lunes, 3 de noviembre de 2014

                              Confederación Imperial Galáctica

Libro - 5

La Liga de Mundos Libres


4


Fecha estelar - 5328
1º Cuadrante Militar del Imperio
Sistema Belal
Deposito de la Flota de Mar-Shagan
UEP Estrella Oscura



La Estrella Oscura se encontraba amarrada a uno de los Galpones de la Base-Deposito de Mar-Shagan, habían recibido ya las planchas que solicitaron, también la información que pidieron al General Gzak sobre al menos dos de los tres Cargueros en los que tendrían que trabajar. Los Marines de la Coronel Samantha por su parte, habían estado entrenándose en como situar las planchas sobre el armazón de un carguero en el menor tiempo posible utilizando para ello uno de la multitud de ellos pertenecientes a la Flota y que estaban almacenados allí. Por fin, tres días después de la recepción del mensaje por parte del General Gzak el Almirante Stratos dio la orden de partida en dirección al sistema Kilmart, en lo profundo de la Liga de Mundos Libres.


Por otro lado, el Tte. Coronel Samuel había logrado también conseguir todos los registros posibles de una nave concreta que se movía por la Liga de Mundos Libres, la “Zotenk”, una nave tras la que estaba toda la Flota de la Liga, aunque sin mucho éxito que dijéramos. Llevaba ya dos largos años burlando a las autoridades, asaltando tanto cargueros como naves de pasajeros, según inteligencia iba muy bien artillada, casi, casi al nivel de una de las naves “Q” de la Confederación Imperial. Sin embargo e inteligencia no tenía la respuesta, esa nave jamás actuaba fuera de la Liga, por muy cerca de alguna frontera que fuese detectada, no había constancia de que la hubiese traspasado en una sola ocasión, fuese cual fuese la frontera. Este comportamiento era llamativo, pues se alejaba del habitual en una nave pirata, asemejándose más al movimiento que haría un Corsario, pero claro, la Liga no estaba en guerra para que esto último fuese factible.
Tan solo un par de semanas después de su partida de su base, la Estrella Oscura entraba en el sistema Kilmart bajo la protección de su cobertura, según los datos procedentes de los sistemas de la Confederación Imperial, uno de los Cargueros ya estaba en ruta en dirección hacia este sistema estelar. El Almirante dio órdenes de dirigirse a la más que probable ruta de entrada del carguero en el sistema, también dio instrucciones de calibrar y preparar todos los sensores de la nave para el seguimiento y las operaciones que tendrían que llevar a cabo.
Tan solo tres días después, el “Carguero” hizo si aparición en el sistema, a unos escasos diez mil kilómetros de la Estrella Oscura, que es tanto como decir que salió prácticamente “rozándola” en términos espaciales. Los sensores escanearon la nave de arriba abajo, de izquierda a derecha, del derecho y del revés, hicieron un diagrama tridimensional de su estructura en el que tanto Ston como Samantha estuvieron buscando el lugar más indicado para situar su “chivato”. Al final dieron con uno que iría perfecto, situado justo en la parte trasera, en la zona cercana a los motores. El problema es que si bien el sitio era muy útil pues la cercanía de los motores dificultaría cualquier inspección concienzuda en busca de rastreadores, el colocarlo en aquella zona era por lo demás, muy complicado y la cobertura sobre los Marines iría muy, pero que muy ajustada.
Tanto Ston como Samantha aseguraron al Almirante Stratos que no habría problemas a la hora de situar el panel sobre el carguero, ya que si bien era dificultoso por su situación, por otra, la posición en que querían instalarlo reduciría la necesidad de tiempo de trabajo para la fusión del panel al casco. Aunque el almirante no pareció quedar muy convencido dio las órdenes oportunas para empezar con las operaciones… Primero se situaron en la cola del carguero, entrando en su cercanía por la estela de sus motores, manteniendo prácticamente el mismo rumbo del carguero, aunque con una leve desviación de un par de grados escasos, luego fueron igualando lentamente la velocidad del mismo hasta situarse en posición y entonces sí, replicar en lo posible cada movimiento que la nave hacía.
La panza de la Estrella Oscura quedo orientada hacia la estructura del carguero con el fin de poder usar las esclusas del hangar de carga para la salida de los Marines con los paneles. El problema es que de ese modo dejaban completamente al descubierto una abertura hacia el interior de la nave orientada hacia el casco del carguero. Aun con el escudo al Máximo, un impacto directo en ese momento sobre el hangar de una batería laser de alta potencia bastaría para destruir la Estrella Oscura, por fortuna el carguero no disponía de nada semejante, único motivo por el que el Almirante había permitido tan arriesgada maniobra.
Los Marines iban equipados con Armaduras Blindadas de Asalto en Vacío, cada Armadura llevaba su propio equipo propulsor, todos ellos estaban sujetos por cables al interior del hangar, así como los equipos portátiles de soldadura de fusión de plasma, cada uno de esos aparatitos pensaba cerca de cien kilos en gravedad estándar, además de esto, también llevaban la plancha con el “chivato” para situar en el casco del carguero. En total para el trabajo, sobre el casco del Carguero estarían quince Marines de Asalto. Cuatro para manejar la plancha, seis más para los equipos de soldadura, dos por equipo y cinco en el perímetro externo del grupo para controlar en todo momento la posición relativa de ambas naves, asegurarse de que nadie se saliese de la protección del encubrimiento y como guardia armada por si surgían problemas.
Fueron tres meses de duro trabajo hasta colocar las planchas en los tres cargueros, sorprendentemente, todos ellos parecían replicas unos de otros, las diferencias entre ellos debidos a golpes, micrometeoritos, etc., eran mínimos, incluido el segundo que apareció, aquel que según inteligencia nunca había pisado el territorio de la Confederación Imperial. Tras colocar la última de las planchas en la última de las naves, el Almirante decidió correr el riesgo de esperar a que el carguero partiese para, en caso de ir en dirección al territorio de la Confederación Imperial, seguirle durante todo el camino. Riesgo porque durante las últimas tres semanas, habían interceptados comunicaciones civiles en las que se advertía de la presencia en el sector de la “Zotenk”, la nave pirata, lo que suponía automáticamente un repentino incremento de naves de Guerra en la zona.
Desgraciadamente, los temores del Almirante se cumplieron, y de la peor manera posible, aunque por fortuna, aun a tiempo para remediar lo peor. En el momento en que la Estrella Oscura empezaba a ponerse en marcha con rumbo de seguimiento la nave, y justo en la entrada de salto que debían de emplear para ir tras el carguero en su ruta hacia la Confederación, aparecieron varias naves de guerra pertenecientes obviamente a la Flota de la Liga, interponiéndose completamente en el rumbo que ambas naves llevaban. Por fortuna, la Estrella Oscura aún estaba lo bastante lejos del punto de salto como para poder ser advertida pese a sus sistema de encubrimiento.
Concretamente hicieron su aparición tres Cruceros Pesados, cuatro Cruceros Ligeros, una decena de Destructores y lo más problemático, una corbeta de protección, muy similar en sus características a las de Exploración de la Flota de la Confederación, o lo que es lo mismo, una nave cargada de poderosos sensores capaces de descubrir a la Estrella Oscura si esta se posicionaba lo bastante cerca. El Almirante dio de inmediato la orden de ponerse en movimiento hacia un punto de salto alternativo hacia otro sistema también pobremente vigilado, pero que les quitaría de en medio de la ruta de esa maldita corbeta. Sin embargo, ese salto les haría perder la pista del carguero en caso de desviarse de su rumbo, pero no tenían otra opción, ya que con la aparición de esa nave cargada de sensores la permanencia en el sistema Kilmart se había convertido en un riesgo inasumible para la nave, pues nunca se podía saber la dirección que tomarían o los motivos para la presencia en un sistema no habitual de un grupo de naves de guerra, especialmente con una nave “pirata” en ese mismo sector.
La Estrella Oscura, diez horas después de la aparición de las naves de la Flota de la Liga, salto hacia un sistema aledaño tanto al sistema Kilmart como a la Nébula Tarkhana. Justo unos segundos antes de saltar habían podido observar al carguero abandonar también el sistema, aunque las imágenes que vieron se habían producido tres horas antes. Pero también vieron, que la flotilla de la Liga mantenía un rumbo que la llevaba justo hacia el mismo punto de salto que ellos pensaban utilizar, y dada la alta velocidad del grupo, era excesivamente arriesgado el tratar de alcanzar cualquier otro, especialmente como ya se dijo, con esa maldita Corbeta en cabeza haciendo de sabueso.
El Almirante Stratos estuvo haciendo todo tipo de cálculos, llegando al a conclusión, de que si quería interceptar nuevamente al carguero y de paso dar esquinazo a esa flotilla, debería de cortar su ruta atravesando por la Nébula Tharkana, usando para ello el sistema Caribdis, único punto lo suficientemente “influyente” como para que los sistemas fuesen capaces de localizarlo para el salto aun dentro de la Nébula. La Estrella Oscura se introdujo en la Nébula con sus sistemas de control de daños, los escudos y el rastreo de sus sensores al máximo intentando no tropezarse con nada desagradable… estuvieron adentrándose en ella a velocidad reducida durante unas veinte horas, hasta un punto seguro donde ninguna nave de Guerra fuese capaz de localizarla, incluyendo la dichosa Corbeta.
La Estrella Oscura uso la poderosa interferencia que generaba el Agujero Negro de Caribdis para orientar su salto en el interior de la Nébula. Todo resulto perfecto hasta el mismo instante de hacer su aparición en el sistema estelar, la Estrella Oscura hizo su entrada muy cerca de las últimas balizas de advertencia. A los pocos segundos el oficial en cargado de los sensores advirtió que la Estrella Oscura estaba siendo rastreada, el Almirante de inmediato pidió que se identificase la fuente, que se alzasen los escudos y se activaran los sistemas de armamento, en definitiva declaro una alerta general de combate. Se situó tras la pantalla de sensores, observando todo lo que estos poco a poco iban reconociendo… El problema es que la alarmante cercanía de Caribdis dificultaba gravemente la recepción de los datos. En un momento dado, la procedencia del escaneo quedo clara…
Justo a una relativamente corta distancia se encontraba una Fragata de la Liga de Mundos Libres, pero muy cercana a la situación de las ultimas balizas de advertencia del punto de máxima atracción de Caribdis, donde pasarlas suponía prácticamente meterse en el punto de no retorno del enorme Agujero Negro. Los motores de la Fragata de la Liga aparecían trabajando a máximo rendimiento, quizá incluso por encima de su límite de seguridad según lo que marcaban los sensores, ya que ella si estaba tras las señales de balizamiento, saliendo poco a poco de la atracción del agujero con enorme esfuerzo. Según los rápidos cálculos de los sistemas de la Estrella Oscura sobre el posicionamiento de la otra fragata, en esta tenían toda su energía derivada a los motores, muy probablemente incluso superando los límites de seguridad de su núcleo energético. A los sensores de la Fragata les debía de llegar una cantidad mínima de energía, pero la suficiente como para que sus sistemas pasivos fuesen capaces de una identificación positiva de la Estrella Oscura. Por otro lado el Almirante Stratos valoro también otro dato suministrado por los sensores, y es que dada su posición relativa en el sistema, aun habiendo revisado las boyas de seguridad, esta también debía de haber saltado hacia Caribdis, bien desde dentro, bien atravesando el interior de la Nébula Tarkhana, solo así se podría explicar el error de posicionamiento final en el salto. Con todo esto en mente, tomó una rápida decisión…
La orden del Almirante Stratos fue tajante…
      Samantha, las Baterías principales, fuego sobre esa fragata… vuelen sus motores y antenas de comunicaciones… ya…
      Pero señor… es una nave de guerra de la Liga… -dijo sorprendida la Coronel Samantha.
      Coronel, lo sé perfectamente. Mi orden ha sido que abra fuego con la baterías… ¿tengo que repetírselo?
      No señor… baterías principales… ¡¡¡Fuego!!! –dijo mientras manipulaba los controles con rapidez y precisión.
      Dispongan rápidamente del sistema de cobertura… y llévennos lejos de las balizas lo más rápido posible… Luego dispongan de la nave en espera con los máximos sistemas en forma pasiva…
      Si señor… -replicó la primera oficial, en silencio hasta ese instante.
El impacto de los disparos de las baterías sobre la zona de comunicaciones y motores de a Fragata supuso su condena, ya que estos fueron destruidos al instante, y la nave entonces, fue rápidamente atraída hacia el agujero… Al Almirante no le agradó tener que hacerlo de ese modo, pero sabía que si la reducía a escombros, la menor masa de estos, si bien de todos modos haría que toda prueba desapareciese en el interior de Caribdis, esto sería con mucha más lentitud que de este otro modo. Con la Fragata prácticamente de una pieza, su final seria “rápido”, su masa “agrupada” se vería arrastrada con mayor velocidad y dejaría también un menor número de posibles restos que explicasen que había sucedido con ella, si es que quedase alguno.
Con sus antenas destruidas, los supervivientes tampoco podían pedir auxilio o enviar cualquier tipo de información, incluso en su posición actual con respecto a Caribdis, la posibilidad de que alguna especie de Misil de comunicaciones como el que la Confederación usaba, tampoco era ninguna opción, su empuje no sería tampoco el suficiente como para poder escapar de la atracción letal a que se vería sometido dada la distancia a la que se encontraban. En poco más de tres horas, la nave desparecería en el horizonte resultante del agüero negro engullida por este, incluso para cualquier observador lejano en caso de llegar a tiempo de “ver” algo, la destrucción de sus motores podría haber sido algo lógico como consecuencia de sus intentos por escapar a su destino al sobreforzarlos.
Quince minutos después, la primera oficial entró en las dependencias del Almirante Stratos…
      ¿Señor?
      Pase Sandra, ¿quiere saber porque hemos destruido esa fragata, no?
      Sí señor, la verdad es que me gustaría saberlo, esto podría derivar en graves problemas diplomáticos si se llegase a saber…
      No, no lo haría, está equivocada. Esa fragata no debería de esta ahí, por su posición según han calculado los sistemas, con casi total probabilidad han hecho lo que nosotros, saltar desde el interior de la Nébula, eso solo se hace cuando no se quiere ser detectado. Además, independientemente de todo esto no podíamos correr el riesgo de que en caso de lograr salir de aquí, se preguntasen que hacia esta nave en concreto en Caribdis. La seguridad de La Estrella Oscura es una de nuestras principales prioridades en cualquier misión, sea del tipo que sea.
      Según deduzco por lo que dice sobre esa fragata, ¿espera visita no?
      Si, espero visita, creo que tenían algún tipo de encuentro en el sistema… y vamos a ver a quien iban a esperar…
      ¿Me admite usted una apuesta? –sonrió.
      ¿Me dejaría usted que eligiese primero? –se rio el Almirante.
      No, no señor, seguro que ambos estamos pensando en la misma nave…
      Sí, creo que sí, seguro que es… -en esos instantes fueron interrumpidos desde el puente, pues una nave acababa de entrar en el sistema.
      Vamos, creo que saldremos de dudas enseguida –dijo el Almirante poniéndose en marcha.
      Sí señor, aunque supongo que ambos sabemos ya quién es… -replico la Coronel mientras le seguía.
      Si, supongo que si…
Cuando ambos llegaron al puente, el oficial de sensores les paso los datos que estos habían recogido, identificando positivamente la nave como la “Nimbos Barok”. De inmediato el Almirante dio órdenes de que los sensores trabajasen a máxima potencia, y que se prepararan los tres sistemas energéticos de la Estrella Oscura para trabajar al 100% si eran descubiertos, no tenía pensado hacerlo, pero si esa nave los descubría, tendría que destruirla al instante tal y como destruyo la Fragata de la Liga. Por fortuna los sensores tardaron muy poco en conseguir tanto los datos de la nave, como el más que probable rumbo en el interior del sistema. Tras ello, el Almirante dio órdenes de que todos los sistemas fueran nuevamente situados en modo pasivo y restringir al máximo el uso de energía. La Nimbos Barok tardo cuatro días en saltar fuera de Caribdis, haciéndolo en la misma dirección en la que había venido según los sensores… Solo diez horas después, era la Estrella Oscura la que saltaba rumbo al Territorio de la Confederación Imperial.
Según la Estrella Oscura entró en el espacio de la Confederación Imperial, el Almirante Stratos envió al General Gzak un extenso informe notificándole todo el proceso de la misión, incluyendo la presencia en la zona del sistema Kilmart de la nave pirata “Zotenk”. También le notificó el desafortunado incidente del sistema Caribdis en su regreso, así como su encuentro con la “Nimbos Barak” y sus apreciaciones sobre la situación allí vivida. El General Gzak, tras la recepción del informe de la Estrella Oscura, apenas tardó cinco horas en comunicarse por un canal prioritario de emergencia con el Almirante Stratos.
      Almirante, tenemos entre manos un buen problema…
      ¿Se refiere a la destrucción de la Fragata de la Liga?
      No, me refiero a que por los datos que nos ha facilitado hemos identificado la Fragata que destruyeron como la “FGR-14980”. Según inteligencia no debería de estar en esa zona, es más, ni siquiera tendría de andar por nuestras fronteras, por los datos a los que hemos tenido acceso estaba destacada en la zona de la Republica Tarkhana, al otro extremo de la Nébula. Todo apunta según los informes que tenían una reunión con la “Nimbos Barak” y eso definitivamente, no es bueno, definitivamente, nada bueno.
      Quizá, pero no creo que sea para tanto señor, sabemos que si es verdad que Barok Radecked está metido en todo esto, tenía a una parte de la Flota de la Liga entre sus seguidores. Era previsible que siguiese en contacto con bastantes o cuanto menos, algunos de ellos…
      Sí, todo eso ya lo dábamos por sentado, el problema es que la “GFR-14980” supuestamente es una de las naves más leales al Alto Consejo de la Liga. En realidad según los datos de inteligencia que tenemos, esa nave está en su sector de destino más para controlar a sus propios compañeros que con cualquier cosa que ocurra en la frontera. Supuestamente su tripulación pertenece a una rama operativa de su Contrainteligencia Militar... y asuma lo que eso quiere significar en este caso…
      Entiendo… quizá debería de haber destruido también la “Nimbos Barak” aprovechando la situación…
      No, ni mucho menos, los datos sobre ella que han conseguido han sido… “interesantes” –sonrió el General.
      Señor… -dijo el Almirante perplejo.
      La ruta tanto de entrada como de salida de esa nave, establece su punto de origen en un punto situado en el interior de la Nébula, concretamente, en una zona muy al interior de la misma… Lo hemos conseguido al confrontarlo con su informe de su anterior encuentro con el carguero...
      ¿Quizá algún sistema oculto en el interior de la Nébula?
      No, no creemos que sea eso, en la Nébula Tarkhana es algo muy improbable dada su composición, pero no tenemos dudas de que en el interior de esa Nébula hay algo que hace de base para el dueño de esa nave… y tenemos que encontrarlo…
      ¿Y cómo?, lo único que se me ocurre es esperar a que vuelva a aparecer en Caribdis y tratar de tomarla al asalto. No veo más modos de conseguirlo… por mucho que tratásemos de seguir su ruta y tiempos estimados, podríamos pasar por delante de lo que fuese sin verlo, aunque casi chocásemos con ello…
      Hemos estado monitorizando los tres cargueros, siguiendo sus rutas, sus negocios e incluso sus listas de embarques, obviamente los de los dos que operan en nuestro territorio es mucho más completo que los del tercero que opera en la Mancomunidad Federada de Vega, pero ninguno de ellos parece “Cargar” con lo esperábamos encontrar, por lo que no son ellos quienes les suministran. Y hay ciertas cosas, de las que por fuerza tienen que aprovisionarse si o si, y en cantidades considerables.
      Entiendo -dijo el Almirante Stratos pensativo-, sea lo que sea esa base, tienen que tener gente trabajando allí, y determinadas cosas son necesarias por fuerza, como por ejemplo los víveres e incluso posiblemente el agua sin ir más lejos. Pero no hemos visto nada que nos haga sospechar de ninguna otra nave…
      No, de todos modos llevara días poder establecer eso con seguridad, aunque a priori casi que podríamos darlo por seguro, no creemos que la comida y suministros más básicos les lleguen atravesó de Caribdis…
      ¿Entonces cómo?, si saltasen desde cualquier otro lugar al interior de la Nébula, llamarían la atención, incluso si no tuviesen sensores militares… Cualquier nave que entre y salga de ella está siempre bajo el ojo de las autoridades, ni aun teniéndolas compradas funcionaria por siempre…
      Estoy de acuerdo con usted Almirante, eso no pueden hacerlo desde un sistema fronterizo sin llamar la atención, solo existen dos lugares posibles para ello… -dejo colgando la respuesta mientras sonreía.
      Claro… Escila… el otro agujero negro. Si no lo hacen por Caribdis, es porque para ello tienen que estar usando el sistema Escila, en la frontera entre la Republica Tarkhana y la Mancomunidad Federada de Vega.
      Exactamente, y por eso mismo, es por lo que queremos que la Estrella Oscura se desplace hasta allí en completo sigilo para averiguar si alguna nave está haciendo lo que sospechamos… y como lo están haciendo…
      ¿Y con lo que averigüemos?
      Con eso tendrá usted mismo que decidir qué hacer, pero es imperativo conseguir respuestas. Necesitamos conocer lo más posible sobre los planes que tiene Barok Radecked y donde esta exactamente su base en el interior de la Nébula, tendrá que hacer lo que sea necesario para ello, como quiera, con los métodos que decida, pero hágalo...
      ¿Entonces según eso se supone que tengo libertad total de acción…? -pregunto el Almirante un tanto sorprendido.
      Su Alteza Imperial le ha autorizado personalmente a ello, me ha dicho que si preguntaba por los límites de su "autoridad" en esto, le dijese que lo está incluso para el uso de “los misiles” si lo considera necesario. También me indicó que quiere que sepa que debe usted de cortar de raíz cualquier intento de Golpe de Estado en la Liga en caso de que sea eso lo que Barok Radecked trama.
      De acuerdo, entiendo. Nos pasaremos por la Base estelar de TilKrat en el segundo distrito militar para reaprovisionarnos al máximo posible antes de cruzar las Fronteras de la Mancomunidad Vegana, después nos pondremos en marcha de inmediato.
      Adelante, tiene vía libre para lo que necesite, le estarán esperando… le informare antes de que llegué de su nueva “tapadera” para su previsión de viaje ante el mando de la Flota.
      Si señor… lo estaré esperando... -tras esto cortó la comunicación.
El Almirante había entendido perfectamente las órdenes implícitas para él procedentes de su Alteza Imperial, y si, ciertamente no había cambiado ni un ápice, seguía tan despiadado como siempre a la hora de defender los intereses de la Confederación Imperial. La traducción a lo que había encargado que le dijese el General Gzak sobre el uso a su discreción de "los misiles" estaba clara, su Alteza quería resultados, y no necesariamente supervivientes. Había revisado personalmente gran parte de la inteligencia que tenían sobre la Liga de Mundos Libres, y un golpe de estado por parte de Barok Radecked, prácticamente significaría una Guerra Civil, o cuanto menos en el mejor de los casos para él, si el golpe tenía éxito tal y como hubiese esperado cuatro años antes, la necesidad para el nuevo gobierno de una “guerra externa”. Eso significaría encontrar un enemigo común para toda la Liga, uno que le asegurara en el poder en esos críticos primeros momentos, necesitaban a la Flota de la Liga combatiendo "a otros" para poder obtener el control total de su territorio e instituciones, y según parecía su Alteza tenía una idea aproximada de quien podría ser ese enemigo.
El Almirante Stratos entendía tras ver esos informes el problema que suponía ese golpe de tener éxito. No es que la Confederación Imperial fuese la opción más obvia o la más apropiada como "enemigo común" en opinión del propio Almirante, y especialmente ahora, dada su actual potencia militar tras la aun cercana guerra contra Razors y Corix. Tenían otras opciones bastante mejores que esa o por lo menos, teóricamente más "fáciles", pero no por ello dejaba de ser una opción más entre las varias posibles y desde luego, según los informes acumulados de cuatro años antes, la sensatez no parecía ser precisamente una de las principales virtudes de Barok Radecked. Además, estas alturas también había aprendido otra cosa, y es que si su Alteza “sugería” algo, muy probablemente, ese “algo”, por improbable que pareciese terminaría por hacerse realidad.


CONTINUARA

3 comentarios:

  1. Hola Shiroi Kage,

    Aunque me esta resultando este libro un poco menos entretenido que los otros, no deja de ser un divertimento de primera clase.

    Muchas gracias por compartir tu tiempo y tu ingenio.

    Un saludo

    desprendiz

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  2. Se perfila un final de libro de los de traca, el almirante Stratos+potencia total de ataque a su disposición.... Burrada segura, sobre todo con los "misiles" y los SKII abordo.
    Esperando al lunes para ver como termina.
    Un saludo Shadow.
    Eorirn/Trancos

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