Confederación Imperial Galáctica
Libro - 5
La Liga de Mundos Libres
3
Fecha estelar - 5328
6º Cuadrante Militar del Imperio
Sistema Targus
Planeta Targus III
Base de la Flota de la Confederación Imperial.
Cuando la
Estrella Oscura regresó a la Confederación Imperial, recibió órdenes de volver
a tomar su apariencia “normal” como la Fragata de la Clase pifia, Estrella
Oscura, y dirigirse para un reabastecimiento completo a la principal base de la
Flota en el 6º Cuadrante en el Planeta Targus III. En opinión del Almirante
Stratos y del resto de sus oficiales, lo que ocurria era simplemente que
alguien necesitaba tiempo para digerir toda la información que acababan de
proporcionar, también por supuesto, de encontrar si esa nave había estado alguna vez en el Territorio
de la Confederación y de ser así, en dónde.
En la Base
Estelar de la Flota de Targus III nadie pareció interesarse por la presencia
allí de la única fragata existente de la Clase Pifia, al amarrar se declaró en
misión de transporte en tránsito de personal y presentó una solicitud de
reabastecimiento general. Aunque en realidad era una más entre todas las naves
amarradas a los Galpones del Puerto Militar Espacial en órbita Geosincronica sobre
el Planeta, a la Estrella Oscura como el que no quiera la cosa, por pura
“casualidad” le había sido asignado uno de los puestos más “protegidos” del
mismo. En el Extremo opuesto del Planeta se encontraba también en órbita
Geoestacionaria la Base Estelar Civil, en el caso de ambas bases estas se
encontraban protegidas por varias estaciones de Batalla Orbitales de Tipo
*Golán IV, además la Base militar por supuesto contaba con sus propios montajes
defensivos integrados.
La Estrella
Oscura fue reabastecida principalmente de alimento fresco, a la vez que fue
repuesta en su totalidad de sus reservas de materias primas de todo tipo, pero
lo que más preocupó tanto al Almirante como al resto de sus oficiales, fue el
Cargamento que introdujeron en sus hangares para el “transporte” junto con el
personal que “teóricamente” ya tenían a bordo. Introdujeron en la Estrella
Oscura para su transporte una docena de Robots de combate y custodia *SKII en
perfecto estado de funcionamiento y armados con su máxima capacidad de potencia
de fuego, habían sustituido incluso sus minas o cohetes por depósitos extras de
munición autocargable para su cañón repulsor rotatorio. En teoría estaban en
estado de reposo y no serían activados hasta llegar a su destino, pero a manos
del Almirante habían llegado por mensaje urgente procedente del Alto mando de
la flota los códigos de control y gobierno de todas esas unidades con
instrucciones de considerarlas asignadas a la Estrella Oscura hasta nueva
orden. Con eso tuvo muy claro que acababa de ver aumentada la fuerza de su
tripulación con ellos, algo que evidenciaba que la nave iba a ir en busca de
problemas. De inmediato llamó a la Coronel Sandra y a la Coronel Samantha…
• Almirante –dijo a modo de saludo Sandra.
• Señor, ¿nos ha llamado? –saludó Samantha,
• Si, a las dos, tengo novedades. Acaban de subir a
bordo una docena de Robots de Combate y Custodia SKII, os transfiero a ambas
ahora mismo los códigos de activación de todos ellos por si fuesen necesarios
en algún momento.
• Perdón Almirante, ¿pero para que se supone que
nos los transfieren?, ya tenemos a Samantha y a sus chicos –pregunto Sandra, la
Primer Oficial visiblemente sorprendida.
• Eso digo yo señor, mis hombres y yo somos más que
suficientes para defender esta nave o hacer lo que haga falta… -argumentó
Samantha un poco picada.
• No tengo ni idea, pero supongo que sí lo han
hecho así es que los necesitaremos, y posiblemente no será tardando mucho.
• Serian útiles en el asalto de naves, doce de
ellos pueden abrir una buena brecha en un asalto incluso de naves de guerra, de
hecho, esa sería la única explicación plausible que se me ocurre… –dijo
Samantha pensativa.
• Sí, pero no creo que nos pidan precisamente a
nosotros tomar ninguna nave de guerra –objetó Sandra meneando la cabeza-. Eso sería
poner en riesgo de ser descubierta la verdadera naturaleza de la Estrella
Oscura, y no creo que a su Alteza le hiciese excesiva gracia... podría llegar a
merendarse vivo a quien tan solo simplemente se le pasase algo semejante por la
imaginación.
• No, eso descartadlo, como bien dices sería un
riesgo excesivo para la Estrella Oscura. No, no puede ser eso, como bien dice
Sandra su alteza mandaría descuartizar de inmediato a quien tan solo se le
ocurriese una estupidez semejante, no digamos ya lo que le haría a quien se le
ocurriese dar semejante orden. Yo estaba pensando más bien, quizá en aquella
nave que se posiciono con el Carguero en Caribdis o en algo similar a eso, es
lo bastante grande y llevar la suficiente gente armada a bordo como para poder
ser útiles –replicó el Almirante Stratos.
• O bien alguno de esos cargueros… -apuntó la
Coronel Sandra.
• Podría ser, pero para ese caso serían mucho más
efectivos mis hombres… aunque… -se calló, quedándose pensativa.
• ¿Aunque? –preguntó el Almirante.
• Una de sus funciones es la custodia, podríamos
usarlo para controlar prisioneros si tuviésemos que asaltar y tomar alguna
nave, además de dejarlas para controlar el interior, de ese modo mis hombres
quedarían libres de esa tarea para ocuparse de otras cosas –arguyó Samantha.
• Si, podría ser una buena opción, pero eso supone
que ya sabemos entonces que tendremos que asaltar naves –dijo Sandra.
• En cualquier caso da igual, de momento nos los
han asignado por lo que he visto. Esperemos a que nos den órdenes para ver el
motivo de ello… Pero lo que sí quiero de todos modos, es que ambas tengáis los
códigos de activación a mano, solo por si acaso…
• Entonces señor, y aunque no creo que corramos
peligro, en cuanto despeguemos de la base podríamos distribuirlos y
desplegarlos por la nave, aun estando desconectados, en caso de problemas eso
se solucionaría en apenas unos segundos…
• Hagan eso si quieren con la mitad, pero que al
menos la otra parte se queden desplegados en el hangar, es el punto más
vulnerable y por otro lado, de tener que usarlos ese sería su lugar de salida,
con los transbordadores. Así mantenemos las dos posibilidades de una tacada…
• Si señor… -tras esto ambas mujeres salieron de
las dependencias del Almirante.
Al Almirante
Stratos la presencia de esos Robots MKII no es que le hiciese excesiva gracia,
de hecho, no le hacía ni la más mínima el tenerles a bordo, pues se suponía que
para el servicio que estos podían realizar ya estaba en la nave toda una
compañía de Marines de Asalto, y sin duda, una de las mejores de toda la
confederación Imperial sino la mejor. No podía evitar que todo esto empezase a
olerle mal, pero que muy mal. Tres días después recibió por fin una comunicación
de alta prioridad procedente del Almirante Gzak.
• Almirante… -saludó el General Gzak-, tengo nuevas
órdenes para usted.
• Sí señor, perdone la pregunta, ¿pero tienen quizá
que ver con esos robots MKII que nos han transferido?
• Si, en buena parte. Esos robots le fueron
transferidos por orden mía, no porque les sea necesario su uso o porque sea
algo que tenga previsto que suceda, pero considere oportuno reforzar en todo lo
posible su fuego de infantería para curarnos en salud visto lo que tengo ahora
que decirle.
• Bien señor, ¿cuáles son las ordenes?
• Antes de nada Almirante. ¿Qué sabe usted de la
Liga de Mundos Libres y de su junta de gobierno?
• Pues creo que en general lo que cualquiera, que
no son especialmente fuertes, que se sostienen a base de alianzas dudosas entre
varias facciones y que su gobierno tiene los pies de barro. Aun así su Flota y
Ejercito son tremendamente poderosos, forman un enemigo formidable para
cualquiera, aunque sus altos mandos están igual de fraccionados que su
gobierno…
• Bueno, pues sabe bastante, no se crea. ¿Le dice
algo el nombre de Barok Radecked?
• Si claro, si no recuerdo mal intento dar un golpe
de estado en la Liga hace como unos cuatro años… creo, o por lo menos eso
dijeron –respondió pensativo.
• Si, aunque no exactamente. Tenía un golpe de
estado preparado solo a falta de los últimos preparativos cuando murió,
inteligencia piensa que fue traicionado por uno de sus hombres de confianza,
alguien que ahora ocupa por cierto un importante puesto en el gobierno.
• Entiendo, ¿pero que tiene todo esto que ver?
• La nave que ustedes detectaron junto con el
carguero en Caribdis, pese al nombre que aparece en los registros, según todos
los datos y las lecturas que los sistemas que ustedes usaron nos dieron, se
trata sin la menor duda de la “Nimbos Barok”, la nave personal de Barok
Radecked.
• ¿Creen que alguien de su antigua organización está
metido en todo esto? –preguntó el Almirante Stratos.
• El problema es otro Almirante, no ese. El
problema real aquí, es que supuestamente esa nave fue destruida junto con Barok
Radecked cuando dos Cruceros Pesados de La Liga la interceptaron y atacaron por
orden de su Junta Central de gobierno. Se dio por buena la información puesto
que ambas naves pertenecían a los leales a la junta… -termino el General Gzak.
• Pues si la nave está intacta… -dejo colgado el
Almirante.
• Si, entonces podemos suponer que Barak está vivo
y metido en este asunto de los Cargueros. Lo que nos preocupa ahora es no saber
que puede estar tramando, inteligencia no ha obtenido nada sobre posibles
movimientos extraños dentro de la Liga de Mundos Libres más allá de sus
habituales rencillas y puñaladas políticas.
• ¿Creen que pueda estar preparando de nuevo otro
golpe de Estado?
• No necesariamente, pero no lo descartamos en
absoluto, más bien todo lo contrario, ya que esa opción sería algo muy real con
esta situación. Según inteligencia, hace cuatro años, cuando “murió”, se llevó con
él la mayor parte del conocimiento sobre su “organización”, ya que esta la
tenía compartimentada en varias ramas, y únicamente él conocía todas ellas y
las diferentes funciones que tenían asignadas en sus planes. Se dio por
supuesto que sin la cabeza dirigente, esas ramas morirían por si mismas…
• Y si no murió, esas ramas habrán seguido operando
hasta este momento bajo su control. Lo que quiere decir que puede que el golpe
que estaba preparando, no fuese abortado tan definitivamente como se creía…
¿no?
• Si, básicamente. Al fingir su propia muerte
consiguió que dejasen de vigilarle, lo que le ha podido permitir trabajar todos
estos años con total impunidad en lo que sea que esté planeando. Aunque algunos
de sus hombres estaban comprometidos y bajo vigilancia, es muy posible que de
ese modo salvase de la quema gran parte de su organización…
• Quiere decir que dejo que se quemasen varias de
su “ramas” como usted lo definió, y solo siguió con las que estuviese 100%
seguro de su absoluta lealtad, ¿no?
• Sí, es lo más sensato a pensar en estos momentos,
de hecho, aun seguiría “oculto” ante todos de no haberse dado aquella
casualidad con el Carguero. Puede que de haber sido otra nave la que se fijase
en su comportamiento, no estuviésemos ahora mismo en esta situación…
• Si, supongo que tuvieron la mala suerte de llamar
la atención de la Almirante Kasinhs y de que su Alteza decidiese tomar cartas
en el asunto… -sonrió irónico el Almirante, provocando la risa del General
Gzak.
• Si, aunque también es cierto que dado lo raro de
lo que se observó, con la misma sospecha procedente de otra nave de la Flota
también se hubiese investigado, pero reconozcamos que no es lo mismo recibir la
petición de echarle un vistazo de un oscuro capitán, que de su Alteza Imperial
en persona.
• Sí, eso lo suponía. Y dígame General, ¿cuáles son
nuestras órdenes?
• Dentro de dos días recibirán un cargamento de
contenedores destinados a una estación remota, eso mantendrá a su nave fuera de
órbita durante un periodo considerablemente prolongado de tiempo. En esos
contenedores hay varios equipos destinados a marcar… “los cargueros”,
concretamente cinco equipos de marcas.
• ¿Es que se han descubierto más naves iguales?
–preguntó visiblemente sorprendido el Almirante.
• No, únicamente esos tres, pero para curarnos en
salud, ya sea por un fallo o por una nueva “aparición”, les hemos transferido
cinco en total.
• Es decir, nuestra misión será colocarles esos
“marcadores” a los Cargueros, ¿no?
• Si, exactamente… pero hay un problema… o mejor
dicho, varios.
• Dígame…
• Primero el tamaño de los marcadores, son de diez
por treinta metros… y pesaran unos cuatrocientos kilos además de ser
extremadamente delicados por uno de sus lados hasta que estén fijos al casco de
sus objetivos.
• Si, el manejarlos será un problema, aunque en
gravedad cero el peso no cause dificultades… su volumen ciertamente si es otro
asunto… ¿Que más General…?
• Tan solo conocemos un sitio donde creemos que sea
factible sorprender a los tres cargueros en un momento u otro en un plazo de
tiempo relativamente breve… -dijo mirando fijamente al Almirante.
• El sistema Kilmart en el interior de la Liga de
Mundos Libres, ¿no?
• Sí, eso mismo, calculamos que posiblemente sea el
único lugar en que los tres coincidan a pasar antes o después. La otra
alternativa seria perseguirlos por todo este lado de la galaxia, estimamos que
ese riesgo es mucho mayor que el esperar a que los tres aparezcan por ese
sistema estelar.
• De acuerdo, en cuanto recibamos los contenedores
nos pondremos en camino…
• Almirante, tiene libertad absoluta de maniobra,
ya que no le será posible pedir instrucciones si pasa algo o descubre alguna
cosa, usted será quien deba de tomar la decisión de que hacer. Tiene desde ya
acceso a toda la inteligencia que tenemos ahora mismo sobre la Liga y todos los
problemas pasados con Barak, estúdieselo, por favor, y Almirante… evite correr
riesgos en lo posible... adiós y mucha suerte con su misión.
• No se preocupe General, así lo hare… corto y
fuera.
El Almirante se
recostó en su asiento pensativo sobre todo lo que había hablado con el General
Gzak, lo siguiente que hizo fue acceder a los informes de inteligencia sobre la
Liga de Mundos Libres con el fin de ir familiarizándose con la situación, mas allá
de lo que “todo el mundo conocía”. Tras dos días de estar verificando e
investigando en lo más profundo del sistema de inteligencia sobre la situación,
llamó a sus máximos colaboradores para un reunión y explicarles cuales eran sus
nuevas órdenes. Todos ellos en mayor o menor medida le dieron sus respectivas
opiniones al respecto, tras la reunión y una vez que los contenedores
estuvieron a bordo, la Estrella Oscura abandono la base estelar Targus con
rumbo hacia el sistema Kilmart, en el interior de la Liga de Mundos Libres.
Se detuvieron a
dos sistemas estelares de la frontera de la Confederación Imperial con la Liga
de Mundos Libres con el fin de poder ultimar todos los detalles. La Coronel
Samantha fue a ver al Almirante Stratos al segundo día de prácticas de sus
hombres con los “marcadores”…
• Almirante, tenemos un problema…
• Vaya, que sorpresa, ¿qué pasa?
• Hemos estado usando la “panza” de la Estrella
Oscura como terreno de prácticas para colocar los paneles que nos han
facilitado, pues bien, tres de los cuatro que hemos usado para ello han
resultado dañados…
• ¿Me estás diciendo que os habéis cargado tres de
los cinco de los que disponemos? –se medió incorporo alarmado en su mesa el Almirante.
• No, no señor, no usamos los “buenos”, los
simulamos con planchas de parches para el blindaje de la nave…
• ¿Me estás diciendo que tres planchas de blindaje
han resultado dañadas al colocarlas? Pero si lleváis dos días haciéndolo sin
problemas –se sorprendió.
• Si, si señor… con la nave detenida, pero Ston ha
tenido que ponerla en marcha para unos ajustes en los motores y probamos
aprovechando la circunstancia, tres de las cuatro han terminado “dañadas”…
Observe… -dijo pasando al terminal del Almirante unas imágenes.
El Almirante
observo como tres de las cuatro planchas que mostraban las imágenes siendo
introducidas en el Hangar por los hombres de la Coronel Samantha, presentaban
varios daños, en algunos puntos estaban dobladas o levemente combadas, lo cual
ciertamente para usar esas mismas planchas para una reparación no suponía el
menor problema… Pero el Almirante entendió la situación de inmediato, si
planchas de blindaje habían recibido esos daños, las verdaderas posiblemente
terminasen inutilizadas para el uso que tenían previsto. El problema es que las
“reales” si bien por una lado tenían el blindaje estándar de cualquier nave y
en este caso, específicamente el que usaban ese tipo de cargueros más livianas
que las de la Estrella Oscura, las que irían sobre la verdadera superficie,
contaba con importantes mecanismos electrónicos, o por lo menos, las trampillas
de acceso a los mismos junto con varios dispositivos de seguridad, incluido uno
de autodestrucción, que era el que realmente les preocupaba en esos instantes.
• ¿Ha hablado de esto con Ston? –la miró fijamente.
• Sí, sí señor, un par de sus chicos le han echado
un vistazo a las planchas de los marcadores, no hay modo de hacerlo sin que
esas cargas entrasen en ignición al contacto… y tampoco es posible
desconectarlo por un momento hasta que este sujeto. Según han dicho, el no
poder desconectarlo es un problema de diseño, no se puede hacer nada tal y como
están construidas…
• ¿Alguna idea de cómo solucionarlo?, sino tendré
que abortar la misión, sería una locura tratar de realizarla con un porcentaje
de error del 75%, la Estrella Oscura terminaría siendo descubierta.
• Bueno, existe una posibilidad, situarlas ya
alojadas en planchas de blindaje estándar para ese tipo de naves, eso en teoría
funcionaria… De ese modo, al estar ya fijas a una superficie “blindada”, el
sistema de autodestrucción no iniciaría por muchos golpes que se lleve…
• Ya, pero el problema sería situarle con una
plancha de blindaje acoplada, ¿no?
• Si y no, un problema es que necesitamos planchas
de blindaje para naves de carga y no tenemos… Pero eso no es lo malo, lo malo
es que ese tipo de planchas que deberíamos de usar para esto debe de ser usado
como si de verdad el casco necesitase ser reparado, tiene que ser fusionado con
plasma a la superficie del carguero.
• ¿Nada más que eso? Vaya que simple… -contestó
sarcástico.
• Señor, mis hombres pueden hacerlo, no sería
ningún problema el colocar y fusionar esa planchas.
• ¿Y el tiempo Coronel? Lo digo porque el colocar
el sistema original apenas es un minuto escaso una vez sobre el carguero, pero
si tienen que usar energía plasmática de alta densidad…
• Ese es el verdadero problema de todo esto señor.
Mis hombres saben perfectamente como colocar una plancha, igual que el mejor de
los empleados de una dársena en un astillero, pero necesitaríamos como mínimo
entre cinco y diez minutos para poder hacerlo… -en ese momento entró el Tte.
Coronel Ston.
• ¿Samantha, ya se lo has dicho…? –le preguntó
directamente a la coronel tras saludar al almirante.
• Si, estaba en ello… iba por la parte del tiempo
que necesitamos para fusionar esas planchas…
• Ston, ¿el sistema de cobertura de la nave sería
capaz de cubrirles también a ellos si tuviesen que fusionar esas planchas a
esos cargueros?
• Si realmente solo se trata de cargueros si, sus
sistemas de control o los sensores no serían capaces de localizarlos y
descubrirlos mientras estén dentro de nuestra protección, pero eso funcionaria siempre
y cuando en el sistema no existan sistemas militares de detección. Aunque eso
dependería del sistema y del rango de distancia hasta nosotros, sería un riesgo
elevado, y no creo que fuese una buena idea. Por los datos que tenemos, el
sistema Kilmart sería el sitio perfecto para hacerlo, no hay nada que ni
remotamente suponga una amenaza por leve que sea…
• Está bien, me encargare de ver cómo podemos
echarles el guante a unas cuantas planchas para cargueros…
• Quizá lo más rápido fuese volver a nuestra base,
al depósito de Mar-Shagan, allí podríamos conseguir todo lo que necesitamos sin
“pedidos raros” de por medio –recomendó Ston.
• Si, puede que fuese lo mejor, lo consultare, ya
que nos retrasaría bastante. De momento empiecen a preparar esas planchas marcadoras
y el equipo necesario para poder fusionarlas con los parches para exterior de
esos cargueros… en cuanto les encontremos…
Tras dar la orden
y de que ambos oficiales superiores saliesen, el Almirante se dirigió a su
terminal, pidiendo una comunicación preferente con el General Gzak. Una vez
estableció contacto, notifico los problemas que habían surgidos y lo que
consideraban como la mejor opción para solucionarlos. Después de eso solicito
que se verificase en lo posible que los cargueros realmente tuviesen únicamente
los sistemas que se esperaban en naves de ese tipo. En realidad eso era algo francamente
sencillo de hacer, al menos con dos de ellos, ya que el tercero según todos los
datos que tenían, en realidad nunca parecía haber pisado la Confederación
Imperial, por lo que no podría ser sometido a “inspecciones rutinarias” de la
Flota, algo que no llamaría la atención, pues se hacían de forma habitual con
elementos escogidos al azar. El General Gzak aprobó ambas medidas, el que la
Estrella Oscura perdiese tiempo regresando a su base no le agradó, pero por
otro lado, eso les concedía el necesario para verificar lo que el Almirante
Stratos le había solicitado y podérselo comunicar antes de salir del territorio
de la Confederación Imperial.
CONTINUARA
* Estaciones Orbitales de Batalla Golán IV. Se trata de enormes estructuras móviles
Defensivas situadas en diferentes Orbitas Planetarias en torno a Instalaciones
declaradas de Máximo interés, en especial las principales Bases de la Flota.
Las Estaciones Golán IV están poderosamente armadas con varios montajes de
Caños Laser, de Plasma, Iónicos y de Repulsión Electromagnética, así como de
una veintena de tubos multipropósito, capaces de lanzar tanto Torpedos de
diferentes clases como Misiles, sus escudos o Blindaje están al nivel de los de
un Acorazado, eso cuando no se sitúan en el interior del propio Escudo
Planetario.
*Robots de combate y custodia SKII. *Robots de combate y custodia SKII: Robots de
Combate equipados dos poderosos cañones laser rotatorios de alta velocidad, un
cañón repulsor de 20mm capaz de hacer 3000 disparos por minuto, capacidad para
llevar una docena de minas personales con él que en caso necesario podían ser
sustituidas por cohetes de trayectoria libre, y un escudo unidireccional de
fuerza que lo protegía de daños, además de ir poderosamente blindado.
Como siempre muy bueno shadow! Gracias por compartir tus obras con nosotros, saludos desde uruguay. Alex
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