Confederación Imperial Galáctica
Libro - 4
Estabilidad
5
Fecha estelar -
5328
2º Cuadrante
Militar del Imperio
Sistema Kidona
Planeta Kidona
III
Montañas Altard
Cuando la
Almirante Tanya entró en el despacho de su Alteza este le indicó que tomase
asiento, como de costumbre, Selena estaba en una esquina del mismo de guardia.
La Almirante tras sentarse preguntó a su Alteza de que se trataba…
• Tanya, cuando tengas la petición de exclusión
aérea quiero que la amplíes a todas las propiedades circundantes, únicamente
por el norte, por la zona lindante con la ciudad de Monterasnel no se podrá
cerrar.
• Está bien, no será ningún problema… pero será
mucha extensión, es posible que presenten quejas y el Alto comando de este
Distrito meta la nariz…
• Por eso no hay pegas, ya deje en el sistema las
instrucciones pertinentes al respecto, si alguien consulta, la orden vendrá del
Alto Mando Central de la Flota con prioridad absoluta.
• De acuerdo, entonces si alguien intenta indagar
directamente con nosotros se los remitiré de inmediato… ¿Cómo quiere que
manejemos la exclusión?
• Organízalo para que al menos dos parejas de
Interceptores Escorpión estén siempre en vuelo, pero que no sea ninguno de los
estacionados en el planeta, esos déjalos como recurso de emergencia por si
acaso.
• Está bien, tengo también planes de contingencia
preparados para que unidades de Asalto tomen o defiendan la vivienda de la
Marquesa de ser necesario.
• Amplia esos planes también a la vivienda del
Barón Von Grogoreki, y planifica la posibilidad de dos escoltas armadas de
Marines, una para cada uno de ellos…
• Entendido, lo prepararemos, hoy mismo estarán
listos. ¿Algo más?
• Si, Tanya, si el Mando del distrito por
casualidad enviase más naves, quiero que asumas su mando en cuanto entren en el
sistema y establezcan comunicación con órdenes de un bloqueo total de
comunicaciones salvo con el “Represor”. Es muy importante que no se sepa mi
presencia, usa mi código personal para esas órdenes, lo conoces tan bien como
yo. Si alguien rompe las órdenes y la presencia de esta nave o la mía se
filtra, actúa en consecuencia con el responsable, sea quien sea y ocupe el
rango que ocupe… Quiero un escarmiento que no se olvide…
• Sí señor, no se preocupe, me asegurare
personalmente de que el responsable termine lo antes posible en la prisión
Imperial de Infierno o Hibernia… y que no regrese nunca de allí… -respondió con
voz fría como el hielo.
• De acuerdo, de momento eso sería todo… Impón a
las patrullas la regla de las dos advertencias o dos avisos, cualquiera de
ambas me sirve… deja claro ese punto.
• De acuerdo, no se preocupe, me encargare de que
quede claro que a su Alteza le sirve cualquiera de esas dos formas de la norma.
• Gracias Tanya, no te molesto más…
• A sus órdenes… -se levantó marchándose del
despacho.
• ¿No será muy drástico lo de los dos avisos?
-pregunto Selena.
• No, los pilotos de los interceptores saben qué
hacer para que los tomen en serio directamente con un solo aviso, pero quiero
que sepan que tienen mi apoyo total si no les hacen caso y abren fuego con
resultados letales.
• Por eso también ha metido en la orden a los
capitanes de nuestra Flotilla, aunque estos ya lo saben más que de sobra y no
necesiten de esas aclaraciones, ¿no? –pregunto Selena con curiosidad.
• No, eso lo he hecho, porque los esos pilotos
saben que mis “capitanes” están siempre bajo mi protección personal en sus
órdenes, de este modo les dejo claro que están al mismo nivel que estos.
• Entiendo… es básicamente lealtad y responsabilidad…
• Exactamente, quiero que tengan claras sus órdenes
y que sean conscientes que no me escondo en ambigüedades, que respondo por lo
que digo… Llámalo si quieres inversión de futuro… -su Alteza sonrió-.
• Señor, créame que a estas alturas en la Flota ya
se sabe más que de sobra que si usted ordena algo y se siguen sus órdenes,
usted responde por ellas sin evadirse de la responsabilidad si algo sale mal…,
que no le carga el muerto a nadie y asume los hechos. Y ahora si terminó aquí,
creo que sería un buen momento para regresar al planeta…
• Si, antes de que amanezca y la Lanzadera sea muy
visible…
Tras esto ambos
se pusieron en marcha hacia el hangar del Represor. El viaje evidentemente
tenía que hacerse sin que nadie viese el movimiento, y la noche para ello era
perfecta ya que era muy difícil detectar por los propios medios una Lanzadera
de Asalto de la Flota, al estar diseñadas especialmente para dejar la menor
huella posible de sus descensos. Para apoyarla, justo en ese momento varias de
las naves de la Flota cambiaron posiciones usando entre ellas sensores de
movimiento activos con el fin de entorpecer cualquier detección que pudiesen
intentar conseguir al generar interferencias en toda la zona… Cuando su Alteza
y Selena llegaron a la casa, esta última iba enfadada ya que acababa de recibir
la grata noticia de que el Príncipe tenia pensando acompañar a la Marquesa en
los días siguientes para “aprender” labores de… “pastoreo”, que fue como definió
al trabajo que allí hacían con las Gylkiarezaye, animales autóctonos de Kidona
III. Según le dijo ante sus objeciones de que solo molestaría, su Alteza le
explico que eso ya lo había hablado con la Marquesa y ella estaba encantada de
tenerle como “aprendiz”… Eso fue el gozo en un pozo para Selena.
El problema que
le veía Selena, es que el ganado en cuestión, las Gylkiarezaye, eran las mal
llamadas Vacas Kidona o Vacas de Kidonia ya que sabían cómo esa antigua raza
que estaba presente en multitud de planetas de la Confederación Imperial, pero
que no se parecían salvo en ser herbívoros, a ningún otro tipo de lo que se
denominaba usualmente como “Vaca” en ningún otro planeta. Su carne era una
delicatesen, era de lo más caro que existía en la Confederación Imperial, pero
lo que le preocupaba a Selena de tan “selectos” y teóricamente por su nombre
tiernos animalitos, era que tenían seis patas, pesaban casi mil kilos, eran
engañosamente veloces, sus dientes o los cuatro pequeños cuernos de su cabeza
eran casi de la dureza del diamante, y tenían una mala ostia si no se las
trataba del modo adecuado que tiraba de espaldas, especialmente los machos, que
además eran terriblemente territoriales en sus manadas. Y su cabreo venia
porque su Alteza tenía pensado meterse a “tratar” con tan lindos animalitos
acompañando a la Marquesa… Como es obvio, eso la “inundo” de felicidad.
Al día siguiente,
a primera hora su Alteza estaba ante la puerta de la Marquesa hablando con esta
mientras “sus amigos” le miraban con mala cara, la idea no les gustaba ni por
casualidad. Se dirigieron todos hacia la manada más cercana para cambiarla de
pastos, el Barón también les acompañaba con algunos de sus hombres, por su
parte, la Marquesa también iba bastante bien acompañada. Aunque nadie explico
nada, tanto para su Alteza como para su escolta de la Guadaña, resultaba
evidente que tanta gente armada entorno a la Marquesa quería decir que no se
fiaban de que no intentasen algo contra ella. Selena consiguió hacer una aparte
con su alteza…
• Alteza, sabe también como yo lo que significa que
la Marquesa y el Barón lleven consigo tantos hombres armados. Tenga claro que
si considero que tenemos problemas, y ya sabe a qué me refiero, daré ordenes de
actuar con extrema contundencia tanto a la Flota como a los Marines de Asalto. Téngalo
en cuenta, porque si seguimos es posible que descubran quien es usted…
• No te preocupes por eso, precisamente el tener
tantos hombres cerca impedirá que pase nada de lo que tu temes. Por lo menos de
momento… Gracias por la advertencia Selena… sé que harás lo que debas.
• Eso ni lo dude Alteza…
Tres horas
después su Alteza fue testigo del primer altercado, un par de aparatos aéreos
de motor de combustión pasaron rasante sobre el ganado metiendo escándalo en la
primera pasada, pero peor fue en la segunda, cuando casi sobre el ganado rompieron
la barrera del sonido provocando una estampido que hizo que las “Vacas” se
asustasen y emprendiesen una carrera desenfrenada… Todos los presentes, y
obviamente me refiero a los nativos, empezaron a lanzar juramentos que
avergonzarían a cualquiera, diciendo además cosas la mar de desagradables sobre
los pilotos. Tardaron entre todos más de dos horas en volver a reunir la
manada.
Debido a su
tamaño, a su fuerza, a la dureza de dientes y cuernos, esos animalitos no
hacían como otros, correr en manada para protegerse, el peligro de ellos es que
salían corriendo en todas direcciones arrasándolo todo a su paso, incluso los
depredadores más grandes e imponentes de ese planeta tenían serios problemas
para poder cazarlos, y únicamente lo lograban cuando las manadas que atacaban
eran de pocos miembros, una como la de la marquesa… Nosotros de hecho evitamos
ser aplastados porque nos reunimos en grupos haciendo fuego con las armas al
aire, armas que además del láser, podían disparar una especie de cartuchos que
únicamente provocaban un agudo sonido que por lo que parece, hacía que los
animales variasen su rumbo pese al miedo que sentían.
Al ser una manada
grande, al correr en todas direcciones, hasta que esas carreras y direcciones
se estabilizaban, chocaban unos contra otros, lo que les provocaban heridas.
Esa manada según dijo la Marquesa iba a ser vendida en un mes o por ahí, cuando
los reunimos vio que de trescientas cabezas, al menos cien de ellas contaban
con pequeñas heridas, rasponazos por los cuernos, etc., por lo que su piel no
estaría en condiciones y no alcanzarían un buen precio, lo que le iba a obligar
a retrasar su venta. Por lo que dijo no tendría problemas económicos porque tenía
reservas monetarias suficientes, y nuestra presencia con el alquiler, le
proporcionaba además, un buen aumento al colchón económico para que esto no la
afectase de modo serio.
Su Alteza había
visto cómo mientras perseguían al ganado para reunirlo, en una ocasión, Selena
se había separado un poco para poder usar discretamente su transmisor… quedo un
poco preocupado por lo que esta hubiese hecho, por ello trato de hablar con
ella a solas, costándole casi dos horas conseguirlo…
• Que ordenes has dado…
• ¿Cómo dice Alteza?
• Selena, por favor… no te hagas la tonta, sabes de
sobra que te vi hablar…
• La Almirante acaba de dar la orden de exclusión
al Alto Mando Central usando su código de autorización, como máxima prioridad y
grado de Ultrasecreto. Desde hace una hora, los Escorpión están sobre nosotros,
tienes ordenes de usar misiles aire-aire instantáneamente sobre quien ignore
sus instrucciones… Regla de único aviso… y represalia máxima.
• ¡¡Selena!! –se escandalizo por las ordenes de
disparar.
• Mira Jhored –su Alteza respingo, cuando Selena le
tuteaba de ese modo era que estaba muy enfadada, pero muchísimo-, tu puedes
seguir jugando con el ganado y la Marquesa si quieres, pero te aseguro que esto
–señalo al ganado-, no volverá a pasar, o por lo menos, quienes lo hagan o tan
solo lo intenten, no vas a volver a salir vivos de aquí, y que den gracias de
morir sin caer antes en mis manos o las de mis compañeros.
• De acuerdo, es tu decisión y en esto, tu mandas…
• Si, así es, por orden del Emperador, yo mando
–recalcó, dejando claro que las ordenes no se iban a rectificar.
Su Alteza se
retiró del lado de Selena sonriendo para sí, de hecho la verdad es que después
de lo del ganado ya se esperaba que alguien diese esa orden antes de que lo
tuviera que hacer el mismo. Lo cierto es que en realidad lo que los escorpiones
usarían eran unos misiles realmente singulares, estos se disparaban y eran
controlados por los sistemas de guía de blancos de su nave madre, aunque en
este caso esa función la realizaría el “Represor”, que detonaría cualquier
misil que fuese a abandonar la zona de exclusión, pero que por el contrario,
derribaría posiblemente sin dejar supervivientes, a cualquiera que no fuese lo
suficientemente sensato como para irse a toda velocidad por tomar a los
Escorpiones a broma.
De hecho y si no
hubo ningún muerto por esta causa, fue porque al día siguiente intentaron
volver a pasar sobre el ganado los dos mismos aparatos aéreos, que escaparon de
los misiles de milagro, incluso uno de ellos fue alcanzado por la metralla de
uno al explotar antes de salirse de la zona de exclusión, llego a su base de origen
de verdadero milagro, y en ella ya les estaban esperando a los pilotos soldados
de asalto de la Flota para detenerlos y conducirlos directamente a una prisión
Imperial a la espera de juicio por su desobediencia. Con semejante actuación
por parte de las autoridades militares en la protección de esa zona, nadie
volvió a hacer oídos sordos a ninguna orden u aviso de los Interceptores. Tras
darse públicamente a conocer la noticia del hecho, todo el mundo en Kidona III,
ya sabía positivamente que en la Flota que orbitaba el planeta no se andaban
con bromas, incluso sus instrucciones o consejos a naves comerciales, por
inocentes que estos fuesen, se cumplían de inmediato.
Cuatro días antes
de que la Marquesa tuviese que acudir a la capital de Kidona III, al palacio de
gobierno, para ejercer su voto, durante la cena a la que asistían tanto su
Alteza, la Marquesa, el Barón, como los “amigos” del primero, en plena
conversación sobre como dilatar en lo posible la elección, el Barón expuso una
idea que le permitió a su Alteza, introducir su propia “idea” sobre ello como
si de hacer un favor a una amiga se tratase…
• Perdonad los dos, pero infiero por lo que
habláis, que de lo que aquí se trata es de tardar lo más posible en verte
obligada a votar por uno de los dos Duques, ¿no Kilara?
• Exactamente, por eso votare por el Barón, de ese
modo retrasare en al menos un mes o mes y medio más la elección… -sonrieron
ambos con cierta malicia.
• Contra más tiempo estén esas dos familias fuera
de su silla en la cámara, más débiles se volverán y mejor podrán ser
investigados, o por lo menos, perderán “dinero” con sus negocios al no poder
cubrirse eficazmente… -argullo el Barón.
• Bien, entonces creo que en lugar de votar por el Barón,
deberías de ejercer el voto nulo Kilara, eso duplicaría el tiempo de demora, ya
que la opción del Barón aun estaría presente para poder ser usada, si es que yo
entendí bien las reglas sobre esta elección.
• No, no funcionaria, tras mi voto me darán los dos
nombres sobre los que debo de votar… -dijo Kilara.
• Creo que te equivocas. Según las reglas de
votación, eso solo es posible hacerlo cuando el votado por el elector desempataste
no tiene la más mínima posibilidad de resultar elegido o bien existen otros dos
candidatos con más votos por delante, pero para ello, debes de haber votado por
alguien. Si se les ocurriese hacer lo que tú dices, indicarte a quien debes de
votar, podrías denunciar todo el proceso ante la comisión de las cámaras a tal
efecto por “intento de manipulación de tu voto”, lo que les obligaría a abrir
una investigación o como mínimo, a responderte que no tienes obligaciones,
antes de tener que volver a votar como te digo.
• Tienes razón, pero eso solo dilataría una semana más
como mucho la elección y ya no tendré la oportunidad de votar a modo de
protesta por el Barón…
• Creo que te equivocas. Si la comisión rechaza tu
petición sin aclararte que tienes derecho a votar a quien quieras, y tu
consideras que debe de hacerse esa investigación o una aclaración como mínimo,
como voto de desempate, aun te quedaría la opción de elevar la súplica para
ello al propio Emperador –su alteza sonrió sarcástico-, y no creo que nadie
vaya a presionar a este para que se dé prisa, o vaya a acelerar la elección
para que no pueda decir si se investiga o no. Solo es cuestión, de que ellos
sepan que puedes recurrir a esa… alternativa…
• Jajajajajajaja –al Barón se reía a carcajadas-,
tiene razón Kilara, el joven Jhored tiene toda la razón… Si saben que
recurrirás hasta el último extremo y ven que efectivamente si, puedes recurrir
directa y legalmente ante el propio emperador, se tragaran la segunda votación también
para evitar que este centre su atención en ellos… eso nos daría algo más de dos
meses…
• Tres… creo si no recuerdo mal, que la segunda
votación, la Marquesa puede recurrir a hacerlo en una recepción en la Capital
de Kidona III, puede invitar a un buen número de personalidades, incluidos
algunos que… nadie presionaría ajustándoles mucho el tiempo… -dejo caer su
Alteza.
• Pero aunque invit… -Kilara se detuvo un instante
pensativa-. Eso daría igual, es como con lo anterior, si invito al Emperador y
a su Alteza Imperial, mientras que ambos no contesten declinando la invitación
nadie podría presionarme para acelerar la elección, y a estos debería de darles
suficiente margen por sus agendas… El problema sería hacérselas llegar sin que
nadie intente paralizarlas para que no estén en sus manos dentro del plazo...
• Eso será siempre suponiendo que no acepten
ninguno de los dos… -argullo el Barón-, y quizá en esto yo si pueda intentar
echarte una mano. He hablado varias veces con el Emperador, tengo algunas
formas de poder hacerle llegar personalmente la invitación y más importante aún,
que "ellos" lo sepan de cierto, lo más probable es que la decline,
pero para lo que realmente queremos nos serviría de igual modo.
• ¿Y su alteza imperial? -pregunto Kilara.
• Eso es mucho más difícil, ahí sí que no tengo
contactos, además, es muy difícil que ambos a la vez aceptasen la invitación,
realmente con la del Emperador debería de ser suficiente, si él quisiese acudir
y no pudiese, se lo encargaría a su Alteza o a alguien en quien delegase la representación.
En cualquier caso, nos basta simplemente con conseguir ese tiempo, venga
alguien o no...
• Jhored, ¿una pregunta?
• Si Kilara...
• Lo de quedaros tres meses más es en firme, ¿no?
• Si, sabes que si -respondió su Alteza ante la
disimulada sorpresa de sus "amigos" que hasta el momento no sabían
nada de eso.
• Bien, porque he pensado que con ese dinero dado
que tengo el derecho a ello, podríamos montar la recepción y votación aquí, en
mi casa, contratando una empresa de eventos de la capital. La seguridad seria
total, estamos bajo interdicción aérea y tenemos unidades de guerra de la Flota
justo sobre nuestras cabezas. Esto casi, casi nos aseguraría el tiempo que
queremos haga lo que haga el emperador, y si este por cualquier causa
aceptase... -dijo Kilara.
• Bien, es posible... -el Barón se masajeaba la
barba pensativo-, bien. Si Kilara, creo que sí que podríamos vendérselo al
gobierno planetario, especialmente con ese "si el emperador
aceptase"... Además no se llevan muy allá con el gobierno electo del
Sistema, son de partidos contrarios y esto les daría a ellos el control último
de la teórica elección final e incluso puede que en presencia de como mínimo algún
delegado imperial, con todo lo que eso les supondría. Veré de mover unos
cuantos contactos que tengo en la capital, pero si, puede que si sea más que
factible la jugada, aunque no cuentes con la visita de nadie “importante”, y ya
sabes a quienes me refiero –la Marquesa asintió.
El decir que la
buena de Selena estaba que se subía por las paredes cuando se marchaba rumbo a
la casa que tenían alquilada, era decir poco. El anuncio sorpresivo de su
Alteza sobre el aumento de su permanencia en el planeta no le había sido
comunicado y mordía... Cuando se elevaron y tomaron velocidad rumbo a descansar
por la noche Selena directamente le pregunto...
• Perdone Alteza, ¿pero no cree que se está pasando
un poco con todo esto?. Podríamos irnos, regresar para la votación, ejercer
usted de representante y confirmar al Barón, no hay necesidad de seguir aquí.
• Como que no, pues claro que hay necesidad de
continuar en este planeta.
• Está bien, pues por favor, dígame una que me sea válida...
• ¿Qué tal el conseguir a mi futura esposa? ¿Pero
porque crees que quiero que retrasen la elección el mayor tiempo posible?
¡¡¡Pues para poder conocerla mejor!!!
• ¡¡¡Futura esposa!!! -los ojos de Selena se
abrieron como platos y medio quisieron escaparse de sus orbitas-, pero... pero...
¿Quién puede…? Es que… bueno… yo… ella es… –se recuperó de la sorpresa a los
pocos segundos centrándose de inmediato-. Bueno es la Marquesa, evidentemente, eso
está claro… pero es que... bueno... vera... nadie ha pensado… bueno, había
pensado que… -se aturullo por la sorpresa dado que tenía muy claro que su
Alteza estaba hablando completamente en serio.
• Que es lo que pasa Selena, ¿que no está en las
listas que me enviaron? Me da igual, me pensaba casar con quien me mereciese la
pena, Kilara me la merece, y además, pertenece a un linaje noble, y más antiguo
aunque muchas de las presentes en esa lista, de modo que objeciones por ese
lado, cero. ¡¡¡Ahhhh!!!, y por si fuese poco, no es ningún zorron redomado como
todas esas... De todas formas, aun me quedan casi tres meses para decidir qué
hacer al respecto… y que ella acepte, claro.
• Alteza, no estará pensando casarse deprisa y
corriendo con ella por eso que llaman flechazo o amor a primera vista, ¿verdad?
• Oye Selena, ¿porque clase de idiota me tomas...?
Si me convence en estos meses, le pediré un compromiso "no oficial"
siguiendo con mi tapadera de adinerado hombre de negocios en transportes
estelares, y si acepta, entonces veremos si de verdad puedo convertirla en mi
esposa o no. Soy plenamente consciente de quien soy, del puesto que ocupo y de
las responsabilidades que arrastro en todos los aspectos, creo que a estas
alturas, tu mejor que nadie debería de saber eso...
• Si Alteza, todo eso lo sé, solo trataba de
asegurarme de que usted también era consciente de ello si se trataba de ella.
• Pues sí, sí que lo soy Selena, sí que lo soy.
La votación en la
capital fue más o menos como se esperaba, cuando todos votaron e hicieron el
recuento de los mismos, apareció un voto nulo y nuevamente un doble empate
entre los Duques, quienes de inmediato montaron en cólera contra la Marquesa.
El presidente de la mesa de votación hizo la poca atinada observación de que
para la siguiente la "Srta. Marquesa de Volterra", debía de votar por
alguno de los dos candidatos más votados de forma obligatoria. A los veinte
segundos, levantándose, la Marquesa informo a la mesa que de modo formal y
oficial, que al día siguiente daría cuenta a la comisión adecuada a estos temas
sobre su intento de coacción para forzar su voto. Añadió que si esta comisión
no hiciese su trabajo, de acuerdo con su derecho como votante electa de
desempate, acudiría al Emperador en persona para que este fuese quien
considerase la posibilidad de cancelar las votaciones y nombrar un grupo
elector completamente nuevo.
Fue un caos, el
presidente de la mesa rectifico en el acto, trato de echarse atrás en sus
declaraciones pero la Marquesa no acepto, arguyendo que pensaba llegar hasta el
final con tal intento de coacción contra ella. A los tres minutos la sala era
un maremágnum de voces, gritos, juramentos y era penoso ver a tan poderosas
personalidades discutiendo como si estuviesen en la peor taberna de un puerto
de mineros, los únicos que parecían mantener su compostura eran la Marquesa de
Volterra y el Barón Belton Von Grogoreki sentado a su lado. Incluso los Duques
de Koldionar y Kildonaire dieron un pésimo espectáculo.
En los días
sucesivos fue tema principal de portada en los principales noticieros de la Confederación
Imperial que tomaron los datos de los noticieros locales del Sistema,
polarizando sobre todo el Sistema Estelar Kidona la atención de la opinión
publica de la totalidad de la Confederación Imperial. Al final, y gracias a un
tecnicismo, la mesa pudo retractarse de su declaración dejando sin posibilidad
de maniobra a la Marquesa, aunque el daño que esta pretendía causar, ya estaba
hecho. Tres días después la Marquesa de vuelta en su casa, se reunía con
Jhored, sus amigos y el Barón a comer, ambos estaban encantados de como salió
todo, agradeciéndole a su Alteza las ideas que había aportado. Selena vio como
los ojos de su Alteza brillaban de forma especial al mirar a la Marquesa.
EPILOGO
La Marquesa
organizo la recepción en sus tierras mediante una serie de carpas prefabricadas,
acudieron importantes personalidades de la Confederación Imperial a la misma,
incluidos algunos miembros del Gobierno Central, todo gracias a la atención que
se creó en la opinión pública con la anterior votación. El Emperador por su
parte declino la invitación amablemente, aunque si aviso de que muy
posiblemente enviaría a un representante a la misma.
De la seguridad
del evento se hicieron cargo por orden del Gobierno los Marines de la Flota, ya
que varias naves orbitaban justo sobre la zona y estos no permitieron el paso a
guardaespaldas de nadie, incluyendo los ministros, que debieron de permanecer o
bien en la cercana población de Monterasnel o bien en las naves de la Flota en órbita
sobre Kidona III, quedando estos de inmediato incomunicados nada más llegar,
puesto que la mayoría de ellos, especialmente los de los ministros, eran muy
capaces de reconocer la oculta silueta del Represor al ingresar a la Flota... y
nadie quería que ese dato transcendiese antes de tiempo.
Kilara Volterra,
Marquesa de Volterra, aceptó la especie de compromiso no oficial argumentado
por Jhored, aunque este tuvo que darle unas explicaciones muy buenas sobre el
motivo de tal petición, quedando ambos en “dedicarse” de pleno y con prioridad
a los negocios que fuesen considerados más “importantes” por parte de ambos. Claro
que más buenas tuvo que dárselas a esta aun, cuando se descubrió en la recepción
quien era de verdad el novísimo y flamante novio de la Marquesa, que se quedó
de piedra, entre otras cosas, ante lo que se le avecinaba encima con su “compromiso
no oficial”.
Antes de empezar
la recepción, Jhored le planteó el compromiso “no oficial” a Kilara en base a
sus “presuntos negocios”, que esta con reticencias aceptó, especialmente en lo
relativo a acompañarle y aprender sus nuevas responsabilidades en sus
“negocios”, viendo además si de verdad, sería capaz de ser su esposa estando a
la altura de ellos, siempre y cuando, esta los considerara como más importantes
que los suyos propios, y fue muy específica en ello para aceptar. Selena que se
encontraba cerca escuchando, meneo la cabeza cuando la Marquesa aceptó,
pensando en lo “cabrón” y manipulador que podía llegar a ser su alteza para
conseguir sus objetivos, como en esta ocasión, a su “prometida”.
Dicho de este
modo parece "sencillo", pero ante Kilara y la cara de cabreo que tenía
en esos momentos, cuando le dijo lo de “prometida oficiosa”, Selena desde una
distancia prudencial, tuvo el enorme placer de poder ver sudar tinta por
primera vez a su Alteza ante su "nueva prometida oficiosa", y eso que
aun, en esos instantes, no conocía de verdad quien era este. Por un instante
incluso, Selena se planteó la posibilidad de “estar lejos” cuando Kilara
averiguase la verdad y se diese cuenta de cómo la habían manipulado, a ver si
con un poco de suerte le soltaba un par de buenos guantazos a su Alteza y este
empezaba a aprender a no valerse de “esos trucos tan sucios”, pero de inmediato
lo descartó. Era su Alteza Imperial, y ella su guarda espaldas personal, le
encantaría que sucediese y que su prometida le metiese media docena de ellos
bien dados, pero no podía permitírselo sin mancillar su propio honor, lo que
por cierto, considero que era una autentica mierda… solo con pensar en lo que
hubiese disfrutado con ello.
Al empezar la votación,
la mesa cometió un error garrafal que aún le vino muchísimo mejor a los
"conspiradores", decidió que la votación fuese a mano alzada. Cuando
le tocó el turno a la Marquesa y eligió como el adecuado para ocupar el escaño
en la mesa de la cámara al Barón Belton Von Grogoreki, estallo un caos de
voces, que no llego a mas por la presencia allí de los altos cargos del
gobierno central que mostraron su desagrado por el tumulto que se generó, y los
ánimos se fueron apaciguando poco a poco.
Cinco minutos después
y cuando las cosas empezaban a estar nuevamente bajo control, se hizo casi de
forma repentina el silencio absoluto, ante los atónitos ojos de Kilara, Jhored
se acercó a ella, pero no era el quien hizo que todo el mundo se callase, sino
la repentina irrupción en la recepción de varios Marines de Asalto de la Flota
con las armas preparadas, y de cinco personas que de inmediato rodearon a
Jhored a modo de escolta, seis personas de las que cinco portaban el uniforme
del SISI, de la temida Guadaña, y la sexta, Selena, que también mostraba sobre
sus ropas de fiesta su emblema. Por otro lado, determinadas personas de la recepción,
como por ejemplo los ministros, cuando Jhored avanzó le reconocieron de
inmediato como quien en realidad era, marcando la cadena que dio con el inicio
de los saludos de rigor que se debían de realizar ante el Heredero al Trono
Imperial.
La sorpresa de
esta fue total cuando Jhored, identificándose por primera vez con su nombre y
apellidos reales, como Heredero directo al Trono Imperial le pido a la Marquesa
la confirmación sobre su elección. Kilara únicamente pudo asentir, las palabras
no le salían en absoluto, al extremo que parecía que fuese incluso a
desmayarse. Tras su confirmación de su voto, su Alteza hizo oficial la elección
del Barón argumentando los motivos ante una más que atónita concurrencia,
incluido el propio Barón que por lo que se veía también desconocía aquella
particularidad sobre el Marquesado de Volterra y estaba tan estupefacto como
ella con la identidad real de Jhored... Especialmente cuando solo unos minutos
antes, riéndose les había felicitado a él y a la Marquesa por su “compromiso”…
Cuando ambos
Duques empezaron a gritar y protestar, a una señal de su Alteza, un miembro de
la Guadaña se situó junto a cada uno de ellos poniendo una de sus manos al
instante sobre la culata de su arma y desenfundando esta en clara advertencia. Luego,
el Príncipe con voz serena y tranquila, les advirtió que tuviesen cuidado con
sus amenazas y sobre quien las proferían, no fuese que tuviesen que ser
juzgados por un delito de sedición, incitación a la misma o Alta Traición,
todos ellos penados con la muerte, y ante los cuales, los agentes a su lado tenían
plena potestad para ejecutar la pena capital al instante. Se hizo un silencio
sepulcral tras esto... Ambos Duques se marcharon de inmediato, pálidos como
muertos, y acompañados, aumentando su miedo con ello, por un miembro de la
Guadaña y media docena de Marines de Asalto armados hasta los dientes con los
cañones de sus armas en posición baja a unos 45º, pero enfilados siempre en su dirección...
La Boda entre su
Alteza Imperial y Kilara Volterra, Marquesa de Volterra, tuvo lugar por todo lo
alto en la Capital Imperial en el año 5331 con el absoluto beneplácito del
Emperador ante quien siguieron el antiguo ritual de formalización de los votos
de mutua lealtad. Hasta esa fecha, la vida de Kilara no resulto nada sencilla dado
lo mucho que tuvo que aprender para poder afrontar sus futuras
responsabilidades, e incluso, llegado el fatídico caso, hacerse cargo del Trono
de resultar estrictamente necesario. Buena parte de esa instrucción la realizo
a bordo del "Represor", alegando que prefería la cercanía a su
"prometido" y que este era quien mejor la podría orientar en su formación.
También se empeñó
en tomar la Droga de longevidad, dado que para ella era factible poder hacerlo
tras someterse a las pruebas de compatibilidad. Esa Droga era la misma que es
su momento tomaban los miembros del SISI o que había tomado su mismo Alteza
Imperial, sin embargo, fue disuadida de ello, por lo menos hasta el momento en
que al menos le hubiese dado dos vástagos a la Dinastía para conceder de ese
modo la estabilidad al Trono, algo que ella acepto muy reticente, mientras
miraba fijamente y de modo especulativo al Príncipe. Selena ese día tuvo la sensación
de que tras la ceremonia, era muy posible que su Alteza resultase ser padre
antes de lo que el mismo se pudiese imaginarse....
Tras la boda, a
la flamante Princesa Imperial le fue otorgada su propia escolta, incluyendo un
agente de la Guadaña en exclusiva como agente principal de su esta, que fue
elegido personalmente por Selena. De hecho, Selena, como escolta personal de su
Alteza, encontró en la Marquesa una gran aliada a la hora de mantenerle “bajo
control”, o al menos, que no se les “desmandase” tanto o tan a menudo como
antes… Aunque no por casarse, su Alteza, dejo de ser “su Alteza”, para disgusto
general de sus más allegados… e incluso, de su misma esposa en algunas
ocasiones.
Los negocios de
ambos Duques resultaron... digamos que severamente perjudicados por la
presencia en la mesa de la cámara del Barón, este se aseguró de cortarles uno
por uno todos los apoyos que con tanto tiempo habían ido creando. El Barón para
esto conto desde las sombras con el apoyo incondicional del Emperador, cuyo
poder le cubría como una especie de escudo ya que era algo "sabido"
en los círculos adecuados de la capital, quien era el que estaba realmente tras
el Barón, y nadie quería mostrarse mucho ante él, especialmente cuando lo que
este mantenía, era una cruzada contra la corrupción en el gobierno. En cuanto a
los negocios de ambas familias en el sistema Kidona, bueno, el hecho de que la
futura Emperatriz era nativa del sistema Kidona, que pese a todo mantuviese sus
posesiones allí con sus negocios de ganado, y que fuese ampliamente conocido el
hecho de que no los tragaba ni por casualidad, no es que les beneficiase
tampoco mucho que dijésemos a la hora de conseguirse “nuevos apoyos”, e incluso
a mantener los viejos.
FIN
Genial final.
ResponderEliminarExcelente.
ResponderEliminarA ver si tenemos suerte y la esposa del heredero es capáz de meterlo un poco en vereda... aunque no lo tengo nada claro.
Ha sido un placer leer esta nueva historia de la Confederación Imperial Galáctica. Gracias por publicarla.
Jubilado.
MAGNIFICO
ResponderEliminarEnhorabuena,
ResponderEliminarNo se en que trabajaras, pero como escritor creo que podrías ganarte la vida.
Aunque por nombrarte algunos fallos, para que veas que no todo son loas ;), te indicaría que no creo que exista ningun miembro de la nobleza española que no conozca al principe heredero, máxime si el barón conoce personalmente al emperador, que no le conociera no tiene ningún sentido y como se supone que es su sobrino, incluso algún parecido físico tendrá que tener.
En fin ello no obsta para que sean muy entretenidas.
Un saludo
desprendiz
Querido Desprendiz, tienes razón, solo que piensa que en este caso, se explica en el Tercer Libro, el Heredero, de donde procede el Príncipe Jhored, por lo que nadie lo podia conocer antes de que fuese encontrado en su planeta natal ya que su padre nunca lo presento, sino que oculto su nacimiento. También ten en cuenta que es tan conocido como él se muestre, y que de momento por lo que se va sabiendo, pasa gran parte de su tiempo a bordo de una nave estelar de Guerra, el "Represor". Que conozcas al Emperador no significa que hayas tropezado con el príncipe.
EliminarAdemas, en una Confederación Imperial Galáctica, con miles de millones de personas habitando cientos de mundos quizá, lo de parecerse a alguien importante que ademas se prodigue poco en ser conocido... Tan solo mira lo que pasa en la realidad con la gente famosa, como procuran imitarlos los fans y parecerse a ellos en todo lo posible, incluido físicamente... De todos modos, me encanta que te lo tomes tan en serio, eso es señal de que de verdad te esta gustando la serie...
Excellente como todo lo que he leido tuyo, muchas felicidades por esa mente creadora, esa imaginacion,
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