lunes, 17 de mayo de 2021

                               Confederación Imperial Galáctica


Libro - 13

La Heredad MUM


4







Fecha estelar - 5341

1º Cuadrante Militar del Imperio

Sistema Belal

Base depósito de Mar-Shagan

Nave de Combate Represor


La Almirante Tanya informó desde el puente de mando a su alteza de lo que estaba sucediendo en esos instantes en el sistema, del inicio del despliegue en formación de combate del grupo de traslado que acababa de entrar al sistema y el cambio de rumbo repentino hacia el exterior de Belal de una de las Corbetas de Exploración que acompañaba al grupo… Selena para su sorpresa, vio como su Alteza esbozo una leve sonrisa de apreciación al escuchar las noticias de la Almirante. Si aún le quedase alguna duda de que su Alteza estaba tramando algo, este simple gesto sirvió para despejárselas todas a Selena, ya que lo normal es que Jhored hubiese casi, casi montado en colera al ver esto. La siguiente orden de su Alteza a la Almirante aun le causo más confusión, máxime cuando vio en la imagen de la Almirante también una leve sonrisilla…


-        Almirante… el sistema A… realice un testeo del mismo a máxima potencia… por favor…

-        Si Alteza, ahora mismo… -confirmo la Almirante, sonriendo levemente al darse cuenta de las intenciones-.

-        Alteza… -intervino Selena, siendo interrumpida por Jhored-.

-        Lo se Selena, lo se… No te preocupes por eso de ahí afuera… cesara en un par de minutos…

Ante los asombrados ojos de Selena, tal y como su Alteza le dijo, tan solo un par de minutos después, la flotilla volvía a recuperar su formación original, regresando nuevamente a la misma la Corbeta que se había dirigido hacia el exterior del sistema Belal, avanzando después hacia sus posiciones asignadas por tráfico de la Base. Selena se quedó mirando muy seria a su Alteza… este sonrió, dirigiéndose después hacia la Almirante…

-        Tanya, si me hace el favor… -le pidió Jhored-.

-        Selena, al realizar la prueba del sistema de energía, el Represor se ha activado de repente, iluminándose en las pantallas de los sistemas de esa flota como su fuese una estrella recién formada…

-        Eso lo entiendo, localizaron el Represor y al ser la nave insignia de su Alteza regresaron a su formación normal… ¿Pero porque formaron en combate? -preguntó Selena-.

-        Pues porque muy probablemente alguna de esas corbetas, o alguien en la flotilla, se dio cuenta de que esos cuatro -Jhored señaló los cruceros de Batalla pertenecientes a la escolta del Represor-, no son naves de Clase Elemental como les estaba transmitiendo el sistema de Mar-Shagan….

-        Supongo que localizarían la falsa señal del "Vengador", que es el que más expuesto esta… -replicó Tanya-. Después de eso era evidente que ocurría algo anormal, el Contraalmirante hizo bien en poner su flotilla en máxima alerta, desplegarla y mandar una nave al exterior por si algo iba mal… -hizo un gesto de aprobación al explicar la medida-.

-        Si, realmente bien, lo hizo muy bien… Tanya, por favor… un canal de seguridad con Samantha y otro con el "Thalos"…

-        Enseguida… -solo segundos después una imagen tridimensional de la General Samantha y del Contraalmirante Alkard aparecieron sobre el escritorio de Jhored, saludando este a ambos-.

-        Bueno… General… cuatro nuevos grupos van a llegar en los próximos días, le envió las formaciones que los integraran, cuando lleguen que ocupen las posiciones que les he asignado y en las condiciones que les marco…

-        Si Alteza… -asintió, dándole un vistazo por encima a lo que le acababa de llegar, notando como se le abría la boca por la sorpresa-.

-        Contraalmirante… ¿el motivo de su despliegue? -preguntó sonriendo Jhored-.

-        Detectamos que el sistema de Mar-Shagan estaba identificando como el "Elemental del Fuego" a un crucero estándar de la flota… -replicó, dejándolo por toda respuesta-.

-        Enhorabuena Contraalmirante, mis felicitaciones para usted y sus hombres por darse cuenta de la falacia que representaba el Crucero de Batalla Vengador, hágales llegar por favor mis parabienes… Buena reacción también por su parte ordenando el despliegue, y mas aun por no comenzar a disparar sin saber que pasaba… Los informes sobre usted son sumamente favorables, me alegro de haberle podido conocer personalmente… Ahora póngase a las órdenes de la Almirante Tanya -la imagen del Contraalmirante no pudo evitar mostrar su complacencia con lo que escuchaba-.

-        Le envió las posiciones que debe de ocupar una vez sus naves se pertrechen -intervino la Almirante Tanya-. Por cierto, Contraalmirante… no se alegre mucho aun del hecho de haber llamado la atención de su Alteza… con él nunca se sabe si eso supone que es mejor recibir, si la enhorabuena o el pésame…

-        Almirante, por favor… no me lo asuste…

-        No Alteza, no lo haré, para eso ya se basta usted solo en cuanto le trate dos veces seguidas… -sonrió Tanya despidiéndose después-.

-        Muy bien… que narices está pasando aquí… y no me diga que se está escondiendo de su esposa o su tío porque eso a estas alturas ya no se lo cree nadie que le conozca… -casi se le tiro al cuello Selena cuando las comunicaciones se cortaron-.

-        Creo que es obvio… estoy formando una flota de combate que espero sinceramente que no tengamos que llegar a usar, aunque lo dudo… Todo va a depender de lo que la coronel Sigrid termine descubriendo después de acabar con Tigenium… -replico muy serio Jhored-.

-        Pero el almirante Tagard…

-        En unos días, si hace falta, les pondré a todos al corriente, antes no…

Selena dejo a sus compañeros con la custodia de su Alteza cuando este decidió retirarse a su cámara de Gravedad, dirigiéndose rápidamente a reunirse con la Almirante Tanya y el general Mao, encontrándoselos reunidos a los dos en el despacho de la primera. Ambos estaban tratando de localizar quienes, y que composición tenían esos cuatro grupos restantes que aún faltaban por llegar según su Alteza. Una rápida verificación en el sistema rastreando los movimientos de Jhored en el mismo localizo las naves que este había desviado de sus comandos, y no eran grupos. El monto total de naves incluyendo las que ya habían llegado sumado a la orden que había para poner en marcha varias de las estacionadas en Mar-Shagan hacían un monto importante, muy importante. La flota final, excluyendo el Represor y su grupo, que por algún motivo daba la impresión de que su Alteza no parecía tener en cuenta, se elevaba a 7 Superacorazados, 33 Acorazados, 31 Cruceros de Batalla, 80 Cruceros Pesados, 43 Cruceros Ligeros, 171 Destructores, 35 Fragatas de Defensa de Flota, 14 Torpederas Acorazadas, 8 Corbetas de Exploración de la Flota, el Portanaves P-14 y 1 Nave de Apoyo de la Flota…

Los tres se miraron preocupados cuando vieron la magnitud de lo que estaba reuniendo su Alteza… De hecho, el General Mao se puso de inmediato en comunicación con su compañero, el General Gzak, al que estuvo poniendo en antecedentes de lo que ocurría. Tras una hora de deliberaciones entre los cuatro, y varias consultas discretas en los servicios de inteligencia o el propio sistema central, decidieron acudir directamente a Jhored a pedir explicaciones, pues ninguno terminaba de ver de qué iba todo aquello, especialmente porque daba la impresión de que Jhored no tenía la menor intención de tomar el mando, y que toda esa potencia de fuego quedaría bajo el mando de un simple Vicealmirante, por lo menos hasta que se reuniese con la Flota del Almirante Tagard, que era lo que parecía más plausible. Durante sus investigaciones, se encontraron con el proceso rápido de ascenso del Contraalmirante Alkard en marcha por orden directa de Jhored. Decidieron acudir al despacho de su Alteza cuando fueron informados de que este abandonaría el centro de gravedad en unos minutos.

Cuando Jhored salió, entrando en su despacho, se encontró con sus máximos colaboradores reunidos, incluso el General Gzak estaba también presente por comunicación tridimensional de máxima seguridad. Antes de que ninguno pudiese decir nada, Jhored levanto una mano haciéndoles callar al instante, luego…

-        Os lo podéis ahorrar todos vosotros… me importa poco si ha sido mi Tío o Kilara quien habló con vosotros… no pienso meterme… que lo arreglen ellos… ¿quedo claro para todos? -espetó muy serio sin dejar hablar a nadie-.

-        Perdón alteza, pero no sabemos de qué habla… -replicó el General Mao mientras los presentes se miraban entre ellos desconcertados-.

-        ¿Me está diciendo que ni mi Tío ni Kilara se han puesto en comunicación con ustedes después de estar incordiándome a mi durante dos horas? -Jhored puso cara de perplejidad-.

-        Alteza, ¿ha pasado algo que yo deba de conocer al respecto? -indago Selena muy seria-.

-        Ohh no, tu quietecita sin inmiscuirte, que no pasa nada… bueno, nada que no se viese venir con la idea de Kilara de que mi Tío la acompañase de incognito a ver a su amiga… -sonrió sarcástico Jhored-.

-        Perdone Alteza, ¿pero nos está diciendo que la princesa Kilara pensó en algún instante que su Tío sería capaz de viajar de incognito y pasar desapercibido? -preguntó un más que sorprendido y perplejo General Gzak-.

-        Eso mismo he dicho. Le advertí que yo no era mi tío, y que no era buena idea que la acompañase. Le pedí que dejase a los niños en la capital a su cuidado, pero no quiso, luego le expliqué lo mejor que pude sin meterme donde no debía, que no era ni muchísimo menos, una buena idea el que mi tío la acompañase de incognito… Pero… -se encogió de hombros-, no me hizo ni caso, ninguno de los dos de hecho, porque también hable con mi tío, pero bueno, ahora que se las arreglen…

-        ¿Pero qué ha pasado…? -preguntó Selena-.

-        Pues lo normal cuando llevas pegada al culo a la Guardia Imperial, que el incognito dura horas, por no decir que minutos. Bueno, eso con suerte, siempre que no te muevas mucho… y estos dos lo hicieron al poco de aterrizar…

Jhored explico más o menos lo que según parece había ocurrido con Kilara y su Tío. Resulto que cuando Kilara y el Tío de Jhored llegaron a Scarrat, directamente fueron junto con los niños y la escolta a ver a los amigos de la Princesa, la cual hacía ya mes y medio que tuvo a su hija. El primer error de Kilara fue no explicar a su amiga Thelma quien era realmente el que le acompañaba para no agobiarla, y presentar al emperador como un amigo íntimo de Jhored. El segundo aceptar acudir a la fiesta que daban unos amigos, concretamente de Kelme Strassger y Jessy de Voerse, la pareja que se casó cuando su ceremonia de boda, y de quienes se hicieron buenos amigos. El jefe de Seguridad de la pareja para la fiesta fue Stiulg, el mismo que tantos problemas causó cuando la ceremonia de la boda, pero que aparentemente tras el susto que se llevó, se había vuelto muchísimo más comedido. Obviaremos decir, que tanto la pareja como el jefe de seguridad reconocieron de inmediato a Kilara y lo que suponía su presencia allí, por lo que este último se volvió aun muchísimo más cauto con el trato con todos los acompañantes de esta a la fiesta de la pareja, dando por supuesto que buena parte de ellos posiblemente fuesen agentes encubiertos del SISI asignados a la protección de la princesa, y él sabía de primerísima mano como se las gastaban.

Thelma o Doker, junto con al menos uno de la pareja anfitriona, procuraron no apartarse de Kilara para evitar posibles encontronazos con alguno de los invitados si este hacia o decía alguna cosa "comprometida", quizá de lo único que se alegraron en ese momento fue de la ausencia de Jhored, quien sabían que sería imposible de manejar. Del mismo modo, Stiulg que recordaba perfectamente como se las gastaba el SISI si le obligaban a intervenir, también estuvo en todo momento pendiente de que nada contrariase a la princesa. Desafortunadamente para todos, se alegraron excesivamente pronto de la ausencia de su Alteza, porque por desconocimiento, su comportamiento con el Emperador fue diferente al que mantuvieron con Kilara, ya que le dejaron sin aparente "vigilancia", más allá de la propia escolta que no le quitaba ojos de encima y que más de una vez tuvo que ser contenida por este para que no arrestasen a alguno de los invitados o directamente le volasen la cabeza.

 Como en todos estos acontecimientos, siempre hay quien es invitado por "obligación" aunque al anfitrión lo que de verdad le hubiese gustado es matarlo. Ese tipo de personas por lo general, si se creen con suficiente "poder", tratan por todos los medios de crear problemas y dar la nota, de forma educada, eso sí. Thelma y Doker por sus evidentes conexiones que quedaron expuestas en su propia boda, no eran una opción sin correr un serio riesgo. Por ello el objetivo evidente hubiese sido Kilara como ente aparentemente "más débil", pero al estar constantemente acompañada por uno de los anfitriones, o Thelma o Doker, cualquier acercamiento sabían que sería fácilmente "evitable" y podría traer consecuencias. Por ello el foco de los cretinos de turno se derivó hacia la otra supuesta pieza débil presuntamente relacionada con los anfitriones, el "encubierto y disfrazado" Emperador…

Mientras que Jhored al escuchar ciertas cosas ofensivas contra él, o contra Kilara, hubiese mantenido la calma en todo momento sin reaccionar, aunque eso sí, luego se la pagasen todas juntas por obra y gracia de Selena con sus compañeros, quienes hubiesen despellejado vivos a varios, aunque eso sí, de un modo discreto. Pero su Tío no era de ese modo, el Emperador era muchísimo más directo que su sobrino, y su sentido del humor bastante peor. En cuanto escuchó dos veces algo ofensivo sobre Kilara, mientras que Jhored hubiese tomado nota para arreglarlo posteriormente, el directamente se enfrentó al gracioso exigiendo explicaciones sobre lo que dijo. De hecho, finalmente cuando su paciencia se colmó ante las burlas y risas del grupito al que enfrentó, termino exigiendo pruebas de todo lo que habían comentado sobre su Nuera. Claro, que fue muy específico a la hora de hacerlo, nombrando a Kilara como "su nuera, la Marquesa de Volterra", manifestando a continuación, que o presentaban las pruebas, o todos ellos serian detenidos por sedición y ejecutados en el acto. Fue tras que uno de esos idiotas se empezase a reír en su cara cuando todo se descontrolo, no llegando Kilara a tiempo para calmar las cosas. El Emperador se cabreo a extremos increíbles, por lo que con un gesto seco a su escolta personal hizo entrar en la fiesta a la mismísima Guardia Imperial con ordenes tajantes de llevar a cabo varias detenciones en el instante.

La verdad es que el imbécil que se rio en la cara del Tío de Jhored, debió de ser el único en toda la fiesta que cuando escucho pedir explicaciones sobre lo que se dijo de "su Nuera, la Marquesa de Volterra"; no comenzase de inmediato a establecer las conexiones pertinentes, empezando a sospechar muy seriamente sobre con quienes podían estar tratando en esos momentos, más habida cuenta de que todos los presentes sabían de la relación de Thelma y Doker con los mismísimos Príncipes Herederos de la Confederación Imperial. La repentina entrada de los soldados de la Guardia Imperial con las armas en las manos despejo cualquier duda que a alguien le hubiese podido quedar. Dado que solo el Emperador tenía el derecho a ser escoltado por la Guardia Imperial, quedó meridianamente claro quién era el "risible" acompañante de Kilara… La palidez en la cara de los presentes se extendió como si fuese una autentica epidemia… especialmente entre quienes se vieron sacados del salón a culatazo limpio por parte de la Guardia Imperial… Pero cuando quedo meridianamente claro, fue cuando Kilara pidió a la escolta en voz alta hablar en privado con el "Emperador", y luego ambos se pusieron en contacto con Jhored para que mediase… El Tío de Jhored quería ejecutar a todos los que insultaron a Kilara y esta que los liberase tras un buen susto… Jhored obviamente, se hizo el loco y se desentendió de los dos…

-        Pero Alteza, la cosa parece bastante grave… quizá debería de intervenir… -replico serio el General Mao-.

-        Venga Mao, que pasa, ¿Qué a estas alturas aun no sabes que yo tendré la culpa de todo mientras que ellos serán los genios que lleguen a un compromiso?

-        Bueno… eso es cierto… -sonrió Selena-.

-        Pues por eso, al menos que lo hagan lejos de mí, así no tengo que soportar sus quejas por mi… -puso voz ñoña-, "falta de sensibilidad hacia ellos"…

-        De acuerdo Alteza… puede que tenga razón… -Admitió el General Gzak sonriendo-.

-        La tengo, créanme que la tengo. ¿Y bien, si no era para eso, para que están todos ustedes aquí con caras largas? -indago sonriente-.

-        La flota que está reuniendo… -se limitó a señalar Tanya-.

-        Ahhh, sí, eso. Tienen sus propias ordenes, aunque antes van a formar con nosotros para montar un último espectáculo en Lasht antes de separarnos e ir cada uno a cumplir con nuestros cometidos… -sonrió Jhored-.

-        ¿Espectáculo? -indagó Tanya enarcando una ceja-.

-        Si, uno francamente entretenido… -sonrió Jhored poniéndose luego serio-. Después el Vicealmirante Alkard partirá a reunirse con Tagard mientras que nosotros regresaremos de nuevo a Mar-Shagan… Y si, antes de que nadie pregunte, creo que Tagard es posible que pueda necesitar tanta potencia de fuego, aunque me gustaría equivocarme…, de modo que esa parte se terminó.

-        Pero Alteza, ¿no deberíamos de regresar a Capital…? -preguntó Mao, obviando lo otro-.

-        Solo regresaremos allí si mi tío y Kilara vuelven al palacio en paz, mientras tanto seguiremos en Mar-Shagan… No me pienso meter en esto…

Desde luego lo que explicó no dejo a nadie tranquilo, teóricamente lo peor de la misión de Stratos y Tagard era destruir Tigenium si lograban encontrarla, pero parecía que a su Alteza no era esa parte precisamente la que le preocupaba. Ellos al igual que Samantha, Stratos, Tagard y Sigrid habían visto todos ellos la misma documentación extraída de aquella nave, idéntica a la que vio su alteza, pero no parecía que hubiesen llegado a las mismas conclusiones. Esas cosas tratándose de Jhored, eran problemáticas por su nefasta costumbre de terminar llevando siempre razón por imposible que pudiese parecer. Tanya estaba muy preocupada, la Flota reunida por el Príncipe desde luego no era ninguna broma… y si esperaba que Tagard pudiese necesitarla, es que habría problemas…

Jhored en realidad lo que temía no era Tigenium, estaba convencido de que, si se localizaba de verdad, el destruirlo no sería un problema mayor, seis misiles de Antimateria y adiós muy buenas. Otro asunto es lo que hubiese estado haciendo la Heredad en estos años, maxime visto la nave que encontraron y a que se dedicaba presumiblemente. En eso Jhored según los registros de la nave descubierta no auguraba nada bueno. Lo que todos parecían haber pasado por alto es que la Heredad, o por lo menos lo que esa nave pareció mostrar, tenía un exceso de similitudes en todo lo descubierto con la Confederación Imperial, como para que Jhored se sintiese cómodo. Si esas cámaras que supuestamente debía de llevar en sus bodegas, eran para futuros acólitos fanatizados, la pregunta que generaba las preocupaciones de su alteza era, ¿de dónde los estaban sacando y cómo? No era lo mismo una compra en un supuesto mercado de esclavos, que un secuestro masivo, máxime tal y como la Heredad solía llevarlos a cabo.

El Vicealmirante llevaba órdenes expresas y precisas para Tagard una vez que se separase de Stratos y la Estrella Oscura, las de destruir sin dar cuartel a cualquier nave o base de la Heredad con la que se tropezasen mientras investigaban el mapa que encontraron. Procurando eso sí, tomar dos prioridades muy importantes incluso sobre la persecución de la Heredad. La primera era no comenzar ninguna guerra, y la segunda, llegado el caso dejar claro su animadversión hacia la Heredad MUM ante cualquier pueblo ajeno que se encontrasen. Pero Jhored tenia el palpito de que la actual Flotilla de Tagard no sería suficientemente "persuasiva" si se encontraba con problemas…

Solo un día después de que la última nave fuese reabastecida, Jhored ordeno a Tanya poner en marcha la flota en dirección al sistema Lahstar's. La entrada de semejante flota en formación de combate fue un espectáculo que comenzó a preocupar a todo el mundo en el sistema. El Represor iba en cabeza con una imponente flota desplegada en formación abierta a su espalda, lo que no auguraba nada bueno. Especialmente cuando las autoridades del sector recibieron desde el Represor la orden de poner de inmediato en estado de máxima alerta tanto sus centros de mando del escudo planetario, como sus fuerzas de defensa… El consejo radicado en Lasht tardo exactamente menos de quince minutos en establecer contacto con su Alteza Imperial.

La opinión publica en el sector, con el paso del tiempo no pareció acoger de buena gana la presencia de las tropas que su Alteza había enviado con el fin de entrenar las nuevas divisiones de la milicia local. Algunos se lo tomaron como un intento de injerencia aprovechando una pobre escusa que su consejo parecía haberse tragado, aunque el que fuese Jhored personalmente el que se molestase en ir allí, les hizo ir con pies de plomo. En solo una hora Jhored logró con la presencia del Represor en el sistema, acompañado de semejante flota, más la orden de levantar de inmediato el escudo, invertir la opinión publica prácticamente en el acto. Con su Alteza involucrado en persona y semejante despliegue, nadie con dos dedos de frente pensó ni por un solo instante que este estuviese de broma… La flota estaba llegando al Lasht al que dejaron en medio con clara intención de pasar de largo cuando el Represor acepto los intentos de comunicación del Consejo…

-        Mis disculpas señores por mi tardanza… estaba ocupado en otros asuntos…

-        No se preocupe Alteza, solo queríamos pedirle que nos informase de que ocurre… -inquirió un presidente del consejo con gesto más que preocupado-.

-        Hemos encontrado ciertos problemas en la frontera, de los cuales nos estamos ocupando. Los hemos identificado como la "Heredad MUM"… -replico Jhored, quedando luego callado a la espera de la reacción de los consejeros-.

-        Pero… ¿eso no fue una especie de secta o algo así que exterminaron en los sectores centrales hace más de doscientos ciclos…? -pregunto confuso el consejero de seguridad-.

-        Si, una secta altamente xenófoba que trató de hacerse con el control de la Confederación y fallaron miserablemente. Fueron cazados y exterminados allá donde se les localizó. Desgraciadamente algunos sobrevivieron… y ahora parece que han vuelto a por más…

-        Entiendo… de modo que vienen a por nosotros, los no-humanos -replicó con gesto agrio el consejero de defensa-.

-        Creo que se equivocan en sus apreciaciones. La Heredad mide a los diferentes pueblos en dos bloques, los que pueden manipular mentalmente fanatizándolos, y los que no, a los cuales solo ven como una molestia que exterminar. Desgraciadamente, todos en esta Confederación Imperial, incluidos me temo que ustedes, entramos dentro del primer bloque.

-        ¿Y cree que vengan a por nosotros para fanatizarnos? -sonrió el consejero de salud pública-.

-        Yo que usted no me lo tomaría a risa, porque son bastante ladinos además de extremadamente despiadados, y ellos por lo general siempre apuntan a las capas dirigentes si les es posible. Cuando capturan a alguien, lo fanatizan por medio de procedimientos desconocidos que son irreversibles, con esas personas, sean de la raza que sean, solo existen dos opciones, matarlos o encerrarlos de por vida… Deben de extremar las precauciones, cualquier nave de la Heredad podría entrar en cualquiera de los planetas e inmolarse para causar destrucción y caos… en el mejor de los casos…

-        Pero con eso solo conseguirían muertos, no tendría mucho sentido para nada… -dijo perplejo el consejero de seguridad-.

-        Según los archivos clasificados a los que he tenido acceso, es un procedimiento que antaño podríamos calificar como estándar en sus métodos. Según los registros, estimaban que la Heredad cuando quería introducir miembros en una zona o conseguir acólitos, mandaba una nave que se inmolaba causando caos y una destrucción en gran escala. Luego mandaban varias más, tres o cuatro quizá, infiltrándolas en las ayudas que más adelante irían llegando con material, gente especializada en desastres, etc… Pero en ellas lo que de verdad hacían era secuestrar a una cantidad importante de victimas que con la catástrofe más adelante muy probablemente serían dadas como "desaparecidas" o directamente como fallecidas. De ese modo creaban sus fuerzas de choque y sus "durmientes" entre las diferentes capas de la sociedad.

-        ¿Se llevaron a muchos usando ese método? -preguntó el líder del consejo en tono lúgubre-.

-        Desde que se descubrió una nave de la Heredad ejecutando esta acción en una catástrofe no natural, las estimaciones sobre el éxito de este método son muy variables. Va desde tan solo unos pocos cientos de miles a lo largo de ocho décadas, lo cual es improbable conociendo sus métodos, a decenas de millones, que sería lo más posible… incluyendo gente que después se haría muy poderosa política y económicamente hablando con la ayuda del resto de "fanatizados", formando una quinta columna de alto nivel. El problema es que no se sabe realmente, no hay datos fiables de cuantos desaparecieron de verdad, cuantos fueron capturados por ellos, o como se las apañaron para encumbrar esos miembros que le digo… Pero tengan presente que la Heredad no trabaja a corto plazo…

-        Pondremos el escudo en funcionamiento y ninguna nave será autorizada a aterrizar en el planeta. Las mercancías y pasajeros serán desembarcados en las plataformas orbitales… -replicó el presidente del consejo en tono lúgubre-.

-        Quiero que les quede claro que lo creo poco probable y que posiblemente no ocurra nada…

-        Pero obviamente no lo descarta por completo, ¿verdad? -preguntó el consejero de defensa-.

-        No, lo cierto es que no… este distrito militar de hecho aumentara sus patrullas… cualquier duda que tengan o sospecha, avisen para que sea la flota la que se haga cargo…

-        ¿Se marchan?

-        Si, esta flota se dirige a la frontera para reforzarla. El Represor con sus escoltas nos quedaremos aun moviéndonos un poco más por este sector hasta que el aumento de patrullas esté concluido.

-        Le agradecemos su sinceridad Alteza… -Jhored hizo un gesto de asentimiento antes de cortar la comunicación-.

-        Alteza, es consciente de que lo que ha dicho posiblemente se filtre en poco tiempo, ¿verdad? -preguntó Selena-.

-        Y que se vera como que tenemos problemas que nos harán ser mas "manejables" en otros sectores… -añadió el General Mao-.

-        Por supuesto que sí, es más, ya di órdenes personalmente para que inteligencia lo haga, tan solo por si a ellos no se les ocurriese… -sonrió Jhored sarcástico-.

-        No lo entiendo… -replico Tanya suspirando-.

-        Eso es porque creo que no termináis de entender como funcionan las bases Razors con su dignidad o sus deudas de honor.

-        Está generando una deuda para con la Confederación… -asintió Mao-.

-        Error general, eso no solo no sería practico, sino que incluso diría que podría llegar a ser contraproducente, no funcionan así. En realidad, lo que estoy generando, es una acumulación de deuda hacia mi persona y por ende, como extensión, hacia mis descendientes.

-        Tiene razón… no lo entiendo… -suspiro Selena-, pero si usted lo dice, tendremos que creerlo… Pero lo otro…

-        Bueno, digamos que para el lio que se va a formar debido al robo de la tecnología de las puertas, nos viene muy bien tener muchos problemas en otra parte que ante los ojos de nuestros vecinos nos impida prestar la atención debida a lo que pase más allá de nuestras propias fronteras… -sonrió Jhored con malicia-.

Jhored al ver las caras que pusieron sus consejeros cercanos le falto poco para reírse a carcajadas con su confusión. Todo esto le había venido muy bien para terminar de afinar los planes ante el robo de la tecnología de puertas de gusano y las consecuencias en las que iba a sumir a sus vecinos sin que la Confederación pareciese sospechosa de nada, además de poner a la Heredad en el punto de mira de todo el espacio conocido ante lo que pudiese ocurrir. Pero más importante aún, era lo que traería a medio y largo plazo con los Razors que vivían en la Confederación Imperial. A medio plazo esto fortalecería su adhesión a su persona y herederos, y a largo, directamente al Trono Imperial, marcando su integración efectiva en el tejido de la Confederación Imperial de forma definitiva… Pero eso era algo que aun llevaría bastante tiempo…

Los Razors era una raza con unas peculiaridades muy extrañas y extremadamente complejas. Gran parte del fracaso frente a ellos durante los primeros años de la guerra fue por esa falta de comprensión sobre su formas y motivaciones. Fue la llegada de Jhored con sus ideas lo que modifico la situación, aunque le costó bastante ir alterando poco a poco la visión de los mandos sobre los Razors, y que comenzasen a verlos desde una perspectiva un tanto diferente. No es que fuese en realidad un cambio enorme, pero al menos si el suficiente como para que dejasen de enfrentarse a ellos con ideas preconcebidas que además resultaban ser absolutamente falsas… Esto unido a los cambios tácticos y estratégicos implementados por su alteza, incluido el forzar la intervención en el conflicto de los Corix, quienes realmente perjudicaron más a los Razors con su intervención directa de lo que los beneficiaron, provoco que finalmente se ganase la guerra.

 

CONTINUARA


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