Confederación Imperial Galáctica
Libro - 6
El Compromiso
4
8º Cuadrante Militar del Imperio
Sistema Scarrat
Planeta Scarrat
Fecha del anuncio del Compromiso
Dos horas antes
de que el anuncio fuese oficial, Kilara parecía decidida a crear una zanja en
el centro del salón principal de la mansión de tanto andar de un extremo a otro
mientras no paraba de preguntarle a su Prometido cada dos minutos si ya había
llegado la hora. Jhored parecía tener en la cara una expresión divertida al ver
los nervios de su prometida, sin embargo en su interior no estaba nada
complacido con la situación. Un par de horas antes el General Gzak se había
puesto en comunicación para notificarle
que la noticia del enfrentamiento con las fuerzas de las Colmenas Karasasn ya se
había filtrado a los medios informativos y estaba siendo reproducido en toda la
Confederación Imperial.
Lo cierto es que
pese al enfado Jhored y sus máximos ayudantes ya sabían que dicha noticia seria
filtrada, pero necesitaban saber dónde, cómo y cuándo se haría, le problema es
que la información había partido del sistema estelar Lomeria, en el7º
Cuadrante, justo en la división entre este y el 8º, junto a la Frontera con las
Colmenas Karasasn. La información había salido tal y como los servicios de
inteligencia o el propio Príncipe Jhored habían presupuesto, con errores
basados en lo que debería de haber sucedido de no haber estado presente en el
cuadrante el Represor con el resto de su escolta. Lo que al Jhored y al general
Gzak les preocupaba aún más de lo que les enfadaba, es que en ese sistema
estaba instalado el último punto de una compleja red de inteligencia
perteneciente a las Colmenas Karasasn, y a la que no querían perder, pues
estaba siendo tremendamente útil para controlar en torno al 85% de toda la
información de inteligencia que estas recibían sobre la Confederación Imperial
Galáctica. El número de recursos invertidos en los últimos años en mantener un
estricto control sobre dicha red se podía ver seriamente comprometido de haber
partido la filtración de allí. Era el peor lugar del que podía haber salido la
información.
Veinte minutos
antes de que el compromiso se hiciese público el General Mao, que permanecía en
el Represor, se puso en contacto con su Alteza para darle las últimas
informaciones recibidas sobre toda aquella situación y repasar juntos el resto
del plan que habían establecido casi seis meses antes. Una vez que el Príncipe
tuvo todos los datos en sus manos…
·
Por cierto
Alteza, que no le he preguntado, ¿cómo lleva la Marquesa todo esto de la boda
de su amiga y el anuncio de su compromiso? –dijo en tono socarrón.
·
Sorprendentemente
bien, todavía no ha explotado en ninguna rabieta, claro, que Selena aún no ha
comenzado a establecer las medidas de seguridad para la boda de su amiga.
Cuando empiece me lo preguntas… Por cierto Mao… -le sonrió.
·
Si Alteza…
·
Cuando os pedí a
ti y a Gzak que buscarais algún modo factible y plausible de explicar en estas
fechas mi presencia de forma abierta en este sector, y lo más cerca posible de
la Frontera con las Colmenas, ¿no teníais otra cosa que no fuese la boda de la
mejor amiga de Kilara y el anuncio oficial de nuestro compromiso?
·
Bueno, estimamos
que era la mejor de entre todas las opciones posibles, ya que era algo
completamente real y para lo que no necesitaríamos ninguna cobertura –replicó
muy serio el General Mao.
·
Ya, pues procura
que ella no se entere si no queréis que os mate a ambos con sus propias manos…
cosa que créeme que me divertiría ver, si no os necesitase tanto.
·
Perdón Alteza
–sonrió ladino-, pero tanto el General Gzak como yo únicamente cumplimos sus
órdenes, como bien sabe y es muy capaz de aclararle Selena a la Marquesa
llegado el caso si le diese por preguntarle –replicó el General Mao con toda
desvergüenza en tono divertido.
·
No me jodas, no
me jodas –gruñó el Príncipe.
·
Para nada Alteza,
es más, creo que aunque ya casi sea su prometida oficial, la dulce Marquesa de
Volterra, en realidad aun no necesita saber con todos los detalles sobre según
qué tipo de operaciones de inteligencia para no perturbar su… ehhh, digamos que
conciencia… Creo que todavía tiene un serio exceso de ella -repuso el General
Mao con gesto muy serio y tratando interiormente de no sonreír.
·
Sí, creo que
sería lo mejor, ciertamente Mao, ciertamente aún le queda mucha, aunque creo
que la prefiero así… Está bien, quiero estar informado de cualquier nueva
novedad al respecto.
·
Así se hará
Alteza –tras decir esto el General se despidió.
En primer lugar
Jhored había sido informado de que se iba a hacer público la presencia en el
Represor, pues este y su escolta en el Cuadrante Militar ya se dieron a conocer
durante el encontronazo, y como gracias a su presencia una pequeña Flotilla
“pirata” había sido arrasada por completo, sufriendo algunas naves daños de
poca consideración. También se llegó a la decisión de que informarían de donde
estaban situadas esas naves reparándose, así como también se filtraría en unos días
de un modo aun por determinar la situación exacta del “Represor”, justo en
cuando se considerase el momento adecuado. Por otro lado, se había decidido
también aprovechar la noticia del ataque para mezclar con ella el anuncio del
compromiso de Su Alteza Imperial con la Marquesa de Volterra. Según informo el
general Mao, inteligencia confiaba en que los medios de información tardarían
unas pocas horas más en darse cuenta de la noticia que había dentro de la
noticia. Esta seria dada por un portavoz oficial del Palacio Imperial con su
correspondiente tiempo para preguntas, que según esperaban todos, se centrasen
exclusivamente en el ataque, ignorando a la Pareja.
Jhored sonrió
para si al ver la astucia del plan, ya que una vez pasado el anuncio del
compromiso y dado que los medios de información habrían tenido sus rondas
establecidas para informarse y preguntar por ello, Palacio no respondería a
nada nuevo según su costumbre. La noticia del compromiso finalmente se
filtraría bien desde el propio Gobierno en sus más altas instancias o desde
alguna de las principales embajadas, pues todos estos sitios habían sido
notificados debidamente y de forma abierta, lo que creaba un margen de unas
horas antes de que estallase la locura general de la prensa en todo el
territorio de la Confederación Imperial.
Con todo el mundo
centrado en la crisis con las Colmenas y una posible guerra con ellas, dedicándole
a esto prácticamente todos sus medios, el anuncio del compromiso una vez esa
alarma fuese desactivada iba a convertirse en una auténtica bomba informativa
en muchos aspectos. Si todo salía bien, al final el compromiso poco a poco devoraría
y enviaría la crisis Karasasn a un segundo plano. Los intentos y explicaciones
oficiales para tranquilizar las cosas, y la tranquilizadora presencia del
Represor con la pareja recién prometida tan cerca de la frontera Karasasn
cuando esto se filtrase harían el resto. Jhored confiaba en que la filtración
controlada sobre la exacta situación del Represor con su Flotilla terminase por
hacer saltar la trampa que tan cuidadosamente habían tendido durante los
últimos meses, y en la que había empleado gran parte de su propio prestigio
ante las Colmenas Karasasn, o al menos, ante las reinas de estas que a la
Confederación Imperial realmente le interesaban.
El caos informativo
estalló ese mismo día por la tarde, no se supo realmente ni quien, ni donde se
dieron cuenta realmente del anuncio del compromiso o como se filtró el hecho de
que ambos estaban en esos instantes en la nave de su Alteza. Pero lo cierto es
que en todas las sedes de los medios de comunicación de la Confederación
Imperial sin excepción se desato un pandemónium con dicha noticia. El
“Represor”, nave insignia del Heredero al Trono Imperial había estado mezclado
en lo que fuese que pasase en el 8º Cuadrante Militar y según indicaba todo la
pareja había estado en ese instante en la nave, por otro lado Palacio no
contestaba preguntas sobre ellos dos o donde exactamente estaban en esos
instantes… lo dicho, un caos completo. Jhored se dio cuenta enseguida de que habían
cometido un pequeño error de bulto por estar tan acostumbrados a ello que ni lo
pensaron. Al acercarse el “Represor” con toda la Flota a Scarrat tras el
anuncio oficial del compromiso, su presencia en el planeta quedaría expuesta en
menos de un día, y conociendo a Selena con la seguridad quizá fuese aún menos
lo que luego tardasen en localizarle sobre el planeta.
Selena de forma
inmediata puso en marcha el sistema de seguridad completo para la protección
del Heredero al trono de forma abierta. El “Represor” estaba justo sobre el
edificio principal, en su misma vertical, y tras este se situaba en
Superacorazado “Punto Blanco”, en cuyas rampas de lanzamiento se encontraban en
preparados en todo momento cuatro cazas estelares de clase Escorpión armados
hasta los dientes, con sus pilotos en las cabinas con órdenes expresas de
intervención directa a *segunda advertencia. Del mismo modo la seguridad de la
mansión a cargo de los Marines de Asalto procedentes del “Represor”, no admitía
tampoco estupideces, los soldados darían el alto una única vez, en caso de no
ser atendido se procedería a detener al infractor con fuego letal de las armas
a su disposición. Los relevos de los soldados se efectuaban desde la Flota en
Órbita usando Lanzaderas en vez de establecer un campamento sobre el terreno,
con la única excepción de los tres escuadrones asignados a la Mansión.
Al día siguiente
por la mañana, Kilara se presentó ante Jhored un tanto alterada, por lo que le
explicó, le había llamado su amiga Thelma porque el jefe de seguridad de la
otra pareja, Stiulg volvía de nuevo a la carga con el hecho de que tanto Jhored
como Kilara se sometiesen a un examen biométrico. Amenazaba con el hecho de
forzar la cancelación de la boda de la pareja si no pasaban por el aro. Resultaba
obvio por el gesto de Kilara que estaba sumamente enfadada y su amiga Thelma
casi al borde de un ataque. Selena dio un paso adelante tan brusco como serio
tras escuchar lo que Kilara había dicho…
·
Yo misma me
encargare de ese asunto personalmente. Por favor Marquesa, informe a su amiga y
a su prometido de que me esperen en el lugar de la ceremonia, que voy hacia
allí.
·
Te acompaño…
-mascullo una enfadadísima Kilara.
·
No, vosotras no
os movéis de aquí –Jhored alzo una mano para silenciar a ambas mujeres-. Mejor
será que me encargue yo, no quiero problemas que nos hagan visibles si podemos
evitarlo, y me da la impresión de que ninguna de vosotras dos seríais muy
objetivas que dijéramos en estos instantes. Tratare de aclararlo todo a mi
manera antes de dar ningún otro paso adelante…
Su Alteza decidió
hablar primero con Doken, el prometido de Thelma, para saberlo todo de primera
mano y evitar presionar a la amiga de Kilara con ello, a quien por lo dicho por
Kilara debía de estar medio histérica con todo esto. Jhored al hablar con Doken
descubrió un par de cosas adicionales a las que había expuesto Thelma, de la
primera se podía encargar el mismo e incluso estimó que sería todo un golpe de
suerte. Sin embargo con la otra no fue tan bien, cuando lo incorporo a todo lo que
había contado Kilara, fue de lo más consciente de hasta qué punto todo el
conjunto estaba molestando a Selena.
·
Toma, ya está
marcando para que hables con Doken… -replicó muy seria Kilara tendiendo el
intercomunicador tridimensional, apareciendo el rostro de Doken a los pocos
segundos.
·
Doken, soy
Jhored, explícame por favor que es lo que ocurre, con calma… Thelma hablo con
Kilara, pero estaba muy nerviosa…
·
Pues pasa que ese
cretino de seguridad que tienen Jessy y Kelme por lo visto fue a hablar con los
padres de ambos, que le dieron la razón y la autoridad para ignorar a sus hijos
si así lo estimaba conveniente, con lo que está todo peor. De modo que ahora
aparte de estar incordiando a estos tambien gracias al apoyo de los padres de
ambos, ha venido con muy malos modos y una enorme chulería para exigir que os
sometáis a un examen. Yo en ese momento no estaba, pero por lo visto amenazo a
Thelma con cancelar nuestra ceremonia si para mañana por la mañana no lo habéis
hecho.
·
Muy bien, mañana Thelma
y tú tenéis que dedicaros a los últimos preparativos para vuestro gran día, al
igual que Jessy y Kelme. Del tal stiulg y de los padres de esos dos me
encargare personalmente. De modo que fuera las preocupaciones, y centraros los
cuatro en lo vuestro, pase lo que pase, digan lo que os digan o hagan lo que
hagan, no os preocupéis que os casareis si o si y le pese a quien le pese…
·
Gracias Jhored, por
cierto, otra cosa de la que me acabo de acordar ahora mismo. Vendrá a nuestra
boda el hermano pequeño de un íntimo amigo mío, su nombre es Rhiles
Nuerma, es periodista, vamos, está empezando y solo le mandan pequeñas
cosillas o reseñas de poca monta. Nos propuso un artículo para su periódico
sobre cómo se veía desde nuestra situación la presencia de una boda tan
importante a nuestro lado. Dijimos que podía porque de este modo podía tratar
de hacer algo más serio e intentar meter algo más la cabeza en la agencia de
noticias donde trabaja, pero ahora al estar vosotros presentes… no sé si… -se
detuvo a media frase, dejando la decisión de que hacer a Jhored, quien al
escucharle se sonrió, pues considero que era un auténtico golpe de suerte.
·
No vale, me
parece bien, no hay problema con ello, gracias por avisarme, ¿algo más? –Jhored
aceptó porque una idea empezó a formarse en su cabeza al escuchar lo del
periodista.
·
No, muchísimas
gracias por todo, de verdad, es increíble… Lo siento, me cuesta hablar por la
emoción, no pensé… nunca… -tuve que reírme y con voz simpática soltarle una
broma para luego despedirme antes de cortar la comunicación.
En cuanto la
comunicación se cortó, Kilara le preguntó a Jhored que era lo que pensaba hacer
exactamente al respecto. Este se limitó a mirar fijamente a Selena para hacerle
un leve gesto de asentimiento después, quien sonriendo replicó que ella se
encargaba. Jhored antes de que se marchase le recordó que tenía permiso para
hacer o que estimase pero con ciertas condiciones, Selena aseguro a su alteza
que se mantendría dentro de los límites, suelo saludo, y dejándolos a ambos
solos se puso en marcha hacia el exterior, hablando por su comunicador personal
en voz muy baja y tono serio. Tan solo tuvo que esperar tres minutos en el
exterior hasta que llego un vehículo terrestre de repulsión magnética en el que
se montó en compañía de su “compañero” y otra de las parejas. En cuanto este se
perdió entre los árboles, su alteza salió a la puerta, desde donde le hizo una
seña a un comandante de los Marines que parecía estar esperándole. Tras recibir
la seña y saludar a su Alteza, este se dirigió a toda velocidad hacia dos
lanzaderas de Asalto que parecían estar esperándole, y en ambos casos estaban
repletas de Marines de Asalto con sus armaduras de combate. A esas alturas
tanto los padres del novio como de la novia ya estaban en la ciudad alojados,
esperando el día de la boda de sus retoños, obviamente, en sitios acordes con
su posición, tanto social como económica. Los De Voerse estaban alojados en una
gran casa propia muy similar a la que se había alquilado para su Alteza, es
más, se podría decir que eran casi, casi vecinos de no ser por las enormes
extensiones de terreno que tenían a su alrededor y las otras dos “viviendas”
existentes entre ellas.
Cuando el
vehículo llego a la entrada de la gran finca, tres hombres salieron a
recibirlos con las armas prácticamente en las manos. La orden de que diesen
media vuelta fue seca, pero en lugar de obedecer, la otra mujer que acompañaba
a Selena se bajó, acercándose a la verja mostrando su acreditación del SISI.
Fue entonces ella quien más que pedir o exigir, ladro la orden de abrir las
puertas, dejar las armas quitecitos y no volver a abrir la boca o hacer nada
hasta que se les indicase. Si por alguna extraña circunstancia, a cualquiera de
esos hombres se le hubiese pasado por la cabeza el no hacer caso, la repentina aparición
de dos Lanzaderas de Asalto de la Flota con sus armas apuntándoles, las rampas
de lanzamiento abiertas, junto con casi media docena de Marines armados
asomando por ellas listos para saltar de ser necesario, habían hecho el resto para
que se tomasen sus instrucciones muy, pero que muy enserio. Selena alzo la
vista a la vez que los tres hombres de guardia en la puerta, lanzo un suspiro
pensando en que cuando regresase iba a tener una pequeña charla con alguien
sobre “refuerzos” no solicitados. Aunque no por ello, eso evitó que en sus
labios apareciese una ligera sonrisa, relamiéndose de antemano al disponer de
esas tropas a sus órdenes para su “misión”.
A los De Voerse,
por su reacción, pudiese ser que el susto de tener en su salón a seis marines
de Asalto junto con dos miembros del SISI, o la Temida Guadaña como
coloquialmente se les conocía, no se les pasase en un par de meses. Si a esto
se añade que por los grandes ventanales estaban viendo una lanzadera de Asalto
de la Flota posada justo en la entrada de la casa, y al menos a una docena más de
Marines Armados, con sus Armaduras de Combate puestas junto a otros dos agentes
del SISI mas, y sabiendo también por haberla visto, que una segunda Lanzadera
de Asalto debía de estar sobre el tejado, el repentino miedo que el matrimonio
empezaba a sentir subir por su espalda, Selena lo consideró incluso lógico,
aunque para ella muy gratificante. Selena se limitó a conseguir de ambos
muestras tanto genéticas como biométricas, argumentando razones de seguridad y
dando las mismas explicaciones que su jefe de seguridad para la boda, el tal
Stiulg daba, “no es asunto suyo, limítese a hacer lo que le dicen y no tendrá
problemas”. Claro que no era lo mismo que lo dijese ese tipejo, a que te lo
dijese un agente del SISI con cara de mala leche, mirada nada tranquilizadora,
con media docena de Marines de Asalto en armadura de combate y con las armas
listas para disparar justo a sus espaldas.
Tras el
matrimonio todo el resto del personal de la Mansión, incluidos todos los
miembros de la seguridad pasaron por el mismo filtro. Selena tan solo mostró su
sonrisa más tranquilizadora al personal doméstico de la casa, mientras que tanto
a los señores como a los miembros de su seguridad, les mostro la otra, la que decía
“más te vale que no seas tú el motivo de haberme hecho venir hasta aquí”. Tras
esto y sin la menor explicación, Selena dio órdenes de marcharse y dirigirse
hacia el alojamiento de los otros “papas”, sus excelencias, los Duques de
Tielmar, aunque eso último no fue sino hasta estar donde no los pudiesen
escuchar para evitar que alguien tuviese la brillante idea de advertir a estos
de su inminente visita. Selena no quería que nadie por error y una mal
entendida amistad, les privase a los Duques de la sorpresa de su presencia ante
ellos en breve.
Los otros “papas”
en cambio, estaban alojados en uno de los hoteles más lujosos de la ciudad
cercana, de hecho toda la última planta del hotel estaba reservada para ellos y
su servicio. Mientras que Selena y dos de sus acompañantes entraban por la
puerta principal, las dos lanzaderas dejaban su carga de Marines de Asalto
sobre el tejado, sorprendiendo a los dos hombres de seguridad de los Duques que
estaban allí de guardia. En realidad les dio tiempo a pulsar la alarma, lo que
a ninguno de ambos se les ocurrió fue tratar de alcanzar sus armas para “hacer
nada”. Dos lanzaderas de Asalto descargando Marines de Elite de la Flota a toda
velocidad, no era como para tratar de hacer estupideces, con avisar ellos
consideraron más que cumplida su misión.
Los seis hombres
y el segundo del jefe de seguridad de los Duques que acudieron ante la alarma se
llevaron una sorpresa muy desagradable cuando al llegar al tejado se
encontraron con una veintena de Marines de Asalto con sus Armaduras de Combate
al completo apuntándoles en sus morros. Ninguno de los siete era tampoco tan
estúpido como para tratar de enfrentarles, más cuando observaron la presencia
en el aire también apuntándoles de las dos Lanzaderas de asalto de la Flota de
las que debían de haber salido. Cuando quince minutos después, por la puerta
por la que ellos entraron se presentó un oficial del SISI para tomarles muestras,
tanto genéticas, como biométricas, alguno de ellos se hecho a temblar. Si algo sabía
todo profesional en esos ámbitos, era que no había cosa peor para el negocio
que hecho de llamar la atención del SISI, pues si bien este era un cuerpo del
que casi no había sino rumores, sus acciones o intervenciones confirmadas y
verificadas incluso en directo por la propia prensa en sus noticiarios, no
daban precisamente ninguna tranquilidad y extrañamente los pensamientos sobre
ello no conducían a otro lugar que no fuese a de la visión cercana de la propia
tumba.
Mientras en el
piso de abajo, el Duque y su esposa estaban con la boca abierta, con sus
rostros completamente lívidos ante la presencia de dos agentes del SISI que les
estaban tomando datos genéticos y biométricos sin más explicaciones que un “no
es asunto suyo”, desconociendo incluso que un tercero se había dirigido
directamente al tejado nada más entrar en la planta o que un cuarto permanecía
en la recepción del hotel con unos más que asustados empleados del mismo para
que nadie pudiese avisarles de su presencia. El Duque de primeras intento
imponer su estatus para obtener respuestas, y lo único que consiguió fue que la
propia Selena desenfundase su arma poniéndola de forma evidente en posición de
máxima potencia, manteniendo eso si el cañón de está apuntando al suelo,
mientras que los Marines de Asalto presentes la imitaban, solo que ellos sí que
apuntaban con sus fusiles.
Mientras, el
compañero de Selena continuaba con su labor ignorando por completo a cualquiera
que no fuese en ese momento su objetivo de toma de muestras, logrando con ello
que nadie osase volver a hacer pregunta ninguna. Peor se puso la situación para
los Duques cuando vieron aparecer a todos los hombres que deberían haber estado
de guardia acompañado de Marines de Asalto de la Flota armados, con las armas
realmente listas para abrir fuego de ser necesario y un tercer agente del SISI
al frente. Al igual que con los De Voerse, todo el personal de los Duques de
Tielmar fueron inspeccionados con detenimiento y del mismo modo que el de
aquellos. Tras terminar, e igual que en el caso de los anteriores, tanto los
Marines como los agentes del SISI se limitaron a marcharse sin abrir la boca o
decir nada de nada sobre el motivo de su visita.
Selena y sus tres
compañeros volvieron a la Mansión retorciéndose de la risa al recordar las
caras de los implicados, aunque en el caso de Selena se estuviese relamiendo ya
de ganas de ponerle las manos encima al tal Stiulg cuando al día siguiente a
última hora acompañase a su Alteza al lugar donde se realizarían ambas
ceremonias y banquetes de bodas. Por su parte el Príncipe Jhored estuvo
hablando largo y tendido con los Generales Gzak y Mao a costa de la presencia
del joven periodista en la boda de la amiga de Kilara. A ambos hombres les
brillaron los ojos ante la perspectiva que se les ofrecía con aquello, pues si
su Alteza y su prometida hablasen con ese joven periodista concediéndole una
entrevista, el artículo que hiciese saldría publicado automáticamente y la
noticia emitida en toda la Confederación Imperial, haciendo innecesaria una
filtración de la situación exacta del “Represor”. Los tres estuvieron de
acuerdo que esto era aún mejor que lo anterior, pues además de no ofrecer el
menor riesgo y parecer algo totalmente fortuito, le metería muchísima más
presión a su adversario, obligándole a moverse rápidamente y sin poder
planificarlo con detalle en respuesta a su “buena fortuna”.
A la mañana del
día anterior a las bodas, Kilara apareció ante Jhored como una exhalación y con
un cabreo considerable, Selena se limitó a mirar en otra dirección cuando los
ojos del príncipe buscaron los suyos. Ella si sabía el motivo de su enfado y lo
que le había dicho el General Mao para cabrearla de aquel modo. También era
cierto que hubiese podido fácilmente convencer a la Marquesa de que no llevaba
razón y estaba equivocándose de plano en sus apreciaciones, pero lo considero
desde la misma perspectiva que el General cuando se lo dijo, que sería mucho
más divertido ver a su Alteza pasarlo mal enfrentándose con el genio de su
prometida mientras este trataba de razonar con ella.
El general Mao le
había informado a Kilara que su Alteza había decidido aprovecharse de la
presencia del joven periodista hermano de uno de los mejores amigos del
prometido de Thelma para usarlo en su favor, pero todo ello procurando hacerlo
de un modo que no lo obligase a tener que ir mas allá en su explicación. Kilara
tras este terminar, había entrado en cólera, para regocijo de todos los
“implicados” con una única excepción, su objetivo, a por el que se fue directa,
igual que un torpedo cuántico en dirección a su blanco.
·
¿Se puede saber
qué es eso de que te vas a aprovechar de la presencia del hermano del mejor
amigo de Doken? –preguntó enojada, medio mascando sus palabras.
·
¿Y eso quien te
lo ha dicho?
·
No te importa
quien haya sido, contéstame Jhored, ¿es verdad o no?
·
Pues sí, es la
verdad, vamos a aprovechar la presencia de ese periodista para concederle tú y
yo una entrevista. Su presencia es excepcionalmente oportuna para nosotros,
algo que no podemos desperdiciar de ninguna de las maneras…
·
No pienso hablar
con él, no voy a aprovecharme del hermano de un amigo porque tu creas que
“vendrá bien” –alzó la barbilla mostrándose orgullosa de su decisión.
·
Muy bien,
entonces nada, como tú quieras, no habrá entrevista ni reportaje, le
obligaremos a que deje pasar la gran oportunidad de su vida –replicó,
procurando no sonreír al ver la reacción de Kilara a su respuesta.
·
¿Cómo dices?
–pareció enfadarse aún más, aunque su rostro también reflejo sorpresa y sobre
todo, sospecha-, ahora que tratas, ¿de darle la vuelta y que todo sea culpa
mía? ¡¡Ahhhh, no!!, de eso nada…
·
Bueno, cálmate y
trata de permitirme que te lo explique antes de seguir acusándome de algo que
no es enteramente cierto.
·
¿Entonces no
piensas aprovecharte de él, es mentira, no?
·
Por supuesto que
no, claro que me pienso aprovechar de ese chico, y tu también, pero no de modo
gratuito, a cambio va a conseguir algo por el que incluso el más encumbrado de
los periodistas a nivel Imperial mataría por conseguir, una entrevista
exclusiva con nosotros dos, contigo y conmigo tras el anuncio oficial del
compromiso. Piénsalo detenidamente, una entrevista en exclusiva con nosotros
dos, eso es algo que podría lanzar su carrera de forma definitiva y por lo que
sus compañeros literalmente matarían por conseguir… sobre todo si se es el
primero.
·
Si –repuso
pensativa Kilara-, eso podría hacer que su carrera alcanzase un nivel que ni
siquiera habría podido soñar… y si, tienes razón, si es el primero en hablar
con nosotros más aún. Eso le haría famoso y automáticamente le convertiría en
un gran periodista a ojos de todo el mundo…
·
Para nada –meneo
la cabeza Jhored-, no te equivoques Kilara, lo que este articulo hará será
darle el espaldarazo necesario para conseguir una oportunidad de oro en su
profesión, luego el conseguir aprovecharla o no después, quedara en sus manos.
Esto tumbara todos los obstáculos que pudiesen presentársele, sin embargo,
luego él tiene que valer para ello y ser capaz de demostrarlo…
·
¿Por qué hacer
esto por el cuándo en la otra boda estarán muchos de los mejores periodistas de
este sistema? No lo entiendo.
·
Porque es novato,
porque estará condicionado en su comportamiento por ser el hermano del mejor
amigo del novio, quien le habrá avalado ante nosotros, porque estará nervioso
por estar en nuestra presencia, porque tras nosotros estará Selena de modo muy
visible y porque si no es idiota, y seguro que no lo es, será el primero en ver
la oportunidad que representa el poder entrevistarnos con nuestra propia
connivencia. Además tendrá el reportaje adicional de la boda con nuestra
presencia en ella… Conseguiremos para algo que deberíamos haber hecho de todos
modos antes o después y ante profesionales muy resabiados, a alguien fácilmente
manejable y que no nos pondrá en el menor apuro -Jhored miro socarrón a Kilara.
·
Vale, déjalo
antes de que vuelvas a enfadarme, ya lo entiendo. Tendrá mucho que ganar, tanto
que no querrá estropearlo haciendo preguntas “inconvenientes”… y en caso de
hacerlas, con un leve aviso no seguirá por ese camino, cosa que otros
acostumbrados a este tipo de entrevistas no harían nunca, ¿me he equivocado en
algo?
·
No, en nada, el
hablar con los medios de información es algo que antes o después habríamos
tenido que plantearnos, nos gustase o no… Palacio se hubiese terminado por
encargar de ello…
·
Y esto nos dará
tiempo y margen de maniobra… -dijo pensativa Kilara, a quien la idea de ponerse
ante la prensa no le agradaba para nada-, pero los demás medios de este sistema
podrían protestar al considerar que mostramos preferencias en base a una
relación de amistad… -arguyó Kilara.
·
No Marquesa, no
podrán hacerlo de ese modo –replico el General Mao entrando en el salón-, ese
joven a instigación mía ha mandado una solicitud oficial a los novios para que
le permita hacer un reportaje de su boda con entrevistas a sus invitados de
darse el caso de considerarlo enriquecedor para su reportaje, y por lo que yo
sé, hasta este mismo momento, nadie ha hecho algo semejante. Lo único, es que
ha solicitado también la presencia de una compañera suya fotógrafa, pero eso es
algo de menor importancia, e incluso diría que nos beneficia también. Pero lo
interesante es que con esa solicitud, nadie va a poder quejarse o ejercer la mínima
presión sobre protocolo de palacio… que por cierto, ya está avisado del asunto
y ha dado luz verde a ello, confirmándoselo al periodista directamente ellos
mismos.
·
¿Y no se
enteraran los demás medios de comunicación al contestarle a ese hombre directamente
Palacio? –preguntó sorprendida Kilara.
·
¿Y quien se lo va
a decir cariño? Palacio no, y no creo que el periodista abra la boca para que
le puedan quitar la noticia de su vida… -sonrió sarcástico Jhored.
·
Ya veo que lo teníais
todo planeado… entonces general, ¿por qué razón no me lo explico así desde el
principio? –replicó Kilara volviéndose hacia el General.
·
Pues porque era más
divertido que fuese su Alteza quien lo hiciese Marquesa… y verlo por supuesto -sonrió
el General.
·
Algún día
General, algún día… -replicó Kilara agitando el dedo índice ante el pecho del
general tratando de aguantar la risa.
·
Lo se señora, lo
se… pero es que es usted nuestra heroína -hizo un teatral gesto de encogerse
los hombros.
Kilara se
despidió de todos riéndose, alegando que había quedado con Thelma y Jessy para
ir a hacer unas compras de ultimísima hora, por decisión de Selena, tres de las
mujeres de las “parejas amigas” la acompañaron a “divertirse”. Una vez que
Kilara y su escolta abandonaron la Misión, el General Mao entró en detalles del
estado de desarrollo de la trampa que se estaba llevando a cabo contra los
responsables de la situación de inestabilidad que se estaba viviendo con las
Colmenas Karasasn. Su Alteza fue informado de que el secreto proceso de reunión
de la Flota de la Confederación Imperial en el sector se estaba llevando a cabo
sin incidencias y según los planes que este con el resto de su equipo había
trazado, luego entró en detalles sobre las operaciones en marcha por parte de
la Novena sección de *Inteligencia.
CONTINUARA
* Segunda advertencia: Esto se traducía por un único aviso a cualquier intruso, el segundo
consistía directamente en la destrucción total del objetivo.
*Servicio de Inteligencia: 1ª Sección - Inteligencia Exterior, 2ª Sección -
Inteligencia Interior, 3ª Sección - Contrainteligencia, 4ª Sección - Operaciones
Especiales y Encubiertas, 9ª Sección - Oficialmente es inexistente y únicamente
es un burdo rumor.
Con ganas ya de leer el final de este episodio del compromiso. Espero que no nos hagas esperar tanto esta vez Shadow, aunque es comprensible cuando se tienen otras cosas que hacer. Un saludo
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ResponderEliminarGracias por invitarnos a participar de este universo.....
ResponderEliminarSaludos y a la espera del próximo.
Claudio
Esperando el final , como siempre te felicito y agradezco por compartir esta gran historia con nosotros. Desde Colombia un abrazo pdt : Esperando el capítulo 18 de Nueva personalidad .......
ResponderEliminarEscribe más por favor
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