Confederación Imperial Galáctica
Libro - 5
La Liga de Mundos Libres
1
Fecha estelar - 5328
1º Cuadrante Militar del Imperio
Sistema Belal
Deposito de la Flota de Mar-Shagan
UEP Estrella Oscura
Tras la guerra y
nuestra contundente victoria que termino con las Flotas Razors y Corix, la
Mancomunidad Federada de Vega cayó sobre buena parte de los sistemas Razors más
ricos y poblados, anexionándoselos. Ciertamente fue una jugada maestra por su
parte, ya que eso le proporcionaba un cantidad extra enorme de ingresos, al
principio tuve varios problemas por no haberme decidió por algo similar, sino
que como compensación a ambas razas, si bien pedí enormes extensiones de
territorio galáctico, en su inmensa mayoría no valían para nada, ya que estaban
prácticamente deshabitadas y serían más un gasto que un beneficio para
nosotros. Esto se mantuvo así durante casi los tres primeros años de
post-guerra, luego, se empezaron a ver poco a poco mis motivos para lo que
hice.
El Almirante
Stratos se encontraba sentado en su despacho comprobando que todas las
modificaciones que se habían solicitado para mejorar el rendimiento de la
Estrella Oscura estuviesen listas, cuando en su terminal entro un aviso de
comunicación prioritaria, cuando la acepto se llevó un sorpresa, pues se
trataba de su alteza Imperial Jhored, el heredero del trono. Nada más verle la
sonrisita en la cara, Stratos supo que los días de tranquilidad para su nave y
tripulación, habían terminado…
●
Alteza, siempre es un
placer poder verle –saludó.
●
No me mientas Stratos,
seguro que estarás preguntándote en que lio te voy a meter ahora, ¿o me
equivoco? –se rio su Alteza.
●
No Alteza, creedme que no
os equivocáis… -le respondió con una media sonrisa.
●
Te mando una serie de
datos que quiero que estudies y me des tu opinión al respecto…
●
Perdón Alteza, pero… ¿no
sería mejor que se lo preguntase a Tanya?
●
Tranquilo, ella ya me dio
su opinión, al igual que Selena o el General Mao, pero quiero también la tuya…
Míralo con calma, que yo espero…
El Almirante Stratos era de los pocos, junto
con la Almirante Kasinhs, que cuando su Alteza le invitaba a tomarse su tiempo
que él le esperaba, en verdad lo hacía así, dejándole esperando sin inmutarse.
Lo que estaba viendo le estaba pareciendo tremendamente sospechoso del todo, el
comportamiento de ese carguero que la flotilla de su Alteza parecía estar siguiendo
era ciertamente “extraño” por no tener ni pies ni cabeza, pero lo que era peor,
el que todo apuntase a un salto al sistema Caribdis con su gigantesco agujero
negro en pleno vértice de la Nébula Tarkhana, lo hacía aún más… interesante.
●
Entiendo porque Tanya se
ha mosqueado con él, desde luego no creo que este tramando nada bueno, o por lo
menos, nada legal con tan extraño comportamiento. Podría ser una buena idea
interceptarlo y revisarlo hasta su última cuaderna.
●
Si, esa podría ser una
buena idea, pero lo ideal en este caso, sería poder saber qué es lo que están
haciendo, y lo primero para conseguirlo sería verificar su llegada a su destino
en el sistema “Kilmart”.
●
Pero señor, ese sistema
está muy adentro de la Liga de Mundos Libres, y si está pensando en nosotros,
por muy rápido que salgamos o fuésemos, llegaríamos como mínimo con cinco o
seis días de retraso sobre la fecha prevista del carguero.
●
Mire estos datos… -nuevos
archivos llegaron al terminal del Almirante, que los reviso con total cuidado
mostrándose sorprendido al llegar a un determinado punto.
●
¿Esto es una broma,
verdad?
●
Para nada, el sistema
Kilmart es muy pobre, y su único planeta poblado esta escasamente habitado, por
lo que su nivel de comercio es muy bajo y sus estaciones de transito son
obsoletas.
●
Pero es que esta es
ridícula, tiene que tener casi cien años al menos…
●
Unos ciento quince según
nuestros informes, pero aún sigue operativa, como vera esta en los límites con
la nébula, por donde nadie llega, para un sistema como ese no tiene sentido
gastar fondos mientras les funcione y si algo tiene esa serie a la que
pertenece es que desde luego, en su momento no se sustituyeron precisamente
porque fallasen… Pero es un punto débil que podríamos aprovechar, su ingeniero
de comunicaciones no tendría que tener ningún problema para sacar todos los
datos de navegación de su sistema de cómo mínimo la última semana, pero es
vital que no perdáis tiempo para esa extracción, no sabemos cuanta capacidad de
almacenaje tendrá útil todavía en caso de que no haya sufrido las reparaciones
adecuadas en sus sistemas de memoria. Luego quiero que regreséis a nuestro
espacio, pero con calma, no quiero riesgos innecesarios que nos pongan en un
aprieto con la Liga.
●
Entiendo, de ese modo
podremos conocer con exactitud cuando llegó ese carguero, y además, habremos
conseguido una identificación bastante precisa del punto de origen de su salto
al sistema, ¿no? –explico el Almirante Stratos, obviando la parte del retorno
de la nave.
●
Eso es, tal cual. He
enviado varias naves junto con la corbeta de exploración Jade tras el carguero
para verificar su rumbo y movimientos antes de que salga de la Confederación
Imperial, en cuanto los tengamos recopilados también se los daré. ¿Cuándo
podría partir Almirante?
●
Bueno eso… -se rascó la
barbilla-, Ston y sus ingenieros están terminado ya con los últimos trabajos en
la nave, tienen ya prácticamente montados los nuevos compensadores inerciales…
¡Uhhh!, yo diría que unas veinte horas, pero posiblemente podríamos estar
listos para zarpar en quince.
●
De acuerdo… ¡ehhh!, oye
Stratos, ¿qué margen te has guardado en realidad para curarte en salud?
●
Tres horas –sonrió el
Almirante ante la pregunta.
●
Bien, es razonable, como
esperaba de ti, de todos modos no apures con los compensadores, tenéis un día
de margen según nuestros cálculos, ¿vale?
●
Si Alteza, tranquilo,
sabe que si no estuviese bien hecho no saldríamos…
●
Está bien, desde ahora,
cualquier cosa, háblala con el General Gzak, el estará a cargo de lo que
averigüéis… Por cierto, descubráis lo que descubráis, no quiero que transmitáis
nada hasta haber regresado a nuestro espacio, repito, no quiero que corráis el menor
riesgo dentro de la Liga, y como ya te dije, no quiero prisas para volver, la
contrarreloj solo es de ida.
●
Si Alteza, no se preocupe
por ello, entonces se lo transmito al general Gzak en lugar de a usted sea lo
que sea lo que averigüemos, ¿correcto, no?
●
Sí, es correcto
Almirante, ya que yo me voy de… “vacaciones” –dijo poniendo el gesto mustio.
●
Vaya, enhorabuena señor,
seguro que el “emperador” estar encantado de que por fin se tome unas –replico
socarrón, sabiendo lo poco que eso le gustaba a su Alteza.
●
Stratos, no me toques las
narices que con eso que ahora mismo no está el horno para bollos… -le dijo
sonriendo de mala gana, haciendo un
gesto de advertencia con el dedo índice.
●
Tranquilo Alteza, que no
lo haré… -sonrió también el Almirante.
El Almirante
Stratos se relajó cuando la conexión se cortó, pero lo que no pudo evitar, fue
soltar una carcajada ante la cara de su Alteza cuando le comento lo de las
vacaciones. Si conocía bien al emperador, los más próximos colaboradores de su
Alteza iban a tener unas semanas de lo más entretenidas, pues lo más probable
es que tuviesen que hacerle de niñera y buscarle un sitio tranquilo para que no
se metiese en líos por orden Imperia… Stratos sabia también como esas personas,
lo difícil que iba a resultar de cumplir una orden aparentemente tan simpe como
seria esa, desde luego, no les envidiaba en esos instantes ni un ápice. Tras
esa breve disquisición empezó a planificar el viaje, en primer lugar metiendo
prisa a su ingeniero jefe con esos compensadores, quien tras pensar un
instante, le dio un plazo de doce horas para tenerlos completamente listo. La
siguiente persona con la que habló fue con su segunda, Sandra, a la que explico
todo, tras ello, esta se marchó a poner al día al resto de oficiales. Solo un
par de minutos después de que Sandra se reuniese con la coronel Samantha, la
oficial táctica y comandante del regimiento de Marines de Asalto, además de con
el último miembro del staff de mando, el Tte. Coronel Samuel, responsable de
inteligencia y comunicaciones, la UEP Estrella Oscura empezó a parecer un caos
de actividad “organizada”.
Exactamente doce
horas después de la comunicación de su Alteza Imperial, la UEP Estrella Oscura
abandonaba su base en el depósito de naves de Mar-Shagan. Como única
superviviente de la Clase “Pifia”, la
fragata había sido oficialmente destinada como nave de “transporte” de personal
específico, vamos que supuestamente transportaba los relevos de dotaciones en
las bases más aisladas o pequeñas de la Confederación Imperial, lo que le
suponía el camuflaje perfecto, pues su presencia no llamaba la atención en
ninguna parte donde se encontrase y ningún mando la quería en su “nomina”, por
lo que evitaban cuidadosamente cualquier tipo de interés sobre ella, no fuese
que alguien se emocionase y les cargasen con ella. Oficialmente dependía de la
centrar de personal en la Capital Imperial, la cual, misteriosamente, nunca la
empleaba para nada, ya que en dicho departamento ya era leyenda por sus
múltiples “fuera de servicio por averías”, con lo que para que alguien tuviese
la idea de recurrir a ella, era porque esta anormalmente desesperado y no tenía
más opciones. Y alguien así, difícilmente aguantaría mucho en un departamento
tan organizado y poco dado a la improvisación como ese, lo que lo convertía en
la tapadera perfecta.
Estaban en viaje
cuando el Almirante recibió los últimos datos procedentes del Grupo del Crucero
de Batalla Vengador, que fue el encargado de seguir la trayectoria del Carguero
hasta salir de la Confederación Imperial, y según estos, efectivamente, cuando
saltó abandonando el territorio, lo hizo directamente al sistema Caribdis, en
la Nébula Tarkhana. El Almirante había estado reunido con sus principales
subordinados para discutir las ordenes que tenían, y todos llegaron a la misma
conclusión, que su verdadera misión no empezaría hasta no haber regresado al
territorio de la confederación y haber transmitido lo que averiguasen, después
de eso, probablemente recibirían nuevas instrucciones.
Como recordareis
la UEP Estrella oscura se valía de dos sistemas principalmente para operar, el
sistema de Encubrimiento que es capaz de general una simulación holográfica de
cualquier nave, y el de cobertura que es capaz de desviar cualquier tipo de
señal, luz o radiación haciendo que envuelva y no se refleje en la nave,
convirtiéndola casi, casi en virtualmente invisible para los sistemas de
rastreo. A su vez disponía de la potencia de fuego de sus tres baterías laser
de acorazado y los poderosos escudos de estos, por el contrario, su defensa
puntual era muy débil y casi, casi, podríamos decir que meramente testimonial,
aunque eso sí, siempre solía contar con los últimos adelantos técnicos en
cualquier elemento que fuese susceptible de actualizarse.
En esos
instantes, al Estrella Oscura cuando entrase al espacio de la Liga de Mundos
Libres podría camuflarse como al menos, cinco naves diferentes, cuyos perfiles
ya estaban completamente listos, aunque muy posiblemente, un sexo quedase
también disponible incluso antes de abandonar el espacio de la Confederación,
solo a la espera de la decisión del Almirante de usar uno u otro si así lo
estimaba conveniente. Lo cierto es que el Almirante todavía estaba estudiando
todo lo que le habían podido pasar sobre el carguero, además por su parte hizo
una petición general al sistema para que cualquier dato anterior sobre el fuese
a parar también a sus manos, obteniendo con ello, una buena cantidad de nuevos
datos sobre sus andanzas anteriores grabadas por los registros de tránsito de
las grandes rutas de comercio Imperiales.
El Almirante no
pudo establecer ningún patrón, excepto en una cosa, que el destino final de ese
carguero siempre había sido el sistema de la Liga de Kilmart, que había salido
de las grandes rutas en una dirección extraña más de una vez, y que
sistemáticamente, en esas ocasiones todas esas rutas terminaban por llevarle a
un salto franco hacia Caribdis. Estaba muy claro que algo raro pasaba con esa
nave, y el apunte más claro se dirigía hacia el posible contrabando entre ambas
naciones, usando Caribdis y la Nébula para evitar las patrullas fronterizas de
ambos. Eso según lo veía el Almirante, implicaba que la Estrella Oscura iba a
tener que explorar el sistema Kilmart por si había algo extraño allí, y eso
significaba tiempo extra a emplear tras cumplir con su misión… Por fortuna su
Alteza había sido bastante vago al respecto no dando la orden de modo estricto,
o quizá, conociéndolo como le conocía, lo hubiese hecho a propósito para poder
dejarle con la mayor libertad posible de decisión propia.
La Estrella
Oscura entró en la Liga de Mundos Libres por la frontera “normal”, usando el
sistema de cobertura, quedando poco menos que invisible a cualquier intento de
rastreo. Avanzaron rápidamente hacia el sistema Kilmart, siempre en una línea
lo más recta posible, saltando de sistema en sistema, aunque procurando evitar
los sistemas más densamente poblados o en los que hubiese alguna importante
base de la Flota de la Liga, una cosa era ir rápido, y otra asumir riesgos
absurdos sin necesidad. Cuando alcanzaron por fin su objetivo, fueron los
Marines de Asalto de la Coronel Samantha los que llevaron a uno de los
ingenieros hasta la baliza de control de navegación para que pudiese piratear
sus sistemas internos sobre “el terreno” y obtener la información. Lo cierto es
que los sistemas de esa baliza para alegría del ingeniero no habían sido
modificados aunque si reparados… o más bien, “chapuceados”, por lo que incluso
un niño de cuatro años hubiese sido capaz de hackearlos directamente de sus
terminales, ya que sus protecciones, también tenían más de cien años, eso
cuando funcionaban, y eran poco menos que inútiles para los estándares
actuales.
Una vez obtenido
y comprobado que la información que habían extraído contenía los datos que
querían, el Almirante dio la orden de ponerse en marcha hacia el interior del
sistema en una ruta que por los rastros que detectaban los sistemas, no debía
de haber usado una nave en más de cuarenta o cincuenta años, daba un rodeo,
pero era preferible asegurarse de no cruzarse con nadie. Según los datos
obtenidos, en esa última semana en que retenía los datos, en el sistema solo
habían entrado veinte cargueros, por otra parte ya lo habían abandonado
dieciocho de ellos y otros tres que ya estaban allí cuando se recicló la
memoria por última vez. Para su sorpresa, uno de los dos cargueros que aún
permanecía en el sistema, se trataba de su presa. El Almirante Stratos se
encontraba ahora con una bonita papeleta, volver y transmitir la información
tras explorar someramente el sistema, o bien, esperarse a que el carguero se
pusiese en marcha e ir tras el…
Convoco una
reunión de sus oficiales para conocer sus opiniones, Sandra aconsejo esperar
para poder seguir al Carguero, al igual que Ston y Samuel, sin embargo
Samantha, expuso un plan para usar sus marines de asalto con el fin de hacerse
con la nave y sus tripulantes. Debo de señalar, que al Almirante Stratos, la
idea no le pareció mala, excepto por el hecho de que ese tipo de acción en
medio de territorio extranjero, podía dar lugar a un más que peligroso caso de
incidente diplomático del más alto nivel, a la par que comprometería seriamente
a la Estrella Oscura, lo cual sí que era del todo inaceptable, o por lo menos,
con un riesgo que no había necesidad alguna de correr. Para asaltar el
carguero, también tendrían que dejar aparte otro asunto, como el hecho de que
“aun” no sabían, ni existían pruebas de que estuviesen haciendo nada “ilegal”,
por muchas sospechas que existiesen, sin contar con su Alteza, claro, que se
pondría que para que escucharle, por lo que la idea fue rechazada apenas
surgió.
Pasaron cinco
días de tensa espera, cada vez había menos margen de tiempo para seguir allí,
pero por fin el carguero se puso lentamente en marcha, por la pinta y su
aceleración debía de llevar un peso considerable, muy posiblemente elementos
metalúrgicos, ya que por lo que descubrimos, este era el principal producto de
facturación de exportación para ese sistema. El problema vino una vez que el
carguero puso rumbo a su primer salto, por lo que parecía pretendía dirigirse
hacia el interior de la Liga por los sistemas adyacentes a la Nébula, y su
dirección pareció indicar que su destino fuese algún sistema de esa frontera,
vamos, un viaje relativamente corto, y posiblemente, después regresase de nuevo
al territorio de la Confederación Imperial a lo que había sido hasta el momento
su comercio más o menos habitual según los datos proporcionados.
El Almirante
Stratos decidió perder un poco de tiempo y correr un leve riesgo al regresar a
la baliza, de sus sistemas podría sacar limpiamente el plan de vuelo del
carguero y con él en las manos, sabiendo de antemano su destino, decidir qué
hacer. Tal y como ocurrió la vez anterior, todo se ejecutó a la perfección
obteniendo lo que se deseaba, solo que la ruta del carguero traía una sorpresa,
en realidad, según su plan de vuelo, su destino era el sistema estelar capital
de la Republica Tarkhana, y allí, el Almirante Stratos sí que no tenía
autorización para ir de ninguna de las maneras, y mucho menos por unas meras
sospechas, por lo que aun sintiéndolo en el alma, se vio obligado a ordenar
poner rumbo de nuevo hacia la Confederación Imperial.
Aunque nunca lo
reconocería, lo cierto es que eso de regresar, a Stratos le sentó fatal, pues
estaba tan seguro como todos los que conocían los detalles de la misión, que
ese puñetero carguero ocultaba algo, y que ese algo no era nada limpio. Ordenó
el regreso tomando una ruta un poco las larga que la de entrada, pero con un
riesgo mucho menor para ellos, daban aún más rodeo, pero el riesgo de ser
detectado era casi ínfimo. Cuando por fin entraron al territorio de la
Confederación Imperial, todavía tuvo la sangre fría de esperar a internarse en
su territorio antes de enviar su información al General Gzak.
Tras él envió de
la información y hasta tener nuevas órdenes decidió poner rumbo de nuevo a su
base de Mar-Shagan. Stratos pensaba que ciertamente ese carguero ocultaba algo,
pero no veía tampoco la necesidad de emplear para ello una nave como la
Estrella Oscura, sería como matar insectos usando cañones de plasma. Dos días
después del envió del informe, recibió una comunicación de la Flota por un
canal prioritario, cuando conecto se encontró frente a él la imagen
tridimensional del General Gzak, y por su cara, supo que aún no habían
terminado con ese carguero…
●
General, ¿algún problema?
●
Si, el carguero que se
les ordenó investigar en la Liga.
●
¿Qué pasa, es que ese
carguero no fue realmente a la republica Tarkhana como marcaba su plan de
viaje? –preguntó directamente.
●
Si Almirante, si fue, el
carguero apareció en el territorio Tarkhano según lo previsto en su ruta
oficial de viaje…
●
¿Entonces?
●
Pues que hace exactamente
doce horas, ese mismo carguero ha entrado en territorio de la Confederación a
través del sistema estelar Tione en el Sexto Cuadrante Militar…
●
Ese es el mismo por el
que según la documentación que nos entregó el Represor salió hacia la Liga… ¿Y
dice que apareció también en la Republica?
●
Sí, es un dato confirmado
por nuestra embajada allí, ese carguero en estos momentos se encuentra en ruta
hacia su capital tal y como indica su ruta de viaje, lleva un leve retraso de
un par de horas, pero nada que no sea dentro de una lógica –indico el General
Gzak.
●
Ya, excepto que esa misma
nave ahora también se encuentra en la Confederación, ¿no?
●
Eso mismo…
●
¿Qué coño es lo que está
pasando? –preguntó más retóricamente que otra cosa el Almirante Stratos.
●
No tenemos ni idea, pero
lo que está claro, es que con esas naves pasa algo, y no precisamente de poca
importancia. Al menos, quien sea que esta tras de ellas, tiene dos naves
iguales con la misma identidad operando en dos lugares diferentes y usando para
moverse la Nébula, o al menos el sistema Caribdis –dijo el General Gzak.
●
Está bien, pásenos su
posición y la previsión de ruta que dio para poder acceder a nuestro sistema de
navegación… Trataremos de interceptarla y seguirla para ver de qué narices va
todo esto…
●
No Almirante, no quiero
que la sigan ustedes, eso no hará falta, he puesto en marcha tres *naves “Q”
para ello, además en el sistema de destino estará esperándola una pequeña
flotilla de patrulla con dos Corbetas de Exploración de la Flota para no perder
el más mínimo movimiento que hagan. Ellos se encargaran de mantener ese
carguero bajo control en todo momento…
●
¿Y nosotros?
●
Para vosotros tengo otra
misión diferente… Caribdis…
●
¿Caribdis? No entiendo…
-preguntó el Almirante Stratos perplejo.
●
Hemos comprobado todos
los anteriores viajes de ese… o del otro carguero que ahora conocemos, y en
tres de cada cuatro su ruta termina siempre pasando por un sitio concreto al
regresar a la Liga de Mundos Libres…
●
Supongo que ese lugar es
Caribdis, ¿no? –preguntó Stratos.
●
Eso es, siempre regresa
por allí. Según los registros de sus anteriores movimientos, en esta ocasión no
le corresponde viajar por allí… -el General Gzak sonrió irónico al decir
aquello.
●
¿Entonces para que quiere
que…? –el Almirante a su vez también sonrió del mismo modo, añadiendo-
entiendo… ¿De cuánto tiempo disponemos entonces?
●
Menos de dos meses desde
este mismo instante, probablemente mes y medio nada más, pero no es seguro,
dependerá de cual de ambos cargueros acuda allí… ¿Cuánto tardaran en llegar
desde su actual posición a velocidad de crucero?
●
De acuerdo, nos pondremos
en marcha al instante… Uhmmm… Cuatro días, pero podemos hacerlo en tres…
●
Que sean esos cuatro
Almirante… no acelere de más… en tres días recibirá noticias…
●
¿Señor?
●
No se preocupe Almirante,
a su debido tiempo sabrá a que me refiero. Tiene total control de la misión a
su discreción en cuestión de comunicaciones… Si hubiese algo importante que
comunicarle se lo haríamos llegar… Ahora pónganse en marcha… corto.
●
Sí señor.
Tras esto el
Almirante llamo a sus subordinados, informándoles y pidiéndoles su opinión
respecto a la misión que tenían encomendada, y todos ellos llegaron a la misma
conclusión que él con lo hablado con el General Gzak. Otra de las conclusiones,
es que iban a pasarse al menos un mes de trabajo que no se lo desearían ni a su
peor enemigo para estar listos llegado el momento…
CONTINUARA
*Nave “Q”: Se trata de naves estándar de carga construidas
expresamente como trampas contra piratas o naves corsarias. Su potencia de
fuego y escudos ocultos son equivalentes a los de un Crucero Pesado, no así su
Blindaje que es netamente inferior a estos con el fin de poder cumplir con su
papel en caso de ser escaneadas, sus sensores y equipamiento general es todo de
capacidad militar. Están pensadas para operar golpeando por sorpresa al
enemigo, siempre actuando en solitario o por parejas.
Nueva aventura de Carl Stratos pinta bien, echaba de menos la continuación de esta serie.
ResponderEliminarTrancos
Excelente.
ResponderEliminarNuevas aventuras en este maravilloso universo.
Saludos
Interesante como siempre, esperando el siguiente capitulo!
ResponderEliminarreleyendote, gracias
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