domingo, 26 de octubre de 2014

                              Confederación Imperial Galáctica

Libro - 5

La Liga de Mundos Libres


3


Fecha estelar - 5328
6º Cuadrante Militar del Imperio
Sistema Targus
Planeta Targus III
Base de la Flota de la Confederación Imperial.


Cuando la Estrella Oscura regresó a la Confederación Imperial, recibió órdenes de volver a tomar su apariencia “normal” como la Fragata de la Clase pifia, Estrella Oscura, y dirigirse para un reabastecimiento completo a la principal base de la Flota en el 6º Cuadrante en el Planeta Targus III. En opinión del Almirante Stratos y del resto de sus oficiales, lo que ocurria era simplemente que alguien necesitaba tiempo para digerir toda la información que acababan de proporcionar, también por supuesto, de encontrar si esa  nave había estado alguna vez en el Territorio de la Confederación y de ser así, en dónde.


En la Base Estelar de la Flota de Targus III nadie pareció interesarse por la presencia allí de la única fragata existente de la Clase Pifia, al amarrar se declaró en misión de transporte en tránsito de personal y presentó una solicitud de reabastecimiento general. Aunque en realidad era una más entre todas las naves amarradas a los Galpones del Puerto Militar Espacial en órbita Geosincronica sobre el Planeta, a la Estrella Oscura como el que no quiera la cosa, por pura “casualidad” le había sido asignado uno de los puestos más “protegidos” del mismo. En el Extremo opuesto del Planeta se encontraba también en órbita Geoestacionaria la Base Estelar Civil, en el caso de ambas bases estas se encontraban protegidas por varias estaciones de Batalla Orbitales de Tipo *Golán IV, además la Base militar por supuesto contaba con sus propios montajes defensivos integrados.
La Estrella Oscura fue reabastecida principalmente de alimento fresco, a la vez que fue repuesta en su totalidad de sus reservas de materias primas de todo tipo, pero lo que más preocupó tanto al Almirante como al resto de sus oficiales, fue el Cargamento que introdujeron en sus hangares para el “transporte” junto con el personal que “teóricamente” ya tenían a bordo. Introdujeron en la Estrella Oscura para su transporte una docena de Robots de combate y custodia *SKII en perfecto estado de funcionamiento y armados con su máxima capacidad de potencia de fuego, habían sustituido incluso sus minas o cohetes por depósitos extras de munición autocargable para su cañón repulsor rotatorio. En teoría estaban en estado de reposo y no serían activados hasta llegar a su destino, pero a manos del Almirante habían llegado por mensaje urgente procedente del Alto mando de la flota los códigos de control y gobierno de todas esas unidades con instrucciones de considerarlas asignadas a la Estrella Oscura hasta nueva orden. Con eso tuvo muy claro que acababa de ver aumentada la fuerza de su tripulación con ellos, algo que evidenciaba que la nave iba a ir en busca de problemas. De inmediato llamó a la Coronel Sandra y a la Coronel Samantha…
      Almirante –dijo a modo de saludo Sandra.
      Señor, ¿nos ha llamado? –saludó Samantha,
      Si, a las dos, tengo novedades. Acaban de subir a bordo una docena de Robots de Combate y Custodia SKII, os transfiero a ambas ahora mismo los códigos de activación de todos ellos por si fuesen necesarios en algún momento.
      Perdón Almirante, ¿pero para que se supone que nos los transfieren?, ya tenemos a Samantha y a sus chicos –pregunto Sandra, la Primer Oficial visiblemente sorprendida.
      Eso digo yo señor, mis hombres y yo somos más que suficientes para defender esta nave o hacer lo que haga falta… -argumentó Samantha un poco picada.
      No tengo ni idea, pero supongo que sí lo han hecho así es que los necesitaremos, y posiblemente no será tardando mucho.
      Serian útiles en el asalto de naves, doce de ellos pueden abrir una buena brecha en un asalto incluso de naves de guerra, de hecho, esa sería la única explicación plausible que se me ocurre… –dijo Samantha pensativa.
      Sí, pero no creo que nos pidan precisamente a nosotros tomar ninguna nave de guerra –objetó Sandra meneando la cabeza-. Eso sería poner en riesgo de ser descubierta la verdadera naturaleza de la Estrella Oscura, y no creo que a su Alteza le hiciese excesiva gracia... podría llegar a merendarse vivo a quien tan solo simplemente se le pasase algo semejante por la imaginación.
      No, eso descartadlo, como bien dices sería un riesgo excesivo para la Estrella Oscura. No, no puede ser eso, como bien dice Sandra su alteza mandaría descuartizar de inmediato a quien tan solo se le ocurriese una estupidez semejante, no digamos ya lo que le haría a quien se le ocurriese dar semejante orden. Yo estaba pensando más bien, quizá en aquella nave que se posiciono con el Carguero en Caribdis o en algo similar a eso, es lo bastante grande y llevar la suficiente gente armada a bordo como para poder ser útiles –replicó el Almirante Stratos.
      O bien alguno de esos cargueros… -apuntó la Coronel Sandra.
      Podría ser, pero para ese caso serían mucho más efectivos mis hombres… aunque… -se calló, quedándose pensativa.
      ¿Aunque? –preguntó el Almirante.
      Una de sus funciones es la custodia, podríamos usarlo para controlar prisioneros si tuviésemos que asaltar y tomar alguna nave, además de dejarlas para controlar el interior, de ese modo mis hombres quedarían libres de esa tarea para ocuparse de otras cosas –arguyó Samantha.
      Si, podría ser una buena opción, pero eso supone que ya sabemos entonces que tendremos que asaltar naves –dijo Sandra.
      En cualquier caso da igual, de momento nos los han asignado por lo que he visto. Esperemos a que nos den órdenes para ver el motivo de ello… Pero lo que sí quiero de todos modos, es que ambas tengáis los códigos de activación a mano, solo por si acaso…
      Entonces señor, y aunque no creo que corramos peligro, en cuanto despeguemos de la base podríamos distribuirlos y desplegarlos por la nave, aun estando desconectados, en caso de problemas eso se solucionaría en apenas unos segundos…
      Hagan eso si quieren con la mitad, pero que al menos la otra parte se queden desplegados en el hangar, es el punto más vulnerable y por otro lado, de tener que usarlos ese sería su lugar de salida, con los transbordadores. Así mantenemos las dos posibilidades de una tacada…
      Si señor… -tras esto ambas mujeres salieron de las dependencias del Almirante.
Al Almirante Stratos la presencia de esos Robots MKII no es que le hiciese excesiva gracia, de hecho, no le hacía ni la más mínima el tenerles a bordo, pues se suponía que para el servicio que estos podían realizar ya estaba en la nave toda una compañía de Marines de Asalto, y sin duda, una de las mejores de toda la confederación Imperial sino la mejor. No podía evitar que todo esto empezase a olerle mal, pero que muy mal. Tres días después recibió por fin una comunicación de alta prioridad procedente del Almirante Gzak.
      Almirante… -saludó el General Gzak-, tengo nuevas órdenes para usted.
      Sí señor, perdone la pregunta, ¿pero tienen quizá que ver con esos robots MKII que nos han transferido?
      Si, en buena parte. Esos robots le fueron transferidos por orden mía, no porque les sea necesario su uso o porque sea algo que tenga previsto que suceda, pero considere oportuno reforzar en todo lo posible su fuego de infantería para curarnos en salud visto lo que tengo ahora que decirle.
      Bien señor, ¿cuáles son las ordenes?
      Antes de nada Almirante. ¿Qué sabe usted de la Liga de Mundos Libres y de su junta de gobierno?
      Pues creo que en general lo que cualquiera, que no son especialmente fuertes, que se sostienen a base de alianzas dudosas entre varias facciones y que su gobierno tiene los pies de barro. Aun así su Flota y Ejercito son tremendamente poderosos, forman un enemigo formidable para cualquiera, aunque sus altos mandos están igual de fraccionados que su gobierno…
      Bueno, pues sabe bastante, no se crea. ¿Le dice algo el nombre de Barok Radecked?
      Si claro, si no recuerdo mal intento dar un golpe de estado en la Liga hace como unos cuatro años… creo, o por lo menos eso dijeron –respondió pensativo.
      Si, aunque no exactamente. Tenía un golpe de estado preparado solo a falta de los últimos preparativos cuando murió, inteligencia piensa que fue traicionado por uno de sus hombres de confianza, alguien que ahora ocupa por cierto un importante puesto en el gobierno.
      Entiendo, ¿pero que tiene todo esto que ver?
      La nave que ustedes detectaron junto con el carguero en Caribdis, pese al nombre que aparece en los registros, según todos los datos y las lecturas que los sistemas que ustedes usaron nos dieron, se trata sin la menor duda de la “Nimbos Barok”, la nave personal de Barok Radecked.
      ¿Creen que alguien de su antigua organización está metido en todo esto? –preguntó el Almirante Stratos.
      El problema es otro Almirante, no ese. El problema real aquí, es que supuestamente esa nave fue destruida junto con Barok Radecked cuando dos Cruceros Pesados de La Liga la interceptaron y atacaron por orden de su Junta Central de gobierno. Se dio por buena la información puesto que ambas naves pertenecían a los leales a la junta… -termino el General Gzak.
      Pues si la nave está intacta… -dejo colgado el Almirante.
      Si, entonces podemos suponer que Barak está vivo y metido en este asunto de los Cargueros. Lo que nos preocupa ahora es no saber que puede estar tramando, inteligencia no ha obtenido nada sobre posibles movimientos extraños dentro de la Liga de Mundos Libres más allá de sus habituales rencillas y puñaladas políticas.
      ¿Creen que pueda estar preparando de nuevo otro golpe de Estado?
      No necesariamente, pero no lo descartamos en absoluto, más bien todo lo contrario, ya que esa opción sería algo muy real con esta situación. Según inteligencia, hace cuatro años, cuando “murió”, se llevó con él la mayor parte del conocimiento sobre su “organización”, ya que esta la tenía compartimentada en varias ramas, y únicamente él conocía todas ellas y las diferentes funciones que tenían asignadas en sus planes. Se dio por supuesto que sin la cabeza dirigente, esas ramas morirían por si mismas…
      Y si no murió, esas ramas habrán seguido operando hasta este momento bajo su control. Lo que quiere decir que puede que el golpe que estaba preparando, no fuese abortado tan definitivamente como se creía… ¿no?
      Si, básicamente. Al fingir su propia muerte consiguió que dejasen de vigilarle, lo que le ha podido permitir trabajar todos estos años con total impunidad en lo que sea que esté planeando. Aunque algunos de sus hombres estaban comprometidos y bajo vigilancia, es muy posible que de ese modo salvase de la quema gran parte de su organización…
      Quiere decir que dejo que se quemasen varias de su “ramas” como usted lo definió, y solo siguió con las que estuviese 100% seguro de su absoluta lealtad, ¿no?
      Sí, es lo más sensato a pensar en estos momentos, de hecho, aun seguiría “oculto” ante todos de no haberse dado aquella casualidad con el Carguero. Puede que de haber sido otra nave la que se fijase en su comportamiento, no estuviésemos ahora mismo en esta situación…
      Si, supongo que tuvieron la mala suerte de llamar la atención de la Almirante Kasinhs y de que su Alteza decidiese tomar cartas en el asunto… -sonrió irónico el Almirante, provocando la risa del General Gzak.
      Si, aunque también es cierto que dado lo raro de lo que se observó, con la misma sospecha procedente de otra nave de la Flota también se hubiese investigado, pero reconozcamos que no es lo mismo recibir la petición de echarle un vistazo de un oscuro capitán, que de su Alteza Imperial en persona.
      Sí, eso lo suponía. Y dígame General, ¿cuáles son nuestras órdenes?
      Dentro de dos días recibirán un cargamento de contenedores destinados a una estación remota, eso mantendrá a su nave fuera de órbita durante un periodo considerablemente prolongado de tiempo. En esos contenedores hay varios equipos destinados a marcar… “los cargueros”, concretamente cinco equipos de marcas.
      ¿Es que se han descubierto más naves iguales? –preguntó visiblemente sorprendido el Almirante.
      No, únicamente esos tres, pero para curarnos en salud, ya sea por un fallo o por una nueva “aparición”, les hemos transferido cinco en total.
      Es decir, nuestra misión será colocarles esos “marcadores” a los Cargueros, ¿no?
      Si, exactamente… pero hay un problema… o mejor dicho, varios.
      Dígame…
      Primero el tamaño de los marcadores, son de diez por treinta metros… y pesaran unos cuatrocientos kilos además de ser extremadamente delicados por uno de sus lados hasta que estén fijos al casco de sus objetivos.
      Si, el manejarlos será un problema, aunque en gravedad cero el peso no cause dificultades… su volumen ciertamente si es otro asunto… ¿Que más General…?
      Tan solo conocemos un sitio donde creemos que sea factible sorprender a los tres cargueros en un momento u otro en un plazo de tiempo relativamente breve… -dijo mirando fijamente al Almirante.
      El sistema Kilmart en el interior de la Liga de Mundos Libres, ¿no?
      Sí, eso mismo, calculamos que posiblemente sea el único lugar en que los tres coincidan a pasar antes o después. La otra alternativa seria perseguirlos por todo este lado de la galaxia, estimamos que ese riesgo es mucho mayor que el esperar a que los tres aparezcan por ese sistema estelar.
      De acuerdo, en cuanto recibamos los contenedores nos pondremos en camino…
      Almirante, tiene libertad absoluta de maniobra, ya que no le será posible pedir instrucciones si pasa algo o descubre alguna cosa, usted será quien deba de tomar la decisión de que hacer. Tiene desde ya acceso a toda la inteligencia que tenemos ahora mismo sobre la Liga y todos los problemas pasados con Barak, estúdieselo, por favor, y Almirante… evite correr riesgos en lo posible... adiós y mucha suerte con su misión.
      No se preocupe General, así lo hare… corto y fuera.
El Almirante se recostó en su asiento pensativo sobre todo lo que había hablado con el General Gzak, lo siguiente que hizo fue acceder a los informes de inteligencia sobre la Liga de Mundos Libres con el fin de ir familiarizándose con la situación, mas allá de lo que “todo el mundo conocía”. Tras dos días de estar verificando e investigando en lo más profundo del sistema de inteligencia sobre la situación, llamó a sus máximos colaboradores para un reunión y explicarles cuales eran sus nuevas órdenes. Todos ellos en mayor o menor medida le dieron sus respectivas opiniones al respecto, tras la reunión y una vez que los contenedores estuvieron a bordo, la Estrella Oscura abandono la base estelar Targus con rumbo hacia el sistema Kilmart, en el interior de la Liga de Mundos Libres.
Se detuvieron a dos sistemas estelares de la frontera de la Confederación Imperial con la Liga de Mundos Libres con el fin de poder ultimar todos los detalles. La Coronel Samantha fue a ver al Almirante Stratos al segundo día de prácticas de sus hombres con los “marcadores”…
      Almirante, tenemos un problema…
      Vaya, que sorpresa, ¿qué pasa?
      Hemos estado usando la “panza” de la Estrella Oscura como terreno de prácticas para colocar los paneles que nos han facilitado, pues bien, tres de los cuatro que hemos usado para ello han resultado dañados…
      ¿Me estás diciendo que os habéis cargado tres de los cinco de los que disponemos? –se medió incorporo alarmado en su mesa el Almirante.
      No, no señor, no usamos los “buenos”, los simulamos con planchas de parches para el blindaje de la nave…
      ¿Me estás diciendo que tres planchas de blindaje han resultado dañadas al colocarlas? Pero si lleváis dos días haciéndolo sin problemas –se sorprendió.
      Si, si señor… con la nave detenida, pero Ston ha tenido que ponerla en marcha para unos ajustes en los motores y probamos aprovechando la circunstancia, tres de las cuatro han terminado “dañadas”… Observe… -dijo pasando al terminal del Almirante unas imágenes.
El Almirante observo como tres de las cuatro planchas que mostraban las imágenes siendo introducidas en el Hangar por los hombres de la Coronel Samantha, presentaban varios daños, en algunos puntos estaban dobladas o levemente combadas, lo cual ciertamente para usar esas mismas planchas para una reparación no suponía el menor problema… Pero el Almirante entendió la situación de inmediato, si planchas de blindaje habían recibido esos daños, las verdaderas posiblemente terminasen inutilizadas para el uso que tenían previsto. El problema es que las “reales” si bien por una lado tenían el blindaje estándar de cualquier nave y en este caso, específicamente el que usaban ese tipo de cargueros más livianas que las de la Estrella Oscura, las que irían sobre la verdadera superficie, contaba con importantes mecanismos electrónicos, o por lo menos, las trampillas de acceso a los mismos junto con varios dispositivos de seguridad, incluido uno de autodestrucción, que era el que realmente les preocupaba en esos instantes.
      ¿Ha hablado de esto con Ston? –la miró fijamente.
      Sí, sí señor, un par de sus chicos le han echado un vistazo a las planchas de los marcadores, no hay modo de hacerlo sin que esas cargas entrasen en ignición al contacto… y tampoco es posible desconectarlo por un momento hasta que este sujeto. Según han dicho, el no poder desconectarlo es un problema de diseño, no se puede hacer nada tal y como están construidas…
      ¿Alguna idea de cómo solucionarlo?, sino tendré que abortar la misión, sería una locura tratar de realizarla con un porcentaje de error del 75%, la Estrella Oscura terminaría siendo descubierta.
      Bueno, existe una posibilidad, situarlas ya alojadas en planchas de blindaje estándar para ese tipo de naves, eso en teoría funcionaria… De ese modo, al estar ya fijas a una superficie “blindada”, el sistema de autodestrucción no iniciaría por muchos golpes que se lleve…
      Ya, pero el problema sería situarle con una plancha de blindaje acoplada, ¿no?
      Si y no, un problema es que necesitamos planchas de blindaje para naves de carga y no tenemos… Pero eso no es lo malo, lo malo es que ese tipo de planchas que deberíamos de usar para esto debe de ser usado como si de verdad el casco necesitase ser reparado, tiene que ser fusionado con plasma a la superficie del carguero.
      ¿Nada más que eso? Vaya que simple… -contestó sarcástico.
      Señor, mis hombres pueden hacerlo, no sería ningún problema el colocar y fusionar esa planchas.
      ¿Y el tiempo Coronel? Lo digo porque el colocar el sistema original apenas es un minuto escaso una vez sobre el carguero, pero si tienen que usar energía plasmática de alta densidad…
      Ese es el verdadero problema de todo esto señor. Mis hombres saben perfectamente como colocar una plancha, igual que el mejor de los empleados de una dársena en un astillero, pero necesitaríamos como mínimo entre cinco y diez minutos para poder hacerlo… -en ese momento entró el Tte. Coronel Ston.
      ¿Samantha, ya se lo has dicho…? –le preguntó directamente a la coronel tras saludar al almirante.
      Si, estaba en ello… iba por la parte del tiempo que necesitamos para fusionar esas planchas…
      Ston, ¿el sistema de cobertura de la nave sería capaz de cubrirles también a ellos si tuviesen que fusionar esas planchas a esos cargueros?
      Si realmente solo se trata de cargueros si, sus sistemas de control o los sensores no serían capaces de localizarlos y descubrirlos mientras estén dentro de nuestra protección, pero eso funcionaria siempre y cuando en el sistema no existan sistemas militares de detección. Aunque eso dependería del sistema y del rango de distancia hasta nosotros, sería un riesgo elevado, y no creo que fuese una buena idea. Por los datos que tenemos, el sistema Kilmart sería el sitio perfecto para hacerlo, no hay nada que ni remotamente suponga una amenaza por leve que sea…
      Está bien, me encargare de ver cómo podemos echarles el guante a unas cuantas planchas para cargueros…
      Quizá lo más rápido fuese volver a nuestra base, al depósito de Mar-Shagan, allí podríamos conseguir todo lo que necesitamos sin “pedidos raros” de por medio –recomendó Ston.
      Si, puede que fuese lo mejor, lo consultare, ya que nos retrasaría bastante. De momento empiecen a preparar esas planchas marcadoras y el equipo necesario para poder fusionarlas con los parches para exterior de esos cargueros… en cuanto les encontremos…
Tras dar la orden y de que ambos oficiales superiores saliesen, el Almirante se dirigió a su terminal, pidiendo una comunicación preferente con el General Gzak. Una vez estableció contacto, notifico los problemas que habían surgidos y lo que consideraban como la mejor opción para solucionarlos. Después de eso solicito que se verificase en lo posible que los cargueros realmente tuviesen únicamente los sistemas que se esperaban en naves de ese tipo. En realidad eso era algo francamente sencillo de hacer, al menos con dos de ellos, ya que el tercero según todos los datos que tenían, en realidad nunca parecía haber pisado la Confederación Imperial, por lo que no podría ser sometido a “inspecciones rutinarias” de la Flota, algo que no llamaría la atención, pues se hacían de forma habitual con elementos escogidos al azar. El General Gzak aprobó ambas medidas, el que la Estrella Oscura perdiese tiempo regresando a su base no le agradó, pero por otro lado, eso les concedía el necesario para verificar lo que el Almirante Stratos le había solicitado y podérselo comunicar antes de salir del territorio de la Confederación Imperial.



CONTINUARA



* Estaciones Orbitales de Batalla Golán IV. Se trata de enormes estructuras móviles Defensivas situadas en diferentes Orbitas Planetarias en torno a Instalaciones declaradas de Máximo interés, en especial las principales Bases de la Flota. Las Estaciones Golán IV están poderosamente armadas con varios montajes de Caños Laser, de Plasma, Iónicos y de Repulsión Electromagnética, así como de una veintena de tubos multipropósito, capaces de lanzar tanto Torpedos de diferentes clases como Misiles, sus escudos o Blindaje están al nivel de los de un Acorazado, eso cuando no se sitúan en el interior del propio Escudo Planetario.

*Robots de combate y custodia SKII. *Robots de combate y custodia SKII: Robots de Combate equipados dos poderosos cañones laser rotatorios de alta velocidad, un cañón repulsor de 20mm capaz de hacer 3000 disparos por minuto, capacidad para llevar una docena de minas personales con él que en caso necesario podían ser sustituidas por cohetes de trayectoria libre, y un escudo unidireccional de fuerza que lo protegía de daños, además de ir poderosamente blindado.

1 comentario:

  1. Como siempre muy bueno shadow! Gracias por compartir tus obras con nosotros, saludos desde uruguay. Alex

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