Confederación Imperial Galáctica
Libro - 8
Hiperbórea
5
Su
Alteza Imperial el Príncipe Jhored, estaba siguiendo atentamente la situación
dentro del sistema estelar hiperbórea, especialmente desde el instante en que
el Vicealmirante Tagard se había unido a su flotilla con las escoltas del
convoy que había desplegado a los “Cazadores de Hiperbórea” en la superficie
del planeta, junto a gran cantidad de medios defensivos para las divisiones
planetarias del mismo. Así mismo, la torpedera Z-249 se encontraba en una
posición resguardada en los bordes de dicho sistema, con órdenes estrictas de
no intervenir pasase lo que pasase sin una orden expresa de su Alteza Imperial.
Su misión exclusiva consistía en escanear constantemente la situación del
sistema e informar mediante microondas de banda estrecha al Represor.
En un momento
dado, la Z-249 informo de que uno de los cargueros parecía tener problemas con
sus motores de Impulso y se estaba retrasando con respecto al resto de la Flota
de refuerzo del condominio. Haciendo un rápido cálculo, su Alteza dio órdenes específicas
a la Torpedera Z-249 de moverse de inmediato y a toda velocidad hacia el
sistema estelar fronterizo codificado LML-2985, donde debería de mantenerse
oculta a la espera de la posible aparición de cualquiera de las naves
supervivientes de la Flota que actualmente se dirigía a hiperbórea. Entre sus
órdenes, su capitán se encontró con una un poco extraña para su juicio aunque
perfectamente especificada, debía de destruir cualquier nave que apareciese,
pero dándole el tiempo necesario como para ser capaz de emitir un mensaje de
“alerta”…
Tras
dar las órdenes a la Torpedera, su Alteza Imperial se dirigió al puente de
mando del Intrépido, nada más entrar ocupo el asiento del Observador, situado
junto al de la Almirante, un par de metros por detrás de la butaca del Capitán
del Represor, dando órdenes a la Almirante Kasinhs de poner en marcha la Flota
y saltar hacia el Sistema Hiperbórea en cuanto todo estuviese listo… La
Almirante dio la orden de despliegue y de salto para toda la flota, luego,
antes de dirigirse a su Alteza puso en marcha un campo aislante para que nadie
pudiese escuchar la conversación…
·
¿Seguro?,
ese grupo de transporte, tropas terrestres aparte, tan solo va acompañado de 2
Cruceros Pesados y 10 Destructores… Creí que tendríamos que enfrentarnos a mas
naves
·
Se
contemplaba que tratasen de ampliar la brecha en nuestro territorio atacando
los sectores adyacentes al Hiperbóreo, y para ello se necesitaría la presencia
de unidades pesadas… -replico su Alteza, siendo interrumpido por la Almirante.
·
Por
eso lo digo Alteza, esas unidades pesadas aún no han llegado, creo que este
movimiento es prematuro…
·
En
realidad, yo contemplaba dos posibilidades, la primera seria esa.
·
¿Y
la segunda?
·
La
segunda es esta –replicó disponiendo de un diagrama tridimensional del
cuadrante, en donde se podía apreciar la estimación de movimientos por parte de
las naves del Dominio, o Principado Zordek, como se le prefiriese llamar.
·
Entiendo
–replicó la Almirante tras ver toda la simulación-. Usarían estas pocas
unidades como distracción en operaciones de “piratería”, obligándonos a
concentrar recursos en la zona, mientras que su flota, realmente estaría
ocupando territorio perteneciente al Trono Imperial de la Liga de Mundos,
ampliando de ese modo el poder del Dominio dentro de la Liga y forzando a las
principales casas nobles a dar un paso adelante mostrando públicamente su cara.
·
Eso
es precisamente, por eso además el movimiento de naves de guerra del Dominio
aquí será mínima, así podrá usar plenamente la potencia defensiva del Sector.
Para poder recuperar Hiperbórea, Zordek inteligentemente nos deja dos únicas
vías posibles, la Diplomática o la Militar. La primera, aun devolví, pero para
ello debe de contener los daños que nos cause. La segunda, supondría que
deberíamos de atacar por sus flancos, invadiendo de facto en el proceso el
territorio de la Liga de Mundos Libres, desatando de ese modo una guerra
generalizada de la cual saldrá beneficiado aun en caso de que nosotros
consiguiésemos recuperar Hiperbórea. Antes de poder tocarlo, deberíamos de
quitar de en medio a gran parte de sus enemigos, cuyos territorios están entre
el, y nosotros.
·
Pero
en la actual situación, con el Emperador Sigfried IV desaparecido junto con los
dos candidatos a sucederlo, ellos estarían divididos, lo que a nivel
estratégico nos otorgaría una ventaja muy importante. No entiendo del todo en
que beneficiaria esto al Príncipe Zordek, aunque negociase y se saliese con la
suya, ni aun así podría hacerse con el Trono Imperial, y muchísimo menos
mantenerlo después, ni aunque destruyamos nosotros antes las flotas de sus
principales adversarios.
·
Y
nuevamente Almirante, al igual que muchos otros, consideras al Príncipe Zordek
como alguien con unas miras tan estrechas que es peligroso. Gane o pierda aquí,
él no ocuparía el Trono, pero se encargaría de que alguien afín y al que pueda
manejar lo haga. Con el emperador bajo su control, solo sería cuestión de
cuánto tiempo tardaría en ocupar por sí mismo el Trono, o bien, buscarse otro
propio por su cuenta en algún sitio aledaño aprovechándose del poder de la Liga
para ello.
·
La
Confederación Imperial, es lo que realmente está buscando… -abrió mucho los
ojos la Almirante, visiblemente sorprendida por sus propias conclusiones.
·
¿Probablemente?,
sí, justo eso mismo, pero a muy largo plazo, un plazo excesivo para un asunto
de esa índole.
·
Entiendo
que esa situación no llegaría a darse… -dijo la Almirante, obteniendo
únicamente una irónica mirada del Príncipe, que para ella fue la mejor
respuesta posible.
·
Tanya,
ahora mismo Zordek tan solo busca prestigio propio y poder colocar un títere en
el Trono de la Liga de Mundos Libres, que es en lo que debemos centrarnos. En
estos instantes, es débil, se mantiene al frente del Dominio Zordek a nivel
interno por medio del miedo, y en especial el que la población le tiene a la
Tarharsa, la cual ahora mismo ya está prácticamente aniquilada. En cuanto
acabemos con esta Flotilla de refuerzo, tendremos vía libre a su propio
territorio, cuya frontera con nosotros si no me equivoco, estará prácticamente
desguarnecida al desplazar sus tropas para ocupar territorio Imperial de la
Liga.
·
Claro,
y usted ha decidido obviar esta posibilidad durante todo este tiempo, ¿Por
qué…? –entonces abrió los ojos como platos-. Piensa moverse al Dominio, piensa
entrar a territorio enemigo con esta Flota…
·
Por
supuesto que sí, con esta y con el resto de naves que se nos unirán, en cuando
de orden de inicio de la fase tres de esta… “pequeña charada”… que estamos
llevando a cabo.
·
¿Cómo
dice?
·
Ya
lo vera Tanya, ya lo vera… a su debido tiempo. Ahora, vamos a ver qué podemos
hacer cuando lleguemos con esas naves…
Como
ya se explicó, ninguna de las naves de la Flota de Refuerzo sobrevivió al
encuentro con las defensas de Hiperbórea y con la Flota del Represor. Su
Alteza, una vez que el último carguero fue destruido, ordeno que la Flota se
concentrase y desplegase nuevamente en orden de batalla antes de saltar a su
siguiente destino, el planeta Capital del Dominio Zordek. Ni que decir tiene,
que la idea no le gusto a nadie, por considerarla como excesivamente
arriesgada. Lo que su Alteza no tuvo a bien explicar, es que en esos instantes
ya había puesto en marcha la siguiente fase del Plan, y en este caso, se
trataba de cierto mensaje codificado dirigido a una nave de la Confederación,
que se encontraba bastante dentro del espacio de la Liga de Mundos Libres, la
UEP Estrella Oscura, al mando del Almirante Stratos.
Por su
parte en esos mismos instantes, el Almirante Stratos intentaba descifrar que
narices era lo que estaba pasando, acababa de recibir sus órdenes en dos
mensajes codificados consecutivos, y desde luego no era nada que se hubiese
podido esperar, dadas las capacidades y situación actual de la Estrella Oscura.
Su Alteza Imperial le ordenaba exclusivamente, integrar cierto mensaje en tres
Misiles Blancos, y enviar estos en una rápida sucesión cerrada hacia el
interior de la Nébula Tarkhana, para posteriormente tan solo “esperar
acontecimientos”. Al final del primer mensaje, venían dos anexos, el primero le
indicaba que no se molestase en pedir confirmación ninguna de sus órdenes, y en
el segundo, que tan solo podía desbloquear la siguiente comunicación en caso de
que a su entender sucediese algo lo “suficientemente anómalo” como para
necesitar posteriores instrucciones. El Almirante transmitió sus órdenes al
puente de mando mascando las palabras y por su tono de voz, más que
evidentemente cabreado, lo que hizo que nadie osase molestarse con preguntas
“innecesarias”. El Almirante Stratos tardo exactamente cinco horas y once
minutos en desbloquear a toda velocidad la segunda tanda de órdenes que había
recibido.
Para
su más absoluta y completa sorpresa, tan solo unos pocos minutos antes, no
llegaban ni a dos, en el mismo sistema estelar en que se encontraba la UEP,
acababa de hacer su aparición una poderosa Flota de la Liga de Mundos Libres
procedente de la Nébula Tarkhana… 9 Acorazados, 19 Cruceros de Batalla, 27
Cruceros Pesados, 24 Cruceros Ligeros, 47 Destructores y 15 Fragatas escoltando
al Acorazado “Alianza de los Mundos”, nave insignia del Emperador de la Liga
Sigfried IV. Y por si fuese poco, nada más salir de las interferencias de la nébula,
el Acorazado Insignia de la Liga había emitido un mensaje diplomático
codificado dirigido a la Confederación Imperial y que dado su nivel de acceso
de seguridad no había tenido el mas mínimo problema para leer… El mensaje
básicamente hacía referencia a dos cosas, la primera una supuesta alianza entre
ambos Tronos Imperiales, y la segunda, la petición de que la Flota de la
Confederación Imperial atravesase la frontera común con el fin de prestar apoyo
para el restablecimiento de la legalidad dentro de la Liga. Lo que Stratos
encontró en el segundo bloque de órdenes que le llegó, y que tan solo en esos
momentos se había visto con autoridad para abrir, le hicieron maldecir en todos
los idiomas que conocía, nuevamente había subestimado lo maquinador que podía
llegar a ser el Príncipe Jhored. Su Alteza Imperial era muy claro con sus
órdenes, tanto como con el anterior grupo de ellas. La UEP Estrella Oscura
debería de dirigirse hacia el Sistema Capital del Dominio Zordek de inmediato
sin ser detectada y esperar allí controlando el tráfico con sus sensores en lo
posible hasta la llegada de la Fuerza de Combate del Represor, pero antes de
ello, debía de dar órdenes a todas las Torpederas desplegadas bajo sus órdenes,
de atacar cualquier Trasporte o carguero con equipo militar o tropas
perteneciente al domino allá donde se los encontrasen, tratando de evitar en
todo momento entrar en combate con unidades de guerra. Para todo esto disponían
de Tres días, trascurridos los cuales, todas las Torpederas debían de regresar
de inmediato a sus bases respectivas para integrarse nuevamente en sus mandos
correspondientes.
Dichas
ordenes tenían además un grupo de instrucciones muy específicas para la
Estrella Oscura, la cual sin dilación, una vez el Grupo de Combate del
“Represor” llegase y recibiese sus datos sobre la situación en el sistema,
debía de dirigirse a toda velocidad hacia un insignificante sistema estelar de
la Liga de Mundos Libres, el sistema Alarat, cuyo segundo planeta era un gigante
gaseoso, en la atmosfera del cual debía de esperar emboscado a que su presa
hiciese su aparición. Las instrucciones de qué y cómo hacerlo también eran
extremadamente concisas y claras, nuevamente el Almirante Stratos se encontró
pensando en qué demonios podía llegar a pasar por la cabeza de su Alteza
Imperial para dar por supuestas tantas cosas que podían torcerse a nada que
ocurriese algún imprevisto… Las órdenes daban una fecha específica hasta la que
debía de esperar allí, excepto que determinada nave en concreto fuese destruida
en algún enfrentamiento, en cuyo caso recibiría instrucciones para retornar a
máxima velocidad posible a Mar-Shagan donde debería de continuar de inmediato
con el “otro proyecto”. Si no hubiese sido por el hecho de que las órdenes
procedían directamente de su Alteza Imperial, y que este ya había demostrado
sobradamente, que locura o no, sabía perfectamente lo que se hacía, lo habría
mandado todo a freír puñetas y comenzado a actuar por su cuenta. Stratos
comenzó a impartir las órdenes que se le pedían y a organizar la preparación de
la Estrella Oscura para aquello que casi, casi, de venir de otra persona
consideraría como una ingenuidad esperar que ocurriese.
Para
ese momento, cuando el Emperador Sigfried IV hizo su reaparición al frente de
una potente Flotilla de naves de guerra, la situación en la Liga de Mundos
Libres prácticamente ya se había comenzado a descontrolar. Ante la embestida
sobre territorios Imperiales por parte del Príncipe Zordek, las dos principales
facciones con aspiraciones al Trono dieron un paso adelante aun sin contar aún
con suficientes apoyos como para poder sentarse en él por sus propios medios.
Desgraciadamente para todos ellos, la repentina reaparición del Emperador les
acababa de dejar en una posición potencialmente desastrosa, pero sobretodo muy
vulnerable, pues sino abiertamente, sí que tácitamente estaban tratando de
usurpar el poder del Emperador, cuando está aún seguía con vida. Después de
mandar la petición de asistencia y ayuda a la Confederación Imperial, el
Emperador Sigfried IV de forma clara y abierta ordeno la detención de aquellos
que más “asomaron la cabeza”, notificando además contar con el apoyo de su
Aliado, la Confederación Imperial Galáctica. El siguiente aldabonazo que
recibió el Príncipe Zordek y los otros dos “sublevados”, fue el hecho de que
las primeras naves de Guerra de la Confederación Imperial que se adentraron en
territorio de la Liga tras la petición de apoyo del Emperador Sigfried IV
fuesen las del Grupo de Combate del Represor, con esta a su cabeza, y al frente
de ella el mismísimo Príncipe Heredero, Jhored Thalant. Si el comunicado del
Emperador le hubiese podido parecer a cualquiera de sus enemigos o de los
indecisos de que partido tomar, como un farol, este hecho concreto acababa de
dejar muy clara la verdad.
En la
Liga las grandes casas tenían derecho a poseer sus propias naves de Guerra,
aunque la defensa del Imperio dependía casi en exclusiva de la Flota Imperial,
en muchos casos esas naves eran un serio problema, pues según de que familias o
territorios se tratasen, eran relativamente poderosas y dignas de ser tomadas
en cuenta. Uno de estos territorios era el Dominio Zordek, el cual cuando la
Flota del Represor hizo su aparición en su sistema capital, tenía sus efectivos
desperdigados y fuera de situación en ataques a los territorios imperiales
fronterizos. Para empeorar la situación, en dichos territorios, donde
anteriormente se podía ver un cierto grado de indecisión sobre qué hacer, tras
la aparición del Emperador al mando de una potente Flota, había terminado en
violentos combates allí donde las tropas de Zordek habian tomado contacto con
los defensores Imperiales. La presencia repentina del Represor, nave insignia
del heredero al Trono de la Confederación Imperial, frente a una Flota de
Guerra en el sistema capital de Zordek como respuesta a la petición del
Emperador de la Liga, había espoleado aún más su decisión de combatir y
resistir. En los tres siguientes días a la aparición del Emperador Sigfried IV,
y antes de regresar a sus bases, las Torpederas de la Confederación Imperial
habían conseguido destruir una docena de transportes de tropas y
aproximadamente unos cuarenta cargueros encargados de distribuir material de
guerra a los puestos de combate más avanzados del Dominio Zordek. Además, en
esos tres días, la Flotilla del represor se aprovechó de un error de novatos
ejecutado por el estado mayor del Dominio, al reclamar refuerzos para librar al
sistema capital del sitio sin organizar nada antes de que se pudiese poner el
Sistema completo bajo interdicción total de comunicaciones. Por otro lado, tan
solo un día después de la entrada en el sistema de la Flota del Represor, a
esta como precaución ante los previsibles combates que se llevarían acabo, y
por orden expresa del Príncipe Jhored, se les unieron dos *Naves de Apoyo de la
Flota.
Al día
siguiente los primeros refuerzos del Dominio hicieron su aparición en el
Sistema Capital del mismo. Dos Cruceros de Batalla, tres Cruceros Pesados, Seis
Cruceros Ligeros y Ocho Destructores se fueron a dar prácticamente de bruces
con la Flota del Represor, al que se sumaban 4 Acorazados, 8 Cruceros de Batalla, 13 Cruceros Pesados, 15 Cruceros
Ligeros, 24 Destructores, 9 Fragatas, 2 Corbetas de Exploración y las 2 recién
llegadas Naves de Apoyo de la Flota, las cuales estuvieron durante todo el
combate protegidas por las 9 Fragatas. Es obvio decir que las naves pesadas del
dominio no tuvieron la menor oportunidad contra el Represor y los Cuatro
Acorazados, y el resto, las escoltas, se vieron ampliamente superadas en número
por sus iguales, pese a ello, no se llegaron tampoco a enfrentar a ellas.
Mientras que el Represor y tres de los Acorazados se entretenían machacando a
los dos Cruceros de Batalla Adversarios, el Vicealmirante Tagard frente a sus
Cuatro Cruceros de Batalla y con el apoyo de diez de los cruceros pesados se encargó
de terminar eficazmente con todas las escoltas adversarias, los Cruceros
Ligeros y Destructores enemigos fueron impotentes ante las naves de la Confederación.
Por su parte, los Tres Cruceros Pesados restantes del dominio se tuvieron que
enfrentar al Acorazado del Vicealmirante Verser apoyado por los cuatro Cruceros
de Batalla restantes de la Flota, terminado con ellos rápida y despiadadamente.
La Almirante Kasinhs desplego los restantes 3 Cruceros Pesados, 15 Cruceros
Ligeros y 24 Destructores de la Flota de modo que cubriesen cualquier intento
de huida de naves enemigas del sistema, con órdenes expresas de frenarlos lo
suficiente como para dar tiempo a los Acorazados y Cruceros de Batalla de
ocuparse de ello. Varias naves sufrieron impactos, con resultado de
desperfectos leves que fueron rápidamente solucionados por sus propias
tripulaciones y muy especialmente por la presencia de las dos Enormes Factorías
que en realidad eran las Naves de Apoyo.
Al tercer día de
la presencia de la Flota en el sistema llego el segundo y último grupo de ayuda
que trataría de liberar el sistema Capital del Condominio de la presencia de
sus atacantes. Desgraciadamente, el intento aun resulto muchísimo peor que el
anterior, gracias a la fragmentación de la llegada de los refuerzos. La primera
llegada fue protagonizada por dos de los Acorazados de que se sabía que
disponía el Dominio con una escolta de Destructores, un total de siete de
estos. Su entrada fue más de lo mismo, algo totalmente previsible al tratar de
salir al espacio normal en una zona muy determinada, lo bastante próxima al
Planeta como para obtener rápidamente una posición en la que contar con la
protección de las defensas Planetarias.
Desgraciadamente esta distancia a los efectos de gravitación planetaria tiene
unos límites mínimos en los que es imposible salir del Interespacio. Los dos
Acorazados y los siete destructores fueron rápidamente suprimidos por el
Represor, los Cuatro Acorazados y los Ocho Cruceros de Batalla del Grupo de
combate situados en formación de muro, enviando una autentica cortina de fuego
según fueron apareciendo desde el Interespacio. Aún estaban estos recuperando
sus posiciones anteriores cuando hizo su aparición un segundo grupo de batalla…
Ocho Cruceros pesados, cuatro Cruceros Ligeros y cinco Fragatas… que duraron
aún menos que los anteriores Acorazados. Finalmente alcanzo el sistema el
último grupo de naves, solo que en esta ocasión, su comandante estimo un riesgo
excesivamente elevado su aparición excesivamente cerca del mundo habitado por
su falta de maniobrabilidad. 5 Cruceros de Batalla, 2 Cruceros Pesados, 13
Cruceros Ligeros, 23 Destructores y una corbeta de exploración aparecieron
dentro del sistema, pero a suficiente distancia como para ver lo que tenían
enfrente y poder maniobrar en consecuencia con tiempo más que de sobra.
El oficial al
mando de la flota del Dominio fue lo bastante inteligente como para determinar
lo inútil de intentar forzar una retirada de la Flota de la Confederación
Imperial, ya que la potencia de esta era muy superior a la suya, por lo que
ordeno de inmediato la retirada del sistema. La Almirante Kasinhs al ver como
la Flota enemiga comenzaba a virar con clara intención de retirarse no hizo el
menor gesto o intento siquiera de dar orden de perseguirlos, consciente de que
nunca llegarían a tiempo para impedirlo. Las noticias que para entonces iban
llegando a la Flota eran de lo más positivas, la Flota del Emperador Sigfried
IV había aumentado considerablemente en efectivos a medida que avanzaba hacia
la capital de la Liga, hasta casi triplicar el número inicial de efectivos. Por
otra parte, tres potentes Flotillas de la Confederación Imperial compuestas cada
una de ellas por de 15 a 17 Acorazados, 18 a 21 Cruceros de Batalla, 30 a 36
Cruceros Pesados, 26 a 33 Cruceros Ligeros, 51 a 60 Destructores y 4 a 5
Corbetas de Exploración de la Flota por grupo, lo que supuso un durísimo revés
para todos aquellos que se habían movido antes de tiempo en su afán por
alcanzar el trono. En una medida tan sorprendente como inteligente, el
Emperador Sigfried IV hizo llegar a las naves del Dominio Zordek la oferta de
un indulto general para sus vidas a cambio de la entrega en una bandeja de
plata del Príncipe Zordek, vivo o muerto. Con la Tarharsa completamente
aniquilada, con el mundo Capital del Dominio sitiado y bajo interdicción por
parte de las Fuerzas de la Confederación Imperial, con una buena porción de su
flamante Flota destruida por esas mismas fuerzas, con todo su plan
desmoronándose, el golpe de gracia a sus aspiraciones fue la rebelión de la
mayor parte de las naves de su flota que exigieron su rendición inmediata. Si
bien el Príncipe Zordek logró escapar de la emboscada con su Crucero de Batalla
personal, el Tarharsa y otros tres Cruceros Ligeros que se mantuvieron leales a
su causa, este era plenamente consciente de estar completamente acabado.
Probablemente, el
Príncipe Zordek tuviese también sus planes hechos para la eventualidad de que
en un momento dado pudiese ser derrocado del Dominio por el Emperador de la
Liga, pero nunca se podrá saber en qué consistían dichos planes, pues tan solo
tres saltos de sistema más allá de donde fue emboscado, el pequeño grupo encontró
la muerte, una muerte gloriosa en forma de brillante Estrella. Tras realizar el
tercer salto, al llegar al sistema deshabitado Alerat, la pequeña flotilla se dirigió
rápidamente a buscar la protección del segundo planeta, un gigante gaseoso cuya
atmosfera podría ocultarles de cualquier nave que entrase en el sistema tras
ellos. La cuatro naves avanzaban a toda velocidad en una formación cerrada
hacia el planeta, cuando apenas se encontraban a mil quinientos kilómetros de
distancia de la Hexosfera del mundo, del interior de este surgieron dos grandes
misiles que se dirigieron directamente contra el pequeño grupo de combate, el
cual realizo la maniobra más previsible en este caso, abrirse levemente para
dejarles pasar por entre medias. Parecían misiles balísticos defensivos de
origen desconocido, por lo que el dejarles pasar no ofrecía el menor problema,
ni aun en el poco probable caso de que fueran armas termonucleares y detonasen.
Los escudos de las cuatro naves podrían manejarlo perfectamente. Sin embargo, cuando los misiles se
encontraron a menos de tres kilómetros de las naves del grupo, detonaron sus
poderosas cabezas de Antimateria, creando dos pequeñas estrellas dentro del
sistema, que convirtieron literalmente en polvo el Crucero de Batalla “Tarharsa”
y los tres Cruceros Ligeros que le acompañaban. Una hora después de que los dos
pequeños soles se apagasen, de la atmosfera del planeta surgió rauda la UEP
Estrella Oscura con rumbo directo hacia su base de operaciones en el Sistema
Belal.
EPILOGO
Las naves de la
Confederación Imperial no llegaron a entrar en combate en ninguna parte fuera
del Dominio, se terminaron retirando del Territorio de la Liga unos días
después sin haber realizado un solo disparo. Otro asunto fue el grupo de
combate del Represor, el cual no abandono el sistema capital del Dominio Zordek
hasta la llegada del mismísimo Emperador Sigfried IV con una importante flota a
sus espaldas. Por lo que se supo más adelante, sus dos primos murieron en un
trágico accidente durante su periodo de estancia en la nébula, así como allí
también tuvo lugar el nacimiento de su tercer hijo y futuro heredero al Trono.
Tanto el niño como la madre, estaban rodeados de un fuerte dispositivo de
seguridad, compuesto en exclusiva por personas específicamente leales a su
esposa y a su heredero, era del todo obvio que el Emperador Sigfried IV no iba
a volver a tolerar “nuevos” accidentes estúpidos contra su vástago. Lo que
aparentemente para cualquiera hubiese podido verse como una situación de lo más
tensa, en realidad fue todo lo contrario, para asombro de propios y extraños,
aunque realmente no del todo para su núcleo más cercano. Fue su Alteza Imperial
el Príncipe Jhored quien se desplazó junto a su esposa y una sola
guardaespaldas, Selena evidentemente, en una lanzadera a entrevistarse en
persona con su Majestad Imperial Sigfried IV a bordo de la nave Insignia de
este. De lo que allí se tratase o dejase de tratar, se hablase o dejase de
hablar, solo se podría especular, pues durante el encuentro únicamente
estuvieron presentes ambos matrimonios, Selena y dos de los guardaespaldas
personales del Emperador Sigfried.
La más que
visible “concordia” entre la Confederación Imperial y la Liga supuso un
auténtico maremágnum político a lo largo de todas las fronteras de ambos
estados, y fue visto con especial preocupación e interés, en la Capital de la
Mancomunidad Federada de Vega. Por su parte, el Príncipe Jhored estaba
especialmente satisfecho de cómo se había desarrollado todo lo sucedido,
acababa de asegurar de forma estable una de sus fronteras, y si nada se torcía
ya estaba a tan solo dos años de poder terminar con la planificación del
desarrollo del poder militar de la Confederación Imperial Galáctica dentro del
sector. Jhored se encontraba en su despacho personal con la mente viajando por
sus planes, irónica y paradójicamente, analizándose a sí mismo, se encontró con
una gran similitud entre él y el difunto Príncipe Zordek, ambos planificaban
sus movimientos en base a objetivos estrictamente limitados, no pasando al
siguiente hasta haber conseguido el anterior. Zordek, a su modo de ver había
cometido un error crucial durante todo este problema, se había movido hacia su
siguiente objetivo antes de verificar que había conseguido lo que quería en
Hiperbórea, lo que a la postre le resultó fatal. Jhored no pensaba cometer un
error de ese calibre, primero pensaba terminar con la total consolidación
militar de la Confederación, y únicamente entonces, tan solo después, pasaría a
su siguiente objetivo, el despegue económico progresivo de la Confederación
Imperial con respecto a sus vecinos...
Por otro lado, el
SISI hizo una magnifica investigación sobre cómo fue posible que, gustase o no
en realidad, fuese un enemigo desde su propio territorio quien ordenase el
despliegue de tropas Terrestres de la Confederación Imperial a su antojo,
dejando además el resto de fuerzas completamente colgado, desconcertado y sin
ordenes prácticas que poder llevar a cabo. La poco sutil presencia de la
Corbeta Caronte, y el hecho de que los altos estamentos supiesen perfectamente
a que se dedicaba y donde estaba realmente destinada dicha nave, hizo que las
bocas, generalmente muy “cerradas”, se abriesen a la mínima pregunta que el
SISI, o la temida Guadaña, como se prefiera, le hiciese. Si bien el asunto fue
completamente tapado y modificado el modo en que funcionaba la cadena de mando
dentro de los diferentes estados mayores, La persona directamente responsable
de dar la orden de despliegue, un general de apoyo del Alto estado mayor del
Ejército, no se fue de rositas. Tras su “colaboración” involuntaria con el
enemigo, al escuchar a quien no debía y transmitir órdenes que nunca debió de
dar, fue degradado y trasladado a un solitario puesto fronterizo de observación
en el 3º Cuadrante Militar, en plena Frontera con los Razors, en lugar del
soñado ascenso que esperaba cuando tomo la unilateral decisión de saltarse a
todo el escalafón superior por considerarse más listo. El motivo de tapar todo
el asunto, no fue por las consecuencias políticas del mismo, como muchos en el
Alto mando creyeron, sino, porque tal y como su misma Alteza Imperial recordó
al SISI cuando se opuso a ello y al hecho de que al menos una veintena de
diversos mandos no terminasen en sus prisiones de Hibernia o Infierno, ese
mismo plan que se empleó contra la Confederación Imperial, debidamente
modificado a cada particularidad compleja, podría ser perfectamente susceptible
de usarse contra ciertas deficiencias existentes en otros “estados mayores”
ajenos… Sin duda, un arma más que
poderosa si era adecuadamente usada y en el momento preciso.
Por otro lado,
por fin la burocracia de Defensa completo la asignación del proyecto ideado por
su Alteza Imperial, y por el cual Tagard ya podía por fin usar su Estrella de
Almirante en su uniforme. La idea era muy simple, dado que Mar-Shagan no podía
tener “Flota” asignada, y la burocracia parecía ser el único constante, su
Alteza Imperial había decidido no luchar, sino unirse a ellos, creando un nuevo
departamento, “El departamento para el Control de la Reserva
de la Flota”, cuyas oficinas estarían ubicadas en la Base central de la Reserva
de Mar-Shagan y de quien dependerían todas las demás Bases-Deposito de la
Confederación Imperial, cuyo director seria el Almirante Carl Stratos. Mientras
que el General de cuatro Estrellas Michael Leborgne
ocuparía el puesto de Comandante de la Base de Mar-Shagan, el Flamante
Almirante Tagard, sería el principal Inspector Volante de la Inspección de la
Reserva con una asignación adecuada de naves bajo su mando para llevar a cabo
su cometido. Por otra parte y dado los últimos incrementos presupuestarios
destinados a operaciones “negras”, de este modo su Alteza pensaba de paso
ahogar en un auténtico océano de papeleo burocrático todo lo referente a
“presupuestos sensibles” dentro de la Base-Deposito. Por otro lado, la
presencia de la Oficina Central de Inspección de la Reserva, iba a permitir en
un momento dado, que Mar-Shagan, pudiese tener asignada, sino una Flota
completa, si cierta cantidad de naves “diversas” en número indeterminado para
poder realizar su “trabajo”.
FIN
*Naves de Apoyo de la Flota: En realidad
son enormes Naves Factoría capaces de construir prácticamente cualquier parte
de la estructura de una nave, incluyendo sus armas de energía o de proyectiles
con sus suministros (misiles, torpedos,
proyectiles repulsores), etc., con escasas pero vitales excepciones para la
supervivencia de cualquier navío de Guerra.
Brillante final. Por favor, no nos hagas esperar demasiado.
ResponderEliminarNo nos olvides que queremos mas de tu arte escribiendo.tu admirador.
ResponderEliminarSolo podemos agradecerte tu arte y que lo compartas con nosotros y esperar al proximo episodio de esta magnifica serie.
ResponderEliminarSimplemente genial
ResponderEliminarExcelente como de costumbre.
ResponderEliminarTienes fecha estimada para los proximos capitulos?
Excelente como de costumbre.
ResponderEliminarTienes fecha estimada para los proximos capitulos?
De momento no, ahora estoy liado con Lilim, terminando el próximo... luego me pondré otra vez con esta serie... Lo siento, pero es que de verdad, no tengo tiempo...
EliminarExcelente espera otra nueva entrega
ResponderEliminarMe gustaria saber cuando publicaras otro capitulo de la confederacion
ResponderEliminarMuchas gracias
En cuanto pueda ponerme con la serie de nuevo, estoy un poco liado con el trabajo
EliminarSaludos desde Venezuela, toda una obra de arte, igual que las crónicas de vhald, le da un aire de la serie babilon 5 (ni idea de como se llame por alla), te recomendaría que si necesitas algo de inspiración para crear nuevas nombres de razas, naves y demás revisaras la serie mass effect (un juego de la xbox 360), que tiene un ambiente mas que similar y podriar ayudar en momentos de bloqueo
ResponderEliminarDe mas esta mandarte felicitaciones y los mejores sentimientos desde este lado del charco jejeje. Se espera con ansias el siguiente libro
Ya estoy estrañando tus historia ya pasaron 7 meses aun no da señal de vida
ResponderEliminarYa estoy estrañando tus historia ya pasaron 7 meses aun no da señal de vida
ResponderEliminarCuando vas a publicar otro capitulo de la confederacion
ResponderEliminarEstimado autorazo: espero que ésta larga ausencia esté justificada por la publicación de algún libro; prometo comprarlo en agradecimiento a las horas de entretenimiento que me has brindado. En otro caso, exijo, cual adicto en abstinencia, la entrega inmediata de algún material, aunque sea el borrador de un borrador, aunque sea muy corto, pero, por favor, dame algo que leer. Fa
ResponderEliminarEstimado, nos puedes contar si vas a seguir escribiendo esta fascinante historia, se espera con ansias la continuación.-
ResponderEliminarShadow Continuaras esta historia y la de Ashur el maldito?
ResponderEliminarContinuamos esperando con ansiedad que reinicies la serie.
ResponderEliminarShadow
ResponderEliminarEspero te encuentres bien. Ya casi un año que no escribes que será lo que te ha quitado el tiempo de publicarnos
Estimado señor sombra, hace ya un año de tu tu ausencia y esperando te encuentres bien, solo quisiera saber si le darás seguimiento a alguna de tus obras, y realmente si te decidieras a publicarlas, con mucho gusto las compraría sin dudarlo, eres un autor prolífico y de calidad como pocos así que solicito ampliamente la continuidad de tus proyectos.
ResponderEliminarCuando pública más por favor no nos olvides
ResponderEliminarCuando publicas algo por favor
ResponderEliminarHace más de un año que no publicas nada ni en esta página ni en todo relatos, me gustaría saber si vas a seguir publicando y si te encuentras bien, pues me resulta muy raro esta falta de publicaciones tuyas
ResponderEliminarBuenas noches hace poco me recomendaron leer tus historias e inicie desde el principio, he leido algunas historias y me han gustado, he comenzado con las mas cortas, pero hay una que me ha dejado con el sabor que el final quedo inconcluso
ResponderEliminarPERO PUEDE SER IDEAS MIAS, ME REFIERO A LA SERIE ELOY Y MARISA. ME HUBIESE ENCANTADO UN CAPITULO MAS, ALGUNAS COSAS CERRARON MUY RAPIDO, ES DECIR CASI 11 CAPITULO DE LOS 13 DONDE SE REFLEJA QUE AUN CON LA INFEDILIDAD HABIA AMOR PARA TERMINAR SEPARADOS, COMO QUE NO ENTIENDO ENTONCES PORQUE LA SERIE LLEVA EL NOMBRE DE LOS DOS SI TERMINAN HASTA EN MALOS TERMINOS
ResponderEliminarDUDAS COMO POR EJEMPLO SI LA LAPIDA DE LA RELACION FUE QUE EL TENIA CONFIANZA TOTAL EN ELLA Y ESO DESTRUYO TODO, PORQUE ELLA NO LE PREGUNTO NUNCA COMO SE DIO CUENTA DE LA TRAICION, PORQUE LAS HERMANAS DE MARISA NOTARON QUE HABIA ALGO RARO PERO LA MADRE QUE ERA CERCANA A ELOY NO LO NOTO. AL FINAL SE DA A ENTENDER QUE ELOY SE CASA CON CRISTINA POR EL NACIMIENTO DEL HIJO DE AMBOS Y PARA DARLE EL APELLIDO A LA NIÑA Y ELLA TIENE MIEDO DE DECIRLE QUE EL ES EL PADRE DE ESA NIÑA, QUE ES PRODUCTO DE UNA INSIMINACION DE LA QUE EL NO ESTA ENTERADO. SABE QUE CON ESO LO PERDERIA. ADEMAS MARISA SE CASO DE NUEVO PERO EN SU CORAZON ELOY ESTA PRESENTE. ADEMAS QUE LA SERIE TERMINA CON LA SIGUIENTE¨: Y pese a todo lo ocurrido, la vida continuó su curso para todos ellos…
ResponderEliminarLOS PUNTOS SUSPENSIVOS NO SON UN FINAL, ES UNA CONTINUACION, SE QUE DEBES ESTAR OCUPADO, QUE TIENES MUCHOS PROYECTOS, OJALA Y TU SILENCIO DE MAS DE UN AÑO SEA POR ESO Y NO POR SALUD. PERO PARECE EXTRAÑO PERO DE LAS 5 SERIES QUE HE LEIDO DE TU AUTORIA ESTA ME DEJA CON LA IMPRESION QUE FALTABA MAS EN LA HISTORIA DE ELOY Y MARISA
ResponderEliminarpor favor te agradeceria mucho saber algo mas, he tratado de leer otra pero no me sale de la cabeza que a la historia de Eloy y Marisa le falta un final, hasta no se la muerte de alguno de los dos preferiria, jajajaj eso por decir algo, no soy escritor y estoy iniciando a leer mucho, pero es que todavia hasta el final los dos seguian asegurando que para Marisa Eloy era el hombre de su vida desde que lo vio y para Eloy aunque ella dejo de ser el faro y pilar de su vida, seguía amándola
ResponderEliminarhe pasado dias esperando y realmete espero que señor shadow este bien, sera mucha insistencia y posiblemente este muy ocupado con muchos proyectos, pero si no se lo pido estare años con el pesar de que a lo mejor usted talvez me hubiese complacido y haria un epilogo de la serie Eloy y Marisa
ResponderEliminarEs usted mi autor favorito. Le escribo desde una pequeña cuidad en Argentina para agradecerle el haber compartido tanto talento y tanto trabajo de forma gratuita. Sepa usted que sus obras valen oro puro y me han acompañado a casa, al trabajo y hasta de vacaciones. Le deseo exitos en su vida y otra vez: muchas gracias!
ResponderEliminarHola, he leido todo lo que has escrito y es mas hasta he descubierto a otros autores estupendos entre tus relatos favoritos, ojala y pronto nos des una agradable sorpresa y podamos disfrutar de tus relatos. La serie Eloy y Marissa merece un epilogo, en muchas de las otras series lo hiciste y seria bueno que en esta tambien lo hagas, aunque claro esta es la opinion de un novato e ignorante. Saludos
ResponderEliminarCuando vuelves a escribir
ResponderEliminarSr. Shadow, sabemos que anda ocupado pero quisiéramos saber si se encuentra bien y si piensa volver a escribir, gracias
ResponderEliminarPues ando así, así. Tengo ahora algo de tiempo, me pondré a terminar el siguiente capitulo de Lilim para TR y luego entrare de lleno en el próximo de confederación Imperial, que lo tengo a medias.
ResponderEliminarGenial!!!
EliminarLa verdad es que se echan de menos tus relatos y los que nos hemos quedado a medias con Lilim y con Confederación Imperial estamos deseosos de leerte. Ánimo
Estoy feliz pude leer a shadow otra vez, gracias por volver con nosotros
ResponderEliminarUn saludo MAESTRO, se t extrañaba muchisimo.
ResponderEliminarTu legion sigue, devorando tus relatos.
Un saludo de AngelKaido de TD
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarTR. mis dedazos siguen pulsando la tecla incorrecta.
EliminarQuerido autor, quizás este comentario se pierda entre los demás, quizás ni siquiera lo leas, solo quería comentarte que de pequeña, una adolescente, te encontré en todorelatos, conocí las crónicas del mejor y único nigromante, Vhalzord y desde aquel día te he amado, amo lo que escribes y las historias que tejes con tu imaginación. Gracias por haberme hecho tan feliz durante mi adolescencia, cuando esperaba con ansias que subieras un capítulo. Eres un magnífico escritor. Muchas gracias.
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