jueves, 22 de agosto de 2019

                           Confederación Imperial Galáctica

Libro - 10

Los Extraños


 1






Fecha estelar - 5334

1º Cuadrante Militar

Sistema Zero

Planeta Capital

Palacio Imperial



Su Alteza Imperial el Príncipe Jhored estaba preocupado, toda su planificación ya estaba en marcha, aunque iba a ser a mas largo plazo del previsto, los cuatro meses se habían convertido en casi seis. Por fin había conseguido desentrañar definitivamente y ajustar el patrón de los Extraños, sin embargo, para poder tenderles la trampa iba a necesitar que, por dos veces, sufrieran sendos tropiezos con la Flota, y sabia perfectamente donde seria. Si todo iba bien, en seis meses los tendría en un sistema perfecto para tenderles la trampa y hacerse con la nave que creaba los agujeros y su tecnología. Su siguiente problema, el sacar a sus colaboradores de allí para que no se diesen cuenta de lo que había hecho, se lo acababa de proporcionar su esposa. Kilara llevaba unos días muy alterada, se enfadaba por todo y con todos, estaba excesivamente estresada, le había quedado muy claro que necesitaba un descanso urgente hasta el momento del parto. Esto le había proporcionado la escusa perfecta para poder sacar de palacio a su "sequito", que no hurgasen donde no debían, y para eso permanecer en palacio era un riesgo, porque no cejarían en mirar por encima de su hombro ni un solo instante.



Su intranquilidad venia por otro motivo, hacia mucho que no sentía en su nuca ese run run de que algo pasaba. Cuando era Agujero Negro y ayudaba en la guerra de modo clandestino, tenía que recabar información de forma discreta para que no le descubriesen, algo que ya no tenía que hacer, excepto en momentos puntuales como en esta ocasión, en que si le descubrían pondrían el grito en el cielo y su tío era capaz de encerrarle hasta que ascendiese al trono. Jhored sabía por experiencia que cuando tenía esa sensación es que había visto algo importante mientras estaba planificándolo todo, su subconsciente estaba advirtiéndole, que en los pasos que había dado se tropezó con algo, quizá incluso con varias piezas inconexas entre sí, que era importante por alguna razón y se le había pasado por alto… Necesitaba pensar tranquila y detenidamente en todo lo que había visto en ese tiempo para tratar de encontrar el hilo que abriese la madeja de lo que revoloteaba por su mente sin que llegase a poder atraparlo. El problema era el de siempre, si de repente se ponía en "modo pensativo" sin venir a cuento, sus queridos colaboradores se alarmarían y comenzarían a mirar con lupa cada uno de los movimientos que hubiese realizado en los últimos meses. Sabia como solucionar ese problema y no era otro que sacar de allí a todo el mundo, lo complicado habría sido vendérselo sin que saltasen todas las alarmas, pero Kilara se lo había servido en bandeja. Se sonrió pensando en el susto que les iba a dar cuando les dijese que Kilara y él se iban a tomar unas "vacaciones", dados los antecedentes…

Cuando se reunió con su Tío, el principal consejero de este, Kilara, la Almirante Tanya, los generales Mao y Gzak, más la siempre omnipresente Selena, les comunico su intención de tomarse unas vacaciones con su esposa hasta que fuese el momento del parto, les comento que Kilara estaba muy estresada y le hacía falta. Ni que decir tiene que todos los presentes en el acto le miraron con sospecha, y desde luego no era de extrañar. Jhored se tomaba "vacaciones" solo cuando su tío le obligaba, y de una forma u otra, casi siempre se las apañaba para terminar en medio de algún fregado. Cuando todos trataron de hablar a la vez, Jhored alzo una mano pidiendo que por favor le dejasen hablar…

·         Dejadme hablar, por favor, esta vez de verdad que solo pretendo descansar con Kilara, ella de verdad que lo necesita. Para que os quedéis tranquilos, el lugar que he elegido es el Planeta Kione… Como ya sabéis está en el 1º Cuadrante Militar, os paso los datos del mismo. Quiero que vosotros mismos lo investiguéis y deis el visto bueno a mi idea…

Les paso a sus pantallas tridimensionales los datos del Planeta Kione, situado en el primer distrito militar. Era un planeta tropical lleno de islas, con dos lunas, una de ellas gaseosa, perfecta para esconder la flota y al Represor. Jhored sabia que todos ellos la conocían, pues en las "vacaciones" en las que conoció a Kilara fue uno de los posibles destinos que escogió, sabiendo que era tan perfecto para todos ellos que sospecharían en el acto, aunque en esa ocasión, solo lo hizo por fastidiarlos un poco, no porque realmente se opusiese a descansar un poco. En esta ocasión, quería descansar de verdad.

·         ¿Y esto? -preguntó el Emperador cuando vio la información.

·         Kilara esta muy estresada, me la voy a llevar a que descanse hasta que llegue el momento del parto. He pensado que Kione sería un lugar perfecto, tanto para estar tranquilos, como para las medidas de seguridad que se implanten. Además, no quiero riesgos estúpidos con mi esposa y mis futuros hijos, por eso he dado orden de que se nos unan los SuperAcorazados Heros Parca y Trueno de Zagor, que momentáneamente están destinados aquí, en el sistema Zero. Y en la primera parada antes de entrar en el sistema de Kione se incorporarán también el Sun Tzu y el Puño del Cielo, en total la seguridad se reforzará con cuatro Superacorazados… -explicó muy serio Jhored-.

·         Por mi parte estoy de acuerdo con ese aumento en la seguridad, pero será Selena quien elija la ubicación y que inteligencia le de un vistazo… -replicó el Emperador, haciendo desplegar una imagen tridimensional del Planeta Kione-.

·         Nosotros nos encargaremos de comprobar que no haya problemas -intervino el general Mao-.

·         Me parece bien, siempre que Selena no elija una de las islas de este archipiélago -Jhored señalo un punto en la imagen tridimensional-.

·         ¿Por qué?, es la mejor opción para la flota, especialmente con el añadido de esos cuatro Superacorazados, están justo bajo la orbita de la pequeña luna gaseosa… -arguyó la Almirante Tanya-.

·         Si, pero están muy próximas, y dado que Selena sabe lo que se hace, seguro que elegiría una de estas tres, que son las más grandes -señalo tres puntos dentro del archipiélago-.

·         Si, muy posiblemente sea una de esas tres, son las que mejores condiciones tienen desde el punto de vista de la seguridad -me replico Selena-. ¿Qué problema ve?

·         La cercanía el resto de islas, esas tres son las que mejores playas tienen, además en su interior también tienen algunos paisajes realmente espectaculares. Antes o después recibiríamos visitas no deseadas… y en cuanto alguien se tope con los marines… -hizo un gesto con las manos-.

·         ¿Y en cual has pensado tú, cariño? -preguntó Kilara adelantándose a los demás-.

·         En esta, a tiro de piedra de la órbita de la Luna gaseosa, aunque no en su vertical -Jhored señalo un punto en la zona del trópico sur del planeta-. Esta lo bastante lejos del resto de islas como para poder estar tranquilos y es lo bastante grande como para ocultar incluso una división Blindada de Asalto completa con todo su apoyo aéreo de quererlo -Jhored amplio la imagen de la isla vista desde el espacio-
.
·         Además, tiene pinta de tener algunos parajes espectaculares -indico Kilara, señalando varios puntos-, sin olvidarnos de esta pequeña bahía cerrada que se interna en la isla y en la que están los principales edificios del residencial, que es ideal para poder bañarnos tranquilos sin miradas indiscretas desde el mar.

·         Si, lo cierto es que la situación apartada de la isla, su tamaño, su orografía, vegetación y el que las edificaciones estén junto a esa bahía cerrada por esos farallones con tanta vegetación facilita mucho la seguridad -Selena se pasó la mano por la barbilla pensativa-, incluso contra posibles incursiones aéreas.

·         Dado que estaremos al menos un par de meses si todo va bien y las edificaciones están en la zona sur de la isla, se podrían establecer varios campamentos escondidos en la zona norte y dar permiso por turnos a la tripulación de la Flota del Represor para que también disfruten un poco del mar -propuso Jhored-, en esa zona hay varias playas muy amplias.
·         Me parece buena idea, rotaremos también a los marines y pilotos que estén asignados a la protección para que todos ellos puedan disfrutarlo -asintió la Almirante Tanya-.

·         Me parece bien, pero los tripulantes bajen a esas localizaciones que luego decidiremos con equipo de desembarco, los quiero a todos ellos armados hasta los dientes pese a que, teóricamente, vayan a estar de "vacaciones" unos días… -replico Jhored para sorpresa de todos-, quiero que la seguridad sea máxima del todo.

·         Es lo que había pensado, y los pilotos que bajen lo harán con sus unidades, todas ellas completamente armadas, incluidos los Bombarderos -asintió Tanya-. Procuraremos que en todo momento estén en la isla una cuarta parte tanto de los marines como de las naves de caza y bombardeo, aparte de los que estén en ese momento de protección, me refiero.

·         ¿No serán muchos efectivos en el Planeta? -preguntó el General Mao a Tanya.

·         No, con la incorporación de los cuatro Superacorazados prefiero que buena parte de las fuerzas estén desplegadas en esa isla… En caso de problemas me ofrecerán más opciones y movilidad añadida.

·         Podríamos rotarlos en tandas de cinco días, de ese modo, aunque nos tuviésemos que ir antes todos habrían pasado por lo menos una vez por el descanso… -dijo Kilara-, y les servirá también de acicate.

·         Me parece buena idea -asintió Tanya-.

·         La reserva esta apalabrada para la isla que os he dicho, podemos confirmarla y partir en tres o cuatro días, cuando tu decidas -dijo Jhored, volviéndose hacia Selena-.

·         De acuerdo, en cuatro días… -aceptó-.

·         Y Selena, se lo buena que eres, por ese mismo motivo que retuve junto a mí en cuanto te graduaste. Pero te lo repito, en esta situación quiero seguridad máxima, si crees que tienes que tener una división de asalto del ejercito con nosotros o mas unidades de la flota, reclámalas directamente… -Selena miro preocupada al príncipe tras esto, pero no contesto, se limitó simplemente a asentir-.

Jhored se quedo pensativo cuando todo el mundo abandonó su despacho, con excepción de Selena, evidentemente, quien se quedo mirando a su Alteza. Jhored no se dio cuenta, pero Selena comenzó a fruncir el ceño cuando observo como su Alteza inconscientemente comenzó a tabletear con los dedos sobre la superficie de su mesa, perdido en su mundo. Repentinamente, su Alteza se incorporo sobre su terminal, estuvo usándolo durante unos cinco minutos, para luego cerrarlo y volver a relajarse contra el respaldo de su sillón… Jhored no podía evitarlo, aquella maldita sensación de que algo se le había pasado no cesaba ni un solo instante…

·         Alteza, ¿ocurre alguna cosa que yo deba de conocer? -preguntó Selena preocupada-, porque tanta insistencia con la seguridad no es normal en usted -inquirió-.

·         No, en principio nada, por favor, informa a Tanya que acabo de dar ordenes de reforzar nuestro grupo en Kione… Se nos unirán también los Acorazados Terror, Tormenta, Trueno y Tempestad junto con su escolta de cuatro Cruceros Ligeros y doce Destructores…

·         Alteza… -se calló cuando Jhored alzo la mano-.

·         Selena, por favor, haz lo que te he pedido, si por alguna cosa hubiese algo que tuvieses o necesitases conocer te lo diría en el acto -dicho lo cual se dirigió a su cámara de gravedad, donde sabía que no sería molestado-.

En cuanto Selena vio desaparecer a su Alteza, le falto tiempo para quedar con los Generales Mao y Gzak, además de con la Almirante Tanya. En cuanto estos llegaron les explico lo que había visto y lo que su Alteza le había pedido… La primera en hablar fue la Almirante…

·         Estando la princesa Kilara por medio y tan cerca del parto, el que su Alteza este un poco paranoico no me extraña en absoluto -replico Tanya mientras se daba golpecitos en el labio inferior pensativa-.

·         Eso no creo que ninguno lo podamos discutir, ¿pero tras incorporar cuatro Superacorazados, ahora cuatro acorazados mas junto con su grupo de escoltas? -repuso el General Mao-. No me cuadra…

·         ¿No son ya muchas naves de escolta para el Represor tratándose de su Alteza? -dijo el General Gzak-.

·         Lo que a mí me preocupan son esos cuatro nuevos Acorazados, no sus escoltas. Si se tratase solo de los Cruceros y Destructores no me alarmaría en absoluto -respondió una Selena pensativa-. Parece que con esas cuatro naves capitales específicamente quiera aumentar la potencia de fuego del grupo de combate…

·         La potencia de fuego del Grupo al incorporarse al Represor los cuatro Superacorazados ya es temible. Si como dice Selena las nuevas incorporaciones hubiesen sido únicamente de escoltas, incluso de tratarse de algún Crucero de Batalla más, no me preocuparía excesivamente, porque eso solo compensaría la composición prevista del grupo con la inclusión de los Superacorazados… Pero opino igual…, a mí también me da mala espina la orden de incorporar esos cuatro acorazados, tratándose de su Alteza es muchísima potencia de fuego reunida para "no pasar nada"… Voy a modificar el despliegue previsto, no se va a quedar al descubierto ni un solo segundo, pienso disponer de suficiente potencia de fuego sobre su cabeza como para que cualquiera se piense dos veces hacer una estupidez. Uno de los Superacorazados, un Acorazado, dos Cruceros pesados y seis de los destructores se van a quedar en órbita geosincronica sobre la puñetera isla a, oficialmente, "pasar el rato", mientras el resto de la Flota se oculta en la luna… -dijo Tanya apretando los dientes-.

·         Estoy de acuerdo, y por mi parte pienso doblar la cantidad de defensas artilleras mixtas, Marines de Asalto y la guarnición de SKII en el complejo… La norma que implantare a los Cazas de patrulla será la del primer aviso, y a los cazas de la Isla la de respuesta instantánea, si tienen que despegar a por algo no quiero que quien lo provoque salga vivo -apoyó Selena-.

·         Que narices estará pasando, algo no va nada bien… -repuso retóricamente el general Mao-. ¿Tú qué le conoces bien, qué opinas Selena?

·         Pues por lo que le he podido observar, lleva varios días así, raro y pensativo cuando cree que nadie le observa, aunque hoy parecía ser más acuciante. En mi opinión posiblemente ni siquiera su Alteza lo sepa seguro, pienso que algo le está rondando y no termina de discernir de que se trata. Podríamos decir que es más como una especie de presentimiento que otra cosa… Y eso es algo que me preocupa mucho, porque conocemos a su alteza, y no creo que estuviese así de nervioso por nada… -replicó Selena-.

Cuando Jhored se metió en su cámara de gravedad no pudo evitar volver a quedarse pensativo. Para sus planes contra los extraños tan solo necesitaba la presencia junto al Represor de dos Superacorazados con sus escuadrones de Cazas y Bombarderos, el añadir los otros dos había sido más por esa sensación de peligro en su cabeza que por otra cosa. Lo de los Acorazados había sido algo completamente impulsivo, el run run no desaparecía y su instinto le decía que le convenía encontrar lo que fuese que le molestaba cuando antes. También era consciente de que tantos refuerzos por su parte, habían tenido que despertar las sospechas de sus colaboradores, solo esperaba que, al estar lejos, descansando, siguiesen los pasos habituales en ellos. Había sido muy cuidadoso en toda su planificación contra los extraños y para ello toda esta potencia extra tampoco le iba a ser ningún estorbo, especialmente los dos Superacorazados adicionales con sus fuerzas de cazas y bombarderos…

A las dos horas de la partida de la Flota del Sistema Estelar Zaro, Jhored se puso a verificar los planes de contingencia que sin duda la Almirante Tanya ya tendría configurados, era superior a sus fuerzas, pese a confiar totalmente en ella, no podía evitar preocuparse. Cuando vio su planificación, se quedo meditando unos minutos, luego se comunicó con ella, pidiéndole que cuando tuviese algo de tiempo, por favor se pasase por su despacho. Apenas media hora después, Tanya, el general Gzak y Selena estaban reunidos con su Alteza…

·         Tanya, voy a cambiar tus planes de protección -desplego la imagen tridimensional de Kione y sus lunas, luego señalo un punto concreto del sistema-. Una vez toda la Flota este reunida, saldremos aquí, mientras que todo el grupo se dirige a la posición que habías establecido en la órbita de Kione, el Represor con los Cuatro cruceros de Batalla se sumergirán en la atmosfera gaseosa de la luna, permaneciendo ocultos allí. El Heros Parca hará las veces de líder del grupo, cualquier transmisión será reenviada por microimpulso hasta un micro satélite que deberá de colocar en órbita alta de la luna el represor…

·         Alteza, ¿qué es lo que ocurre? -inquirió la almirante Tanya, asintiendo a la pregunta el resto de los asistentes a la reunión-.

·         Creo que todos ustedes saben que en su momento fui "Agujero Negro", que era como se me conocía en código por los servicios de inteligencia durante la guerra, ¿verdad? -todos asintieron-.

·         Bien -acepto Jhored-, en esa época debía de andar con mucho cuidado cuando me movía entre los datos de inteligencia. En determinadas circunstancias, algunas veces… digamos que veía cosas que no "asociaba" con otros datos, pero, sin embargo, mi subconsciente creo que…, digamos que si lo hacía, luego me pasaba días enteros con una sensación de malestar muy desagradable hasta que daba con ello… Lo siento, pero es como mejor puedo explicarlo -repuso el Príncipe-.

·         Y ahora esta volviendo a sentirlo, ¿es eso? -preguntó Selena-.

·         Mas o menos, se que he debido de ver algo, pero no se el que, ni donde, ni cuándo. He revisado en estos meses en palacio innumerables informes de inteligencia, de la Flota, del Ejercito, del propio palacio, del planeta Capital, del Sistema Zero, de los Extraños… Demasiadas cosas y de muchos campos diferentes…

·         ¿Y antes, cuando era Agujero Negro, como lo solucionaba? -preguntó el general Gzak-.

·         Meditación y tranquilidad. Vivía solo en aquella montaña donde me encontraron, cuando estaba así, simplemente me recluía permaneciendo tranquilo, sin ver nada más, relajándome mientras daba vueltas en mi cabeza a todos los pasos que había dado, uno por uno, fuese lo que fuese o hiciese lo que hiciese hasta dar con el punto que me había "saltado". Supongo que se imaginaran ustedes el motivo por le que les estoy contando esto, ¿verdad? -les preguntó Jhored muy serio-.

·         Porque quiere que pase lo que pase en las vacaciones lo arreglemos nosotros sin molestarlo, y que no miremos cada dos por tres por encima de su hombro en cuanto se encierre nuevamente en su mundo como en estos días previos -replicó Selena-.

·         Básicamente, necesito tranquilidad para poder pensar, y el tenerlos rondándome como halcones no me ayuda. Y el actual estado de estrés de Kilara aún mucho menos. Sobre esto último no tengo el menor control por eso quiero llevarla a un sitio donde se pueda calmar y descanse, pero sobre ustedes sí que puedo hacer algo, por eso he extremado las medidas de seguridad hasta lo máximo "sensato". Espero que con una cuarta parte de los Marines y pilotos integrantes de la flota en la Isla además de con los cuatro Superacorazados y cuatro Acorazados sobre nuestras cabezas, junto a todas nuestras escoltas, tengan suficiente. Confió que ahora podrán dejarme ustedes respirar a gusto.

·         Si consigue finalmente saber que vio… -dejo colgado el General Gzak-.

·         Si lo consigo, le aseguro que se lo notificare a ustedes antes de tomar medidas respecto a lo que sea que ocurra. Pero a cambio de esto, espero que me dejen ustedes tranquilo.

Todos asintieron con la cabeza, claro que antes de eso, Selena le dejo a su Alteza muy claro que por su parte le dejaría "margen", lo que no significaba que le fuese a perder de vista ni un solo instante, y en eso evidentemente, también estaban incluidos sus compañeros del SISI que formaban su escolta personal y la de Kilara. Creo que no sorprenderá a nadie el que su Alteza ya contase con eso antes incluso de hablar con sus máximos colaboradores. Sus huellas en las ordenes emitidas para la trampa habían sido cuidadosamente limpiadas, esperaba que tanto los dos generales, como Tanya y Selena, se volcasen en sus movimientos "visibles" por los archivos del sistema central de inteligencia y en los de Palacio. Antes de este run run había planificado una situación muy parecida a esta, claro que en aquel momento pensó que todo esto seria solo una añagaza, y ahora resultaba ser de lo más real… Jhored sabía que tenía que encontrar aquello que le estaba molestando lo antes posible.


CONTINUARA

12 comentarios:

  1. Genial!
    He estado esperando este capítulo por un par de meses ya y la calidad nunca se reduce,gracias por compartir tu gran creatividad Shadow!

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  2. Grandioso, prolongas la emoción hasta limites insospechados.
    A la espera de que unas tranquilas vacaciones se conviertan en unas actuaciones sorprendentes.

    Un saludo,
    VGG

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  3. En el Cap.1 del Libro 9 (Los Brimm), te deje una pregunta.
    La ultima frase del libro, "Estés donde estés, te ocultes donde te ocultes,..."; parece la cita de alguien. Si es así, ¿podrías decir de quien?.
    Gracias.

    Un saludo,
    VGG

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    1. Sinceramente no la saque de ningún sitio, aunque si creo recordar haber leído algo bastante parecido a eso en algún libro, pero no sabría decirte en cual.

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    2. Escuché una frase semejante. "Podrás huir, pero no escaparás"

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    3. No es de la película de Liam Neeson, que persigue a unos secuestradores? Creo que se llama Búsqueda Implacable (así se la conoce en América Latina)

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  4. Me alegra que os haya gustado este primer capítulo, los cuatro restantes los publicare muy pronto, tratare que entre lo que resta de semana y los primeros días de la que viene queden los cinco publicados.

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  5. Definitivamente el suspenso queda. Espero los otros capítulos , saludos

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  6. Gracias por volver a permitirnos escapar de este mundo para sumergirnos en este universo que has creado. Toda mi imaginación te lo agradece. Dax,uruguay

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  7. No sabes cuánto añoró tú escritura en las dos vertientes. Me haces soñar y pensar gracias por escribir

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  8. Sencillamente genial. Como todos los demás capítulos de las otras entregas.
    Muchas gracias.

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