lo de Alteza, Príncipe, o cualquier cosa similar. Hasta nuevo aviso llamarme solo… Uhmmm… Jhod, si, eso bastaría para no ser obvio…

-        Como digas… Jhod… -replico sonriendo Nuari-.

-        Bien, vamos con el contrato. En primer lugar, una vez lo estudiéis y lo firméis, recordad que tendrá que ser validado en Capital, por lo que está bajo en amparo de las leyes generales y específicas de la CIG y no las del sistema. Tenedlo en cuenta en todo momento…

-        Somos conscientes de ello… -asintió Akros-.

-        Bien, segundo… tenéis dos modos de manejar este contrato, el habitual, maximizando los beneficios, lo cual no creo tener que explicaros para nada. Pero existe una segunda posibilidad, sacrificar beneficios para usarlo de modo estratégico, especialmente en vuestra situación actual con los Clanes… -sonrió Jhored-.

-        No entiendo... por favor… -Akros hizo ademan de que siguiese-.

-        Este contrato entrara en la órbita de la ley de elementos estratégicos, por lo que las medidas de seguridad que tendréis que aplicar son muy estrictas, y para las que recibiréis asesoramiento. Maximizar beneficios es fácil, una fábrica para los tres módulos del dispositivo… o usarlo de modo estratégico, tenéis tres complejos de fabricación, dividirlo, fabricar cada módulo en un sitio diferente… -explico Jhored-.

-        Pero… -Nuari fue interrumpida por Selena-.

-        Lo que su Alteza quiere decir con estratégico, es que, bajo esta ley, cualquier problema en el centro de fabricación del dispositivo será competencia del SISI. Serán compañeros míos quienes se encarguen de investigarlo y tomar medidas… si lo dividen, sus tres complejos entrarían dentro de esta “protección” … aunque evidentemente tanto en seguridad como en logística aumentaría sus costes reduciendo sus beneficios -explico Selena-.

-        Es tal cual lo explicó Selena. La ventaja y a su vez inconveniente, es que, si ellos investigan cualquier posible problema futuro -Jhored señalo a Selena-, no van a pararse a mirar quien es quien. Está garantizado que el responsable será castigado de forma bastante severa, incluso podría perder la cabeza… literalmente hablando… sea quien sea, sin excepciones…

-        Lo entendemos… -replico mirando a su esposa un instante, continuando a su gesto de asentimiento-, y creo que con nuestra situación será mejor que lo usemos como nos han explicado, dividiendo el sistema entre nuestras tres fábricas… Si alguien de nuestra confianza no actúa limpiamente, se tendrá que atener a las consecuencias… como usted dice… sea quien sea…

-        Bien, eso sería una decisión inteligente, pero además… -sonrió Jhored-, asegúrense antes de firmar ese contrato, que su centro de investigación en Berto-reth tenga una entrada común general con el centro de fabricación anexo, de ese modo como parte integrada con su complejo de fabricación, también entraría dentro de la “protección” del SISI …

-        Mientras nuestros empleados estudian el contrato con calma, con mucha calma, voy a dar instrucciones de que se comience hoy mismo con la modificación para reubicar y centralizar la entrada de ambos centros en una sola común… Así se podrán unir en un único complejo -replicó sonriendo Nuari dirigiéndose a toda velocidad hacia la puerta-.

-        Por cierto, una vez entreguemos el contrato y aclaremos las dudas de sus subordinados, me gustaría que me aconsejasen un sitio donde poder cenar que no sea mi hotel… Por supuesto también que nos acompañasen los dos… -sonrió Jhored, haciendo que Selena frunciese el ceño mirándole fijamente, no teniendo todas consigo con esta repentina petición, por lógica o normal que pudiese parecer-.

-        Por eso no se preocupe, es más, no solo le indicaremos, sino que les invitaremos a cenar nosotros… es lo mínimo que podemos hacer… sin olvidarnos de que si no les atiendo bien luego me tocaría aguantar a Jarkon… -se rio Akros, arrancando una carcajada de Jhored-.

Fueron cuatro horas estándar lo que tardaron los subalternos de Akros y Nuari para verse satisfechos con las explicaciones que les dieron entre Jhored y el General Mao. Luego de esto Akros fue quien guio al grupo hasta el restaurante, en el cual se dio una curiosa situación que aparentemente desconcertó a ambos esposos. Previo a comenzar a comer, Nuari recibió una llamada por su intercomunicador procedente, según explicó, de su amiga Inaria interesándose por su presunta presencia en una próxima boda de una pareja que estrecharía lazos entre dos clanes importantes, y a lo que en ese instante no dieron mayor importancia. Estaban degustando un primer plato, cuando Akros le hizo un comentario a Nuari un tanto desconcertado…

-        Qué raro… no hay nadie de las primeras familias de ningún Clan… Solo veo un par de miembros de segundas familias, el resto son de tercera, cuarta e incluso quinta… -le dijo Akrom a Nuari curioso-.

-        ¿Eso es raro? -pregunto Selena rápidamente, adelantándose a Nuari-.

-        Bastante… en estas horas debería de haber cuanto menos media docena de miembros de primeras familias cenando aquí… este restaurante es muy prestigioso, siempre alguien de entre los treinta primeros clanes esta cenando… Pero hoy… no hay nadie… además los que están evitan cuidadosamente el contacto visual con otras mesas… es como si su máximo interés fuese evitar posibles problemas… -replicó Akrom-.

-        Inaria cuando me ha preguntado si iríamos a la boda los dos al final me ha dicho que todos los miembros principales de los clanes han sido llamados a las residencias de los patriarcas… creo que por eso no hay nadie aquí esta noche… -replico Nuari-.

-        ¿Todos los clanes? -se sorprendió Akrom-.

-        Si, según Inaria, todos… Por ejemplo, su abuelo ha prohibido a todos sus primos primeros salir de sus casas en los próximos días… por lo menos hasta después de la boda… y ha dejado muy claro al resto que ahora mismo no quiere ningún tipo de problema con nadie o lo pagaran muy caro…

-        ¿Tan importante es esa boda? -pregunto curioso el general Mao-.

-        Es importante, pero solo por eso no tiene sentido que prohíban la salida de los herederos de las primeras familias… -replico Nuari pensativa-.

-        Es por el Crucero de Batalla que está en órbita… el Innombrable… -dijo Jhored sorprendiendo a todos-.

-        Pero… -Nuari fue interrumpida por una joven que se acercó a ellos-.

-        Vuestro amigo tiene razón… es por esa Nave que está en órbita… Hola, buenas noches, perdón por interrumpir y meterme, soy Inaria… -saludo al grupo de Jhored-.

Tanto Akrom como Nuari se levantaron rápidamente y la abrazaron, apoyando la barbilla sobre el extremo de cada uno de los hombros del otro, en un saludo reservado exclusivamente para la gente muy cercana o los parientes de la familia directa, algo típico de su raza. Inaria tras las presentaciones y saludos estándar de rigor con el resto, tomo asiento en la mesa pidiendo de inmediato algo para cenar también ella. Según explico luego Inaria, el problema es que ese Crucero de Batalla pertenecía al grupo de escoltas habituales del Represor, Nave insignia del príncipe heredero… Una vez se confirmó el hecho por parte de la junta, los patriarcas fueron advertidos de ello, resultando en esa rápida prohibición y la dura recomendación al resto…

Según Inaria, el temor a que su Alteza de algún modo hubiese podido escabullirse en el planeta tenia a todo el mundo muy, pero que muy nervioso, máxime después de conocerse lo ocurrido tan solo días antes en la base de la Flota de Sharthart, lo cual como en casi toda la CIG, también había sido la comidilla en los Clanes… Ninguno de los diferentes patriarcas quería que por cualquier casualidad algún idiota con su comportamiento “habitual” fuese a chocar precisamente con el Príncipe Jhored si es que de verdad estuviese en el planeta de incognito… Según Inaria, una tercera, cuarta, quinta, e incluso en algunos casos la segunda familia, no preocupaba a los patriarcas, aunque resultase exterminada por meterse con quien no debía, pero la primera era otra cuestión, pues de ella solía salir el 99.9% de las veces el futuro sucesor… y todos conocían muy bien como actuaba su Alteza Imperial si se veía abocado a tener que responder con dureza…

-        Vamos que somos nosotros al desembarcar del Crucero quienes les hemos metido miedo… Al final va a resultar divertido que nos haya acompañado hasta aquí un Crucero de Batalla de la escolta del Represor… -se rio Jhored, haciendo que Selena, Mao y varios de los escoltas rodasen los ojos ante la cara que le estaba echando en su respuesta-.

-        No entiendo… -miro Inaria desconcertada a Akrom y Nuari-.

-        Vera, he venido a firmar un contrato de la Flota con la empresa de los Sres Akrom y Nuari, y para llegar hasta la capital, me fue asignado ese Crucero además del resto de las escoltas que están junto a él en la órbita… -replicó sonriente Jhored-.

-        ¡Ahhh!, es usted de la Flota, del departamento de contratos en la propia Capital o algo así, ¿no? -replicó Inaria-.

-        Si, más o menos, algo así, parecido… un amigo de Akrom con muy buenos contactos hizo ciertas gestiones en las altas esferas en Capital, informo de algo interesante para la Flota, movió algunos hilos y el resultado de ello es mi presencia aquí para tratar el asunto directamente…

-        Esto entonces os ayudara, ¿no? -preguntó muy interesada Inaria-.

-        Si, lo cierto es que si… en cuanto el contrato este firmado y verificado en Capital, durante al menos diez años nuestra empresa será poco menos que intocable para las prácticas habituales de los clanes… -sonrió Akrom-.

-        Ya te contaremos con más calma -le apretó la mano Nuari a Inaria en gesto de cariño-.

-         Espero que así os dejen en paz… Sobre la boda… he intentado hablar con mi abuelo, pero no cede… -explicó una enfadada Inaria-.

Básicamente, por lo que finalmente explicaron entre los tres, la boda iba a ser una trampa para ambos esposos y otro par de parejas que como ellos habían desobedecido a sus clanes al casarse. Les habían puesto en una especie de mesa centrada en el salón donde se celebraría el típico banquete para los novios, una posición nada divertida si se convertían en el blanco de los presentes. Los tres estaban seguros de que lo iban a pasar mal, Inaria estaba intentando que su abuelo les permitiese cambiarse a su mesa, o al menos, que ella pudiese ir con ellos, pero este se había negado en redondo. Estuvieron explicando detalladamente al grupo entre los tres, como funcionaban las bodas y la situación específica para cada uno de ellos. Según supieron más adelante por ambos esposos cuando Inaria se despidió de ellos, el único apoyo real de Inaria en su Clan era su abuelo, que era el patriarca del mismo, pero eso mismo estaba poco a poco socavando su posición… Ambos lo veían muy mal para ella el día en que su abuelo faltase o fuese obligado a ceder su sitio al sucesor…

Dos cosas sucedieron en esa cena, la primera y que hizo que tanto Akrom como Nuari casi se ahogasen con sus respectivas comidas y bebidas, fue cuando hablando de la posible presencia del Príncipe en el Planeta y lo sucedido en Sharthart, Inaria no tuvo otra ocurrencia que poner como ejemplo el restaurante, asegurando que tal y como era su Alteza Imperial, podría estar cenando en cualquiera de las mesas del mismo y nadie darse cuenta de su presencia, arrancando una risita a Jhored y un gesto de “dolor” a Selena y el resto de su grupo. Lo segundo que sucedió una vez Inaria se marchó debido a una llamada que recibió de su abuelo, y que puso los pelos de punta a su sequito, fue cuando Jhored, con esa sonrisita siniestra que tanto adoraban ver en su cara, les preguntó a ambos esposos si querían convertir esa comida tras la ceremonia en algo tan incomodo que no sería fácilmente olvidado por nadie presente en ella…

 

CONTINUARA


5 comentarios:

  1. Ya me veo a Jhored asistiendo a la boda y fastidiando a todos los principales clanes

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  2. Estás loco hermano,que locura de capitulo, impresionante .no se que más agregar... gracias totales

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  3. Bueno. A ver si esta vez lo consigo. Muy bien, una magnífica entrega.

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  4. Nada. Va a su aire. A ver qué pasa ahora

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  5. ¡ Que alegría que retomes la escritura ! Espero que la salud este bien. Muchas gracias.

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