Confederación Imperial Galáctica

Libro - 6

El Compromiso

5

Fecha estelar - 5329

8º Cuadrante Militar del Imperio

Sistema Scarrat

Planeta Scarrat

Día anterior a la boda

Una vez que los Strassger y los de Voerse fueron puestos en jaque con las investigaciones puestas en marcha por Selena, esta decidió no hacer ningún nuevo movimiento hasta el comienzo de la noche. Tanto una como otra familia trataron de averiguar, por medio de sus diferentes contactos en el gobierno, a que se debía aquella repentina presencia del SISI haciendo averiguaciones sobre ellos. Ambos cabezas de familia no tardaron en ser conscientes de que empezar a husmear no había sido ninguna buena idea. Ni una sola de las personas a las que recurrieron quiso prestarles su ayuda. Nadie tenía ningún problema en hacerlo hasta el mismo momento en que nombraban al SISI, o La Guadaña, como el cuerpo que estaba como blanco de dicha petición, en ese mismo instante, las puertas se les cerraban en sus narices. Absolutamente nadie quería nada con dicha organización, y muchísimo menos atraer su atención sobre su persona por meter las narices donde nadie les había invitado.

Por la noche, ya de madrugada, justo una hora antes de la entrada del personal a cargo del servicio y cocina de ambas bodas, todo el lugar fue tomado por Marines de Asalto completamente equipados, con Armaduras completas y armamento en estado de combate. Fueron instalados diversos tipos de sensores en la totalidad de los accesos, incluso las puertas entre las dos bodas fueron selladas y bloqueadas mediante armazones metálicos especialmente dispuestos para la ocasión. En el lugar de la ceremonia de los amigos de Kilara, Selena hizo instalar dos sillones de respaldo alto que envolverían por completo los cuerpos de su Alteza y su prometida, tras estos se colgaría un pendón construido en tela especial blindada con el escudo imperial impreso sobre él. Durante la ceremonia y el posterior banquete, un regimiento completo de Marines de Asalto del Represor, junto con Selena y otros nueve agentes de La Guadaña en uniforme velarían de modo directo por la seguridad de la pareja Imperial.

Stiulg se presentó en la zona de la ceremonia dando gritos y chillidos de indignación a los quince minutos de empezar el despliegue de los Marines junto con el equipamiento de seguridad. El Coronel Tolkhar, mando a cargo del mismo, era un humanoide procedente del planeta Zoljat en el primer cuadrante Militar, cuya piel tenía un tinte azulado, era enjuto, bajito, como de metro sesenta y ocho, pero con muy mala leche y un sentido del humor que siempre había brillado por su ausencia. Dado que la propia Selena le había explicado con claridad meridiana el problema surgido con dicho sujeto y lo que quería exactamente, el coronel decidió no andar perdiendo el tiempo en intentar camelárselo por las buenas. Cuando Stiulg llegó hasta él dando gritos, con un simple gesto de la mano indico a dos de los Marines que la persona en cuestión fuese desalojada del lugar, y estos lo hicieron con los cañones de sus armas por delante. Antes de que fuese obligado a retirarse del lugar, el coronel en voz alta y perfectamente audible, dio órdenes a los Marines de tirar a matar contra Stiulg si de nuevo volvía a entrar en la zona protegida sin ser invitado expresamente.

Stiulg por su parte era un profesional, y tuvo muy claro que la orden del coronel de los Marines, no había sido dada para amedrentar a nadie, y que esta seria cumplida en el acto por sus hombres, tal y como demostró que al instante los dos marines que le “acompañaban” pasaron sus fusiles de aturdir, a máxima potencia. También vio los dos enormes sillones que habían sido colocados así como ambos pendones tras estos, sin embargo, en esos instantes ambas telas habían sido cubiertas para evitar que pudiesen ensuciarse antes de la ceremonia, por lo que no pudo ver absolutamente nada. El jefe de seguridad no era ningún incauto, el hecho de que Marines de Asalto de la Flota estuviesen a cargo de la seguridad  y las noticias de lo ocurrido con los Van Voerse o los Duques de Tielmar, parecían confirmar que en esa ceremonia estaría presente alguien de alto rango, de muy, pero que muy alto Rango en la Confederación Imperial.

Tan solo seis horas antes de la ceremonia estalló el caos más absoluto en Scarrat cuando pese a estar semioculto por el resto de la Flotilla, se detectó por fin la presencia del “Represor” en órbita entorno al planeta. Después de esto y confirmarse que los recién prometidos habían llegado con ella, todos los medios de noticias del sistema parecieron enloquecer de repente. Dada la situación del “Represor”, la repentina prohibición aérea en toda una zona muy delimitada y la presencia de Cazas Estelares de la Flota en el cielo armados hasta los dientes con órdenes de disparar sino se les hacía caso, dio “indicios” de donde exactamente podía estar descansando la pareja. Cierta ceremonia muy cercana puso ante los ojos de estos el más que probable motivo por el que la pareja se encontraba allí, aunque todos apuntaron hacia la boda equivocada. Para absoluto regocijo del propio Príncipe Jhored y de Kilara, su prometida, los medios parecieron asumir el hecho de que la Boda del joven Kelme Strassger, Conde de Tielmar, con la bellísima Jessy de Voerse, hija de una de las mayores fortunas del cuadrante, era la razón de su presencia. Sobre los organizadores de la ceremonia de la pareja cayeron en cuestión de una hora una lluvia de peticiones de asistencia para todo tipo de medios de información.

Lo peor para Stiulg y la gente encargada de esa ceremonia, no fue eso, sino que pese a que trataron por todos los medios de negarlo, la propia presencia de los Marines de Asalto en la misma entrada conjunta al recinto de la ceremonia, le quitaba todo viso de verosimilitud a sus desmentidos. Para colmo, cuando trataban de averiguar algo en la oficina de protocolo de Palacio, con la Flota, o en la misma puerta de la Mansión donde por fin habían sido localizados, nadie soltaba prenda. Eso sí, Selena, con toda la mala leche del mundo, dejo filtrar una hora y media antes del inicio de la ceremonia que en efecto, tanto el Príncipe Jhored, como su prometida, Kilara, Marquesa de Volterra, estaban en viaje privado para asistir a una boda, pero sin especificar la ceremonia. Tras esto para Stiutlg y su equipo comenzó el infierno, pues los medios no acreditados trataron de colarse de todas las formas imaginables. No fue sino hasta quince minutos antes del inicio de ambas ceremonias, cuando el aterrizaje de la Lanzadera Imperial del Príncipe desvelo a cuál de las dos ceremonias de verdad, era a la que iban a asistir.

Obviamente tras ello las intentonas de los medios cambiaron de blanco, pero la repentina presencia de agentes del SISI uniformados al mando de los Marines de Asalto en el perímetro exterior, y el más que evidente modo en el que estos llevaban sus armas, en posición de “matar” hizo que la situación se calmase por completo. Si con los Marines había quien estaba dispuesto a arriesgarse, con la presencia de agentes del SISI la situación cambiaba radicalmente, pues de todos era conocido que no tenían el menor problema en disparar primero y preguntar después, aun en directo y ante la propia prensa llegado el caso. Una vez la ceremonia dio comienzo, y ante la avalancha de peticiones de los medios y el completo rechazo de estas, se informó, que aquellos que en su momento lo solicitaron ya se encontraban en el interior haciendo su trabajo. Eso genero un nuevo caos, esta vez en las redacciones de noticias de prácticamente todos los medios de comunicación, tanto de la zona como a nivel de la Confederación Imperial, tratando de averiguar, quien era exactamente el que había solicitado esa autorización para poder trabajar en esa boda.

Sobre una hora y media tras haber empezado la ceremonia, THESEC SCARRAT NOTICIES, el medio de información para el que trabajaba Rhiles Nuerma, el único periodista junto con su fotógrafo habilitado para estar presencia en dicha ceremonia, ya había recibido al menos tres OPAS hostiles procedentes de los Grandes medios de comunicación de la Confederación en un claro intento de hacerse con el reportaje a través de la compra directa del grupo. Thesec Scarrat Noticies estaba aguantando los intentos de absorción como buenamente podía, conocedores de que ese único reportaje sobre la boda, más la información recibida por su jefe de noticias de que este incluiría una entrevista en exclusiva con la pareja, les haría inmensamente ricos y les permitiría realizar unos ambiciosos planes de expansión por todo el cuadrante, pero para ello debían de evitar que nadie pudiese “comprarles”. Por fortuna para Thesec Scarrat Noticies, los mismos intentos de los diferentes grupos por hacerse con su control, obstaculizándose unos a otros con ello, era lo que en realidad les estaba salvado de ser absorbidos por alguno de ellos.

Cuando el redactor jefe de Rhiles trató de ponerse en contacto con él para verificar si era cierto que en la ceremonia en la que estaba trabajando se encontraba su Alteza Imperial el Príncipe Jhored y su flamante prometida, casi sufrió un infarto cuando al comunicador fue el propio Príncipe quien se puso al habla y se lo confirmo, añadiendo la concesión a Rhiles de una entrevista con su prometida y con él mismo. Rápidamente, nada más cortarse la comunicación, el redactor jefe se puso al habla con la dirección de la empresa, notificándoles lo que acababa de averiguar y por boca de quien lo había hecho. La junta directiva propietaria del medio en cuestión, se dispuso a hacer frente a cualquier tipo de adquisición por parte de quien fuese, rezando a sus dioses por conseguir parar todos los golpes que se les avecinaban. Todos eran conscientes de que el que quisiese reproducir cualquiera de ambos reportajes, no tendría más remedio que pagar por ello, que si bien aún haciéndose todo según los precios habituales y viéndose además como un favor a devolver en un futuro, dada la magnitud de la noticia y el interés despertado, esos dos reportajes eran una autentica veta de mineral precioso, era casi como encontrar una gran mina de *Kripmium.

Cuando los invitados a la ceremonia entraron en el recinto donde estaba el Gran Árbol Blanco de la Vida ante el que según era tradición en Scarrat los novios jurarían sus votos matrimoniales, vieron junto a este los dos grandes asientos con los pendones al descubierto tras estos. Si eso provoco un murmullo de comentarios por parte de todos entre la relación de los Marines de Asalto armados ante los que habían tenido que entrar y esos asientos, la entrada del Príncipe Jhored y su Prometida escoltados por miembros uniformados del SISI, o la Guadaña como vulgarmente se le conocía, provoco casi, casi un silencio sepulcral junto con un montón de bocas literalmente abiertas y unos ojos que en algunos casos se podría decir que duplicaban su tamaño normal de cómo estaban abiertos. Cuando la pareja fue a sentarse en sus respectivos asientos, fue justo cuando la gente pareció reaccionar levantándose casi al unísono, “obligando” a su Alteza Imperial, a quedarse en pie, estirar las manos hacia delante haciendo gestos de que se sentasen, y rogar luego que por favor, no tuviesen en cuenta su presencia, que se comportasen como normalmente harían en una boda. Algo que evidentemente, fue casi como pedirle a un agujero negro que en lugar de absorber, expulsase la materia.

Una vez termino la ceremonia, la pareja, siempre con su escolta a apenas dos pasos de distancia, se entretuvieron saludando amablemente a todos los invitados que decidieron acercarse a intercambiar unas frases con ellos. Una vez que se vio que no se negaban a un par de minutos de conversación, prácticamente todos los invitados terminaron por pasar ante ellos para simplemente, expresar su alegría por su recién anunciado compromiso, o para darles sus parabienes para con ello. Fue en ese ínterin cuando se produjo la llamada del redactor jefe de Rhiles Nuerma, mientras este estaba hablando con la pareja, solicitándole amablemente su Alteza el comunicador al reportero para poder saludar personalmente a su jefe. Apenas fue capaz de intercambiar unas breves palabras, pues a este parecía que se le hubiesen comido la lengua, viéndose su Alteza a devolver el comunicador una vez que le había comunicado a este que su reportero realizaría una entrevista en exclusiva con ellos dos.

Una vez termino el banquete, y mientras que todos los invitados bailaban o charlaban en corrillos, ellos estaban hablando amablemente con el periodista, que no podía creerse su buena suerte. Tras esto acompañaron a los novios a saludar a la otra pareja, escoltados por Marines de Asalto y varios de los Miembros del SISI como protección. Los escoltas únicamente permitieron acercarse a su Ateza y a Kilara a la pareja recién casada, quienes lo hicieron con la boca literalmente abierta. Llego un instante en que riendo Kilara abrazo a la novia en un intento de tranquilizarla, mientras que Jhored estrechaba amistosamente la mano de Kelme y le daba palmaditas en el hombro con la misma intención que la de su prometida, mientras que Thelma y Doken miraban la escena sonrientes. Quien sí que parecía tener un montón de problemas para aceptar todo aquello era Stiulg, especialmente cuando Selena se le acerco y prácticamente al oído le especifico que el único motivo por el que aún seguía vivo era por orden expresa de su Alteza, que había impedido que sus guardaespaldas le hubiesen eliminado como potencial amenaza por sus constantes problemas y salidas de tono con ellos.

El darle semejante susto fue algo superior a las fuerzas de Selena, no pudo resistirse a ello cuando vio cómo se quedaba de lívido al entender a quienes había estado molestando los últimos días… y las posibles consecuencias de ello. Otros que no tuvieron el menor éxito al tratar de saludar, y eso que lo intentaron, fueron los padres de ambos novios, quienes fueron rechazados amablemente primero por los Marines, y no tan suavemente después por los agentes del SISI, pero fue especialmente brusco cuando intervino Selena ante ellos. Si tanto los Duques como los De Voerse trataron de usar su “rango” y poder “social” para ser aceptados, Selena directamente les comunico lo mismo que estos dijeron cuando las quejas recibidas por Thelma y su prometido por el trato a sus invitados, que no eran lo suficientemente buenos como para acercarse a donde querían, que eran poco menos que “mindundis”, añadiendo después, que dado que conocían perfectamente las leyes, procuraran no darle la posibilidad de decidir si un insulto o mala contestación en referencia a la pareja Imperial pudiese ser un motivo valido para ejecutarles en el mismo instante en que saliese de sus bocas, tras lo cual dio órdenes ante ellos para que dos de sus compañeros les “protegiesen” en todo momento cuando se reuniesen con otros invitados e incluso entre ellos.

Si bien de todo esto Kilara no fue consciente al estar distraída, su Alteza no perdió detalle de lo que estuviese haciendo Selena en cada ocasión que se separaba de su lado. Al notar que Kelme Strassger, hijo de los duques se había dado cuenta de la situación, poniéndole una mano en su hombro, le aseguro que no debía de preocuparse, que todo era una simple “broma”, una especie de lección que esperaba que esos cuatro aprendiesen sobre el trato a las personas que tenían a su alrededor, pues nunca se sabía a quién podían estar insultando. Los medios que obtuvieron acceso a esa boda fueron los otros con los que la seguridad de la pareja Imperial tuvo que enfrentarse al tratar estos por todos los medios de llegar hasta ellos para obtener alguna información, por mínima que esta fuese. Al final, volvieron al recinto protegido de la boda de Thelma y Doken, seguidos también por la otra pareja que pasaron con intención de brindar por ellos con sus invitados. Si ambas bodas fueron un éxito en su celebración ceremonial, ambos recintos se convirtieron en una especie de caos en cuanto la pareja Imperial se levantó para pasear entre los invitados, en especial en la boda a la que si estaban invitados, ya que hablaron con prácticamente todo el mundo.

La pareja se fue de los primeros para de ese modo permitir al resto de los invitados disfrutar de la fiesta sin la constante presencia de tanto guardia a  su alrededor, y en especial de los agentes uniformados del SISI a los que todo el mundo parecía tener un gran interés por esquivar en todo momento. Se refugiaron en la mansión que habían alquilado durante los dos siguientes días. En ese plazo en prácticamente todos los medios informativos a nivel imperial se mostraron imágenes del reportaje de boda donde aparecía la recién estrenada pareja Imperial, así como la situación del “Represor”, nave insignia de su Alteza Imperial el príncipe Heredero. Tal y como se había previsto, eso provoco que el gobierno enviase por su cuenta y riesgo más naves de guerra al sistema con el fin de proteger a su Alteza, habida cuenta de la “excesiva” cercanía de las colmenas Karasans. Al inicio del cuarto día de estancia tras la boda se activaron todas las alarmas en la misión, iniciándose en ese mismo instante la evacuación programada de todo el personal hacia las naves en órbita en torno al planeta.

Tanto el príncipe como su prometida estaban en la lanzadera imperial de camino al Represor, cuando a este empezó a llegarle la información pertinente sobre los motivos de la alarma que había provocado la evacuación inmediata. Una poderosa flota de guerra Karasans había entrado en el sistema Scarrat, y según los últimos datos recogidos por los sensores estaba iniciando su despliegue de combate en dirección a la posición del “Represor” y su flotilla de protección. Frente al Represor, dos Superacorazados, tres Acorazados, Doce Cruceros de Batalla, Veinte Cruceros Pesados, Veintidós cruceros Ligeros, ocho Fragatas de protección, Cuarenta y tres destructores y cinco Corbetas de Exploración de la flota, los Karasans contaban con Cincuenta y dos naves tipo Acorazado, doscientas treinta y siete tipo Crucero y quinientas ochenta naves menores tipo Destructor. Pero lo peor es que el punto de salida de dicha flota era el más cercano por el que el “Represor” y su grupo hubiesen podido replegarse sin el menor problema hacia el interior de la Confederación Imperial. Su Alteza Imperial llego a la conclusión de que alguien debía de haber obtenido un pingue beneficio al crear una brecha en la seguridad de la frontera para permitir que una Flota tan grande la atravesase sin ser detectada, y ese alguien desde luego iba a ser despellejado vivo, literalmente, en cuanto le pusiesen las manos encima.

Una vez llegados todos a sus naves, y que la flota se hubiese puesto en marcha, su Alteza se reunió con sus más cercanos consejeros mientras que Kilara se dirigía a sus habitaciones privadas para cambiarse de ropas… y permanecer allí mientras durase la crisis. Aunque dicha opción no fuese de su agrado, fue consciente de que era el sitio donde debía de estar, eso sí, activando los sistemas de seguimiento táctico que había en las dependencias del príncipe para no perderse nada de lo que aconteciese durante la batalla. Una vez que Jhored alcanzo el puente de mando junto con el resto de sus máximos consejeros, ocupo su sitio tras la Almirante Tanya, a su lado se sentó el General Gzak.

·         General… ¿la entrada de esa flota en la Confederación Imperial? Si el plan funciono espero poder obtener las correspondientes cabezas sangrantes de los responsables de esto… y rápido… -interpelo su Alteza volviéndose hacia él.

·         Es aun mejor que eso Alteza, se estableció un culpable, el sistema *Tarskas, al igual que de la filtración sobre el combate con la fuerza de las Colmenas. Hemos establecido el origen de todos estos problemas en dicho sistema… y en algunos de sus dirigentes -Gzak observo a su Alteza tomar aire con fuerza antes de hablar.

·         ¿Tenemos pruebas sólidas contra el gobierno de ese sistema asociado?

·         Las suficientes como para poder ejecutar sin juicio de ninguna clase al menos a dos de sus viceministros, un par de diplomáticos de carrera, dos gobernadores coloniales del sistema y varios de sus “jefes de Klan” más poderosos. Podemos aplicar tranquilamente la Cláusula de “traición” del tratado.

·         Muy bien, ya los tengo en mis manos, por fin vamos a terminar con más de doscientos años de tener esa espina infectada en nuestro costado. Primero vamos a encargarnos de esta Flota, luego quiero un plan de intervención sobre la totalidad del sistema Tarskas, y que sea lo más agresivo posible…

·         Alteza, ¿preparamos los transportes de las prisiones del SISI de Hibernia e Inferno para que estén listos cuanto iniciemos el plan? –preguntó Selena.

·         Hacedlo si queréis… solo por si acaso, aunque no creo que vayamos a necesitar ninguna de esas corbetas de transporte de presos… General, quiero que el suelo de Tarskas se tiña con la sangre azulada de los traidores y con la de todas las organizaciones criminales que pululan por los planetas de ese sistema y que son afines a sus “Klanes”. Hasta ahora eran del todo intocables para nosotros gracias a ese maldito tratado, pero por fin se terminó...

·         ¿A quién pondrá al mando? –preguntó el general Gzak.

·         Directamente a la dirección central del SISI, que ellos decidan los agentes, mandos y medios que van a necesitar para “arreglar” ese problema enquistado… Por orden mía directa, quiero que se denuncie el tratado y que de forma inmediata a ello se ejecuten sus planes sin restricciones de ningún tipo para todos los medios implicados sean cuales sean.

·         ¿Lo comunico a nuestro comando central para que inicien la planificación? –preguntó Selena.

·         Sí, pero que no se haga absolutamente nada aun, no hasta que yo lo autorice directamente, primero vamos a encargarnos de estos de ahí enfrente -señalo hacia la pantalla del visor donde se podía ver la Flota Karasans avanzando hacia la del “Represor”, Selena asintió con la cabeza, marchándose a cumplir sus órdenes.

·         Están cada vez más cerca de nosotros, ¿funcionara? –preguntó el general Gzak.

·         No lo dude General, todo marcha según lo planificado por su Alteza. Dentro de diez minutos van a empezar a llevarse varias sorpresas, una tras otra y a cual más desagradable –replicó la Almirante Tanya- mientras seguía dando órdenes para el aparente replique de la flota y que el planeta Scarrat activase de una vez su escudo planetario de protección.

·         Bueno, aun podrían salir mal muchas cosas… -sonrió su Alteza, obteniendo que el resto de los presente pusiesen los ojos en blanco dando así su estimación basada en su experiencia, de las posibilidades de que su Alteza “fallase”.

Exactamente quince minutos después, la situación para la Flota Karasasn había cambiado dramáticamente. El planeta Scarrat estaba perfectamente protegido tras sus generadores planetarios de Escudo, tras la Flota del Represor, por el punto por el que presuntamente trataba de retirarse, había hecho su aparición una poderosa Flota de la Confederación Imperial, que avanzaba con rapidez para entrar a formar su línea de combate con el “Represor” y su Grupo. Trece Superacorazados que en ese instante desplegaban sus cazas y Bombarderos, Sesenta Acorazados, Ciento setenta y dos Cruceros de Batalla, doscientos cuarenta y un Cruceros Pesados, Doscientos Cruceros Ligeros, Ochenta Fragatas de protección, Seiscientos Destructores y treinta corbetas de exploración  que en esos momentos empezaban a sincronizar sus sistemas para dar “ojos” aún más poderosos al resto de la Flota. A un sistema estelar de distancia lista en un punto de salto, una Flota de características similares, la Flota de defensa del 8º Cuadrante casi al completo, se encontraba también lista para hacer su salto y entrar en combate tan solo de ser estrictamente necesario.

Por otro lado, procedentes de las Colmenas Karasans, tres nuevas grandes Flotas de un tamaño similar a la primera habían hecho su aparición por sus respectivos puntos de Salto, situándose a escasos dos minutos luz de la posición actual de su “compañera”. Sin embargo, el despliegue táctico de estas tres últimas flotas, no estaba encaminado a enfrentarse a la Flota de la Confederación Imperial, sino a la primera de las suya que hizo su entrada tratando de destruir al “Represor”. En el puente del Represor entraron a la vez tres comunicaciones desde las naves insignias de las tres nuevas Flotas Karasans… Una vez fueron aceptadas y se mostró la imagen tridimensional de sus comunicantes ante su Alteza Imperial, este se levantó saludando…

·         Majestades, es un honor verlas aquí… como habrán podido observar, hasta el momento he cumplido con mi palabra de no emprender acciones militares contra la reina Tieklpo pese a la invasión de nuestro territorio de forma reiterada por fuerzas de su Colmena… No obstante, y si bien no intervendremos en sus “problemas” domésticos, también debo de comunicarles que no dejaremos pasar ninguna nave en dirección al interior de nuestros territorios, si alguna lo intenta será destruida… Espero que por favor, comprendan esos motivos…

·         Lo hacemos Príncipe, lo hacemos, mis hermanas y yo entendemos lo que nos dice, lo vemos como algo lógico y comprensible que usted dada su posición se ve forzado a hacer de ser necesario… Ahora, si sus naves pudiesen retroceder para evitarnos posibles “malentendidos” se lo agradeceríamos, mientras damos cuenta de nuestra traicionera hermana de Colmena cuanto más espacio nos separe mejor…

·         Por supuesto majestades, daré orden de retroceder de forma inmediata… Un saludo… -tras lo cual se cortó la comunicación.

Tras esto las tres Flotas Karasans recién llegadas y pertenecientes a las Tres Colmenas fronterizas con la Confederación Imperial se lanzaron sobre la primera Flota que entro en el Sistema Scarrat. La Almirante Tanya a una orden de su Alteza ordeno a la totalidad de la Flota revertir la marcha sin abandonar en ningún momento su posición relativa con la nave insignia de la Flota, el “Represor” ni dar la espalda a las flotas “extrañas”. Era algo sumamente extraño el poder ver a toda una gran flota en formación de combate dar literalmente, “marcha atrás”. El violento combate entre las cuatro flotas duro apenas media hora, la superioridad de tres a uno más las nuevas naves de sensores creadas a semejanza de las Corbetas de Exploración de la Confederación pertenecientes a las tres colmenas fronterizas marco una diferencia abismal a su favor. Las naves insignias de las Tres Flotas triunfadoras mandaron una comunicación de saludo al “Represor” justo antes de que sus flotas saltasen al Interespacio en dirección a sus propios territorios, llevándose con ellas todas sus naves dañadas. Su alteza una vez que las Flotas desaparecieron dio por un lado orden al grueso de la Flota del 8º Cuadrante de regresar a sus bases, y por otro a la que estaba en esos instantes formada alrededor de su nave para que avanzase y eliminase cualquier superviviente de la Flota invasora que quedase, sin prisioneros. Tras dos días de operaciones de Limpieza en el sistema Scarrat, por fin su Alteza dio órdenes a la Flota de dispersión y regreso a sus respectivas bases a lo largo y ancho de toda la confederación imperial.

EPILOGO

La formación de la flota que había hecho su aparición en Scarrat llevaba gestándose casi dos meses, retirando discretamente naves de todos los demás cuadrantes militares y concentrándolos en el 8º Cuadrante Militar, en un sistema deshabitado lo suficientemente lejos de la Frontera como para no ser descubierta. Obviamente, la cuidadosa planificación de las patrullas del 8º Cuadrante Militar pasó por alto dicho sistema y por medio de diversas maniobras de los servicios de inteligencia se evitó que cualquier nave particular de aquella zona pudiese entrar a dicho sistema.

Inteligencia sabía desde hacía casi un año y medio que una de las Colmenas estaba tramando hacerse con territorios de sus congéneres todo a lo largo de la Frontera de la confederación Imperial, lo que no se había podido averiguar era cual exactamente. Las tres colmenas adyacentes a la Confederación Imperial tenían un tratado firmado personalmente de sus Reinas con su Alteza Imperial el Príncipe heredero, algo totalmente inédito en la historia de las Colmenas, y algo muy importante para la Confederación Imperial. La estimación más fiable de inteligencia pasaba porque esa Colmena para conseguir sus objetivos estuviese tratando de crear una situación de guerra que ellos pudiesen explotar. Su Alteza en contra de cualquier consejo que recibiese con dicha información, decidió acudir directamente a las Tres reinas de las Colmenas fronterizas, informándolas de las sospechas que el gobierno de la Confederación Imperial tenía.

En cualquier otra circunstancia y con cualquier otro ser, las Reinas Karasans dada la idiosincrasia de su propio pueblo, se lo habrían tomado como un insulto personal. Pero dado que su Alteza jamás había incumplido su palabra con ellas, y que cualquier trasgresión por parte de alguien de la Confederación Imperial del tratado entre ambos había sido durísimamente castigado bajo sus órdenes directas, simplemente le pidieron tiempo para hacer sus propias averiguaciones. Una de las principales ventajas de su Alteza Imperial cuando trataba con otras especies no humanas, es que en ningún momento trataba de juzgar, tratar o valorar a estas siguiendo parámetros de inteligencia humana, se centraba exclusivamente en lo que podía discernir de su propia forma de actuar, especialmente con todo lo que se hubiese podido averiguar sobre su pasado, con el fin de poder hacerse una idea de cómo actuar “como ellos”, ajustándose lo más posible a sus reglas sin salirse por supuesto, de los intereses propios de la Confederación Imperial.

Obviamente dados los hechos aquí contados, llegaron a la misma conclusión, y junto con su alteza trazaron un plan para atrapar a la colmena que pretendía su ruina, a lo único que las tres reinas no renunciaron, fue a ser ellas mismas quienes se ocuparan de su “hermana traidora”. Según los datos de inteligencia obtenidos tan solo tres meses después de estos hechos, las tres colmenas habían ampliado sus territorios ocupando y repartiéndose los de la colmena traidora, exterminando por completo cualquier rastro de descendientes de dicha rama Karasans. Las tres colmenas gracias a tener sus espaldas cubiertas por el tratado con la Confederación Imperial eran demasiado poderosas como para que cualquier otra reina se atreviese a desafiarlas abiertamente, pero con todo, ni aun las tres juntas serían capaces de imponerse al resto de sus hermanas.

En el mundo Karasasn el poder se media en términos militares apoyado de forma un tanto subjetiva por el económico de sus territorios o por el político de su entorno, pero este poder solo era válido mientras estuviese intacto. Tras una guerra entre colmenas o cambios de dirección en sus vecinos, tradicionalmente era inmediatamente reevaluado y vuelto a asignar su posición entre ellas. Una guerra suponía pérdida inmediata, por destrucción de naves de su flota, de poder militar, que sería nuevamente recuperado al ir rehaciéndola. Pero esa pérdida momentánea de poder, incluso pese a ser la Colmena vencedora, podía suponer que otras más ambiciosas y momentáneamente mejor situadas militarmente decidiesen aprovechar la ocasión “única” para moverse en su contra. Por ello buena parte del poder de esas tres Colmenas fronterizas venia de su alianza entre ellas y el pacto con la Confederación Imperial, eso significaban fronteras seguras de las que “despreocuparse”, dejando más capacidad de maniobra a sus flotas respectivas en caso de “encontronazos” con otras colmenas, algo que en esta ocasión habían conseguido demostrar de modo practico al resto de sus hermanas.

Las tres Colmenas de este modo tenían sus espaldas y flancos bien protegidos, con una poderosa flota respaldándolas, lo que en su mundo significaba que no tenían la menor prisa por poner sus planes de dominio sobre las demás Reinas en marcha de modo precipitado, para los Karasans esperar cien, doscientos o aun quinientos años para que sus planes funcionasen no era ningún hándicap. Los Karasans ven el tiempo de un modo diferente, y sus logros son obra del trono de la colmena y no de tal o cual reina concreta, para ellas no tiene importancia el empezar un plan hoy y que solo pueda tener éxito dos generaciones después. Una reina solo tiene dos formas de pasar a la posteridad, iniciar su propia Colmena independiente, o ser como la reina Tieklpo, la causante de la completa destrucción de la suya.

Otra ventaja de las colmenas fronterizas sobre el resto de sus hermanas, era su superior conocimiento sobre la idiosincrasia de la condición y forma de pensar humana en relación con el resto de sus congéneres, lo que les permitía una mayor maniobrabilidad a la hora de tratar con otros pueblos, traduciéndose en un tratado Fronterizo de paz y unas rutas concretas muy controladas para el comercio con la Confederación Imperial. Del mismo modo, posiblemente, el conocimiento de su Alteza sobre la forma Karasans de pensar o actuar, le había procurado a la Confederación Imperial algo que ninguno otro pueblo adyacente a las mismas disponía,  una frontera “segura” y rutas comerciales “abiertas” que se introducían en el territorio de las Colmenas, algo sumamente valioso especialmente para la “inteligencia”.

Un mes después de estos hechos, centenar y medio de agentes del SISI cayeron sobre el sistema Tarskas como una plaga de muerte. El tratado del sistema fue denunciado públicamente, la cláusula de “traición” por parte del gobierno del sistema fue aplicada, y entorno al 94% de los miembros de este fueron ejecutados por los agentes del SISI aprovechando para ello delitos cometidos de la más amplia variedad. Doscientos años de hegemonía y corrupción por parte de una minoría llego a su fin del modo más sangriento, miles de delincuentes inscritos en los sistemas de la justicia del sistema y adscritos a ciertas organizaciones fueron masacrados por las tropas de la Confederación Imperial cuando trataron de proceder a su arresto y se resistieron. Grupos organizados de delincuentes enteros fueron masacrados incluso vía a bombardeos orbitales de la flota de sus “fortalezas”. Cientos de condenados a muerte aun en prisión por delitos probados de sangre fueron fusilados por las tropas de forma masiva. Cuando todo termino en el Sistema Tarskas y los agentes del SISI se retiraron, el número de fichas policiales de delincuentes vivos se había reducido en un 92% y las cárceles del sistema estaban únicamente a un 8% de ocupación. La purga entre las propias fuerzas de la ley del sistema, fue aún mucho más sangrienta, pues nadie dentro del sistema de justicia de un modo u otro se libró de la sentencia de muerte.

En el principal planeta del sistema, el ejército de tierra de la Confederación Imperial Galáctica allí acantonado pasó de tener un total de 21 divisiones y 124 medios aéreos anticuados para defensa y protección, a 93 divisiones y 568 medios aéreos de última generación. El nuevo gobierno del sistema, en el que se implanto la ley general de la Confederación y fueron derogadas las viejas leyes, paso de disponer de 4 patrulleras de sistema para control de mercancías a 31, junto con la presencia permanente hasta nueva orden de al menos cuatro cruceros pesados, tres ligeros y seis destructores de la flota en el interior del sistema como apoyo al control de tráfico. Se decretó así mismo por parte de su Alteza Imperial, que durante los próximos treinta años, el sistema completo y su gobierno estaría bajo una completa fiscalización militar máxima, lo que casi era tanto como decir de forma educada, que el SISI tendría de modo permanente un ojo sobre ese sistema y sus máximos órganos dirigentes. Si bien no se sabe con exactitud, se estima por parte de organizaciones civiles de derechos de la Confederación Imperial, que en torno al 11% del total de la población del sistema fue muerta o ejecutada durante los pocos meses de operaciones del SISI.

El gobierno de la Confederación Imperial nunca llego a ofrecer datos exactos sobre dichas operaciones o el número real de estas… No obstante, dicha intervención con sus noticias constantes en vivo durante toda la intervención a gran escala, dejo muy claro en toda la Confederación Imperial Galáctica y en todos los niveles de su sociedad, que al SISI o la Guadaña como comúnmente se conocía a dicho cuerpo, contra más lejos se mantuviese su interés de sus mundos, muchísimo mejor.

FIN

*Kripmium: Elemento mineral pesado del máximo valor estratégico debido a su extrema rareza y escasez. Es parte fundamental para la construcción o instalación de cualquier módulo de Antimateria, que son la fuente principal de energía de cualquier nave con capacidad Interespacial.

* Tarskas: Sistema estelar situado en el Séptimo Distrito Militar junto a la Frontera de las Colmenas Karasans. Doscientos años atrás, en pleno apogeo de las incursiones de saqueo de las Colmenas en los territorios de sus vecinos, y gracias a su situación estratégica en la frontera, se pudo incorporar a la Confederación Imperial bajo un acuerdo Blindado en el que mantenía la totalidad de su libertad e independencia con excepción única de las decisiones Militares y ejércitos, los cuales únicamente competerían al gobierno central de la Confederación Imperial. En dicho acuerdo únicamente existe una línea la cual el Gobierno del Sistema Estelar no puede cruzar bajo pena de intervención militar inmediata por parte del Gobierno de la Confederación, la llamada cláusula de “traición”, y es, que su gobierno realice acciones que pongan directamente en riesgo la seguridad general de la Confederación Imperial Galáctica.