sábado, 11 de mayo de 2024

                          Confederación Imperial Galáctica


Libro - 21

Las travesuras de Jhored


2










Fecha estelar - 5346

1º Cuadrante Militar del Imperio

Sistema Sharthart

Nave de Guerra Represor

Rumbo al exterior del Sistema

 

Cuando todos sus colaboradores creían que se dirigirían de regreso a Capital tras su paso por la Base de Sharthart, Jhored les salió con la brillante idea de ir al sistema Cruxars para tratar algunos asuntos menores con el profesor Jarkon, lo cual por experiencia propia sabían que nunca era algo tan simple e inocuo entre esos dos. Obviamente a Jhored le llegaron preguntas desde todas direcciones y de todo tipo tratando de averiguar a que iban allí realmente. Su Alteza por su parte se escudó en el hecho de que su tío le había prohibido regresar de inmediato a Capital una vez el ministro informó de lo que denominó como “desastre de Sharthart”. La “broma” de Jhored provocó una reunión de urgencia de las dos cámaras en conjunto, y nadie, absolutamente nadie, ni el Emperador, ni el gobierno, ni la oposición, ni los miembros de las cámaras, querían que su Alteza apareciese por allí en tan critico momento.


Obviaremos decir que lo que todos ellos temían es que su Alteza se hubiese guardado algo en la manga para tan “delicado” instante en que todos se estarían lanzando los trastos a la cabeza delante de las cámaras de Trivisión, lo que no sería para nada bueno para nadie… Y la verdad es que conociendo a Jhored, eso no era algo tan descabellado que pudiese suceder… Pero el problema de todo esto para los colaboradores más cercanos de su Alteza, es que lo veían como algo excesivamente casual y oportuno para darle una excusa valida de reunirse con el profesor Jarkon sin hacer ruido con ello…

Por si alguien se pregunta porque sus colaboradores no se fiaban, baste decir que la última vez que esos dos se reunieron para una “conversación inocua” sin más motivo que el charlar un rato e intercambiar “ideas”, la UEP Estrella Oscura termino con un generador de microagujero de gusano instalado, y en una anterior fue el Represor quien salió de su mantenimiento estándar con el sistema de estabilización de agujeros de gusano en sus entrañas. Recordad también, que esto último ocurrió en secreto, sin que nadie se enterase hasta ser demasiado tarde y verse metidos en medio de una colosal batalla en el sistema Chin. Todos tenían claro que cada vez que esos dos se reunían para simplemente “charlar” sin ningún motivo especifico detrás, antes o después pasaban cosas con las que terminaban dándose de bruces por sorpresa… Sin olvidarse del propio sistema Cruxars y sus “ampliaciones”.

Porque otro problema que tenían con esto, era el propio sistema Cruxars, en el que parecía ocurrir algo muy similar a lo sucedido en su momento con Mar-Shagan, que de ser una mera y simple Base-depósito de la Flota, lentamente y sin advertencia previa, paso a convertirse en otra cosa muy diferente. Cada vez que pasaban por el sistema Cruxars siempre parecía que algo se había ampliado, los centros de investigación con el consiguiente incremento de científicos de primer nivel, las bases defensivas del sistema, las propias fuerzas de defensa planetarias propias, mezcla de las tres razas que ahora habitaban el planeta. En la última visita del Represor, al planeta le había crecido de la nada una estación orbital de respetable tamaño, con toda una plataforma completa para seis escuadrones de Cazas Escorpión y cuatro de Bombarderos Sable junto con la capacidad de amarre de hasta 50 Naves de Guerra de la Flota a la vez. Todo ello sin olvidarnos de un Asteroide masivo vaciado y convertido en una base adicional, en donde en esos instantes se alojaban también otros 8 escuadrones de Cazas Escorpión y 5 de Bombarderos Sable junto con algunos laboratorios de los calificados como máximo nivel, bajo la supervisión directa del profesor, que vaya usted a saber que hacían allí mezclados con semejantes fuerzas.

Lo primero que detectaron los sensores de las dos Corbetas de exploración de la Flotilla del Represor cuando el grupo entro en el sistema, es que al planeta Cruxars en esta ocasión le había crecido lo que parecía ser un Astillero orbital de primer nivel con capacidad para dos naves simultáneamente. Y digo parecía porque era bastante diferente de lo que debería de ser habitual en este tipo de instalaciones. A la habitual apariencia de lo que sería un doble Astillero de primer nivel con un doble enrejado completo, le había crecido una especie de estructura sobre la unión entre ambos enrejados en lo que parecía ser laboratorios o algo sospechosamente similar. En la zona del segundo enrejado, para terminar de rematarlo, en lugar de una nave había una serie de lo que parecían ser módulos individuales en proceso de construcción. Estos módulos parecían ser de un tamaño “casualmente” coincidente en anchura al cuerpo central de la nave que había justo en el primer enrejado. Teóricamente, y dado que era un Astillero de primer nivel, esos módulos no solo no deberían de haber estado allí, sino que dejaron perplejos a todos los que vieron la información de los sensores. Todo eso por no decir que más extraña era aun lo que parecía ser la nave en proceso de construcción en el primer enrejado del Astillero, y que no se parecían a nada de lo que se tuviese noticia. Para Tanya, Selena y el general Mao, conociendo a esos dos, tenían claro que ni sospechoso, ni coincidente, ni leches, estos estaban tramando algo con ese astillero o lo que realmente fuese, y no sería nada agradable para algo o alguien.

Dicha información le fue transmitida de inmediato a la Almirante Tanya, quien fue rauda, primero a informar a los demás, y luego junto con ellos a entrevistarse con su Alteza para tratar de informarse de que demonios estaba pasando en Cruxars y porque había allí una especie de doble Astillero de primer nivel tan raro construyendo lo que parecían ser, por su tamaño y tonelaje, una “presunta” Fragata aún más extraña. Por cierto, que en torno al Astillero los sensores habían detectado todo un escuadrón de Cazas Escorpión Desplegado en una más que evidente misión de protección, con evidentes instrucciones de impedir que nada no autorizado se acercase por allí. Al acceder a sus órdenes a través del sistema, Tanya pudo verificar que sus instrucciones en caso de aproximación indebida eran, literalmente, las de disparar primero y preguntar después.

Y no, como ya dije, ninguno de los tres tuvo la menor duda de que eso era algo que tenía que ver con su Alteza y muy posiblemente su interés por “conversar” con el profesor Jarkon de forma discreta sin hacer mucho ruido. Les resultaba obvio que esa nave debía de ser algún tipo de brillante idea, probablemente conjunta, de su Alteza y del profesor Jarkon, lo que no auguraba nada bueno en cuestión de “sorpresas”. Casualmente, cuando ingresaron al espacio privado de su Alteza se encontraron con que este había aprovechado el viaje para ingresar en la cámara de gravedad por lo que no tendrían su explicación hasta que no saliese de allí… Y si, eso fue algo que también les enojo bastante a los tres.

Como aclaración, diré que para este instante todos sus colaboradores ya conocían que el proceso de alteración genética en Jhored había sido un éxito, por lo que al estar en gravedad más baja ya no le afectaba el hecho de ser un Nehros. Sin embargo, este proceso trajo un desagradable efecto secundario para Jhored, y es que su cuerpo, su musculatura, etc, finalmente terminaría por adaptarse al 100% a una gravedad estándar de 1g. Con el fin de evitar perder sus aptitudes físicas como Nehros, los estudios al respecto establecieron que Jhored debería de pasar al menos como mínimo un periodo de 8h consecutivas cada tres meses en un estado de gravedad “Nehros”, a 16.2g estándar o superior, con el fin de “cortar” de raíz el proceso genético de adaptación corporal. Para aclararnos, lo que básicamente hacía esta inmersión en alta gravedad por 8 horas era “reiniciarlo” nuevamente desde cero.

En ello se escudaba ahora Jhored para ingresar a su cámara de gravedad y esquivar a sus colaboradores cuando le convenia. Obviamente, Selena y los demás, Kilara incluida, llevaban los tiempos “necesarios” de Jhored estudiados con precisión matemática, por lo que no les era nada difícil determinar cuándo no se recluía solo por evitarlos, y cuando si, que era casi siempre… De hecho, dada su habitual afición por “escaquearse” de posibles preguntas incomodas o explicaciones que no le convenia dar, aún estaba por darse el caso de necesitar Jhored de verdad una inmersión en alta gravedad por 8 horas en el periodo marcado de tres meses.

La siguiente sorpresa y que hizo cundir la alarma entre los colaboradores de Jhored, llegó cuando Tanya, Selena y el General Mao trataron uno tras otro de acceder a los datos de esa “presunta” fragata y los tres se encontraron con que su acreditación de seguridad no era lo suficientemente alta. Incluso cuando Selena trato de usar la de Jhored se llevaron la sorpresa de requerir un código de seguridad adicional que obviamente no poseían. No creo necesario decir que los antecedentes de la UEP Estrella Oscura o del Represor cuando esos dos, como en esa ocasión, se reunían para “simplemente hablar” no ayudaron para nada a tranquilizar a ninguno de los tres ante la “exagerada” seguridad sobre esa nave…

Cuando por fin salió Jhored de su cámara, los tres cayeron sobre él como halcones, pidiendo explicaciones sobre lo que estaba pasando y para que iban allí de verdad. Un Jhored sonriente les contesto que solo estaba allí para hablar con el profesor Jarkon sobre un amigo y un sistema de mejora que estaban probando en los bombarderos Sable del sistema. No obstante, y ante la presión de sus colaboradores, tomo el sistema portátil personal de Tanya e introdujo el segundo código de seguridad en el acceso para obtener los datos de esa nave, luego siguió su marcha tranquilamente seguido de Selena, mientras los otros dos se lanzaban sobre los datos que su Alteza les había desbloqueado, dejándoles lo que vieron con la boca abierta y mirándose uno a otro sin terminar de creérselo…

Si bien la Almirante Tanya tuvo que dirigirse hacia el puente de mando del Represor con cara de mala leche, el General Mao alcanzo a la carrera a su Alteza y a Selena antes de que les diese tiempo a abandonar la nave en la lanzadera personal de Jhored. Tardo después segundo y medio en bombardear a Jhored con preguntas sobre “la nave” … o lo que demontres fuese en realidad semejante engendro…

-        Alteza… estos datos tienen que esta mal… no creo que nadie en su sano juicio piense que esto funcionará… -indagó el general Mao-.

-        Pues sí, es real, y créame que según las pruebas preliminares con las simulaciones funcionara bastante bien… o al menos debería de hacerlo… -sonrió Jhored-.

-        Pero qué pasa con esa nave, ¿tan rara es? -pregunto Selena al general-.

-        Dímelo tú, porque según puedo deducir de los datos, eso de ahí no es una nave… En realidad, y literalmente hablando, no es otra cosa que un puñetero ariete… -replico el general-.

-        Si, eso es justamente el proyecto FX1-Ariete… que, por cierto, el nombre de la nave también es “Ariete” … -sonrió Jhored-.

-        Pero… pero por lo que yo sé un ariete era un instrumento medieval de la antigua Tierra que servía para… no, es una locura… -replicó Selena con cara de no creérselo-.

-        Además… que piensan hacer con “eso” … ¿embestir naves capitales? No tiene el menor… ¡oh no…! Dígame que no… -interrumpió el General su perorata cuando vio la sonrisita de su Alteza-.

-        Pues sí, justamente eso… se ha diseñado para embestir naves capitales y otras cosas partiéndolas por la mitad… Si quieren más datos, los leen en la ficha de la nave o le preguntan al profesor Jarkon, que estará encantadísimo de explicarles todo lo que quieran… Sinceramente, a mi me aburren sobremanera todas estas cosas… -se rio Jhored, callándose en el acto al ver las caras de mala leche que ponían el General y Selena-.

Por fortuna para Jhored en ese momento fue cuando la Lanzadera toco tierra y extendió la rampa para que bajasen, porque estaba claro que esos dos no tenían la menor intención de dejarlo ahí. Ni que decir tiene que su Alteza salió de la lanzadera casi a la carrera con una particular sonrisita en sus labios, que por cierto evito cuidadosamente que sus dos “colaboradores” pudiesen ver. Al general Mao mientras le falto tiempo para ponerse en contacto con Tanya y explicarle todo lo que habían hablado con Jhored… dejándola que se subía por las paredes ante la peregrina idea… al punto que pese a que tenía una misión de acompañamiento al sistema Chin, ordeno el amarre del Represor a una esclusa externa del Laboratorio en el Asteroide principal, donde estaba el profesor Jarkon en esos instantes, mediante un túnel de asalto con el fin de poder unirse personalmente “a la fiesta” de su Alteza, dejando a su segundo a cargo del “viaje”…

Si tenemos en cuenta que Tanya, esta vez, había priorizado el vigilar a su Alteza en vez de ir personalmente con el Represor en la misión de acompañamiento “rutinario” a Chin, decir que no se fiaba de las ideas de esos dos o de que estarían tramando, seria quedarse muy, pero que muy cortos, y eso que le costo tomar la decisión, recordando la jugarreta que le hizo con el sistema de gestión de agujeros de gusano del represor cuando provoco que como ahora, dejase su nave a su segundo. Y si, como alguno ya supondrá, efectivamente, de nuevo Jhored había conseguido sacarla del Represor. Aunque el coronel Zorg era alguien muy competente, no conocía ni la mitad de las cosas a las que Tanya tenía acceso o como actuaba Jhored cuando tramaba algo por mucho que casi siempre les burlase, por lo que difícilmente observaría nada raro en su ya de por si rápido viaje al sistema Chin, como posiblemente sí que lo hiciese de ir Tanya, resultando luego en preguntas que de momento no le interesaba contestar.

En realidad, aun antes de bajar los sensores de las dos corbetas de exploración, centrados por orden de Tanya sobre la “nave”, ya les habían proporcionado ciertos datos que les habían dejado a los tres sin saber que pensar y que tras la “explicación” de su Alteza despejaba algunas dudas y creaba otras varias. Por ejemplo, el echo de que la “cabeza” de la nave fuese una gran esfera levemente achatada en su ecuador y con una leve forma de “punta”, la cual según los sensores estaba ocho veces mas blindada que el mejor de los Acorazados de la flota. O que el estrecho cuerpo de la nave aun en construcción tras ella mostrase un triple blindaje y en el que difícilmente entrarían mas de tres cubiertas, apareciese completamente abarrotado de lo que parecían ser deflectores, con únicamente algunos cañones de energía de defensa de punto entre ellos… El que aparentemente esa presunta Fragata no contase con nada que se pareciese en algo a una artillería “principal”, tampoco ayudaba. Todo ello sin olvidarse del motor, que por sus aparentes características previas parecía más ser el equivalente al de un Crucero Pesado por su potencia que el de una Fragata…

Pese a que tuvieron que admitir que, si de verdad eso en vez de una nave era un puñetero Ariete, tenia su retorcida lógica, ninguno de los dos podía entender como alguien fue capaz de llegar a pensar que aun con ocho veces mas blindaje del habitual que un Acorazado ese trasto sería capaz de embestir una nave capital sin ser destrozado a su vez por el impacto. Hasta donde ellos sabían, no había en toda la flota escudo alguno capaz de poder evitarlo, ni siquiera usando los de un Acorazado, y para eso no hacía falta ser ingeniero, bastaba con hacer unos pocos cálculos matemáticos para obtener el resultado de que no saldría nada bien si hacían esa locura. Eso por no mencionar que si todo lo que habían visto era correcto, seria una nave de Guerra desarmada, más allá de los pocos cañones laser de defensa puntual que montaría, incluso cualquier Carguero de la Flota contaba con más armamento para su defensa.

La sonrisa de Jhored venia porque era consciente de todo esto, y lo que los datos no indicaban porque así lo había querido él pensando precisamente en Tanya, es que esa cabeza esférica por obra y gracia del equipo del profesor Jarkon, estaría dotada de un miniescudo planetario de nivel 5, habitualmente solo apto para proteger pequeñas Lunas. Y eso era algo que teóricamente y según todas las simulaciones, si podría soportar tranquilamente el impacto del “Ariete” contra otra estructura, otro asunto era la enorme cantidad de amortiguadores de inercia que serían necesarios para no matar a la tripulación por el más que violento choque. El resto de la nave, el cuerpo y la zona de motores, deflectores aparte, si contaría con un escudo “normal”, concretamente uno de categoría Acorazado, más que suficiente para protegerlo.

Si su plan salía bien, durante la visita esos tres se centrarían en la FX1-Ariete con su idea de locos, y no mirarían lo que de verdad venia a tratar con el profesor Jarkon, que no era otra cosa que el “inocuo” sistema de gestión mejorada en pruebas para los Bombarderos Sable y el posterior contrato a firmar con la empresa que los fabricaba… Amen de un necesario viaje al sistema Chin por parte del Represor para “llevar” varias naves de la Flota hasta allí y al cual tampoco quería que Tanya los acompañase, o que al regreso del Represor le prestase mucha atención. Por esto quiera centrar la atención de esos tres exclusivamente en la FX1-Ariete.

Jhored sabía que, si alguno de esos tres llegase a barruntarse en algún momento el verdadero trasfondo del significado tras lo que quería tratar con el profesor antes de que fuese demasiado tarde o el dichoso traslado de naves, le mandarían directamente al palacio imperial en Capital de una patada en culo… Además, al llegar Kilara lo mataría lenta y dolorosamente por haberla metido en lo primero unos meses antes al presentarla “una nueva amiga” mediante las redes de comunicaciones de inteligencia sin que lo supiese, concretamente a través de la inexistente sección nueve… La cual por cierto le funcionaba maravillosamente bien a la hora de prepararle el camino para sus “travesuras”.

Una vez reunidos con el profesor Jarkon, los tres esperaron impacientes a que su Alteza terminase su “insulsa” charla con el profesor a cuenta del nuevo sistema de gestión instalado en algunos de los Bombarderos Sable del sistema para someterlo a pruebas y que tenía entusiasmados a todos los tripulantes de los mismos. Se trataba de un pequeño aparatito en tres módulos que podía ser instalado por cualquier mecánico de la Flota mientras le hacia el mantenimiento rutinario al Bombardero tras cada misión. A su bajo costo y fácil instalación o posterior mantenimiento, se unía un pequeño pero interesante incremento del 2.9% en los sistemas de puntería y una mas que notable mejora en la maniobrabilidad del Bombardero cercana al 8.2%, que era realmente la parte que tenía encantadas a las tripulaciones, pues les podía suponer muchas veces la diferencia entre recibir un disparo directo que pondría los escudos en jaque o uno sesgado que simplemente los debilitaría sin mayores consecuencias...

De hecho, el profesor Jarkon a estas alturas había recibido innumerables peticiones de instalación en sus Bombarderos por parte de la práctica totalidad de las tripulaciones del sistema tras comprobarse la excelente mejora que suponía… Si bien el sistema en origen estimaba un incremento de mejora de los sistemas de puntería en el mismo 2.9%, sin embargo, la estimación de la maniobrabilidad solo hacia referencia a un notable 5.1%. Sin embargo, tras que las tripulaciones colaborasen con los ingenieros y mecánicos de la Flota destinados al sistema Cruxars, siguiendo las recomendaciones de los pilotos finalmente habían logrado afinar la maniobrabilidad del sistema hasta la mejora final del 8.2%. Este sistema, dado su bajo costo, fácil instalación y mejora en el rendimiento, se estimaba que lograría alargar la vida operativa estimada de los bombarderos Sable en aproximadamente un 20%, lo que lo convertía en una necesidad definitiva tanto para la Flota como para el Ejercito de la Confederación Imperial.

Tras asistir a la reunión al respecto que tuvo su Alteza y el Profesor Jarkon con los mandos de la Flota y del Ejercito en el sistema Cruxars, más varios de las tripulaciones de los bombarderos que habían probado el sistema, los tres, Selena, Tanya y el General Mao se confiaron, centrando entonces toda su atención en la majadería que suponía esa “nave Ariete”. Dejaron de prestar atención a la segunda parte del asunto del sistema de mejora de rendimiento de los bombarderos, el contrato a realizar con la empresa que lo fabricaba. Incluso pasaron por alto el hecho de que seria su Alteza, como un favor al profesor Jarkon, quien lo firmaría personalmente, ya que el dueño de dicha empresa era amigo personal de él. Si cualquiera de los tres hubiese prestado una mínima atención se habría dado cuenta de inmediato que ese contrato no sería realizado en Capital, en las oficinas de contratación de equipos de la Flota o del Ejercito como era lo habitual en dichos asuntos, firmase el contrato quien lo firmase, sino en el mundo de origen del fabricante. Casualmente uno de esos lugares en los que su Alteza Imperial estaría como loco por poder meter sus lindas naricitas para poder hacer infelices a mucha gente…

Una vez aclarado con el profesor todo lo que Jhored quería saber sobre la persona a quien iba a visitar y las ultimas noticias sobre las circunstancias especiales que esta tenia, se dedico discretamente a potenciar el interés de sus tres “guardianes” sobre la nave Ariete y su presunto funcionamiento… En realidad, el concepto básico de la misma era de lo mas simple e ingenuo que alguien pudiese imaginar, aunque en opinión de los tres había que ser un auténtico majadero para tratar de hacerlo realidad. El problema que tenían con esta apreciación, es que siendo ese majadero su Alteza Imperial, era aterradoramente probable que incluso de verdad fuese capaz de funcionar como se esperaba… Eso fue algo que le mando mas de un escalofrió a Tanya al pensar en ese engendro chocando con el Represor…

La premisa era muy simple como ya dije. Un Acorazado o un Crucero de Batalla, ambas naves capitales de mando en cualquier flota que contase con alguna de ellas, en caso de querer ejecutar una autodestrucción en todos sitios se hacía del mismo modo, haciendo estallar el núcleo del reactor. ¿Problema que esto tenía?, pues que normalmente en el 99.9% de los casos, el estándar conocido marcaba que el puente de mando con los sistemas de bases de datos estaría en la parte delantera de la nave, mientras que el reactor con su núcleo se situaría en la trasera. La idea era usar “el Ariete” para partir en dos la nave usando la cabeza esférica ultrablindada protegida por un escudo planetario de nivel 5 para pequeñas Lunas, mientras los deflectores del centro del cuerpo de la misma alejaban al pasar ambas partes de la nave una de la otra. De este modo se confiaba en poder separar lo suficiente las bases de datos de la posible destrucción por la explosión del núcleo y así poder luego recuperarlas mediante un equipo de Asalto de los Marines de la Flota. Como digo, para Tanya pensando en su querido Represor, la idea era tan simple como espeluznante, máxime estando mezclado en ella su Alteza Imperial y su habitual tendencia a salirse con la suya en cada cosa de esas que tramaba por ridícula o estúpida que pareciese…

En el Astillero se estaba en esos instantes construyendo la Cabeza esférica y el cuerpo de la nave, mientras en el contiguo se fabricaban los módulos independientes que acogerían tanto los amortiguadores de inercia como las diversas plantas de energía o los motores que iba a necesitar semejante engendro. Todo ello luego se instalaría en los lugares específicamente habilitados dentro del cuerpo de la nave para cada uno de los módulos. Para evitar problemas del estilo de los de la UEP Estrella Oscura, en la FX1-Ariete se había decidido que cada sistema tuviese reactores independientes de diferentes características y alimentación separados en módulos completamente aislados unos de otros. El escudo planetario dispondría de un generador propio, y único situado en el interior de la cabeza esférica. Los deflectores, demás sistemas de la nave y cañones de defensa puntual tendrían también el suyo independiente, los motores por su parte igualmente dispondrían de su propia planta energética para ellos solitos, ambos en la zona central de la nave y separados por amortiguadores inerciales para su protección. De este modo conseguían evitar la peligrosa armonía que sufrían los reactores de la UEP y aumentar el rendimiento energético necesario para la nave en un 180%, lo cual era una autentica salvajada.

La parte negativa del engendro que habían diseñado es que esto también convertía la Ariete en un rompecabezas de cuidado para los ingenieros destinados en ella en cuanto hubiese el más mínimo problema, algo más que obvio que antes o después ocurriese en una nave de guerra… Lo que nadie dijo, pero paso por la cabeza de todos, es que, con esa potencia energética, la FX1-Ariete con un sistema de dirección automático sin tripulantes, también se podía convertir en una bomba dirigida de proporciones colosales… La realidad es que según los cálculos del Profesor Jarkon cuando su Alteza Imperial en su momento y frente a los planos iniciales de la nave, le hizo esa misma observación, fue que programando la destrucción por fases de sus diferentes módulos energéticos de manera adecuada y luego enviándola a una estrella, podría convertir esta en una Supernova… con la creación garantizada al 99.97% de un agujero negro masivo capaz de tragarse cualquier sistema estelar. Por cierto, que también estimaron que ese 0.03% restante simplemente destruiría el sistema en cuestión, convirtiendo cualquier cuerpo estelar presente en escombros… Obviamente, esos cálculos no eran ni simples, ni fáciles de hacer. Además, ya se habían encargado tanto el profesor Jarkon como su Alteza de hacer incorporar las modificaciones en los planos originales y los sistemas necesarios para evitar cualquier posible accidente o manipulación que pudiese llevar la nave a ese final muy poco deseado sin pasar necesariamente antes por un astillero para “reajustarla”…

Otra cosa que paso desapercibida en esos instantes para esos tres al estar en el laboratorio junto con su Alteza centrados en la “conversación”, fue el hecho de que las Naves de Apoyo a la Flota “Trasgo”, “Xania” y “Duende”, de la misma clase que la “Genius”, con su escolta habitual de Cruceros y Destructores junto con ocho gigantescos Supercargueros repletos hasta los bordes de material, fueron enviados al sistema Chin por el Represor. Cuando más tarde Tanya regreso a su nave fue informada de que el transporte había sido realizado y por supuesto, pregunto a su Alteza por el motivo de enviar otras tres naves de Apoyo a la Flota. Este simplemente le dijo que tenían que actualizar la Flota de los Chin y la “Genius” junto con su astillero no serían lo bastante rápidos, por lo que se envió ayuda y material adicional. Dado que Tanya y el General Mao sabían de cierto que esas actualizaciones realmente estaban previstas, a nadie le sonó raro.

Si se hubiesen preocupado un poco más de verificar la historia hubiesen visto que las órdenes “finales” de las tres naves de apoyo junto con la propia Genius, eran dirigirse a la mayor velocidad posible a reunirse con la Flota del Almirante Alkard. La Trasgo además llevaba una ficha de ordenes muy concretas para el Almirante Alkard, el Almirante Yue Fei, y que implicaban también, además de a ambas UNEX, a la UEP Estrella Oscura, cancelando las órdenes del Almirante Stratos de regresar a la Confederación Imperial hasta nuevo aviso expreso de su Alteza. Por otro lado, decir que mientras Jhored ponía sus ordenes en la ficha, no pudo en ningún instante dejar de sonreír con malicia pensando en la cara que se les podría a los tres Almirantes cuando se diesen cuenta de la envergadura de lo que les iba a caer encima si tenía razón en sus presunciones…

A las manos de su Alteza solo un mes antes había llegado un informe de la inteligencia Chin que dama Mei le había presentado a modo de curiosidad sobre las ultimas “aventuras” de los Ukur-Uruk en su misión de recuperar sus antiguos dominios, concretamente por la parte más alejada al espacio Chin donde se habían producido violentos combates con especies que habían aprovechado su ausencia para ocupar su antiguo territorio. Jhored vio algo en esos informes que le hizo ponerse casi de inmediato a bucear entre toda la inteligencia Chin que desde el comienzo de su relación le había sido transmitida. Jhored esperaba con ansia que los datos contenidos en varias docenas de informes redactados a lo largo de los años y que en su momento no tenían un punto de unión, ahora por fin diesen sus frutos… Si lo que pensaba de verdad se producía, podría ser de suma importancia para el futuro inmediato de la Confederación Imperial, otro asunto seria cierta gente cuando les dijese que tendría que ir personalmente al Sector Chin para “negociar” personalmente dada la tremenda magnitud de lo que se presentaría llamando a su puerta… Pero para eso aún quedaba, por lo que Jhored aún tenía tiempo de sobra para ir rumiando como y cuando sería mejor soltárselo de golpe sin matarlos de la impresión a todos ellos, su tío, Kilara y el gobierno incluidos…

Cuando el grupo del Represor partió del Sistema Cruxars para según Jhored, ir simplemente a firmar un contrato de suministro de equipo para los Bombarderos Sable de la Flota y del Ejercito, ninguno le dio mayor importancia, rumiando aun lo descubierto sobre ese engendro que resulto ser la dichosa FX1-Ariete… El que Jhored para establecer la ruta les diese un sistema codificado por el que pasar para hacer algo de tiempo antes de dirigirse a Capital en lugar del nombre real del sistema, ya les debería de haber hecho sospechar a cualquiera de los tres, pero especialmente a la Almirante Tanya. Claro que, si les llega a decir, codificado o no, de dirigirse directamente al sistema Trinario “Murokhnanr” en la frontera entre el primer y sexto cuadrante militar, hubiesen sido capaces de meterle en una celda y llevarle directo a Capital… Los Murok, nombre que se daban a si mismo los nativos del sistema, eran muy particulares, nada agradables con nadie fuera de sus propios Clanes, y aun dentro de estos, generalmente, tampoco. De hecho, dado lo peligroso que era, todo el mundo evitaba el sistema como la peste, nadie iba allí si no le era absolutamente necesario.

Por ello, conociendo a sus colaboradores, Jhored, antes de hacer ningún otro movimiento, se dirigió al encuentro de un potente Grupo de Tareas de la Flota compuesto por más de cien naves de Guerra de primera linea, las cuales, por cierto, si tenía razón sabía que también iba a necesitar más adelante para el pequeño asuntillo en el sector Chin, y que aprovecharía para agenciárselas sin levantar sospechas de que fuesen necesarias para algo más que esta visita tan “peliaguda”…

 

CONTINUARA


4 comentarios:

  1. Mordiendo el reloj
    Esperando la proximas entregas

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  2. Vas con los tapones de punta de entrada. si así va ser todo el libro está para alquilar balcones viendo a su alteza, haciendo de las suyas

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  3. Muchas gracias por escribir nuevos capítulos

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  4. Muy bien gracias por seguir alegrando a tus lectores
    Pregunta ❓
    Continuará en TR. Escribiendo

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