viernes, 28 de abril de 2023

                            Confederación Imperial Galáctica


Libro - 19

Diplomacia


3











Fecha estelar - 5345

4º Cuadrante Militar del Imperio

Sistema Strela

Parque Natural Strela

Strela III

 

 

Jhored estaba esperando esta visita de los embajadores de Vega y de la Republica Tharkana, pero no tan pronto del Gran Matriarcado Vikara, cuyos territorios estaban situados más allá de los territorios Tharkanos y con las que, debido a la gran distancia la Confederación Imperial apenas tenía tratos. Todo esto era debido a los planes previos de su Alteza. Todo ello debido a la implantación de la Puertas de Gusano en la CIG y al “robo” de los planos de las mismas.


Los planes de Jhored para evitar que la Mancomunidad pudiese actuar de alguna manera por el asunto de la Puertas estaba funcionando perfectamente, los problemas en los territorios Razors ocupados estaban incrementándose de forma exponencial desde que le "obligaron" a reestructurar el sistema de patrulla fronterizo con ellos, sumados a los “indicios” que sus servicios de inteligencia deberían de haber detectado en Lahst, planeta capital de los clanes establecidos en la Confederación Imperial. Debido a esto la frontera había vuelto nuevamente a ser permeable a determinado tráfico, incluso podría decirse que incluso más de lo normal.

Por poner un ejemplo, tan solo en las dos últimas semanas Jhored calculaba que al menos habrían pasado por la frontera desmontados en piezas unos 4000 cañones de riel, cuyos conversores de plasma en al menos un 90% procedían de la famosa carrera de aeromóviles celebrada tan solo un mes antes. Los aeromóviles entraron en la Mancomunidad de Vega con los Conversores montados y en muchos casos luego salieron de allí sin ellos… Y todo esto, simplemente hablando de ese único equipo de armamento, pero todo había ido encauzándose en esa dirección después de que Jhored se viese “obligado” a reestructurar el servicio de control fronterizo con Vega.

El problema que tenía ahora la Mancomunidad es que si no quería aumentar sus problemas deberían de reforzar las guarniciones y patrullas militares de su flota en los territorios ocupados, alguno de los cuales estaban casi sobre la frontera con la Confederación Imperial. Cuando esas fuerzas comenzaron su despliegue, el Alto Estado Mayor de la Confederación a su vez también incremento sus efectivos, todo ello evidentemente, ya previsto y buscado por su Alteza. Aunque obviamente, este incremento por parte de la Confederación no iba a suponer un aumento en su control de lo que traspasaba la frontera. En su momento el Embajador Vol-Tiaplos, podríamos decir que casi milagrosamente, encontró un modo de poder "amargar" a su Alteza y se empleó a fondo en ello. Pero ahora esa misma decisión que tan feliz le hizo, con la cual presumió todo lo que pudo ante sus superiores y colegas, le tenía ahora como quien dice con el cuello puesto bajo la hoja del verdugo.

Jhored estaba francamente contento y relamiéndose al ver que poco a poco todas las fichas que había ido colocando pacientemente estaban comenzando a caer una tras otra, aunque también era consciente del monumental cabreo que alguno que otro de sus colaboradores o Kilara se iban a pillar una vez que cierta parte de sus planes y alguna otra cosa de la que tenía constancia, fuesen cumpliéndose… Sin ir más lejos, la Almirante Tanya no estaba nada contenta con la prevista visita de estos tres embajadores, lo que aún no sabía era que no iban a ser los únicos… Jhored esperaba que la situación escalara bastante aun, incrementándose su número considerablemente y por gente que además le generaría diversos problemas bastante “divertidos” a Tanya… Cuando los planos de las puertas se filtraron hizo que esto se ampliara a una considerable cantidad de servicios secretos, actualmente no era nada complicado saber quién si y quien no tenía acceso a ese material robado, únicamente había que seguirle la pista al elemento Z o a la construcción de puertas…

En todo el sector galáctico el Elemento Z había sido reclasificado como material estratégico del más alto nivel, pero quienes realmente disponían de acceso a él, tenían sus "minas" especialmente protegidas. Por otra parte, aun así, se les podía calificar como desesperados por obtener más elemento Z como fuese. Obviare decir que Jhored había montado alguna que otra operación de la inexistente sección 9 de inteligencia con el fin de que ciertos gobiernos bajo cuerda, negociando con todo tipo de traficantes y aunque con "enormes dificultades", fuesen capaces de obtener suficiente elemento Z como para poder construir "su puerta"… En esos instantes Jhored esperaba que sus primeras visitas llegasen en aproximadamente unas 120h, pero antes tenía que dar otras órdenes a Tanya. El profesor Jarkon había terminado con su misión en Mar-Shagan antes de lo esperado y esos planes ya se podían poner en marcha, evidentemente, con el necesario cuidado para que ninguno de sus colaboradores se diese cuenta de lo que tramaba… Aprovecho la primera parada para ponerse en contacto con la Almirante por un canal de alta codificación…

-        Almirante, tiene que trasferir momentáneamente su mando al Sol Negro, tengo un trabajo para el represor… El Coronel Zorg puede hacerse cargo del mismo…

-        Alteza… de que trabajo está hablando… -pregunto la Almirante Tanya mientras el Coronel se acercaba a un gesto suyo-.

-        Debe de dirigirse de inmediato al sistema Cruxars, allí le estarán esperando el Almirante Tagard y el Almirante Stratos con sus respectivos mandos además de las dos UNEX, debe de llevarlos por un agujero de gusano hasta el sistema Chin…

-        Alteza, ¿ha dejado solo en Mar-Shagan al doctor Jarkon? -pregunto un tanto alarmada Selena-.

-        No, de hecho, el doctor está en la Estrella Oscura con el Almirante Stratos, cuando el Represor llegue se embarcará en el Represor junto con su equipo para verificar el correcto funcionamiento del sistema de puerta de la nave. Luego, a su regreso, el Coronel Zorg deberá dejar al profesor Jarkon junto con su equipo en su laboratorio de Cruxars y entregarle al gobierno del planeta una tarjeta codificada de datos de mi parte…

-        Entonces, únicamente debo de acompañar a los Almirantes hasta el sistema Chin, dejar luego en su laboratorio al profesor Jarkon y entregar un mensaje suyo al gobierno planetario, ¿nada más que eso? -pregunto el coronel Zorg-.

-        Nada más coronel, pero tiene que estar de regreso en un plazo máximo de 100 horas, ni medio minuto más… como vera el tiempo es muy justo…

-        Es factible… si marcho ahora mismo debería de poder estar de regreso en unas 80 u 85 horas… -asintió pensativo el coronel-.

-        Bien, pero llévese con usted uno de los Cruceros Ligeros y dos de los Destructores de nuestro grupo de escolta… Almirante… por favor, transfiérase lo antes posible al Sol Negro…

-        Ahora mismo… ¿algo más que deba de saber Alteza…? Cómo por ejemplo quizá el hecho de que según protocolo de palacio vamos a recibir más visitas de las esperadas -replico Tanya apretando los labios-.

-        Aun no es seguro, aunque sí muy probable… no se preocupe, ya di órdenes para que se nos unan más naves de la flota… cuatro Cruceros de Batalla, tres cruceros pesados, seis ligeros, cinco Fragatas de protección y catorce Destructores que se sumaran a las escoltas que acompañaran a esas visitas… Con eso más los refuerzos anteriores debería de ser más que suficiente…

-        ¿Y nuestros dos Cruceros Pesados?

-        Que se queden dónde están, los dos tienes ordenes especificas… y Almirante… no envíe más naves en ese sector del sistema, ignórelo por completo pase lo que pase… Para esta flotilla esa zona concreta no existe si yo no doy órdenes directas de lo contrario o cualquiera de ambos Cruceros pide ayuda…

-        Entendido…

-        Bien… salvo que sea una emergencia inmediata, si hay algo hágamelo saber antes de hacer nada… -dijo un risueño Jhored poniéndose en marcha en dirección a sus hijos-.

Por si alguien se lo pregunta, si, lo cierto es que si, todos sus colaboradores tenían ya a esas alturas meridianamente claro que su Alteza estaba tramando algo y que lo que fuese se realizaría allí mismo, en el sistema Strela, aunque ni por lo más remoto tenían idea de que narices pusiese ser. Pero resultaba realmente curioso que justo cuando tantas legaciones diplomáticas por algún motivo, el cual no habían logrado averiguar aun, querían entrevistarse con su Alteza a cualquier precio, este decidiese irse hasta Strela III junto con la Familia. La impresión que todos recibieron era que su Alteza había tratado de aislarse de ello y evitar esas “entrevistas”, pero, sin embargo, lo había hecho rematadamente mal, pues había ido dejando suficiente información como para poder ser localizado con cierta “facilidad”. En realidad, cualquiera que enviase una embajada o delegación diplomática medianamente competente a Capital, o ya la tuviese establecida allí, no le seria excesivamente complicado saber dónde se encontraba su Alteza, más aún cuando su presencia pública en el Parque se extendería en cuestión de días por la Confederación Imperial por medio de los noticieros…

La Almirante Tanya, a la vez que, a su Alteza, también transmitió al resto de “colaboradores” y a la Princesa Kilara el comunicado de Protocolo de Palacio junto con el del servicio Diplomático de Capital y lo que había conseguido sacar de los servicios de inteligencia al respecto. Varias legaciones diplomáticas, aparte de las de Vega, los Tharkanos y las Vikara, se estaban preparando para dirigirse al sistema Stela si su Alteza no regresaba pronto a Capital con el fin de “tratar” directamente con él… Según le transmitió Inteligencia a la Almirante, en algunas de estas legaciones se tenía la ridícula, estúpida e inconcebible idea, de que fuese lo que fuese que estaban interesados en tratar, les sería más sencillo hacerlo con su Alteza que con los servicios diplomáticos de la Confederación Imperial, puesto que consideraban que seria “más manejable”, y por eso parecían tan ansiosos por encontrarse con él…

Por su parte el viaje por el parque en Strela III se estaba realizando dentro de lo esperado y que a los Gemelos estaba entusiasmando. El grupo se estaba moviendo en un convoy de cinco enormes vehículos a ruedas, cuatro de ellos para los visitantes, con diez asientos por cada uno para ellos, más el del conductor y un ayudante. El quinto vehículo y que abría la marcha, era un elemento auxiliar en el que viajaba el Guía, un experto en sistemas, tres ayudantes, un cocinero, los depósitos de agua, alimentos y un potente equipo de comunicaciones. Todos los vehículos contaban con un sistema de balizamiento de alarma de emergencia por si ocurría cualquier imprevisto que pudiesen recibir ayuda en el menor tiempo posible.

Cada vez que un grupo paraba los vehículos formaban un círculo e inmediatamente sus cañones apuntaban hacia el exterior. Apenas un par de minutos después de la detención, los vehículos emitían un balizamiento perimetral tridimensional con inclusión de advertencia acústica ultrasónica, avisando así a cualquier criatura dentro de dicha zona que tenían poco tiempo para salir de allí. El Balizamiento tenía forma de algo parecido a una cerca tridimensional que iba lentamente cambiando de un color verde intenso a un rojo brillante, en cuanto alcanzaba este último tono, los cañones disparaban contra cualquier animal que entrase dentro de dicho perímetro. Si bien los disparos no eran en absoluto mortales excepto que la situación se tornara extrema, sí que eran terriblemente dolorosos para cualquiera que recibiese uno. Se tardo casi un año en conseguir que la fauna local entendiese que cuando el balizamiento se tornaba en rojo, esos extraños animales atacaban a todo el que estuviese en ese perímetro, en la actualidad, dos años después, era muy difícil que alguno se atreviese siquiera a acercarse al perímetro. Cada disparo suponía para el infractor al menos un par de minutos de revolcarse por el suelo del dolor que les producía.

Inicialmente se trató de que fuesen los cañones moviéndose sobre cada animal que entrase, especialmente depredadores, los que mediante disparos de advertencia los espantasen. El problema que surgió fue que, en dos de los parques, ciertos depredadores que operaban atacando en manadas organizadas encontraron el modo de crear puntos vulnerables por donde poder alcanzar los vehículos y el circulo interno, lo que obligo a reformular por completo la idea sobre el perímetro de protección de los visitantes. Después de esas experiencias se decidió que los cañones dejasen de amenazar para directamente disparar contra cualquier animal que entrase en su rango. Resulto ser un método viable para hacer que cualquier animal, especialmente los depredadores, fuesen conscientes de hasta donde se podían acercar.

Desde el mismo instante en que se instauro el actual sistema, dejaron de producirse situaciones potencialmente peligrosas, los disparos de los cañones y el dolor que producían fueron excepcionalmente instructivos. Toda la fauna de los distintos parques aprendió que esas extrañas criaturas no eran peligrosas si se mantenían a cierta distancia, además no competían por los recursos, no trataban de apoderarse de territorio, y por lo tanto, en cierto modo entendieron que si no las molestaban tampoco ellos eran molestados más allá de su presencia. Por otro lado, el servicio de parques también era extremadamente preciso y conciso en lo referente a las condiciones que tenían que respetar los visitantes. Algunos de estos descubrieron que tratar de evitar dichas normas no terminaba nada bien para ellos, ya que los guías y sus ayudantes eran bastante duros cuando alguien por su “estupidez” se ponía, o aún peor, ponía a algún otro en peligro. En alguna ocasión muy concreta, algún visitante incluso había recibido el impacto de un disparo de alguno de los cañones por tomarse a broma las normas.

Gracias a la protección personal que su Alteza ofrecía al servicio de parques y a su firmeza con referencia al cumplimiento de las normas, estos eran extremadamente puntillosos con los visitantes. En alguno de los parques ya habían sido evacuados urgentemente visitantes por tratar de eludir las normas, siendo además severamente castigados por ello, multas multimillonarias aparte. De hecho, como ya dije, al menos en un par de ocasiones el infractor termino siendo evacuado directamente a un hospital por una Lanzadera tras sufrir “el castigo” por parte de los cuidadores y el Guía en forma de disparo de alguno de los cañones de los vehículos. Por todo esto, es fácil entender lo poco satisfecho que se encontraba Jhored con todo este problema surgido en el Parque de Strela III… y porque sus colaboradores estaban tan sorprendidos de que “aun” no hubiese un reguero de cadáveres al paso de su Alteza Imperial… Aunque también es cierto, que el dejar a los cazadores, sus guías junto al resto de acompañantes desnudos y desarmados en las zonas más peligrosas del parque, era una muy desagradable sentencia de muerte encubierta.

Los gemelos estaban disfrutando del viaje a tope, no paraban de saltar de un lado del vehículo a otro con el fin de poder verlo todo, mareando de paso a su padre y a Drakon, el guía, a preguntas sobre todo lo que veían. En las paradas era aún peor, porque, aunque respetaban escrupulosamente todo lo que les pidieron, ambos niños estaban hiperactivos corriendo de un lado a otro investigando todo lo que se ponía a su alcance. La parte buena es que por la noche cuando se detenían en los fuertes de Avanzada los dos caían dormidos en cuanto tocaban su cama… Los cuatro primeros días mantuvieron esta tónica, el quinto día fue la primera parada en la que pasarían la noche al aire libre en tiendas de campaña especialmente adaptadas para el parque. La parada se estableció en una zona especialmente acotada junto a un pequeño remanso de un rio en donde los vehículos abandonaron su formación habitual para pasar a formar un amplio semicírculo ante dicho remanso.

En realidad, no existía el menor peligro, ya que en estas zonas había formado un perímetro permanente que únicamente dejaba acceder dentro a ciertos animales inofensivos, cualquier criatura potencialmente peligrosa, depredador o no, era repelida de inmediato por los sistemas de seguridad instalados en la zona. Al igual que con los vehículos, la fauna local aprendió hasta donde sí, y donde no podían acercarse. Dichas zonas a lo largo y ancho del continente fueron establecidas en lugares en donde se determinó que su posible impacto sobre el complejo ecosistema del Parque fuese el mínimo.

El único problema surgió de que precisamente ese quinto día, fue cuando las naves consulares de la Republica Tharkana, La Mancomunidad Federada de Vega y el Matriarcado Vikaras hicieron su aparición estelar en el sistema Strela. Las tres naves consulares llegaron escoltadas por un grupo de Cruceros Ligeros y Destructores de la Flota que de inmediato quedaron bajo el mando de la Almirante Tanya. Tal y como su Alteza especificó, tan solo 16h antes el Represor había regresado de su misión, encontrándose en esos instantes ocupando su posición sobre la vertical del campamento en donde se encontraba la “excursión” de su Alteza. Nada más entrar al sistema, al Represor le llego un cumulo de comunicaciones desde las tres naves y el Crucero Ligero Tenrnus bajo cuyo mando se encontraba todo el grupo. Según informo el Coronel al mando, las tres naves consulares habían sido todo un foco de problemas desde que salieron de Capital, ya que intentaban adelantar a las demás por todos los medios con el fin de llegar los primeros hasta su Alteza… De hecho, nada más entrar al sistema las tres habían acelerado a máxima velocidad abandonado la formación de protección hasta que un disparo de advertencia de uno de los Cruceros Ligeros les obligo a retornar a sus posiciones…

Tras recibir toda la información relevante del Crucero Ligero Tenrnus, la Almirante se preparó para el dolor de cabeza que le iba a suponer atender a esas tres delegaciones… Tanya tenía muy claro que atendiese a quien atendiese primero, las otras dos iban a presentar protestas formales por ello… Se detuvo un par de minutos a considerar que es lo que hubiese hecho su Alteza en esa situación, y poco a poco se fue formando una sonrisita sarcástica en su rostro… luego dio órdenes a comunicaciones de abrir simultáneamente tres canales en una disposición muy concreta, uno para cada una de las naves consulares. Ocurrió lo que supuso que pasaría, solo le dio tiempo a presentarse, dar su rango y poco más, pues en cuanto los tres “embajadores” se vieron las caras comenzaron a discutir entre ellos dejando a la Almirante Tanya de lado… Esto le sirvió para poder actuar cómodamente contra ellos, ya que tras los primeros gritos y dejar que se dijesen mutuamente varias “lindezas” ordeno cortar las comunicaciones.

Treinta minutos después del corte total de comunicaciones, las tres naves consulares seguían tratando por todos los medios de que el Represor les respondiese. Tras aceptar nuevamente la comunicación y disponerla en los mismos parámetros que la vez anterior, esta vez Tanya lo primero de indico, fue que si volvían nuevamente a comportarse con semejante mala educación, ordenaría que fuesen nuevamente acompañados hasta Capital por su escolta… Posiblemente si hubiese sido cualquier otro mando de la Flota a los embajadores les habría importado muy poco la amenaza, pero conocían perfectamente quien era la Almirante Tanya, y sabían que tanto su Alteza como el propio Emperador respaldarían cualquier cosa que esta decidiese al respecto, por lo que se vieron obligados a tragarse su orgullo y aceptar la “advertencia amistosa”…

Para su consternación, la Almirante les dejó muy claro a las tres delegaciones que su Alteza estaba de vacaciones con su familia, y que salvo que decidiese que una lanzadera le recogiese para atenderles, no podrían ser recibidos. Todos ellos trataron de encontrar el modo de incluso se ellos mismos quienes se personasen donde fuese que estuviese su Alteza, pero Tanya fue inflexible al respecto, nadie podía entrar a un parque sin el proceso adecuado, y mucho menos para caer sobre su Alteza con una lanzadera… Tanya fue muy clara al respecto, cualquier nave que tratase de sobrevolar la isla en que estaba establecido el parque automáticamente seria neutralizada. Obviamente a nadie se le escapo que ese “neutralizada” implicaba recibir una batería completa de disparos hasta su destrucción total, máxime con el propio Represor justo sobre el Parque. Tras terminar con la tensa conversación, Tanya de inmediato se puso en contacto con su Alteza, el cual simplemente se rio a carcajadas mientras la Almirante detallaba su conversación con los embajadores… La respuesta de Jhored fue “que los atendería cuando pudiese”, después de eso corto la comunicación con el Represor…

En realidad, Jhored tenía un pequeño problema, y es que aún no le interesaba reunirse con las Vikara, estas se habían adelantado a lo que tenía previsto. Necesitaba encontrar un modo de poder retrasar su reunión con ellas un poco más, pero sin ofenderlas por si atender a las otras dos legaciones, por lo que envió una serie de ordenes mediante su enlace con el Represor… La oportunidad llego justo un día después, cuando “casualmente” entró al sistema la Fragata de instrucción de la Flota Rimpachetr, entre cuyos cadetes tripulantes se encontraban varios miembros Razors procedentes de los mundos ocupados por la Confederación. La situación se tornó inmediatamente tensa, por lo que su Alteza decidió atender lo antes posible a la Mancomunidad de Vega y a la Republica Tharkana con el fin de rebajar la situación… De inmediato se comunicó con la Embajadora Vikara, pidiéndole disculpas por no poder atenderla aun dada la situación… Tras comunicarse con las tres legaciones y mientras esperaba que su lanzadera fuese a recogerle para llevarle al Represor, Jhored no pudo evitar que una sonrisita sarcástica asomase a sus labios…

Cuando por fin llego al Represor dio órdenes de que ambas legaciones fueran acompañadas a su llegada por la Almirante Tanya a la misma sala de reuniones, en donde les estaría esperando junto con el General Mao, Kilara y la inevitable Selena… Los tres habían estado tratando desde que embarcaron en la Lanzadera de que Jhored les explicase que era lo que en realidad estaba ocurriendo, limitando este a ponerles de mala leche puesto que lo único que hacía era mirarlos y soltar una risita sarcástica…

 

CONTINUARA


5 comentarios:

  1. Así es, tres y aun seguimos intrigados de que esta pasando. Gracias infinitas por esta saga Siempre pendiente de esta pagina para leerte.

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  2. Lady Agatha Christie y Sir Arthur Conan Doyle son considerados los maestros del suspenso, pero ellos siempre daban un mínimo indicio de lo que sucedía.
    Tú no, eres alguien desagradable que está provocando problemas cerebrales, no sabemos donde está el quid, si en Cruxar, en Chin, con la Heredad. Y encima el profesor Jarkon con las UNEX y el Represor moviéndose sin Tanya.
    Gravitando sobre todo, la "inexistente" Novena Sección. No me extrañaría que la Novena Sección no fuera otro que Val, y menos me extrañaría que Tao Tky fuera Val.
    Exigimos indicios, solamente quedan 2 capítulos, ¿o es que te vas a extender?.........

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  3. Matriarcado?
    Guerreras Talkinq?
    Posible?
    Dudoso
    Pero como sales por la tangente...
    Apareceran?

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