Confederación Imperial Galáctica
El Embajador
Fecha estelar - 5342
1º Cuadrante Militar del Imperio
Orbitando Capital
Nave de Combate Represor
El Represor acababa de entrar en órbita de
Capital mientras el resto de la Flotilla amarraba en la Base Estelar del
sistema iniciando su avituallamiento. Jhored se dirigía desde su alojamiento
hacia los hangares llevando en brazos a sus dos hijos, los cuales estaban
emocionados pues acababan de ganarle a su padre en un juego, y no paraban de
explicarle a este como lo habían hecho. Kilara iba a su lado riéndose, junto a
esta estaba el Barón Von Grigoreki, mientras que Selena con el resto de
escoltas iban tras ellos. Selena se preguntaba qué era lo que estaría ahora
tramando su Alteza para ir tan risueño, porque no tenía ninguna duda de que
pese a lo que ya se había "divertido", aún no había terminado con lo
que fuese que había planeado. Selena comenzó a rememorar lo ocurrido hasta
entonces para ver si se le había escapado algo…
Empezó en Kidona III con la excusa del
viaje de "vacaciones" con el "presunto" único propósito de
amargarle la vida a unos cuantos a los que se la tenía jurada, bueno, eso y
cortarles después la cabeza. Luego llegó el momento de la última votación sobre
la modificación de la Carta de Colonización de Kidona III, ahí fue cuando a
instancias de su Alteza, junto con otros cuatro escoltas más se mezclaron con
los espectadores que habían conseguido acceso a la grada situada sobre el
semicírculo que formaban los asientos de la cámara de representantes del
planeta. Jhored llevaba un uniforme de la flota sin emblemas, mientras que
Selena y los demás escoltas llevaban el uniforme del SISI, obviamente todos
ocultaban sus ropajes con amplios abrigos que les tapaban por completo. Una vez
que la votación de los representantes termino entre gritos, protestas y
abucheos del público lo cual era previsible, de hecho, se esperaban disturbios
en el planeta a cuenta de esto. A una seña de su Alteza, Selena procedió a
marcar a todos los diputados de los que se tenía constancia probada de haber
aceptado sobornos para emitir su voto para proceder a su detención cuando el
príncipe lo ordenase. Su destino no iba a ser nada agradable, de hecho, apenas
un par de horas antes la Corbeta "Caronte" acababa de anunciarle al
Represor su entrada al sistema con el fin de unirse a la flotilla por orden
directa de su Alteza Imperial, lo que quiera decir que se preparaba un viaje
para alguien con destino a las prisiones del SISI de Hibernia o Inferno.
Todo estalló cuando el presidente de la
mesa solicitó el voto del representante más destacado de la nobleza en el
sistema. Fue entonces cuando Kilara hizo su entrada estelar gritando un claro y
directo "NO". A su espalda avanzaba el Baron Von grigoreki,
presidente de la Mesa de la Cámara Alta Imperial junto con sus escoltas. Tras
esto estalló un griterío que al presidente de la mesa le costó unos minutos
controlar… Pero antes de que pudiese dirigirse a Kilara, esta con voz clara
refrendo lo que dijo…
-
Yo, Kilara
Volterra, como Noble más destacada del Sistema Estelar Kidona y su Sector, voto
NO a la reforma de la Carta de Colonización de Kidona III y a cualquiera otra
de su mismo sistema.
-
Usted no es quien
para poder votar… un simple Marquesado no se acerca siquiera a cualquiera de
nuestros ducados… -replicó con desprecio el Duque Koldionar-.
-
Ese simple
Marquesado es Natural de Kidona III, mientras que sus Ducados ni siquiera son válidos
en este Sector para lo que están tratando de hacer… -replicó sonriente el
Barón-.
-
Orden… Orden…
-pidió el presidente cuando comenzaron nuevamente las protestas para después
volverse hacia Kilara-.
-
Señora Marquesa,
su título efectivamente, es el más representativo de este sistema e incluso del
sector, tal y como usted misma ha dicho. Sin embargo, ambos títulos ducales son
válidos de acuerdo con la ley nobiliaria, gracias a su artículo de asociación
de títulos. Ambos estan asociados por derecho de herencia a las Baronías de las
que los Duques son titulares… Por eso, lo siento mucho, pero su voto en función
del Marquesado de Volterra, no es válido… -replicó el presidente de la Mesa-.
-
Yo no he
mencionado mi Marquesado. ¿Quién le ha dicho a usted que yo estoy votando en
calidad de Marquesa de Volterra señor presidente? -preguntó socarrona Kilara-.
-
Señora Marquesa…
-
Alteza Imperial
si no le importa… Exactamente, Princesa Imperial Kilara Volterra por derecho de
matrimonio… tal y como marca la ley nobiliaria que acaba usted de mencionar -interrumpió
sarcástico el Barón al presidente de la Cámara, que palideció como un muerto-.
-
Según creo, el título
de Princesa Imperial es significativamente más representativo que un simple
ducado de tres al cuarto… Y como princesa Imperial por derecho de asociación Matrimonial
al Marquesado de Volterra, sigo votando ¡NO! -añadió Kilara con voz firme-.
El presidente fue a replicar a la vez que
ambos Duques, cuando en ese preciso momento a una señal de su Ateza entraron en
el hemiciclo varios agentes uniformados del SISI con las armas en las manos,
procediendo a arrestar a varios de los representantes políticos. Cuando el
presidente y ambos duques intervinieron pidiendo explicaciones y comenzando a
hacer un escándalo intervino el Príncipe Jhored poniéndose en pie para sorpresa
de todos quienes le rodeaban… Nadie en el hemiciclo tardo en reconocer quien
era en cuanto descubrió su cabeza, dejando ver su rostro con claridad… Claro, que
posiblemente en el reconocimiento influyo el que a su alrededor también
quedasen al descubierto varios agentes del SISI de uniforme.
-
Sus detenciones
han sido ordenadas por mí personalmente por delitos probados de Alta Traición
al haber aceptado sobornos para emitir sus votos en este proceso de
modificación de la Carta de Colonización de Kidona III, delito por cierto
capital. Su destino de acuerdo con la ley de enjuiciamiento militar y mis
propias ordenes, será la Prisión del SISI de Hibernia de donde no volverán a
salir con vida, y lo que les reste, me ocupare personalmente de que sea tan
miserable que desearan no haber nacido nunca… -replicó con voz gélida su
Alteza-.
-
Alteza Imperial…
-el presidente de la mesa se calló a un gesto de su Alteza-.
-
Señor presidente
de la mesa, esto no tiene nada que ver con lo que están tratando. La votación
de la cámara ya se llevó a cabo y fue refrendada legalmente, por lo que estas
detenciones no influyen en el proceso. La votación fue validada y es efectiva
pese a todo, simplemente se ha hecho así para evitar que las ratas puedan
tratar de escapar a las consecuencias de sus acciones. Mi esposa, como princesa
Imperial por derecho de matrimonio tal y como marca la ley, ya ha expresado su
intención de voto… ahora le sugiero que continúe…
-
Su voto no
necesariamente podría ser válido… -chilló el Duque Koldionar-.
-
Efectivamente,
podría no serlo, pero única y exclusivamente si yo como propietario legal del
título votase en su contra. Pero no creo que nadie pueda decir que de mis
labios ha salido opinión alguna al respecto del asunto que se está tratando
aquí… ¿o alguien piensa tener el valor de mentir en mi propia cara? -dijo
Jhored. Selena aprecio en su alteza una sonrisita irónica que no llegaba a sus
ojos, estos permanecían despidiendo puras esquirlas de hielo-.
-
Esto es muy
irregular… -replicó uno de los portavoces de la mesa-.
-
Efectivamente señor
portavoz, es muy irregular. Por cierto, que cuando termine este proceso, me
encantara escuchar personalmente de sus bocas el motivo por el que mi esposa no
fue convocada, cuando la ley es clara y especifica al respecto.
-
Solo estábamos
obligados a llamar a declarar al… -el tercer portavoz se detuvo en seco-.
-
…poseedor del título
más representativo del Sistema estelar Kidona, ya sea por origen o por
vinculación, ya sea esta de herencia o de matrimonio, tal y como especifica la
ley, efectivamente, así es. Repito, esto como ha dicho el portavoz, es muy
irregular, y estoy impaciente por escuchar sus explicaciones, y por el propio
bien de todos ustedes, confió en que sean excepcionalmente buenas -replicó
Jhored con una voz que puso a más de uno los pelos de punta-.
-
Nosotros no
sabíamos… -el presidente de la mesa fue interrumpido nuevamente-.
-
El que no sabían
ustedes señor presidente, ¿que la Marquesa de Volterra se había casado con el
heredero al Trono Imperial pese a que fue retransmitido en directo por todas
las cadenas de Trivisión quizá? Porque deben de ser los únicos en toda esta
parte de la Galaxia que no lo sabían… -replicó Jhored arrancando tímidas risas
de los espectadores presentes-.
-
Pero… -otra vez
Jhored interrumpió a uno de los portavoces-.
-
Pero si quiere,
señor portavoz, preguntamos a estos esforzados ciudadanos que están junto a mí,
si alguien desconocía ese hecho en concreto… ¿Sabe qué?, tengo curiosidad…
-Jhored se giró hacia la gente de su alrededor alzando las manos para atraer la
atención, algo innecesario pues todo el mundo le miraba con los ojos abiertos
como platos-.
-
Ciudadanos, por
favor, que levante la mano aquel que "SI" sabía que Kilara Volterra,
ciudadana de Kidona III se había casado conmigo, Jhored Thalant, heredero del
Trono de la Confederación Imperial Galáctica… -grito Jhored con voz que retumbo
en toda la cámara-.
Selena quedo alucinada con el espectáculo
de las innumerables manos que se alzaron al instante en la grada, hubiese
podido jurar que el 100% de los presentes levantaron sus manos con energía, a
lo que siguió un fuerte "viva el Príncipe y la Princesa"…. Algo de lo
que prácticamente todos los presentes eran muy conscientes, es de que el
proceso estaba siendo retrasmitido a todo el sistema por Trivisión, lo que
tenía sudando a la mesa. Pero lo que nadie a excepción de su Alteza pareció
prever o presuponer, pese a ser de lo más obvio, es que a los pocos minutos de
haber hecho Kilara su aparición estelar y comenzar el bochornoso espectáculo,
todas las grandes cadenas de Trivisión de la Confederación Imperial habían
conectado sus programaciones emitiendo en directo. Todo el mundo pudo ser
testigo de la discusión de la princesa, la detención de los políticos
corruptos, y la intervención de su Alteza Imperial el Príncipe Jhored. Selena
tenía sus más que evidentes sospechas del modo tan veloz en que las grandes
cadenas reaccionaron…
Al final al presidente de la mesa no le
quedó más remedio que aceptar la decisión de Kilara, haciendo que ambos Duques
se tambaleasen cuando lo escucharon. Ese día quedaron destruidas muchas
carreras políticas del Sector Kidona, incluido las de los miembros de la mesa
que se vieron obligados a dimitir por su negligencia de no avisar a la Princesa,
un reconocimiento de culpa que por cierto les salvo la vida, pues de haberlo
negado o tratar de parapetarse en el desconocimiento de la Ley, su destino
hubiese sido también la Prisión de hibernia, algo de lo que eran plenamente
conscientes. La tempestad política que se desencadeno en el sector y que fue
reflejada por las grandes cadenas de noticias duro semanas. Cuando esta pareció
decrecer llegó la intervención policial orquestada por el SISI, ambos Duques
fueron ejecutados por decapitación pública por agentes de la temida Guadaña por
delitos de lesa gravedad, Alta Traición y conspiración con organizaciones
criminales, siendo posteriormente revocados los dos títulos por el Emperador a
instancias de su Alteza. Estas organizaciones criminales por su parte, fueron
desmanteladas y sus miembros eliminados por el SISI sin la menor piedad, de
forma pública, sin aceptar detenciones por parte de la policía.
Si alguien llegó a pensar en algún
momento que esto perjudico la imagen de su Alteza en la Confederación, que se
olvide, salió incluso más reforzado ante el pueblo llano, además de dejar
nuevamente demostrado que con el Príncipe Jhored cerca tratar de jugar con la
ley es muy peligroso, por muy alto que se estuviese en la cadena de mando o
influencias que se pudiesen tener. Decir que tras esto la pareja era idolatrada
en el Sistema Kidona seria quedarse muy, pero que muy cortos. Pero no termino
aquí el periplo de su Alteza, ya que sorprendió a todos sus colaboradores,
esposa y amigos, cuando decidió que desde Kidona III debían de poner rumbo
directo a Valkirr para hacer una visita. En el embarque sucedió un incidente
que fue presenciado por todos, que no gusto a ninguno y peor aún, que Jhored no
puso muy buena cara ante ello, lo que hizo que Selena automáticamente se
tensase junto con el resto de escoltas del SISI, pues conocían el gesto, que no
solía presagiar nada bueno para alguien.
Se trataba de una joven con uniforme de
cadete Valkirr que estaba discutiendo con una compañía de transporte sobre un
billete. Por lo que se podía deducir de la discusión, habían vendido más de la
capacidad de la nave y ahora la joven no tenía plaza pese a haber realizado el
pago con anterioridad. Su problema, por lo que estaban escuchando de la
discusión, es que para llegar a Valkirr debía de tomar dos conexiones más y si
no lograba subir a esa nave las perdería, llegando fuera de tiempo, lo que sería
un serio problema para ella. Fue la pequeña Kilara la que le pregunto a su
padre si la joven no podría ir con ellos ya que iban hacia allí… Jhored sonrió,
le dio un beso a su hija, luego la alzo en brazos, cogió por la mano al pequeño
Jhored y se dirigió al lugar de la discusión. Selena no pudo evitar poner los
ojos en blanco al ver la sonrisa taimada de su Alteza mientras se dirigía hacia
la joven, incluso sus propios hijos se alertaron por ello, redoblando su
atención sobre su padre para no perderse detalle de lo que le fuese a hacer,
conocedores a esas alturas incluso ellos de que eso implicaba problemas para
alguien.
Su Alteza cuando llegó hasta la joven,
donde esta discutía con la representante de la compañía en el acceso de
embarque, se entrometió en la conversación. La representante muy amablemente le
pregunto si tenía sus pasajes, cuando Jhored dijo que no tenía, su tono cambio,
pasando a ser bastante desagradable, aunque con toda diplomacia, eso sí. Solo
un gesto de Kilara impidió que la escolta interviniese de aun peores formas
contra ella. Jhored amablemente se ofreció a que la joven cadete viajase con
ellos, ya que él y su familia junto con unos amigos, también viajaban hacia
Valkirr en un transporte militar y sobraba sitio. La cadete agradecida acepto,
especialmente cuando su alteza tras la primera pregunta que le hizo, le explicó
que al ser un traslado en las circunstancias actuales tenía derecho al uso de
un transporte militar. Ella, como digo, ante esto aceptó, pero Jhored todo
sonrisas y simpatía, antes de acompañarlos, le sugirió que presentase una
reclamación contra la compañía con ellos de testigo de lo que había sucedido…
La representante al escucharlo únicamente se limitó a sonreír irónica, dado que
ya tenía experiencia en como solían terminar esas quejas, en poco menos que
nada, ya que las multas eran muy inferiores a lo que la compañía ganaba
haciendo esto. Aunque más irónicas fueron aun las sonrisas de quienes rodeaban
a su Alteza cuando vieron el gesto y la sonrisita sarcástica de Jhored como
respuesta a ello.
Los presentes que protestaban, viendo lo
que hacia la joven cadete, también pidieron notificaciones oficiales de
reclamación de daños. Jhored estuvo ayudando a la joven cadete a rellenar la
notificación con la sonrisita en la cara de la representante durante casi todo
el proceso, esto comenzó a variar especialmente al final del mismo… Comenzó a
cambiarle la cara con la respuesta a la primera pregunta de Jhored a la cadete,
sobre si regresaba a la academia, o era de nuevo ingreso en ella cuando esta le
dijo que hasta ese momento había pertenecido al ala de caza de vigilancia de la
fuerza local de guardia de Kidona III, y le pregunto si eso tenía alguna
importancia… Fue cuando le explico que podría tomar el "transporte
militar"…
-
Por supuesto, en este
caso, técnicamente hablando, usted está siendo transferida de la fuerza local
de Guardia, a la academia de Cadetes de Valkirr. Dada la presencia en el
Planeta de su Alteza Imperial el Príncipe Heredero, estamos bajo la ley
marcial, y usted goza de prioridad máxima por redespliegue de personal militar
según el artículo 247 apartado 7b/ 65 epígrafe d… Escríbalo por favor… -sonrió
Jhored mientras a la representante le comenzaba a cambiar la cara-. Por eso
mismo, podrá venir con nosotros al ser un "transporte militar directo a su
destino".
-
¿Es usted militar?
-preguntó sorprendida la cadete, aunque para ir en un transporte militar,
podría parecer evidente, no necesariamente tenía que ser así, ya que podría ser
un cargo político o un funcionario Imperial-.
-
Algo parecido,
digamos que me muevo mucho entre ellos y tengo algunos conocimientos legales…
pero continúe escribiendo, no se nos vaya a hacer tarde y nos quedemos todos
aquí varados. Añada también que, bajo ley marcial, la cual lleva impuesta una
semana, está terminantemente prohibida la venta extensiva de pasajes por una
capacidad superior, y este transporte comenzó la venta de pasajes hace cuatro
días nada más -Jhored sonreía mientras a la representante le iba cambiando la
cara a peor con cada cosa, porque sabía que todo sumaba, sin contar con que la legislación
militar a este respecto para ella era una incógnita-.
-
Alguna cosa más
señor… -la cadete hablo con respeto a su Alteza, poniéndose incluso firmes-.
-
Por supuesto, aun
nos quedan unas cuantas cosillas… siga, siga escribiendo… siga… -la sonrisita
de Jhored se hizo mas sarcástica aun-.
Jhored aun estuvo como veinte minutos
añadiendo norma tras norma incumplida a la queja de la cadete, todas ellas
sujetas a legislación militar, que hasta el más idiota sabía que era mucho
menos benevolente que la civil. Pero lo que de verdad estaba comenzando a
asustar a la representante de la compañía, era que el resto de los más de veinte
restantes pasajeros que se habían visto en la misma tesitura, excepto en lo de
reubicación de personal militar, todos ellos estaban copiando al pie de la
letra lo que Jhored estaba dictando a la cadete. Tras que todos terminasen,
Jhored y Kilara firmaron las notificaciones de todos los presentes, mientras
que los escoltas, Selena incluida, únicamente se limitaron a poner un numero
código militar de veintiocho dígitos a modo de firma. Después de esto y de que
los presentes agradeciesen lo que habían hecho tras recoger sus copias de la
queja, Jhored le quitó importancia a su intervención, indicándoles eso sí, que
no se preocupasen, asegurándoles que les llegarían noticias sobre sus quejas,
por la cuenta que le traía a alguien.
Cuando Jhored con sus acompañantes y la
cadete, desaparecieron en el área de embarque privado, la representante indico
a todos los presentes que ya se podían marchar también, pues tras la
presentación de la queja allí no pintaban nada. A Jhored le hubiese gustado ver
la que se lio cuando tras informar está a su oficina local de lo ocurrido
reflejando su preocupación por el número total de quejas, a la representante de
la compañía le llegó un superior para que le informase de las quejas que
estaban recibiendo, y tras explicarle lo que había ocurrido este se fijó en las
firmas al pie de las mismas en el apartado reservado a los posibles testigos.
Palideció como un muerto al darse cuenta de las implicaciones…
-
¿Señor le pasa
algo? Son más de lo de siempre salvo por lo de la ley militar que quizá sea
algo más dura, ¿no?… -preguntó la representante, asustada por la palidez de su
superior-.
-
¿Te fijaste en
las firmas?... alguien va a pagar muy, pero que muy caro la política de mierda
que ha estado siguiendo la empresa con las ventas de billetes de más… -replicó
el jefe-.
-
No entiendo… la
ley militar no puede ser tan distinta… -dijo la representante mirando a su
jefe-.
-
Las firmas de los
testigos del incidente… Kilara Volterra y Jhored Thalant… y el resto son
número código de seguridad militar… ¿Te dice esto algo? -preguntó cada vez más
pálido-.
-
¿Su Alteza
Imperial? -preguntó casi sin voz, poniéndose también pálida a su vez-.
-
El mismo, con su
esposa la Princesa Kilara, y supongo que el resto son parte de su escolta,
posiblemente incluso sean del SISI, o como mínimo fuerzas especiales de la
Flota… En cualquier caso, esto va a traer cola y veremos si a alguien no le
cuesta algo mucho más serio que una simple sanción económica… envía los
formularios del modo habitual y no digas nada de esto a nadie si quieres salvar
tu culo… -le replicó el jefe-.
La representante, con las manos
temblorosas, envió los formularios de queja tal y como le pidió su jefe. En lo
único que podía pensar en esos instantes era en lo cerca que estuvo de pedirle
al mismísimo Príncipe Heredero que se metiese en sus asuntos, por no decir, que
directamente casi le manda a la mierda con las consecuencias que eso hubiesen
podido tener para ella. Por fortuna se logró controlar en el último momento y
tan solo, aunque enfadada, le pidió educadamente que, si no tenía nada que ver
con ello, por favor, no les interrumpiese. Opinaba como su superior, esto no
iba a ser como otras veces… esto era muy serio y alguien iba a tener un muy mal
día en cuanto le llegasen los documentos, eso sí con suerte no perdía la cabeza,
visto lo que ocurrió por Trivisión en el parlamento del planeta… Su Alteza no
le pareció alguien con mucha paciencia…
Claro, que peor fue lo de la cadete que
casi se muere del susto. Cuando llegaron a la lanzadera, al ver que esta era
militar y no una civil, aunque se dirigiesen a un transporte militar, asumió
que Jhored debía de ser alguien de rango o con mando propio. Pero no pensó en
nada raro, sino más bien que quizá fuese el capitán de algún Destructor, o
quizá un Crucero Ligero con parte de su tripulación y familias que posiblemente
también estuviesen siendo reasignados y que por eso viajaban en un transporte
militar directo, máxime con el lio que se había organizado en Kidona III con su
Alteza Imperial… Por ello supuso que posiblemente el ofrecimiento de llevarla también
fuese porque nadie querría correr el riesgo de llamar la atención de su Alteza
por no ser "diligente". Ni se imaginó siquiera donde se estaba
metiendo en esos instantes, ya que como digo, la lanzadera no llevaba
distintivos específicos más allá de los generales de la flota…
Los dos niños, una vez que la lanzadera
se puso en movimiento, se centraron en la cadete, cosiéndola literalmente a
preguntas, queriendo saber de todo sobre ella. Kilara les llamó la atención,
interviniendo la cadete asegurándole que no le importaba, que le gustaban los
niños. Les explicó quién era, de donde venia, sobre sus padres, el de Kidona y
ella una antigua Guerrera Valkirr. Les explico todo sobre lo que le preguntaron
con una enorme sonrisa. Las cosas a la cadete se le comenzaron a complicar
cuando les pregunto a los niños y estos comenzaron a darle respuestas que no se
esperaba ni en sus más delirantes sueños… La cadete comenzó a preguntar y los
niños a responder, mientras los adultos presentes trataban de reprimir las
risas, porque las respuestas solo llevaban a más preguntas, Selena cada vez
veía más en ellos de su padre y como comenzaban a sacar de quicio a la gente
del mismo modo. Cuando la lanzadera entró en el hangar del Represor, y
aterrizo, quedando asegurada, los Gemelos pidieron a su padre poder ser ellos
quienes diesen la bienvenida a bordo a su nueva amiga, a lo que Jhored accedió,
pero les indico "que ya sabían a quién tenían que convencer para poder
hacerlo"… Los gemelos salieron corriendo por la compuerta…
La cadete cuando puso un pie en la rampa
de descenso de la lanzadera casi se tropieza del susto… Junto a los dos
pequeños se encontraba de pie una Almirante de la Flota y un General del
Ejército, ambos de alta graduación, junto con lo que le pareció una compañía
completa de Marines de Asalto formada para lo que parecía una recepción de
personalidades. Luego casi se desmalla cuando ambos niños le dan permiso para
descender a la Nave de Combate "Represor", tanto a ella, como a su
papa, su mama y sus acompañantes… De hecho, de no sujetarla a tiempo Selena, si
que se hubiese caído de culo de verdad cuando la Almirante, mirando sobre la
cadete pregunto, "¿Alteza, ordeno ya la partida de la flota?, y tras ella
escucho la voz de Jhored confirmando la orden. Su mente entro brevemente en
cortocircuito al darse cuenta de con quienes estaba viajando y en donde haría
realmente su viaje… Cuando se recuperó, trato de dar las gracias mil veces, en
la doscientos, Jhored riéndose la interrumpió diciéndole que se acababa de ganar
el puesto de niñera de los gemelos por el resto del viaje… cosa que le gano la
bronca de Kilara y la queja de sus hijos, "porque ya eran mayores para
tener de eso".
Esto fue una simple anécdota divertida… pero
eso si… a la compañía de viajeros le trajo serios inconvenientes en forma de
multas multimillonarias. Selena se tomó la molestia de seguir el proceso de las
reclamaciones, más que nada por si acaso su Alteza hubiese hecho algo que
pasase inicialmente inadvertido y que implicase nuevos líos, porque eso
viniendo de él tampoco habría sido nada extraño. Por ello supo que cuando las
quejas llegaron al órgano competente, las firmas de los testigos provoco una
revolución en toda la línea de gestión. Algo habitualmente tan simple para
cualquiera de los funcionarios de ese departamento, como era tramitar una
advertencia según lo estimasen dentro de la situación o la normativa y a otra
cosa, las firmas de los testigos lo convirtieron en un campo de minas del que
nadie quería hacerse cargo.
La pelota se fue pasando por la cadena
hacia arriba, cada vez más arriba hasta que por fin llegó a un nivel en el que
tan malo podía ser quedarse corto con lo que se hiciese, como pasarse o
simplemente como hasta ahora, tratar de escalarlo más aún. Pero lo que, desde luego,
nadie de entre todos por los que pasaron las quejas quemándoles las manos, tuvo
siquiera la tentación, fue de "no hacer nada". Todos entendieron que
"no hacer nada", en este caso concreto y con esas firmas al pie como
testigos, sí que sería definitivamente malo para ellos. Hasta el último de los
funcionarios por los que pasaron esas quejas, habían visto por Trivisión lo
ocurrido en Kidona III, y como se las gastaban los firmantes, por ello lo
último que ninguno querría era atraer la atención de alguno de ellos, pero en
especial de su Alteza Imperial el príncipe Jhored…
CONTINUARA
¡Genial!
ResponderEliminarMuchas gracias por entretenernos este agosto. Nos habías dejado con la intriga a medias.
ResponderEliminarGracias. Eres estupendo.
ResponderEliminarJoer, tres libros en un año... Ya no esperaba leer nada nuevo hasta bien entrado el 22.
ResponderEliminarChicos quedaros con la fecha, no la de ayer, que empezó un tercer libro en un mismo año. Sombradamus, ha profetizado que en el 5342 acabara la practica del overbooking por parte de las compañías aéreas ;-PPPP.
Como siempre GRACIAS por deleitarnos con tu imaginación, aunque sea malacostumbrando a tus "adictos" lectores. Deseando ver con que nos sorprendes al leer a quien nombras como embajador.
Un saludo,
VGG
GRACIAS. Una vez mas. Miles de Gracias por seguir deleitandonos
ResponderEliminarNo quiero defender con esto a las compañias aereas pero si explicar la situacion actual.
ResponderEliminarlas compañias estan autorizadas por ley a vender on 10% mas del pasaje disponible (reminiscencias del pasado) es una normativa anterior a la existencia de internet.
Si te niegan el embarque por estas circunstancias te tienen que compensar con 250 euros y pasaje en el siguiente vuelo disponible.
ellos intentan aligerar la factura ofreciendote servicios extras (alojamiento, transporte a tu casa, comida etc.)para evitar el pago de la indemnizacion.
Estar atentos y reclamar es el mejor metodo para que lo dejen de practicar.
Me alegra que os este gustando. Sinceramente no pretendía generar ninguna polémica con el asunto del overbooking, era tan solo una situación entretenida para la historia dentro del contexto de quien y como es Jhored. Personalmente en ese aspecto no tengo problema con ello cuando las compañías lo hacen con las reservas, pero si que me toca mucho las narices cuando es con pasajes ya pagados, especialmente cuando desde algunos días antes ya no puedes cancelar sin perder el dinero del billete. Pero vamos, reitero que no era mi intención generar polémica con esto.
ResponderEliminarUn saludo a todos...
hermosa sorpresa
ResponderEliminarTan estupendo como siempre. Se agradece el poco tiempo de espera.
ResponderEliminarUn saludo