Confederación Imperial Galáctica
Libro - 10
Los Extraños
1
Su Alteza Imperial el Príncipe Jhored
estaba preocupado, toda su planificación ya estaba en marcha, aunque iba a ser
a mas largo plazo del previsto, los cuatro meses se habían convertido en casi seis.
Por fin había conseguido desentrañar definitivamente y ajustar el patrón de los
Extraños, sin embargo, para poder tenderles la trampa iba a necesitar que, por
dos veces, sufrieran sendos tropiezos con la Flota, y sabia perfectamente donde
seria. Si todo iba bien, en seis meses los tendría en un sistema perfecto para
tenderles la trampa y hacerse con la nave que creaba los agujeros y su
tecnología. Su siguiente problema, el sacar a sus colaboradores de allí para
que no se diesen cuenta de lo que había hecho, se lo acababa de proporcionar su
esposa. Kilara llevaba unos días muy alterada, se enfadaba por todo y con
todos, estaba excesivamente estresada, le había quedado muy claro que
necesitaba un descanso urgente hasta el momento del parto. Esto le había
proporcionado la escusa perfecta para poder sacar de palacio a su
"sequito", que no hurgasen donde no debían, y para eso permanecer en
palacio era un riesgo, porque no cejarían en mirar por encima de su hombro ni
un solo instante.
Su intranquilidad venia por otro motivo,
hacia mucho que no sentía en su nuca ese run run de que algo pasaba. Cuando era
Agujero Negro y ayudaba en la guerra de modo clandestino, tenía que recabar
información de forma discreta para que no le descubriesen, algo que ya no tenía
que hacer, excepto en momentos puntuales como en esta ocasión, en que si le
descubrían pondrían el grito en el cielo y su tío era capaz de encerrarle hasta
que ascendiese al trono. Jhored sabía por experiencia que cuando tenía esa
sensación es que había visto algo importante mientras estaba planificándolo
todo, su subconsciente estaba advirtiéndole, que en los pasos que había dado se
tropezó con algo, quizá incluso con varias piezas inconexas entre sí, que era
importante por alguna razón y se le había pasado por alto… Necesitaba pensar
tranquila y detenidamente en todo lo que había visto en ese tiempo para tratar
de encontrar el hilo que abriese la madeja de lo que revoloteaba por su mente
sin que llegase a poder atraparlo. El problema era el de siempre, si de repente
se ponía en "modo pensativo" sin venir a cuento, sus queridos
colaboradores se alarmarían y comenzarían a mirar con lupa cada uno de los
movimientos que hubiese realizado en los últimos meses. Sabia como solucionar
ese problema y no era otro que sacar de allí a todo el mundo, lo complicado
habría sido vendérselo sin que saltasen todas las alarmas, pero Kilara se lo
había servido en bandeja. Se sonrió pensando en el susto que les iba a dar
cuando les dijese que Kilara y él se iban a tomar unas "vacaciones",
dados los antecedentes…
Cuando se reunió con su Tío, el principal
consejero de este, Kilara, la Almirante Tanya, los generales Mao y Gzak, más la
siempre omnipresente Selena, les comunico su intención de tomarse unas
vacaciones con su esposa hasta que fuese el momento del parto, les comento que
Kilara estaba muy estresada y le hacía falta. Ni que decir tiene que todos los
presentes en el acto le miraron con sospecha, y desde luego no era de extrañar.
Jhored se tomaba "vacaciones" solo cuando su tío le obligaba, y de
una forma u otra, casi siempre se las apañaba para terminar en medio de algún
fregado. Cuando todos trataron de hablar a la vez, Jhored alzo una mano
pidiendo que por favor le dejasen hablar…
·
Dejadme hablar,
por favor, esta vez de verdad que solo pretendo descansar con Kilara, ella de
verdad que lo necesita. Para que os quedéis tranquilos, el lugar que he elegido
es el Planeta Kione… Como ya sabéis está en el 1º Cuadrante Militar, os paso
los datos del mismo. Quiero que vosotros mismos lo investiguéis y deis el visto
bueno a mi idea…
Les paso a sus pantallas tridimensionales
los datos del Planeta Kione, situado en el primer distrito militar. Era un planeta
tropical lleno de islas, con dos lunas, una de ellas gaseosa, perfecta para
esconder la flota y al Represor. Jhored sabia que todos ellos la conocían, pues
en las "vacaciones" en las que conoció a Kilara fue uno de los
posibles destinos que escogió, sabiendo que era tan perfecto para todos ellos
que sospecharían en el acto, aunque en esa ocasión, solo lo hizo por
fastidiarlos un poco, no porque realmente se opusiese a descansar un poco. En
esta ocasión, quería descansar de verdad.
·
¿Y esto? -preguntó
el Emperador cuando vio la información.
·
Kilara esta muy
estresada, me la voy a llevar a que descanse hasta que llegue el momento del
parto. He pensado que Kione sería un lugar perfecto, tanto para estar
tranquilos, como para las medidas de seguridad que se implanten. Además, no
quiero riesgos estúpidos con mi esposa y mis futuros hijos, por eso he dado
orden de que se nos unan los SuperAcorazados Heros Parca y Trueno de Zagor, que
momentáneamente están destinados aquí, en el sistema Zero. Y en la primera
parada antes de entrar en el sistema de Kione se incorporarán también el Sun
Tzu y el Puño del Cielo, en total la seguridad se reforzará con cuatro
Superacorazados… -explicó muy serio Jhored-.
·
Por mi parte
estoy de acuerdo con ese aumento en la seguridad, pero será Selena quien elija
la ubicación y que inteligencia le de un vistazo… -replicó el Emperador,
haciendo desplegar una imagen tridimensional del Planeta Kione-.
·
Nosotros nos
encargaremos de comprobar que no haya problemas -intervino el general Mao-.
·
Me parece bien,
siempre que Selena no elija una de las islas de este archipiélago -Jhored
señalo un punto en la imagen tridimensional-.
·
¿Por qué?, es la
mejor opción para la flota, especialmente con el añadido de esos cuatro
Superacorazados, están justo bajo la orbita de la pequeña luna gaseosa… -arguyó
la Almirante Tanya-.
·
Si, pero están
muy próximas, y dado que Selena sabe lo que se hace, seguro que elegiría una de
estas tres, que son las más grandes -señalo tres puntos dentro del
archipiélago-.
·
Si, muy
posiblemente sea una de esas tres, son las que mejores condiciones tienen desde
el punto de vista de la seguridad -me replico Selena-. ¿Qué problema ve?
·
La cercanía el
resto de islas, esas tres son las que mejores playas tienen, además en su
interior también tienen algunos paisajes realmente espectaculares. Antes o
después recibiríamos visitas no deseadas… y en cuanto alguien se tope con los
marines… -hizo un gesto con las manos-.
·
¿Y en cual has
pensado tú, cariño? -preguntó Kilara adelantándose a los demás-.
·
En esta, a tiro
de piedra de la órbita de la Luna gaseosa, aunque no en su vertical -Jhored señalo
un punto en la zona del trópico sur del planeta-. Esta lo bastante lejos del
resto de islas como para poder estar tranquilos y es lo bastante grande como
para ocultar incluso una división Blindada de Asalto completa con todo su apoyo
aéreo de quererlo -Jhored amplio la imagen de la isla vista desde el espacio-
.
·
Además, tiene
pinta de tener algunos parajes espectaculares -indico Kilara, señalando varios
puntos-, sin olvidarnos de esta pequeña bahía cerrada que se interna en la isla
y en la que están los principales edificios del residencial, que es ideal para
poder bañarnos tranquilos sin miradas indiscretas desde el mar.
·
Si, lo cierto es
que la situación apartada de la isla, su tamaño, su orografía, vegetación y el
que las edificaciones estén junto a esa bahía cerrada por esos farallones con
tanta vegetación facilita mucho la seguridad -Selena se pasó la mano por la
barbilla pensativa-, incluso contra posibles incursiones aéreas.
·
Dado que
estaremos al menos un par de meses si todo va bien y las edificaciones están en
la zona sur de la isla, se podrían establecer varios campamentos escondidos en
la zona norte y dar permiso por turnos a la tripulación de la Flota del
Represor para que también disfruten un poco del mar -propuso Jhored-, en esa
zona hay varias playas muy amplias.
·
Me parece buena
idea, rotaremos también a los marines y pilotos que estén asignados a la
protección para que todos ellos puedan disfrutarlo -asintió la Almirante
Tanya-.
·
Me parece bien, pero
los tripulantes bajen a esas localizaciones que luego decidiremos con equipo de
desembarco, los quiero a todos ellos armados hasta los dientes pese a que,
teóricamente, vayan a estar de "vacaciones" unos días… -replico Jhored
para sorpresa de todos-, quiero que la seguridad sea máxima del todo.
·
Es lo que había
pensado, y los pilotos que bajen lo harán con sus unidades, todas ellas
completamente armadas, incluidos los Bombarderos -asintió Tanya-. Procuraremos
que en todo momento estén en la isla una cuarta parte tanto de los marines como
de las naves de caza y bombardeo, aparte de los que estén en ese momento de
protección, me refiero.
·
¿No serán muchos
efectivos en el Planeta? -preguntó el General Mao a Tanya.
·
No, con la
incorporación de los cuatro Superacorazados prefiero que buena parte de las
fuerzas estén desplegadas en esa isla… En caso de problemas me ofrecerán más
opciones y movilidad añadida.
·
Podríamos
rotarlos en tandas de cinco días, de ese modo, aunque nos tuviésemos que ir
antes todos habrían pasado por lo menos una vez por el descanso… -dijo Kilara-,
y les servirá también de acicate.
·
Me parece buena
idea -asintió Tanya-.
·
La reserva esta
apalabrada para la isla que os he dicho, podemos confirmarla y partir en tres o
cuatro días, cuando tu decidas -dijo Jhored, volviéndose hacia Selena-.
·
De acuerdo, en
cuatro días… -aceptó-.
·
Y Selena, se lo
buena que eres, por ese mismo motivo que retuve junto a mí en cuanto te
graduaste. Pero te lo repito, en esta situación quiero seguridad máxima, si
crees que tienes que tener una división de asalto del ejercito con nosotros o
mas unidades de la flota, reclámalas directamente… -Selena miro preocupada al
príncipe tras esto, pero no contesto, se limitó simplemente a asentir-.
Jhored se quedo pensativo cuando todo el
mundo abandonó su despacho, con excepción de Selena, evidentemente, quien se
quedo mirando a su Alteza. Jhored no se dio cuenta, pero Selena comenzó a
fruncir el ceño cuando observo como su Alteza inconscientemente comenzó a
tabletear con los dedos sobre la superficie de su mesa, perdido en su mundo.
Repentinamente, su Alteza se incorporo sobre su terminal, estuvo usándolo
durante unos cinco minutos, para luego cerrarlo y volver a relajarse contra el
respaldo de su sillón… Jhored no podía evitarlo, aquella maldita sensación de
que algo se le había pasado no cesaba ni un solo instante…
·
Alteza, ¿ocurre
alguna cosa que yo deba de conocer? -preguntó Selena preocupada-, porque tanta
insistencia con la seguridad no es normal en usted -inquirió-.
·
No, en principio
nada, por favor, informa a Tanya que acabo de dar ordenes de reforzar nuestro
grupo en Kione… Se nos unirán también los Acorazados Terror, Tormenta, Trueno y
Tempestad junto con su escolta de cuatro Cruceros Ligeros y doce Destructores…
·
Alteza… -se calló
cuando Jhored alzo la mano-.
·
Selena, por
favor, haz lo que te he pedido, si por alguna cosa hubiese algo que tuvieses o
necesitases conocer te lo diría en el acto -dicho lo cual se dirigió a su
cámara de gravedad, donde sabía que no sería molestado-.
En cuanto Selena vio desaparecer a su
Alteza, le falto tiempo para quedar con los Generales Mao y Gzak, además de con
la Almirante Tanya. En cuanto estos llegaron les explico lo que había visto y
lo que su Alteza le había pedido… La primera en hablar fue la Almirante…
·
Estando la
princesa Kilara por medio y tan cerca del parto, el que su Alteza este un poco
paranoico no me extraña en absoluto -replico Tanya mientras se daba golpecitos
en el labio inferior pensativa-.
·
Eso no creo que
ninguno lo podamos discutir, ¿pero tras incorporar cuatro Superacorazados,
ahora cuatro acorazados mas junto con su grupo de escoltas? -repuso el General
Mao-. No me cuadra…
·
¿No son ya muchas
naves de escolta para el Represor tratándose de su Alteza? -dijo el General
Gzak-.
·
Lo que a mí me
preocupan son esos cuatro nuevos Acorazados, no sus escoltas. Si se tratase
solo de los Cruceros y Destructores no me alarmaría en absoluto -respondió una Selena
pensativa-. Parece que con esas cuatro naves capitales específicamente quiera
aumentar la potencia de fuego del grupo de combate…
·
La potencia de
fuego del Grupo al incorporarse al Represor los cuatro Superacorazados ya es temible.
Si como dice Selena las nuevas incorporaciones hubiesen sido únicamente de
escoltas, incluso de tratarse de algún Crucero de Batalla más, no me
preocuparía excesivamente, porque eso solo compensaría la composición prevista
del grupo con la inclusión de los Superacorazados… Pero opino igual…, a mí
también me da mala espina la orden de incorporar esos cuatro acorazados,
tratándose de su Alteza es muchísima potencia de fuego reunida para "no
pasar nada"… Voy a modificar el despliegue previsto, no se va a quedar al
descubierto ni un solo segundo, pienso disponer de suficiente potencia de fuego
sobre su cabeza como para que cualquiera se piense dos veces hacer una
estupidez. Uno de los Superacorazados, un Acorazado, dos Cruceros pesados y
seis de los destructores se van a quedar en órbita geosincronica sobre la
puñetera isla a, oficialmente, "pasar el rato", mientras el resto de
la Flota se oculta en la luna… -dijo Tanya apretando los dientes-.
·
Estoy de acuerdo,
y por mi parte pienso doblar la cantidad de defensas artilleras mixtas, Marines
de Asalto y la guarnición de SKII en el complejo… La norma que implantare a los
Cazas de patrulla será la del primer aviso, y a los cazas de la Isla la de
respuesta instantánea, si tienen que despegar a por algo no quiero que quien lo
provoque salga vivo -apoyó Selena-.
·
Que narices
estará pasando, algo no va nada bien… -repuso retóricamente el general Mao-.
¿Tú qué le conoces bien, qué opinas Selena?
·
Pues por lo que
le he podido observar, lleva varios días así, raro y pensativo cuando cree que
nadie le observa, aunque hoy parecía ser más acuciante. En mi opinión
posiblemente ni siquiera su Alteza lo sepa seguro, pienso que algo le está
rondando y no termina de discernir de que se trata. Podríamos decir que es más
como una especie de presentimiento que otra cosa… Y eso es algo que me preocupa
mucho, porque conocemos a su alteza, y no creo que estuviese así de nervioso
por nada… -replicó Selena-.
Cuando Jhored se metió en su cámara de
gravedad no pudo evitar volver a quedarse pensativo. Para sus planes contra los
extraños tan solo necesitaba la presencia junto al Represor de dos
Superacorazados con sus escuadrones de Cazas y Bombarderos, el añadir los otros
dos había sido más por esa sensación de peligro en su cabeza que por otra cosa.
Lo de los Acorazados había sido algo completamente impulsivo, el run run no
desaparecía y su instinto le decía que le convenía encontrar lo que fuese que
le molestaba cuando antes. También era consciente de que tantos refuerzos por
su parte, habían tenido que despertar las sospechas de sus colaboradores, solo
esperaba que, al estar lejos, descansando, siguiesen los pasos habituales en
ellos. Había sido muy cuidadoso en toda su planificación contra los extraños y
para ello toda esta potencia extra tampoco le iba a ser ningún estorbo,
especialmente los dos Superacorazados adicionales con sus fuerzas de cazas y
bombarderos…
A las dos horas de la partida de la Flota
del Sistema Estelar Zaro, Jhored se puso a verificar los planes de contingencia
que sin duda la Almirante Tanya ya tendría configurados, era superior a sus
fuerzas, pese a confiar totalmente en ella, no podía evitar preocuparse. Cuando
vio su planificación, se quedo meditando unos minutos, luego se comunicó con
ella, pidiéndole que cuando tuviese algo de tiempo, por favor se pasase por su
despacho. Apenas media hora después, Tanya, el general Gzak y Selena estaban
reunidos con su Alteza…
·
Tanya, voy a
cambiar tus planes de protección -desplego la imagen tridimensional de Kione y
sus lunas, luego señalo un punto concreto del sistema-. Una vez toda la Flota
este reunida, saldremos aquí, mientras que todo el grupo se dirige a la
posición que habías establecido en la órbita de Kione, el Represor con los
Cuatro cruceros de Batalla se sumergirán en la atmosfera gaseosa de la luna,
permaneciendo ocultos allí. El Heros Parca hará las veces de líder del grupo,
cualquier transmisión será reenviada por microimpulso hasta un micro satélite
que deberá de colocar en órbita alta de la luna el represor…
·
Alteza, ¿qué es
lo que ocurre? -inquirió la almirante Tanya, asintiendo a la pregunta el resto
de los asistentes a la reunión-.
·
Creo que todos
ustedes saben que en su momento fui "Agujero Negro", que era como se
me conocía en código por los servicios de inteligencia durante la guerra,
¿verdad? -todos asintieron-.
·
Bien -acepto Jhored-,
en esa época debía de andar con mucho cuidado cuando me movía entre los datos
de inteligencia. En determinadas circunstancias, algunas veces… digamos que
veía cosas que no "asociaba" con otros datos, pero, sin embargo, mi
subconsciente creo que…, digamos que si lo hacía, luego me pasaba días enteros
con una sensación de malestar muy desagradable hasta que daba con ello… Lo
siento, pero es como mejor puedo explicarlo -repuso el Príncipe-.
·
Y ahora esta
volviendo a sentirlo, ¿es eso? -preguntó Selena-.
·
Mas o menos, se
que he debido de ver algo, pero no se el que, ni donde, ni cuándo. He revisado
en estos meses en palacio innumerables informes de inteligencia, de la Flota,
del Ejercito, del propio palacio, del planeta Capital, del Sistema Zero, de los
Extraños… Demasiadas cosas y de muchos campos diferentes…
·
¿Y antes, cuando
era Agujero Negro, como lo solucionaba? -preguntó el general Gzak-.
·
Meditación y
tranquilidad. Vivía solo en aquella montaña donde me encontraron, cuando estaba
así, simplemente me recluía permaneciendo tranquilo, sin ver nada más,
relajándome mientras daba vueltas en mi cabeza a todos los pasos que había
dado, uno por uno, fuese lo que fuese o hiciese lo que hiciese hasta dar con el
punto que me había "saltado". Supongo que se imaginaran ustedes el
motivo por le que les estoy contando esto, ¿verdad? -les preguntó Jhored muy
serio-.
·
Porque quiere que
pase lo que pase en las vacaciones lo arreglemos nosotros sin molestarlo, y que
no miremos cada dos por tres por encima de su hombro en cuanto se encierre
nuevamente en su mundo como en estos días previos -replicó Selena-.
·
Básicamente,
necesito tranquilidad para poder pensar, y el tenerlos rondándome como halcones
no me ayuda. Y el actual estado de estrés de Kilara aún mucho menos. Sobre esto
último no tengo el menor control por eso quiero llevarla a un sitio donde se
pueda calmar y descanse, pero sobre ustedes sí que puedo hacer algo, por eso he
extremado las medidas de seguridad hasta lo máximo "sensato". Espero
que con una cuarta parte de los Marines y pilotos integrantes de la flota en la
Isla además de con los cuatro Superacorazados y cuatro Acorazados sobre
nuestras cabezas, junto a todas nuestras escoltas, tengan suficiente. Confió
que ahora podrán dejarme ustedes respirar a gusto.
·
Si consigue
finalmente saber que vio… -dejo colgado el General Gzak-.
·
Si lo consigo, le
aseguro que se lo notificare a ustedes antes de tomar medidas respecto a lo que
sea que ocurra. Pero a cambio de esto, espero que me dejen ustedes tranquilo.
Todos asintieron con la cabeza, claro que
antes de eso, Selena le dejo a su Alteza muy claro que por su parte le dejaría
"margen", lo que no significaba que le fuese a perder de vista ni un
solo instante, y en eso evidentemente, también estaban incluidos sus compañeros
del SISI que formaban su escolta personal y la de Kilara. Creo que no
sorprenderá a nadie el que su Alteza ya contase con eso antes incluso de hablar
con sus máximos colaboradores. Sus huellas en las ordenes emitidas para la trampa
habían sido cuidadosamente limpiadas, esperaba que tanto los dos generales,
como Tanya y Selena, se volcasen en sus movimientos "visibles" por
los archivos del sistema central de inteligencia y en los de Palacio. Antes de
este run run había planificado una situación muy parecida a esta, claro que en
aquel momento pensó que todo esto seria solo una añagaza, y ahora resultaba ser
de lo más real… Jhored sabía que tenía que encontrar aquello que le estaba
molestando lo antes posible.
CONTINUARA
Genial!
ResponderEliminarHe estado esperando este capítulo por un par de meses ya y la calidad nunca se reduce,gracias por compartir tu gran creatividad Shadow!
Grandioso, prolongas la emoción hasta limites insospechados.
ResponderEliminarA la espera de que unas tranquilas vacaciones se conviertan en unas actuaciones sorprendentes.
Un saludo,
VGG
En el Cap.1 del Libro 9 (Los Brimm), te deje una pregunta.
ResponderEliminarLa ultima frase del libro, "Estés donde estés, te ocultes donde te ocultes,..."; parece la cita de alguien. Si es así, ¿podrías decir de quien?.
Gracias.
Un saludo,
VGG
Sinceramente no la saque de ningún sitio, aunque si creo recordar haber leído algo bastante parecido a eso en algún libro, pero no sabría decirte en cual.
EliminarEscuché una frase semejante. "Podrás huir, pero no escaparás"
EliminarNo es de la película de Liam Neeson, que persigue a unos secuestradores? Creo que se llama Búsqueda Implacable (así se la conoce en América Latina)
EliminarMe alegra que os haya gustado este primer capítulo, los cuatro restantes los publicare muy pronto, tratare que entre lo que resta de semana y los primeros días de la que viene queden los cinco publicados.
ResponderEliminarSe te echaba de menos...
ResponderEliminarDefinitivamente el suspenso queda. Espero los otros capítulos , saludos
ResponderEliminarGracias por volver a permitirnos escapar de este mundo para sumergirnos en este universo que has creado. Toda mi imaginación te lo agradece. Dax,uruguay
ResponderEliminarNo sabes cuánto añoró tú escritura en las dos vertientes. Me haces soñar y pensar gracias por escribir
ResponderEliminarSencillamente genial. Como todos los demás capítulos de las otras entregas.
ResponderEliminarMuchas gracias.