Confederación Imperial Galáctica
Libro - 7
El Brazo de la Galaxia
3
Fecha estelar - 5329
1º Cuadrante Militar del Imperio
Sistema Capital
Planeta Capital
Palacio Imperial
El Príncipe
Jhored se encontraba en su despacho oficial del palacio Imperial debido a una
llamada personal del propio Emperador, instándole a acudir a la Capital debido
al asunto de la aparición de la nave "Xferas Tyrrell". Tanto el
general Mao, como el General Gzak acababan de entrar al despacho portando las últimas
novedades...
• ¿Y bien? -pregunto Jhored.
• Tenía usted razón, aun no pudiendo desencriptar
la mayor parte de los datos de su bitácora, si hemos logrado extrapolar lo
suficiente como para pensar que puede usted tener razón -digo Gzak.
• Se calcula una posibilidad del 54% positiva de
que la tripulación de esa nave estuviesen buscando a "La Heredad de
MUM"... o más concretamente, los restos de los que lograron huir hace 240
años de las Grandes Purgas y que provoco su exterminio en toda la Confederación
-concluyo Mao.
• ¿El 54%?
• Si, dada la alta fragmentación de lo obtenido hasta
el momento de la Bitácora, y la gran cantidad de información en esta que aun
continua resistiéndose, es imposible dar una estimación porcentual por encima
de esa. Es el máximo posible...
• Entiendo, ¿equivalencia de la estimación sin
modificadores negativos? -pregunto su Alteza.
• Entorno al 82,59% de probabilidades de que ese
fuese su verdadero objetivo... el resto hasta alcanzar un 99,64% se centra en
que no fuese únicamente esa su razón y falte algún dato que lo complemente... Concretamente
en que su búsqueda no se restringiese solo a un aspecto meramente arqueológico...
y tratándose de una corporación Minera, sería lo lógico.
• Resumiendo, todo parece apuntar a que buscaban
"La Heredad de MUM" por algún oscuro motivo... y que pensaban encontrársela
de un modo u otro.
• Sí, eso parece Alteza, o quizá es como usted
sospeche, que en realidad estén buscando el mítico "Tigenium"... -la
mirada de ambos generales era expectante.
• ¿Caballeros, debo de suponer que me han estado
espiando? –sonrió sarcástico.
• Evidentemente Alteza, solemos monitorizar por
costumbre todo aquello por lo que usted se muestre especialmente... uhmmm...
digamos que "intenso" -explicó con una sonrisa el General Gzak- Nos
evitamos futuras sorpresas.
• Y nos pareció realmente curioso su repentino interés
por ello tras las primeras informaciones preliminares sobre esa nave y lo que
hubiese estado haciendo..., especialmente después de que la información
recibida también apuntase nuestras sospechas hacia la ridícula posibilidad de
que estuviesen tras la "Heredad de MUM".
• La Heredad tuvo que ser exterminada debido a su
fanatismo, ¿pero hasta qué punto conocen ustedes sobre ello realmente? –preguntó
su Alteza.
• Sabemos que fue debido a una alteración en sus
cerebros de las ondas Kappa del mismo. No se encontró cura para ello, lo cual
hacia que fuese imposible del todo recuperarlos a la normalidad, las opciones
para tratar con ellos eran muy limitadas, y en ese momento, la Heredad
planteaba ya un problema considerable muy capaz de desestabilizar la
Confederación por sí misma.
• He desempolvado transcripciones de los antiguos
interrogatorios a sus miembros, y en todos ellos hay constancia de dos hechos
puntuales... El primero es que eran "convertidos" en creyentes y después
conformados como tal en un único santuario Místico al que todos describen más o
menos del mismo modo, el mítico Tigenium. El segundo es que todos hacían
referencia a viajes hasta allí escondidos en lo más profundo de naves cargueras
contrabandistas que en realidad eran propiedad de la Heredad, pues debían de
atravesar por “territorio hostil”, y enfatizo el término.
• Y usted sospecha de la posible ruta de esas
naves, cree que si existe, muy probablemente se encuentre en algún punto del
brazo inexplorado de la galaxia, ¿me equivoco? -preguntó un pensativo Mao.
• Para nada, para mi es lo único con cierto
sentido, ya que el buscar a la Heredad con fines arqueológicos en realidad no
reviste el menor interés para una corporación minera, no lograrían ningún
beneficio instantáneo o a medio plazo que es como lo miden todo de encontrarse
con ellos. Sin embargo, Tigenium sería otra cuestión diferente...e iría incluso
más allá del posible aprendizaje sobre manipulación que se pudiese extraer.
• Hoy en día es posible una manipulación y el
control mental mediante estimulación química -empezó a decir lentamente Gzak-,
es menos problemático, menos complejo y más apto de conseguir con sus medios
que lo que fuese que hiciesen en la Hermandad de “MUM”. Aunque con los fármacos
sus efectos son reversibles a medio plazo con mayor o menor facilidad, pero lo
cierto es que funcionan y son relativamente baratos, con escasas posibilidades
de seguirles la pista... Sin embargo, deduzco por lo que dice, que lo que hacía
a Tigenium en realidad tan peligroso no era únicamente ese control sobre sus
acólitos... -hizo un gesto para indicar que eso era definitivo.
• Eso es precisamente lo que temo, que estuviesen
buscando Tigenium más que por sus míticos conocimientos sobre el proceso de
control mental, sea sobre el otro mito que corre sobre ella, o mejor dicho, que
estaba bajo su mismísimo suelo, sus minas de Oro Diamantino o Diamantes Áureos,
como se prefieran denominar. El peligro, es que sería una explotación libre de
todo control de su producción que no nos podemos permitir tener… ni nosotros,
ni nadie…
• Entiendo, Diamantes áureos. Son las piedras
preciosas más caras de la galaxia, con el valor de tan solo un puñado de ellas
se podrían comprar gobiernos de sistemas estelares completos. Y lo más
importante, es la única moneda de intercambio genérico aceptada como tal en
todo el universo conocido… Da exactamente igual cual sea la especie, todas lo
aceptan como valor de intercambio seguro y respaldo de las operaciones
comerciales con otras especies -arguyó el General Gzak.
• Por eso mismo cualquier gobierno de cualquier
estado siempre ejerce un control tan estrecho como exhaustivo sobre cualquier
yacimiento que se encuentre y siempre se queda automáticamente con el total de
la producción… -apoyo Mao pensativo.
• Si esa nave por casualidad dio con Tigenium,
debemos de encontrarlo, ya sea por una cosa u otra, no podemos permitirnos que
caiga en manos de gente equivocada…, y está claro que eso sería cualquiera que
no fuésemos nosotros. En todo caso y más allá de nuestras sospechas, visto como
termino su misión, hay que encontrar con lo que fuese que se topase, sea lo que
sea. Tenemos que saber con qué o quienes se encontró… -remató el general Gzak.
• Si tan solo la mitad de lo que se decía sobre esa
mina fuese cierto, su reaparición en manos de un grupo tan potente como “Tirrels Corporal Minera” podría desestabilizar prácticamente toda nuestra
economía antes de que supiésemos siquiera que estaba pasando. Pero de todos
modos Alteza, el General Gzak tiene razón. Sea lo que sea con lo que se
encontrase la “Xferas Tyrrell” hay que dar con ello, investigarlo y evaluar en
cómo nos afecta…
• Bien, pues entonces una vez aclarado todo, creo
que los tres estamos de acuerdo en esto… Es de vital importancia saber que
buscaban exactamente con esa nave, si lo encontró y con que fue con lo que
finalmente se topó…
El Vicealmirante
Tagard llevaba un par de días pensativo, tras ver el desempeño de funciones de
la capitana de la XR-88, y de obtener datos sobre su actual tripulación, había
realizado primero un rastreo superficial sobre las tripulaciones de las otras
tres Fragatas de las mismas características. Se encontró con más de lo mismo en
su mando, pero sí que por casualidad, al fijarse en sus zonas de trabajo y
equipos, dio con una anomalía que le llevo a una investigación mucho más
profunda sobre la XR-88. Pese a que al final de la Guerra Tagard tuvo sus
discrepancias con su Alteza sobre varias cuestiones que provocaron su
distanciamiento, este en ningún momento le retiro su absoluta confianza, y como
mejor muestra de ello para el Vicealmirante, fue poder comprobar que sus
antiguos códigos de acceso aún seguían en vigor. Estos antiguos códigos de
acceso facilitados en su día por su propia Alteza, le otorgaban un nivel mucho
más alto de prioridad que los que le correspondían por rango y destino en la
Flota.
Tras usar su
acceso mirar con lupa las cuatro Fragatas de la clase XR, comprendió
perfectamente su utilidad para la flota y por qué habían sido recuperadas para
el servicio activo, aunque en otro puesto más acorde con sus limitaciones, lejos
de sus anteriores responsabilidades. El problema que le llevo a realizar tan
exhaustiva investigación surgió al descubrir que sin duda alguna, la Fragata
peor situada para integrarse en su grupo en el momento en que se tomó la
decisión, era con mucha diferencia la XR-88. La única diferencia actual entre
las cuatro que pudiese hacer que el alto mando, o más probablemente su Alteza
Imperial, por esta, era la presencia a bordo trabajando de un completísimo
equipo de Arqueólogos, y un aún más completo y complejo equipo médico, junto
con el habitual en cualquiera de ellas de Geólogos, vulcanólogos, climatólogos,
etc., etc., etc…
Todo este equipo
y personal extra había penalizado a la XR-88 con una importante reducción de su
capacidad operativa planetaria, algo poco conveniente para una misión del tipo
de la que llevarían a cabo, ya que por un lado su hangar se había visto
reducido, y por otro las habituales lanzaderas habían pasado de 8 a 2, y que
dos. Las Lanzaderas de investigación habituales en ese tipo de naves, habían
sido reemplazadas por dos novísimas lanzaderas Blindadas de Asalto altamente
modificadas, lo que las había hecho “engordar” en tamaño. A estas se unía una
pequeña lanzadera muy maniobrable cargada hasta el límite de su capacidad de
sensores de todo tipo, y muy útil para el rastreo planetario... Lo que a Tagard
le quedó muy claro, es que si bien aún así la XR-88 podía desempeñar
perfectamente aquello para lo que supuestamente fueron modificadas ella y sus
hermanas, en su actual configuración, podía llevar sus investigaciones
muchísimo más lejos y para nada relacionadas con “minería”. Tagard no era
ningún estúpido, y sabía que si su alteza había enviado precisamente la XR-88,
era porque de algún modo sospechaba que iba a necesitar todo ese equipamiento
extra… Ahora solo le quedaban por averiguar dos cosas, qué era lo que de verdad
estaban investigado y que narices hacía por allí exactamente aquella nave que
tuvo la “fortuna” de encontrarse, porque ahora mismo ya sí que tenía muy claro,
que buscar depósitos minerales de recursos valiosos, desde luego no era.
Llevaban ya un
par de días detenidos en un sistema estelar cercano a la frontera mientras la
XR-88 realizaba una breve pero completa investigación sobre dos de los seis
planetas que orbitaban la estrella que se situaba en el centro del sistema
estelar, pese a que esa misma cercanía hacia que fuese del todo inviable que la
Xferas Tyrrell hubiese sacado algo en claro de alli. Habían desechado el
primero de los planetas apenas tres horas antes, y ya se encontraban todos en
órbita lejana sobre la segunda de las posibilidades de ese sistema. Mientras el
XR-88 Orbitaba el planeta acompañado de cerca por el Destructor “Delin”, los
cuatro cruceros se encontraban en posición retardada junto a una de las dos
lunas del planeta, usando sus escáneres para rastrear cada rincón de ese
sistema. El Crucero Ligero y los otros Tres Destructores se mantenían en una
órbita mucho más alta sobre las otras dos naves a modo de escudo y defensa de
la XR-88... Durante otras treinta y seis horas más, estuvieron inspeccionando
la superficie del planeta sin el menor éxito, por lo que el Vicealmirante decidió
continuar con la expedición hacia el siguiente punto.
En esta ocasión
sin embargo, mientras que la flotilla en perfecta formación se dirigía hacia el
límite del sistema para saltar desde allí, se reunió holográficamente durante
un par de horas con la capitana Enya Belara de la Fragata XR-88 para dejarle
muy claros los procedimientos de salto en formación de la Flota. Durante casi
todo el tiempo, esta se mantuvo firme, sin hablar, asintiendo a lo que
escuchaba y con el único gesto visible detener apretadas las mandíbulas. Dado
que según todos los datos obtenidos, el siguiente punto de parada de la “Xferas
Tyrrell” fue nimio en tiempo y muy parco, Tagard pensó que incluso
excesivamente, en informes de incidencias, dispuso para el salto una formación
completamente abierta en la cual las naves estaban muy separadas unas de otras,
situando sus Cruceros de Batalla en los extremos con el Crucero Ligero en la
retaguardia… La XR-88 se situó en Vanguardia con la suficiente distancia de los
Destructores como para permitir a estos con tiempo más que suficiente el pasar
a velocidad máxima, lo que les alejaría instantáneamente de cualquier maniobra
extraña de la Fragata.
El Salto fue
perfecto, al igual que la entrada en el sistema, incluyendo a la XR-88 que se
mantuvo fiel a las órdenes recibidas sobre el despliegue y la posterior
formación que se adoptaría una vez superado el salto. Cinco minutos después de
la entrada al sistema, la XR-88 avanzo a velocidad de crucero hacia el interior
del sistema, concretamente hacia los tres planetas que lo componían y que
orbitaban a una distancia media-alta de la estrella, ninguno de los cuales
presentaba señales de ser apto para ningún tipo de vida conocido. Los Cruceros
de Batalla avanzaban en formación de diamante tras la Fragata a un octavo de
velocidad relativa, mientras que el Crucero Ligero y los Destructores se
desplegaban de forma independiente sobre los flancos de la Fragata a varios
minutos de distancia de esta…
La Fragata XR-88
fue rastreando pacientemente uno por uno los tres planetas del sistema, no
encontrando nada reseñable hasta que estuvo sobre el tercer planeta, justo el
más cercano a la estrella, entonces surgió la sorpresa. Los rastreadores de la
Fragata en su tercera pasada sobre el planeta, justo sobre el ecuador del mismo
y bajo una de sus lunas que obstaculizaba el libre movimiento y uso de los
sensores, encontraron una serie de anomalías geológicas que necesitaban de una
investigación más profunda para poder determinar de qué se trataba exactamente.
El problema de Tagard es que si permitía dicha investigación, deberían de
permanecer como mínimo una semana sobre el lugar, tiempo que excedía en más de
cinco días del que se mantuvo la “Xferas Tyrrel”, cuyos sensores de rastreo
geológico eran muchísimo mejores que los que montaban la fragata en esos
instantes. El Vicealmirante decidió conceder ese tiempo al equipo de geólogos
para que averiguasen que había exactamente en ese punto, tiempo que pensó de
paso en aprovechar para “instruir” a la capitana de la XR-88 en lo que esperaba
exactamente de ella en caso de problemas.
La espera por la
finalización de las pruebas fue mucho mejor de lo que esperaba, ya que al
quinto día el equipo de geólogos fue capaz de entregar un primer informe
preliminar con lo que ellos denominaron una información lo suficientemente
precisa dado con lo que se habían topado allí abajo. Si en la confederación
había un tipo de mineral realmente abundante, estos eran los de tipo férrico,
también es cierto que se usaban para casi todo, por lo que su demanda era igual
de abrumadora que la oferta y su equilibrio era siempre muy oscilante. Esto
hacia que fuese uno de los recursos más golosos para las grandes compañías
Mineras, pues era siempre un valor seguro sobre el que poder apoyar toda su
infraestructura económica. Por dicho motivo, los yacimientos de este tipo
siempre suscitaban el interés de las compañías cuando eran descubiertos. Luego,
dentro de los minerales férricos, las compañías los databan en cuatro grupos
nomenclados del A al D y de ninguno a tres “mas” (+) por porcentaje de cantidad de mineral puro de
uso por tonelada de desecho en su extracción.
En toda la
confederación, tan solo existían dos explotaciones Férricas con la calificación
A++, el problema con que se encontró Tagard y el motivo instantáneo por el que
el equipo dejo de trabajar de inmediato para emitir su informe, fue que la
irregularidad en concreto se trataba de un gigantesco yacimiento de mineral
férrico con calificación preliminar parcial completa de A++. Tagard con dicho
informe y esa calificación preliminar se encontró en una difícil situación,
podía continuar con la investigación sobre el yacimiento y ver hasta donde le
llevaba, o seguir con sus órdenes de continuar siguiendo la ruta que realizo la
“Xferas Tyrrell”. Tagard estuvo pensándolo detenidamente durante casi quince
minutos con la vista clavada en el informe, leyéndolo y releyéndolo una vez
tras otra, su formación militar le indicaba una cosa concreta, seguir con la
misión, mientras que su sexto sentido o su instinto, como se quiera llamar,
parecía gritarle que aquello era importante y debía de terminarse con esa
investigación. Al final, opto por hacer caso de su instinto, ordeno a la
Fragata que dispusiese de todos los medios a su alcance para terminar en el
menor plazo posible una investigación completa y exhaustiva del yacimiento tal
como lo hubiese llevado a cabo una nave de exploración minera en operaciones.
Fueron un total
de veinte días adicionales los que se requirieron para lograr obtener todos los
datos completos sobre el yacimiento de mineral férrico, tal y como lo habría
tenido que hacer la “Xferas Tyrrell”, la cual sin embargo lo habría realizado
en la mitad de tiempo, el cual fue algo que no se molestó en tomarse según su
bitácora, por lo que nunca llego a realizar esta investigación… algo sumamente
raro para una nave de sus características y en una supuesta búsqueda de
posibles nuevas explotaciones. El informe final fue contundente y absolutamente
demoledor con la clasificación de la explotación, se trataba de un yacimiento
A+++ rebajado como explotación a calificación final A+ por situación estelar,
inversiones preliminares a realizar para su defensa-explotación y costes de
transporte a los depósitos de Mineral para introducirlo en los circuitos de
venta. Dentro del informe también se especificaba que acorde con las políticas
mineras aun si hubiese estado dentro de las Fronteras de la Confederación en
los límites del Brazo, los gastos defensivos no podrían rebajarse o minimizarse
dada su importancia y riqueza. Aseguraron al Vicealmirante, que un
descubrimiento semejante sería considerado por cualquier Corporación Minera
como de máximo secreto y prioritario para protección para su explotación
inmediata en el acto, cualquier nave de exploración Minera hubiese balizado y
regresado de forma inmediata a su base de operaciones.
Quedo claro que ninguna
nave de exploración minera de ninguna gran corporación ejerciendo su labor
habitual de investigación hubiese pasado por alto la anomalía que se detectó,
mucho menos aun habría dejado luego de investigar de modo exhaustivo un
yacimiento con un informe preliminar A++ como el que tenía ese. Pero lo que
resultaba definitivo era el informe final de la investigación del yacimiento
junto con la cercanía del mismo a las fronteras exteriores de la Confederación
Imperial. Este descubrimiento para una empresa tan grande e importante como era
la “Tirrels Corporal Minera”, suponía el poder asegurarse en una sola
explotación, de aproximadamente el 80 a 85% del mineral férrico que necesitaría
para apoyar la totalidad de su infraestructura económica. Ante esto, de haberlo
detectado, la “Xferas Tyrrell” habría dado media vuelta de forma inmediata,
regresando posteriormente en secreto al sistema con naves armadas y personal de
seguridad encargados de su defensa de cualquier otra compañía que tratase de
“acceder” a una parte del gigantesco pastel. Por otro lado, también el gobierno
de la Confederación en este caso se vería obligado a mover ficha y actuar…
clavando sus ojos en el acto en la “Tirrels Corporal Minera”, algo que ya era
evidente que no les interesaba para nada. En todo caso, el descubrimiento
dejaba claro que la mera exploración Minera no era en absoluto la misión de la
Xferas Tyrrell.
Tagard no dudo ni
por un solo instante, de que la cercanía a la frontera de apenas media docena
de sistemas estelares lejanos, la ausencia de entes vivos o una zona fronteriza
cercana en ese sector de cualquier otra raza, habría llevado al gobierno de la
Confederación Imperial a una pequeña expansión fronteriza de seis o siete
sistemas adicionales de profundidad con el fin de englobar en la misma de forma
segura la explotación que habían descubierto. Y el motivo era muy simple,
semejante riqueza generaría unos más que suculentos impuestos, pero solo
mientras estuviese dentro de las fronteras de la Confederación, la cual por
otro lado, a nivel estratégico convenía ampliar para que, fuese explotado el
yacimiento en esos momentos o no, asegurarlo en esos momentos para la
confederación a un costo político cero. Militarmente, si la ampliación
fronteriza se hacía con cabeza, tampoco supondría una diferencia real lo
suficientemente importante como para necesitar ningún redespliegue de fuerzas problemático
salvo quizá a muy largo plazo. Tagard por fin tenía una importantísima pista
sobre la “Xferas Tyrrell”, por lo menos ya sabían de cierto, que era
exactamente lo que desde luego sí que no estaba haciendo la nave…, buscar
nuevos yacimientos. También le quedo claro el motivo de que el informe de la
bitácora de la nave cuando lo leyó le había parecido tan “escaso” en todo lo
relacionado con la información sobre ese sistema, pues de cualquier modo, la
nave debía de haber detectado la anomalía, dejándola marcada para su posterior
evaluación e investigación Mineralógica. En caso de encontrar algo interesante,
marcar el sistema al no reflejar absolutamente nada, era un modo inteligente de
no dejar ninguna información extraña en la bitácora por si al regresar hubiesen
sido descubiertos en su viaje e interceptados por alguna nave de la Flota. Una
reseña de ese estilo en la bitácora de una nave exclusivamente dedicada a la
exploración Minera, como poco, les hubiese sido difícil de explicar. Lo malo es
que desde ese instante, Tagard supo que se vería obligado a “mirar” con otros
ojos y de una forma mucho más cuidadosa esa maldita bitácora, ahora debía
además, investigar y estar atento también, a todo lo que no se dijera en ella.
Tagard dio la
orden a su flotilla de entrar en formación y poner rumbo hacia el exterior del
sistema con el fin de saltar hacia el siguiente punto a explorar. Cuando
llegaron al área de salto, Tagard hizo uso de uno de sus misiles de Frecuencia
para notificar en primer lugar el retraso que llevaban, su posición, y un
completo informe de todo lo que habían descubierto, así como de sus
apreciaciones personales hasta el momento sobre lo que ocurria con la misión
que fuese que estuviese llevando a cabo la “Xferas Tyrrell” para su corporación. Tras
asegurarse de que el Misil de Frecuencia había entrado al Interespacio, Tagard
dio la orden de salto a la flota con rumbo al siguiente punto del viaje. En
esta ocasión, el sistema en el que entraron sí que no guardaba sorpresa alguna,
tan solo cinco días después y tras buscar infructuosamente, les alcanzo un
Misil de Frecuencia procedente de la Confederación con una comunicación de alta
prioridad para el Vicealmirante. En ella, y únicamente para su exclusivo
conocimiento, el General Gzak y el General Mao, pusieron al corriente a Tagard
de los últimos descubrimientos, así como de las sospechas cada vez más fundadas
de lo que realmente parecía estar buscando la “Tirrels Corporal Minera” y los
riesgos que entrañaba el que la “Xferas Tyrrell” de verdad pudiese haber dado
con ello.
Cuando termino de
escuchar la comunicación, Tagard se recostó pensativo sobre el sillón anatómico
de su despacho. Fue muy consciente de que si de verdad esa maldita nave se
había topado con la “Hermandad de MUM” y sus daños por armas habían sido cosa
de ellos y no de alguna otra posible raza “extraña”, entonces la situación de
su flota cambiaria muchísimo en caso de encontrarlos. Por fin tenía claro el
motivo de que su Alteza le hubiese enviado precisamente la XR-88 y no
cualquiera de sus otras naves hermanas, el equipo de expertos arqueólogos que
esta llevaba a bordo. También llegó a la conclusión de que las ordenes sobre
los métodos de exploración de la superficie llevados a cabo hasta ese instante
iban a tener que cambiar para hacerse mucho más rigurosos con la seguridad… y
era algo que sabía que no iba a gustar en la XR-88, si bien reconoció para sí,
que era también absolutamente imprescindible pese a la orden de
confidencialidad, que todos y cada uno de los capitanes de las naves de su
flotilla supiesen exactamente con que o con quienes podrían ir a darse de
bruces...
Mientras la flota
se dirigía hacia el exterior del sistema para realizar un nuevo salto, Tagard
se reunió con todos sus capitanes en la sala de juntas holográfica, poniéndolos
en antecedentes sobre la mayor parte de las últimas novedades. Las noticias
recibidas sobre la “Heredad de MUN” y la mítica Tigenium, tuvo la virtud de
conseguir dos cosas en todos los capitanes presentes, primero que compitieran
en que se abría más, si sus ojos o sus bocas, y segundo, que la sonrisa inicial
con que accedieron a la reunión desapareciese en el acto, pasando a gestos de
preocupación cuando se recuperaron de la “sorpresa”, especialmente en el caso
de la capitana Enya Belara, de la Fragata de investigación XR-88. La capitana sabía que era ella quien tenía
todas las papeletas de tener el honor de ser la primera en darse de bruces con
cualquiera de ambas posibilidades, sino con ambas, y el informe de daños que
presentaba la nave Minera al ser recuperada, no ayudaba precisamente a
tranquilizarse.
un verdadero placer el verte que sigues con esta serie y con la calidad que acostumbras.
ResponderEliminarGracias por escribir y compartir.
estaba ya con mono del capitulo eres el p. amo sigue asi
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