Confederación Imperial Galáctica
El Embajador
Fecha estelar - 5342
Brazo de la Galaxia
Sistema clasificado
como BG-1547
Exteriores del Sistema
UEP Estrella Oscura
Las dos UNEX bajo las órdenes del
Almirante Tagard habían tenido una enorme cantidad de trabajo explorando los
sistemas identificados como Centros de Comercio Uruk-Ukur, los Sistemas de los
Xgor o los reconocidos de las otras razas que salvaron de la esclavitud. La UEP
Estrella Oscura tuvo un encuentro con las UNEX Espectro y Fantasma en el que le
transmitieron todos los datos obtenidos hasta el momento. Luego el Almirante
Stratos envió dicha información al Almirante Tagard, recibiendo por parte de
este todo lo relativo al nuevo ataque sobre los Chin y la presencia de la
Embajadora, así como la presencia en los Arsenales de la Genius de los seis
contenedores de Misiles de Antimateria destinados a la UEP.
Stratos tenía sus propias ordenes,
recibidas directamente de su Alteza Imperial, y estas eran claras, tan solo
limitarse a investigar e identificar todo lo que se pudiese junto con las UNEX.
Sin embargo, su Alteza también le extendió ciertas fichas codificadas para
abrir únicamente bajo ciertas circunstancias, y este último ataque de los
Ukur-Uruk a los Chin entraba dentro de esas "excepciones". Cuando leyó
las ordenes codificadas, conociendo a su Alteza, no se encontró con nada que no
se esperase de antemano. Si las ordenes iniciales fue de exclusivamente
investigar las distintas especies que Tagard había informado, desde ese mismo
momento, todo lo relacionado con los Ukur-Uruk había cambiado radicalmente.
Si cuando leyó sus nuevas órdenes, dada
la posición en la que se encontraba en relación con Mar-Shagan, inicialmente le
podrían haber parecido un poco menos que ingenuas por el problema de
reabastecerse, el dato de Tagard de que la UEP podría rearmarse totalmente en
la Genius de ser necesario, dejaba muy claro que su Alteza nuevamente había
previsto mucho más de lo que nadie podría augurar de principio. La UEP Estrella
Oscura tenía en sus entrañas seis Misiles de Antimateria, a raíz de las órdenes
recibidas de su Alteza, alguien iba a recibir un mensaje bastante explicito con
ellos y contra lo que hubiese podido pensar en un principio, gracias a la
previsión de su Alteza, ya no necesitaría volver a Mar-Shangan para reponerlos,
su principal hándicap para estas nuevas órdenes. Stratos se puso de acuerdo con
Tagard para tratar de obtener más información sobre los Ukur-Uruk. Al final
decidieron que de ello se ocupase el Vicealmirante Alkard. Este, con su nave
insignia al frente, el Superacorazado Thalos, acompañado por dos Acorazados,
cinco Cruceros de Batalla, seis Cruceros Pesados, cuatro Cruceros Ligeros,
veinte Destructores, dos fragatas de Escolta y dos Corbetas de Exploración, partió
escoltando a la Q 13 para reunirse con el Almirante Stratos y las dos UNEX.
El Almirante Stratos junto con las UNEX
habían investigado cuatro puntos en los que, según los datos obtenidos, en
teoría debería de existir una estación comercial Ukur-Uruk. Únicamente en dos
de ellos obtuvieron el resultado esperado, la presencia de la Estación Comercial
en el sistema. En los dos restantes, las UNEX pudieron encontrar gran cantidad
de rastros energéticos que implicaban que hacía poco allí existió un intenso
tráfico en un corto periodo de tiempo. Esto confirmaba los datos que se
obtuvieron sobre el hecho de que estas Gigantescas estaciones de algún modo se
podían mover de su emplazamiento y ser trasladadas. Obviamente, esto
dificultaba su detección, sin embargo, a su vez era evidente que sus clientes
debían de conocer algún modo de poder encontrarlas una y otra vez pese a sus
cambios de posición. Pero al menos, ninguna de las UNEX encontró restos
energéticos de un vórtice de agujero de Gusano, por lo que Stratos determino
que esas Estaciones debían de moverse de un modo convencional…
Stratos llegó a la conclusión de que
necesitaba averiguar dos cosas antes de comenzar sus operaciones contra ellos. Primero
y más importante, cómo sabían sus clientes dónde volver a encontrarlas cuando
se movían, porque el tener que rastrear todo el Brazo para localizarlas estaba
descartado. El segundo, averiguar el modo en que esas estaciones estaban
estructuradas internamente, concretamente en dos puntos muy concretos, la
posición de su centro de mando, donde presumiblemente se encontrarían sus
valiosísimas bases de datos, y la zona de los motores que permitían su traslado,
que probablemente fuese su parte más vulnerable a un ataque. Pero para eso
necesitaba por un lado a la Q 13 con Sigrid junto a sus comandos, y por otro,
al Vicealmirante Alkard con fuerzas suficientes para cubrir al carguero si
surgían problemas, dado que la vez anterior ya habían tratado de darle caza. No
podían permitirse el lujo de perder a la Q 13 por que sufriese un exceso de
daños, ya que una nueva tardaría excesivamente en poder incorporarse a la Flota,
y no dejaba de ser su método más directo de infiltración.
Cuando la Q 13 partió de la Flota para
reunirse con el Almirante Stratos, nuevamente se había aprovechado la presencia
de la Genius para modificarla exteriormente en profundidad aprovechando su
astillero, y de igual modo calibrar una nueva firma de impulso. Sería muy
difícil que con su nuevo disfraz alguien la reconociese como la nave que salió
perseguida del anterior centro de comercio en caso de que esta información
fuese transmitida al resto de Estaciones. Sin embargo, la vez anterior
aprendieron una valiosa lección, por lo que, en sus bodegas, pese a llevar
ciertos materiales muy valiosos para intercambiar, también llevaban mucho
material de valor medio y bajo con el fin de no atraer tanto la atención de
quienes no debían. La Q 13 tenía dos objetivos primordiales, información y
tratar de conseguir algunos materiales escasos de los que, pese a que en esos
instantes las reservas eran buenas, la Genius podría llegar a necesitar en un
momento dado. Los Chin en esos instantes a ese respecto no eran una opción para
el abastecimiento, ya que iban a necesitar hasta el último gramo de lo que
ellos producían, e incluso pudiera ser que necesitasen incluso ayuda con ello.
Cuando se decidió que la Q 13 estaba
lista, esta se dirigió hacia la Base Comercial, mientras que ambas UNEX
permanecían ocultas monitorizando todo el sistema. La UEP Estrella Oscura
permanecía escondida a dos sistemas de distancia, lista para actuar de acuerdo
a los datos que le transmitiese la Q 13 cuando finalizase su misión. Por orden
de Stratos uno de los Misiles de Antimateria había sido sacado del Arsenal y
situado en la sala de lanzamiento, aunque por seguridad, aún continuaba protegido
en el interior de su contenedor. Si las estimaciones de la misión anterior de
la Q 13 habían sido correctas, uno solo de esos misiles sería más que
suficiente como para volatilizar la estación entera, aunque faltaba conocer el
estado y potencia de sus defensas. Lo que nunca pudo siquiera llegar a
imaginarse el Almirante Stratos, era la sorpresa que se iba a llevar cuando la
Q 13 y ambas UNEX enviasen sus informes sobre esta misión. Una de las
preocupaciones de su Alteza el Príncipe Jhored que habían llegado a desestimar
por improbable, nuevamente iba a confirmarse del peor modo posible…
Sigrid y sus comandos tuvieron bastante
trabajo en la estación una vez que la Q 13 amarró. Mientras que la tripulación
trataba de negociar buscando los cinco elementos que necesitaría antes o
después la Genius, los comandos buscaban todo tipo de información posible. Tan
solo encontraron dos de los cinco materiales, aunque si en cantidades de cierta
importancia que se apresuraron a intercambiar por materiales valiosos. Por su
parte los comandos de Sigrid consiguieron una información que consideraron como
de valor extremo. Para su sorpresa, al poco de amarrar a la dársena asignada
por control de entrada, recibieron reiteradas advertencias de los Ukur-Uruk
para abandonar la estación y el sistema en un determinado plazo de tiempo. Pero
no fue eso lo que consideraron extraño, sino el hecho de que tal advertencia
fue generalizada y dada la fama que tenían los Ukur-Uruk, a nadie parecía
preocuparle en absoluto.
Pese a que trataron de conseguir información
sobre la situación interna en la estación, sistemas, centro de mando, hangares,
dársenas, arsenales… tuvieron poco éxito. Sin embargo, si consiguieron tres
datos que Sigrid considero lo bastante importante como para plantearse
retirarse de la Estación aun quedándoles aun bastante margen para que se
cumpliese su límite de tiempo. En primer lugar, averiguaron que este era un
procedimiento estándar que los Ukur-Uruk siempre llevaban a cabo antes de mover
su estación de lugar, y que cualquier nave que permaneciese en el sistema
cuando esto ocurriese seria destruida sin piedad. Sigrid entendió la
importancia de poder "controlar" ese especifico instante por parte de
las UNEX, pero para ello deberían de ser advertidas para que extremasen sus
precauciones y estuviesen muy atentos.
Lo segundo fue una fórmula matemática.
Sigrid en persona descubrió por un capitán borracho que cada vez que una
Estación Comercial cambiaba de posición lo hacía siempre siguiendo una especie
de "fórmula matemática" que marcaba su nueva ubicación. Por lo que si
sabias la posición de cualquiera de ellas y conocías la fórmula que se
aplicaba, era muy simple saber a dónde se movería con una exactitud aproximada de
dos sistemas estelares de margen. También averiguo, que estos movimientos
siempre estaban sujetos a la posición final, ya que para que fuese valida debía
de ser una zona relativamente aislada. Sigrid por la explicación que recibió,
entendía que, si un movimiento implicaba entrar dentro o en las cercanías de
algún lugar con abundante tráfico, la estación realizaría nuevos cálculos de
reubicación hasta encontrar un punto aceptablemente seguro. Mas adelante
averiguarían que no todo era tan simple como parecía, y que a la formula aun le
faltaba otro elemento esencial para poder seguir el rastro de forma eficaz…
Lo tercero fue encontrarse con la
desagradable sorpresa de que los Ukur-Uruk estaban ofreciendo una
importantísima recompensa por información sobre las naves del Almirante Tagard.
Las siluetas que las imágenes mostraban representaban Acorazados, Cruceros de
Batalla, Destructores y lo que era peor, a la Genius, aunque en todos los
casos, en las naves capitales las proporciones parecían bastante más pequeñas.
Sigrid dudaba que esto hubiese salido del encontronazo en el sistema Chin ya
que nadie sobrevivió y cualquier intento de comunicación por su parte fue
eficazmente bloqueado por las corbetas de la Flota. La única posibilidad es que
o bien se tratase en realidad del enfrentamiento de los mercenarios que
mandaron tras la Q 13, aunque esta no aparecía, y de los que se encargó el
grupo del vicealmirante Alkard, o que esto procediese de información de los
Xgor o cualquiera de los esclavos que liberaron. En cualquier caso, era
información que tanto el Almirante Tagard, como el Vicealmirante Alkard
necesitaban conocer cuanto antes. Pero especialmente el hecho de que también tenían
a la Genius en su punto de mira.
Tras esto montó una operación en la que
consiguió robar dicha formula de la base de datos de una nave que asaltaron en
su dársena, pues para que los Ukur-Uruk te la cediesen había que cumplir unos
requisitos a los que la Q 13 difícilmente podría llegar, pues supondría tener
que ir más allá del simple contrabando. Asaltaron la nave eliminando a los tres
tripulantes de la misma que estaban en esos instantes de guardia, después de
ello descargaron todo lo que había en sus bases de datos, incluyendo la fórmula
que era su principal objetivo. Tras esto, saquearon la nave, de modo que
pareciese que alguien había entrado para robar, lo cual, no solía ser nada
extraño, motivo por el que todo el mundo dejaba siempre una guardia bien armada
mientras estaban allí atracados. Una de las ventajas es que mientras no pusieses
en riesgo la Estación, la guarnición de los Ukur-Uruk no intervenían en este
tipo de disputas, es más, Sigrid sospechaba que incluso en cierto modo estas
acciones eran alentadas por ellos.
Por suerte, Sigrid decidió que lo
averiguado hasta el momento era lo suficientemente importante como para irse,
ya que lo primordial era poner todo lo obtenido a salvo y transmitir sus
descubrimientos, lo que les terminaría salvando. La Q 13 partió de la Estación
con rumbo perpendicular al sistema donde le esperaba el Almirante Alkard con su
Flotilla. Es vez sin embargo ninguna nave les siguió, marcaron una velocidad de
crucero lógica con el tipo de nave que simulaban ser mientras empleaban los
sensores para registrar toda la actividad que podían mientras se retiraban y se
preparaban para emitir un micropulso codificado directo a las UNEX con el fin
de informarles de la inminente partida de la Estación. Estaban a media
distancia del exterior del sistema apunto de mandar la comunicación cuando los
sensores detectaron una perturbación en un área intermedia del sistema que se
encontraba en el mismo plano que la Q 13 y relativamente cerca de la posición
estimada de la UNEX Espectro. Ante los conmocionados ojos de Sigrid, del capitán
y los miembros del puente de la Q 13 apareció el vórtice de un Agujero de
Gusano por el que surgió una potente flota de naves de Guerra
"Extrañas" seguidas a los pocos minutos por la nave creadora del
mismo.
Cuando esto ocurrió la UNEX Espectro tuvo
que realizar un salto de emergencia preprogramado de modo instantáneo para
salir del sistema. Por desgracia para ellos se encontraban algo más cerca de lo
que estimo la Q 13, la aparición imprevista del vórtice provoco una seria
distorsión masiva de sus sistemas electromagnéticos de protección, lo que
provocó la sobrecarga en cascada de varios de los relés de seguridad al sobrepasar
su máximo rendimiento previsto, dejando la nave al descubierto con parte de sus
sensores y armamento inutilizados. Su suerte fue que ellos estaban justo a la
espalda de la salida, por lo que muy probablemente no fuesen detectados, o por
lo menos, no a tiempo como para poder hacer algo, todo ello gracias a la veloz
reacción de su tripulación al saltar fuera del sistema de forma inmediata.
Excepto algunas pocas naves de poca
envergadura que ralentizaron su marcha extendiéndose en torno al vórtice, el
resto de la flota extraña comenzó a desplegase mientras se lanzaba sobre la Estación
Comercial. Del Grueso de la flota extraña se desgajaron seis grupos que
comenzaron a perseguir a las distintas naves del sistema, uno de ellos fue
directo a por la Q 13. El Capitán de la Q 13 ordeno el saltó de emergencia
programado sobre la posición del sistema donde se encontraba el Almirante
Alkard. La q 13 y la UNEX Espectro no fueron las únicas en saltar fuera del
sistema cuando vieron lo que ocurría. Antes de desaparecer, los sensores de la
Q 13 fueron capaces de captar el estallido energético de al menos otros cinco
saltos.
Según los datos más tarde transmitidos
por la UNEX Fantasma, un total de cincuenta y seis enormes naves Extrañas
aparecieron por el Vortice, las cuales de inmediato comenzaron a lanzar sus
naves de ataque, varios miles en total. Tras ellas surgieron ciento cuarenta y
ocho de las también conocidas naves pequeñas, rápidas y maniobrables, aunque
extremadamente vulnerables al fuego concentrado. Finalmente surgieron una
treintena de las naves de tamaño mediano que realmente fueron las únicas que en
su momento le dieron problemas a la Flota en sus enfrentamientos con los
Extraños. Tras todos los grupos surgió por fin la nave generadora de agujeros
en torno a la cual formaron una esfera de protección gran parte de la treintena
de naves medianas con sus proas y armamento apuntando hacia el exterior. En
esto se comprobó que la táctica Extraña de proteger sus generadoras de Gusano
había cambiado, tras estudiarlo, se estimó que posiblemente la causa directa de
ello fuese la captura de una de ellas por parte de la Confederación Imperial.
La gran mole de la nave creadora estaba justo frente al vórtice, impidiendo de
ese modo cualquier tipo de ataque como el que realizo el Crucero Ligero B-52 y
que pudiese impedir su retirada.
Por fortuna seguía siendo evidente que pese
a todo aún no habían podido solucionar su principal desventaja, sus motores,
los cuales seguían estando muy por debajo incluso de los motores civiles
comerciales existentes en la Confederación Imperial. Las grandes naves rodeadas
de las menores se lanzaron a toda velocidad contra la Estación Comercial, cuyo
aspecto comenzó a modificarse lentamente, pues las dársenas parecieron
integrarse con la super estructura, mientras que la zona inferior parecía
abrirse como si fuese el capullo de una flor bajo la cual parecía encontrarse
un gigantesco reactor, que posteriormente al ponerse en marche se verifico que
era de Plasma. A la vez que esto sucedía de la estación partieron rápidamente
todas las naves allí atracadas, casi un centenar de ellas, aparte de las casi
cincuenta que fueron clasificadas por la UNEX Fantasma como naves de guerra
Urul-Ukur, mientras que su artillería comenzaba a abrir fuego. Fue entonces
cuando del grupo de naves Extrañas se desgajaron seis parejas de naves menores formando
grupo junto con una de las medianas, la cuales se lanzaron a la caza y
destrucción de cuanta nave de "carga" que abandonaba la estación. Los
conjuntos de tres naves demostraron ser muy eficaces, las dos ligeras ralentizaban
o detenían los objetivos, que más adelante eran rematados por la nave media. El
combate duro aproximadamente unas dos horas, la estación fue prácticamente
destruida, quedando flotando inerte en el espacio rodeada de los escombros
conformados por las naves de ambos bandos y muchas otras de los clientes que
nunca pudieron llegar a escapar al meterse en el fuego cruzado.
Al menos cuatro de las múltiples naves
que realizaron saltos de emergencia de la zona, fueron a salir directamente en
el sistema donde el Vicealmirante Alkard esperaba pacientemente a las noticias
que le pudiese transmitir la UNEX Fantasma. Ninguna de ellas sobrevivió, según
aparecían en el sistema, eran cazadas y destruidas por los Cruceros Pesados y
Destructores de la Flotilla. La Q 13 nada más llegar al sistema formó tras las
unidades del Almirante mientras transmitía toda la información disponible,
además de la noticia del más que probable futuro combate entre los Ukur-Uruk y
los Extraños. Tras la Q 13 entro al sistema la UNEX espectro que se unió a la
flotilla situándose junto al Carguero mientras su tripulación realizaba la
delicada tarea de resincronizar los nuevos relés del sistema de protección
antes de poder regresar a su misión de exploración e infiltración.
Alkard de inmediato decidido transmitir
todo lo que sabían a Tagard mediante un Misil de Frecuencia, ya que
independientemente de que los estuviesen buscando, la reaparición de los
Extraños suponía un nuevo problema. A su vez Tagard, tras recibir los informes,
los reenvió con otro Misil de Frecuencia a la Confederación Imperial con
destino final en su Alteza el Príncipe Jhored. Desgraciadamente, se había
confirmado las sospechas de su Alteza sobre la desaparición de los extraños,
mientras casi todos abogaban por problemas domésticos, su Alteza pensaba que posiblemente
hubiesen sido expulsados del Brazo por una fuerza hostil o al menos, si puestos
en jaque, lo que no era nada tranquilizador. Y ahora, con el descubrimiento de
este ataque sorpresa coordinado contra la Estación Comercial, todo parecía
apuntar a que esa fuerza debió de ser los Ukur-Uruk. Los Almirantes Tagard y
Stratos, el Vicealmirante Alkard y la coronel Sigrid, los cuatro, comprendieron
al instante que la situación acababa de complicarse muchísimo tras este
descubrimiento.
Cuando se recibió en el Thalos el aviso
de la UNEX Fantasma de la marcha de los Extraños, el Vicealmirante Alkard puso
en marcha su flota hacia el sistema, dejando tras de sí a la UNEX Espectro, a
la Q 13 junto con una escolta de dos Cruceros Ligeros. Mientras la Flota con
las Corbetas en cabeza y sus sensores al máximo se dirigían hacia donde sucedió
el combate, las otras cuatro naves saltaban a un sistema próximo que ya se había
cartografiado y existía un gigante gaseoso en cuya atmosfera podrían
refugiarse. La coronel Sigrid con sus comandos fueron transferidos al Thalos
antes de la partida. La flota entró en el sistema desplegándose al instante y
dirigiéndose a toda velocidad hacia los restos de la gigantesca estación. Como
era previsible, no quedaban restos algunos de las naves Extrañas destruidas,
todos se volatilizaron tras la partida de su flota a través del Agujero de
Gusano. Las naves de la Flota de Alkard se desplegaron escaneando cada resto,
mientras las lanzaderas transportaban tropas para que se recogiese cualquier
cosa susceptible de interesar para su posterior investigación o a los comandos
de Sigrid allí donde pudiese existir algún superviviente.
Pese a que había sido arrasada, la
estación aun presentaba cierta consistencia, por lo que muchas zonas que
anteriormente eran restringidas ahora estaban abiertas al escrutinio de los
sensores o de los Marines. Especial atención se dedicó por parte de los
sensores de las dos corbetas a la zona del gigantesco motor que según los datos
de la UNEX Fantasma la estación llevaba en su segmento inferior. Según los
datos de la telemetría del combate, al menos la mitad de la flota Extraña había
resultado destruida junto con un 80% de sus cazas, y aproximadamente un 30% de
las naves que se retiraron estaban seriamente dañados. Pese a la destrucción de
la Estación, las perdidas habían sido abrumadoras, aunque ya se sabia por
experiencia, que la única nave que realmente preocupaba a los Extraños perder,
era la generadora de Agujeros, al resto las consideraban poco menos que
desechables.
No se encontraron supervivientes pese a
rastrearse una docena de posibles objetivos por parte de los Comandos de
Sigrid. De los restos de la estación se retiró armamento, restos de cazas y
naves de protección, equipos de diversa índole, e incluso varios sistemas
secundarios aun operativos que podrían servir para descifrar la composición de
sus sistemas informáticos o enormes trozos de Blindaje, incluyendo medio
"pétalo" de la estructura de protección del motor. Si bien
desgraciadamente el centro de mando fue completamente arrasado del que nada
pudo ser recuperado, al menos sí que se pudo determinar su posición, y más
importante aún, el centro neurálgico de sus sistemas computarizados, que
estaban en una zona completamente diferente a donde se había supuesto que se encontraría.
Alkard y Sigrid estimaron que los datos obtenidos de los restos, en especial sobre
la organización interna de la estación, hubiese llevado un tiempo que muy
probablemente no hubiesen tenido, necesitando de un numero peligroso de visitas,
por lo que esto fue un auténtico golpe de suerte. Otro dato muy importante que
se obtuvo de los datos de la UNEX, fue en la telemetría de los combates cuando
se estudió a fondo, donde se registró perfectamente cuales fueron los puntos
vulnerables que atacaron los Extraños, deduciéndose también de ello, que esta
no era la primera vez que se enfrentaban y que su Alteza no parecía estar
desencaminado en sus sospechas. Las pérdidas de los Extraños como ya se ha
dicho fueron brutales y la inmensa mayoría fue por causa de la artillería de la
Estación, no por sus naves defensivas, ya que fueron ampliamente superadas en
número, siendo eliminadas por los cazas Extraños rápidamente.
Pero si algo mostro claramente la telemetría
del combate, es que, pese a que las naves protectoras de la estación no eran un
problema real para la Flota de Tagard, el intentar por su parte atacar a una de
las Estaciones Comerciales sí que podía ser todo un hándicap. La estación
estructuralmente era muy poderosa, con un fuerte blindaje que le permitía
recibir una enorme capacidad de daños antes de comenzar a resentirse por ellos,
mientras que sus sistemas defensivos principales eran lo bastante potentes y
numerosos como para poner en problemas incluso a los Acorazados de la Flota. El
principal punto débil de su defensa estaba en sus escudos, que estaban muy
descompensados. Según la telemetría obtenida, existían zonas muy concretas
donde eran muy deficientes, por no decir que casi inexistentes. Tras el estudio
de todos los datos sobre estos puntos débiles en los escudos, se estimó que, en
tres de esos lugares, con el impacto de un único misil de antimateria en
cualquiera de ellos, prácticamente provocaría la desintegración de la Estación
Comercial. De los tres, el más vulnerable pareció ser el punto de cierre del
sistema de impulso de la estación, justo donde los extremos de los
"pétalos" del blindaje se unían al cerrarse.
Era una zona en la que por su
configuración prácticamente no existían armas, además según los datos, las
fuerzas de protección de la Estación evitaban el tránsito de naves, a
diferencia de los otros puntos óptimos de impacto, que se situaban justo en la
zona de las dársenas de amarre, donde la densidad de tráfico era por tanto muy
alta además de estar fuertemente protegida con cañones defensivos. Realmente el
punto pese a su debilidad, tampoco era la panacea puesto que se necesitaría un
impacto directo desde su 6 en punto para que fuese eficaz del todo. Pero en eso
existía un problema critico a la hora de poder usarlo para destruir la estación
con un único misil de antimateria, y es que únicamente era vulnerable mientras
su reactor no entrase en funcionamiento, después de eso difícilmente serviría
de algo tratar de atacarlo dada la temperatura del plasma que expulsaba durante
su impulso, como quedó demostrado durante el ataque al volatilizar dos de las
grandes naves Extrañas que se cruzaron en su chorro al ponerse en marcha.
En un momento dado ocurrió lo que el
Vicealmirante Alkard se temía, al sistema llegaron refuerzos Ukur-Uruk, una
potente flota compuesta por no menos de trescientas naves de guerra. La UNEX
Fantasma dio la alerta para de seguido saltar fuera del sistema en dirección
hacia donde se encontraba la UNEX Espectro con la Q 13 y sus escoltas. El
Vicealmirante Alkard dio orden para que todas las lanzaderas retornasen a sus
naves de inmediato y que después la Flota formase con las dos Corbetas de
Exploración como centro para marcharse del sistema. Trabajando en parejas, las
Corbetas de Exploración eran más que capaces de guiar un salto de emergencia
predeterminado con una precisión de unos pocos kilómetros hacia o desde el
interior de un sistema estelar. Mientras la flota se reunía los sensores de las
Corbetas comenzaron a trabajar a máximo rendimiento sobre la flota Ukur-Ukur,
obteniendo importantes elementos de telemetría sobre ellas. La mayor parte de
esas naves eran de tamaño pequeño, previsiblemente rápidas y maniobrables,
acompañadas de varias otras de tamaño intermedio, algo mayores que un Crucero
Ligero, pero las que más preocupaban eran las cinco que formaban el centro de
su formación, de un tamaño tan solo levemente más corto que el de un Acorazado
de la Flota y que en Proa mostraban lo que parecían ser unos cañones de tamaño
nada desdeñable. A medida que avanzaban, esas cinco naves comenzaron a
desplegar partes de su estructura, aumentando de ese modo su volumen. Dio la
impresión de que el centro de su estructura, que comenzó a girar sobre sí
misma, se separase en seis diferentes módulos unidos a su zona central por tres
enormes ejes.
Solo unos minutos después de que pareciese
que por fin se había estabilizado su despliegue, desde esas plataformas
comenzaron a despegar quizá algo más de un millar de lo que parecían diferentes
modelos de Caza y Bombarderos. Los sensores de las Corbetas detectaron al menos
cuatro configuraciones diferentes de aparatos. En el Thalos entró una
comunicación de los Ukur-Uruk, conminándoles a la rendición si no querían ser
destruidos. El Vicealmirante decidió contestar, refiriéndoles a los Ukur-Uruk,
los datos sobre los atacantes de la Base, y recalcando que ellos tan solo
trataban de buscar supervivientes. La respuesta del mando de la Flota
Ukur-Uruk, fue clara, concisa y directa, le dijeron al Vicealmirante que ellos
también serian destruidos, igual que cualquiera que amenazase la supremacía de
su raza. El Vicealmirante Alkard, les comunico a los Uruk-Ukur, que amenazar a
quien no se conoce no era una buena idea, pero ya que habían sido tan claros, él
también les trasmitía un mensaje… Que esta era la tercera vez que eran atacados
por ellos, por lo que, tras esta declaración, no dudasen ni por un instante de
que recibirían noticias de su pueblo… Tras esto la flota salto hacían donde se
encontraban el resto de naves.
Tras llegar al sistema donde esperaba el
resto de la Flotilla, incluyendo a la UEP Estrella Oscura, el vicealmirante
Alkard recibió órdenes del Almirante Stratos para reunirse con el almirante
Tagard. Una vez partió, Stratos dio órdenes precisas a ambas UNEX de lo que
quería que hiciesen, que no era otra cosa que rastrear en las dos posiciones
donde no había estación, sus nuevas ubicaciones. Después de eso y tras terminar
de recibir toda la telemetría captada por las UNEX, puso en marcha la UEP hacia
la otra estación comercial localizada con el fin de entregar el mensaje que
indico el Vicealmirante Alkard. Cuando la UNEX espectro investigo el sistema,
identifico un punto muerto desde donde la Estrella Oscura podría entrar al
sistema sin ser detectada. Una vez dentro, y con su sistema de cobertura
trabajando a pleno rendimiento, Stratos ordeno dirigirse lentamente hacia una
posición donde tuviesen tiro franco contra el punto más vulnerable de la
Estación. Nada más ponerse en marcha, ordeno a la sala de torpedos preparar uno
de los Misiles de Antimateria, desbloquear sus sistemas de seguridad, regular
su carga a máxima potencia y cargarlo para su disparo a su orden especifica.
Después se encerró en su despacho para estudiar la telemetría que la UNEX le
había pasado sobre el combate, para tratar de determinar un punto débil que
pode atacar, algo que no tardó mucho en encontrar, aunque planteaba algunas
dificultades.
La UEP Estrella Oscura entro al sistema
por el punto débil hallado por la UNEX, desde el que procedió a moverse con
suma cautela hacia una zona desde donde poder estudiar con seguridad el punto
que había elegido como el más vulnerable de la estación durante el estudio de
la telemetría del combate con los Extraños. Cuando llegó a su posición, se
sorprendió de las facilidades que aparentemente tenía para su disparo, más de
las previsibles en un principio. Por lo que veía en los sensores, en esa zona
nadie les molestaría pues las propias naves de protección de la Estación la
mantenían muy despejada. El único peligro es que alguna de las naves de defensa
radicadas en ese sector pudiese interceptar el proyectil interponiéndose en su
trayectoria. Los motores de los mejorados Misiles de Antimateria ahora tenían
un propulsor capaz de entrar en hiperimpulso, con semejante velocidad sería casi
imposible interceptarlos para cualquier sistema automático actual por moderno
que fuese. El inconveniente obvio era el alcance, puesto que como es lógico, a
mayor velocidad, menor rango de alcance. No obstante, en este caso no era
necesario configurar su disparo para velocidad máxima dada la tecnología de los
Ukur-Uruk y lo que la telemetría mostraba sobre sus defensas. Ello permitiría a
la Estrella Oscura un disparo desde una distancia que impediría que nadie fuese
capaz de alcanzarla aun en caso de ser detectada, cosa que probablemente
ocurriese cuando tratasen de salir del rango de la explosión de la Antimateria
lo más rápidamente posible. Stratos determino que el único modo realmente
viable que tenían los Ukur-Uruk de interceptar el misil, seria interponer
directamente una de sus naves en su trayectoria.
Stratos, conocedor de este único punto
débil valido, rastreo los movimientos de la protección de la estación en busca
de una ventana de lanzamiento que permitirse la mayor posibilidad de evitar que
esto sucediese haciéndolo desde la mayor distancia posible. Finalmente pareció
identificar uno con un rango de distancia prudencial, justo en un momento en
que las cuatro naves que cubrían esa sección, estaban todas moviéndose hacia el
exterior. Esto implicaba que para que cualquiera de ellas pudiese interceptar
el proyectil con su propio casco debían de realizar un giro de 180º moviéndose
a toda velocidad, lo que suponía un arco importante que retrasaría su posible
intervención, al punto que se estableció que en realidad tan solo una de las
cuatro estaría en condiciones de poder hacerlo. Una segunda ventaja de esa
ventana, es que, tras dar la previsible vuelta, las cuatro naves se encontrarían
confrontándose unas a las otras a partir de cierto punto, por lo que podrían
llegar a dispararse entre ellas si trataban de hacer fuego sobre el misil, lo
que generaría caos. Tras considerarlo cuidadosamente, Stratos aprobó el ataque
y dio las órdenes precisas…
La UEP Estrella Oscura alcanzó su
posición optima de disparo cinco horas después, esperando luego pacientemente a
que se abriese la ventana de ataque, una vez ocurrió, hizo su disparo. Todo
sucedió tal y como se había planificado con una única excepción, ninguna de las
cuatro naves viro para tratar de interceptar el misil, sino que lo hicieron
para dirigirse a toda velocidad en la dirección desde donde partió,
directamente hacia la UEP Estrella Oscura. Tras ver aquello Stratos quedó perplejo durante unos segundos por esta reacción, estallando en carcajadas al
darse cuenta de su increíble error de cálculo. Posiblemente lo más poderoso que
los Ukur-Uruk conociesen para carga de un misil, fuese la energía atómica, pero
aun en el caso de que usasen la fusión o el plasma que eran como diez a veinte
veces más potente, un simple proyectil que esquivase los escudos, no supondría
ningún peligro para el poderoso blindaje de la estación, como mucho causaría
daños mínimos. Y si, luego se verificaría en la Genius cuando se entregó lo
capturado tras la batalla, que, si ese misil hubiese llevado carga de las
anteriormente citadas, efectivamente habría hecho poco menos que un rasguño
sobre cualquiera de los "pétalos", que además se encontraban
totalmente cerrados sobre si mismos, sin embargo, la carga de Antimateria era
algo muy diferente.
Dándose cuenta de lo que ocurría, Stratos
sonrió ya que no pensó con perspectiva, sino tan solo en base a lo que él
pensaba realizar y la potencia que "él" conocía que tenía ese Misil.
Cometiendo el error de ignorar el hecho de que los misiles de Antimateria eran
un arma del que nadie sabía y que probablemente únicamente la Confederación
Imperial poseía… Obviamente, dado en nivel tecnológico detectado en los
Ukur-Uruk, y bajo esta premisa, esto sería totalmente desconocido, por ello con
toda lógica, esas naves de defensa ignorarían el misil para centrarse en la
nave que lo lanzó e impedir una salva de disparos de proyectiles de Fusión o
Plasma que sí que podrían llegar a causar serios daños en la sensible zona del
reactor de la estación pese a su blindaje… Aunque esto tenia una pega muy
importante, puesto que de dirigirse las naves a por el misil, se acercarían a
la detonación, la cual se encargaría de destruirlas. Sin embargo, al lanzarse
sobre la UEP, ahora existía la posibilidad de que alguna sobreviviese, lo que
no sería bueno.
La UEP Estrella Oscura activo sus motores
y sus tres sistemas de energía para poder salir de allí lo más rápido posible
con todos sus sistemas funcionando a máximo rendimiento antes de que el misil
estallase. Poco menos de un minuto después, la parte inferior de la estación se
ilumino como si allí hubiese nacido una pequeña estrella que poco a poco fue
aumentando de tamaño tragándose el resto del complejo. Apenas tres minutos tras
el inicio de la explosión de la Antimateria, el 97% de la estación y de las
naves estacionadas o que se movían a su alrededor, se habían desintegrado sin
dejar rastro, sin que ninguna nave aparte de las cuatro que se dirigieron hacia
la Estrella Oscura sospechase siquiera lo sucedido… A la UEP no le costó el
menor esfuerzo perder de vista a sus perseguidores, especialmente cuando debido
a la deflagración tres de las cuatro naves fueron destruidas, la última con
severos daños escapó por poco. Aunque su alivio no duro mucho, pues la Estrella
Oscura volvió sobre sus pasos para destruirla con una andanada de torpedos y
disparos de plasma de alta potencia al observar que abandonaba la persecución.
Stratos decidió atacarla puesto que su supervivencia era un riesgo que no
podían correr…
Una vez la UEP entró en un nuevo sistema,
Stratos ordenó poner rumbo de inmediato hacia el sistema Chin, pese a tener
cinco misiles más y quizá para entonces alguna otra Estación hubiese sido
descubierta por las UNEX, el ataque demostró un peligroso punto débil. Esta vez
habían tenido suerte, pero estaba claro que necesitaban cobertura para
destrozar después del ataque a cualquier nave que hubiese sido testigo del mismo.
En esta situación solo sobrevivió una y la Estrella Oscura pudo hacerse cargo,
pero estaba claro que esto no podía volver a suceder. Si sobrevivía algún
testigo del lanzamiento por parte de la UEP se complicarían futuras
operaciones, además de revelar la presencia de la nave con sus características,
también ocurriría lo mismo con el misil de antimateria, pues su potencia no
podría ser ocultada. Originalmente establecieron la probabilidad de que
existiesen 10 o 12 de esas estaciones, Stratos pensó que bien, eso era
perfecto, si las cuentas eran correctas aun quedarían en pie 8 o 10 de ellas, y
a la Estrella Oscura le restaban aun un total de 11 misiles de Antimateria…
Tras el último encontronazo, según las
ordenes de su Alteza, tenía vía libre para cazar todos los Ukur-Uruk que
pudiese haciendo el máximo daño al menor costo posible. Stratos pensó en eso y
tenía muy claro que arma usar para hacerlo, un solo misil de Antimateria era
capaz de desintegrar una Estación e incluso de arrasar gran parte de la vida de
un Planeta, pero tres o cuatro de ellos bien colocados, dependiendo de su
tamaño, literalmente podían hacerlo saltar en pedazos. Haciendo unos cálculos
rápidos, Stratos estimo que el Crucero B-52 podría transportar en sus bodegas
con las máximas condiciones de seguridad, tres cargas completas de misiles de
Antimateria por viaje de ser necesario. Pero este ataque dejo muy claro que no
podía actuar solo, como mínimo necesitaría la colaboración de algunas de las
torpederas de la flota de Tagard para que se encargasen de eliminar cualquier
superviviente, no podía quedar atrás nadie que fuese capaz de explicar el ataque.
Stratos era consciente de que una escalada
sin sentido no sería buena, lo ideal sería que Tagard o el embajador, lograsen
de algún modo razonar con los Uruk-Ukur, dejando que estos y los Extraños se
destruyan mutuamente, o como mínimo que se debilitasen todo lo posible. La idea
era causar la destrucción de un par más de estaciones antes de tratar de
negociar con ellos con el fin de mandar un mensaje claro de no me toques las
narices más o atente a las consecuencias, porque no tengo ningún problema en
seguir hasta que entres por el haro. El peor escenario que Stratos podía llegar
a imaginar en esos instantes, era cualquiera que implicase la presencia en el
sector del Represor con su Alteza Imperial a bordo, eso sí que definitivamente
seria extremadamente malo para alguien e implicaría que los problemas si no lo
hubiesen hecho ya, escalarían rápidamente hasta extremos insospechados…
CONTINUARA
Ummm, me da que el ultimo párrafo es un anticipo de un próximo capitulo o libro. A ver que hacen Selena y Tanya para pararle.
ResponderEliminarGracias.
Un saludo,
VGG
Excelente
ResponderEliminar