domingo, 16 de mayo de 2021

                                 Confederación Imperial Galáctica


Libro - 13

La Heredad MUM


3







Fecha estelar - 5341

1º Cuadrante Militar del Imperio

Sistema Belal

Base-Deposito de Mar-Shagan

Nave de Combate Represor


Inicialmente Jhored tenía la intención de ser él personalmente quien acudiese al despacho del General Stratos al llegar a Mar-Shagan, sin embargo, no dio casi ni tiempo a que el Represor parase sus motores cuando una Lanzadera llegaba desde la Base-Deposito, trasladando a los Almirantes Stratos y Tagard, junto con la General Samantha y la recientemente ascendida coronel Sigrid para entrevistarse con su Alteza. Selena no pudo evitar sonreír socarrona al darse cuenta del gesto de cabreo de su Alteza, al que la repentina llegada de la Lanzadera sorprendió justo cuando se disponía a abandonar su despacho para acudir a la Base. El Almirante Stratos ya había aprendido hacia bastante tiempo, que era mucho mejor ir a ver a su Alteza, y no esperar a que este fuese el que hiciese la visita, o al menos, no por sorpresa y sin estar el personalmente a su lado. Esto era porque Jhored parecía tener el desagradable don de pasar por el peor sitio posible justo en el peor momento, que no era otra cosa que el terminar de una u otra forma dando siempre con algún tipo de problema que al responsable de turno de algún modo se le había pasado por alto… Y ese tipo de cosas con su Alteza era asumir un riesgo bastante elevado…


Cuando los cuatro entraron en el despacho de Jhored acompañados del General Mao, no pudo evitar el comentario…

-        Espero que no sea nada grave el motivo por el que tenían tanta prisa por verme… -indagó Jhored con un tono burlón-.

-        Oh, no Alteza, en realidad la prisa era por evitarle la incomodidad de abandonar el Represor -replicó el Almirante Stratos-.

-        Sin olvidarnos de la mala costumbre que tiene su Alteza de encontrar siempre algún problema cuando nos visita… -añadió socarrona la General Samantha-.

-        Eso también… por ello decidimos que sería mejor evitarle incomodidades… -dijo el almirante Tagard en tono burlón-.

-        Y usted coronel, ¿no tiene ningún comentario inteligente que añadir al de sus superiores? -pregunto Jhored a la coronel Sigrid en tono zumbón-.

-        No Alteza, bastante tengo con evitar reírme a carcajadas ante la cara que está poniendo en estos momentos… -Replicó con rostro serio-.

-        De verdad que no sé porque les aguanto a todos ustedes… -Jhored señalo a los presentes-, nunca me dejan divertirme.

Segundos después Jhored abandono su gesto risueño poniéndose serio e invitando a todo el mundo a tomar asiento para comenzar la reunión, excepto a Selena, que permanecía en pie tras él, y que después de tanto tiempo ni se molestó, ya que sabía que se negaría en redondo. Les paso a los sistemas de los cuatro visitantes un completo dosier que había creado sobre los datos obtenidos de la nave investigada y todo lo que había podido sacar de los archivos Imperiales sobre la Heredad MUM. Lo único que Jhored evito fue incluir en ellos sus propias conclusiones… Por las caras que estaba viendo que los cuatro ponían, era evidente que lo que leían no les estaba gustando a ninguno de los cuatro. Espero a que concluyesen antes de pedir sus opiniones…

-        ¿Y bien? -preguntó Jhored-.

-        Pues que la Confederación Imperial tiene un verdadero problema, porque si todo lo que aquí hemos visto es real, y viniendo de usted eso está prácticamente asegurado al mil por mil, "esos" no se han olvidado de lo que ocurrió hace 250 años y nos la tienen guardada… -opino el almirante Stratos con gesto muy serio-.

-        Según los datos de inteligencia de la época escaparon de la Confederación en cuadro. Por lo que he leído personalmente dudo mucho que sobreviviesen más de un par de cientos y cuatro o cinco naves… Eso es bastante indicativo de porque hasta el momento no hemos tenido noticias de ellos… -añadió la General Samantha-.

-        Además, si la nave que encontramos es indicativa de algo, pienso que donde quiera que estén ahora no debe de irles muy bien, y sinceramente, si han seguido con sus prácticas habituales no me extrañaría en absoluto que estuviesen en medio de alguna guerra -dijo Tagard-.

-        ¿Coronel? -Preguntó Jhored a Sigrid, viendo que estaba pensativa-.

-        Si quiere mi opinión, lo verdaderamente importante de todo esto, es que los cuadernos de bitácora que pudimos rescatar de esa nave nos hayan mostrado la posible situación de Tigenium… Por sus recorridos bajo el mando de la Heredad, y por la carga que presumiblemente solía llevar, nos marca dos posibilidades para su ubicación. Si eso es correcto, deberíamos de destruirla, y lo ideal sería haberlo ya, anteayer mismo… -replicó muy seria mirando a su Alteza-.

-        Así es coronel, ese es también en mi opinión el dato primordial de todo, que quizá, y solo quizá, tengamos las coordenadas de la maldita Tigenium… Por ello creo que la próxima misión de las UNEX está clara caballeros… ¿no creen? -dijo Jhored-.

-        Si, opino igual, y mi flotilla ira por detrás, una vez que localicen la ubicación exacta nos podremos encargar de ella… -asintió Tagard-.

-        Error Almirante, usted ira detrás de las Unex, manteniéndose a una cierta distancia entre ellas para ofrecerles protección a cualquiera de de las dos en caso de que se vea en problemas… Pero el trabajo de ocuparse de Tigenium estará a cargo de la Estrella Oscura…

-        ¿Alteza? -preguntó sorprendido Stratos-.

-        Almirante, si algo tenemos claro es que Tigenium está situada en algún planeta, y que sea algo en su atmosfera, algún aparato, o algo en el lugar lo que les permita esa manipulación a que someten a sus seguidores, tenemos que acabar con ello. Los seis misiles de Antimateria que guarda la Estrella Oscura en sus entrañas deberían de ser suficientes para arrasarlo todo y si no lo revienta, al menos si podrá dejarlo como una bola estéril y carente de todo interés.

-        Pero si está en un planeta que es habitable incluso podría tener seres vivos inteligentes… -replicó la general Samantha, siendo interrumpida por el General Mao-.

-        No General, eso es algo de lo que estamos bastante seguros con la Heredad. Cuando escaparon debieron de ir directos a Tigenium y estaban casi en las últimas, por lo que la población nativa si aún no lo había sido, en ese momento seria tratada si o si conforme a su forma de pensar. Si ese planeta es habitable y había vida inteligente, una de dos, o a estas alturas ya los habrían convertido para recuperar sus fuerzas por si la Confederación los perseguía, o los habrían exterminado si eran inmunes a su manipulación con el fin de no ser delatados o que le diesen problemas debido a su debilidad -explicó Mao-. Aun a día de hoy, nos es imposible revertir lo que quieran que les hagan a sus acólitos… lo que nos deja escasas opciones al respecto… Hay que esterilizar Tigenium con todo su contenido…

-        Dependerá de como de defendido este… -argumento la coronel Sigrid-, si tienen una flota defendiéndolo… malo.

-        No lo creo, si la Heredad sobrevivió y Tigenium no fue destruido es porque nadie sabia donde estaba, ni siquiera sus acólitos. Dudo que mas de una docena de personas en toda la Hermandad sepa ese dato exacto… Toda su estructura se sostiene con ese único pilar, solo el secreto mas absoluto garantiza su supervivencia… Y por lo que se, es algo en lo que eran muy buenos…

-        Espero que no se equivoque Alteza… -replicó Sigrid-.

-        Sea como fuese, en ese lugar lo único que habrá serán miembros fanatizados de la Heredad, y si como sospecho, su atmosfera o ubicación es un elemento indispensable para lo que quiera que allí hagan para crear sus fanáticos, todo lo que exista en ese planeta debe de ser aniquilado a toda costa. Una vez que Tigenium sea localizada y neutralizada, el grupo completo con las dos UNEX al frente podrán seguir adelante para investigar los datos que aparecen en ese mapa que sacamos de la nave… siempre con el respaldo cercano de las naves del Almirante Tagard…

-        Nos pondremos a ello inmediatamente… partiremos en dos días… -acepto Stratos-.

-        ¿Necesita algún apoyo más? -preguntó Jhored a Tagard-.

-        No, con mis fuerzas debería de ser suficiente, además llevamos un tiempo preparando una Nave Q exteriormente según los datos de algunos cargueros obtenidos de la nave siniestrada, evitando los que sospechamos que pudiesen pertenecer a la Heredad… Debería de estar lista en cuatro o cinco días, nos podrá alcanzar después… Dejare al Delklo y al Duque para que la escolten…

-        No, prefiero que no fragmente su grupo, ese Crucero Ligero y ese Destructor podrían serle necesarios… Pongan en marcha un par de naves o tres de la Reserva para que la escolten… y luego añádalas a su grupo como refuerzo, podrían no venirle mal…

-        Está bien, ordenare preparar un Crucero Pesado y dos Fragatas… Si no puedo evitarlo, al menos eso me dará una mayor variedad de recursos a mi disposición si ocurre algo… -acepto Tagard-.

-        Supongo que piensan usar la Nave Q para tratar de infiltrarse para conseguir información en algún mundo… ¿no?

-         Si, hemos estudiado detalladamente todo lo que se sacó de esa nave, incluidos los manifiestos de capturas durante su época como pirata, y nos hemos hecho con cosas sencillas que son muy similares a ellas como cargamento. A parte de la tripulación y los marines que van de forma habitual de la Nave, también irán en ella la coronel Sigrid con algunos de sus Comandos… -explicó la General Samantha-.

-        Muy bien, entonces todo claro. Tagard al mando del grupo de exploración que le pasará la información sobre la ubicación exacta de Tigenium a la Estrella Oscura y seguirá su "misión" de reconocimiento. Stratos ejecutara la destrucción de Tigenium para después regresar aquí lo más rápido que pueda, y mientras que la coronel Sigrid se encarga del mando operativo en las incursiones a bordo de la Nave Q. Por lo tanto, mientras, la General Samantha queda al mando de Mar-Shagan…

-        Perdón Alteza, pero al mando de Mar-Shagan debería de quedar un oficial de mando de la Flota… -replico la General Samantha-. Si tengo que dar órdenes al mando de algún grupo podrían surgir problemas…

-        Si, sé que esta base debe de estar bajo mando de un miembro de la Flota… y eso que lleva usted puesto si no recuerdo mal es un uniforme de los Marines "de la Flota"… Una cosa es el mando de una Nave, y otra muy diferente el de un Base… Está muy claro en la normativa y específicamente en el registro de la cadena de mando de esta base, en la que usted ocupa el tercer lugar…

-        Lo sé, aunque ya le digo que habrá problemas, seguro… -suspiro la General-, pero tratare de capearlos lo mejor posible…

-        General, si tiene algún problema simplemente siga la cadena de "su" mando hacia arriba para informar de ello… -sonrió su Alteza, en un gesto que a Selena le sonó francamente mal-.

-        Tratare de hacerlo lo mejor posible para no tener que molestar a los Almirantes… que bastante tienen ya con su misión…

-        General… creo que no ha entendido lo que su Alteza le acaba de pedir… -replico Selena sorprendiendo a todos con su intervención-.

-        Si, que siga la cadena de mando que me corresponde… 

-        General, lo que Selena quiere decir, es que la cadena de mando de Mar-Shagan si no estoy confundido, son… Usted, el Almirante Tagard, al Almirante Stratos, su Alteza aquí presente y el propio Emperador… por ese orden en línea ascendente. Y dos de ellos, por la misión que van a desarrollar, no van a estar disponibles para que pueda comunicarse si tiene un problema… -indico el General Mao-.

-        Eso si General, por favor, lo que si le pido es que, si ve que le cuesta contactar conmigo, insista hasta que lo logré, porque si lo hace con mi tío, podría ser algo francamente malo. Esta muy sensible con todo lo relacionado con esta base…, y es capaz de descabezar a media flota como no le guste lo que ocurra -sonrió Jhored-.

-        Pero… pero… pe… el emperador sabe… -la General tartamudeo con los ojos muy abiertos-.

-        General Samantha… -sonrió Selena-, su majestad sabe punto por punto todo lo que hacen aquí, cuando y como. Esta muy pendiente de todo lo que tenga la más mínima relación con cualquiera de ustedes…

-        Si, cualquiera diría que su majestad no se fía mucho de dejar bajo el mando directo de su Alteza la totalidad de la reserva de la Flota… y de lo que este pueda llegar a hacer con ella si no se le vigila… -añadió riéndose abiertamente el General Mao, ante la mirada asombrada de la General-.

-        ¿No me digan que ella no era consciente de ello…? -indago su Alteza en dirección a Stratos y Tagard, poniendo luego un cómico gesto miserable-.

-        Pues no… realmente no lo sabía… no -sonrió Stratos-.

-        Si lo sé no digo ni media… con lo que me hubiese podido divertir… -termino diciendo Jhored en tono quejumbroso, arrancando las risas de los presentes-.

Lo cierto es que tras la creación del cuerpo de inspección de Depósitos y colocar a todos bajo el mando directo de Stratos en Mar-Shagan, la cadena de mando de los mismo se escindió de los diferentes Cuadrantes para pasar a depender directamente de Stratos, y este del Alto estado mayor central en Capital, y por delegación en su Alteza Imperial. Además, el traslado del General de cuatro Estrellas Michael Leborgne del mando de la Base de Mar-Shagan al estado mayor central, hizo que su puesto fuese ocupado por la General Samantha como siguiente en el escalafón, dejando de ese modo a la coronel Sigrid el mando operativo de todas las fuerzas asignadas a la Flota en Mar-Shagan. El Emperador confiaba al 100% en su sobrino, pero lo cierto es que prefería saber de antemano en que andaba metido cuando no lo tenía a la vista, con el fin de evitarse él de alguna de las habituales sorpresas que solía darle a todo el mundo. Y ciertamente el que tuviese el mando cuasi directo de la Reserva de naves de la Flota era como para ser cuidadoso con lo que hiciese, por ello Stratos estaba obligado a dar cuenta de sus pasos en referencia a su Alteza periódicamente al Emperador, o en su defecto de no poder hacerlo con él, a Selena, el custodio de su Alteza... Aunque en realidad, como todos ustedes a estas alturas ya se habrían podido dar cuenta, el tratar de controlar a Jhored era más fácil decirlo que luego de verdad hacerlo….

Cuando dos días después la Estrella Oscura, las UNEX y el grupo del Almirante Tagard partieron, su Alteza Imperial les dio una sorpresa de las suyas a todo el mundo, véase sus colaboradores, Selena y la General Samantha, cuando les comunicó su intención de "esconderse", lo dijo tal cual, un par de semanas al menos en Mar-Shagan. La escolta paso a ocupar los puestos habituales de la Flota del Almirante Tagard usurpando incluso sus identidades, mientras que el propio Represor, se internó entre las naves pesadas del depósito, abarloándose junto a un acorazado, usurpando a su vez la identidad de un Crucero de Batalla de la reserva que se encontraba situado en lo más profundo del propio deposito.

Según la explicación de su Alteza ante este repentino cambio de planes, se dio porque Kilara repentinamente, decidió visitar a su Amiga Thelma con motivo del nacimiento de su hija, en el sistema estelar Scarrat. Obviamente Kilara pensaba ir con sus dos hijos, ya que era reacia a separarse de ellos si no estaban con Jhored, pero el Tío de este no quería que se los llevase de palacio, alegando motivos de seguridad. Al final, el Emperador con el fin de no separarse de "sus nietos", decidió acompañarlos en su visita, lo que transformaría aquello en un viaje oficial de estado. Kilara intentó que Jhored regresase a Palacio para estar con los niños y evitar el lio en que se convertiría aquello, pero este alego diversos motivos para evitarlo. Conocedora Kilara del problema surgido con el asunto de la presunta nave de la Heredad, no tuvo más remedio que tragar con ello. Ante la General Samantha, Tanya, Selena y el General Mao, Jhored alegó que como no quería que le pillasen en medio, se quedaría allí "escondido" mientras que su Tío y su esposa estuviesen a la gresca.

A todos les resulto gracioso en ese momento el que su temidísima Alteza Imperial se escondiese de su esposa. Bueno, en realidad, a todos menos a Selena. Lo cierto es que ella, tras la primera sonrisa se lo pensó dos veces, y descubrió que no se fiaba para nada de las razones esgrimidas por Jhored. Conociendo como conocía a su Alteza, rememorando lo que sabía al respecto, pensando cuidadosamente en ello, tenía la sospecha de que el 70% del problema entre Kilara y el Emperador, fuese cual fuese este, probablemente habría sido provocado de algún modo por Jhored, y eso solo podía significar que lo habría hecho para tener una excusa para permanecer justo allí mismo, lo que se traduciría en que estaba tramando algo que no le iba a gustar a nadie…

Solo tres días después de estar allí escondidos, partió la Nave Q junto con su escolta al encuentro del Almirante Tagard y su flotilla. Durante este tiempo, Selena estuvo observando atentamente a Jhored sin poder detectar nada raro en su comportamiento, de hecho, de no tratarse de su Alteza Imperial y lo alérgico que siempre había sido a ello, hubiese podido afirmar con rotundidad, que tan solo se encontraba "descansando" apaciblemente lejos de problemas familiares…Esto fue algo que Selena hizo notar a la Almirante Tanya y al General Mao, lo que género en ellos un incipiente estado de alarma al darse cuenta de lo imposible que era que su Alteza se dedicase a "simplemente descansar" sin hacer nada o incluso más allá, que directamente no tratase de sacar partido del problema entre su esposa y su tío para hacer alguna de las suyas… Los dos llegaron a la misma conclusión que Selena, Jhored estaba tramando alguna cosa con esa "pacifica" espera en Mar-Shagan… Y no fueron los únicos, la general Samantha también estaba preocupada, había interactuado con su Alteza lo suficiente como para no encontrar extraño tan repentino cambio de planes pese a la escusa que puso. Sabía que, si hubiese podido consultarlo con Stratos o Tagard, cualquiera de los dos le hubiese dicho que se mantuviese alerta porque su Alteza estaba tramando algo…

A los cinco días tras la marcha de la Nave Q con su escolta, apareció en el sistema una flotilla de tareas de la reserva en misión de entrenamiento con el fin de reabastecerse en Mar-Shagan. El grupo lo conformaban dos Cruceros Pesados, tres Ligeros y cinco Destructores. Solo tres horas después apareció un segundo compuesto por dos Cruceros de Batalla y Seis Destructores, en ambos casos todo siguió con absoluta normalidad, dirigiéndose directamente a las dársenas indicadas a cada grupo por el control de Trafico de Mar-Shagan. Dos días después aparecieron en el sistema tres nuevos grupos compuestos de seis a siete naves compuestos de Cruceros Ligeros y Destructores. Al igual que los anteriores, todos ellos pertenecientes a las reservas en misión de instrucción. En realidad, esto no solo era normal, ya que estos grupos solían moverse entre las Bases deposito, sino que eran visitas esperadas dentro del tránsito habitual de la Base. Lo que si comenzó a resultar raro es que una semana después de la llegada del primer grupo, un total de doce más habían recalado en Mar-Shagan y ninguno de ellos había partido aún. En todos los casos, las tripulaciones habían tenido unos días de descanso que obviamente implicaba la demora en su partida, algo que, si bien era normal en estas patrullas de instrucción una vez cumplido determinado tiempo, lo que si resultaba extraño era la cantidad de grupos que lo estaban disfrutando a la vez en la misma Base deposito, eso ya sí que no era tan normal.

El hecho es que, pese a todo, en otras circunstancias esto no habría llamado la atención de nadie, pues, aunque era muy raro, algún caso parecido a este ya se había dado con anterioridad por lo que incluso hubiese pasado desapercibido, pero la presencia de su Alteza en tan apacible espera en Mar-Shagan sin que diese señales de vida, hacía sospechar a todo el mundo hasta de su sombra, especialmente cuando comenzaban a suceder cosas "extrañas". Selena, la Almirante Tanya, el General Mao y la General Samantha estaban inquietos todos ellos con la repentina presencia de tantos grupos a la espera en la Base…

Para todos ellos, un suceso relativamente extraño, poco común o nada habitual, relacionado además con un incremento repentino de naves de Guerra y la presencia de su Alteza Imperial en el mismo lugar, implicaba esperar con una seguridad del 80% al menos, alguna trastada por parte de este… Toda esta sensación se agudizo con la repentina entrada a Mar-Shagan de un potente grupo de efectivos recién reemplazados en varios cuadrantes Militares por nuevas unidades. La entrada de un Superacorazado, siete Acorazados, catorce Cruceros de Batalla, treinta Cruceros Pesados, veinte cruceros ligeros, Sesenta Destructores y una docena de Fragatas con tres Corbetas de Exploración de la Flota en vanguardia con sus sensores activos termino de intranquilizar definitivamente a todo el mundo, porque esto sí que ni se esperaba, ni estaba programado, ni era normal para nada. Además, semejante cantidad de naves suponía que por fuerza tenían que proceder de diversos cuadrantes, lo que suponía que deberían de haber sido distribuidas entre diferentes Bases depósito, y no conformar una flotilla que casualmente terminaba donde su Alteza Imperial se encontraba "escondido".

El Grupo estaba bajo el mando del Contraalmirante Alkard, un humanoide procedente del planeta Nukrur III en el tercer Cuadrante Militar y cuya nave de mando era el Superacorazado "Thalos". Desde la corbeta de Exploración "Diamante" notificaron al Contraalmirante una inconsistencia en sus escáneres, algo no cuadraba en los datos que estos mostraban y los que estaban recibiendo desde la Base depósito de Mar-Shagan. El Contraalmirante verifico los datos, dándose cuenta de que efectivamente, algo iba mal. Concretamente era que el sistema de Mar-Shagan identificaba una nave como el Crucero de Batalla de clase Elemental, "Elemental del Fuego", pero que, según los datos recibidos por la Corbeta de Exploración, este no se le parecía ni por asomo, era un Crucero de Batalla estándar. De inmediato puso la flota en alerta de combate, ordenando el despliegue de la flotilla e indicando a una de las corbetas que se dirigiese al exterior del sistema a toda velocidad con instrucciones de saltar fuera y buscar refuerzos si se producía algún disparo. Una vez todo esto en marcha, el Contraalmirante se puso en contacto con el mando de Mar-Shagan…

 

CONTINUARA.


6 comentarios:

  1. Joer, estas que te sales; tres capítulos en menos de 24 horas.

    Un saludo,
    VGG

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    1. Jajajajajaja... si me da tiempo, mañana a lo largo del día subo los dos capítulos que aun faltan de este libro...

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    2. Como dije en un comentario del primer capítulo; no podemos pedirte nada, tu marcas el ritmo de publicación.
      Pero compadécete de tus "adictos" lectores; cuanto más rápido publiques este libro, más rápido nos entrara a nosotros el "mono" de CIG :-PPP

      Un saludo,
      VGG

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  2. Hay dos mancos que me han impactado escribiendo, el manco de Lepanto y tú la Sombra Manca mis respetos a un gran escritor como tu

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