miércoles, 22 de julio de 2015

                            Confederación Imperial Galáctica

Libro - 6

El Compromiso


1




Fecha estelar - 5329


1º Cuadrante Militar del Imperio

Sistema Cero

Base Estelar de la Flota

Nave de Combate “Represor”

Su Alteza imperial el Príncipe Jhored estaba inquieto, de hecho llevaba cerca de tres horas con la sensación de que se estaba cociendo a sus espaldas algo que no le iba a gustar. ¿Qué porque de esa impresión?, pues porque al menos en tres de las ocasiones en que su vista se había posado sobre Selena, su “sombra” de la Guadaña y amiga personal, había visto como le miraba de forma socarrona con una expresión en su cara que parecía decir “no sabes la que te espera”, recuperando de inmediato su rostro inexpresivo en decimas de segundos al darse cuenta de que él la observaba por el rabillo del ojo. Tuvo plena seguridad de no haberse equivocado, cuando en su despacho, tras un único toque a la puerta, Kilara, su oficiosa prometida, con una cara larga, muy larga y de pocos amigos.


·         Hola cariño, que… -su flamante prometida oficiosa le cortó en seco, apoyando sus manos en el borde de su mesa, inclinándose sobre ella y poniendo una ficha digital dentro de unas de las ranuras de su computador.
·         ¿Se pude saber que narices es esto? –los ojos de Kilara despedían fuego.
·         ¿El qué? –replico sin saber a qué se refería.
·         Venga ya, no te hagas el tonto, quieres… ¿qué narices es esto?
·         No sé de qué me hablas –dijo haciendo un gesto con las manos, poniéndose a la defensiva.
·         De la invitación a la boda…
·         Boda, ¿qué boda? –le pregunto perplejo Jhored.
·         ¡¡¡Ohhh venga ya!!! ¿de verdad pretendes que me crea que no te han dicho nada de esto y que la contestación que han dado no es cosa tuya?
·         ¡¡¡Joder Kilara!!! ¿pero decirme que?, no sé de qué diantres me estás hablando cielo.
·         ¿De verdad no sabe nada? –preguntó Kilara a Selena mirándola.
·         Me temo que no señora…
·         Selena, te dije bien claro que estando a solas soy Kilara…
·         Está bien, Kilara, no, no sabe nada de nada de todo esto.
·         Pero vosotros revisáis mi correo ¿no?, entonces debería de saberlo… -pregunto una desconcertada Kilara.
·         Vamos a ver cielo –suspiro Jhored dirigiéndose a Kilara-, tanto tu correo como el mío es inspeccionado por nuestro servicio de seguridad. Pero tienen instrucciones mías, de que salvo en caso de ser algo que suponga un peligro para ti, amenazas o cualquier cosa de ese estilo, no me informen de nada. ¿De verdad pensabas que yo espiaba tu correo? –termino preguntando en tono zumbón.
·         Vale, lo siento, me he pasado, deja ya el tonito, quieres –se disculpó.
·         Está bien, bueno, y dime, ¿qué ocurre?
·         Pues que he sido invitada a la boda de una amiga. Concretamente la de mi compañera de cuarto cuando hice mi carrera y que es mi mejor amiga. Alguien ha tenido la brillante idea de aceptar la invitación e informar que iría con un “acompañante” y… ¡¡mejor míralo…!!
·         Bien, no veo cual es el… ¡¡¡Joder, la madre que me pario!!! –salto del sillón Jhored al leer la respuesta al comunicado enviado aceptando la invitación.
·         ¿Qué?, es como para cabrearse o no, ¿di? –pregunto Kilara.
·         ¿Selena? –se enfrentó el príncipe a su guardaespaldas.
·         Señor, lo siento mucho, respondimos aceptando e incluyéndole porque pensamos que querría acompañar a su prometida a esa boda en el 8º Cuadrante Militar.
·         Oye, no me toques las narices haciéndote la inocente, que no cuela… ¿de quién fue la brillante idea de “esto”?
Lo que ocurria y por lo que ambos “novios” estaban tan enfadados, cada uno por sus propios motivos y no precisamente los mismos, es que algún gracioso, del que por cierto el príncipe tenía sus sospechas, había respondido en su nombre aceptando la invitación. Lo malo es que aunque habían puesto los nombres de ambos, con los títulos y filiaciones de Kilara, en el apartado correspondiente a Jhored, algún gracioso le había denominado únicamente como “Acompañante oficial”, con lo que fuese que pudiese significar eso o el interés que quizá despertase. Tras no sacar nada de Selena, reunieron a sus máximos colaboradores a quienes exigieron saber de quién había sido la idea del “acompañante oficial”, sin conseguir otra cosa que risas por parte de estos.
Ninguno admitió ser responsable de nada, sin embargo, entre unos y otros, les aclararon que dado que pronto se haría el anuncio oficial del compromiso… debió de parecer gracioso el mandar de ese modo la respuesta. La realidad es que este se haría oficial durante la estancia en la celebración de dicha boda, de hecho, sería justo un poco antes de la ceremonia de la misma. Por ello según explicaron, una vez hecha pública sería lógico que la Prometida de su Alteza fuese en todo momento acompañada por alguien de palacio.
Cuando pareció que todo aquello había terminado y estaban riéndose con ganas de la “broma” de la contestación a la invitación de boda, fue cuando su Alteza Imperial decidió ponerse serio y cortar de raíz todas las risas… especialmente las de los Generales Mao Tsetu y Tolkar Gzak, responsables de enlace de su Alteza con los servicios de Inteligencia y de la Novena Sección. A la única que no sorprendió con su pregunta ya que tampoco se estaba riendo, fue a Selena. Ella ya se imaginó conociendo al Príncipe, que la tontería de la invitación no funcionaría como distracción, pero nadie tuvo la picardía de preguntarle…
·         Bueno, y ahora que ya nos hemos reído todos un buen rato, me gustaría saber los verdaderos motivos por los que estamos tan interesados repentinamente en que yo asista a esa boda en las presentes circunstancias –las risas se cortaron en el acto, Kilara miro a su prometido con cara de sorpresa. Jhored por su parte había decidido darles un susto a sus colaboradores, tal y como ellos se lo acababan de dar a él.
·         ¿A qué viene eso? –pregunto Kilara.
·         ¡¡Ohhh, vamos cielo!! A estas alturas y con todo lo que te he enseñado, deberías de haberlo visto venir. Tu amiga vive y se va a casar en el sistema Scarrat, en el Octavo cuadrante. Ese sistema esta lo bastante cerca de la Frontera con las “Colmenas Karasasn” como para que estos dos tipos –señalo a ambos generales- pusiesen el grito en el cielo con que tan solo se me ocurriese decir que tengo la intención de mirar cómo podría llegar hasta allí, no digamos ya el “ir” de verdad. Pero más aún en esta ocasión, dado que el compromiso entre nosotros se hará público prácticamente durante el transcurso de esa boda y estaremos allí los dos juntitos.
·         Pero ellos… -Kilara se giró con cara de cabreo-. Muy bien, ¿ahora yo también quiero saber que narices está pasando aquí?
·         Y cariño, que no se te olvide preguntarles, porque en realidad, consideran tan importante la presencia allí del “Represor” como para casi, casi empujarnos a ir a la boda de tú amiga –sonrió a su prometida.
·         ¿El “Represor”? ¿esta nave? –replicó mirando instintivamente a las paredes-. No te entiendo, podrían mandarla sin más, ¿no?, ¿para qué tenemos que ir nosotros?
·         No, en realidad no, no es tan simple Kilara. Veras, estos dos señores son muy conscientes –señalo a ambos generales- de que el Represor es mi nave insignia. Y en realidad es a esta nave con su escolta lo que quieren tener en esa zona, y no a nosotros. Su problema es que el único modo de conseguir que se moviese allí sin mí es una orden expresa del Emperador que no van a obtener si eso supone dejarme a mi sin ella, por lo que su única oportunidad en lograrlo consiste en que fuese yo mismo por mi cuenta, o que en este caso, tu estuvieses allí como mi Prometida oficial y te llevase como a tal. Pero para para esta última opción el compromiso debería de haber sido hecho oficial, cosa que aún no ha ocurrido. ¿Me equivoco en algo señores?
·         No Alteza, no se equivoca, la verdad es que no se ni porque nos seguimos molestando en tratar de ver si logramos despistarle aunque solo fuese por una vez –suspiro el General Mao.
·         Porque son los dos ridículos –mascullo Selena.
·         Y porque no nos consultan nunca a nosotras –dejo caer la Almirante Tanya que había, al igual que todos, escuchado perfectamente a Selena.
·         Está bien, como sabe su Alteza el tratado que tenemos con las colmenas es muy específico sobre despliegues militares tan cerca de la frontera por ambas partes. La única excepción reflejada a esto en dicho acuerdo es el Represor con su escolta, la cual además tampoco está delimitada específicamente por el tratado –explicó el general Gzak.
·         Hemos tenido determinados problemas en ese cuadrante del distrito militar, y cualquier nave enviada a la zona de la frontera debe de dar cuenta de su presencia, lo que hace que no sea eficaz para lo que queremos. Sin embargo la presencia del Represor y su escolta no tienen por qué hacer esta advertencia. Teniendo el debido cuidado al entrar al sistema Scarrat, nadie tendría porque enterarse tampoco de que han llegado allí, y existiría una poderosa flota de combate de la que nadie tendría noticia lista para actuar ante las mismas narices de los Karasans…
·         Está bien, pero incorporen a la escolta del Represor Dos Acorazados, cuatro cruceros Ligeros, una Corbeta de Exploración y tres Fragatas de Protección de Flota. Ah, y notifiquen de acuerdo a los tratados, la llegada al sistema Scarrat de un crucero de batalla, tres cruceros pesados, dos fragatas de escolta, una fragata de asalto y una corbeta de exploración de la Flota, que durante unos días orbitaran su planeta principal.
·         Perdón Alteza, pero esas incorporaciones y la presencia de esa flota podrían presentar problemas ante las Colmenas… Creo que con la actual configuración de la Escolta más algunos destructores extras sería más que suficiente.
·         Ya, si, ciertamente lo seria. Pero cuando Kilara, marquesa de Volterra, llegué a Scarrat para la boda, “lo hará” en esa flotilla extra que le estoy indicando. Esas naves serán debidamente notificadas mientras la Flota del represor debidamente ampliada permanece oculta en el exterior del sistema.
·         Alteza, la incorporación de esas naves al Represor puedo entenderlo dado que nos concedería y una mayor maniobrabilidad, pero lo de la otra flotilla, sinceramente, no –replicó el General Mao.
·         General, entiendo que quieran una Flota inesperada disponible en esa zona, incluyendo la enorme potencia de fuego de que es capaz de desplegar el Represor o a la propia Almirante con su autoridad para ordenar una movilización general de toda la Flota. Pero también supongo que querrán, que nadie meta el hocico en ese sistema estelar mientras esta se encuentra allí esperando a que ocurra algo. Además, cuando se sepa del compromiso oficialmente, esas naves evitaran que nadie piense en el Represor pues según dan a entender en su contestación a la invitación con el añadido de “Acompañante oficial”, deja abierta la opción de que yo esté o no este con Kilara, eso lo veremos sobre la marcha.
·         Pero entonces el Represor… -el General Gzak fue interrumpido por la Almirante Tanya.
·         General, lo siento, pero es que ya no podía callarme más, ustedes dos –señalo a ambos generales- por lo general siempre lo complican todo en exceso. El Represor es la nave insignia de su Alteza, y va siempre donde este vaya, aun en el caso de que se sepa que ambos –señalo esta vez a Kilara y a su Alteza- están juntos en Scarrat, no quiere decir que una vez finalizada la boda se marchen por el mismo camino. Dos grupos de escolta, dos personajes oficiales marchándose a cumplir con sus responsabilidades en diferentes direcciones, incluso esto justificaría la presencia de los dos acorados junto al Represor para reorganizar la escolta de la Marquesa una vez conocido el compromiso. ¡¡No es tan complicado!!
·         Está bien, con esto todo arreglado, y generales… la Almirante tiene razón, lo cierto es que muchas veces lo complican todo sin necesidad. Kilara y yo somos dos personas, por lo que hasta cierto punto puede ser lógico la presencia de dos grupos de escolta, pero sobre todo no olviden ni por un solo instante, que no se le da nunca cuenta a nadie de mis movimientos. Cuando la boda termine, mi prometida regresara a palacio junto al Emperador, pero el que yo lo haga o no, nadie fuera de este círculo y del propio Emperador, tiene porque saberlo.
·         Entiendo Alteza, nuestras disculpas, parece que por algún motivo siempre nos olvidamos de ese pequeño detalle –arguyó con gesto tenso el General Mao.
·         Jajajajajajaja, vale General, mensaje recibido, no se me enfade por favor. Tratare que de verdad, este grupo siempre sepa por donde ando.
·         Ohh, cariño, este grupo no sé si eso lo lograra algún día, pero por la cuenta que te tiene, más vale que no se te olvide nunca en mi caso, o tu y yo vamos a tener serios problemas… -sonrió dulcemente Kilara, provocando que más de uno tosiese en un fracasado intento de disimular la risa.
·         Claro que si corazón, no dudes de que te mantendré informada de ello cuando no podamos estar juntos por cualquier circunstancia –sonrió su Alteza con cara de no haber roto un plato en su vida.
·         ¿Te estas burlando de mí? –pregunto repentinamente muy seria Kilara.
·         No cielo, nunca me atrevería…
Tras ver la cara de su flamante prometida y la promesa de una no muy lejana tormenta reflejada en ella, su Ateza decidió dar por concluida la repentina reunión antes de que las cosas se pusiesen peor. En este tiempo que llevaba junto a su prometida, el príncipe Jhored había descubierto ya varias cosas sobre ella, una que era un mujer muy ardiente, otra que era su perfecta compañera en todos los aspectos, otra su enorme inteligencia o capacidad para aprender, y la más valiosa de todas, que más valía no enfadarla de verdad, porque la señorita “toda cariño, simpatía, educación y cortesía” era de armas tomar, y de las de usar un armamento cuanto más pesado, grande y poderoso muchísimo mejor.
Se dispuso que todo el grupo acudiese junto al sistema Scarrat, una vez en la órbita más exterior del sistema, su Alteza y Kilara transbordarían desde el Represor al Crucero de Batalla “Intrépido”, que junto con las naves asignadas a su escolta se dirigirían a Scarrat IV, el único planeta habitable estándar del sistema. En el resto del sistema, los demás planetas, al no disponer de una atmosfera viable únicamente contenían algunas colonias mineras y un par de bases avanzadas de la fuerza de protección del sistema con algunas pocas patrulleras para servicios de vigilancia y rescate. En ningún caso estas bases suponían un problema para la Flota del Represor, ya que esta orbitaria y se mantendría en todo momento sobre la cara oculta del último planeta del sistema. Tras esto Kilara se marchó a una de sus múltiples clases de estudio para lo que en un futuro se esperaba de ella como consorte del Futuro Emperador.
·         Bueno, ahora que mi prometida por fin se ha marchado, General, informe de que es lo que sabemos ya de cierto sobre la situación en las Colmenas…
·         Muy poco aun Alteza, lo cierto es que aún no tenemos muy claro de donde proceden exactamente todos los problemas que están causándose a nuestras tres Colmenas “vecinas” y a nosotros mismos.
·         Tanya…
·         He planificado una operación en base a las fuerzas que tendremos disponibles y a la información de que disponemos actualmente, en parte gracias a nuestros aliados…. Y no me gusta…
La Almirante manipulo los controles del proyector holográfico del despacho de su Alteza, mostrándose la ejecución de un plan de combate para la Flota que acompañaría al Represor al sistema Scarrat en función a los datos que tenían sobre la fuerza que estaba causando tantos problemas en esa zona. Ni a la Almirante, ni a Selena se les escapo el leve indicio de sonrisa que por un instante asomo a los labios de su Alteza cuando la simulación estaba realizándose… El gesto cambio cuando la simulación mostro una nave que en teoría no debería de haber estado allí. Detuvo la simulación y miró con gesto serio a la Almirante cuando le preguntó por ello…
·         Tanya, ¿qué está haciendo ahí ese Superacorazado…? –señaló un punto de la detenida simulación.
·         Se trata del “Punto Blanco”, y se incorporara a la flotilla del Crucero de Batalla Intrépido cuando estén sobre el planeta Scarrat –alzo una mano cuando vio la intención de su Alteza de interrumpirla-. Se puede usted ahorrar todos esos gruñidos de disgusto, Selena está de acuerdo conmigo en la necesidad de tener esa nave sobre su cabeza, por tanto opine lo que opine ahí se va a quedar.
Su Alteza el Príncipe Jhored refunfuño, gruño, maldijo e incluso se enfadó de verdad, obviamente todo ello en su mente, pues con solo mirar de reojo a Selena ya sabía que la Almirante no mentía, y sobre lo único que no tenía el menor control, era sobre las disposiciones de su guarda espaldas personal en lo relativo a su seguridad. En eso y para todos los efectos, Selena únicamente tenía que rendir cuentas ante el propio Emperador, si ella decía que ese Superacorazado se quedaba como medida para su seguridad, se quedaría salvo contraorden Imperial, y su tío no la daría bajo ningún concepto, no le llevaría la contraria a Selena. Continuo con la simulación mientras algún que otro gruñido se escapaba de su garganta entre el más que discreto regocijo de todos los presentes, pues por una vez parecía que le habían ganado por la mano…
Una vez que todos se hubieron marchado con excepción de Selena, el príncipe Jhored se volvió hacia ella…
·         ¿Por qué motivo consideras necesaria la presencia de ese Superacorazado?
·         Vaya, francamente Alteza, no me lo esperaba… ¿no protestara, tratara de convencerme o algo así? –sonrió maliciosa.
·         ¿Para qué perder el tiempo?, si has dado ese paso autorizando por tu cuenta el despliegue de todo un Superacorazado es porque obviamente tienes tus razones…, y mi confianza en ti es absoluta… de modo que…
·         He dado por supuesto que sabe y ha investigado donde se celebrara esa boda, así como de todo lo que ocurra a su alrededor, ¿o me equivoco?
·         No, para nada, he hecho exactamente lo que has dicho…
·         Bien, el problema es la otra boda que se va a celebrar a la vez –dijo Selena como si eso lo explicase todo.
·         No veo la incidencia, son personas importantes a nivel de esa región Estelar, no creo que ningún invitado genere el menor problema, es más, ese nivel de la boda es casi una ventaja para tu trabajo. De un lado los invitados serán grandes fortunas, y del otro, buena parte de la más importante aristocracia local…
·         Esa es la cuestión. La seguridad de esa boda es de primera, pero no hay datos de problemas, incidencias, o de que se haya causado la menor molestia a la amiga de la Marquesa y su prometido por su enlace en las mismas instalaciones… Por lo que se, ningún invitado ha reportado a los novios nada “extraño”…
·         Pero eso debería de ser algo bueno, y no un problema… Sinceramente, no veo que implica eso en el despliegue de un Superacorazado…
·         Eso lo que indica es que investigaron a todos los invitados de la boda de señorita Thelma, algo muy simple con gran parte de la lista que hicieron ya que son todos de Scarrat y sus sistemas aledaños… Dado quienes son los padres de los novios, tienen los contactos suficientes como para poder hacerlo con total comodidad. En realidad, únicamente nosotros presentaríamos un problema, y esa nave, ya que el “Represor” no estará inmediatamente disponible, me conseguirá los elementos necesarios de surgir problemas mientras “esperamos”… -Selena hizo un gesto evidente.
·         Supongo que a estas alturas y habrán intentado acceder a nuestras identidades en las bases de datos… ¿no?
·         Ese es buena parte del problema, que no lo han hecho, o si lo realizaron, lo hicieron tan “suave” que nadie notó nada, algo que sería increíble del todo y nos obligaría a “informarnos” de como lo hicieron. Pero aun en ese caso, sobre los datos por nuestra parte, no habrían podido averiguar nada importante de ninguno, y me niego a creer que no lo hayan hecho por desidia...
·         Y crees que lo intentaran cuando estemos allí presentes, ya entiendo. ¿Un análisis genético o biométrico quizá…?
·         Podría ser, desde luego es lo que yo de estar en su lugar querría, las dos, una muestra genética más otra biométrica que poder hacer comparar en las principales bases de datos… Y eso podría ser un problema desde mi perspectiva, cosa que desde luego no pienso permitir que pase…
·         Sí, sí que podría llegar a serlo, sí. A la marquesa no le va a gustar en absoluto la situación que se podría generar… -replicó el príncipe Jhored.
·         Creo Alteza, que ambos sabemos muy bien desde que sabemos que se aceptó esta invitación, que en esta boda van a ocurrir muchas cosas que a la Marquesa Kilara no le van a gustar en absoluto. Y también sabemos los dos, que como se entere algún día de la verdadera naturaleza de nuestra presencia aquí y el porqué de verdad se permite su presencia en esta ceremonia, usted va a tener un buen montón de problemas con ella…
El príncipe Jhored no hizo comentario alguno a la respuesta de Selena, contaba de antemano con el hecho de que ella se diese cuenta de una parte de lo que ocurriría en esa boda aun sin esta complicación añadida, y esperaba muy sinceramente, que no fuese capaz de hacerse una idea global de la situación completa o tendría verdaderos problemas con ella. El motivo por el cual Selena quería un Superacorazado sobre sus cabezas era obvio, con dicha nave tendría a su disposición instantánea, Cazas estelares, Bombarderos y sobre todo, lanzaderas de Asalto con sus correspondientes  Marines de la Flota con los que llenarlas. Si no recordaba mal, el Superacorazado “Punto Blanco” contaba en sus entrañas con cuatro Regimientos completos de Marines, una compañía de Marines de Asalto, ocho Lanzaderas de Transporte y tres de Asalto. Sin duda Selena se había agenciado un pequeño ejército con su correspondiente potencia aérea al que poder echar mano ya que no tendría al “Represor” sobre sus cabezas el 100% del tiempo…
Y sobre la situación que tendría tras el compromiso… Jhored sabía que de todos modos habría problemas con su prometida. Kilara había reaccionado muy bien a todos los cambios que se habían introducido en su vida durante estos meses de preparación para sus nuevas responsabilidades, había sido una alumna diestra, capaz y entusiasta. Pero en su opinión, no había terminado de hacerse una idea veraz de como cambiaría su vida tras casarse con él, y esta boda de su amiga, justo un par de días o tres después de hacerse público el compromiso de ambos apropósito, con el único fin de aprovechar la coyuntura, creía que sería un magnifico toque de atención y una adecuada dosis de “realidad”.
Contra lo que pudiese pensar Selena, ya contaba de antemano con la excepcional circunstancia de la importancia de la otra boda que se celebraba justo al lado de donde ellos estarían, pero se debía confesar a si mismo que se le había escapado el “asunto” de la seguridad de la misma que también había visto Selena, y que les crearía “problemas” antes de lo previsto. Según lo veían, tanto Jhored como el propio Emperador, el principal problema de Kilara a estas alturas, es que se había ofuscado con la coletilla de “consorte” en relación a su futuro estatus, y pese a saberlo de sobra gracias a sus estudios de este tiempo, no era completamente consciente en realidad de lo engañoso que era ese término, o de las consecuencias que podría aparejar el día de mañana para ella.


CONTINUARA


Sistema Scarrat: Sistema estelar elativamente cercano a la frontera de las colmenas Karasasn en el 8º Cuadrante Militar de la Confederación Imperial. Lugar de residencia y nacimiento de Thelma Maringord, la mejor amiga de Kilara Volterra, y de su marido, Doken de Alornerad. 

5 comentarios:

  1. Ufff que momento mas esperado el seguir leyendo esta historia.

    Te felicito por un excelente mundo y por la forma de expresarlo.

    Saludos desde Chile

    Claudio

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  2. Claudio muchas gracias por tus comentarios, me encanta que la serie te guste. Lamento no poder publicar tan seguido en esta serie, pero debo de llevar mucho cuidado con la línea argumental temporal en los personajes, lo que me ralentiza bastante. Sumarle a ello el escaso tiempo del que dispongo, y lamentablemente es lo que hay.

    Un abrazo, espero que disfrutéis de este nuevo libro.

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  3. Gracias por un nuevo libro de la Confederación Imperial Galáctica.
    Un saludo y hasta pronto.
    Fdo... Jubilado.

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  4. Un saludo , y gracias por compartir esta increible historia desde colombia esperando por mas

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  5. Muchas gracias. No sabes este tiempo que nos has tenido a oscuras !a de veces que he entrado a ver si te habías acordado de tus fans.
    Te conocí por Todo relatos y me enganchaste con Val, luego descubrí esta serie cuando la iniciastes y desde entonces soy un fiel seguidor tuyo.

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