Confederación Imperial Galáctica

Libro - 17

Karasasn

3

Fecha estelar - 5344

1º Cuadrante Militar del Imperio

Sistema Belal

Base deposito de Mar-Shagan

UEP Estrella Oscura

 

El Almirante Stratos se encontraba en su despacho de la Estrella Oscura acompañado de la Coronel Sigrid en comunicación holográfica con el Almirante Tagard, cuya flota ya se dirigía al exterior del sistema para ocupar la posición que se le había asignado. Los tres estaban esperando impacientes que su Alteza Imperial contactase. Tan solo un par de días antes habían recibido órdenes de preparar la UEP y que la Flota de Tagard, que acababa de regresar, se rehabituallase para partir en cuanto terminase. En este tiempo, en Mar-Shagan había arribado un carguero con "suministros" especiales para la Estrella Oscura, algo que había puesto de mala leche de inmediato a Peter Stone, el Jefe de Ingenieros de la Nave, lo que inmediatamente había tenido repercusión en el ánimo del Almirante Stratos al que ya le dolía la cabeza a aguantar sus peroratas.

Cuando les explicó la situación a Tagard y Sigrid, estos no pudieron por menos que echarse a reír ante el gesto de sufrimiento del Almirante. El Carguero había traído una partida de Torpedos con los que sustituir los que llevaba la Estrella Oscura como dotación, ¿el problema del Teniente Coronel Stone?, que no servían. La UEP Estrella Oscura había recibido una remesa de Torpedos Karasasn que pese a ajustarse correctamente al tamaño de los tubos, no ocurría lo mismo con su sistema de lanzamiento, era como juntar agua con aceite y esperar que se mezclasen sin problemas. Otra cosa que cabreaba también al Teniente Coronel Stone, es que sin saber para qué serian requeridos esos torpedos o que se suponía que tenía que hacer la nave, no podía comenzar a trabajar para tratar de sincronizar los torpedos con los sistemas… Esto solo se podía hacer de dos maneras, o bien modificar los Torpedos, la más simple, o bien hacerlo con el sistema, que suponía una complicación en mayúsculas, pero sin estar seguro de la misión, no podía comenzar con una de ambas opciones. Y según parece, a nadie se le ocurrió aclarar ese pequeño detalle…

Dados los problemas actuales en las Fronteras con las Colmenas, los tres suponían que el futuro trabajo de la UEP Estrella Oscura estaría dentro de sus fronteras, lo cual en la presente situación era aún más peligroso de lo normal… Los tres esperaban con ansias la conexión con su Alteza para que este les diese sus cometidos y explicase de que iba toda esta historia… Finalmente la conexión llegó… Junto con la imagen de su Alteza apareció también la de Tanya y el General Mao…

-        Bueno, bueno… que interés que veo en todos ustedes… -dijo Jhored a modo de saludo-.

-        No lo sabe bien Alteza… no se hace idea…

-        Bien, creo que puedo imaginármelo… Almirante… ¿Cómo se ha tomado el Sr. Stone sus nuevos Torpedos? -pregunto socarrón Jhored-.

-        Francamente mal Alteza, muy mal de hecho, incluso peor al no saber que podía o no hacer con ellos… Creo que para la próxima le dejare que directamente trate con usted… a mí ya me duele la cabeza de aguantarle… -replicó el Almirante Stratos-.

-        Bien, dígale que, sintiéndolo mucho, lo que tiene que modificar es el sistema, los torpedos no pueden tocarse, deben de seguir siendo al 100% Karasasn. También le pasare unos datos para que pueda usar con la Estrella Oscura a fin de poder tomar algunas identidades que va a necesitar. Como presupongo que el Sr. Stone tendrá suficientes problemas con los torpedos y no quiero cabrearlo más, de esto ya me encargado yo -explicó riéndose Jhored-.

-        Alteza… todo esto está muy bien, pero… ¿Qué está pasando? Acabo de llegar con los nuevos reclutas de la Coronel Sigrid y casi no me ha dado tiempo ni de atracar… -preguntó Tagard-.

-        Bien, dicho de forma sencilla y para que todos nos entendamos, las Colmenas Karasasn están sufriendo un proceso de reestructuración interno a gran escala. Están midiéndose entre todas ellas para reposicionarse… -dijo Jhored-.

-        Infiero de ello que directamente vamos a entrometernos… ¿verdad Alteza? -replicó el Almirante Tagard-.

-        No, para nada, diablos… si nos metemos en ello corremos un serio riesgo de vernos involucrados en una guerra contra ellas… -dijo Jhored sonriendo-.

-        ¿Entonces no vamos a hacer nada? -pregunto perpleja Sigrid-.

-        Evidentemente Coronel, algo haremos para procurar que esa reestructuración sea lo más ventajosa posible para nosotros… -se rio Jhored-.

-        Alteza… le juro que me acabo de perder… ¿no le ha dicho hace un par de segundos al Almirante Tagard que no íbamos a entrometernos? -preguntó Stratos-.

-        Si, y lo mantengo… nosotros no nos vamos a entrometer, eso lo van a hacer otros… -Jhored sonrió, usando esa sonrisita siniestra que Selena amaba ver y que tantos escalofríos le provocaban-.

-        Alteza… ¿Qué está tramando? -preguntó Stratos-.

-        De momento, Almirante Tagard, nuestras respectivas flotillas han sido debidamente reforzadas con Destructores y en su caso además también se le unirá más adelante el Superacorazado Heros Parca junto con algunos Cruceros. Las nuestras serán las únicas naves pesadas que se moverán en la zona cercana de la frontera de los Tres Distritos fronterizos con las Colmenas… Cuando terminemos la reunión, le transmitiré al Colossus un cursillo acelerado de trato diplomático de alto nivel con los Karasasn… Lo va a necesitar si se tropieza con ellos… créame…

-        Alteza… la diplomacia Karasasn… bueno… sinceramente, dudo que pueda hacer algo por mucho que me explique… -replico preocupado Tagard-.

-        Este tranquilo, si tropieza con ellos, tratare de llegar a usted lo antes posible para hacerme cargo personalmente… pero hasta entonces… tendrá que apañarse solo… y mantenerlos… tranquilos…

-        Alteza, ¿hay algo más que yo deba de conocer…?, lo pregunto porque estamos a punto de saltar al Interespacio y la comunicación se cortara salvo que cancele la orden de viaje al destino asignado para mi flota…-dijo el Almirante Tagard-.

-        Si, de hecho, usted y yo vamos a ser los encargados de mantener nuestra frontera con las colmenas en total calma hasta que "alguien" aparezca a ver que hacemos… Vamos a sellar las dos rutas comerciales, cosa que créame, no va a ser fácil… Procure estudiarse lo que le envío ahora mismo hasta el punto de que no tenga necesidad de pensar en ello… Los tiempos de reacción pueden ser cruciales al cruzarnos con fuerzas Karasasn…

-        Entonces entiendo que ya lo da por hecho… -replicó el Almirante Tagard-.

-        Del todo Almirante, y asuma que muy probablemente sea una Reina quien se presente, tenga mucho cuidado al interactuar con ella… El Heros Parca, dos Cruceros de Batalla, los tres Cruceros Pesados junto con dos Cruceros Ligeros y ocho Destructores más ya le están esperando en su destino para unirse a su grupo… Asegúrese de que todos los mandos de su flotilla sean conscientes de que pueden o no hacer en según qué circunstancias se den del informe que le transmito… es vital que todo el mundo mantenga la calma sin importar que… Asegúrese de estudiarse bien lo que le he enviado Almirante…

-        Está bien… Saltamos en treinta segundos… Alteza… si no quiera nada más… corto…

-        Buen viaje Almirante… si quiere alguna cosa contacte conmigo por los canales de seguridad… su código tendrá prioridad absoluta… -segundos después la imagen de Tagard desapareció-.

-        En cuanto a ustedes dos, una vez terminemos la reunión, les enviare sus órdenes estructuradas en varios bloques… Coronel, la Estrella Oscura va a necesitar tropas además de a sus comandos, por lo que deberá de equilibrarlo para su objetivo, estudie lo que voy a enviarle… No debe fallar… tome de los Arsenales de Mar-Shagan todo lo que necesite para conseguirlo…

-        Alteza… disculpe el atrevimiento, pero con los datos que conocemos, no veo ningún escenario en que las tropas que pueda o no llevar la Estrella Oscura o mis comandos, sean determinantes en su uso con las Colmenas, y mucho menos en su territorio… -replicó la Coronel Sigrid-.

-        Por eso no se preocupe… técnicamente hablando, no van a operar en territorio de las Colmenas, es más… se van a circunscribir a una zona muy específica…

-        Pues no lo entiendo… -replicó la Coronel-.

-        Yo creo que si lo veo… La Liga por lo que sabemos ha retrasado sus fuerzas a segunda línea relajando de ese modo la tensión, pero los Shilrrurs han reforzado masivamente su frontera… De modo que supongo que es allí donde iremos… Nos internaremos en territorio Shilrrurs y dado que llevamos con nosotros torpedos Karasasn es obvio que vamos a crear problemas… ¿Es correcto Alteza? -dijo el Almirante Stratos-.

-        Tal cual lo ha dicho Almirante… tal cual lo ha dicho… solo que no será en el interior del Territorio Shilrrurs… pero deberán de seguir sus órdenes al pie de la letra sin salirse del guion previsto… nada de improvisaciones… ¿está claro? -preguntó muy serio Jhored-.

-        Clarísimo Alteza… ¿pero que se supone que es lo que haremos…?

-        Van ustedes a desestabilizar la frontera entre los Shilrrurs y los Karasasn en un punto muy concreto de la misma… Pero quiero que ambos me escuchen bien, digo desestabilizar… no iniciar una guerra por su cuenta… por eso deben de medir cada una de sus acciones perfectamente para conseguir exactamente el efecto que quiero…

-        Por lo que dice, deduzco que quiere crear varios altercados a ambos lados de la frontera… ¿no? -preguntó Sigrid-.

-        No coronel, únicamente a uno de los dos lados, o más bien, a uno de los dos "contendientes". Va a crearlos exclusivamente para el lado Shilrrurs… y siempre contra blancos muy determinados…

-        Entonces no será una caza libre…

-        No Almirante, su caza vendrá muy definida por el lugar, la oportunidad y los blancos… no cualquier cosa en cualquier sitio nos serviría…

-        Quiero que mañana como muy tarde se pongan ustedes en marcha hacia el décimo distrito militar, las modificaciones que necesiten lo harán sobre la marcha. Pero, y esto quiero que quede muy claro, no crucen la frontera hasta que tengan todo perfectamente controlado…

-        Así lo haremos Alteza…

-        Tienen de margen una semana, si para entonces no han podido estar al 100%, notifíquenmelo y cancelen la operación… Y es una orden expresa y especifica, sin interpretaciones de ningún tipo… -replicó Jhored-.

-        No se preocupe, si no podemos operar sin el menor atisbo de problema cancelare la operación… -dijo el Almirante Stratos muy serio-.

-        No lo olvide… suerte con su misión… comunicación fuera… -Se despidió Jhored-.

Después de cortar la comunicación, Jhored dio órdenes a Tanya de poner la flotilla en marcha. Al grupo del Represor se les habían unido una veintena de Destructores, cinco Cruceros Ligeros y el Superacorazado Tol-Raak… No pudo por menos que sonreírse al imaginarse la cara que pondría Tagard cuando se estudiase los datos que le había enviado, posiblemente le maldeciría como media docena de veces como mínimo, e incluso pensaría si había sufrido algún tipo de golpe en la cabeza para presuponer algo semejante. Había algunas cosas, que Jhored se cuidó mucho de evitar explicar a sus ayudantes, especialmente ciertos detalles que había obtenido de los archivos y que podría los pelos de punta a cualquiera de ellos simplemente con insinuárselo.

Lo cierto es que al estudiar todo lo que inteligencia había logrado reunir sobre estos periodos especiales en las Colmenas le llevaron a conclusiones que no se esperaba y que, debía de confesarse para sí mismo, no hubiese dado la menor credibilidad de no darse una circunstancia especial que lo cambio todo. Casi un mes antes las tres reinas de las colmenas vecinas, de modo independiente, se habían puesto en contacto directo con Jhored, algo que no era una novedad, pues cualquier tema relativo a las relaciones entre los dos pueblos siempre lo trataban de ese modo, pero en este caso fue muy particular. Lo cierto es que ninguna de ellas por sí misma dio información lo suficientemente concisa como para sacar ninguna conclusión, pero entre las tres sí que le pintaron un panorama que apuntaba sutilmente sobre todo lo que había desechado de los informes que estudió.

Llevaba casi cinco semanas estándar liado con esos dichosos informes puesto que algo estaba ocurriendo en la Colmenas, algo que, aunque inicialmente pareciese un simple proceso de recalificación entre algunas de ellas, no era habitual, y algo que se saliese de ciertos parámetros en relación a los Karasasn podía resultar preocupante. La comunicación con las tres reinas le sirvió para poder hacer ciertas preguntas en medio de las conversaciones que, si bien podían parecer del todo inocuas, a él le fueron sirviendo para hacerse una composición. Cuando se dio cuenta de que era lo que quería la primera de las reinas, intuyo que las otras vecinas dos restantes también terminarían por comunicarse, lo que le sirvió para trazar un plan e ir organizando sus preguntas de modo que ninguna de las tres pudiese saber la información que realmente le estaban facilitado.

Si bien mucha de la información solo eran pequeños detalles que le servían para confirmar o señalar hacia ciertos datos que ya tenía en su poder, entre las tres reinas le pintaron un panorama bastante preciso de lo que se avecinaba en la frontera durante los próximos, al menos, quizá de dos a cuatro meses. De entre todo lo que sacó en claro, de lo más importante era que por lo que fuese, cuando todo comenzase las fuerzas de las diferentes colmenas serian mezcladas, y las reinas cambiarían de domino para asegurar las fronteras mientras todo ocurría. El principal motivo de las tres reinas para comunicarse con Jhored fue curioso dado como funcionaban entre los Karasasn. En los tres casos solicitaron el que algunas de sus naves pudiesen estacionarse en ciertos sistemas desiertos dentro de los Distritos Militares adyacentes a sus respectivas colmenas y que fuesen "protegidas" de cualquier interferencia por su Alteza Imperial. Obviamente, esas naves, con una escolta, eran las versiones Karasasn de las Corbetas de Exploración de la Flota de la Confederación Imperial.

Cuando destruyeron a la Colmena que estuvo dando problemas, dichas naves les demostraron el valor que tenían para enfrentarse a sus pares si por algún motivo se convertían en blancos de otra Colmena más poderosa. Era obvio que no querían que ninguna de esas naves quedase en manos de ninguna rival cuando las flotas "se mezclasen" bajo el mando de reinas ajenas, y el mejor modo de que estuviesen fuera de alcance era al otro lado de la Frontera con la Confederación Imperial. Por otro lado, eso reflejaba el alto grado de "confianza" que las tres reinas tenían para con el Príncipe Jhored, por supuesto, todo dentro del modo tan peculiar de ver las cosas los Karasasn.

Por ello, la previsión de movimientos tanto de la flota del Represor como de la de Tagard, seria siempre en función de poder cubrir con rapidez los tres sistemas en los que estas naves se ocultarían. Aunque para encontrarlas habría que registrar minuciosamente los diferentes escenarios, siempre podría darse alguna casualidad indeseada. Además, también saco en claro entre los informes y las conversaciones con las tres reinas, que era muy posible que, al estar directamente implicado en la protección de la frontera, recibiese alguna visita interesada en medir su "presencia" y que si no se manejaba adecuadamente podía terminar con un enfrentamiento lo bastante serio como para poder resultar preocupante incluso para futuras relaciones con ellas.

El problema, y por lo que inicialmente lo descarto como realista, era porque las discrepancias de comportamiento considerado "normal" por las colmenas, era tan radicalmente opuesto al resto de razas conocidas, que desde un punto de vista "racional" rozaba lo realmente absurdo. Esta posible visita era la mejor prueba de ello, en cualquier otra raza, semejante encuentro terminaría sistemáticamente con los cañones de las naves hablando en nombre de sus "diplomáticos". Por ello, tanto las incorporaciones de su flotilla como las de Tagard, en su gran mayoría, esas naves procedían de las que inicialmente estuvieron destacadas en el sistema Chin durante la pasada crisis. Era algo tan radicalmente absurdo que, gracias a ello, aunque de modo indirecto, podría complicarles la vida a los Shilrrurs a medio y largo plazo mucho más de lo que estos pudiesen llegar a suponer…

De hecho, Jhored hubiese querido incorporar alguna nave más a ambos grupos, pero estas eran las únicas a mano, dentro de las de su clase, que había sido capaz de encontrar con un mando lo suficientemente "frio" como para no actuar fuera de ordenes por mucho que sus instintos le llevasen a lo contrario. El resto de naves pesadas confiables, Jhrored las distribuyó entre las bases de la Flota "más expuestas" en la Frontera con las colmenas con órdenes muy específicas de no actuar e impedir que nadie se moviese de allí sin su autorización personal expresa. Todo esto estaba pasando por la mente de Jhored mientras observaba como Tanya y el General Mao estudiaban todos los informes que había preparado y por supuesto, blanqueado, retirando las partes más "peculiares" y diseminando el resto por todo el informe.

De hecho, solo había en ellos una cosa que realmente le preocupaba que, concretamente Tanya, se diese cuenta y le pudiese hacer sospechar sobre el plan. Eso no era otra cosa que el altísimo grado de confiabilidad de las naves que se integrarían su grupo de Combate. En realidad, quizá se podría darse como una simple casualidad, pero eso saltaría por los aires en el instante en que mirase la composición de los refuerzos en la Flotilla de Tagard. Obviamente, en una podría ser mera casualidad, pero en las dos, y tratándose de algo preparado por su Alteza, solo significaba una cosa, problemas serios… Y como no podía ser de otro modo, finalmente, Tanya que repaso todos los preparativos con lupa, se dio cuenta, pasándole el hallazgo tanto al General Mao, como a Selena, lo que hizo que los tres a la vez se quedasen mirando fijamente a su Alteza con cara de pocos amigos… Rompió la situación la de siempre… Selena…

-        Alteza… ¿qué es esto? Y ni intente decirnos que ha sido mero azar…

-        ¿No colaría? -preguntó socarrón Jhored-.

-        No Alteza, no lo haría… -replico Tanya muy seria-.

-        Está bien… Tagard supongo que a estas alturas ya se habrá dado cuenta del detalle y estará pensando que me he debido de tomar algo que me sentó mal… -se rio-.

-        Alteza… por favor… no se distraiga… no funcionara… -repuso seria Selena-.

-        Bueno, hace unas semanas tuve una negociación con las tres reinas de nuestras fronteras. A cambio de esconder y proteger sus naves de tipo Corbeta de Exploración en nuestro territorio mientras dure toda esta situación, cuando termine, ampliaremos nuestras relaciones y capacidades comerciales con las tres.

-        ¿Cuántas naves? -pregunto Tanya preocupada-.

-        Cada Colmena tiene entre ocho y once naves de ese tipo, he autorizado que como escolta las acompañen dos naves medias y tres ligeras. Los sistemas donde estarán son estos… -un proyector hologradico creo los tres sistemas, cada uno en un distrito militar, junto con el mapa general de la Confederación Imperial-.

-        Pensé que estarían más hacia el interior… -replicó Selena al ver la situación de cada uno en el mapa general-.

-        Mi opinión es justo la contraria, creo que están demasiado metidos en nuestro territorio -dijo con el ceño fruncido Tanya-.

-        ¿Por qué estos sistemas concretos? -pregunto el General Mao-.

-        Por su composición y distancia a la frontera… -replicó Jhored-.

-        Ya veo… son bastante adecuados para esconder un grupo de naves… pero hay sistemas parecidos que no están tan "dentro"…

-        Si, pero estos en concreto cumplen dos requisitos básicos muy importantes. Primero, no están lo bastante cerca de la frontera como para que cualquier "problema" en la zona haga que alguien que no deba de con ellas por casualidad, y segundo, tampoco están lo bastante lejos de la frontera como para que las tres reinas se pongan nerviosas. -explicó Jhored-.

-        Supongo que esto es por lo que dice en estos informes sobre la "mezcla" de naves y mandos de las diferentes colmenas… para que ninguna otra pueda ponerle las manos encima… ¿me equivoco? -pregunto el General Mao-.

-        Así es… en estos momentos en los mundos Karasasn se deben de estar moviendo casi todas sus flotas y ejércitos, presumo que desplegándose de modo "aleatorio" por todo su territorio. Pese a todas sus diferencias, aún mantienen algunos patrones parecidos a los nuestros… como dejar fuera del alcance de sus rivales directos sus principales secretos…

-        Como esas Corbetas de Exploración… deduzco que ese "aleatorio" que ha mencionado tendrá ciertas incompatibilidades… -replicó Tanya-.

-         Básicamente… por lo que he podido más o menos intuir, aunque en este sistema "aleatorio" se excluyen ciertas enemistades profundas entre colmenas, no impide la posibilidad de que terminen mezclando donde no deben aliados de esos grupos "indeseados"… -replicó Jhored-.

-        Entiendo… supongo que eso explica perfectamente esta particularidad en todas y cada una de las incorporaciones a nuestra flota o la de Tagard… -replicó Tanya-.

-        Básicamente… sus mandos y tripulaciones ya han demostrado que no hablan de lo que no deben, que no discuten ordenes por "peculiares" que sean, y que, a estas alturas, dudo que haya muchas cosas que les sorprendan en este tipo de misiones… -explico Jhored-.

No obstante, debo de señalar, que, si bien para Tanya y Mao la explicación fue perfectamente coherente con lo que habían podido observar en los informes, Selena no las tenía todas consigo. Probablemente, hubiese opinado lo mismo que sus dos compañeros presentes, de no darse la circunstancia de haber visto aquella "sonrisita siniestra" asomando a los labios de su Alteza cuando hablaba con Tagard, Stratos y Sigrid, y que nunca auguraba nada bueno. Selena tenía la sensación de que había oculto más de fondo de lo que su Alteza había contado hasta el momento, por muy razonable que pareciese…y tenía el presentimiento de que era algo que no iba a gustarle a ninguno de ellos.

 

CONTINUARA