lunes, 16 de septiembre de 2013

                               Confederación Imperial Galáctica

Libro - 3

El Heredero


1




Fecha estelar - 5310
Sistema Estelar Cero
Capital de la Confederación Imperial
Sede Central de Inteligencia
Sección 3ª, Contrainteligencia

El General Gzak entro en el despacho de su colega y amigo, el General Mao Tsetu, uno de los mejores analistas e investigadores de la 1ª Sección, Inteligencia Exterior de la confederación, aunque actualmente estuviese asignado a un grupo especial de la 3ª, Contrainteligencia, allí mismo, en la Sede Central del *Servicio de Inteligencia de la Confederación Imperial. Este le había llamado, rogándole que se pasase por su despacho en cuanto pudiese. Gzak pertenecía también a los servicios secretos, solo que estaba adscrito a la 2ª Sección, los servicios de Inteligencia Internos, y el General Mao sabía que su amigo tenia encima un marrón de los gordos, de esos que todo el mundo trataba de evitar a toda costa, pero al que toda esa misma gente, enseguida, procuraba arrimarse si es que su encargado lograba que saliese bien…


-      Hola Mao, qué tal, ¿me llamaste? –saludó y preguntó Gzak.
-      Si, pasa y cierra, quería hablar contigo…
-      Por cierto, enhorabuena por vuestro trabajo, tu grupo ha conseguido un gran pleno. He visto los datos de la emboscada de Kaliope, 23 naves de apoyo destruidas, 43 Acorazados, 39 Cruceros de Batalla, 81 Cruceros Pesados y más de 210 naves menores entre Cruceros Ligeros, Destructores, Fragatas y corbetas, una gran e increíble victoria, hicisteis un grandísimo trabajo consiguiendo esos datos… Prácticamente no sufrimos bajas propias…
Tan solo una semana antes, una importante Flota de los Razors había intentado atacar el sistema Kaliope en el tercer cuadrante militar, con la sanísima intención de destruir sus imponentes Astilleros de construcción y reparación de la Flota. Tan solo 84h antes, el alto mando de la Flota de la Confederación había recibido procedente de los sistemas del servicio de Contrainteligencia una estimación sobre un previsible ataque de los Razors a ese sistema en un plazo máximo de 120h incluyendo el probable punto de salto al sistema de la Flota atacante. En consecuencia el Alto mando tomo nota y decidió enviar todas las naves posibles a esperar a los invasores.
48h después de que la flota de la Confederación Imperial se desplegase en el sistema, los Razors hicieron su aparición, directamente a las fauces de una gigantesca emboscada. Más de 130 Acorazados, casi 200 Cruceros de Batalla, 235 Cruceros pesados y más de mil quinientas naves menores, incluyendo una treintena de Torpederas enviadas de urgencia y que se habían incorporado a la flota tan solo cuatro horas antes. Toda nave a la que el Alto Mando pudo echar el guante en tan corto espacio de tiempo estaba allí.
La Flota Razors, era de muchísimo menos de la mitad de lo que les estaba esperando, 52 Acorazados, 70 Cruceros de Batalla, 110 Cruceros Pesados, 600 naves Menores, pero además de eso, consigo llevaban algo muy, muy, muy importante y que de inmediato fue catalogado de “Blanco Primordial” para toda la flota. Fueron detectadas 23 Naves de Apoyo, estas eran gigantescas Naves Factoría de apoyo para la flota, podían construir piezas, mamparas, secciones de Casco, munición, misiles, minas, etc… y hacer importantísimas reparaciones en cualquier nave dañada… Se sabía que los Razors tenían 27 de estas, 23 de las cuales se encontraban en ese instante al alcance de la Flota de la Confederación. Según las vio el Almirante al mando, pensó que era casi demasiado bueno como para ser verdad… y no obstante, estaba claro que allí estaban. La orden fue instantánea, destruirlas como fuese, lanzar de inicio un ataque masivo de larga distancia contra la flota enemiga para a continuación, centrar toda la potencia artillera y la máxima capacidad misilistica de la flota en la destrucción de dichas naves.
Sin tiempo para organizarse y casi para poder hacer nada, en cuanto aparecieron en el punto de salto la Flota Razors empezó a recibir impactos, en esos momentos sus escudos aún se encontraban alzándose, completándose poco a poco por lo que los daños sufridos por toda nave que recibió fuego fueron enormes, generándose un caos de naves intentando esquivar a otras que habían quedado varadas por los daños. La flota quedo descabezada casi desde el primer segundo. La segunda andanada de la Flota de la Confederación fue al completo para las 23 Unidades de Apoyo que llevaban, todas y cada una de las naves concentraron su artillería principal y misiles en ellas, abriendo fuego al unisonó, lo que las destrozo, gracias a esta “distracción” y al sacrificio de los Acorazados que hicieron de barricada para el resto de sus naves, una parte de la Flota Razors consiguió regresar a su territorio, sobre todo naves menores, mas rápidas y maniobrables que sus hermanas más grandes.
Para cualquier operación de gran envergadura las Naves de Apoyo eran imprescindibles, aunque solo fuese para que tras la victoria, las naves más dañadas al menos fueran capaces de ponerse en marcha y regresar a territorio propio a los astilleros, sin estas, las bajas de una flota, aun en la victoria, podían aumentar muchísimo por tener que abandonar y destruir gran parte de las dañadas que de otro modo serian… “recuperables”. De hecho, la mitad de los Acorazados Razors que cayeron, fueron destruidos por sus propias tripulaciones porque no fueron capaces de escapar por los daños sufridos cubriendo a sus compañeras más débiles. Aún en el caso de ser ellos los ganadores de la batalla, sin Naves de Apoyo acompañándoles, de todos modos hubiesen tenido que ser abandonados y destruidos por sus daños con el fin de que no cayesen en manos contrarias, así de vitales eran esas naves para cualquier flota que quisiese llevar la guerra a gran escala a territorio enemigo.
-      Gracias, pero no fuimos nosotros quienes los proporcionamos, de hecho, ni si quiera nos lo habíamos olido, nos pilló tan de sorpresa como a todo el mundo aquí cuando nos enteramos...
-      Pero según tengo entendido, procedió de vuestros ordenadores… -dijo mirándole sin comprender.
-      Recuerdas porque se creó este grupo…
-      Si claro, el caso “Agujero Negro”, ¿no?
-      Sí, eso mismo, pues bien, esos datos no procedían de nosotros, sino de quien demontres sea esa persona. De algún modo logró penetrar en los ordenadores de inteligencia, que le volcaron gran cantidad de datos, el replicó con la información que ya conoces. En teoría lo introdujo en nuestro sistema y el ordenador principal lo considero como valido enviándolo al Alto Mando…
-      Pero… pero… pero como… -dijo dando un salto y poniéndose en pie muy exaltado ante la magnitud de lo que su amigo estaba diciendo.
-      Por eso te he llamado. No lo entendíamos, hasta que vimos esto… o más bien, hasta que gracias a eso, dimos con esto -dijo girando el terminal hacia él-, ha estado durante todo este tiempo moviéndose libremente por nuestros sistemas, no sabemos ni hasta donde ha podido llegar en su infiltración.
El general Gzak se inclinó hacia adelante, mirando muy interesado lo que venía en la pantalla, sin terminar de ver qué demonios se suponía que quería su amigo que viese allí. Miro de nuevo a su amigo sin entender nada, entonces este…
-      El código, fíjate en el código de autentificación… -le pidió el General Mao-, es el quid de toda esta cuestión de “Agujero Negro”.
-      Si, ya lo veo, es falso, y muy peligroso para nosotros, porque… -le interrumpió.
-      No es falso, es correcto, muy antiguo pero correcto, te garantizo que es auténtico. Le hemos encontrado enterrado en lo más profundo de los sistemas del ordenador central, escondido y protegido por varias capas…, ha sido gracias a que a un analista le dio por intentar ver desde cuando podía estar en uso ese código que encontramos este hilo de la madeja -pulso varios botones-. Ahora fíjate bien en él, mira quien fue el artífice real del registro…
-      ¿Estás de broma? –dijo mirándolo con los ojos muy abiertos-. Dime que estas de coña y que te estás riendo de mi… -dijo el General Gzak muy alterado.
-      Para nada, lo hemos comprobado cinco veces, cinco, y todas con la misma conclusión, es auténtico, este registro es total y absolutamente real.
-      Estas insinuando quizá, que “Agujero Negro”, el mismo que nos lleva esquivando más de dos años, es… -El general Mao le interrumpió.
-      No insinuó nada, afirmo que sí, que es, ciertamente es, que esto aparentemente fue consignado por el servicio de inteligencia de la Confederación, concretamente por la sección nueve, pero en realidad, lo hizo el propio Príncipe Jhored, dejando de este modo tras de sí un archivo protegido, no sé porque lo haría, pero es completamente cierto, lo registro él en persona, camuflándolo de ese modo.
-      Pero… pero… pero… es que… -nuevamente fue interrumpido por su amigo.
-      Pero parece que el emperador estaba en lo cierto, según esto, en algún sitio, ahí afuera, en la Confederación Imperial, existe un sobrino suyo, un hijo de su Hermano pequeño, el Príncipe Jhored, y por tanto, un heredero legitimo al trono y que tiene en sus manos su propio código Imperial de Acceso a nuestros sistemas más vitales, código con el que nos proporcionó todos los datos para conseguir la victoria de Kaliope, o con el que todo este tiempo ha estado ayudando a mejorar tácticamente a nuestros mandos.
-      Bueno, entiendo, vale, aun así esto es muy grave, el que acceda de esa forma. Además de lo otro, mira, eso de legitimo no sé, en todo caso sería un hijo bastar… -se calló al fijarse en algo que su amigo le acababa de indicar con un dedo sobre la pantalla.
-      Míralo bien, ves esto de aquí en el registro… mira…
Lo que el general Mao estaba señalando era una marca de confidencialidad, concretamente un código específico usado por los servicios secretos hacia veinte años para consignar el estado de una persona… El agente que aparentemente había creado esa ficha sin duda parecía ser muy meticuloso a tenor de lo visto, y en el estado del difunto Príncipe Jhored, la consigna era “Casado”, seguido por un “Secreto”, lo que venía a decir que se había casado de espaldas a todo el mundo, por su cuenta y riesgo… consignándolo él mismo para que quedase constancia de ello, de que su descendiente, era legítimamente miembro de la familia Imperial reinante.
El General Gzak se quedó pensativo haciéndose preguntas. ¿Por qué el príncipe lo había hecho de este modo? ¿Por qué ocultó estos datos en lo más profundo del Ordenador Central? ¿Por qué no reconoció abiertamente su matrimonio con quien fuese? Ni idea, pero lo cierto es que su Marrón, acababa de convertirse en algo muchísimo mayor, infinitamente más problemático que antes. Si al principio inicio la investigación por presiones de sus jefes y del Propio Emperador, considerándolo una estupidez, incluso por sus propios superiores, todo eso, en ese mismo instante acababa de cambiar… Realmente era como dijo el Emperador, en algún sitio, había un heredero vivo, y a tenor de lo que ponía en ese informe, si el Príncipe Jhored de verdad contrajo matrimonio con alguien, por muy en secreto y a espaldas de la familia o la Confederación que fuese, eso, convertía a su descendencia en herederos legítimos de un trono que en este momento no tenía a nadie ni posibilidad de tenerlo ante la inviabilidad del Actual emperador por tener descendencia debido a una enfermedad. Por otro lado, todo esto apuntaba a que el Emperador sabia positivamente que su hermano había tenido un hijo, aunque posiblemente y vista las discusiones entre ambos antes de su muerte, no tuviese ni idea de dónde y cómo poder encontrarle o quien era.
El problema es que el presunto Heredero, parecía ser el conocido como “Agujero Negro”, no se conocía su sexo o su raza, aunque ahora mismo estaba claro que era humano a tenor del descubrimiento, llevaban dos años largos tras su pista sin visos de ser capaces de dar con su paradero. Le habían apodado de ese modo porque todas y cada una de las pistas, de lo que habían intentado había fracasado… como dijo el grupo en cierta ocasión, quien fuese por sus conocimientos, por su forma de actuar, por su enorme habilidad, en realidad parecía un enorme y gran “agujero negro” en el que todo terminaba tragado por su sombra, de ahí procedió el apodo en gran parte. Bueno, ahora él tenía que encontrar a ese tipo por dos motivos, primero detenerle por el de siempre, y segundo, porque según parecía se podía tratar del heredero legitimo al trono Imperial, lo que haría inviable su detención por el primer motivo… de locos.
Quien fuese, llevaba al menos tres años, que supieran, infiltrándose en las redes de entrenamiento y evaluación de Mandos de relevancia, oficiales, cadetes junto con los alumnos de la Flota y sus academias, y ahora acaban de descubrir que no era solo eso, sino que había sido el sistema entero el que estaba comprometido. Las Redes de Entrenamiento y Evaluación, en realidad se trataba de un programa que permitía la interacción de todos los mandos de la Flota en combates y guerras simuladas, había también un apartado exclusivo para cadetes de las principales academias militares de la Confederación Imperial, en ella participaban también mandos veteranos por expresa invitación, todo con el fin de mejorar la interacción, los conocimientos y las tácticas de los miembros de la Armada.
Pues bien, “Agujero Negro”, desde su primera participación registrada, no había sufrido aún ni una sola derrota, todas sus batallas y simulaciones se contaban por victorias, incluso aquellas en que inicialmente empezaba con una enorme desventaja… Incluso los mejores estrategas de la Confederación Imperial habían caído a sus manos, de hecho y lo que más había preocupado por incomprensible, es que muchos de sus trucos y tácticas actualmente estaban siendo empleados en la guerra por los que fueron sus rivales en las practicas, todos con excelentes resultados. Si al principio se temieron que fuese un agente de inteligencia enemigo reuniendo datos sobre los métodos y estrategias de las mejores mentes militares de la Confederación Imperial, pronto hubieron de desecharlo, porque eran estas en realidad las que se estaban beneficiando de sus encuentros contra él… por lo que no sabían a qué atenerse. La primera prioridad para la sección tres al completo, era su detención, por eso se creó el Grupo al mando del General Mao con los mejores agentes disponibles de las demás secciones, sin resultado alguno hasta la fecha.
La familia Imperial casi al completo había perecido en el ataque Razors que dio comienzo a la actual guerra. Iban en misión diplomática y teóricamente debería de haber estado en esa nave toda la familia al completo. El emperador con la emperatriz, el hijo de ambos con su esposa, hijo único, y sus tres nietos, pese a los avisos de ser una majadería por parte de su servicio de seguridad, no hicieron caso. Por suerte el Emperador una semana antes había visitado el mundo pantanoso de Darassa, donde debió de coger las Fiebres Darassa, propias de ese planeta y muy contagiosas, por lo que tuvo que permanecer en palacio sin poder ir con el resto. Si bien esto le salvo, la terrible noticia de la muerta a manos de los Razors de toda su familia agravó su estado. Al final los médicos lograron recuperarlo, pero ese empeoramiento tuvo efectos secundarios, ya que quedo completamente estéril… Pero hasta ese instante, hasta que se recuperó por completo, para protegerlo, el servicio de inteligencia en connivencia con su servicio personal de protección, decidieron darle por muerto con el resto de la familia hasta que estuviese completamente dispuesto para hacerse cargo de nuevo de todo.
La Confederación Imperial empezó a desintegrarse poco a poco, su gobierno “democráticamente electo” no fue capaz de hacerse con la situación, cada uno empezó a mirar por sus intereses agravando el Caos, intentando hacerse con el poder por su cuenta y convertirse en el nuevo Gobernante ante un Trono, supuestamente “vacante”, o dicho en otras palabras, maniobrando para intentar ocupar el puesto. Por fortuna la recuperación del Emperador hizo que todo se estabilizase, basculando el peso del poder hacia el Trono Imperial de un modo como nunca antes había sucedido. En la primera semana después de su recuperación, el Emperador asumió personalmente todos los poderes del estado, destituyendo al gobierno y disolviendo las cámaras de representantes… ejecutando sin piedad a todo el que oso oponerse a él.
Sometió a todos los miembros del gobierno, altos funcionarios y de las cámaras a una investigación interna, todo aquel que se demostró que intento aprovechar la desgracia de su familia para hacer carrera, obtener ventajas o preocuparse de hacerse con el poder mientras la Confederación se hundía en el caos, fue ejecutado de forma inmediata por orden suya y la totalidad de sus bienes confiscados. Varios miembros del gobierno sufrieron esa suerte, incluido el vicepresidente electo, que fue degollado en el mismísimo salón del trono por la Guardia Imperial ante el Emperador. A los servicios de inteligencia y al sistema de seguridad Imperial, cuando recibieron sus órdenes del propio Emperador, no les pareció algo hecho en poco tiempo precisamente, sino que se trataba de una especie de plan de contingencia largamente preparado, meditado, planificado y proyectado… aunque ni por casualidad sabían para que podía haber sido desarrollado inicialmente.
Solo seis meses después “regresó el poder” a las cámaras, nombrando estas al gobierno, aunque el poder real tras todo esto, continuaba estando en el trono. El Emperador eligió gobernar por medio de su “gobierno”, que en esos momentos, no tenía ningún poder real, todo estaba supeditado a la férrea voluntad del trono bajo pena de muerte por desobediencia para cualquiera en cualquiera de las decisiones que procediesen de este. Sus instituciones “electas”, desde ese instante se convirtieron en una simple pantalla con el fin de proteger al verdadero poder en la sombra del Imperio, el Trono, desde ese momento lo de “Confederación” quedo como un eufemismo, realmente, se transformó en un Imperio con todas sus características típicas, pero la principal, con el poder Absoluto en manos del Emperador.
-      Bien, tendremos que hablar con el Emperador sobre esto…
-      No amigo mío, tú tendrás que hablar con el Emperador, es tu misión –replico el general Mao.
-      Y tú, porque tendrás que explicarle quien sospechamos que es su sobrino, además, mientras tenga ese código protegiéndole será imposible dar con él, el propio sistema central le protegerá, y el único que puede cancelarlo, o permitirnos rastrearlo es el propio Emperador… -respondió el General Gzak.
-      Si, tienes razón, si queremos dar con “Agujero Negro” vamos a tener que conseguir que el emperador nos coloque momentáneamente por encima de la seguridad de ese código o que lo anule… Tenemos un buen papelón encima.
-      Si, la verdad es que sí que lo tenemos, sí. Hemos dado un paso para averiguar quién es su sobrino, solo para ir a descubrir que es alguien tras quien llevamos más de dos años y sobre el que no hemos avanzado nada de nada en nuestra investigación para dar con su identidad… -dijo el general Mao-, y es algo que vamos a tener que explicarle a su majestad… es cojonudo, no te creas que no.
-      Bueno, piensa de forma positiva…
-      ¿Es que tú ves algo positivo en ello? –le miro sorprendido.
-      Bueno, al menos tras darle cuenta de nuestros avances al emperador no tendremos a nadie encima pretendiendo decirnos que hacer –sonrió el general Gzak.
-      Por supuesto que no, si se llega a saber todo el mundo se quitara de en medio aún mucho más rápido que antes, esto ha pasado de ser un marrón a ser un suicidio profesional para el que le caiga encima como salga mal… A ver quién coño va a querer arrimarse a nosotros, nadie en su sano juicio… -sonrió pesimista el General Mao.
El principal problema en esos instantes para ambos, es que tendrían que pedir audiencia, un encuentro o lo que fuese con el Emperador, ya que el asunto era extremadamente delicado como para tratarlo por los canales adecuados, es decir, a través de sus propios superiores. Pero eso de decir, pido audiencia con el emperador era más simple de decir que de conseguir, también estaba por ver cuánto tardarían sus superiores en saberlo tras hacer la petición… Estaban en una situación en que un paso en falso podía ser el fin de las carreras de ambos y no tenían tampoco mucho más tiempo como para pensar en que hacer… Al final fue el propio general Gzak quien solicito en su nombre una entrevista para ambos con el Emperador, haciéndolo directamente y en persona a su secretario personal, para ello fue en persona a su despacho. Este tras escuchar la petición…
-      Bien General, me parece muy interesante, pero, ¿eso no debería hacerlo atraves de sus propios canales?
-      Sí, pero dada la delicadeza de la información que hemos obtenido, el General Mao Tsetu y yo preferimos que únicamente la recibiese su excelencia para que decidiese personalmente que hacer con ella…
-      Muy bien, ¿y que se supone que es tan importante?
-      Lo siento excelencia, pero solo es para el Emperador, por favor, transmítale que ambos queremos verle, que por favor compruebe nuestras actuales misiones y decida si lo desea así o que lo hagamos atraves de los canales normales… Es muy urgente…
-      Veré que puedo hacer, le transmitiré palabra por palabra lo que me ha dicho… Ahora por favor, retírese, le informare personalmente de lo que su majestad decida. Espero General, que por su propio bien, de verdad sea tan importante como cree, porque su majestad tiene muy poquita paciencia…
-      Excelencia, créame si le digo que para hacer esto es que no nos ha quedado más opción… Gracias, esperaremos sus noticias –termino, dándose media vuelta y marchándose.
Regreso directamente al despacho de su compañero y amigo el General Mao, no hizo más que entrar y se dejó caer de golpe sobre uno de los cómodos sofás que allí había… Miro a su amigo, y en sus ojos vio lo mismo que supuso que se vería en los suyos, preocupación por sus propias carreras…
-      ¿Y bien? –pregunto Mao.
-      Me ha dicho que el mismo le transmitirá nuestra petición al emperador y se encargara en persona de comunicarnos la decisión.
-      Bueno, veremos cuanto tardamos en saber si hemos hecho bien o por el contrario nos van a cortar el cuello… -sonrió- ¿Tu que opi…? –le interrumpió el comunicador del despacho con una llamada de la mas alta prioridad.
El general Gzak a un gesto del General Mao se acercó tras él, en el comunicador aparecía el escudo imperial marcando una comunicación, el general Mao pulso la aceptación de la comunicación visual. En la pantalla apareció la cara del secretario personal del Emperador…
-      ¡¡¡Ahhhh!!!, veo que también está ahí con usted el General Gzak, mejor, así se lo comunicó a los dos a la vez. El emperador quiere verles a ambos de inmediato, y eso es salir de inmediato tal y como estén hasta mi oficina. Por cierto… ¿General Gzak, General Mao?
-      Si, díganos excelencia… -respondieron.
-      Hicieron muy bien en venir personalmente uno de ustedes para informar en persona, estén los dos tranquilos, a su Majestad le gusto el detalle de lo que hicieron y el riesgo que ambos han corrido por ello…
-      Gracias excelencia.
Tras esto corto la comunicación sin decir ni media palabra más, lo que desde luego sí que teníamos claro ambos era que debíamos salir de inmediato hacia el despacho del secretario.


CONTINUARA

*Servicio de Inteligencia: 1ª Sección Inteligencia Exterior, 2ª Sección Inteligencia Interior, 3ª Sección Contrainteligencia, 4ª Sección Operaciones Especiales y Encubiertas, 9ª Sección “oficialmente inexistente”.


6 comentarios:

  1. Un nuevo misterio, años antes del último libro.

    A ver que nos depara la historia.

    Saludos.

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  2. uf! mira que dure un mes enterito entrando todos los día esperando a que publicaras el libro 3.

    Un saludo al autor!

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  3. saludos a shadow, genial este espisodio.

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  4. Esperado nuevo libro.
    Se agradece
    Saludos

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  5. Hola Sr. Sombra:
    Muy bueno, me he quedado con muchas ganas de más. Espero continuar leyendo pronto sus escritos.
    Un saludo

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  6. Muchas gracias por compartir los relatos.

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