Confederación Imperial Galáctica
Agujero de Gusano
El "Represor" y su escolta, a
la que se incorporó de forma definitiva el recién construido Superacorazado
"Sol Negro", llevaban dos días en órbita. Además, en contra de lo que
sería habitual, el "Represor" no estaba escondido entre el resto de
la escolta, sino que era plenamente visible para cualquiera que se acercase al
planeta. Decir que tanto el gobierno Planetario como el del Sistema estaban de
los nervios seria quedarse bastante cortos. Tras todas las noticias que
llegaban de la Capital y los sucesos acaecidos allí, el que su Alteza nada más
marcharse hiciese su aparición sobre sus cabezas, literal y maliciosamente
hablando, pues su nave insignia estaba justo sobre la vertical de la capital
planetaria. Todo sin olvidarse de que no estaba dando señales de que estuviese
o fuese a hacer nada de nada, algo que desde luego no estaba tranquilizando a
nadie precisamente. La pregunta del millón en esos instantes en el sistema, era
obvia, ¿Quién había sido el desafortunado o desafortunados que habían atraído
su atención?...
Si con esa situación nadie estaba
tranquilo, especialmente si tenía alguna cosa en su pasado que no estaba muy
clara, para terminar de tranquilizar a todo el mundo, comenzando por la propia
Selena, la Corbeta "Estigia", una de las dos naves más conocidas en
la Confederación Imperial ya que junto con la "Caronte", aun
estacionada en el Sistema Zero, hacían de enlace con las Prisiones del SISI de
Hibernia e Inferno, hizo su aparición en el sistema, situándose poco después en
órbita junto al "Represor". La presencia de la "Estigia",
además de lo más obvio, también suponía la presencia de un número indeterminado
de nuevos agentes del SISI aparte de los que siempre acompañaban a su Alteza…
Si algo tuvo muy claro Selena es que alguien se iba a arrepentir de poner a su
Alteza en busca y captura, ya que cuando la Almirante Tanya le informo de la
presencia y petición de la Estigia para unirse a la flotilla, en los labios de
su Alteza nuevamente apareció esa sonrisita que había aprendido a temer… solo
que esta vez le pareció algo diferente… la impresión fue de ser aún más
siniestra si es que eso fuese posible…
Nada más ocupar su órbita y posición
marcada la Corbeta "Estigia" ocupaba su órbita y apagaba sus motores,
su Alteza envió un mensaje codificado de alta prioridad a su oficial al mando…
Selena vio como apenas cinco minutos después de recibirlo dos lanzaderas de la
Corbeta salían a toda velocidad, una en dirección a la superficie y la otra
hacia el Superacorazado "Sol Negro"… Solo media hora después de que
esas lanzaderas abandonasen la Corbeta, su Alteza se puso en contacto con la
Almirante Tanya, solicitándole que pusiese en marcha sus órdenes… A los tres
minutos la Flota se comenzó a desplegar, con los Cruceros de Batalla y las dos
Corbetas de la Flotilla rodeando completamente el planeta mientras que Cruceros
Pesados, Cruceros Ligeros y Destructores se situaban estratégicamente a lo
largo del sistema. Tras esto solo permanecieron junto al "Represor",
la Corbeta "Estigia", el Superacorazado "Sol Negro", que
desplego uno de sus Escuadrones de Cazas Escorpión, y el Destructor "Daga"…
Con este movimiento de bloqueo sobre el sistema por parte de la flotilla la
inquietud sobre el sistema, y especialmente en el Planeta, aumento en muchos
enteros.
Selena estaba visiblemente enfadada, se
estaban trasladando al planeta en la lanzadera personal de su Alteza, y por el
contrario a lo que esperaba cuando se dirigieron a embarcarse, quien se llevó
una sorpresa fue ella, y no su Alteza. Selena esperaba que este pusiese el
grito en el cielo al darse cuenta de que la compañía de marines que
habitualmente los acompañaba, se había duplicado por orden suya. La sorpresa de
Selena llego cuando se dio cuenta que no es que hubiese dos compañías, 200
soldados, esperándoles, sino que uno de los dos regimientos de Marines de
Asalto del Represor estaba listo para acompañarlos por orden su Alteza. Eso
eran 500 Soldados armados hasta los dientes con Armadura de Combate y varios
robots de combate MKII. Lo que le cabreaba, es que cuando le pidió
explicaciones, su Alteza únicamente se limitó a sonreírle con cara de bobo,
algo que él sabía de sobra que la ponía de muy mala leche… Todo sin contar con
el hecho de que su Alteza, por algún motivo que desconocía, se había
entretenido en ver como todos los marines subían a sus respectivas lanzaderas,
después saludo a los técnicos del Hangar del Represor…
Su Alteza por fin embarco en su lanzadera
después de recibir un mensaje en su comunicador, y lo hizo con rapidez. Nuevamente
mientras subía por la rampa de acceso apareció esa sonrisita otra vez, tan
siniestra como siempre… Si Selena tuviese que apostar, lo habría hecho porque
su Alteza había estado haciendo tiempo por algún motivo, y que una vez que
había conseguido lo que fuese que quería, era cuando embarco. Tuvo claro que a
alguien no le iba a gustar nada lo que fuese que este estuviese tramando,
porque la sonrisita que le vio al embarcar no presagiaba nada bueno…
Lo cierto es que el Príncipe Jhored tenía
bastantes cosas a la vez encima, bastantes planes rondando por su cabeza y
todos ellos en marcha. Aún estaba preocupado por la construcción de las
dichosas puertas de gusano, quedaba todavía un mes escaso para su finalización.
Todavía seguía necesitando que la opinión pública y los servicios secretos de
sus vecinos se centrasen en otro lugar, motivo principal por el que en esta
ocasión se estaba mostrando de modo tan visible, y si todo salía bien, el
planeta sobre el cual orbitaba polarizaría toda la atención en la Confederación
y a todos los niveles…. Si la aparición del Represor en el sistema no hubiese
ya de por si atraído el interés, la presencia de la Corbeta del SISI junto a
este haría el resto, pero además mientras revisaba toda la información sobre la
situación del planeta cuando estudiaba lo que estaba pasando con la acusación,
dio con algo "interesante" que aseguraría completamente la
distracción que necesitaba. Las lanzaderas fueron escoltadas por un grupo de
Cazas Escorpión del Superacorazado "Sol Negro" durante toda su aproximación
a la superficie planetaria. Aterrizaron en una claro ante una cabaña, en las
afueras de la capital, a varias decenas de kilómetros de la misma, mientras que
los cazas sobrevolaban la zona creando una amplia zona de exclusión aérea…
La Lanzadera personal del Príncipe, tomo
tierra frente a la entrada de la cabaña, mientras que el resto de las
lanzaderas aterrizaban, desplegándose por la zona, cubriendo varios kilómetros
alrededor de dicho lugar. En la puerta de la vivienda dos mujeres y un hombre
de piel azulada miraban con la boca abierta la presencia de semejante cantidad
de naves, y más aún, el costado de la Lanzadera personal de su Alteza, en cuyo
lateral de modo bien visible aparecía el Escudo Imperial con el número 2,
marcando de ese modo quien era el que iba en la misma. La intranquilidad de
esas tres personas llego cuando al abrirse el acceso de la lanzadera, lo
primero que salió por la puerta fueron cinco agentes del SISI de uniforme,
seguidos de varios Marines de Asalto de la Flota armados hasta los dientes, y
que se desplegaron por el claro, tomando posiciones. Tras esto, los tres vieron
descender a quien debía de ser su Alteza Imperial, quejándose en voz alta a una
mujer que le precedía, obviamente Selena, sobre el no haber podido descender el
primero…
Jhored sonriendo se dirigió a las tres
personas a quienes se presentó, llamándoles por su nombre y estrechándoles la
mano. Esas tres personas aun tardaron un par de minutos más en lograr salir de
su estupor y poder cerrar las bocas y volver sus ojos a su tamaño normal… Una
de la mujeres era Xinia T'rtes, principal encausada
de unos de los mayores fraudes realizados en el sistema, la otra era Shindie Zuniat, una periodista independiente que estaba
en ese momento tratando de que le concediese una entrevista acompañada de su
fotógrafo, Elder Drokus … Buena parte de que los tres mantuviesen su estupor y
sorpresa tras presentarte personalmente su Alteza, fue por lo que este dijo
mientras les tendía la mano, que los tres estrecharon de forma mecánica sin ser
capaces de procesar bien lo que estaban escuchando… Jhored sonriendo se presentó
como tal, su Alteza Imperial el Príncipe Jhored Thalant, hasta aquí todo
"normal", y entrecomillo. Fue lo que dijo luego y que incluso provoco
que Selena se llevase una mano a la cara en un claro gesto de desesperación por
las ganas de bromas de su Alteza con todo lo que esa mujer estaba pasando, pues
se volvió a presentar nuevamente ante ella y los dos periodistas, como Allen Bfort, "su cómplice" que venía a
recoger su parte del desfalco… a Selena le dieron una ganas considerables de
darle a su Alteza un colleja que le quitase las ganas de bromas…
Para sorpresa de Selena, lo siguiente que
hizo su Alteza fue solicitar a la asombrada dueña de la casa la posibilidad de
entrar dentro y poder hablar mientras tomaban algo… Ni que decir que esta
accedido sin poder pronunciar palabra… De hecho, ninguno de los tres reacciono
hasta estar cómodamente sentados los cuatro, con Selena de pie junto a su
Alteza y que este comenzase a hablar mientras uno de los Agentes uniformados
del SISI de su escolta les servía varias bebidas… Nada más comenzar a hablar,
Jhored se puso serio, desapareciendo de su rostro todo rastro de sonrisa.
-
Bueno, ya hemos
roto el hielo, sabemos quiénes somos cada uno y que la señorita Xinia, aquí
presente, es completamente inocente de lo que se le acusa -expuso su Alteza-.
-
Pero… todo esto
que me ha ocurrido… mis bienes… mi dinero… mi trabajo… el… -se atrevió a
replicar Xinia, siendo interrumpida por su Alteza-.
-
Mis disculpas por
todo ello, créame que siento muchísimo no haber podido venir antes a aclarar
todo esto. De hecho, quiero que sepa que en todo momento ha estado respaldada
por mi pese a lo que pueda parecerle. Esta casa, cuyos documentos usted arreglo
en su momento y que tan oportunamente no pudieron ser encontrados por lo que no
fueron capaces de confiscársela, o la tarjeta de gastos personal de sus cuentas
que tampoco pudieron bloquearle. Eso ocurrió así por orden personal mía,
desafortunadamente debía de ser discreto hasta que pudiese venir en persona. Pero
sepa que ha estado usted protegida en todo momento por agentes del SISI.
Lo que Jhored no dijo es que habían
intentado matarla dos veces sin que ella se enterase, y que esos agentes del
SISI habían detenido a los asesinos, interrogado, torturado cuando no hablaron
y luego ejecutado. La conversación duro más de cuatro horas, donde Xinia fue
explicando paso por paso todo lo que le había ocurrido desde el primer momento
en que fue acusada del desfalco, o más bien, de ser cómplice del alter ego de
su Alteza en el delito. Realmente, si Jhored estuvo tanto tiempo con ella
atendiendo a sus explicaciones, fue por un lado para que se desahogará y
recuperara su ánimo, ya que prácticamente todo lo que le estuvo contando ya era
de su conocimiento, incluso más detalles de los que ella conocía. Y por otro,
porque Jhored necesitaba hacer tiempo para que todo lo que había preparado se
pusiese en marcha.
Lo más sangrante para Jhored en todo esto
que le contó, fue el hecho de que con el dinero que tenía, pidiendo créditos
sobre sus propiedades, esta mujer contrato a uno de los mejores bufetes de
abogados de la capital, consiguiendo por su parte pruebas suficientemente
solidas como para poder hacer dudar de su culpabilidad. El bufete extrañamente,
aunque no fuese algo ilegal, las entrego a la fiscalía para que teóricamente
pudiesen ser examinadas por ellos, pero sin quedarse copias certificadas. Por
su parte la fiscalía hizo entrega de las mismas a la policía hasta poder
examinarlas, quienes las guardaron en sus almacenes de evidencias de donde
misteriosamente desaparecieron. Dicho bufete, posteriormente abandono la
defensa de Xinia cuando esta comenzó a tener problemas para poder pagarles tras
incautarle todos sus bienes. Además, Jhored también sabía que del mismo modo le
creo, con declaraciones y filtraciones varias, problemas ante la opinión
publica… Era posiblemente el bufete más prestigioso de todo el sistema, sus
abogados normalmente llevaban siempre los mayores casos del sector y a los
principales delincuentes de guante blanco del mismo… por eso con un error como
el cometido con Xinia, algo desde luego olía muy mal… Pero las filtraciones
eran otro asunto diferente, ese bufete desde luego si que las iban a pagar muy
caras, independientemente de lo demás...
Tras escuchar lo que Xinia estuvo
contando a su Alteza, y aun no conociendo todo lo que realmente este sí sabía,
Selena se comenzó a dar cuenta del motivo del gran incremento de Marines que
ordeno su Alteza, o del motivo, o por lo manos de parte de este. También por
supuesto, de la llegada de la Corbeta "Caronte" al sistema. Mucha
gente tendría que dar explicaciones, y más le valdría que fuesen muy buenas si
es que querían salvar el cuello… Si algo no llevaba nada bien su Alteza era el
que se aprovechasen los cargos públicos para violar la ley o apoyar que los
amigotes lo hiciesen, y aquí todo apuntaba a que más de uno o de dos, iban a
perder, literalmente, la cabeza, sino algo infinitamente peor… También tuvo
meridianamente claro tras la reacción, o más bien, la nula reacción de su
Alteza ante ambos periodistas, que ya conocía más que de sobra la presencia de
ambos en el momento en que se presentase ante "su cómplice" y que por
algún motivo ya contaba con ellos… Comenzó también a entender, que su Alteza
pretendía que este caso, fuese a ser algo muy notorio y visible en toda la
Confederación Imperial, una nueva distracción dentro de lo que fuese que estaba
planeando aparte de los de las dichosas Puertas de Gusano… porque Selena tenía
claro que algo tenía pensado para más adelante… y esos periodistas estaban
incluidos en ello…
Después de esto, su Alteza se dirigió
directamente a los dos periodistas que permanecían sentados, con su bebida en
las manos y con los cuerpos rígidos, completamente tensos mirando a su Alteza…
-
Bien, ahora vamos
con ustedes dos… Por qué supongo acertadamente que desean poder seguir este
caso de cerca y escribir sobre lo que ocurra, ¿no es así?
-
Si, sí que nos
gustaría Alteza -replico Shindie, tragando saliva-.
-
Bien, entonces seguirán
con nosotros, pero quiero que tengan clara una cosa, y esto no es negociable.
Lo que escriban que sea la más absoluta realidad… o me puedo enfadar bastante…
y les aseguro que eso no sería nada recomendable para nadie…
-
Le aseguro que no
le dejaremos mal Alteza -replico rápidamente Elder-.
-
Creo que no me
están entendiendo ustedes… no me importa lo que escriban, mientras que sea
objetivo con lo ocurrido. Si le vuelo la cabeza a alguien porque me apetece, si
le suelto algún guantazo a alguien, si uno de los agentes del SISI ejecuta a un
sospechoso, ya sea por iniciativa propia o directamente por orden mía…, etc… Me
da igual que lo escriban, con eso no tengo el menor problema, pero retóquenlo,
adórnenlo para hacerlo más "atractivo", no sean objetivos, veraces o
concretos con lo que escriban… y tendrán muchos problemas conmigo… ¿quedo más
claro ahora?
-
Alteza, le
aseguro que lo que yo escriba será totalmente veraz, es más, me gustaría que
usted mismo lo leyera en primer lugar antes de que lo envié a mi empresa para
que se publique… quiero ser muy transparente con todo esto… -Respondió Xinia
muy seria y bastante asustada-.
-
Muy bien, además
creo que alguno de ustedes debería también de advertir de todo esto a sus
jefes, no sea que alguno se trate de pasar de listo y lo pague… con su cabeza
-su alteza sonrió de un modo que puso la carne de gallina a los dos periodistas-.
-
Se lo dejaremos
muy claro Alteza… con su permiso me gustaría llamar de inmediato a mi jefe para
explicárselo… -Solicitó Shindie-.
-
No hará falta,
nos vamos todos a la central de la policía, y según creo, el edificio de su
agencia está prácticamente al lado ¿no es así?
-
Si alteza, esta
apenas a tres minutos o poco menos… -asintió Shindie-.
-
Bien, pues
entonces mientras que nosotros hablamos con el máximo responsable de la
policía, uno de ustedes dos -señalo a ambos periodistas- acompañado de uno de
mis escoltas del SISI y algunos Marines ira a hablar con vuestro jefe…
-
Perdón alteza,
pero creo que esa escolta será innecesaria… mi compañero puede hacerlo solo
-replicó pálida Shindie mientras su compañero se limitaba a estar completamente
pálido, mirando a su Alteza con cara de susto-.
-
No se preocupen,
el mandar esa escolta no es porque desconfié de ustedes, en ese caso y a estas
alturas ya no estarían aquí. El motivo es que su jefe y los superiores de este
tengan claro lo que ocurre… Digamos que es un modo de asegurarnos de que sean
muy conscientes de lo serio que es lo que ustedes les digan… -sonrió Jhored-.
Bueno, una vez aclarado todo… nos marchamos…
Xinia y Shindie se unieron a Jhored,
Selena y la escolta en la lanzadera de su Alteza, mientras que Elder viajaría
en otra lanzadera que le llevaría junto a un miembro del SISI y los Marines de
la misma al edificio de su agencia para que hablase con su jefe. De hecho, su
Alteza contaba con que esta visita polarizara rápidamente el interés de la
agencia y destacase de inmediato varios equipos para seguir de cerca su visita,
como premio esos equipos tendrían un lugar preferente en el siguiente paso de
su Alteza para… como él lo definía, "llamar la atención". Tenía
planificado un entretenimiento que podría calificarse de
"espectacular", y si este fallaba, un plan B, que quizá fuese más
Brutal que espectacular… Tras despegar se pusieron en marcha en dirección al
centro de la Capital planetaria, escoltadas la Lanzaderas de Asalto de la Flota
por el escuadrón de Cazas Escorpión del Sol Negro… Para sorpresa de Selena,
ellos viajaban algo más lentos que la Lanzadera de Elder y los tres cazas que
la escoltaban, lo que la reafirmo en su idea de que su Alteza tenía alguna cosa
pensada de antemano y que esos dos periodistas ya estaban incluidos en el plan
cuando partieron del "Represor"…
Estaban llegando a la Capital cuando
Selena recibió una noticia en su comunicador que provoco que ordenase la
cancelación de las órdenes y diese órdenes para que todo el grupo pusiese rumbo
al Represor… Por lo que le habían comunicado desde la nave, en el planeta, en
un pueblo muy cerca de la capital acababa de estallar un conflicto armado
bastante serio, por lo que decidió alejar de allí a su Alteza… Además, también
recibió noticias de que la policía de la ciudad se estaba armando para acudir
al problema, y la primera visita, el Director General de esta, estaba a punto
de embarcar en el puerto aéreo de la parte superior de la Comisaria Central de
la Capital con varios agentes, todos ellos armados hasta los dientes… Su Alteza
sonriendo cancelo las ordenes de Selena, añadiendo al piloto que ordenase a los
cazas de la escolta que evitasen que nada despegase de la ciudad hasta nueva
orden y se dirigiese, ahora sí, a toda velocidad hacia esa misma pista para
aterrizar allí…
En
la pista superior del edificio de la comisaría central estalló un maremágnum
cuando aparecieron los cazas impidiendo los despegues, pero nada comparado al
momento en que aterrizaron las lanzaderas e identificaron la personal de su
Alteza Imperial entre ellas… En el momento en que su Alteza abandonaba su
lanzadera hacia su aparición por la puerta el Director General de la Policía
manteniendo una conversación bastante áspera por su comunicador, llevaba además
cara de bastantes pocos amigos, le acompañaban varios de los mejores detectives
de la policía armados con armas de asalto… Con quien fuese que hablase no le
pareció ir muy bien, pues tras un par de floridas descripciones sobre la
persona o personas y sus familias, les colgó con un exabrupto. Solo entonces pareció
darse cuenta de la situación allí arriba… sus agentes con las manos medio
levantadas lejos de sus armas, y al menos una compañía completa de Marines de
Asalto de la Flota desplegados, varias lanzaderas en vuelo con un grupo de
cazas patrullando sobre la ciudad… Su gesto paso del cabreo absoluto a la mayor
sorpresa, para después de recuperarse volver a pasar nuevamente a un tenue
enojo que se notaba que estaba costándole controlar…
Amablemente, con los dientes apretados,
los músculos tensos y cara de mala leche, solicito humildemente a su Alteza
Imperial que se quitase de en medio porque tenía cosas más importantes que
hacer en ese momento que servirle de guía por la ciudad… El Príncipe Jhored
estalló en carcajadas al escucharle…
-
No se preocupe
por sus hombres de allá arriba -señalo en dirección a las montañas-.
-
Perdone si no
estoy de acuerdo, pero esa es mi primera prioridad, especialmente la seguridad
de mis agentes…
-
Esa situación ya
no es de su competencia, mis hombres se encargarán de ello -sonrió Jhored-, ya despaché
algunos.
-
Con el debido
respeto Alteza, creo que no entiende lo que está ocurriendo, si sus hombres se
acercan, alguno acabara mal como no se anden con cuidado…
-
Señor comisario,
no creo que nadie sea tan estúpido como para atreverse a disparar a mis
hombres… -señalo a uno de los agentes de uniforme del SISI a su espalda-.
-
Lo harán, no
tiene ni idea de lo que está ocurriendo… -mascullo el comisario apretando los
dientes-.
Lo cierto es que si, Jhored sí que sabía
perfectamente lo que estaba ocurriendo. De hecho, contaba con ello, incluido el
que abriesen fuego contra los agentes que envió de incognito, señalo a un
agente uniformado del SISI, pero lo cierto es que quienes subirían allí no iría
así, su misión precisamente era provocar que les disparasen... Hacia un buen
rato que Selena tenía la sospecha de que de algún modo toda la situación había
sido instigada por su Alteza, algo que desde luego también sabía que este no
pensaba admitir. El problema en cuestión era de ese tipo de situaciones en las
que su Alteza aprovechaba al máximo su poder para poner soluciones, estas
además tendían a ser muy, pero que muy drásticas, y normalmente bastante
sangrientas… Selena a la vista de lo que ocurría se temía dos cosas, primera el
momento en que las medidas de su Alteza comenzasen a tomar forma, y segunda el
que el comisario tuviese razón y disparasen contra sus hombres, casi daba por
sentado que precisamente eso era algo que su Alteza esperaba que ocurriese con
"emoción" contenida… y vio esa sonrisita siniestra de nuevo en sus
labios cuando lo escucho del Director de la policía.
En realidad, el problema que tenían con esa
localidad era muy simple, tras la guerra, cierto personaje que estaba
involucrado en todo tipo de negocio que diese dinero, ya fuese legal o ilegal,
compró la totalidad de viviendas y tierras del término jurisdiccional de un
pueblecito de las montañas a los pies de las cuales se encontraba la capital
planetaria. Si bien en el 95% de los casos se pudo verificar que efectivamente
había pagado por lo que compro a sus propietarios, y ciertamente muy bien, en
el resto de casos no se pudo comprobar porque los dueños desaparecieron como si
nunca hubiesen existido. Esto le permitió al "personaje" controlar la
policía del pueblo, el ayuntamiento, hacer y deshacer a su antojo en el
municipio sin que nadie pudiese meter las narices… El pueblo estaba situado en
la ladera del pico más alto de las montañas, acceder por tierra por su única
entrada al mismo era dificultoso debido a la orografía del terreno y llevaba
tiempo, sin embargo, por aire apenas se tardaba unos poco minutos, incluso
desde lo alto del edificio de la comisaría central, a lo lejos, se podía
apreciar la sombra que hacia el pueblo en el verde de la montaña…
La policía de la capital llevaba años
tratando de encontrar el modo de poder registrar las propiedades del pueblo de
la montaña y su territorio, pero siempre se encontraban con el mismo problema.
Si algún juez decidía conceder la orden de registro, dado que la población tenía
su propio cuerpo de policía era este quien debía de realizar los registros, la
policía de la capital solo podría intervenir si era requerida su ayuda, algo
que evidentemente jamás iba a suceder. Y desde luego ningún cargo político se
iba a jugar su carrera o integridad en algo relacionado con esa persona, la
cual además tenía al mejor bufete del sector a su servicio, y que usaba de
forma bastante agresiva al menor problema con alguien, cuando no usaba métodos
un tanto más "oscuros". Cuando el Represor llegó al sistema y se
situó en órbita con su Alteza Imperial en su interior, técnicamente hablando, el
sistema entero entro bajo la ley marcial. De esto se aprovechó el director de
la policía para acudir a un juez militar a por la orden que le permitiese meterse
legalmente en el pueblo y desmontarlo piedra a piedra… Si embargo, el bufete de
abogados del "sujeto", casualmente el mismo que "defendió"
a Xinia y tan mala actuación cuajo, se descolgó con una pequeñísima brecha en
la ejecución de la Ley, alego que al no estar físicamente presente su Alteza
sobre el planeta, una orden de un juez militar no tenía el menor valor. La
realidad es que su Alteza estuvo haciendo tiempo en el Represor antes de bajar,
justo hasta el momento en que le informaron que el director de la policía se
dirigía a los juzgados militares a por "su orden"… Si bien
técnicamente los abogados podrían incluso tener cierta razón que su Alteza
fácilmente podría haber invalidado con una sola palabra, lo cierto es que
cuando la orden se firmó, su Alteza llevaba unos veinte minutos sentado
tranquilamente en el salón de la cabaña de Xania, sobre la superficie del
planeta, con lo que la ley marcial establecida, incluso según su propio
recurso, ya era muy real…
Su Alteza sintió una vibración particular
en su comunicador de muñeca, entonces Selena vio nuevamente aflorar en la
comisura de los labios de su Alteza esa sonrisita siniestra que tanto estaba
comenzando a detestar, aunque sus ojos esta vez no la acompañaron, estos
mostraron una frialdad extrema. Selena intuyo que pasase lo que pasase a
continuación, alguien acababa de meterse en un lio monumental con su Alteza…
Jhored dirigió su mirada hacia el cielo, suspiro al ver lo que ocurría, algo por
lo que alguien pagaría. Luego reconoció al director de la Policía, que
efectivamente él había tenido razón, debían de haber disparado también sobre
los hombres que envió. Había destacado para la operación a tres agentes del
SISI de la Corbeta Caronte y uno de los Regimientos de Marines de Asalto del
Sol Negro…
La Almirante Tanya acababa de poner en
marcha el plan alternativo al que tan meticulosamente su Alteza había estado
preparando mientras se trasladaban al sistema, porque alguien no había hecho su
trabajo… algo que esa persona iba a pagar muy caro, y como fuese por algo más
que una negligencia por su parte… mas le iba a valer estar muerto cuando
cállese en manos de su Alteza Imperial.
-
¿Cómo dice?
-preguntó sorprendido el director ante la reacción de su Alteza-.
-
Le digo, que tenía
usted toda la razón, y por ello le ofrezco mis disculpas, porque también han
debido de disparar sobre mis hombres…
-
Pero como… -se calló
al ver a su Alteza señalar sobre su cabeza, en dirección al cielo-.
Cuando el director se volvió en la
dirección que señalaba su alteza, pudo ver seis Bombarderos Sable en una doble
formación de flecha de tres aparatos que bajaban a toda velocidad desde el
cielo en dirección a la montaña. Apenas un minuto después todos los presentes
en la base aérea del edificio pudieron ver perfectamente como los bombarderos
atacaban la población. Desde la ciudad se pudo escuchar perfectamente el sucesivo
estampido del bombardeo, así como el humo de los incendios que este causó. Aun
completamente atónitos y pálidos por lo que estaban viendo, observaron cómo los
seis bombarderos que se retiraban se cruzaban con una nueva formación doble de
otros seis aparatos Sable que se dirigían hacia el pueblo seguida de otros seis
más que, aunque aún no eran visibles, ya estaban también ingresando en la
Atmosfera.
-
Pues si, como le
decía, creo que han debido de tener la mala ocurrencia de disparar contra mis
hombres. En la situación actual, con mi presencia aquí mismo, y tan cerca, el
negarse a una orden judicial emitida por un juez militar bajo la ley marcial es
algo muy malo. Pero sin duda el disparar sobre mi escolta, y ellos forman parte
de ella, es mucho peor, porque se puede tipificar como un delito de sublevación
Armada contra la Confederación Imperial…
-
Pero… pero… -su
Alteza alzo una mano para silenciar a todo el mundo, luego conecto el
comunicador-.
-
Almirante… -Tanya
contesto con un "adelante"-. Inicie el bombardeo orbital sobre los
que dispararon en cuanto se retire el último de los Bombarderos… Use la
artillería del "Represor" y el "Sol Negro" para ello…
potencia máxima… derriben y destruyan cualquier aparato que trate de partir de
la zona -después de eso nuevamente con una sonrisa en los labios se dirigió al
director-.
-
Bueno, como le
dije, esto ahora es asunto nuestro, de modo que entremos al edificio y vayamos
a su despacho, donde espero que me pueda dar ciertas explicaciones sobre el
caso de la señorita -Jhored señalo a Xania-.
-
Pero esa mujer
es…
-
Esa mujer, según
parece, es mi "cómplice" en un delito de malversación y otras
diversas cosas más… Bueno, en realidad, cómplice de uno de los alias que uso
cuando quiero moverme de incognito y que alguien ha tenido a bien poner en
busca y captura…
Jhored sonrió, mientras el director y
varios de los inspectores presentes palidecían al entender la gravedad
repentina de lo que se les avecinaba... El hecho añadido de que, en ese
momento, tras la desaparición de los últimos bombarderos, el pueblo de la
montaña estuviese sufriendo los disparos de las naves en órbita sobre ellos
hasta reducirlo a cenizas, no es que ayudase a tranquilizar a nadie
precisamente. Al menos ellos, por fin tenían claro el motivo de la presencia de
su Alteza en su mundo. Alguien al que únicamente se podría calificar como imbécil,
algún anormal, algún descerebrado, le había incriminado en un delito junto con
la mujer situada a su espalda, Xinia T'rtes, y obviamente, ahora el Príncipe
Jhored se encontraba allí para "arreglarlo". El anterior bombardeo
del pueblo de la montaña, mas el actual sonido de los estampidos producidos por
el bombardeo orbital, tenía a todos asustados, dejaba además muy claro que su
Alteza Imperial había llegado para solucionar el problema, y que no sería nada
tibio con los responsables, no se iba a andar con ninguna contemplación al
respecto…
Si había algo en toda la Confederación
Imperial que todo el mundo, o al menos la gente con ciertos cargos, tenían ya muy
claro a estas alturas, es que a su Alteza Imperial era mejor tenerle cuanto más
lejos mejor, y que atraer su
atención por algo poco claro, era casi tanto como ser un suicida… Nadie en su
sano juicio, con dos deditos de frente, trataría de jugar con su Alteza, y
desgraciadamente según comenzaron a darse cuenta tanto el director como los
inspectores, quien quiera que fuese el responsable de esto, había tratado de
jugársela al Príncipe Jhored…
CONTINUARA
Estaba releyendo los anteriores cuando aparece este cuarto, muchas gracias por tus escritos, lástima que no puedas publicar más seguido pero te agradecemos el tiempo que dedicas a esto
ResponderEliminarSon un fiel seguidor tuyo tanto aqui como en relatos eroticos, y quiero felicitarte por tus relatos ya que me entretienen muchisimo, y agradecerte tu tiempo y dedicacion a escribirlos. Gracias.
ResponderEliminarpuedo preguntarte que significa la ubicacion al final del relato?
ResponderEliminarEs un error, la ubicación la buscas en google maps, y cuando pinchas siempre das sobre alguna calle. La borro siempre, solo dejo la ciudad y el pais, pero esta vez o no me di cuenta de borrarla debidamente, o fallo al publicar y mostro donde pinche. No es mas que eso, fallo mío por no verificarlo tras publicarlo.
EliminarGracias por contestar, aclarada la duda. Otra pregunta eres Tierra Salvaje en Amazon? Lo digo porque si lo eres compraria los libros, ahora bien si no lo eres y alguien se esta aprovechando de tu trabajo, encima no le voy a premiar comprandole los libros.
ResponderEliminarNo, no lo soy, ni ninguno de los otros autores de TR a los que ha plagiado los relatos, como Janis por ejemplo...
EliminarTodavía sigue ese tipo plagiando a todos...te suena?https://www.amazon.es/gp/aw/d/B0874XKXCR/ref=dbs_a_w_dp_b0874xkxcr
EliminarGracias por aclarar sobre esos plagios.
ResponderEliminarGracias por escribir